ToTheRiver

Empecemos por el dato objetivo. En España la nueva temporada de Lost está teniendo en torno a un millón y medio de espectadores, lo que significa poco más de un 7% de share. Para contextualizarlo: Una cuarta parte de los que ven Águila Roja en TVE, o la mitad de lo que hace el último Gran Hermano en Tele5… O el doble de lo que consigue Bob Esponja en sus capítulos para Clan TV. ¿Qué significa esto? Pues que, una vez más, las series extranjeras no funcionan en España.

Vale, lo acepto. Quizá Perdidos no sea el mejor ejemplo de serie americana, pero sí ha sido —con mucha diferencia— la serie que más portadas, artículos y disecciones ha ocupado en las páginas de televisión y —esto es impotante- cultura de los diarios y revistas en los últimos tiempos. Entre su estreno en USA y en España, con sólo una semana de diferencia, todos los grandes diarios y la mayoría de revistas sobre televisión se centraron en ellos. Un despliegue que rara vez se da con ninguna otra serie.

El motivo parece evidente. Se han encargado de decirnos que es una serie innovadoras, distinta a las demás y abiértamente revolucionaria; una serie que demuestra que se puede mantener una trama general de misterio y una narrativa alejada de la linealidad. En resumen: Demuestra que la mayor parte de nuestra crítica ya ha olvidado Twin Peaks.

¿Estoy siendo injusto? Por supuesto. Con Twin Peaks, que fue incluso más innovadora en su momento de lo que compararla con Lost podría hacernos pensar. Después de esta serie hemos tenido otros ejemplos de “trama larga contínua”, quizá el más obvio es el de la serie que parecía destinada a reemplazar Twin Peaks: Murder One. Un caso de asesinato que estaba contado casi en tiempo real y que adelantaba las series “de trama larga” y, especialmente, Damages.

Entre tanto algunos espectadores habíamos tenido la oportunidad de seguir la nueva serie de Jennifer Gardner: Alias. Una serie que parecía un mal exploit de La femme Nikita, serie canadiense basada en la película de francesa de Besson, mezclada con algunas gotas no está claro si de _ Expediente X_ o de Cazatesoros. En esta serie una de las tramas principales era el Enigma Fibonacci. Una trama sin sentido qu eiba ocupando cada vez más tiempo de la serie y apartando y moldeando y retorciendo las tramas de espías. Al final los espectadores estábamos tan aburridos que dejábamos por imposible la serie. Lo que facilitó, claro, que les dieran Lost.

Con Lost estamos ante un problema similar: Es increible que exista una idea planificada, la mera suposición de que no improvisan sobre la marcha nos daría un halo de ingenuidad y sólo el fanatismo más ciego ligaría las salidas y entradas de los personajes a los deseos de los guionistas.

Pese a lo cuál su influencia y seguimiento por una parte importante de los espectadores de series extranjeras es más que notable. Cuenta con una comunidad fan ciértamente organizada. Tiene especial predicamente entre el Freakdom. Puntos todos que podrían hacer subir su share frente a un mínimo de espectadores prevenidos.

¿Cómo puede terminar la noche a doscientosmil espectadores de la enésima película repuesta del siguiente canal y en cuarto puesto que era quinto en algunas comunidades? —Volvemos con esto al pincipio de la columna— Pues porque las series extranjeras no nos interesan. No interesan sus temas, no interesan sus deas y no interesan su forma de planificar las series.

De manera que esto ha demostrado al menos una cosa, darle bombo y publicidad a un asunto en internet, prensa y la red que si el público objetido no traga no va a ir a mejor le pongas lo que le pongas. Habrá quien piense que es porque el espectador expectante se lo habrá bajado de inet, o porque no es tan bueno como lo de aquí. En cualuiqer caso ha servido para demostrar, con mucho aspaviento, que toda esa maquinaria, esos anucios, no había llegado a ser una aventura. Porque, repito, en España no llega al millón y medio.