¡Que entre la pila!
– Asesinato en altamar de Richard Connell, ed. Siruela
Conocido por sus relatos -como El juego más peligroso– o sus guiones -como Juan Nadie– Richard Connell tuvo también una carrera en el género criminal, como esta novela sobre un pequeño carguero con capacidad para transportar a una docena de personas, y si estáis pensando que es la localización perfecta para un asesinato con círculo cerrado de sospechosos… Así es. Y tiene 48 horas para localizar al culpable antes de que el barco llegue a su destino.
– Los náufragos del Wager de David Grann, ed. Random House
El naufragio del HMS Wager – que incluye el encallamiento, abandono de la nave para ir a una isla desierta, separación en ‘bandos‘, un motín y, claro, una serie de muertes, hasta el punto de que podría parecer algo inventado, casi mítico- pasa a ser el material con el que Grann (a quien espero que recordéis de títulos como Z, la ciudad perdida o Los asesinos de la luna) construye su nueva narración, construyendo con tensión un recuento de los hechos más notables, así como una reflexión tanto sobre el colonialismo europeo en su extensión como sobre los peligros de la mar.
– Las desdichadas de Sara Catella, ed. Tránsito
Principios del S XX en Suiza, un pequeño pueblo aislado en un balle, un cura que cae enfermo y la partera la que debe asistirle. Pero, claro, las cosas nunca son tan sencillas. Porque todo el mundo se está haciendo preguntas y tiene opiniones, y a unas y otras les irá dando voz. Un monólogo que da voz a las silenciadas.
– Lo que mueve a los muertos de T. Kingfisher, ed. Crononauta
Pues sí, vamos teniendo más cosas de Ursula Vernon / T. Kingfisher en español. Y aunque sigamos esperando una edición redonda por lo menos podemos alegrarnos de que vayan apareciendo cosas. Esta vez con uno de sus libros de terror. La portada es espantosa pero esperemos que la traducción esté bien.
– Puerto de los Santos de William S. Burroughs, ed. Aristas Martínez Ediciones
Esta novela realmente corta de Burroughs, escrita durante su ‘exilio’ europeo, en la que usa toda una serie de personajes que ya habían aparecido -o iban a aparecer- en otras de sus obras y que se centra en un grupo decidido a reescribir la historia mediante viajes temporales. (Aunque eso no evita que, por supuesto, acaben multiplicándose las tramas)
– Casa de locos de Colin Barrett, ed. Sajalín
La primera novedad de Sajalín del año nos trae una ciudad que se prepara para su festival mientras una disputa entre traficantes que parece ridícula escala con el secuestro de un adolescente desencadenando una serie de acciones y reacciones mayor de la que parecía, porque la luz y la oscuridad a veces se mezclan de manera inesperada.
– El gran cuando de Alan Moore, ed. Nocturna Ediciones
Una historia de aventuras y magia en el Londres de los casi-50s en el que hay libros, metaficción y crímenes. Un viaje clásico con un librero en el centro que supongo que es para que vuelva el agrado de sus lectores habituales.
– El tercer amor de Hiromi Kawakami, ed. Alfaguara
En esta obra de Kawakami, que voy a asumir que es traducción de 三度目の恋 de 2020, nos encontramos con una mujer desdichada. Tras una juventud infeliz se casó con su novio de instituto, que no ha dejado de perseguir otras faldas. A su vez ella ensoña -o quizá viaja- a otras épocas temporales en las que vive otras vidas y otros amores, siempre con un poso de tristeza. Algo que supongo que si habéis leído otras obras de la autora no os sorprenderá demasiado.
– La enemiga de Irène Némirovsky, ed. Salamandra
Siguen apareciendo libros de Irène Némirovsky, en este caso una historia de madres e hijas, una chica de diecisiete años que se revela contra una madre que lidia con su último amor, en el París de los años veinte -en los que fue escrita- contraponiendo el aprendizaje de la hija con la decadencia de la madre, igual que su relación y las de ambas con el amor.
– Las naranjas no son la única fruta de Jeanette Winterson, ed. Lumen
Publicada originalmente por esta misma editorial como Fruta Prohibida -ya, editoriales y sus cosas- tenemos aquí la primera obra de Winterson de nuevo con nosotros, narrando su infancia y paso a la juventud dentro de un hogar que la había adoptado pero en el que las creencias evangélicas parecían pesar sobre todo lo demás. A plomo. Incluso para comer fruta, porque este libro nos habla de cómo incluso para eso tenían normas. No digamos ya para las relaciones ‘queer’. Y es que parte de lo que aquí aparece como ficción podremos rastrearlo luego cuando las cuente como biografía en ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
– Asesinato a medida de Edward Marston, ed. Alma
Por lo menos esta vez es la primera entrega. Perdón, vayamos por partes. Alma continúa publicando sus Cozy Crimes, pero como lo escribe un hombre no lo mete en esa colección sino en Crimen y Misterio. Da igual que sigan siendo históricos -esta vez en la década de los ’10s del S. XX- o que el autor sea el mismo pero no los investigadores, que ahora son un inspector de Scotland Yard y su sargento que aquí investigan la muerte de un sastre al que quizá hayan asesinado por el sentimiento antigermánico… o quizá sea otro el motivo.
– Jiaozis, gyozas, raviolis chinos, empanadillas de La Taverne de Zhao, ed. Blume
Un pequeño librito con recetas para realizar jiaozis que, por supuesto, es todo ese tipo de versiones orientales de masa rellena y cocinada. Una curiosidad, y por tanto merecedora de mención.
– Lovecraft: The Dunwich Horror nº 02 de Gou Tanabe, ed. Planeta Cómics
Pues sí, aquí estamos con la segunda parte de la adaptación que Tanabe ha hecho de Dunwich. Con una portada que… bueno, con una portada.
– En algún lugar del mar más azul de T.J. Klune, ed. Cross Books
Por algún motivo que me cuesta no llamar ‘estúpido’ alguien en Planeta ha decidido que la continuación de La casa en el mar más azul tenía que salir en tapa dura con los cantos pintados. Pues bueno. Cuando a Arthur le toca hablar sobre su pasado en una declaración pública se levanta un enorme revuelo, y esa confrontación junto con sus planes de futuro -que quedan en el aire por los sucesos, claro- vertebran esta nueva historia.
– Después de medianoche de Gaëlle Geniller , ed. La Cúpula
Tras el éxito de Rosa, y de nuevo en una edición de precio demasiado elevado, lo nuevo de Gaëlle Geniller nos presenta a un padre que se lleva a su hijo a vivir de nuevo a aquella mansión en la que él pasó su infancia. Aunque múy rápidamente aparecen las pesadillas y la sensación de que hay algo más ahí… lo que podría ser el inicio de una novela de terror pero que, en realidad, es una obra de fantasmas melancólica amenizada por la construcción de fondos y vestidos de su autora, una historia con cierto aspecto onírico, casi de duermevela, pero que supongo que tiene un público propio.
– El gran Iván de Marjorie Weinman Sharmat, ed. Blackie Books
Marjorie Weinman Sharmat es autora de Nate the Great, un niño detective del que estuvo publicando libros desde 1972 hasta después de su muerte. Más o menos. Los 20 primeros los escribió más o menos sola y con un ilustrador –Marc Simont– con el que dejó de trabajar en 1998. A partir de ahí los libros fueron co-escritos y un ilustrador ‘hacía un estilo parecido’ al de Simont, a partir de 2019 -con su muerte- su hijo (con el que había escrito el anterior libro, siendo muchos de los anteriores con su marido) pasó a tomar el control del personaje. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que es un personaje importante e influyente que es raro que no hubiera llegado antes a España -es decir, si no contamos las importaciones del colombiano Grupo Editorial Norma en su colección Torre de Papel bajo el nombre de Fercho– y que está bien que llegue ahora. Supongo.
– Nunca bailes con un dinosaurio de Pamela Butchart y Marc Boutavant, ed. Libros del Zorro Rojo
Peri no para. Siempre está bailando. Su profesora de danza clásica no es capaz de entenderla, y la aparición de un dinosaurio bailarín acabará de crear el caos en este álbum divertido en el que la música propia es más importante que seguir el ritmo de los demás.
– Bob del revés de Brosmind, ed. Alba
El estudio de diseño barcelonés formado por los hermanos Juan y Alejandro Mingarro nos trae este álbum ilustrado, Bob está del revés, es el nuevo de la clase de un colegio nuevo y tiene nervios. Pero poco a poco irá descubriendo cómo lo que hace diferente a cada persona es también lo que les hace únicos.
– Gerardo Gigante de Gilles Baum y Amandine Piu, ed. Maeva
Las siempre magníficas ilustraciones de Amandine Piu sirven esta vez para hablar de Gerardo. Que es un gigante muy grande, y también muy torpe. Así que cree que nunca tendrá una ocupación… hasta que algo cambia en la ciudad, y también para los niños que habitan en ella. Para una historia sobre la ternura y la diferencia.
Nos leemos.