O una charla, según.
Sí, 2020 fue muy mal año. Y no sé lo que nos espera en 2021, pero sí os puedo decir una cosa: Creo que lo que mejor puedo hacer es poner el contador a cero.
Sí, tengo una enorme -muy enorme- cantidad de post con apuntes o a medias o casi nada. Porque se han seguido estrenando series, porque han seguido llegando libros, porque la vida -aunque diferente- ha seguido pasando.
Pero desde que empezó el desconfinamiento el atropello vital me llevó a centrarme en tirar adelante con el trabajo antes que con esto. Lo primero es lo primero y este blog no deja de ser un ‘al cabo nada os debo’. Así que no sé o no creo saber cuándo podré subir lo que quiera que suba. Tampoco sé cuando saldrá este año lo de los Sarks de Oro. O lo de las películas. Al fin y al cabo Canino, su casa desde que empecé a hacer lo de los locurones -bendito Tones, las cosas en las que le lío-, ha sido una de las bajas de ese aciago 2020.
Me gustaría que fuera hoy, por supuesto, pero no puedo prometer nada.
Sólo que seguiré intentándolo. Es decir, a ver si a partir de este viernes 1 de enero podemos ir recuperando al menos las series y los libros ya que todo lo demás que escribía parece que no va a haber posibilidad de lograr. Ya sabéis, hasta que las cosas vayan mejor y mientras los apoyos lo permitan.
No sé si alguna vez se recuperarán todos aquellos meses perdidos, o si un día me dará la ventolera y publicaré los borradores tal y como están.
Pero esto es lo que hay.