Que semana extraña esta. Sólo series estadounidenses. Y ninguna protagonizada por una mujer. De hecho, lo más cercano a que no estén protagonizadas por un señor blanco es una que protagoniza una llama. Que no digo yo que esté relacionado, claro. Pero en fin, eso. Vaya semana. Se estrena, por ejemplo, The Alienist (USA) que adapta veintitantos años después, la exitosa novela sobre un investigador y un asesino que pareciera jugar con él para demostrar su inteligencia aunque le limite su locura. Esto que fue un éxito en los ’90 a estas alturas nos suena a cada miércoles, al menos mientras no cambien de día Mentes Criminales.  Por supuesto aquí tenemos también la recreación de época y a los actores y todo aquello. Pero me temo que hay poco que destacar. No es que esté mal, claro, es simplemente que tiende por un lado a lo rutinario y por otro a intentar llamar nuestra atención agitando paños más que conocidos. Sí, lo hemos cogido, burdeles, desnudos femeninos y violencia, muy adulto todo. *suspiro*

Lo bueno de Counterpart (USA), más allá de la trama de universos alternativos, espionaje y dobles, es J.K. Simmons. Realmente espectacular de manera minimalista, Es una suerte que le tenga la serie porque es lo que marca la diferencia entre una historia que parece más interesante de lo que va luego mostrando, así que lo que acaba logrando que quieras ver el siguiente episodio es precisamente él. Y lo consigue.

Sí, Llama llama (USA). Para que veáis que no os miento. Otra cosa es el interés que pueda tener. Está basado en unos libros infantiles, así que lo mismo para los fanes. Pero la verdad es que ni la animación ni la historia parece muy complicada. Netflix y sus series infantiles, ya sabéis. En fin, al menos es algún tipo de cambio.

Hay que reconocer a Mosaic (USA) las buenas intenciones. Y algunos buenos actores. Lástima que este experimento a partir de una aplicación / juego de detectives acabe pareciendo una sucesión de cinemáticas. Entiendo que jugado será mucho más interesante, pero aquí no está ni en modo ver jugar a otros. Por suerte el buen hacer de los mencionados actores -sobre todo la muy escasa Sharon Stone, y, por supuesto, Beau Bridges- y del director -esto es, Steven Soderbergh– logran que merezca la pena darle un tiento, incluso aunque vaya perdiendo fuelle en cada nuevo capítulo. Pero, mira, precisamente el piloto acaba siendo el más interesante.

Es difícil lograr algo como lo que hace The Resident (USA), que nos suene TODO a sacado de otros sitios. En un año en el que, sabrá ROB! por qué, The Good Doctor es el pelotazo de USA se estrena esta serie que parece haber robado personajes y actitudes directamente de Scrubs y House y haberlas metido en un entorno de Anatomía de Grey para que las tramas que podrían haber sido descartadas por flojas en Urgencias o Chicago Hope. Supongo que hay que rellenar de contenido la televisión, y me alegro enormemente de que Emily VanCamp tenga un sueldo fijo, pero más allá de esas caras conocidas poco hay que se me ocurra pueda hacer recomendable esta serie.

Aunque hay que reconocer que han sabido dejar lo peor para el final. Porque esta Waco (USA) poco tiene que ofrecer más allá de una apología del pelucón. Ni los actores parecen estar muy interesados, ni el guión muy trabajado ni, en general, da la sensación de que a alguien le importara cómo acabara saliendo la cosa esta. Quizá sea una metáfora de las sectas, pero hacer una serie así de cualquier manera… Pues no sé yo. Si seguro que se pueden contar cosas interesantes. Qué digo, si es que el episodio de AHS es más interesante que la cosa esta. En fin. A ver la semana próxima.