Estadismo crítico

“El pasado más reciente se tocaba con Sí, Ministro (Yes, Minister, 1980-1988), una exitosa sátira surgida de las mentes de Anthony Jay y Jonathan Lynn y con un envidiable cast que encabezaron Paul Eddington como el ministro Jim Hacker, Nigel Hawthorne como su secretario y Derek Fowlds como Bernard Wooley, el inquietante Secretario de Asuntos Privados.”

El anterior texto pertenece al libro Una risa nueva y es un ejemplo de los problemas para el ensayo que tenemos. En estas breves líneas el autor, el teórico Alvy Singer, se las apaña para confundir el papel de Bernard Wooley (Derek Fowlds), que interpretaba al buenazo del Secretario Personal del Ministro, siempre metido entre los intentos de su jefe por hacer funcionar el estado y las maquinaciones del que, por derecho propio, era no ya inquietante sino, incluso ominoso, el rey de la función en casi todos los episodios y antagonista principal del ministro. Otra cosa es que Singer no haya considerado necesario señalar su posición como Secretario Permanente o que haya decidido que el nombre de su personaje no era necesario, sabrá Dios por qué, pero si algo se me antoja fundamental en esta serie es, precisamente, la figura conspirativa y sarcástica de Sir Humphry Appleby.

El artículo en general, una especie de selección de grandes hits que recuerda más a un listado de la Wikipedia anotado que a un intento de aproximación al género, sería en sí mismo un segundo ejemplo.

El tercero y, quizá, más claro y doloroso sería el texto del grupo cómico Vengamonjas, no tanto por el texto en sí como por lo que lo rodea. Y, sobre todo, porque el motivo de que se sepa esta historia es de los propios —y jactanciosos— autores.

Contaron cómo el sufrido coordinador, Jordi Costa, les pidió un artículo sobre las sucesivas oleadas de generaciones de cómicos del SNL y cómo había influido en la comedia. Costa considera, y así lo ha reflejado, que este programa ha sido un gran impacto en la Nueva Comedia de manera habitualmente directa. Los Vengamonjas por su parte, explicaban «La verdad es que no sabíamos tanto sobre el programa como para hacer algo enciclopédico, así que hicimos lo que nos dio la gana» y si esto les parece increíble no imaginan la alegre arrogancia con la que reconocían no tener idea del programa, haber sacado algo de información gracias a un tercero que, obviamente, ni es mencionado ni mucho menos agradecido y, en fin, haber convertido un ensayo interesante aunque breve en una pieza de ficción más o menos conseguida.

Claro que es más sencillo hacer creación que hacer investigación, claro que es difícil hacer una buena investigación, ¡¡¡por eso tiene más mérito!!!

Dentro de ese mismo libro hay piezas sobresalientes, como la de John Tones sobre el director Stephen Chow, o la del propio Costa titulada El chiste sucio que salvó a la humanidad, igual que hay notables aportaciones constreñidas por el corto espacio, como la de Absence con la comedia europea o el de Roberto Cueto sobre cine surcoreano.

Pero precisamente las dos aportaciones que dedicaban más espacio a la televisión y se iban a centrar en las más importantes influencias globales de la Nueva Comedia, en tanto que el inglés es el idioma común actual y su cultura la predominante, son las menos interesantes. Incluso sin considerar que Singer tenía que cumplir con un artículo en el que repasara a al vez cine y televisión en un espacio francamente limitado.

El resumen inevitable es que algo falla. Puede ser la consideración de la televisión, o su popularidad, la dificultad de tener un conocimiento real o de realizar una investigación competente, el caso es que los ensayos sobre la misma parecen reducirse a títulos monotemáticos centrados en una serie, bien de las llamadas de culto como los volúmenes que Errata Naturae ha dedicado a Los Sopranos y The Wire o a títulos que pretendiéndose de culto realmente están más cerca del éxito de masas, títulos muchas veces surgidos a raíz de ese mismo éxito instantáneo con más de descripción e inventario que de análisis.

Si vemos las actividades centradas en las series de televisión veremos que suelen limitarse a la emisión de capítulos y a realizar alguna charla / coloquio posterior, generalmente con alguno de los creadores que explica amablemente al público el cómo se hizo o relata alguna divertida anécdota surgida en el proceso de realización. Teniendo en cuenta el nivel de preguntas e intervenciones del público tampoco es que podamos sorprendernos en exceso. Resulta raro que esas pequeñas jornadas, normalmente más cercanas a un mercado de derechos o a una celebración de autobombo de algún canal, se preocupen no ya por desarrollar una visión crítica sobre lo que se ha visto sino, incluso, por publicar alguna conclusión.

Mientras esto no cambie, mientras no exista un interés por realizar una pieza seria y, más aún, mientras los colaboradores se crean con la capacidad de entregar cualquier cosa, es difícil que lleguemos a entender, comprender y mejorar lo que nos echan en la tele.

Tan necesario como hacer, de cuando en cuando, un poco de crítica sobre la crítica.


22 comments to this article

  1. Epetecan

    on 15 noviembre, 2010 at 7:06 pm - Responder

    Es curioso que señale usted los textos de los miembros más jóvenes del volumen…

  2. Jónatan S.

    on 15 noviembre, 2010 at 7:28 pm - Responder

    No tengo ni idea de la edad de cada uno de los escritores del libro.

    En contra de lo que haya dicho Abs en su twitter esto no es una crítica del mismo ni tampoco al mismo. Por eso no menciono capítulos como el centrado en Benigni ni repaso los cómics incluidos, que también me he leído, los dos mejores con lupa eso sí.

    Tener a Monteys es siempre un lujo, aunque aquí sirva para hacer comparaciones más que odiosas con Joaquín Reyes. Mira que dibujar los dos el mismo tema.

    Me encanta que hayan contado con Guillem Dolls a quien considero un fuera de serie desde los tiempos de TangaRosa y que hace más reflexión televisiva en sus —diminutas— viñetas que los dos capítulos comentados.

    Así que tal vez su aportación sí debí haberla comentado pero, claro, no es ensayo ni en su concepción así que como mucho puedo hablar de la capacidad discursiva y reflexiva del cómic por encima de las teóricas de los teóricos.

  3. Dr Zito

    on 15 noviembre, 2010 at 8:26 pm - Responder

    Bravo, Sark! No esperaba menos de usted.

  4. Alvy Singer

    on 15 noviembre, 2010 at 9:48 pm - Responder

    Muy agradecido por la crítica! Abrazos, Sark!

  5. Jónatan S.

    on 15 noviembre, 2010 at 9:59 pm - Responder

    Bueno, para eso estamos, me alegra que no te lo hayas tomado por lo personal, Alvy.

    Imagínate el papelón si ahora estuvieras criticando a mis espaldas en Facebook —yo es que no tengo— demostrando sólo no haber entendido nada de lo escrito.

    ¡Mucho más sano, dónde va a parar!

  6. Mostrenco

    on 15 noviembre, 2010 at 10:34 pm - Responder

    No te estoy criticando a tus espaldas, Jónatan. En todo caso, te estoy criticando a la cara de tu editor. Y me parece que entiendo demasiado bien lo que has escrito. Por eso no tengo demasiadas ganas de discutir sobre lo que has escrito, que es muy legítimo, pero me parece que también firmemente instalado en una posición de la que no creo que pueda salir debate fértil. Por lo demás, gracias por fijarte en el libro y escribir y opinar sobre él. Libremente, faltaría más. Deja que sea libre en mi muro de Facebook, que creo que es un muro que no está a espaldas de nadie. Y menos de ti.

    abrazos,
    Mostrenco

  7. Jónatan S.

    on 15 noviembre, 2010 at 11:01 pm - Responder

    Pues entonces yo me voy a permitir puntualizar un par de cosas de lo que has dicho en Facebook, aunque mis teóricos lectores se hagan la picha un lío por el crossover. Por si alguno no lo tiene en común, vaya.

    En primer lugar, no he subestimado el libro de The Wire, lo cito como ejemplo de libro teórico televisivo en España subsección Monográficos de obras de culto. Puedo no haberlo ensalzado —quizá hubiera debido haber aprovechado— pero desde luego no lo he atacado.

    En segundo lugar, los Cursos de Nueva Ficción Televisiva que en España se hacen o han hecho no han producido, que yo sepa, ninguna literatura. Si hay libros de los mismo que se puedan encontrar de forma razonablemente generalista, algo comparable a las publicaciones asociadas a Festivales como el de San Sebastián o Sitges, le ruego que me informe pues me interesan sobremanera.

    Es a esos libros a los que me refería, por más que reconozca que haya hablado de las actividades centradas en la televisión. Quizá debí dejar claro que me refería a las masivas, a las pensadas para el gran público. Igual que no considero que un curso de guión cinematográfico pueda computar como una charla en un festival. Son cosas distitnas. Pero dado que aquí se hablaba de los libros que de ellos salen me parece que sigo sin estar muy desencaminado.

    Finalmente, su joya de la corona me parece muy loable en un libro de creación literaria no en un ensayo. Sin duda un capítulo con Benny Hill discutiendo con Louis de Funes sobre la situación de la comedia en Europa hubiera sido mucho más digerible para el público, y probablemente más entretenido dado el gran talento de Absence, que un ensayo. Pero no es de eso de lo que iba el libro, o al menos no es eso lo que yo entendí que se proponía.

    En cuanto a lo de que no hay debate posible, ¡ya ve usted! Entiendo que con alguien como yo que “pertenece a la subespecie que exclama “¡Intolerable, intolerable!” mientras pega con su puño en la mesa.“ no se pueda sacar nada en claro.

    Y me alegra que esta vez haya accedido a dejar un comentario. Sin duda es libre de no hacerlo. Incluso le admito que con todos los conocidos comunes que tenemos lo esperable fuera que me acabara enterando. Pero fíjese qué fácil hubiera sido hacerlo a la cara la primera vez sin que tuvieran que intervenir terceras personas —no sólo mi editor, por cierto— para contármelo.

    Claro que qué puedo decir yo, que he escrito una columna al aire en lugar de dirigirla. Ni siquiera a los editores.

  8. Guillermo Zapata

    on 15 noviembre, 2010 at 11:16 pm - Responder

    Muy interesante, Sark. Pero permítame romper una lanza a favor del artículo de los Vengamonjas y otra a favor del artículo de Alvy.

    Sobre el de Vengamonjas. En un libro dónde se le pide a varios historietistas y dibujantes que hablen desde su experiencia, no veo que tiene de malo que un grupo cómico produzca una pieza de pura ficción. Estoy deacuerdo en que es un análisis poco completo y poco riguroso, pero a la vez es un texto bastante lúcido sobre el cómico frente al actor, sobre los mecanismos del reconocimiento y el funcionamiento del mainstream y sobre el motor perverso del humor. Puede no tener valor en relación al encargo original, pero desde luego tiene un enorme valor en si mismo y ayuda a entender algunos de los conceptos que el libro maneja.

    En cuanto al texto de Alvy frente al de Abscence o Tones. Imagine un espectador (yo mismo) que conozca muy poco sobre la comedia de Chow, recuerde vagamente “Si, Primer Ministro” y no haya pasado de “La Cena de los Idiotas”. Los tres textos son incuestionables como puertas de entrada a tres formas de comedia. Esos ejemplos son útiles para el espectador curioso y eso tiene también su valor.

    La filmografia de Chow o los exiguos ejemplos de Comedia Europea decente enfrentados a la “comedia británica inglesa post Monty Python” genera de forma inevitable, que un campo extensisimo se convierta en meros apuntes dónde otros se pueden extender y analizar algo más.

  9. Mostrenco

    on 15 noviembre, 2010 at 11:20 pm - Responder

    Encantado de polemizar con usted, pero cansado de repetir cosas que ya he dicho en otro lugar y que, al parecer, su particular Gestapo ya le ha pasado con todo detalle. El capítulo de Venga Monjas define perfectamente lo que quería y debería ser el libro. O sea que basar una descalificación del libro apoyándose prioritariamente en ese capítulo no digo yo que invalide, sino que dificulta toda posibilidad de debate entre usted y yo. Por otro lado, agradezco todo lo bueno que ha dicho del libro, el tiempo y la atención que le ha prestado y respeto todo lo malo que tenga que decir (incluido lo de los Venga Monjas). Lo único importante aquí, a fin de no prolongar una discusión que (creo) sólo provocará que cada uno se atrinchere en sus posiciones, es esto: usted tiene una idea de LO QUE DEBERÍA SER el libro y yo (que lo he hecho, o, como mínimo, he contribuido a que fuera posible) tengo otra completamente distinta. Por eso digo que toda discusión es un poco inútil. Y me disculpo si he podido ofenderle hablando de usted, a sus espaldas, en ese sitio tan ignoto llamado Facebook.

    Abrazos (y, en serio, gracias),

    Mostrenco

  10. EFE

    on 15 noviembre, 2010 at 11:33 pm - Responder

    ¿“Gestapo”?

    MEEEEECCC.

  11. gatopeich

    on 15 noviembre, 2010 at 11:40 pm - Responder

    Pues estoy casi seguro de que aquella serie en España se tradujo como “Sí, señor ministrio”.

    Lo cual hace inevitable pensar en lo peliagudo de disertar acerca de un obra traducida: ¿de cuál hablamos, del original o de la versión española?

    Lo cual probablemente quede respondido por mi propia puntualización inicial.

  12. Alberto

    on 15 noviembre, 2010 at 11:43 pm - Responder

    ¿No había un “Sí ministro” y luego una “Sí, primer ministro”?

  13. absence

    on 16 noviembre, 2010 at 12:08 am - Responder

    Hola,

    A Alvy no he llegado, pero el texto de Venga Monjas me parece una delicia. Y creo que su presencia en el libro no sólo está justificada, sino que lo engrandece.

    Por cierto, no se me ocurrió la idea de una conversación entre Benny Hill y Louis de Funes. No soy tan brillante, porque esa idea es brillante.

    Sobre “Sí Ministro”, la continuación, aquí, se llamó “No, presidente”. Ambos proceden de un par de libros que son una maravilla, y más para alguien que como yo que lleva 20 años de funcionario. Se aprende más con ellos que con 20 cursos de derecho administrativo.

  14. E. Martín

    on 16 noviembre, 2010 at 12:36 am - Responder

    Yo es que soy más de decir “¡preposteroso!” y más de acariciar un gato en mi regazo que de golpear la mesa.

  15. Jónatan S.

    on 16 noviembre, 2010 at 12:55 am - Responder

    Vamos a ello de nuevo.

    Primero Mostrenco, eso sí.

    No tengo intención alguna en echar el libro por tierra, mi queja es exclusivamente en lo que a la televisión toca por ser ese el tema de esta columna.

    Frente a artículos excelentes como los mencionados propios y ajenos en cuanto a Cine los dos de televisión tienen problemas. Muy distintos, sin duda, pero problemas al fin y al cabo.

    Fíjate que no nos hubiéramos enterado si ellos no hubieran contado cuál era el plan original. No hubiera sabido que se trataba de un capítulo de tele porque al final ha acabado siéndolo de cine, así han terminado las cosas.

    Entiendo, claro, que estando auspiciado el libro por un festival de cine se haya tendido a relegar la televisión pero el impacto del SNL y sus cómicos en la televisión y en el cine es un fenómeno que, personalmente, me parece mucho más interesante que un monólogo interno de Bill Murray.

    Más aún, dadas las características del libro y su más que probable difusión hubiera sido una oportunidad de que el público conociera a cómicos como Gilda Radner, Dana Carvey, Norm McDonald o Molly Shannon. Imprescindibles e influyentes pero poco conocidos por el espectador medio español.

    Ya sé que ambos capítulos han sido incluidos el el libro, tienen el visto bueno del editor y debo suponer que responden a lo que él deseaba publicar. Pero permítame que insista en que es —o sería— necesario una mayor presencia de los cómicos de la televisión para entender el Nuevo Humor.

    No se preocupe por mi Gestapo —tranquilo, Efe no voy a invocar la ley de Godwin— son sólo amigos que consideran que cuando se habla de mí en un medio al que no tengo acceso ni posibilidad de réplica tienen a bien avisarme. Una consideración hacia mi que agradezco.

    Guillermo, ya he dicho que parte del problema del texto de Alvy venía de tener que ceñirse a un corto espacio aunque permíteme que discrepe contigo, la tarea de Absence ha sido incluso más titánica por abarcar casi todo un continente separando el grano de la paja. El problema es que, además, el texto de Alvy incluye algunos deslices que pueden hacer que precisamente ese público poco versado se pierda, se equivoque, o deje para el futuro títulos que son fundamentales. Digamos que Yes, Minsiter es adre de una tradición satírica política cuyo último hijo es Into the loop pero que ha ido regando más tradiciones políticas, desde los Spittign images a El ala oeste de la casa blanca, que sin duda tiene antecedentes —el Punch sin ir más lejos— pero que por su papel angular merecía, creo yo, un poco más de cuidado.

    —Espero que agradezcan que haya evitado hacer chistes sobre la administración Bush

    Por cierto, Abs, que hasta donde yo sé esos libros fueron escritos a posteriori, habitualmente novelizando los capítulos, alguno ofreciendo directamente los guiones.

    En cuanto al nombre, creo que ha tenido ambos pero dándolo el título original —en inglés en este caso— y uno de los que ha tenido por aquí —recordemos que lo han emitido varias veces y por distintos canales con lo que eso significa en cuanto a doblajes— presupongo que no habrá problemas para que todos los lectores puedan encontrarlo o, cuanto menos, sepan a qué serie nos referimos.

    Esperemos que mis silentes lectores saquen provecho y que pronto haya algún libro —a ser posible no escrito por mí— que hable de la comedia en televisión más como un ensayo que como un manual de Cómo se hace.

  16. Pornosawa

    on 16 noviembre, 2010 at 1:33 am - Responder

    Estoy entre dos mundos, porque creo que Sark tiene muchísima razón en defenestrar el texto de Alvy Singer, pero quizá es demasiado ortodoxo con el de Venga Monjas, acientífico pero pretendido así por su instigador…

    El artículo de Alvy es flojo porque, primero, desconoce la bibliografía sobre el tema (y esto es evidentísimo, empezando desde la alternative comedy de la cual hay unos cuantos libros, y centrándose en Ben Elton…que en la Gran Bretaña del thatcherismo es un filonazo ), y, segundo, porque tiene unas cuantas erratas, especialmente la citada por Sark (sangrante conociendo qué es Nigel Hawthorne, y su brillante filmografía Jorge III anyone?)

    Tiene algunos conceptos buenos, kudos por la mención a Spike Milligan, pero es una aproximación superficial, algo un poco wannabe y que falta de bibliografía (más sobre Cook, sobre la escuela satírica de Cambridge)

    Ahora, Sark, estamos en cuestión de mínimos: siendo el texto de Alvy un chapuzas y superficial…es mejor que el 99% de libros sobre los Python en castellano. Y no me hagas citar idiotas que desconocer ya no la serie, sino el contexto de los años 60 – 70, los Goons, y etc.

    Bajo esa perspectiva, Alvy no lo hace mal, un 6 o 7.

  17. Otis B. Driftwood

    on 16 noviembre, 2010 at 2:47 am - Responder

    ¡Hoygan, que se dejan la puerta abierta y se llena esto de focoforers!

  18. Mostrenco

    on 16 noviembre, 2010 at 3:58 am - Responder

    Señor Sark,

    este libro me ha reportado hoy discusiones tan desagradables, que usted hasta me parece un santo varón. Discuta con libertad. Es un libro de cine: la televisión aquí sólo salía de pasada (como un camino a… y no como punto de destino). Estoy de acuerdo en que la televisión es esencial para entender ciertas cosas. No se me sulfure: yo no suelo considerar los libros que hago como el Texto Definitivo sobre X o Z. Siempre son aproximaciones, tentativas… Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y quizá mi reacción al defender uno de los capítulos que más me gustan haya sido desmedida. Discúlpeme y, bueno, ya sin bromas, siento que haya usted tenido la impresión de que le ponía a parir a sus espaldas. Aquí me tiene para lo que necesite. Yo, por mi parte, doy por zanjada mi aportación al debate. Y, sí, estoy muy contento del libro que hemos sacado. Estaría bien que usted (o quien sea) sacara otro para que, por lo menos, el debate estuviera en las estanterías y no sólo en los foros.

    Salud, alegría y risa,

    Mostrenco

  19. Alvy Singer

    on 16 noviembre, 2010 at 5:04 am - Responder

    No me lo tomo para nada a lo personal, asumo mis limitaciones desde el minuto uno. ¡He trabajado con un formato y un conocedor me critica con sus razones y su sabiduría! Igual que Pornosawa. ¡A la próxima lo haremos mejor!

    Un abrazo a todos.

  20. Jónatan S.

    on 16 noviembre, 2010 at 11:04 am - Responder

    Como tú veas, Alvy, yo leo a Porno y parece que haga méritos para que le pidamos un post en ADLO!

    En cuanto a Mostrenco, bien está lo que bien acaba, aunque sea por simple comparación. Un crítico tiene que saber aceptar las críticas, al fin y al cabo.

    Y si bien considero que Internet es sin duda más duradero que el papel de prensa y revistas o las ondas hertzianas y probablemente supere a los libros, espero poder presentar algún día ese libro no digo que definitivo pero sí que pueda aprovechar su momentum para divulgar, creo que ha quedado claro que la televisión merece y necesita este tipo de libros. Ahora a ver si encuentro un festival que lo abrigue.

    Un abrazo a todos los comentaristas.

  21. E. Martín

    on 16 noviembre, 2010 at 9:36 pm - Responder

    Así que monta usted una Gestapo ¡y no me llama!

    Ya no me ajunto con usted, señor Sark.

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