El principio después del final

 

Sí, antes las cosas eran de otra manera. Habrá que aceptar los cambios. Nada de bargaining. No es que yo los haya llevado tan bien como podía esperarse -si es que alguien lo esperaba realmente- pero lo importante es que ya estoy aquí, con todas las tossed salads and scrambled eggs.

Como en cualquier casa de recién mudados aún hay varios detalles que ir puliendo, pero tenemos sobre todo tres cosas que enseñar.

La primera es el agradecimiento a la gente que está haciendo esto posible. Y podéis creerme si os digo que todo esto que ahora veis no existiría si no fuera por Pedro García, mi querido amigo Observador de UTCON y ADLO! , que se ha pegado un curro enorme llevando toda la parte técnica del chiringuito y al que le va a tocar soportar todas mis ideas locas y mis «¿Pasaba algo si tocabas el gran botón rojo enorme que dice ‘No tocar’?». Agradecédselo, y compadecerle.

Tengo que agradecer el banner a otro querido amigo, Efe, que ya se ocupó del dibujín de El Receptor en su etapa en Libro de Notas. Y al que he liado varias veces cuando ha hecho falta ilustrar alguna cosa.

A ellos dos he de añadir gente que aún no lo sabe pero con la que cuento para echarme una mano por aquí. Ya le he pedido a Manuel Haj-Saleh que continúe su impagable labor editándome los textos largos del lunes. En cuanto deje de reírse confío en tenerle por aquí. Y, por supuesto, Eme A. No solo un gran amigo sino un apoyo constante en miles de cuestiones desde hace más de una década al que seguro que acabo liando.

Por supuesto hay más gente a la que le debería agradecer esto: amigos, parientes, vecinos. Y, sobre todo, a los lectores que, pese a mi escepticismo, parece que están al otro lado. Sobre todo a esos que, además, comentan y difunden.

Lo que nos lleva a lo segundo que voy a enseñar, el nuevo apartamento. Cuando Alberto y Marcos -a los que también estoy agradecido, claro- me dijeron que cerraban Libro de Notas no tardé en pensar que la idea de El Receptor debía continuar. En cuanto dejé de gritarles maldiciones e improperios por rilarse decidí sopesar las opciones. Por suerte para mí, como siempre, hay gente estupenda rodeándome. Pedro me convenció sin muchos problemas de crear esta nueva web y de pensar más a lo grande.

Esto es: Las columnas de los lunes, esas que se agrupaban bajo «El Receptor» en Libro de Notas, seguirán apareciendo. Después de más de doscientas semanas ininterrumpidas me parecía feo cortarlas, sobre todo porque tengo auténticas pilas de material que sacar, divulgar y sopesar.  Aunque algo hay que dejar atrás y en este caso serán mis inconfundibles títulos confusos, que quedarán como algo propio de esa etapa anterior. El formato seguirá siendo el mismo: Columnas temáticas enlazadas alternadas con columnas independientes y las ocasionales apariciones de los recopilatorios de reseñas de pilotos –Pilotos Deathmatch, obviamente- más una versión ligera y unitaria para agosto.

Como tengo las cosas razonablemente planificadas en la cabeza para 2014 tenía intención de hablar de la televisión desde dos puntos de vista fundamentales. Cómo se hace por fuera y por dentro. Las organizaciones de canales en USA, UK y España, tanto como red como los procesos para -por ejemplo- poner una serie en emisión. Ese tipo de cosas que se da por hecho muchas veces y que ya he comprobado que no siempre se conoce. En cuanto a la parte interior, hay una serie de tópicos e ideas muy extendidos pero que no todo el mundo parece conocer o tratar con soltura.

La idea de estas columnas seguirá siendo, como cuando empecé, reflexionar y divulgar sobre la televisión en todas sus facetas. Precisamente por ello el tema nuevo se adapta providencialmente permitiendo un punto de partida ideal.

Pero eso serán los lunes. Porque, como decía, esto es muy grande como para tener solo un día de contenido a la semana. Y no, de momento sólo voy a escribir yo por aquí -aunque estoy abierto a sugerencias puntuales, por supuesto- pero no sólo voy a escribir esas columnas ni va a ser la televisión el único tema que aquí se trate.

Libre de la tiran… Ahora que tengo todo el patio para mí creo que es un buen momento para que me permita alguna cosa más. De momento lo que más veréis serán post con enlaces. Soy un devorador compulsivo de información, fundamentalmente de los medios anglosajones, y por eso suelo enseñarlos luego. Así que ahora procuraré ir acumulando unos cuantos a lo largo del día y ofrecerlos así a vosotros.

Dentro de ellos probablemente haya televisión, sí, pero también literatura, cómic, cine, musicales, terror, fantástico, política y casi cualquiera de las muchas cosas que me interesan.

Precisamente esos múltiples intereses facilitarán que haya algún minipost si decido que alguno de los temas merece una mayor atención o difusión. Pero no prometo nada, mucho menos regularidad, porque soy consciente de los buenos propósitos que se tienen siempre en los inicios.

Lo que si os puedo ir adelantando es que una de mis ideas es ir agrupando también las apariciones librescas interesantes de la semana. Esto no significa -¡ni mucho menos!- la desaparición de las Epístolas Librescas que le mando a Absence. Al contrario, aquí iré al día a día -bueno, o semana a semana, ya veremos- mientras que a él le seguiré haciendo una criba con lo más interesante que vaya saliendo cada dos meses.

A partir de ahí urdiremos una estratagema, perdón, quería decir que iremos viendo por dónde tiramos, a qué dedicar más espacio y cómo organizarlo para seguir teniendo algo de vida real. Pero lo que debe quedar claro es lo tercero que tengo que enseñaros:

El entusiasmo. Me gusta esto, me gusta la cultura en sus muchas formas, la divulgación, los estudios culturales y la necesidad de -y el bien que hace- la divulgación para que la gente conozca más y conozca mejor.

Espero que lo que os vaya ofreciendo sea de vuestro agrado, pero lo fundamental va a ser que sea del mío.

Así que, una vez dicho todo esto, ha llegado el momento echar la bola a rodar. Aún quedan cambios, aún me guardo alguna idea, confío en que si alguien quiere decir o hacer alguna sugerencia se atreva sin problemas, y vamos allá.

¡Con fuerza y energía! ¡Aullando! ¡Que aún no he conocido un lobo al que no le guste aullar!