Empiezo a notar una tendencia en Netflix a adaptar cómics sin hacer mucho caso a su fuente original. Que no digo que sea mala idea porque en el caso de I Am Not Okay With This (USA) tampoco es que el cómic original fuera a servir demasiado. Así que el resultado no es gran cosa, pero creo que eso ya es algo.

Se ve que no teníamos suficientes series juveniles esta semana y aquí llegó Desenfrenadas (O) (MX) para montar una especie de remake de todas esas obras de grupos de amigas que tiene el viaje de sus vidas. Suspiro.

Una reunión familiar, una viuda con una nueva relación, un cerro de secretos de familia, en fin, que Flesh & Blood (UK)podría haber sido un drama familia. Que, de hecho, lo es. Pero, claro, como también hay un cadáver. Sí, eso cambia las cosas. Sobre todo porque el peso de la acción lo lleva Imelda Staunton que está esplendorosa, y la secunda Francesca Annis que está magnífica. Ya solo por ellas dos merece la pena la serie, y no es que no haya más actores magníficos -ahí está Stephen Rea– pero solo con ellas dos se podría haber montado esto incluso como obra de teatro. Es una alegría seguir encontrando obras así.

Una influencer explicando la utilidad de sí misma porque toca a otras mujeres en sus vidas para… mira, yo qué sé, lo único bueno que puedo decir de Followers (O) (JP) es que cada vez que veía el nombre pensaba Tuiters. El resto es un poco como de película autojustificativa que podría llamarse El Día de San Internete o algo así. Al menos no sale un popurri de actores medioconocidos estadounidenses.

Ah, el viejo intento de que si se hace un mockumental con actores reales y muchos cameos de amigos famosos esto podría funcionar, lamentablemente Meet the Richardsons (UK) llega como veinte años tarde y sin demasiadas ideas. Es una lástima porque seguro que alguien podría haberlo intentando de alguna manera. No sé quien, pero alguien. Una persona más sensata hubiera buscado darle una vuelta como en Doll & Em o en I’m sorry. En fin, que lo que tenemos es esto. Supongo que por eso está en Dave.

Un estreno más de Netflix, esta vez Queen Sono (O) (SA) que me hace pensar dos cosas, la primera es que es una suerte la estrategia global porque nos permite ver estrenada el mismo día una novedad de género negro sudafricana, la segunda es que el actual modelo de producción de Netflix es lanzar muchas series contra la pared y esperar que alguna se pegue. Porque la idea detrás no es muy original pero tampoco suena mal, pero la forma de llevarla a cabo, morosa y tirando a torpe, le quita gran parte del encanto posible.

Mientras tanto en Canadá tenemos Transplant (CA), el clásico drama médico cuyo giro es que el doctor principal es un inmigrante sirio que trata de construir una nueva vida en un nuevo país. Por lo menos lo han intentado, aunque en el fondo sea ponerle collares nuevos a los mismos perros de siempre.

Seguimos en Canadá porque el clásico Policías Polis llega en nueva versión con Tribal (CA), investigación dentro de las reservas pero con compañeros de actitudes contrapuestas. Quizá un poco menos ridículo de lo que podría decirse, así que al menos sirve como forraje policíaco.

En la línea de los giros y reinterpetaciones llega este ThunderCats Roar (USA) que apuesta por un acercamiento más estilo el de los Titans. Quizá le falte algo de su encanto pero, bueno, son los ThunderCats, así que tampoco podría decir que vaya a ser su peor encarnación.

Ah, sí, Tyler Perry sigue haciendo sus cosas de ser Tyler Perry, ahora con una serie propia en Nick llamada Tyler Perry’s Young Dylan (USA) que podría ser su equivalente a Todo el mundo odia a Chris en tanto a que junta lo peor de esa serie con… no voy a decir lo peor de Tyler Perry pero, desde luego, está lejos de incluir sus virtudes. Así que diremos que el Tyler Perry promedio. ¿Cómo ha acabado Nick en esto? Esa sí sería una historia que me gustaría ver convertida en serie.