Reconozco que este Astronomy Club (USA) es más depurado de lo que esperaba. Supongo que porque cuando hicieron el programa en Comedy Central estaban más verdes o algo. Pero ahora están aquí. Con un tema central mejor -una suerte de parodia de Reality– y con sketches más elaborados. Y cortos. Lo suficiente como para que puedan ir pasando si alguno no acaba de funcionar del todo. Así que parece otro ejemplo del pequeño renacimiento de los programas de sketches que estamos viviendo este año. Sobre todo cuando es con perspectiva de raza como aquí. Así que a ver si continúa la tendencia en crecimiento.
De entre las cosas que no esperaba yo ver por
Netflix estaba una telenovela coproducida con
Caracol, pero aquí están
Los Briceños (O) (CO), una historia tirando a clásica excepto en que está situada en el mundo de los camioneros. Aunque posiblemente no los que tú crees. Por lo demás, están casi todas las casillas de personaje y sorpresas, al menos para un piloto. Lo que no sé yo es si me veo con mucho ánimo para ver muchos más capítulos de esto. Pero supongo que en
Netflix andan con ganas de hacer pruebas. Que me parece una buena idea, por supuesto.
Parece que
Clifford (USA) -el perro gigante rojo- sigue siendo un personaje querido por los niños o, en su defecto, por los grupos de ejecutivos que encargan series buscando personajes conocidos. Sea como sea aquí está su nueva serie, con un estilo de animación diferente -aunque quiero creer que deliberado- y todas sus tramas sencillas para los más pequeños. Que, supongo, es de lo que se trataba todo esto.
A favor de
The Moodys (USA) está que es una serie sólida, realizada con la mezcla razonable de humor y drama que viene bien en esta época, y que tiene un reparto más sólido de lo que cabría esperar. En contra… que cualquier que haya visto la creación original de los
Jungleboys hace un lustro para la televisión australiana ha visto una versión mucho más mejor, más desmadrada, con intérpretes quizá no tan profesionales pero sin duda mucho más divertidos, capaces de transmitir espontaneidad, que lo que aquí se nos presenta. Pero si habiendo visto aquella esta parece OK es que tan mal no estará. Así que supongo que a los que no la hayan visto les parecerá más que aceptable. En cuyo caso… ¿habéis pensando en echarle un ojo a la australiana?
Me encantaría poder decir algo bueno de
Reprisal (USA), pero me temo que está más encantada de haberse conocido que interesada en contar algo de una manera que no sea morosa y derivativa, recreándose en lo que parecen decisiones estilísticas porque no se me ocurre otro motivo para conceder tanto espacio y tanto momento de fotografía e iluminación a según qué cosas. En fin. Una lástima, porque con la premisa daba para bastante más.
Este año parece que
Netflix quiere probar a ver si puede convertir las películas navideñas en series navideñas. Y dentro de esa tendencia está
Home for Christmas (O) (NO), serie Noruega en la que una mujer hace una de esas cosas de las comedias románticas pero, además, poniéndose un límite temporal en navidad. A partir de ahí ‘
navegar la vida sentimental en el Siglo XXI‘ blablabla… Yo qué sé. Estas cosas tienen su público, pero no soy yo.
Más amable que divertida,
Triad Princess (O) (TW) podría ser otra agradable mezcolanza surcoreana si no fuera taiwanesa. La premisa es más excusa que otra cosa y lo que sucede a continuación sirve más para colocar personajes y hacerles interactuar que para crear una trama real. Pero, bueno, mientras sea para hacer series como está, que nos ofrece algún cambio -sin volvernos locos- con lo tradicional, por mí vale.
De todos los barcos que hicieron zarpar los cantos de éxito de
Serial quizá este
Truth Be Told (USA) sea la versión televisiva más exitosa. Que tampoco era muy difícil.
Octavia Spencer está bien -podría haber estado mejor, pero bueno, hay capítulos por delante- y la historia da la sensación de ser una de esas cosas que los ingleses hacen cuatro veces al año, pero viendo el nivel general de
Apple+ ya es algo de agradecer. Me temo Que no es algo muy alentador, pero es lo que tengo. Quizá en un par de capítulos llegue hasta coger ritmo. Quizá.
Una cosa que no deja de sorprenderme es que con todo lo que respeto al
Tim Minchin autor de canciones y musicales su labor televisiva siempre me deja más que frío. El último infortunio en aparecer ha sido
Upright (AU), que podría haber sido incluso extensión de algunos de las últimas series en las que ha participado. El resultado final es algo tantas veces visto que resulta curioso que se siga haciendo. Un par de personas acaban en mitad de la casi-nada por unos motivos concretos. Tienen que seguir viajando entre penalidades y desconfianzas mutuas. A partir de ahí una aproximación más cercana al drama de toda la vida que a algo mínimamente creíble. No sé, la verdad, ni para qué se molestan.
Estoy seguro de que hay un buen motivo por el que
Netflix ha estrenado la adaptación del cómic
V Wars (USA), generalmente diría que es por dinero pero aquí ya no sé. ¿Hay un montón de fans de
Ian Somerhalder que reclamaban verle haciendo algo de vampiros? Quizá. ¿Estoy entre ellos? Definitivamente, no. Ni cerca. Ni remótamente cerca. En fin, espero que alguien llegue alguna vez con una idea original para hacer una serie sobre vampiros, porque como haya que esperar a esto…
Aquí, en
Virgin River (USA), está yendo más allá de hacer lo de
Hallmark yéndose directamente a
Harlequin. ¿Por qué adaptar una serie de novelas cortas de la famosa marca. Supongo que porque la gente también tiene derecho a sestear algo los fines de semana.