Dentro de los nuevos deseos del SyFy de buscar una manera distinta de hacer el ridículo estuvo realizar un acercamiento a una película distópica clásica, 12 Monkeys (USA) -Sí, lo sé, pero el número está en inglés- El resultado es… bueno… tienen que trabajarlo y, desde luego, tiran de algunas tramas diferentes de la película porque claro. Podría ser peor, también es cierto, pero no sé hasta qué punto resultaría más molesto que esta adaptación que de puro correcta es una traición mayor al espíritu original.
En
Netflix decidieron tener su propio spin-off de un éxito y de ahí salió
The Adventures Of Puss In Boots (USA) que no tiene las voces originales porque no han llegado aún a ese nivel. ¿La serie? Psé.
La
FOX ha cogido a un productor de
Bones para poner a un personaje tipo
House en una serie policíaca. Una serie
políticamente incorrecta. Del estilo de las bios de tuiter. Da igual que
Backstrom (USA) esté basado en un libros de
Leif G.W. Persson, podría estar basado en
Los misterios de Laura y el resultado sería igual de rutinario e infame. Una serie policíaca
a la CBS que si pudiera votaría
VOX.
A ver cómo explico yo esto…
Russell T. Davies, ¿os acordáis de él? Hizo unas series juveniles fantásticas, hizo
Queer as folk, estaba preparando un
spin-off con
Whedon pero le pillaron para relanzar
Doctor Who, decidió irse a hacer las américas con
Torchwood y… bueno, no ha habido muertos así que podría haber acabado peor aquello. Total, que ha regresado a Reino Unido. Y ha logrado convencer a los señores de
Channel 4 de que le den espacio para hacer unas pocas series. Lamentablemente -para mí como espectador- no le han puesto a hacer fantástico. (¡¿Tanto costaba ponerle a relanzar
Sapphire & Steel?!) En su lugar le han dejado que vuelva a hacer comedia/drama alrededor de la comunidad gay. Tres series, de hecho. Cada una en su momento y su canal. La primera,
Banana (UK), es en realidad la segunda. Emitida por el segundo canal del invento, la
E4, tiene un formato más de comedia -dentro de lo que es el humor inglés- y se centrará cada semana en la vida de un personaje de la comunidad gay que, se supone, aparecerá más o menos de refilón en la serie principal. El resultado es curioso, con el humor que tenía ya la serie original pero, en mi opinión, sin que llegue a aportar nada nuevo con respecto a esta. Salvo, quizá, cuando vaya avanzando y veamos este carácter antológico y episódico que sirva para hacer «repaso» de tipos y estilos.
Como no podía pasar una semana sin que me llevara la mano a la cara en
Nickelodeon han estrenado
Bella and the Bulldogs (USA), sobre una animadora que se convierte en
quaterback del equipo de su colegio. ¡Pero sigue vistiendo de rosa! ¡JA! ¡Qué gracia!
Sharon Horgan. Eso debería de bastar, pero la verdad es que
Catastrophe (UK) cuenta también con
Rob Delaney y con un guión adecuado -aunque podría ser mejor, pero todo lo trae el rodaje- para convertirse en una de las alegrías de este inicio de año. Bien es cierto que las historias de pareja no me entusiasman demasiado y que ya sufrimos a finales de año de un aluvión, pero en fin. Eso sí,
Horgan, ¡quiero las dos temporadas que me faltan de
Dead Boss!
Volvamos con
RTD con el plato principal -de ahí que vaya a
Channel4– de su propuesta:
Cucumber (UK), al historia de un gay ingles cincuentón que está un poco harto de sus cosas y el ambiente y eso y lo mismo hasta quiere cambiar de aires. Bien actuada pero con un guión que parece como si quisiera continuar con
QaF allá donde lo dejó.
El reto de
The Nightly Show (USA) era sustituir a
Colbert. Obviamente es algo que nadie puede hacer así que han intentado mostrar otra cosa que, además, los separara del
Daily Show. La verdad es que soy menos entusiasta que la mayoría, quizá porque
Larry Wilmore siempre ha sido un ejemplo de negro de centro -¡Que no le hayan dado el trabajo a
Jessica Williams!- o quizá porque no me parece mal pero creo que podría haber sido mejor. Quién sabe. En cualquier caso, y teniendo en cuenta lo que hemos visto -y lo que nos falta por ver- no es un mal inicio.
Algún día entenderé cómo funciona
Disney, de momento uno de nuestros estrenos destacados de esta semana,
Star vs The Forces of Evil (USA), anda sin web ni nada. Y es una lástima porque el primer episodio de los dos que se compone el piloto es magnífico. Rápido, divertido, sin respeto a convención alguna, un ejemplo de serie corta y rápida, quizá por eso el segundo episodio no me acabe de funcionar igual de bien, saturado como uno puede acabar de llegar. De verdad,
Disney, estrena esta serie de una vez y dale su propia web.
Lo último de la estrategia en tres partes de
RTD es
Tofu (UK), serie documental para el servicio
online de
4oD en el que habla de sexualidad en todo
GSD y para incluir pequeños cortos humorísticos, perdón,
humorísticos en su interior. Otra cosa no, pero hay que reconocerle el intento de cambiar un poco las cosas. Venga, por tercera y última vez, el trailer:
Atentos:
Young Drunk Punk (CA) ¡Punks Canadienses! ¡De los que a veces no dicen «Muchas Gracias», dicen «Gracias» a secas! Ay, señor. Hecho el chiste, la serie es amable, agradable y poquita cosa. Ambientada en los ochenta, además. El protagonista -encima- parece un
Jovencito Ted Mosby. Se encuentran
Els Joves con estos y le sacan la pasta.
Terminamos con
Wolf Hall (UK), adaptación del primero de los libros de
Hillary Mantel sobre
Cromwell interpretado aquí por
Mark Rylance y con
Damian Lewis de un poco probable
Enrique VIII. Por tópico que suene, la serie no está en absoluto mal -aunque quizá un poco más teatral de lo esperado por mi- pero no llega al excelente nivel del libro.
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