Semana floja tras el pequeño chaparrón de la semana pasada. Se salvan los trastos de pura casualidad gracias a las pequeñas editoriales sacando libros realmente particulares. Así que vamos a echarles un ojo pidiendo como siempre:
¡Que entre la pila!
– Ecuatoria de Patrick Deville, ed. Anagrama
La historia del Conde Pierre Savorgnan de Brazza y su epopeya tanto en el S XIX con el movimiento colonialista del Congo como en el S XXI con el destino de sus restos sirve al autor de Peste & Colera (escrita después de esta) para ofrecer otra muestra de su buen hacer con los personajes y las historias menos conocidas de los procesos de lo que en tiempos se consideraba una aventura.
– El veneno de la tarántula de Sharadindu Bandyopadhyay, ed. Quaterni
De pocas cosas me alegro tanto como de esta decisión de Quaterni de ir recuperando a autores de tradiciones menos conocidas, y eso que esta vez no toca irse a Japón sino a La India, en la que comienzan las historias de Byomkesh Bakshi, un detective al estilo de Holmes en la Calcuta previa a la Segunda Guerra Mundial. Ver publicadas estas obras siempre debería de ser motivo de alegría.
– Reportero de David Remnick, ed. Debate
Recopilación de artículos del maestro de periodistas David Remnick que desde las páginas de The New Yorker ha ido demostrando su calidad a lo largo de las décadas. Se publica aquí una antología con alguno de sus textos más importantes que tocan desde la política estadounidense a sus letras, de músicos al estado de Rusia o los políticos europeos, todo parece encontrar su lugar en sus escritos.
– Ataque al imperio de Nick Davies, ed. RBA
Absorbente repaso a los hechos que llevaron a la exposición pública de la trama de espionaje que pagaba Murdoch para sus tabloides contada por el reportero que fue investigando las mentiras y falsas pistas hasta acabar propiciando que el magnate tuviera que pasar por los tribunales y sufriera una humillación pública y un golpe para su imperio.
– Las cuatro Gracias de D. E. Stevenson, ed. Alba
Continúan las novelas de Stevenson aunque, como en esta, la señorita Buncle solo aparezca de refilón. No significa eso que los peculiares personajes de los pueblos ingleses no vuelvan a parecer siempre en esa envoltura de inesperado humor y gran corazón que caracterizan a sus libros. Las hijas del vicario, mujeres divertidas e independientes que saben organizarse en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial cuando el campo se convirtió en el refugio de los que huían de los bombardeos en las ciudades.
– El misterio del carruaje de Fergus Hume, ed. dÉpoca
Clasicazo de la novela-problema inglesa de su primera época, que quizá alguno la leyera cuando a mediados de los noventa lo publicó Juventud con el título de El misterio del coche de punto. Si no fue el caso aprovechad para echarle una mano ahora porque es una gozada para todos los que disfrutamos de esos misterios de los inicios del mystery inglés.
– La música de la memoria de Xavier Güell, ed. Galaxia Gutenberg
Curioso libro este en el que se novela en primera persona la biografía de alguno de los grandes nombres de la música: Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, Liztz, Wagner y Mahler, todos ellos tienen su momento para esta recreación tomada por su autor como si realmente hubiera estado allí y supiera lo que pasaba por sus cabezas.
– Hombres buenos de Arturo Pérez-Reverte, ed. Alfaguara
Vuelve El Hombre. Ahora con más Real Academia.
– Génesis de Félix de Azúa, ed. Literatura Random House
Tras años alejado de la novela regresa Azúa con esta curiosa historia con dos tramas paralelas, una de la evolución del hombre desde su aparición en la Tierra, la otra de una viuda española en la Venezuela delos años cincuenta que va sirviendo de espejo de aquella otra.
– Adictos a El Crack de VV.AA, ed. Notorious
¿No es magnífico que se publiquen libros como este? Todos esos nombres de la portada colaboran con textos sobre una película absolutamente fundamental para el género negro español. Una fiesta.
– El productor accidental de Pau Subirós, ed. Anagrama
Historia en primera persona en la que los recuerdos de Subirós van explicando cómo se encontró de manera inesperada siendo productor de una película y teniendo que moverla también, mitad libro de consejos mitad autobiografía de un proyecto delirante. Una curiosidad en cualquier caso.
Si le meten más título necesitan ponerle una segunda portada. Por lo demás, parece bastante claro qué es lo que el libro ofrece y Sharon Smith es una escritora y activista bastante conocida, autora de una buena cantidad de libros, así que no veo necesario decir mucho más sobre él.
Es una rareza pero es nuestra rareza: La forma de alimentarse -tanto por subsistencia como por disfrute- de Gran Bretaña durante la época de la revolución industrial con los cambios esperables entre las distintas clases y las distintas relaciones (cambiantes, además) que tenían con la comida. A mí son estos los libros que me hace ilusión que se publiquen.
– Ja. La ciencia de cuándo reímos y por qué de Scott Weems, ed. Taurus
En serio, alguien ha intentado explicar científicamente el humor. O, mejor dicho, los procesos que llevan a que identifiquemos algo como humorístico y podamos reírnos con ello. ¡Bravo!
– Miss Fifty de Rosa Ribas, ed. Reino de Cordelia
De manera inesperada Rosa Ribas se descuelga con un libro -con ilustraciones de María Espejo– que podemos considerar como una rareza incluso para una autora tan atípica como esta. Un acercamiento a los superhéroes y las aventuras con una heroína con cáncer, conciencia social y cincuenta años. ¡Más rarezas, más!
– Todas las hadas del reino de Laura Gallego, ed. Montena
Para los jóvenes ha aparecido una nueva novela -dentro del fantástico, como suele ser normal en ella- de la popularísima Laura Gallego. Esperemos que la cojan con tantas ganas como sus anteriores obras.
– Hay un cocodrilo debajo de mi cama de Mercer Mayer, ed. Corimbo
Mercer Mayer parece tener un tema rondándole, hizo Los simpáticos monstruos y -sobre todo- Una pesadilla en mi armario y ahora nos llega con esta graciosa historia en la que un niño tiene miedo a ir a dormir y apagar las luces hasta que encuentra una solución que quizá no sea la esperada pero que desde luego es bastante ingeniosa. Una buena elección tanto por su humor como para tratar ese problema.
Parece mentira pero una semana más hemos llegado hasta el final. Parece difícil predecir si la que viene seguiremos igual o empezará a animarse la cosa. Lo que es seguro es que la llegada del juggernaut Dueñas será notado. Mientras tanto… ¡Nos leemos!