Por lo visto las mascotas -o lo que sean- de Line tienen a seguidores esperando sus historias. Yo qué sé. Lo que sí puedo contar es que en Netflix les han dado un hueco como Brown and Friends (USA) para contar sus historias animadas y mudas -de aquella manera, pero mudas- que ofrecen pequeños cortos con esas aventuras con un punto de humor y otro de giros en los que no dejan claro para qué edad van dirigidos. Probablemente porque así a cada edad le puede ir lo suyo. Pero bueno, supongo que lo que más importa es que son monos.

¿Existe el Isekai brasileño? No os preocupéis, que aunque O Cangaceiro do Futuro (O) (BR) pueda llegar a parecerlo lo último de Netflix en realidad está más dentro de Un yanqui en la corte del rey Arturo que de John Carter.  Un… vamos a decir desdichado viaja hasta el pasado del golpe que le dan. Allí es confundido con un bandolero famoso, un cangaceiro que lo llaman ellos, uno de los más famosos de ellos: Lampião. (Que sospecho que lo mismo os suena más su pareja, María Bonita, pero vaya) . A partir de ahí, igual que antes, se supone que hay momentos cómicos por este pobre hombre, la situación y etc. A mí me ha costado incluso terminar el capítulo porque la parte en nuestro mundo, la manía de mostrar miseria y degradación y todo ese gusto por el ‘chunguismo‘ -que ni de lejos llega al nivel máximo habitual de cosas como Cerdita, digamos- no me ha hecho gracia nunca. Pero bueno, al menos hay algo de historia que se puede aprovechar o algo, supongo. Porque vaya tela.

Adaptación de, por lo que veo, un manga esta vez, Gannibal (O)(JP) logra mantener un aire a misterio entre el terror y el suspense, no es que resulte un principio realmente original (un policía caído en desgracia llega a un pequeño pueblecito de gente que parece excéntrica pero inofensiva, hasta que empiezan a suceder hechos extraños que, en realidad, están desde el mismo origen de su llegada. Unos mimbres con los que se puede hacer desde Hot Fuzz a Wicker Man) pero sí que se realiza con suficiente mano como para quedarte con ganas de saber por dónde van a tirar a continuación. Incluso aunque parezca que hay un problema de, mínimo, canibalismo que muy probablemente lleve a algún recoveco de paganismo porque estas cosas es como funcionan. Pero, oye, bien, que también hay veces en las que esto es lo que hace falta.

Esperaba una historia al uso en The Glory (O) (CS), quizá algo de venganza con mucha mirada y mucha cosa. Pero resulta que lo que me he encontrado es bastante más excesivo, no solo en la parte gore -que también, lo que sufre la protagonista es violencia física, incluso sexual, no es un ‘bullying’ de hablar mal a la gente, igual que lo suyo no es una venganza de hundir la empresa-, también en personajes e interpretaciones en los que uno podría ir pensando en Mirna Loy en Trece mujeres, pero se encuentra a Itatí Cantoral full Soraya Montenegro al grito de Maldita Lisiada. Y aún me sorprende que no sea un slasher directamente. Y eso que el piloto es poco menos de presentación y contexto. Si además los capítulos fueran un poco más cortos y tuvieran que meterle aún más caña a las mil cosas que pasan en cada uno sería ya lo que faltaba. En fin, ¡sorpresas hasta el final!

Llega ahora Disney con una nueva serie surcoreana para cerrar el año, no nos fuéramos a quedar sin ellas, se trata de Kajino (O) (CS) o Big Bet, tanto da, y nos presenta un magnate del juego -o un estafador del juego, es difícil saberlo sobre todo porque es difícil distinguir ambas cosas- metido en un asesinato misterioso que le amenaza como sospechoso. Así que tenemos otra de esas obras mitad organización criminal, algo de thriller y, como pasa a veces con los surcoreanos, con un intento de que el humor -cierto humor- y una mezcla entre seguridad en si mismos y sobradez les permita salir con bien. Y si lo hubieran conseguido quizá hubiera estado bien, pero lo cierto es que los saltos, la falta de una línea clara y, en general, lo poco interesante que es todo PESE a que haya una acusación por asesinato por medio, logra que los 45 minutos se vuelvan eternos. No creo que fuera este el ‘plomo’ del que hablaban, pero es el que nos han dado.

No sé cómo se las ha apañado Marie Antoinette (UK) pero he tenido que ir a mirar que esto no lo hubieran hecho antes. Y no, resulta que es una novedad. En el sentido de que lo acaban de estrenar, porque en el resto de sentidos está claro que saquea multitud de fuentes -la película de Coppola y la serie de The Great, fundamentalmente- para montar una obra que supongo que tendrá su público -especialmente el de las dos obras anteriores- pero que puedo asegurar que no soy yo. Qué le vamos a hacer.

No estoy yo como para darle mucho a esto, pero bueno, lo de ser el espectador, supongo. Porque en realidad Mayflies (UK) es una adaptación en dos capítulos -la más mini de las minis, ya sabéis- que la BBC ha hecho del título del mismo nombre que va sobre amistad, muerte y duelo. Supongo que si os apetece una buena llorera es toda una opción. Como decía, ahora mismo no, muchas gracias.

Genérico de misterio inglés con guarnición de telenovela australiana, la receta de Riptide (UK) es muy sencilla y funcional dentro de lo necesario. Es cierto que en algunos momentos se echa de menos una pausa dramática, cortinilla musical y mirada a cámara. Pero qué le vamos a hacer, esto es lo que es y bien que funciona así.

No acabo de entender este Treason (USA/UK) porque parece que juega a ser un thriller político y de espionaje inglés, pero lo hace de la manera más estadounidense posible. Con lo que ni funciona en un lado ni en el otro. La falsedad de lo que se nos muestra, el puro plástico de lo que nos ponen delante, hacen que echemos MUCHO de menos a Jed Mercurio. Es verdad que ha sido un año en el que hemos visto distintos intentos de acercarse al modelo como Trigger Point o The Control Room, pero me temo que este que nos ocupa es el peor intento precisamente porque se le nota que los americanos, con sus ideas americanas de cómo se hacen las cosas, están detrás de esto mientras algunos ingleses intentan mediar. En fin, sospecho que sería más entretenido el conocer cómo fue la producción de esta serie que estas historias que vemos en las que se chantajea a políticos con cosas que ya hemos visto que no pueden dar más lo mismo al público.

Los thrillers ingleses tienen una serie de temas y vueltas, hubiera jurado que este de Without Sin (UK) que ha estrenado ITVX lo hemos tenido no hace tanto al menos un par de veces. Una mujer que no ha superado la muerte de su hija, un hombre que asegura que es inocente. y cómo la duda devora a la primera mientras el segundo intenta recomponerse. Luego ya algo de investigación y esas cosas, pero está claro que el tema central son estos dos personajes, algo a lo que saca especial partido Vicky McClure para dar uno de esos recitales tan ingleses. Y el resumen es ese, es una buena obra pero nos conocemos casi todos los trucos que hay dentro de este modelo desombrero.

Cuando digo eso de «Está claro que no soy su público objetivo» nunca tengo muy claro si parece cosa mía o suya, pero tengo muy claro que la fantasía mas-o-menos épica es una de esas cosas que me inducen sopor y este The Witcher: Blood Origin (USA) me ha resultado especialmente soporífero. Ni los actores, ni la historia que me quieren contar, ni el que lleguen a aparecer hasta dos versiones de Jaskier / Joey Batey, me importan gran cosa. Lo positivo del piloto de la serie original ni se ve ni se encuentra. Supongo que en Netflix suficiente problema tienen con la serie madre como para no intentar arreglarlo por otro lado pero acaba sucediendo como con el resto de los spin-offs que hemos sufrido este año, desde lo de los anillos a lo de los dragones. Vivimos en un mundo en el que la puerta de entrada es la marca de la propiedad que hace que piquemos por allá, visto que el antiguo sistema de estrellas y de productoras ya no parece tener demasiado peso. El problema es que estas cosas solo devalúan también las marcas de las propiedades. Aunque supongo que, como tantas otras cosas en el capitalismo, eso ahora mismo no es algo que les importe gran cosa.