¡Ahora sí que sí! He esperado hasta el último minuto para que entrara esa pedrea de títulos que no acababan de llegar bien por la distribuidora o por la editorial, pero que habían decidido salir aún en este 2017 que ya se acaba. Los últimos en llegar, sí, pero no por ello menos interesantes, que siempre hay de todo -y para todo-. Así que antes de mi tradicional Sark de Oro -que tendréis por aquí, como es costumbre, el día 1- y del no menos tradicional recuento del año -este año prefigurado en muchas cosas por cierto índice de recomendaciones, sospecho- aquí está la última vez que me escucharéis este año decir:
Estupenda esta recuperación de Pulpture, una historia de fantasmas o con fantamas pero, sobre todo, una oportunidad de que una reunión en lq ue se empiezan a narrar historias de fantasmas de un paso a convertirse en algo más. Y eso de la mano de una gan autora, que saca partido a las circustancias e historias de los diferentes participantes.
Cuando me recomiendan un título de ensayo con tanta pasión como este lo mínimo es intentar conseguirlo. Ha costado, que la distribución tiene lo suyo, pero aquí está. Una crónica de la primera guerra de los británicos en afganistas y del -merecidísimo- repaso que le pegaron al Imperio. Y, por supuesto, una gran historia contada con todo el estilo que la ocasión merece.
Uno de los cómics del año, y mira que se ha hecho esperar. Con múltiples niveles y una querencia por lo meta, esta historia adolescente y humorística sirve para que Zdarsky ejercite todos sus gustos y que nos ofrezcan un tebeo de los de siempre hecho como si fuera completamente nuevo.
Un libro que es una enciclopedia en si misma, una oportunidad de regalo incluso, con multitud de información, historias sobre los diferentes estilos y modelos e, incluso, un pequeño manga sobre su fabricación. Historia y técnica se reúnen para ofrecer una obra completísima para todos los aficionados a la cocina. Bueno… o a los cuchillos.
Tenía que acabar saliendo un libro sobre los múltiples émulos de Bruce Lee. desde los que tomaban un nombre artístico sospechósamente parecido a los del difunto, las película que imitaban las de este, o las que fingían que había algo suyo, los remixes y las reinterpretaciones creadas para intentar aprovecharlo en lo posible. De todos ellos trata este libro, que centrándose en algo tan concreto casi podría servir para explicar cómo funciona una buena explotación.
La persona que estuvo al frente de The Band y vió suceder muchas de las historias del rock americano de los sesenta y setenta ha escrito una de esas memorias de contarlo todo que unen la historia con el chisme, permitiéndonos asistir en primera persona a muchos momentos improtantes ofrecidos, claro está, desde su propio punto de vista.
Una breve historia de la animación modelo stop-motion durante la primera mitad del S XX y algunos años del anterior. Bastante completa, indudablemente documentada y, en general, muy interesante para comprender y acercarse a aquella manera de hacer cine.
Completísimo repaso por las creaciones artísticas que acompañaban a los lanzamientos de Atari, tanto como por aquellas que servían para crear las obras. Además, por supuesto, de las propias creacciones electrónicas -sobre todo, pero no solo, en hardware– e, incluso, entrevistas. Todo lo necesario para ofrecer un regalazo para todos aquellos que recuerdan con cariño la compañía.
Pop-up pequeños, minimalista incluso, y casi mudos que, sin embargo, van narradon una historia con el paso de sus páginas. Además de muy bonitos, claro. Y muy coloridos, que también ayuda. Si tenéis oportunidad echadles un ojo a su interior.
Una de las maneras de notar que algo es un éxito es que aparezca material relaciona. Como estos cuadernos que, con una historia de fondo, van presentando pasatiempos, actividades y pegatinas. Lo que rellena un hueco para los que quieran ofrecer algo más de las Princesas Dragón y ofrece, además, un punto de entrada por estos entretenimiento hacia los libros. Pues bien.
Las historias, con dibujos del gran Benji Davies, del pato y el oso son casi aproximaciones a los looney toones. O a los payasos clásicos.. Un personaje serio que quiere hacer algo y uno alocado que no se lo permite sin que el primero acabe de entender cómo ha podido suceder. Muchísima diversión, ninguna lectura moral y un tema de fondo que en este caso es el de los afectos. Una gran manera de acabar el año.
¡Hasta aquí hemos llegado! Como decía arriba del todo, el próximo día 1 podréis echar un ojo al repaso y a los Sarks. Mientras tanto tenéis todas las pilas que se han ido acumulando durante el año si queréis hacer un repaso a lo que nos ha dado desde enero hasta ahora. Que no ha estado -nada- mal. Y, como siempre, os animo a regresar aquí cuando las cosas vuelvan a ponerse en funcionamiento. Sea eso cuando sea pero, si tengo que adicinar, sopecho que el 13 de enero. Según se porten. Mientras tanto, y como siempre, ya sabéis… ¡Nos leemos!