Una semana relativamente tranquila esta que termina. Por un lado no hemos tenido la clásica avalancha de novedades de la primera semana del mes, probablemente porque gran parte de esos títulos cayeron ya en la anterior, probablemente también porque las editoriales saben que es mejor tras esa primera semana anticipada apuntar a las últimas, más cercanas a la locura de abril. Pero, como de costumbre, que haya salido menos no significa que no haya novedades entre las que escoger. Más de una docena traemos aquí, y -como ocurre en este tipo de semanas- más curiosas que lanzamientos por bombazo de autor. Pero no os entretengo más, mejor echadle un ojo y…
¡Que entre la pila!
– Una dirección equivocada de Elizabeth Daly, ed. SiruelaDaly es menos conocida que otras contemporáneas pero no por ello peor. Quizá es el tiempo que ha pasado o que su Henry Gamadge -escritor y bibliófilo además de detective- protagonizó menos novelas que sus equivalentes. Lo importante aquí es que ¡POR FIN! se han animado a traerla para el público español actual. Una gran noticia y una de esas novelas con todo el estilo del Mystery inglés aunque fuera escrita y localizada en USA.
– Jurgen o la comedia de la justicia de James Branch Cabell, ed. Defausta
Mezcla de humor y fantasía, a un hombre le hacen que desaparezca mágicamente su mujer y él decide recuperarla. A partir de ahí un periplo por reinos fantásticos y criaturas míticas, con todo tipo de sucesos y -por encima de todo- con una búsqueda no solo de la satisfacción personal y el cumplimiento de sus deseos, también de la justicia. Más de treinta años hace de al última edición de este libro en España y aún parece increíble que todo eso se haya tardado en volver a poder disfrutar de Cabell.
– Ilustres raperos de David Foster Wallace y Mark Castello, ed. MalPaso
Por extraño que parezca han llegado dos novedades con David Foster Wallace a la vez. Con más que de porque en el primero de los casos es una larga entrevista con David Lipsky, la que acabaría dando lugar a la película, de modo que es más cosa del autor primero que de DFW incluso teniendo en cuenta que como buena conversación hacen falta ambos para poder entenderla y que el de Ithaca lleva la voz cantante en la conversación. En cuanto al otro, se trata de una colaboración temprana -¡de finales de los ochenta nada menos!- en la que explora junto a su entonces compañero de piso la historia, antecedentes y figuras más importantes del rap. Dos rarezas que han ido a coincidir, quién sabe si por azar o por movimientos de mercado, en la misma semana.
– El crimen del ómnibus de Fortuné du Boisgobey ed, dÉpoca
Otro clásico de la literatura negra, en este caso en el sector francés, con uno de los escritores de mayor éxito allí durante el siglo XIX. Pionero, además, en una vuelta de tuerca poniendo la clásica habitación cerrada en movimiento. Todo ello con un pintor como detective y una fecha límite acosándole… para entregar un cuadro. Un placer de descubrimiento y recuperación, una vez más.
– Me crece la barba de Gloria Fuertes, ed. Reservoir Dogs
Si el otro día hablamos de lo espectacular que era como libro el de Blackie hoy tenemos que decir que esta es, sin embargo, la Antología. Carente de nota alguna ni de más contextualización que un prólogo que a penas pasa de una página, estamos sin embargo ante unas doscientas treinta páginas que hacen un repaso por toda la obra poética de Fuertes y que casi se podría decir que sirve de complemento al que era precisamente el punto más flojo del otro volumen. Como si hubieran decido poner por un lado la obra y por el otro el contexto. Y si lo único que te interesa es la obra entonces no hay duda.
– Enviada especial de Jean Echenoz, ed. Anagrama
Echenoz siempre es una autor cuya carrera seguir. Más aún cuando regresa a los juegos de género, mezclando y amplificando los estilos y consiguiendo que la maquinaria pop, pulp y noir se convierta en pura efervescencia.
– Amor libre de Ali Smith, ed. Gatopardo
Relatos esta vez, relatos en los que Ali Smith habla del amor y del deseo, del sexo y de la liberación. Relatos no muy extensos -una docena en menos de 170 páginas- pero quizá por eso bastante afilados, como suele suceder con la escocesa.
– Tiene que ser aquí de Maggie O’Farrell, ed. Libros del Asteroide
N o sé si a estas alturas los juegos de O’Farrell pillarán por sorpresa a los lectores de la autora pero aquí vamos de nuevo, con cambios de narrador, con la inclusión de elementos aparentemente ajenos a una novela, con todo tipo de recursos que no al convierten en una obra más fácil pero que, quizá, la hacen un punto más interesante.
– Canción dulce de Leila Slimani, ed. Cabaret Voltaire
El Goncourt del año pasado llega en forma de thriller, una de esas historias que bien podrían emitirse en las tardes de un fin de semana pero que en manos de Slimani se convierte en un gran relato sobre la interdependencia, el capitalismo y la confianza.
– La cajita de rapé de Javier Alonso García-Pozuelo, ed. Maeva
No esperaba yo que un policíaco en el Madrid de mediados del S XIX fuera a ser un procedimental, pero resulta que sí, que seguimos a los policías de La Latina y junto con el contexto histórico de las intrigas cortesanas, los líos de los periódicos y las broncas culturales de la época, vamos viendo el desarrollo de una investigación y otras tareas realizadas por este cuerpo. Una historia sencilla pero no por ello menos interesante.
– Farishta de Marc Pastor, ed. Catedral
Una historia que con la intriga y la ambigüedad del fantástico habla del negocio turístico y su parte más oscura. Una obra en la que el aislamiento de una isla va dejándose notar en un muy baqueteado ya personaje principal. De modo que de la ambigüedad de la confianza aumenta la sensación de asfixia.
– El misterio de la vida de Jan Paul Schutten y Flor Rieder, ed. Maeva
Repaso de preguntas con respuestas de diferentes secciones -fundamentalmente científicas- para jóvenes inquietos. Y que sepan leer, que esto, incluso con ilustraciones, tiene bastante texto.
– Un nuevo caso para la agencia (Agencia de detectives núm. 2) de Jørn Lier Horst, ed. La Galera
Para un poco más jóvenes todavía y aún con más ilustraciones llega esta nueva serie de detectives prepúberes con un perro que se van enfrentando a casos a su medida como desapariciones inesperadas y malhechores malencarados. Todo lo cual me parece bien, faltaría.
– Podrías de Joana Raspall e Ignasi Blanch, ed. Takatuka
Concluimos la semana con una obra sobre diversidad y empatía, Un cuento que explica que hay mucha variedad de razas, procedencias y situaciones pero que en el fondo todos somos iguales y como tal tenemos que tenernos. Sobre todo cuando los que no son como nosotros lo están pasando mal. No es mal mensaje, diría yo.
¡Hasta aquí por esta semana! Otra vez variedad, otra vez sugerencias y autores. Si es que no será por falta de libros que echarse a la faltriquera. Y la semana que viene más, claro, que entre Margaret Drabble, Leo Perutz, Donald Ray Pollock, la publicación de La dama desaparece, el nuevo cómic de Riad Sattouf o la presentación de la editorial La Biblioteca de Carfax parece que tampoco vamos a aburrirnos. Pero eso será, como siempre, la semana que viene, mientras tanto… ¡Nos leemos!