¡Libros que Salen! Xue, «La novela de un literato», Dixon y más

¡Que entre la pila!

La calle de los cinco aromas de Can Xue, ed. HermidaLa ‘Eterna Candidata al Nobel’ -por lo menos cinco años más le quedan- y gran representantes de la vanguardia literaria china llega aquí con una nueva novela, con una mujer que agita una calle -o a sus habitantes, en realidad- en lo que podría considerarse como una novela irónica, quizá hasta periódica, de esas historias de romance y ¿adulterio? en el que una mujer se convierte en el centro de los pensamientos mientras juega y se divierte -la autora- con las pretensiones de la narrativa de psicología y sentencia.

La novela de un literato de Rafael Cansinos Assens, ed. Arca

Una edición extendida y revisada de La novela de un literato de Rafael Cansinos Assens me parece una gran noticia. Sacarlo en un tomo de casi mil páginas y papel Biblia… En fin. Pero es un gran libro para conocer mejor el mundillo literario del paso del S XIX a inicios del S XX en España.

Cartas a Kevin de Stephen Dixon, ed. Eterna Cadencia

Persiste Eterna Cadencia en traernos las obras de Stephen Dixon, y no seré yo el que se queje. En este caso es una suerte de peripecia, a ratos graciosa a ratos desesperante, cuando un tipo intenta hacer una llamada telefónica. Supongo que hay que ponerse en situación para que tanta contrariedad y tanta vicisitud resulte tanto creíble como risible pero, bueno, supongo que quien se pone a leer a Dixon sabe qué es lo que espera.

Las aventuras de Finlay Ashowan: De brujas y banquetes de Emilie Nikota, ed. Umbriel 

Pues aquí estamos, dentro de lo que se podría considerar Cozy Fantasy, y también Romántica -supongo-, y diría que casi dentro de los predios del costumbrismo si somos capaces de aceptar todo lo que se queda fuera y todo lo que hace que parezca casi más un piloto que un libro completo. Pero bueno, tenemos a un cocinero protagonista en un reino con sus propios problemas y una mezcla de cocina y fantasía. Supongo que en realidad tampoco hace falta mucho más si lo que te gusta es mirar a la chimenea.

Asalto Medici de Caitlin Schneiderhan, ed. Puck

Objetivo: Robar al Papa. Sí, esta es una novela -que podría haber sido una película, de hecho… se le notan las ganas- sobre un Golpe… en el renacimiento italiano. Más juvenil, con distintos personajes que quieren venganza pero, a la vez, cuyos motivos friccionan con los de los demás. Así que… bueno, supongo que es un buen juvenil.

Asesinato en el Lago de Garda de Tom Hindle, ed. Ático de los Libros

Tom Hindle es un autor irregular, tuvo un primer libro -que no han traducido- y tras el traspiés del segundo sacó este tercero que, sin llegar al éxito del primero, logró ofrecer una clásica historia con un asesinato, invitados a la boda y blabla. Veremos si logra algo del éxito que tuvo aunque aquí no lo haya querido publicar Penguin.

Agatha Raisin y las brujas desdichadas (Agatha Raisin 9) de M. C. Beaton, ed. Salamandra

Nueve ya, nada menos. Agatha se va de vacaciones tras un trastorno peluqueril y allí conoce a una bruja. A partir de allí el crimen y los sospechosos: los huéspedes del hotel y algunos habitantes del pueblo. Un día más en el trabajo, vaya.

Yo mismo y otros animales de Gerald Durrell, ed. AlianzaReunión de textos inacabados y en muchos casos inéditos de Durrell, un proyecto de memorias, un libro de viaje por Australia y otros escritos sobre viajes o sobre animales, se nos ofrece aquí un puzzle en el que la vida de Durrell se nos muestra por todo aquello que hizo, dijo o defendió.

Como el amor. Ensayos y conversaciones de Maggie Nelson, ed. Anagrama
Tras Sobre la libertad llega aquí otra obra ensayística de la autora Maggie Nelson. Perfiles de gente notable, críticas de libros, películas o exposiciones, conversaciones… pensados para trata de comprender mejor a personas y obras, o para celebrarlas, ayudando a difundir las ideas principales y sus impactos y contradicciones.

Dolores compartidos coordinado por Ana M. Amigo-Ventureira e Itxi Guerra, ed. Kaótica Libros

Distintos dolores, distintas maneras de encontrarlos e interpretarlos, distintos puntos de vista, cosas distintas que, sin embargo, crean una imagen general. Porque ese dolor puede variar en la intensidad del lector según su cercanía, según su forma de ser, según muchas cosas… pero sigue siendo un dolor real. Uno en el que, quizá, no había pensado. Así que de todos esos dolores, intensidades y variaciones es de lo que se compone este libro peculiar.

Hummus de Malin y Nimrod Regev, ed. Col and Col
Supongo que a la pregunta ¿Pero cuántas maneras puede haber de preparar el hummus? responde este libro que nos habla de los garbanzos, de su pasta, de la manera en la que se puede ‘sazonar‘ y los platos que se pueden crear o acompañar con ellas. Porque no hay creación de apariencia sencilla como para que no se puedan escribir más de 150 páginas -con fotografías- sobre él.

Cocina casera india de Romy Gill, ed. Cinco Tintas

Pues sí, Cinco Tintas sigue con su colección de volúmenes de cocina casera y esta vez le toca a la India, así que bienvenida sea.

Sevilla de Miguel de Cervantes, ed. Aventuras Literarias

Subtitulado Mala vida en el Siglo de Oro, Mapa literario y negro, es la Sevilla de las obras de Cervantes, sobre todo la Sevilla de los pícaros, los maleantes, los ladronzuelos, esos bajos fondos que conoció bien y retrató mejor, la que se toma para dar lugar a un mapa de la época con el estilo habitual de la editorial.

La isla efímera de Li Shang-Chiao y Evergreen Yeh, ed. Nuevo Nueve

Tres relatos distintos, todos ellos en un mundo de megaciudades y pequeñas islas independientes, todas ellas con esas vidas después de la crisis ecológica y cómo superarlas, creadas por estos artistas taiwaneses que usan las acuarelas para ofrecer imágenes a medio camino entre la tradición oriental y la franco-belga.

Dibujos del natural de Jaime Hernández, ed. La Cúpula

Pues sí, una novedad de Jaime Hernández. Maggie, Hopey y, sobre todo, Tonta. Personajes nuevos y viejos del ciclo de Locas y el resto de lo que os podéis imaginar. Ya sabéis.

Bajo los árboles, donde nadie te ve de Patrick Horvath, ed. Astiberri

Como si alguien decidiera hacer su versión de Dexter en medio de las Sylvanian Families, un pequeño pueblecito ve sacudida su encantadora y apacible existencia por un truculento crimen. Algo que llama poderosamente la atención de la osa Samantha… que es secretamente una asesina en serie. ¡Pero nunca en su pueblo! Así que antes de que se compliquen las cosas decide que tiene que… cortar por lo sano… con ese asesino. Con bastante vísceras, sangre y violencia y una historia sencilla entre dibujos encantadores, este giro parece seguir la idea de convertir algo encantadoramente infantil en un amasijo de violencia.

¡Odio el mundo! de Sophy Henn, ed. Timun Mas

Con unas estupendas ilustraciones acompañándolo, tenemos esta historia de un fantasma que odia TODO y un amigo que le ayuda a buscar algo bonito en el mundo. Un encanto.

Nos leemos.


Supongo que existe algún tipo de sentido en todo esto que justifica que en lugar de los clásicos muñequitos para vender que acaban convertidos en dibujos animados en Apple tengan a los BE@RBRICK (USA) que es un tipo de vamos a llamar juguete más pretencioso aunque al final lo hayan usado para un inevitable más de lo mismo. En fin.

A veces me pregunto cómo las series turcas no son españolas. En cualquier caso Bir ihtimal Daha Var (O)(TU), o Bet Your Life o La apuesta de mi vida o…, es una comedia de esas prototípicas como para película de A3Media/Mediaset. Un tipo que es un perdedor pero que trabajaba haciendo análisis deportivos con una columna recomendando qué apostas en un periódico -en serio- y ahora está de capa caída se encuentra con el fantasma de un empresario que le trata de convencer de que le ayude a conseguir la paz investigando quién le mató. El ‘misterio’ es algo que está ahí para ver si pillan a los espectadores, porque el resto de cosas -incluyendo el clásico tipo del montón/ señora estupenda- es lo que lleva la trama de una serie que hubiera tenido poco que aportar si fuera una película, no quiero imaginar los ocho capítulos la de vueltas que van a dar. En fin. A veces me acuerdo de Turist Ömer y pienso que no estamos tan lejos de tener una versión de lo de aquella época.

Drama deportivo se supone, pero no del deporte que yo esperaba. Porque este Go! (O)(SA) resulta que va de carreras. En fin, ¿quién les entiende? De todas formas la parte deportiva no es tanto un asunto ‘profesional’ o ‘profesionalizada’ porque es que casi ni aparece, vamos que sobre todo es un drama… no tengo claro si decir que de jóvenes, de familia o de qué. En la que, además, hay gente que corre de un lado a otro. Pero, vaya, que vemos más a su padre que al de Oliver en todo lo que duró Campeones. No digamos ya cuando llega lo de La Segunda Oportunidad y lo de Cuando Todo Se Tuerce. En fin, que incluso aunque sea un drama deportivo con mucho de drama y poco de deportivo desde luego yo no soy su público pero creo que al que lo sea -no sé si habrá mucho, la verdad- puede gustarte.

Es difícil decir qué es lo peor de Good American Family (USA) pero voy a presuponer que el hecho de que son unos cobardes. Tienen un primer pantallazo de excusas, intentos de que nos les demanden y etc que hubiera sido más sencillo si fuera una ficción de verdad. O si no hubiéramos tenido ya documentales sobre el caso. O si no conociéramos ya la historieta desde yo qué sé cuándo. En lugar de eso tenemos una especie de melodrama espantoso, hecho de la manera más vaga posible, con una madre muy buena y una niña muy sospechosa… en fin. Que entiendo que esto lo hacen para defender a los padres -sospecho que tras el documental- pero que las cosas hay que hacerlas con más tiento, con más disimulo, aunque sea solo para que no estemos pensando que qué necesidad.

Bien interpretada, aceptablemente organizada pero quizá no muy original, eso es Happy Face (USA), que procura jugar varias bandas pero sin enseñar la mano. Lo mejor de todo es Annaleigh Ashford -que demuestra por qué es bueno contratar a gente del teatro para estas cosas- en el papel protagonista, mientras a su alrededor vamos viendo que la serie habla de relaciones paternofiliales, de true crime, de misterios y suspense e, incluso, de los medios. A veces de manera que parezca ir hacia un lado para acabar en otro. Tiene mérito porque lo fácil hubiera sido acabar como en otras ocasiones nos hemos encontrado, pero alguna vez tenía que salir aceptablemente bien.

Hay muchas maneras distintas de ser aburrido. Eso es lo que pienso mientras soporto con tedio lo que Haipeo Naipeu (O)(CS), o 하이퍼 나이프 o Hyper Knife o Traición y Redención o…, se supone que me quiere contar. Sobre todo porque no es tan complicado. Una antigua médico ha perdido la licencia pero sigue haciendo… no sé si llamarlo ‘operar’ o ‘hacer el cabra’ de manera ilegal. A la vez otro médico, respetado esta vez, su mentor o algo así, y parece que también culpable de una manera u otra de su caída en desgracia, se encuentra ante dios sabe por qué el reencuentro con ella. Y mientras hacen cosas de médicos y hablan de dinero -que también es hacer cosas de médicos, supongo- y blablaba. A ratos parece que van a hacer algo de venganza, o que las operaciones son algún tipo de ciencia desquiciada, pero solo lo parece porque lo que les interesa de verdad -o al menos lo que yo sospecho que les interesa- es lograr que no quede nada despierto tras este piloto de una hora y pico que podría haber utilizado de alguna otra manera. O de cualquier otra manera. Habrá quien piense que me lo podría haber puesto a 2X, pero es que entonces no sería la misma serie. Sería una más tolerable, supongo.

Estaba yo con la duda de si Khakee: The Bengal Chapter (O) (IN) era otra serie o era la misma en una segunda temporada. Voy a concederle el beneficio de la duda porque, total, me he visto el piloto. Y no es muy parecida a la otra, donde aquella tenía mucho y no sabía por dónde tirar aquí el asunto es que sabe lo que quiere contar pero no tiene medida del tiempo para contarlo. Pero bueno. Por esta vez lo dejaremos pasar.

Sinceramente, creo que ‘toma una decisión equivocada’ sirve para otras cosas. Porque en Porządny Człowiek (O)(PO) lo que tenemos es un tipo que ve cómo un compañero de su hijo le pega una paliza y elige violencia. Pero mucha violencia. O, al menos, las cantidades justas de violencia como para que haya tenido que ir a mirar si esto era algún thriller de esos de portada con paisaje en negroazulado y letras en amarillo. Porque tratan de convencernos de que esto es muy profundo, muy duro y muy complejo y en realidad es el mecanismo de un chupete. Más en fin.

Hay un motivo por el que muchas veces se recurre a una versión más ‘idiota’ de uno mismo o de la realidad para hacer chistes. Es más sencillo parecer más tonto de lo que se es que parecer más listo. Por eso los que intentan parecer más listos de lo que son suelen fracasar miserablemente. Que es el problema de The Residence (USA). Una serie a la que le gustaría ser tan divertida e inteligente como Knives Out, Only Murders in the Building o The Afterparty y no logran acercarse ni al piloto de Death and Other Details.Y es que da igual el dinero que te gastes (mucho) o el reparto de campanillas que reúnas (también notable) que si no sabes usarlo (como en el caso del pobre Ken Marino que intenta sacar adelante un papel que en el mejor de los casos no es adecuado para él y en el peor no tiene sentido, algo que pasa en esta sere en demasiados casos). Lo cierto es que es tanto lo que está mal, tantas cosas que se hacen moviéndose mucho y yendo muy rápido, como si eso fuera signo de inteligencia. Cuando la inteligencia está en cómo se hacen y se gestionan esas cosas. Hay más inteligencia en un rato de cualquier episodio de Good Cop/ Bad Cop que en todo este piloto. Sobre todo porque no tienen que machacar una y otra vez con lo mismo, reciclar sus propios chistes sin gracia y… en fin. Que el bronche sea una senadora claramente Republicana discutiendo con Al Franken (sí, Paul William Davies ha traído a un cómico y ex-senador que dejó el cargo por las acusaciones que se hicieron públicas sobre él. Supongo que será parte del famoso feminismo de Shondaland) en un intercambio de gritos que incluye a él hablando de ‘locas teorías de la conspiración’ mientras ella dice que ‘se le ocultan cosas y se miente al pueblo americano’. Gran manera de apuntalar esto, dándole la razón a los Republicanos. Y pensar que para esto sí que sobre el papel debería de ser el espectador ideal… Una serie a evitar.

A veces tengo las dudas de si las decisiones para hacer cosas de animación en Netflix son realmente asuntos de estilo o de falta de dinero. En cualquier caso este Wolf King (UK) que suelta tantos tópicos y está animado de manera que parece que estamos ante la intro de un videojuego de mediados de los dosmiles, así que supongo que la habrán creado en algún tipo de reunión de directivos que pensó cosas como ‘los consumidores menores de edad quieren gente que se convierte en distintos animales en un mundo dividido en reinos’. Supongo que todas las generaciones han tenido su versión de esto. Aunque por lo menos antes hacían muñequitos.


¡Libros que Salen! Takagi, «El infierno embotellado», Katsu y más

¡Que entre la pila!

El misterio de la mujer tatuada de Akimitsu Takagi, ed. Salamandra

Estoy muy contento por la publicación de Akimitsu Takagi en España. Vamos, casi ni me estoy planteando si la traducción será directamente del japonés o si harán como con 64 y traducirán del inglés. En fin. Lo importante aquí es que Takagi es uno de los más importantes autores de género criminal de Japón, desde que comenzó a publicar después de la Segunda Guerra Mundial hasta los años noventa. Comenzando por esta, la primera de las novelas del detective Kyosuke Kamizu. Así que aquí estoy, esperando a ver si esta historia sobre un cuerpo desmembrado, un tatuaje robado, yakuzas, bares y habitaciones cerradas. Es curioso que hayan empezado por el primero en lugar de la segunda, en la que está menos ‘verde’. Pero supongo que la idea será sacarlo en no tanto tiempo.

El infierno embotellado de Kyūsaku Yumeno, ed. Satori

Tantos años después de El infierno de las chicas, con solo una breve aparición en la antología Perlas psicotrónicas de la ciencia ficción japonesa, volvemos a tener con nosotros una antología de relatos de Kyūsaku Yumeno. Esta vez con el tema de la obsesión, de las historias con un fondo casi onírico, casi bizarro, en el que la normalidad es arrasada por un remolino de sentimientos y de situaciones que llevan a situaciones inesperadas y a infiernos personales.

El fervor de Alma Katsu, ed. Nocturna

En 1944, en un rincón de Idaho, una mujer y su hija se encuentra recluidas en una campo de concentración en Estados Unidos por su condición de japonesas-americanas. Una enfermedad comienza a extenderse, ¿o puede ser la maldición de un yōkai? Sea lo que sea parece que la demonización está a punto de dar una vuelta al horror.

Como aceite en sus huesos de Kaaron Warren, ed. La Biblioteca de Carfax

Una mujer se desplaza a una pensión cercana al mar con un gran pesa en su corazón y el firme deseo de escapar de la realidad y encontrar la paz. Lo que encuentra, sin embargo, es fantasmagórico y extraño… pero quizá también algo que le permita encontrar su redención.

Cuéntamelo todo de Elizabeth Strout, ed. Alfaguara

Este libro-reunión de Strout presenta al abogado Bob Burguess, muy amigo de Lucy Barton, quien por fin ha conocido a Olive Kitteridge. Así, entre historias propias y ajenas -y, por algún motivo que no me queda claro, también un asesinato- en lo que solo puedo definir como una obra narrativa de estilo ‘Mira, yo qué sé’.

Un futuro prometedor (3, Los años gloriosos) de Pierre Lemaitre, ed. Salamandra

Pues sí, ya hemos llegado a la tercera historia de esos Años Gloriosos de Lemaitre. Una que nos prometen que está más dentro del criminal -supongo que se referirán a ‘detectivesco’- pero que, como siempre, siendo de él supongo que podremos recomendar sin mucho problema. Esta vez en la Guerra Fría, con los Pelletier, con amor, aventuras, espías, suspense y Praga.

Caída libre de Ali Hazelwood, ed. Contraluz

Él es un nadador de competición, ella es una saltadora de trampolín, ¿podría ser más obvio? Lo nuevo de Hazelwood es un romance universitario muy… ahm… húmedo. Dos deportistas buscan una relación sin ataduras pero acaban metidos en… aguas turbulentas. Y es que cuando el corazón late lo único que se puede hacer es… Nada.

La muerte visita Marlow de Robert Thorogood, ed. Catedral

Pues aquí estamos de nuevo, el Club del Crimen de Marlow regresa en una historia en la que una boda da un giro inesperado, una muerte les parece más sospechosa a ellas que a la policía y, por supuesto, alguien tiene que investigar.

La condena (10, Hanne Wilhelmsen) de Anne Holt, ed. Reservoir Books

Allá por 2017 se publicó el noveno libro de esta serie de Wilhelmsen que se ha ido editando en España de manera que, con amabilidad, llamaremos ‘dispersa‘. Como ejemplo de ello, este que ahora sacan se publicó originalmente en 2016 como I støv og aske. Ha debido de ser una traducción complicada, *cof*. En fin, supongo que ya descubriremos si la serie la saca Netflix o Prime. Mientras tanto quedémonos en que quizá esta vez sí se molesten en publicar todos los libros en orden. Más aún teniendo en cuenta lo que pasa en el quinto libro de la saga.

El misterio del sombrero de copa de Ellery Queen, ed. WHO

El primero de los libros de Ellery Queen, que nos los presenta tanto a él como a esos cuartos cerrados cercanos a los de Philo Vance, con un cadáver sentado en el patio de butacas de un éxito teatral. Y sí, la pista principal es el sombrero.

Una oscuridad diferente de Luigi Musolino, ed. Dilatando Mentes

Puede que Musolino sea uno de los autores de terror más conocidos de Italia, pero aquí no habían llegado sus obras aún. Así que esta colección de relatos y novelas cortas es bienvenida para tomar contacto con un autor que reúne historias con un fondo tradicional y un desarrollo hacia la pesadilla y la oscuridad.

Making Rumours de Ken Callat y Steven Stiefel, ed. Ondas del Espacio


Decir que la grabación de Rumours de Fleetwood Mac estuvo plagada de problemas es quedarse cortas. Tres parejas rotas, tres parejas engañándose, en un grupo de cinco personas… tiene su mérito. De ahí que uno de los productores del disco, Ken Caillat, haya decidido hablar de lo que sucedió entre bastidores con la asistencia de Steven Stiefel. Al fin y al cabo si ha podido inspirar el libro Todos quieren a Daisy Jones de Taylor Jenkins Reid, o la premiadísima obra de teatro Stereophonic, también puede escribirse un libro sobre todo lo que sucedió allí -o, al menos, lo que cree que puede contar- acompañándolo por fotografías de su colección personal.

American Western en España de Carlos Aguilar, ed. Desfiladero Ediciones

Una curiosidad pero también una pieza fundamental de nuestro cine, la relación entre España y los Western se presenta de forma cronológica: Desde que a finales de los ’50s nuestro país empieza a convertirse en plató para el rodaje de películas estadounidenses y también de coproducciones como la evolución que tuvo después. El impacto para nuestra industria y sociedad, y también para aquellas localidades que los acogían. Encontrando, incluso, un hueco para la valoración de las películas roadas. Porque no solo el contexto social, histórico y cultural importa aquí.

Crónicas del gran tirano de Nazario, ed. Anagrama

Un libro de Nazario que no deja de ser una peculiar historia biográfica sobre cómo tras la muerte de su pareja primero y luego de su hermano se encontró solo, hasta que trabó amistad -o algo- con un particular grupo de indigentes, personas extravagantes y particulares con los que el autor que tanto escribió sobre las partes más sórdidas de la sociedad se encontraba cómodo en mitad de aquellos retratos, matices y contradicciones que, sin embargo, le animaban a ayudar a los demás.

Pero aún así de María Moreno, ed. Literatura Random House

Nos llega un recorte de hostias con distintos textos de Moreno sacados de publicaciones dispersas, ponencias, discursos, comentarios y demás. Nos aseguran que han sido revisados y, cuando lo precisaban, reescritos. Para mantener una tonalidad y para centrarlos. Así que supongo que a los fanses de la autora, o a los que quieran leer algo suyo más general, les alegrará saberlo.

Cocina casera tailandesa de Orathay Souksisavanh, ed. Cinco Tintas

Dentro de la colección de Cocina Casera que Cinco Tintas va trayendo a España le toca el turno a la tailandesa con una selección que mantiene un alto número de recetas en las que hay desde platos más conocidos como el pad thai o los curris al po pia thot, tom kha gai, el tigre que llora y muchas otras recetas tradicionales. Además de postres como el flan de taro, helado de leche de coco o el pastel de arroz glutinoso negro, que completan y complementan un recetario que intenta acercar la variedad y posibilidades de esa cocina a un público más o menos general (es decir, desde los que usan ingredientes habituales a los que requieren ir a la caza de hojas de plátano).

El enigma de la bola de cristal (Cozy Mystery Juvenil) de Alan Bradley, ed. Alma

Pues aquí estamos ya, en el tercero de los misterio de Flavia de Luce, el último de los que se publicó en España -esta vez en Booket– con el título de Flavia de Luce y el misterio de la gitana. Alejado del original A Red Herring Without Mustard. Claro que tampoco es que el de ahora esté mucho más cerca. Pero tiene, eso sí, a una adivina, un hecho misterioso del pasado de Flavia y el habitual estilo de su autor.

Su Frankenstein de Norikazu Kawashima, ed. Planeta Cómic

Hibari Shobo era una editorial especializada en misterio/ horror y con especial interés en las mujeres como lectoras. De los ’50s a los ’80s, publicó muchos mangas directamente -sin pasar primero por una revista- como este que nos ocupa de Kawashima Norikazu, publicado originalmente en 1986, casi al final de esa época de publicaciones. Y justo antes que la Tomie de Junji Ito. Aquí tenemos a un oficinista al que se le aparece un fantasma y, a partir de ahí, los hechos de amor, horror, violencia y flashbacks se suceden. Así que ya podéis imaginar lo que nos espera.

Proyecto Zero de Chelsey Furedi, ed. HarperCollins

Viajes en el tiempo, romance, y alguna aventura. Todo porque un joven pasa de mediados de los noventa a principios del siglo XXII, descubre algunas cosas que no debería, incluyendo que tal vez el megaconglomerado de viajes temporales no es lo que parece. (Aunque, ¿cuándo ha sido una megacoporación algo distinto a Maligno?) Hablando de megacorporaciones malignas, por la ficha parece que este lo ha traducido un humano. Que con HarperCollins uno no puede fiarse.

Júpiter Nettle y las Siete Escuelas de Magia de Sangu Mandanna y Pablo Ballesteros, ed. deCómic

Un cómic juvenil en el que una escuela de magia, las compañeras y los trabajos resultan ser más de lo que una joven esperaba encontrar. Casi podríamos decir que lo contrario. Y, a partir de ahí, deberá tomar decisiones sobre la vida.

La niña leona de Olivia Hope y Fiona Woodcock, ed. Maeva
Una joven entusiasta va con su madre a la gran ciudad, allí parecerá no tener miedo a nada porque para eso es una Niña Leona, lo que pasa es que incluso las niñas que parecen tener vitalidad sin fin y ser capaces de todo pueden acabar necesitando algo, como cuenta en esta historia con unos encantadores dibujos.

El caso del robo del dinosaurio de Barry Timms y Josh Cleland, ed. Edelvives

Un esqueleto desaparecido del Gran Museo dos detectives teniendo que buscarlo levantando solapas y usando una lupa especial y un divertido misterio que espera a sus jóvenes lectores en este álbum ilustrado.

El tejado de Benito de Anuska Allepuz, ed. NubeOcho

El tejado de Benito es el lugar favorito de… una buena cantidad de animales. Porque van llegando una buena cantidd de ellos, ¡y no les gusta compartirlo! Pero… ¿qué es ese crujido? Un divertido álbum ilustrado sobre discutir, compartir y evitar males mayores estupendamente ilustrado por Anuska Allepuz.

Una caja misteriosa de Jordi Gastó y Christian Inaraja, ed. Kalandraka

Una caja misteriosa en el jardín. Una niña que la encuentra. Y la imaginación hace el resto, porque en lugar de abrirla decide penar en las posibilidades más fantásticas y lejanas.

¡No es justo! de Shinsuke Yoshitake, ed. Pastel de Luna

Vuelve el gran Yoshitake en un álbum ilustrado que sigue la idea del de Mis Razones. Solo que si en aquel era un niño el que ponía excusa ante sus malos hábitos aquí es un adulto el que busca explicaciones disparatadas para justificar las pequeñas grandes injusticias a una niña. Que también es una manera de abordar con humor la diferencia entre la lógica de adultos y niños.

Nos leemos.


Me cuesta creer nada en absoluto de Adolescence (UK) tras el inicio excesivo y ridículo que hace parecer propio de los peores delirios de Lifetime la decisión de mandar poco menos que al SWAT a detener a un adolescente, sin hablar con su familia y sin casi ninguna otra cosa. Una mala decisión que supongo que está para que sintamos empatía por el chaval o intriga ante lo que ha podido causar semejante despliegue. Da igual que detrás esté Jack Thorne, que Stephen Graham interprete al padre del chico o que intenten hacer más virguerías de planos secuencias y blablabla. Dejan claro que la historia les importa poco. Probablemente porque a cada poco que piensas en la historia en sí en lugar de todo el humo y espejos menos sentido tiene nada. Que el chaval es sospechoso de haber matado a una compañera de clase y que la gente a su alrededor se pregunta por qué lo hizo y blabalbla. Pues bueno, lo hemos visto mil veces en noventa minutos en lugar de estas miniseries de cuatro capítulos de una hora. En fin, otro dama estúpido que tiene que autojustificarse para llamar la atención.

-Hablando de premisas que no aguantan un vistazo: Bienvenidos a la familia (O)(MX) La protagonista ha tenido que sacar adelante a su familia y pagar por la casa que habita, y ahora que es suya llegan unos mafiosos a decir que el padre de ella ha dado la casa como pago de unas deudas. El padre, teóricamente muy rico y muy blabla, al que lleva veinte años sin ver. Así que la familia va para donde ese señor que rápidamente pasa a ser fiambre. A partir de ahí lo que debemos suponer que es una comedia porque hay muchos gritos, golpes, gente corriendo y movimientos raros de objetos más o menos cotidianos. En fin. Por lo menos esto es una farsa, muy farsa, y no creo que nadie se tome muy en serio todo el plan que esta mezcla de Este muerto está muy vivo con sitcom familiar tenga que ofrecer. Pero tampoco le veo yo mucho recorrido. Ya en el piloto da la sensación de que están estirando el guión, como para darle una serie entera.

Supongo que no tengo que insistir mucho en que las series de Organización Criminal, o en este caso de desorganización criminal, no son lo mío. Entiendo el esfuerzo que Brian Tyree Henry en una serie como Dope Thief (USA) en una serie que está hecha a su mayor gloria. Pero ya. Los personajes son más o menos competentes, y las interpretaciones hacen lo que pueden, pero la trama no tiene mucho que vender, la decisión de meterle flashback en blanco y negro acabó haciendo que fuera a mirar si es que había una película de la que saliera esto -no la hay- y, en general, la sensación que me deja es que esperaron que los personajes pudieran tirar del carro… y para un rato a lo mejor pero para mitad del capítulo ya me estaba preguntando si no tendrían algo más interesante, mejor montado, mejor… que contar. Pero parece que no. En fin.

Amanda Seyfried siempre ha sido una buena actriz, competente en el peor de los casos, pese a que no siempre haya acertado en sus proyectos -y con eso y todo, tiene mejor ojo que la mayoría- pero supongo que busca ahora que la tomen más en serio y se he metido en este Long Bright River (USA) que cumple a medias con lo que promete. No es muy bright pero se hace enormemente long. Y es que hay que ser muy fan de Seyfried para aguantar este tirando a rutinario policial de una agente cuya hermana adicta ha desaparecido. Y poco más. Creo que al final del piloto intentan un algo pero no tengo muy claro qué querían y, sinceramente, hacía tiempo que había dejado de importarme. Pero bueno, supongo que a los fanses más fanses les valdrá.

Pues aquí estamos, con otra de estas series promedio de [adult swim], lo mejor que puedo decir de Oh My God… Yes! A Series of Extremely Relatable Circumstances (USA) es que al menos está protagonizada por tres mujeres lo suficientemente fuera de lo habitual. Lamentablemente todo lo demás, desde los intentos de hacer una sci-fi original a los giros inesperados para el más difícil todavía, parecen más sacados de un ejercicio de clase de audiovisuales que de gente con algún tipo de idea o de desarrollo. En fin, que tampoco.

Una pequeña y encantadora serie infantil/juvenil es lo que parece ofrecer Secret at Red Rocks (NZ), con un cierto aire a obras pasadas -esas miniseries infantiles de los setenta y ochenta, sobre todo- y una inevitable comparación con The Secret of Roan Inish -y supongo que al libro que adaptaba, The Secret of Ron Mor Skerryba– con un jovencito que se encuentra perdido ahora que su madre acaba de tener un hijo nuevo con su igualmente nuevo marido. Así que le meten en un bus a pasar el verano con el padre de la criatura. Que, a su vez, poco menos que le dice que se entretenga por su cuenta y que no se acerque a las focas. Os podéis imaginar lo que ocurre a continuación, claro. Así que tenemos ese fondo de ‘verano eterno’, de intriga pero poca, las focas y, claro, un toque fantástico entre lo que asumiremos que serán las leyendas del lugar y lo que vamos presuponiendo -una mujer pelirroja que parece que le sigue, una especie de pelaje de foca barra manta que se encuentra y que presupondremos que algo hará cuando se la ponga… porque se la acabará poniendo- de modo que todo se va alineando en esta serie de episodios de 25 minutos para acabar creando esa impresión de algo agradable. Que ya es, tal y como estamos.

Si solo tuviera una cosa que decir de Vince (NZ), una cosa buena, me refiero, sería que  tiene muy claro el cederle espacio a los personajes femeninos. Porque aunque Vince está en el centro -claro- y no deja de ser una comedia escrita y protagonizada por el creador de la misma creo es que fácil asegurar que no es realmente el mejor personaje. Casi no está ni en los primeros puestos. Lo cierto es que es sencillo recordar, al menos en parte, a aquel personaje de Ben Miller en Austin, aunque si allí era secundario -o, cuanto menos, co-protagonista- y el motivo de su caída en desgracia era bastante clara -aunque una obvia y bastante estúpida crítica a eso que dicen que es la cultura de la cancelación- aquí los motivos para la caída en desgracia de Vince son menores y bastante ridículos -se le caen los pantalones en directo en un teletón de recaudación de fondos contra el cáncer infantil en un hospital lleno de, claro, niños- porque sí, claramente es algo vergonzoso, pero dado que está claro que es un ‘error de vestuario’ no tiene mucho más. Pero bueno, los dioses de los guiones deciden que nos lo tenemos que creer, ¿cómo vamos a llevarles la contraria?. Con facilidad. Pero bueno, como decía, a la serie la mantiene mínimamente a flote toda una serie de secundarias, empezando por Ruby Hall simplemente magnífica en su papel de hija del protagonista, lejos de los horrores que pueden ser los niños actores, y llegando hasta la brillante Natalie Medlock en el irreal papel de la agente de Vince, siempre dos pasos más allá de lo que parece la normalidad. Luego ya está el asunto de que tiene muchos chistes y mucha escritura de comedia, pero el problema principal es el que ya se ve con el punto de partida: No está afinado, no está organizado, no es consecuente. Lograr que el protagonista llegue a donde se requiere se podría haber conseguido de mil maneras, probando a hacerlo más lógico o a que hubiera un contexto que explicara la súbita caída en desgracia. Pero no están interesados en lograr eso. Están interesados en que haya muchos chistes, y esperan que alguno funcione. Igual que esperan que las interpretaciones salven el chiringo. Y me temo que el resultado, esa victoria a medias, es casi peor que el desastre completo. Porque deja con la idea de que quizá el problema de la serie está, precisamente, en la persona que está en el centro, protagonizando y escribiendo, que ha acabado siendo el problema más que la solución de todo el follón.


¡Libros que Salen! Powers, «Marrones y Mazmorras», Yuknavitch y más.

Las amigas primero.

De bóblilis, bóbilis de Angela Porras, ed. Foscanetworks

En esta breve novela (o novella, a saber) nos encontramos con uno de esos futuros distópicos de ‘dentro de cinco minutos’ que, en realidad, nos recuerdan más al pasado y casi al presente. Porque en un mundo en el que la electricidad se raciona la existencia de una lavadora olvidada puede suponer el inicio de una serie de acciones y consecuencias para toda la misma humanidad.

¡Que entre la pila!

Marrones y Mazmorras de Kristy Boyce, ed. Fandom Books

Tras el éxito de Dramones y Mazmorras llega Marrones y MazmorrasDating and Dragons en el original, en contraposición a la otra que se llamaba Dungeons and Drama– y que tiene un nuevo entorno y personajes. Esta vez es una joven que llega a un instituto y quiere unirse a un grupo de rol. Uno que retransmite sus partidas en ‘streaming’ y tiene una regla inquebrantable: Nade de liarse entre miembros. Del grupo. De rol. Pero, claro, ella no cuenta con que un veter… no, espera, eso es otra cosa… Ella no cuenta con encontrarse con un examigo, ni que salten chispas, pero eso es lo que tienen las tablas de encuentros aleatorios, ¿no?

Patio de recreo de Richard Powers, ed. AdN

Vidas entrecruzadas, eso es lo que nos trae Powers en este nuevo libro suyo que parte de una isla, una ciudad autónoma a las que el futuro ha hecho que los humanos acaben llegando. Y en ella historias, de una prueba de escafandras, de la vida en una base naval, de un instituto con alumnos centrados en la literatura o en la inteligencia artificial… Todo ello mientras los habitantes de la isla tienen que votar si aceptan o no a colonizadores marinos. Porque el límite de la exploración -y la explotación- tanto como las formas de lucha entre colonialismo y medioambiente son el centro de esta historia.

Iluminada de Lidia Yuknavitch, ed. Horror Vacui

Tras el éxito de su anterior novela esta vez nos encontramos con Lidia Yuknavitch, esta vez con una huérfana con el poder temporal y un talismán que la conecta con unos personajes, un viaje entre las fuerzas de seguridad y caminos, que la conecta con diferentes momentos y le permite explorar tanto la historia de su país y de las vidas que la han tocado.

El buen mal de Samanta Schweblin, ed. Seix Barral

Pues parece que Schweblin no estaba de parranda, estaba pasando de PRH a Planeta. Veremos si Planeta sabe aprovecharlo.

¡Mártir! de Kaveh Akbar, ed. Blackie Books
Uno de esos libros que hicieron algo de ruido en el mercado estadounidense el año pasado, con un fondo queer y poético, y una mezcla de historias y personajes, en teoría una historia reflexiva de personajes, en la práctica este batiburrillo atropellado que, bueno, supongo que causa un cierto impacto en alguno de sus lectores.

Al pie del muro de Jennifer Dawson, ed. Alba

Una obra compleja, en la línea de las más duras de esta colección, porque la experiencia de una mujer psiquiatrizada, una joven algo retraída a la que la muerte de su madre impactó y que ahora, en su reintroducción al mundo y junto con el contacto establecido con un paciente del pabellón masculino, pasará a cuestionarse esos dos mundos y esa trato recibido.

Brindis y venenos (Crimen y Misterio) de Kate Khavari, ed. Alma

Otra novedad en Crimen y Misterio, otra vez en la que tenemos un tema histórico -esta vez en los años veinte- y esta vez además de la autora también hay una investigadora. Así que podríamos decir que ya está claro que esto es lo que han decidido que no son Cozy Crimes porque son históricos. Porque, por lo demás, la ayudante de investigación del Departamento de Botánica del University College de Londres, Saffron Everleigh, es el tipo de investigadora que mezcla su conocimiento científico para tratar de descubrir el envenenamiento de la mujer de uno de los profesores. Y es que también entre invernaderos y jardines acecha la muerte.

Historia de dos asesinatos (Crimen y Misterio) de Heather Redmond, ed. Alma

Una nueva serie dentro de la colección Crimen y Misterio -¡de una autora!- que, de nuevo, vuelve a ser histórica pero no muy distinta de los Cozy Crimes. Aunque en este caso Redmon -a la que ya conocemos en España por un libro en el que la investigadora es Mary Shelley– nos trae una serie en la que el investigador es… Charles Dickens. Qué puedo decir, you gotta get a gimmick.

El último cupcake (Cozy Mystery) de Joanne Fluke, ed. Alma
Renovarse o morir (Cozy Mystery) de Krista Davis, ed. Alma
La maldición de faraón (Cozy Mystery) de Elizabeth Peters, ed. Alma

Pues aquí estamos de nuevo. Con el quinto de los misterios -sí, se han saltado el cuarto, no, no sé por qué, ¡editores!- de Hannah Swensen escrito por Joanne Fluke; el tercero de la Diva Doméstica de Krista Davis y el segundo de la serie egipcia de Amelia Peabody por Elizabeth Peters. En total tenemos el cadáver de un sheriff con el pecho manchado de glaseado, la sospechosa muerte de un profesor recluido al que solo parecía querer su pomeranian y una aparente maldición en una excavación arqueólogica. Qué puedo decir, hay cosas cuyo encanto está en su permanencia. Supongo.

Los mitos coreanos de Heinz Insu Fenkl y Bella Myŏng-wŏl Dalton-Fenkl, ed. Folioscopio

Siguiendo con la serie de acercamiento de los mitos de Japón y de China le toca el turno a Corea en esta colección razonablemente ilustrada en la que esta vez es el turno del profesor universitario -nacido en Corea del Sur de padre alemán y madre coreana- Heinz Insu Fankl junto con la poeta Bella Myŏng-wŏl Dalton-Fenkl de acercarnos el contexto y los mitos.

¡Que valiente eres! 8 historias de capacitismo cotidiano de Witty Wheels con dibujo de Claudia Flandoli, ed. Liana

Un acercamiento desde el conocimiento, la voy y cierto humor a los problemas cotidianos del capacitismo, desde la opresión estructural a la manera en la que se relatan tantas veces sus problemas en las ficciones o las personas con mejores intenciones que reflexiones. Lo hace en distintas historias que las autoras, las hermanas María Chiara y Elena Paolini, a.k.a. Witty Wheels, han vivido o conocido, y lo hacen con crítica, pero también con estrategias.

La Tiburonilla de Kate Beaton, ed. Astronave
Lo nuevo de Kate Beaton es un álbum ilustrado en la que una joven chica tiburón decide vengarse de un capitán que la atrapó. Y lo hace al estilo clásico: Con ayuda de una bruja marina que le permita infiltrarse entre la tripulación. ¡Para provocar un motín! Pero, entre medias, pueden pasar tantas cosas.

Pez Culo de Pauline Pinson y Magali Le Huche, ed. Litera Libros

Sí. Es un pez. Parece un culo. Y eso va a servir a sus autoras para hablar de autopercepción, aceptación personal, diversidad en la belleza y en la vida y, por supuesto, también de amistad. Porque un culo puede dar para mucho, y un pez culo ya ni os cuento.

Nos leemos.


Pfff… Daredevil: Born Again (USA) es lo que pasa cuando tratas de reciclar una serie de cierto éxito de otro servicio de ‘streaming‘. El problema era que Born Again ya lo habían hecho. Bueno, uno de los problemas. Otro es que deciden intentar usar tramas de los tebeos más recientes y… ahm… Bueno, supongo que tampoco sabían bien qué elegir. Así que eso: Sobras recalentadas. Vamos que si sobra.

La primera gran serie del año para quien esto escribe. Estos Deli Boys (USA) que logran ir cambiando lo que parece que van a hacer o por dónde van a ir, y lo hacen además con un humor peculiar. Que no siempre funciona, claro. Pero cuando lo hace está claro que saben qué quieren contar y cómo. Afinando, además, con un gran reparto. Especialmente Poorna Jagannathan, que está inmensa. Y es que aunque uno podría pensar que esta serie sobre dos hermanos muy distintos y su empresa por medio parece no solo que va a ir en una dirección -una que, no voy a negar, está bastante lejos de aquello para lo que supongo que soy público- el buen hacer acaba logrando que me la vea entera. Sorprendiéndome con las apariciones y cameos. Y pasándolo en grande. Menos mal que ha aparecido esta serie, porque iba haciendo falta algo así.

Seguimos con las series medio-costumbristas medio-comedistas de Prime India y esta semana le toca a Dupahiya (O)(IN), que es una cosa sin mucha gracia sobre matrimonios concertados, influencers y moticicletas que no sé si habrá un público al que interese realmente -es decir, quiero creer que se hace la serie pensando que alguien la vería pero es todo tan poco interesante que tengo mis dudas- y, desde luego, al que no le ha interesado demasiado, menos aún con la duración del piloto, es a quien esto escribe.

Por algún motivo alguien ha pensado que una película de las que echan en Lifetime semana sí, semana no era el material idóneo para montar una serie de demasiados capítulos. Porque a partir de un capítulo Fear (UK) ya es larga para lo que está contando. Que es una variedad tirando a aburrida de la nada más absoluta en su versión El vecino que parecía majo PERO LES ACOSABA. Ay, señor, ¿será que no quedan ya historias que contar y por eso estamos con esta especie de reciclajes penosos?

Una obra de esas de comedia con trabajo por medio, no la mejor de ellas, probablemente las habrá peores porque hay algún destello en Gamjayeonguso (O)(SC), o 감자연구소 o The Potato Lab o Amor en el Laboratorio o…, de lo que podría haber sido si -probablemente- alguien hubiera querido sacudir un poco más el asunto. Pero me temo que los carriles y estilos de siempre se quedan ahí, qué le vamos a hacer. Supongo que a su público le puede gustar, yo habría necesitado algo más de gas.

Incluso si no existiera otra versión audiovisual de Il Gattopardo (O)(IT) me temo que seguiríamos estando ante la viva demostración de que cada generación tiene lo suyo y así hemos pasado de aquellos Estrenos TV a los Grandes Relatos y a lo que sea que son estas decisiones de los streamers. Carne con patatas, rancho, relleno… llamadlo como queráis, pero es eso, una producción excesivamente larga, poco inspirada, nada interesante, rutinaria hasta el bostezo, con interpretaciones que con ánimo conciliador podríamos llamar en automático, y en fin. Que no. Que esto tendría que haber sido mejor.

Siempre ha existido aquello de ir a un sitio y encontrarse con un subproducto que intenta parecerse a otro. Sean los Power Marshalls, los Pearly Pockets, los GIJake, los Polkemons o los Senny Angels. Siempre hay alguno. Así que es ponerse Lil Kev (USA) y pensar en Chris y en los Boondocks y en todos esos productos originales de los que este parece una marca… derivada. Poblada con personajes con solo un chiste, y con una trama que hemos visto tantas veces… en fin.

También en Disney parece que quieren seguir con esto del pseudocostumbrismo, aunque Love Under Construction (O)(IN) es al menos un mínimo de obra dramática -más que otra cosa- y si bien no acaba de tirar -al menos en el piloto- por el clásico Esta casa es una ruina, sí que intenta hablar de los problemas tanto de vivienda como de… bueno, de todo lo demás. Incluyendo para casarse. Porque aquí todo son problemas, sí, pero son problemas distintos de los habituales -y tantas veces increíblemente falsos- que suelen aparecer en este tipo de series. No es para mí, pero se nota el interés en hacer la historia. Y lamento que lo que me cuenta no me interese porque estoy seguro de que por ahí habrá gente a la que no le va a llegar. Una lástima.

Tengo una duda con Medusa (CO). ¿Es una parodia? Porque si es una parodia está bien hecha, si es en serio entonces claramente es el mejor caso de humor involuntario de los últimos meses. Estamos ante una telenovela de ricos aceleradísima y sin prejuicios. Uno de los protagonistas principales es un policía llamado Danger Carmelo. En serio. El padre de la protagonista, dueño de la empresa Medusa, lleva un bastón con la cabeza de -el personaje mitológico- Medusa. Todo el mundo se comporta como si fueran villanos a la doce, personajes más allá de la caricatura. Sólo el dinero que se ha usado impide que parezca un sketch de un programa de televisión que se ha inventado una serie-dentro-de-la-serie. Hay varios momentos, desde poner una bomba lapa a un yate a un momento con un tiburón o el clásico de la amnesia, en la que la competición por lograr elevar el ridículo a categoría propia ofrece unos frutos que si se han hecho sin ser conscientes de lo que estaban creando tendrían no sé si más o menos mérito. En cualquier caso el resultado es ciertamente notable. Aunque no sé si para bien.

Resulta curioso que en el mismo fin de semana se estrenen una serie basada en una obra de Agatha Christie que claramente intenta distanciarse de ella y otra que asegura ser original pero muy claramente bebe de ella. Y es que Nine Bodies in a Mexican Morgue (UK) tiene tan de fondo a Y no quedó ninguno que si no fuera por la posibilidad de reclamar de otros lados -aunque yo diría que, visto lo visto, Deadly Game está un poco (solo un poco) más cerca- habría que considerarlo otra versión. Como suele pasar en estos casos parten de un momento en el ‘presente’ después de haber descubierto los cuerpos de los pasajeros de un vuelo, un vuelo en avioneta que iba de Guatemala a USA y que cayó en tierras mexicanas. Pero no han muerto por el impacto, sino asesinados. Eso permite volver y presentar a los personajes, el accidente misterioso y, la (algo teatral al menos en este piloto) situación en la que los supervivientes acampados en los alrededores del avión esperando el rescate se van conociendo, preguntándose por la situación y mostrando quiénes son. Por supuesto aún no hemos llegado al momento de preguntarnos -o que se pregunten- por qué ellos. Pero sí que vamos teniendo algo de información. Así que aunque el piloto sea sobre todo una presentación logra realizarla de manera que le vayamos a dar al menos uno o dos capítulos más. Al fin y al cabo es una historia que nos conocemos.

Por algún motivo este Paradis City (O)(SU) parece el intento de alguien de convertir Rescate en NY en una serie de Filmin. Algo no necesariamente malo, no necesariamente fuera del personaje o del contexto, pero igualmente extraño. El personaje central es bastante más sórdido -que ya es decir-, hay una policía intentando gestionar el asunto, y el contexto sociopolítico está claro que logra ser más aséptico y a la vez peor que en la película. Además de más cercano a por dónde ha acabado yendo el asunto. En realidad el mayor problema sea, probablemente, esa sensación de ser una adaptación, de encontrarnos con algo ya visto y ya hecho. Porque, por lo demás, como relleno para las tardes… o para un fin de semana tonto… o algo así… supongo que podría tener un pase.

Supongo que habrá gente fan de los dramas históricos. Estoy muy lejos de ser parte de ellos pero, en fin, Pokssak sog-atsuda (O)(CS) o 폭싹 속았수다 o Si la vida te da mandarinas… o quizá les interese porque partiendo del ahora vuelve a ese pasado para mostrar las penurias y blablabla. No es Tres generaciones de mujeres por pura casualidad, pero la producción y la intencionalidad están ahí, así que supongo que habrá fanses para esto de amor complicado y mucho de sufrir y de sufrir. Yo no, claro.

Esta especie de desastre llamado Small Achievable Goals (CA) supongo que sale de algún tipo de cómicas populares en Canadá o algo así. La verdad es que no me he molestado ni en mirar de qué me sonaban las protagonistas porque esta forma de comedia de la incomodidad y este tirar de lo más básico es de las cosas que menos me suelen interesar en general. Y en este caso también en concreto. Simplemente no. Me da igual que traten de mezclarlo con historias de oficina o que busquen darles sus propios choques y alianzas, no hay nada que me parezca que funcione aquí. Y sé que es cosa mía y que tendrá sus fanses y todo esto. Pero no, muy claramente no.

Hace unos pocos años la BBC acertó de pleno con una adaptación de Y no quedó ninguno. Desde entonces lleva haciendo adaptaciones de Agatha Christie en las que parece haber olvidado que lo que aquella tuvo de éxito no fue, precisamente, al apartarse del libro original sino la parte en la que lograba respetarlo. De ahí toda una serie de adaptaciones posteriores con menor o peor fortuna, en el mejor de los casos podía haber algún problemilla pero se dejaban ver, en otros se lograba una serie casi insufrible. El caso de Towards Zero (UK) me hace temer que estemos yendo hacia la segunda más que hacia la primera. Es cierto que, al menos de momento, están buscando entre las adaptaciones de Christie que no están protagonizadas ni por Poirot, ni por Miss Marple, ni por ninguno de los otros personajes recurrentes. Aunque aquí hayan tenido que lidiar con el Superintendente Battle por el método de, simplemente, no hacerlo. De modo que acabamos teniendo otra de esas series en las que hay trazas de Christie -y una cuidada producción, los trajes, el maquillaje o la peluquería son mejores que las interpretaciones que las lucen- pero no lo suficiente como para salvar el tostón.

Las adaptaciones de Harlan Coben en Netflix se parecen todas. Alguien tira un dado para la historia, otra para el país y un tercero para los giros y con eso crean la historia. En el caso de Tylko Jedno Spojrzenie (O)(PL) –Solo una mirada en España, basada en su libro Just One Look de 2004- tenemos a una mujer que sobrevivió a un incendio que mató a muchos jóvenes, a un fiscal que quiere saber quién ordenó matar a su hija hace años aunque eso signifique colaborar con un criminal y una foto con una persona tachada en ella. Cosas que parecen independientes pero que, por supuesto, van a acabar estando relacionadas. Todo ello realizado con más tablas que pericia, listo para ocupar las tardes de un fin de semana tonto, o los momentos de plancha -tampoco vamos a prestarle mucha atención a lo que pasa, ¿no?- como mandan esta serie de adaptaciones. A veces las series son eso, un ‘sin novedad’ premeditado y, por algún motivo, tan efectivo como los dueños del streaming buscan.


¡Libros que Salen! Vollman, «Liberación», Bhutto y más

¡Que entre la pila!

La camisa de hielo de William T. Vollman, ed. Pálido Fuego

¡Bien por Pálido Fuego! Ponerse a publicar la heptalogía de Vollman sobre el colonialismo europeo en el continente americano requiere de un cierto valor, por mucho que Vollman haya ido siendo más conocido sigue siendo una figura complicada. Pero esta historia, que comienza con unos navegantes nórdicos llegando a las costas, es una gran historia que va más allá de la barbarie. Pero no la esconde.

Liberación de James Dickey, ed. ImpedimentaUna escapada de vacaciones entre un grupo de amigos, no os preguntéis si Sale Mal porque CLARO que sale mal. Uno de ellos es un entusiasta de la vida del campo, el resto solo quieren un fin de semana de cambiar de aires. El problema llega cuando la visita a un valle que va a ser inundado lleva a un enfrentamiento con unos lugareños que empiezan a darles caza. A partir de ahí un thriller psicológico que, si te está sonando, probablemente sea porque se adaptó al cine con el título de Deliverance. Así que si algo puedo aseguraros es que es el tipo de historia que os hará… chillar.

Los nuevos reyes del mundo: Bollywood, dizi y k-pop de Fatima Bhutto, ed. Herder

Esto es lo que hace falta, estudios culturales sobre esos fenómenos globales de la cultura que están llegando y -a veces- sustituyendo a los del rodillo cultural estadounidense. (O del ámbito angloeuropeo, si lo preferís) En cualquier caso, historias desde India, Turquía o Corea del Sur, su cultura popular, sus gustos y antecedentes y cómo no son un impedimento para ofrecer otros puntos de vista más allá de la soberanía e identidad.

Winnie de Katy Michelle Quinn, ed. Orciny Press

Una historia peculiar, sin duda. Porque Winnie y Colt se querían, eran casi uno, de hecho Winnie era… el rifle de Colt. Hasta que deja de serlo para convertirse en una mujer. Pero… ¿ahora que las cosas han cambiado podrán mantener su relación? ¿Y qué ocurrirá si no es así? Al final el amor por las armas de Estados Unidos acabará dando lugar a esta obra un tanto extraña, un tanto peculiar, pero que habla de crear nuevas identidades sin dejar atrás aquello que se ama. Y, como la propia Winnie, está claro que la obra tiene un fondo más allá de su rareza.

El subastador de Joan Samson, ed. Minotauro

Parece que en Minotauro han decidido que los americanos aprovecharon el Paperbacks from Hell de Grady Hendrix para recuperar algunos de los libros que aparecían en él. Con un subastador que va minando poco a poco un pueblo. Ya veremos cómo lo editan, cómo lo traducen, y todas esas otras cosas de no fiarte de una editorial por culpa de cómo lleva años funcionando esa editorial.

La ley de Herodes de Jorge Ibargüengoitia, ed. Barrett

No entiendo cómo te dan la oportunidad de ser editor por un libro y eliges a un autor tan conocido como Ibargüengoitia, es algo así como si te dejaran programar una película en la tele, la que quisieras, y te decidieras por Los Goonies. Pero bueno. Lo bueno es que al menos este conjunto de relatos biográficos de Ibargüengoitia no estaba publicado en España desde hace tiempo. Es decir, en estaba la importación de cuando Planeta publicó en grande y en bolsillo el libro pero ya sabemos que esas importaciones tienen la vida limitada. Total, que un relato de historias más o menos autobiográficas de Ibargüengoitia. Supongo que a los que no conozcan al autor de Revolución en el jardín o Recuerdos de hace un cuarto de hora podrán encontrarse con él aquí. Que ya es algo.

Misha Zhukov debe morir de Myriam M. Lejardi, ed. Cross Books

Sí, una historia de amor llena de giros y problemas por la desconfianza propia entre los dos protagonista que ocurre, además, dentro de un ‘reality’… No, no, no, esta es una novela NUEVA. Esta vez el ‘reality‘ es ‘de supervivencia’. Y los protagonistas son un músico que vió hundirse su carrera y una influencer oportunista que la vio crecer. La carrera. Así que ahí tenemos la venganza, la supervivencia y… ¿el amor?

Los Héroes del Tiempo de Jara Santamaría, ed. Destino

Tras el éxito de la serie Los dioses del norte llega ahora al Grupo Planeta una nueva serie de Santamaría, con jóvenes, poderes, viajes en el tiempo y la decisión de que sea una trilogía.

De camino a la fiesta de Meritxell Martí y Anna Aparicio Catalá, ed. Flamboyant

La liebre ha montado una fiesta de cumpleaños para sus amigos, pero hay obstáculos por medio. Allí, con diversión y pistas escondidas, van usando la reiteración para construir una idea de grupo, gestión y diversidad.

El mote de Gilles Baum y Mercedes Galli, ed. Jaguar

En la pandilla de Blas todo el mundo tiene mote… menos él. ¡Pero él no quiere sere menos! Así que… ¿qué puede hacer chulo para que le pongan un mote? Todo eso con las estupendas ilustraciones de Mercè Galí.

Nos leemos.


No sé si mucha gente por aquí recordará ese clásico británico que fue el Bergerac (UK) original, una serie de los años ochenta -y en muchos sentidos muy ochentera- en el que el gran John Nettles, muchos años antes de Midsomer, demostraba su carisma como policía rebelde con un coche clásico llamativo y un pasado turbulento a sus espaldas. Si uno se limitara a contar lo del pasado (ex-alcohólico, divorciado, etc…) podría llegar a pensar que era Prime Suspect antes de Prime Suspect. En realidad estaba más cerca de Magnum con las obvias distancias geográficas y presupuestarias. Total, que duró una década, hasta inicios de los noventa, y ha habido planes de recuperarla de una u otra manera desde entonces. Al final los que lo han hecho son la gente de U. Y el resultado… en fin. Digamos que han decidido hacer un policíaco al uso aprovechando algunas de las características y entorno del personaje. Hasta el punto de ser de caso por temporada más que por capítulo. Una decisión especialmente aburrida a la que se le añade el pansinsalismo del protagonista elegido y, en general, la sensación de que ni a ellos les importa mucho lo que sucede en la serie y confían en que solo con el nombre puedan venderla. Lo mejor que puede salir de aquí es que nos veamos la original. Y que celebremos que Nettles decidió que se jubilaba y ahí está, disfrutando de su vida.

No diré yo que todas las telenovelas de tira diaria se parecen, pero tampoco lo contrario. Lo cierto es que nunca dejará de hacerme gracia que la mayoría de los estadounidenses tengan unos estándares de calidad por debajo de los ingleses o españoles. Que ya es decir. Por suerte para Beyond the Gates (USA) aún quedan buenos actores dispuestos a intentar salvar los valores de producción o un punto de partida que, sinceramente, no tiene mucho sentido. Pero está claro que, más allá de centrar la serie en un grupo mayoritariamente afroamericano, han decidido hacer una novela al uso, algo baja en asesinatos y muertes misteriosas, pero con un aprecio dentro de lo razonable por otras costumbres del género como las bitch slap. En fin, en diez años veremos sin han sido capaces de permanecer ahí.

La clásica serie de señores poderosos luchando por el poder dentro de una empresa, por supuesto el protagonista es el menos poderoso y llega para vengarse de un asunto del pasado, quién iba a decirlo. En fin, que este Bomulseom (O)(CS) o 보물섬 o Buried Hearts o La isla del tesoro (?) o… supongo que os valdrá si sois fanses de este tipo de series porque lo cierto es que es un más de lo mismo bastante claro.

A veces creo que si me inventara las series que se estrenan sería más creíble que la realidad. Pongamos como ejemplo esta novedad de MAX, Cóyotl: Héroe y Bestia (O)(MX). Que uno no sabe si han decidido meter en una batidora media docena de ideas de baratillos, de los nahual a los clásicos superhéroicos o vigilantísticos, por supuesto con narcos de por medio no vayamos a despistarnos del origen de la serie. La pena es que este despropósito no tenga más ritmo o más diversión, porque más allá de la sensación de que hay una parte vieja por todas partes -uno de los malos lleva el pelo pintado de rosa y un tatuaje en el cuello, los buenos son ‘gente corriente’. En fin- también está la de que iba a haber sido una película pero sacaron dinero para hacerla serie. No mucho dinero, como demuestra la abundancia de planos nocturnos para ‘el bicho-héroe’. En fin. Las cosas con las que nos encontramos en esto de los pilotos.

Lo mejor que puedo decir de  Dabba Cartel (O)(IN) es que sus títulos de crédito son bien bonitos. Luego ya lo de siempre, una historia de Empresa Criminal que tiene la fortuna de que al menos en el lado indio que muestra resulta un poco más interesante que el habitual sota-caballo-rey, pero lo cierto es que tampoco estamos muy cortos de este tipo de series en La India, o de series con un reparto central femenino. Así que… bueno… El meter en el lío a una farmacéutica supongo que algo hace también, pero la sensación -la mía, al menos- es que son meras distracciones. Aunque sea algo que se agradezca, claro.

Pues aquí estamos con otra telenovela de ricos, de nuevo con una venganza en su centro, gente un tanto peculiar y, esta vez, algunas flores. Porque Dala Bupha Khattakam (O)(TA), o ดาหลา บุปผา ฆาตกรรม o Dalah: Flores y muerte o…, es otra de esas obras parecidas entre ellas en la que la diferencia aquí la pone la peculiar forma de comportarse de su protagonista. Que parece decidida a que quede claro que le da lo mismo si alguien la considera sospechosa de algo. Teniendo en cuenta todo el follón montado… Bueno, es una elección. Sin duda. Pero, vaya, supongo que a su público le valdrá.

Bueno, parece que con eso de que Prime ya no estrena todas sus novedades a la vez se me había descolgado la… ¿comedia? romántica Dear You (O)(FR). Una joven atribulada con una vida amorosa dando bandazos entre su millonario jefe, un camarero encantador y su misterioso amigo de internete que seguro que no es uno de los dos -el millonario, claro- mientras aprovecha para presentarte a sus amigos. No, no porque si esto funciona vayan a poder ir rotando en las vidas amorosas del resto de amigos, qué cosas tenéis. Por reflejar la vida y blabla de la juventud francesa actual. O algo así. De nuevo, no soy su público.

-He tenido que mirar a ver si era un estreno de la otra semana, pero no, Dope Girls (UK) tiene elementos en común con A Thousand Blows pero también muchos distintos. Lo que pasa es que entre el parecido de eso y que por el otro lado es una serie de Empresa Criminal con muchas mujeres en el centro y blablabla… pues normal que lleguemos a un punto en el que me parezca estar viendo doble dentro de la misma semana. Total, que eso, si os interesan las series con no mucha originalidad, que cuentan cosas que ya sabemos y que tienen unos niveles de producción de la BBC -eso sí- lo mismo le queréis echar un ojo. Y si no… tampoco pasa nada.

A favor de Grosse Pointe Garden Society (USA) diré que no parece el más-de-lo-mismo de una serie actual. Es el más-de-lo-mismo de una serie antigua. Aunque no tanto. Porque esta versión de Mujeres desesperadas que se podría haber estrenado en 2005 sin grandes cambios depende demasiado de unos actores que tampoco tienen mucho que hacer para salvar unos personajes ridículos en un guión rutinario. Pero yo qué sé, ¡tiene! que haber un público para esto, ¿no? No pueden estar aprobando series como sin preocuparse en si va a funcionar o no el asunto porque hace veinte años hubo una que sí que lo hizo. En fin.

Pues aquí estamos, Haantjes (O)(PB) es la tercera versión de Machos Alfa. Esta vez para Países Bajos. El resultado no cambia. Porque el origen es el que es y la posibilidad de que ese país ofreciera algún tipo de punto de vista diferente… si la había no se ha utilizado. Pfff…

Lo mejor de House of David (USA) es el aviso del principio avisando de que se van a tomar licencias con los personajes históricos o bíblicos. El resto es un Grandes Relatos con más dinero que talento y menos cabeza que necesidad. Por supuesto cada cual tendría sus ideas sobre cómo adaptar o gestionar una historia así, pero supongo que hay un tipo muy concreto de espectador al que va dirigido esto y, en realidad, lo que menos le importa a ese público es que esté mejor o peor, así que…

Me he tenido que ir a mirar si este KRANK Berlin (O) (AL) estaba basada en otra serie anterior y de ahí tanto lo de Berlín como lo de que me sonara. Pero no, es simplemente un genérico de urgencias con hospital infradotado y personajes, por supuesto es inevitable que recuerde a series como la canadiense Nurses o las británicas No Angels o Bodies. Que no son la peor de las comparaciones, ni de las intenciones, pero bueno.. eso. Para fanses del género, supongo.

A favor de Novelette Is Trying (AU) diré que es una alegría que haya series con capítulos de 10 minutos después de tanto drama de alrededor de una hora. Por lo demás, una sencilla historia de una mujer que recomienza su vida y trata de mejorar realizada con las vueltas del pan. Pues bueno. Es lo que hay.

Supongo que hay un pretexto deportivo detrás de Pound 4 Pound (O)(SA) porque la idea de que fuera al revés, de que fuera una excusa para hablar de un grupo de jóvenes, está claro que les interesa regular. Total, que eso, importancia, redención, esfuerzo, historias trágicas, blabla.

Parece que Kaling hubiera visto Club de Cuervos y Ted Lasso, y hubiese pensado que eso puede hacerlo en el baloncesto con Running Point (USA). La respuesta es que no, no puede. No solo porque todo suene a ya visto, incluso en series de baloncesto como Clippers o Winning Time, sino porque el humor de trabajo/familia mezclado no es gran cosa, la interpretación en el mejor de los casos es aceptable, y solo si tienes en cuenta que los guiones no son culpa suya. Supongo que el que estén intentando hacer algo que no se ha hecho antes pero que suena a visto -una especie de versión «»»feminista»»» y reivindicativa de Los búfalos de Durham que en el mejor de los casos acaba siendo como si alguien de Lifetime hubiera decidido adaptar como ‘basado en hechos reales’ Arrested Development, lo que supongo que resume el problema principal en que quiere ser muchas cosas que no es- aunque supongo que algún mérito puedo concederle a Kaling: Ha logrado hacer una serie sobre baloncesto en USA y que la mayoría de personajes sean blancos.

Por su parte O’Dowd parece que en Small Town, Big Story (UK) quiere hacer la versión Hallmark de Twin Peaks. Excepto las partes divertidas o interesantes. Pero bueno, si queréis ver la historia de una productora de Hollywood regresando a su pueblo con secretos en la que parece que hay intentos de humor o de venganza o algo -yo tengo un límite para las veces que puedo escuchar la palabra OVNI sin que tenga realmente algo interesante que decir. Pero más allá de hacerme echar de menos People of Earth me temo que no hay mucho que me interese aquí.

El éxito en Netflix ha llevado a que se haga Suits L.A. (USA), que es una serie que parece hecha por alguien que no ha visto la anterior pero sabe que funcionó bien. Tampoco ha debido de ver Matlock. En general parece más pensado para el lucimiento de Arnell -aunque ya no pueda hacer tantas escenas sin camiseta- que como una serie en condiciones. Así que supongo que la gente la verá, como se ve el TeleDiario, por si alguien pega el braguetazo por estar en el lugar correcto en el momento adecuado.

Con más empeño que logros, esta  Toxic Town (UK) es la clásica historia de ‘madres luchando para reparar una injusticia’ sección ‘problemas médicos para sus hijos’. Personajes creíbles, trama manida. Qué le vamos a hacer. En una semana como esta casi destaca, pero es menos por méritos propios que por hacer un trabajo rutinario pero solvente en mitad de un marasmo de mediocridad.

Bueno, pues aquí vamos de nuevo. Esta iteración de Mujer de Éxito que Tiene que Volver a sus Raíces incluye Very Public Meltdown y luego toda otra serie de espantosos sucesos llamada Tuiskoms (O)(SA) supongo que en algún momento pasará a un momento más Comedia Romántica y menos Me tiro por el balcón, porque la idea de que todo lo que se le ocurra sea fantasear con un tipo musculado de aspecto peculiar… bueno. Las series modernas son así, supongo. Para el final de sus casi 50 minutos estaba pensando que una peli de Hallmark habría llegado ya a la mitad, pero es posible que la culpa sea mía, que aún recuerdo cuando las tramas avanzaban sin necesidad de dedicar todo el piloto a presentar a sus intereses amorosos -más o menos obvios- y la situación general de la protagonista y su hija. Pues eso mismo.

Terminamos esta larguísima semana de pilotos con Ziddi Girls (O)(IN), una obra que se supone que quiere hablar de feminismo en La India, de los prometas a los que se enfrentan, las comunidades que se crean y todas esas cosas. Con un fondo de jóvenes en un centro educativo y luchando contra lo que podríamos decir el movimiento del péndulo. Las hemos visto peores, las hemos visto mejores. Sin más.