¡Libros que Salen! Oseman, «El café de las leyendas», Hašek y más

¡Que entre la pila!

El café de las leyendas de Travis Baldree, ed. Roca

Un mundo de fantasía, de aventuras y magia, de luchas y… bueno, os hacéis a la idea. Pues ahí tiene lugar la acción. Solo que es un café. El del título. Sí, porque Viv, una espadachina orca, ha decidido retirarse de las aventuras y montar un café. No será sencillo, pero reunirá a un equipo propio, que le enseñará a funcionar de una forma distinta a la vida de aventuras. Y sí, esto es exactamente lo que parece.

Este invierno de Alice Oseman, ed. Cross Books

Una nueva historia de Nick y Charlie. Tras la salida de Charlie de su internamiento llegan las primeras navidades, una fecha complicada siempre que será un poco más complicado este año. Aunque al menos sabe que Nick estará ahí. Porque esto no deja de ser sino una peli de navidad dentro del universo Heartstoppers.

Mi tienda de perros de Jaroslav Hašek, ed. La Fuga

Jaroslav Hašek es uno de los grandes maestros centroeuropeos, autor de Las aventuras del buen soldado Švejk y siempre con una mirada guasona, tanto es así que a su fallecimiento se intentó recopilar su obra. No pasaron del primer volumen -este que veis- pero ya tiene mérito, porque recopila sus relatos anteriores a la Primera Guerra Mundial. Relatos variados, siempre humorísticos.

La llave maestra de Bernard Capes, ed. Who Editorial

Un clásico de 1919, publicado póstumamente, con una joven criada asesinada, múltiples sospechosos y un trío de personajes (un noble, un trotamundos, un policía) que hace evolucionar la novela más allá del quién lo hizo hacia los conflictos éticos y morales. Porque a veces los murder mysteries clásicos también sirven para estas preguntas.

Miradnos bailar de Leila Slimani, ed. Cabaret VoltaireHasta cierto punto es continuación de El país de los otros en tanto en cuanto que continúa narrando la vida de su matrimonio protagonista. Pero también podemos verla como una obra propia, en la que un matrimonio de mediana edad se sigue estudiando, él en su establecimiento en la sociedad, ella en su convencimiento de que ha echado su vida a perder. Como siempre, con la pericia de Slimani para este tipo de situaciones.

– Belascoarán Shayne, Detective II de Paco Ignacio Taibo II, ed. Reino de Cordelia

La semana sigue con el segundo y último -supondremos que de manera permanente, pero a saber- recopilatorio de las novelas de Belascorarán Shayne. El peculiar y sufrido investigador de Paco Ignacio Taibo II que, siempre con un punto de humor, iba ejerciendo en México.

Bluff. La muerte de un dibujante de René Parra, ed. El Nadir Un libro casi académico, pero sobre todo divulgativo, en el que se habla de un autor no tan recordado que estuvo metido en un proceso judicial que acabaría con su posterior asesinato por el régimen franquista. Una historia interesante que es puesta en contexto.

Escribir contra los hombres. Cartas I de H.P. Lovecraft, ed. Aristas MartínezSupongo que habrá a quien le interese saber que se han comenzado a publicar -una selección de- las cartas que escribió. Probablemente su producción literaria más numerosa.

Carne/ Caza/ Aves de Tommy Myllymäki, ed. Col & ColEn Col and Col continúan con su colección de cocina de autor con el chef sueco Tommy Myllymäki que nos presenta Carne/ Caza/ Aves en el que da consejos tanto de los instrumentos como de las elaboraciones además, por supuesto, de una serie de recetas.

Setas en el arte botánico de Toshimitsu Fukuharu, ed. Libros del Zorro Rojo

Lo creáis o no, este libro ofrece exactamente eso, más de doscientas ilustraciones que naturalistas -fundamentalmente europeos y japoneses- realizaron de distintas setas y hongos durante los S XVIII y XIX, y recopiladas por el experto -en hongos- Toshimitsu Fukuharu.

El comisario Spada de Gianluigi Gonano y Gianni de Luca, ed. Ponent Mon

Ha costado, pero parece que este clásico del cómic policíaco italiano ha llegado por fin en esta edición integral a España. Una obra de fondo criminal pero de estilo muy moderno, que explota precisamente en la fricción entre esa parte clásica y realista con unas intenciones en la ilustración que esperamos sean bien recibidas.

La jugada final de Jennifer Lynn Barnes, ed. Molino

¡Llega el final de la trilogía de la Herencia Hawthorne! Excepto que quizá no lo sea, porque con los Hawthorne nunca se sabe. Esta tercera parte es un tanto distinta a las dos anteriores, pero sigue mereciendo la pena montar en esta atracción.

La última bruja de Jara Santamaría, ed. B de Blok

Tras el éxito de Los dioses del norte toca nueva saga de Jara Satamaría. En este caso una nueva historia juvenil que trata -claro- de brujas en un mundo en el que la magia se está acabando… y cuando se termine nada bueno pasará.

Pati es supersimpático de Kaye Umansky y Ben Mantle, ed. Bruño

Todo el mundo puede tener un mal día, esa es la historia. Con unos divertidos dibujos surge esa historia en la que se habla de que la gente puede tener fuertes sentimientos, dejar caer historias sobre salud mental y tratar de recordarnos de que muchas veces solo vemos una fracción de lo que ocurre.

¡Zas! de Volker Schmitt y Màriam Ben-Arab, ed. Bindi Books

Una joven encuentra en la playa a un gigantón amnésico, con un tatuaje, sin una pierna y con una descuidada barba pelirroja. Así que decide que es un pirata. Ese será el inicio de una gran cantidad de aventuras en las que la imaginación tendrá una parte tan importante como los piratas.

Don Cangrejo Diminuto es un cangrejo muy limpio de Paula Bowles, ed. Picarona

Un álbum encantador con un mensaje medioambiental y unos estupendos y divertidos dibujos. Echarle un ojo al interior es encontrar motivos para justificar leerlo y buscar a alguien a quien regalárselo.

Nos leemos


En una mano, en la otra mano… Algo así puedo decir de Beyond Paradise (UK) que tiene entre lo bueno a Kris Marshall y un estilo de Cozy Crime sencillo y agradable, y en la contra que está luchando con el hecho de ser un spin-off de Death in Paradise, uno de los mejores ejemplos de esto. Y pierde. No porque lo otro lleve años en antena sino porque lo que se han montado aquí es un genérico de serie a la que le falta tres de los ingredientes principales: – Una narrativa más whodunit de ‘estos son los sospechosos’ y menos procedimental, – Un interés mayor por la trama principal que por las subtramas, – Gente de color. Estamos ante una de las series más blancas (y blandas) que he visto en la televisión inglesa en años. Y si quieren ir por ahí más les vale también buscar algún giro interesante, porque aquí se lo han olvidado. Es una lástima porque precisamente la televisión inglesa hace este tipo de serie de manera regular y aquí queda por debajo de Shakespeare & Hathaway, Agatha Raisin, McDonald & Dodds, Queens of Mistery, Midsomer Murders, Hamish Macbeth, Pie in the sky… ahm… de demasiadas series con ese punto de pueblo pequeño y un poco de humor. Podría ser peor, sin duda, y Marshall hace -de nuevo- un gran trabajo, pero más le vale que se pongan las pilas porque este es el tipo de serie que desaparecería sepultado en el catálogo de Acorn o BritBox.

Un batiburrillo con School of Rock, Rebelde Way. High School Musical o Glee en su centro, pero incluso peor, este El club de los graves (O) (CO) retrasó dos meses su estreno. Y pocos han sido. No quiero saber cómo estaba esto hace dos meses. En fin, lo de siempre, gente que quiere vivir de la música y lo llevan dentro, malos de cartón piedra, decisiones completamente ridículas sobre grupos musicales… todo eso no tiene demasiado sentido fuera de una serie de Disney y que aquí intenta contar con el tirón que Carlos Baute se supone que tiene. El problema es que Baute no es Jack Black. Y la serie es… pues lo que es, un amasijo.

No sé qué esperaba realmente de The Company You Keep (USA), pero sé que no esperaba esta especie de historia que se supone que va de timadores e investigadores pero está hecho como con descartes. No ya porque Milo Ventimiglia haga el peor papel de su carrera -que lo es, parece un recién graduado de la Escuela Joey Tribbiani de Interpretación-o porque todos los papeles parecen interpretados por la tercera opción -en el mejor de los casos-, es que logran hacerlo todo tan aburrido, recrearse en exceso en chorradas en la parte romántica, hacer de cualquier manera la parte de timos, no hacer nada con las investigaciones, mostrarnos un… en fin… lo que sea que sea la prestamista. Resulta ridículo de por si, resulta mucho más ridículo si conoces la serie coreana original y ves cómo han intentado hacer una cosa muy distinta, más cercana a Ladrón de Guante Blanco. Excepto por la calidad del reparto, los guiones, las interpretaciones… En general todo es un error. Empezando por ver esta serie.


Lo mejor que puedo decir de The Consultant (USA) es que está claro que Christoph Waltz se lo pasa en grande. Lamentablemente también es casi lo único bueno. Porque este personaje, que no llega ni a fáustico aunque si a diabólico, parece estar en una serie muy distinta a la de los demás. El rutinario pseudo-thriller empresarial-tecnológico -por decir algo- que parece hecho por un vago imitador de Michael Crichton. Bueno, también parece que imita a más gente, claro, porque si por lo menos fuera una imitación de Crichton podría llegar a estar bien. Que en realidad lo que adapta sea un libro de Bentley Little tampoco debería de sorprenderme… excepto porque se supone que Little escribe terror y de eso… en fin… Pero bueno, quedémonos con lo bien que se lo ha pasado Waltz, como Nicholson en sus más despendolados tiempos. En serio, interpreta a un personaje llamado Regus Patoff. Reg. US Pat Off. En serio. Ojalá el guión no fuera papel mojado, porque se merece algo mejor.

En un nuevo ejemplo de actor intentando salvar una serie, sin conseguirlo -claro-, está vez es Amanda Abbington la que intenta que Desperate Measures (UK) no sea el desastre que es. Teniendo en cuenta que el problema principal es que desde el inicio de la historia a los distintos giros no hay nada que suene plausible -es decir, quizá alguno de los problemas sueltos podría haber funcionado, todo a la vez parece cachondeo- el esfuerzo es notable pero el resultado final no merece la pena.

Lo malo de Liaison (USA) no es que no sepa lo que quiere ser, es que además no le importa. Probablemente porque alguien pensó que podría ir cambiando temas, tonos y fondos. Y es cierto que es algo que podría suceder… Pero no en esta serie. Aquí las partes de acción parecen desganadas, las partes de espionaje rutinarias y las partes románticas… no me hagáis hablar de las partes románticas. Hasta el punto de que podría ser una fabulación de alguien como el protagonista de Paul T. Goldman. O, más probablemente, de su protagonista, un Vincent Cassel horroroso, absolutamente insoportable en cada una de esas facetas, encantadísimo de haberse conocido hasta niveles que hacen que el Vin Diesel de F&F parezca un humilde jugador de equipo. Apple TV no suele cagarla, pero está claro que cuando lo hacen es a lo grande.

Si pensabais que con una mala serie musical adolescente íbamos a tener suficiente esta semana lamento comunicaros que también se ha estrenado Melody (O)(AR) que incluye a una familia en contra de la decisión de la carrera musical, una especie de conexión mística, una madre desaparecida y, en fin, la decisión de cantar en el metro. Ninguna de las cuales es especialmente interesante, novedosa o pega con las otras. Así que podemos tomar esto como un intento de Warner Música para lanzar a una -¿o dos?- cantantes. Con la sutileza de un zambombazo, y un sentido musical similar.


Este espanto de Der Schwarm (O) (AL) (Cop. con AU/BE/IT/SU/FR/JP) o The Swarm parece que ha salido de adaptar un librote gordote pero, en realidad, recuerda a aquella época de los noventa en los que había una sección de Grandes Relatos que eran tecno-thrillers ecologistas bastante aburridos pero en los que un montón de países ponían a alguna persona y así podías señalar al tuyo. O preguntarte cómo había llegado allí. El problema, entonces y ahora, es que más vale tener algo más que ese reparto de ‘some stars’ internacionales y la posibilidad de rodar sus paisajes -acuáticos en este caso- porque si no solo logras un muy aburrido vistazo por el mundo. En el lado positivo: Es ideal para echarse la siesta la tarde de un fin de semana.

Usar Basado en hechos reales sirve para casi cualquier cosa. Por ejemplo, en Tríada (O) (MX) sirve para fingir que el punto de partida no era el de Orphan Black sino el de documental Three Identical Strangers. Por supuesto hace unos pequeños cambios al asunto original como, por ejemplo, cosas en las que pueda parecerse más a la primera que a la segunda aunque, por suerte supongo que para todos los implicados incluyendo su público espectador, el punto de partida sigue pareciendo el del segundo caso. Y sobre este esqueleto prestado lo que tenemos es… bueno… Lo que tenemos. Un thriller -por llamarlo de alguna manera- de relleno con misterios que en realidad no son tan misteriosos. En fin.

No entiendo la necesidad que RTD tenía de rodar esta mediocre You & Me (UK), que podría ser tranquilamente un drama de Hallmark de sobremesa sobre superar las dificultades de la vida, no entiendo qué les hacía pensar que una narrativa con ganchos como si esto fuera This Is Us era buena idea y, desde luego, no entiendo qué necesidad había en intentar meter esto como un comienzo de comedia romántica (mediocre) que se transforma en un drama romántico-familia (igual de mediocre). No entiendo ninguna de las decisiones. Pero aquí estamos.


¡Libros que Salen! Tokarczuk, «Lecciones de química», Lim y más

¡Que entre la pila!

Los libros de Jacob de Olga Tokarczuk, ed. Anagrama

Más de mil páginas para que la Premio Nobel cuente la historia de una figura real que parece inventada, un iluminado en el Siglo de las Luces, en al segunda mitad del S XVIII, que recorrió varios continentes y creó algunas sectas con la misma facilidad con la que soliviantaba a las autoridades. Una historia desaforada pero no menos actual.

Lecciones de química de Bonnie Garmus, ed. Salamandra

Una mujer que no encuentra su hueco en un mundo de hombres acaba ocupando su saber científico en un programa de cocina. A partir de ahí nuevas historias más o menos oscuras (y esto es una advertencia: hay abuso, violencia, maltrato y mucho más, no es solo una historia graciosa y divertida) en la que una mujer como las de ahora se enfrenta a los problemas de antes.

Seis grullas de Elizabeth Lim, ed. Minotauro

Con el fondo de un cuento de hadas clásico -concretamente del que le da nombre- y en trasfondo de la mitología asiática, la autora compone una historia de aventuras, superación y algo de misterio y romance que busca darle un giro a esa historia clásica.

(h)amor 8 gordo de VV.AA., ed. Continta Me Tiene

Una amiga escribe en esta antología del amor y los cuerpos no-normativos desde distintos puntos de vista y relaciones.

Querido Callo de Aline Kominsky-Crumb, ed. Reservoir Books

Colección de cómics de una de las grandes autoras del underground americano. Las historias de autoficción de Aline Kominsky fueron transgresoras y mostraron una persona con fuerte personalidad y contradicciones, capaz de hablar de todo tipo de temas.

Patos de Kate Beaton, ed. Norma

Desde su primera versión en 2014 como webcómic llega la actualización expandida de las memorias de los dos años que Beaton estuvo trabajando en una explotación de arenas petrolíferas para pagar sus carreras. Una obra que demuestra la gran calidad de una autora que lleva años haciendo cómics y que sabe tratar cuestiones tan duras como las que aquí se muestran.

Por culpa de una flor de María Medem, ed. Blackie Books y Apa Apa Cómics

El nuevo tebeo de María Medem llega de la mano de Blackie Books y Apa Apa, con la intención de marcar un punto de inflexión en su trayectoria y acercarla más aún a los lectores. Los pueblos vaciados, la aparición de una flor inesperada y la lucha por seguir adelante y florecer, seas planta o persona.

¡POR FIN LLEGÓ! Mal porque es el final de la serie, bien porque se ha completado la historia que John Allison quería contar. En cualquier caso, con este volumen se completa uno de los grandes cómics estadounidenses de los últimos años.

Cartas de amor de 0 a 10 de Susie Morgenstern adaptado al cómic por Thomas Baas, ed. Blackie Book

Adaptación de la novela infantil del mismo nombre en la que un joven con una existencia triste y solitaria -su madre murió, su padre desapareció- que es cuidado por su abuela ve su existencia puesta patas arriba con la llegada de una nueva compañera que, además, le anima a dejar salir sus sentimientos.

Hammerdam de Enrique Fernández, ed. Astronave

Con un dibujo propio y expresivo, esta variación sobre los cuentos de hadas, los objetos encantados y las relaciones intrafamiliares resulta un divertido cómic para todas las edades -pero sobre todo para los pequeños-.

Pizza de mi corazón de Mika Song, ed. Astronave

Siguen las aventuras de las ardillas de Mika Song, esta vez decididas a incluir la pizza en su dieta. Da igual hasta dónde tengan que desplazarse para conseguirla. Una historia sencilla, divertida y completamente comprensible.

Piratas contra vikingos de Andrea Castellani, ed. GribaudoUn pequeño barco que transporta una valiosa carga, y dos grupos de malhechores que se pelean por conseguirlo. Un cómic muy dinámico y divertido.

Nos leemos.


La prueba de que Joel McHale no aprendió nada de The Great Indoors llega con Animal Control (USA), que además de ser la serie menos diversa que ha protagonizado es también la más aburrida. Y tiene mucho mérito. Porque The Great Indoors tela. Es de suponer que alguien quería hacer Brooklyn Nine-Nine pero con el clásico capullo de McHale como protagonista y sin tener que preocuparse por el impacto de la policía. Es decir, de lo que hace la policía, sale en las noticias, y luego la gente se siente menos cómoda viendo tu programa e incluso se niegan a trabajar en él. Lo que quizá explique la falta de… Bueno, da igual. Que un aburrimiento y que en circunstancias normales esto no llegaba a 13 capítulos. Pero, claro, la normalidad ya no es lo que era.

Si eres fan del modelo Joven tiene que ir a vivir a un internado en el que le suceden hechos que la cambiarán para siempre te gustará Bad Behaviour (AU), todos los demás -especialmente los que esperen que en el internado ocurra algo que la saque del drama y la acerque a algún género como criminal o fantástico- mejor que se dediquen a…  bueno, a otras series.

Es una pena que Better (UK), lo nuevo de Jonathan Brackley y Sam Vincent (que vienen de Spook y Humans) para la BBC, tenga dos problemas que hacen que lo mejor esté en el centro como si fuera un sándwich, porque si no estaríamos ante una interesante recomendación. Pero por mucho que vaya mejorando según avanza el piloto llega un momento en que la duración del capítulo se me hace excesiva y sigue sigue sigue. Quizá es que estoy mayor. Por otro lado, el principio no es gran cosa. Muy genérico, mucha información puesta por medio. Blablabla. Pero, claro, llega un momento en que el infodump y los clichés han sido superados -menos mal- y comienza la historia interesante. La parte buena es que lo mismo para la semana próxima lo que tenemos es lo de en medio. Aunque, la verdad, espero que no se me haga tan largo.

El visionado del piloto de División Palermo (O) (AR) me ha llevado a enfrentarme a profundas cuestiones. En general variaciones de: ¿Es que carezco de instinto de conservación o por qué sigo viendo esto? Pero he sido capaz de llegar hasta el final de esta mezcla barata de Loca Academia de Policía y Fuga de Cerebros, desubicada, carente de gracia, incapaz de ser siquiera ofensiva más que para la reputación de los en ella envueltos y claramente pensada a mayor gloria de su creador, por un motivo concreto: Para impedir que a nadie más se le ocurra ponerla. Netflix, haz lo tuyo.

Una serie futurista que resulta poco creíble en su futuro pero, sobre todo, nada creíble en su presente. Que Dziewczyna i Kosmonauta (O) (PO) juegue a usar dos líneas temporales y una sea 2022 puede tener más o menos sentido, el problema llega cuando es un 2022 en el que el gobierno polaco colabora con el ruso tranquilamente y en el que los coches nuevos llevan lectores de casetes.  En realidad la parte central -una especie de pseudointriga sobre un astronauta que reaparece tras treinta años- quizá estaría bien, pero me temo que ni la parte de ciencia ficción ni el melodrama acaban de funcionar, así que se queda solo en que, comparada con otros estrenos de la semana, al menos esta no lleva a cuestionar la necesidad de ver ficción.

Supongo que en The Gold (UK) la BBC decidió tomar Decisiones y, bueno, a mí no me funcionan. La idea de que parezca una especie de teatrillo de época, no exactamente docudrama pero con un aspecto muy lejano a una ficción de época habitual, con unos pelucones y unas pintas claramente falsas y mucho Basado en hechos reales… En fin. La historia en si es interesante, pero precisamente por eso se ha contado varias veces así que… bueno. Qué necesidad.
Supongo que  Hello Tomorrow! (USA) estaba pensado para recuperar aquel estilo de la ciencia ficción de los años ’50. Pero desde una visión actual. Lamentablemente parece que es lo que la actualidad pensaba de los años 50, así que tenemos una especie de fantasía masturbatoria de señores blancos de mediana edad y clase en la que nada es realmente interesante. La excusa espacial o los robots son la manera en la que nos intentan vender la misma serie de fracasados y pícaros de siempre. Y lo único que puede destacarse es precisamente esa decisión de usar diseños retro. Todo lo demás es el peor dondrapismo de la ciencia ficción de la época.

Veo este Horario Estelar (O) (MX) y -además de no ser capaz de reconocer a Óscar Jaenada afeitado- me pregunto para qué convertir en serie lo que con una peli de tarde daba de sobra. Porque tampoco es que parezcan querer contar mucho -o nada- más. Un tipo en el centro del huracán y acostumbrado a ello tiene una relación ilícita con la mejor amiga de su hija, pasa una cosa y él comienza con la ordalía de gestionar sus dos caras, la pública y la privada. Un punto de partida que ya me daría pereza de normal y que aquí parece más un reto personal por ver cómo de idiota puede ser el protagonista que por construir una historia a su alrededor que haga querer saber más de lo que pasa. En fin, de todo tiene que haber.

Es la primera vez que veo una serie que comienza diciendo que está basada en hechos reales y que cualquier parecido con gente real es pura coincidencia. Supongo que porque Last King of the Cross (AU) es una de esas historias de empresa criminal y bajos fondos, que no diré que parece sacada de Underbelly porque fue literalmente una de sus temporadas. O spin-offs. O algo así. Y, claro, si sacas a un mafioso al que nunca se ha podido condenar por nada, y muestras a la policía cobrando sobornos, violencia -más- y sexo -menos- y esperas no acabar… no sé si enterrado en el desierto o siendo comida de los peces… supongo que esta aproximación parecerá razonable. De nuevo, no soy su público. Supongo que quien lo sea estará contento. Digo yo.

Solo un italiano pensaría en presentar una serie como feminista y sacar en sus primeros minutos a una mujer teniendo sexo con las tetas al aire. Y ponerla a defender a un acosador. La legge di Lidia Poët (O) (IT) hace ambas cosas, aprovecha cada oportunidad para sacar a mujeres desnudas -y algún hombre desenfocado para disimular- y además le dedica demasiado tiempo a una chorrada de caso. Podría haber estado bien. Pero no.

Como si fuera una serie de Nickelodeon, este Mila no Multiverso (O) (BR) enseña el plástico de fondo como si esperara que no fueras a fijarte porque suficiente hay con la trama -o la movida– que te están contando. Y el asunto es que esta historia de multiversos, ingenios y madres e hijas resulta lo suficientemente movida pero intrascendente como para servir a la función de servir de relleno un rato.

Supongo que la discusión de estilo y sustancia puede darse también en Marvel’s Moon Girl and Devil Dinosaur (USA), que es una serie muy bonita de ver, una de las más que he visto. Y tiene canciones -muchas, pero de esas ya no estoy tan contento- y procura presentar de la mejor manera los guiones. El problema, para mí, es que los guiones son… lo de siempre. Mucho cliché, mucha cosa a la que no le buscan las vueltas más que cuando se representan gráficamente… En fin, que el nivel de la animación está claramente lejos del de la historia. Eso sí, muy bonitas.

Si malo era lo de la italiana peor es lo de esta serie colombiana, esta La primera vez (O) (CO), que intenta vestir de nostalgia a lo que básicamente es… en fin. No sé quién pensó que sería buena idea sacar la divertida anécdota del chaval al que su padre lleva a un burdel con señoritas en cueros pero, de verdad, no. Sencillamente no.

No sé si prefiero que las comedias de influencers sigan siendo un desastre o que haya alguna que tenga éxito, lo que sí sé es que Sem Filtro (O) (BR) tiene muy pocas virtudes -colores brillantes, intencionalidad de romper con las cortinillas clásicas- pero prácticamente todo es un conjunto de malas ideas y peores ejecuciones.

Muchos son los problemas de Three-Body (O) (CH) empezando, supongo, por el libro que adaptaban. Pero, claro, si a eso le unes una extensión a 30 episodios -como si el libro no fuera lo suficientemente pesado ya-, y una narrativa lenta y torpe, con un grado de oficialidad que parece que la CCTV tenía un comité político supervisando lo que iban a venderle al mundo… Pues acabas con lo que parece el anuncio de algo (¿televisores? ¿trajes? ¿yogures?) más aburrido del mundo.


¡Libros que Salen! Gurba, «Finlay Donovan: Una escritora de muerte», Macintyre y más.

¡Que entre la pila!

Un gran libro, muy divertido, sobre una mujer intentando sobrevivir a su divorcio y mantener activa su carrera como escritora que se encuentra en mitad de un enredo con asesinos a sueldo y cadáveres, entre el misterio y la comedia romántica, que nos lleva a una versión con más años de los libros de Janet Evanovich.

Mala onda de Myriam Gurba, ed. Tránsito

Aunque se podría hacer toda una defensa de que a Gurba hay que leerla en spanglish, que su prosa es ruda y deslenguada, es toda una alegría saber que va a estar disponible en español. Que vamos a poder leer estas historias sobre identidad, sobre raza, sobre política, sobre feminismo… sobre todas las cosas que hacen su día a día. En un discurso a favor de la maldad que en realidad tiene más de humor.

Los prisioneros de Colditz de Ben Macintyre, ed. Crítica

    

Tener nuevo libro de Macintyre siempre significa tener acceso a otra historia increíble. Aunque precisamente Colditz, que ha sido sujeto de series y juegos, parece que no tiene más que contar. Su relación con uno de los fundadores del SAS y la cantidad de historias que allí se ataron hacen sospechar que algo más habría. Y aquí estamos, para escucharla.

Mujeres y otros animales de Bonnie Jo Campbell, ed. Dirty Works

Un nuevo libro de relatos de Bonnie Jo Campbell, con toda la fuerza y supervivencia, resiliencia más allá del deber, que suelen demostrar sus personajes, puesto siempre a prueba por situaciones que las ponen al límite emocional y físico.

El papel pintado amarillo de Charlotte Perkins Gilman, ed. Alpha Decay

Nueva edición de El papel pintado amarillo en la que se recupera el clásico de Charlotte Perkins Gilman acompañándolo de una introducción de Maggie O’Farrell y de unos cuantos relatos más de la autora, que siempre está bien porque así no solo nos leemos el -magnífico- texto central de siempre.

Una infame conspiración en Bali de Shamini Flint, ed. Amok
Treinta y tres dientes de Collin Correrill, ed. Amok¡Vuelven los misterios de Amok! Dos nuevos casos para el Inspector Singh y el doctor Siri Paiboun, al primero lo mandan a Bali por un asunto de terrorismo pese a que él no sepa nada del tema, al segundo le toca ir a una conferencia de chamanes mientras la enfermera Dtui investiga unos cadáveres mutilados. ¡Y así seguimos con las investigaciones!

Asalto al Banco Central de Mar Padilla, ed. Libros del KO

En mayo de 1981, tres meses después del 23F, un grupo de personas armadas asaltaron el Banco Central de Barcelona usando como excusa la liberación de los detenidos durante el golpe de estado. Un suceso misterioso en el que se especuló que pudo ser desde un nuevo intento de desestabilización hasta un imaginativo atraco. Y por eso tenemos la investigación, con múltiples fuentes y  muchas contradicciones, que la autora ha reunido aquí, en la investigación de un asunto real que podría bien ser una película.

Corriente Cálida. Acumulad toda esperanza de VV.AA., ed. Levanta FuegoLa decisión de comenzar una revista sobre ecología, que explora los diferentes retos ecológicos pero lo que busca no es la frialdad de los datos sino la calidez de la esperanza de buscar una respuesta huyendo de catastrofismos y resignaciones, y lo hace con este primer número en el que se acumulan motivos para la esperanza. Motivos reales, puntos de vista distintos y maneras de lograr desmontar la narrativa del miedo y la pesadumbre.

Hiroshige y los caminos de Japón de Suso Mourelo con ilustraciones de Utagawa Hiroshige, ed. Quaterni

Centrado en los dibujos del autor clásico Utagawa Hiroshige y sus descripciones de viajes y paisajes, el autor prepara un libro -con ilustraciones- en las que se hace un viaje con ellos y también gracias a ellos, hablando tanto de la parte artística como de aquello que quería capturar, la belleza natural pero también aquel mundo.

Cielos rebeldes de Ann Sei Lin, ed. Salamandra

Monstruos de papel, ciudades flotantes y terrestres, movimientos en la corte, secretos, batallas y un trasfondo japonés. Una de esas reformulaciones actuales de obras.

Esa chica me vuelve loca de Kelly Quindlen, ed. Kakao Books

Jugadoras de baloncesto, animadoras, y más iteraciones de ambas. Pero lo que está de fondo en esta historia es la mezcla de enemies to lovers y de fake dating con un trasfondo queer. Porque las novelas juveniles románticas también pueden ir probando a actualizarse, claro.

Una obra de teatro, un grupo de amigos a los que se aproxima una joven solitaria, un campamento para montar la obra, desapariciones y extraños sucesos… Un thriller juvenil que es la nueva obra de la autora alemana que se aleja un poco de sus reformulaciones de los cuentos de hadas.

Una loba para un hechizo de Karah Sutton y Pauliina Hannuniemi, ed. Errata Naturae

Loba, niña, bruja… juntas para salvar el bosque en este libro ilustrado que recuerda a las centroeuropeas -al fin y al cabo está Baba Yaga por medio- que cuenta de una manera nueva una historia clásica.

SuperTata de Paul Linnet y Sue Hendra, ed. SM

En España ya tuvimos una SuperPatata, esta inglesa es distinta. Es una guardiana del supermercado que se encuentra con guisantes malvados y protege a verduras en apuros. Como siempre, para el disfrute infantil.

Súper Búho de Jean Jullien y Sean Taylor, ed. Pípala

Súper Búho es un maestro del disfraz que intenta cazar la cena, pero parece que siempre pasa algo. Y por eso van sufriendo distinto problemas, distintas peripecias divertidas e imaginativas y un dibujo muy sencillo.
Una tarta desaparecida, un niño embadurnado en dulce, y una explicación perfectamente plausible con una banda de pingüinos hambrientos. Una historia divertida de excusas y postres.

¡Frena, Mike! de Kelly Leigh Miller, ed. Jaguar

Mike no quiere descansar, le molesta tener que hacer la siesta o irse a dormir: ¡Tiene tanto por hacer! Pero, claro, no descansar hace que te agotes, te pongas de mal humor y… en fin, creo que tenemos todo el mundo claro de qué quiere hablar esta historia con unos dibujos expresivos y divertidos.

El gran Chris Haughton tiene nuevo libro, un homenaje a todas las madres a partir de la historia de una mamá pingüino que tiene que conseguir la cena pero, sobre todo, tiene que volver con su familia.

Nos leemos.


No ha sido una buena semana esta, pero por lo menos tampoco han estrenado demasiadas cosas. Y dentro de eso hay un poco de todo, por ejemplo en  Funny Woman (UK) intentan adaptar la novela de Hornby, que ya tiene sus cosas de base, y aunque Gemma Arterton está intentando tirar todo el rato de ella y el plantel secundario no es ni mucho menos malo… da un poco lo mismo. Quizá porque se le ven las intenciones, quizá porque la novela original era de 2014 o porque no han intentado arreglarlo -aunque sí que se ha cambiado alguna cosa, el libro original se llama Funny Girl – pero no lo suficiente. Yo qué sé.

Lo más curioso de la kuwaiti (¿se escribe así?) The Exchange (O) (KU) es que no parece tener claro si quiere contar una historia de Dinero y Poder o una de Mujeres empoderadas. Ojalá hubiera decidido una de las dos, o hubiera tirado por la telenovela, o algo. Pero bueno, la historia de una mujer en los años ’80s, dentro de ese Basado en hechos reales, que se divorcia, lo pierde todo, se encuentra con su prima que está a todo tren, y entre las dos saltan chispas. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

Hacer un piloto como si fuera el inicio de una película no suele ser buena idea. Algo de lo que pueden dar fe en My Dad the Bounty Hunter (USA) que tiene que meter una especie de trailer de la temporada antes del final del capítulo para que veas que en realidad tiene poco que ver con lo que has visto. Y ese vendría a ser el resumen del problema, puede tener buen fondo, pero no sabe llegar a él, tomar las decisiones correctas o usarlas de manera correcta, así que las buenas intenciones solas no consiguen levantar una serie a la que se le nota muchísimo potencial. Qué le vamos a hacer.

El problema principal de Not Dead Yet (USA) es que se supone que es una comedia. Si solo hubiera sido una serie dramática, de misterio, de acción o algo sería simplemente una versión mediocre. Pero, claro, siendo una comedia que sea tan aburrida y poco graciosa, esforzándose y que se les note -que siempre es peor- hace que llegue hasta el patetismo. No sé quién pensó que estos guiones eran buena idea, o si pensaron que quizá el reparto podía hacer que funcionara. Pero… Nopes. Probablemente la peor serie de la semana, y mira que ha sido una semana.

Supongo que Santo Maldito (O) (BR) planea un juego largo, pero yo estoy ya un tanto aburrido de tanto dios y tanta examinación de conciencia y curas falsos y toda la pesca. Vale, aquí es un señor vocalmente ateo que parece haber hecho un milagro y decide usarlo para ganar dinero con el que pagar las facturas médicas. Pero eso dice menos de la religión que de la sanidad pública. Por supuesto no se plantea muchas dudas religiosas tanto como si lo que hace está bien o no. Es decir, SABE que no, pero no tiene claro hasta qué punto. En fin, pese al giro del final del capítulo -que casi suena como si lo tuvieran pensado para pillar al protagonista y ver por dónde salía- supongo que hace falta un público muy concreto para esto. Que, obviamente, no soy yo.

Tras ver el piloto de Yeonaedaejeon (O) (CS) o Love to Hate You me fui a comprobar si era otra adaptación de un Webtoon. Aparentemente no -me fío regular- pero lo que ofrece es eso: Dos personas alejadas del amor que se encuentran, tienen que fingir salir, pero en realidad se llevan mal, aunque poco a poco se van enamorando. ¿Habéis escuchado la explosión? Era el medidor de tropos. En fin, yo qué sé, supongo que si buscas algo sencillo y agradable y no te aburre lo absolutamente predecible que es… Pues lo mismo. Quién sabe.


¡Libros que Salen! Thirkel, «Margo Maloo y la red enmarañada», Oh y más

¡Que entre la pila!

Tras haber leído Fresas silvestres nos encontramos ahora con la posibilidad de ver el inicio de la serie centrada en el condado de Barbetshire, una de esas comedias de costumbres con una escritora intentando descansar y no lográndolo que tan bien se le dan a los ingleses.

Margo Maloo y la red enmarañada de Drew Weing, ed. Maeva

Pueden ser muchas y variadas las novedades de esta semana que nada destaca tanto como la alegría de tener de nuevo el tercer volumen de las aventuras de Margo Maloo. Detective de monstruos en un mundo con precarias relaciones entre estos -que viven escondiéndose- y los humanos.

La chica que se entregó al mar de Axie Oh, ed. Elástic

Con un fondo de cuento clásico y una inspiración clara de la mitología oriental, la historia de una joven que se lanza al mar para apaciguar a un dios y descubre que las cosas no son como parecen, entrando en toda una serie de situaciones y juegos de poder, logra darle un contrapunto actual a ese clasicismo.

Romeo y/o Julieta de Ryan North, ed. Fandom Books

Ryan North puede ser más conocido por la gente de los cómics (por su adaptación de Matadero 5, por ejemplo), pero aquí le tenemos convirtiendo Romeo y Julieta en un elige tu propia aventura con múltiples finales distintos (es posible que en el malo mueran los dos) que incluye una extensa cantidad de ilustraciones de distintas autorías. Eh, ya habíamos dicho que venía de la cosa de los cómics.

Drag King Dreams de Leslie Feinberg, ed. Levanta Fuego

De nuevo Leslie Feinberg nos ofrece una mirada a los estadounidenses que son tan reales como los que suelen sacarse en las obras de ficción pero a los que se tiende a dejar al margen, aquellos de clase obrera, disidentes en lo político, racializados, queer. Personas que aquí se encuentran enfrentados a la radicalización y el racismo posterior al 11S, con la policía campando a sus anchas y la mano dura imperando mientras el público mira hacia otro lado. Que aquí se nos muestra desde las los clubes nocturnos del East Village hasta aquel internet de inicios de los ’00s. Una obra sobre el contacto y las redes que se tejen, componiendo de nuevo un retrato de una realidad que muchas veces no sale en la foto.

Hotel Splendid de Marie Redonnet, ed. Malas Tierras

Una obra francesa que habla de familias y su legado, de la soledad y el encuentro, y de las posibilidades tanto de lo real como de lo que quizá no sea fantástico pero sí increíble, todo eso podemos encontrar en esta obra de la autora francesa.

El club de los portaféretros de Paul Tremblay, ed. Nocturna

Un joven que se siente al margen decide montar un club extraescolar para ayudar en entierros, una chica extraña se apunta. Empiezan a suceder hecho peculiares. Años más tarde, cuando el ya-no-tan-joven intenta reconstruirlo son aún más las cosas que ocurren. Porque para algo esta es la nueva novela de uno de los nombres actuales del fantaterror estadounidense.

Cuentos de lo insólito de May Sinclair, ed. La Biblioteca de Carfax

Siete relatos de inicios de inicios del S XX en los que lo metafísico y lo sobrenatural tan del gusto del público británico muestran una variedad de posibilidades. Y que han sido recuperados para nosotros por La Biblioteca de Carfax, claro.

Último autobús a Woodstock de Colin Dexter, ed. Siruela

Parece que el éxito de Endeavour, la más reciente de las series centrada en el inspector Morse, ha animado a las editoriales españolas –Siruela en este caso- a animarse a recuperar la serie original. Yo reconozco que puede ser un poco atragantable por la inglesitud y el tiempo pasado, pero me alegro de que se le dé una nueva oportunidad a un icono de detectivismo anglosajón con tantos años a sus espaldas.

Algo más en el equipaje de Ray Bradbury, ed. Minotauro

Minotauro sigue con Bradbury, en esta ocasión con un nuevo recopilatorio de sus relatos sueltos, recuperados tras veinte años.

La guerra carlista de Ramón María del Valle-Inclán, ed. AlbaAlba ha organizado un volumen con las novelas y relatos que Valle Inclán realizó sobre… bueno, sobre lo que pone el título. Así que a poco interés que se tenga bien en la guerra o bien en Valle-Inclán parecen más que interesantes este volumen.

Las muertas de Jorge Ibargüengoitia, ed. Cátedra

Tener a Ibargüengoitia en edición anotada supongo que significa por un lado que el reconocimiento ha llegado. Que sea con este Las Muertas tiene sentido también, es una de sus obras más relevantes y lo es desde un punto de vista tanto social como contextual. Lo importante es que facilitará -espero- que su obra esté disponible de manera casi permanente. Y, quién sabe, quizá se le una algún otro título.

El nombre del mundo es Bosque de Ursula K. Le Guin, ed. Minotauro

De no haber rastro alguno a tenerlo en dos ediciones distintas, esta algo más pequeña pero lejos aún del bolsillo. ¿No es sorprendente el capitalismo?

Las vidas de Brian de Brian Johnson, ed. Contra

De sus inicios en Geordie a su sustitución de Bon Scott en AC/DC, la vida de Brian Johnson, su relación con la música, y el humor que encuentra en una historia que parece considerar increíble se cuenta aquí en primera persona.

Fermentación de Matilde Fenestraz y Stéphane Ros, ed. Col and Col

Por fin tenemos el primer título de Col and Col del año, y resulta ser un libro sobre la fermentación en todas sus vertientes. Que son unas cuantas. Desde las alcohólicas a las de panadería, sin olvidar las vegetales, muchas son las posibilidades exploradas en este libro.

Detectives extraescolares 1. Misterioso cambiazo en la biblioteca de Enrique Carlos Martín, ed. Destino

El auge de las historias detectivescas en infantil/ juvenil sigue adelante con buena salud, que siempre es algo de lo que alegrarse. Y la novedad de esta semana es esta serie que comienza aquí pero de la que ya están programadas unas pocas continuaciones.

Nos leemos


Hubo hace unos años una gran cantidad -no lo llamaremos epidemia- de series que seguían el patrón Un grupo de gente se despierta en una nave espacial porque ha pasado algo inesperado. Este The Ark (USA) sigue ese estilo en la sección Eran mandados a repoblar/crear/montar una nueva realidad y es, además, en SyFy. Que yo diría que ya acogió varias. En cualquier caso el resultado es el de siempre, supongo que si te gusta la premisa esto puede estar bien. Y si no… bueno, no es que ofrece mucho más allá de las discusiones de los distintos puntos de vista, las particularidades de la misión y los clásicos temores sobre la falta de lo que toque para la supervivencia. Un genérico.

Debo decir que la versión india de Élite que Netflix puso en marcha con el nombre de Class (O) (IN) esperaba que fuera menos cercana a la original y más adaptada a su contexto. Pero no, pese a los cambios que han tenido que hacer hay mucho que se mantiene. Incluyendo partes queer y momentos sexuales. Ninguna de las dos esperaba verlo en una producción de La India, menos aún teniendo en cuenta cómo está La India. Pero bueno, supongo que la idea era montar una Serie Escándalo. Porque, por lo demás, sigue esa idea de mezclar Medias de Seda con Al Salir de Clase que tenía la original. Incluso manteniendo los discursos sobre clases que en este otro contexto de postcolonialismo británico y sociedad de castas rechina precisamente por la falta de cambios. No espero nada más de ella, pero espero que al menos sirva para probar si hay intención en cambiar las cosas.

Me lo he pasado en grande con este Detective Conan: The Culprit Hanzawa (O) (JP), una serie que sospecho que solo nos va a gustar a los que llevemos los treinta años -o se los hayan metido en vena- siguiendo los casos de Conan, que se usan aquí para crear una sátira sobre el tipo de ciudad en la que hay un asesinato nuevo a cada minuto, los criminales abundan y en cuanto te descubren intentan asesinarte. Lo mejor es que eso lo mezclan con la historia del protagonista, que es otro asesino en ciernes pero de quien se nos cuenta su llegada a la ciudad, sus comienzos de vivir de manera independiente, conseguir un trabajo y enfrentarse a todos esos pequeños retos asociados. De modo que la más desaforada sátira se junta con el costumbrismo más sencillo de compartir. Y lo hace en episodios de poco más de cinco minutos en los que el opening, el ending y la previa del siguiente capítulo ocupan casi más que el contenido en sí. Son doce episodios de esos cinco minutos y medio aproximados, así que si conocéis la historia u os interesa esto que digo en poco más de una hora os la habréis fundido. Ya os digo, no puedo recomendarla a cualquiera porque hace falta un conocimiento del contexto de esos que me llevan a decir que por una vez soy concretamente el público, pero si lo tienes… ¡adelante!

Como si del juego aquel de Dos Verdades y Una Mentira fuera, en Dear Edward (USA), lo último de Apple TV+, tenemos Dos Problemas y Una Bondad. La bondad, empecemos allí, es que Connie Britton está muy bien, como siempre. El problema podríamos decir que es todo lo demás, pero podemos centrarlo en dos: El melodrama post-accidente aéreo es tirando a insufrible. Una opinión general mía pero aquí en concreto, están tan centrados en ‘el drama humano’ que se olvidan tanto de la empatía humana como de que tiene que interesarnos la gente. Y no se cumple ninguna de las dos. Es un triste intento de hacer llorar este. Como en un drama de sobremesa. El segundo problema es que el protagonista teórico… digamos que no es un desastre pero está lejos de ser un éxito, no digamos ya de poder defender a un personaje que es tan excesivo desde un punto de vista narrativo, que en el mejor de los casos hace bola. Y en el peor no interesa. Al menos el actor logra que la cosa no empeore, que casi me sorprende, la verdad. Pero para este tipo de obras la explotación infantil más vale hacérsela a un niño británico, que tienden a ser más capaces que los americanos. En fin, supongo que si quieres una de llorar valdrá. Yo, desde luego, ni soy su público ni le encuentro gran interés.

Pues ya está en Netflix el spin-off de On My Block, lo han llamado Freeridge (USA) y ha decidido incluir una especie de trama ambiguamente fantástica en la que no acaba de atreverse a entrar. Al menos en el piloto. También p43resenta a un nuevo grupo de protagonistas que, sinceramente, no me podrían importar menos. Incluyendo la idea principal de las dos hermanas que discuten pero que están en el mismo grupo de amigos aunque a una de ellas no le soporte el resto de amigos de la otra. Yo qué sé, a ratos parece Un Episodio Muy Especial y a ratos los recortes de hostias -por un motivo más que razonable- de El Club de la Medianoche. Supongo que a su público original le interesará, a mí ya os puedo decir que no.

¿Hay una competición dentro de Netflix para ver quién hace la peor serie de animación? No sé si tengo dudas pero pruebas tengo a patadas. Con la salida cada semana de una obra que es peor de la anterior la entrada en el concurso de esta semana es Make My Day (O) (JP) que parece un disco demo de un juego de PS1. En el mejor de los casos. Pero es que además dentro aparece de cuando en cuando otro tipo de animaciones en formas y estilos, como si quisiera dejar claro que esto no es un problema de dinero sino una DECISIÓN. Y, sinceramente, se han Tomado Decisiones.

Quiero creer que esta Nolly (UK) está hecha por RTD para ITVx como un homenaje y ha acabado como una de esas estatuas de cera que solo sirven para recordarnos por qué el original era tan memorable. No sé si el problema está en intentar abarcar mucho con ese pedazo de la historia de la tele británica, la biografía de su protagonista y su grandeza como icono, entre otros muchos momentos históricos. Puede ser que parte del problema sea la mediocre actuación de su protagonista, una triste caricatura que siempre se queda por debajo o por arriba de lo que hubiera hecho la propia actriz. En cualquier caso, una idea fallida que merecería mejor suerte probablemente como algún tipo de documental que como acercamiento desde la ficción. Al menos si la ficción no está bien pensada, planificada o interpretada.

Que espanto este Princess Power (USA), que tira de lo peor de la explotación girlibossy del feminismo de hace una década para montar una especie de historia de siempre con princesas y frutas con la mayor innovación de que las princesas llevan PANTALONES. Entre eso y que una de las frutas es el kiwi menos kiwi de la historia de los kiwis creo que la idea es cubrir un… no sé, una necesidad o un algo. Y lo de estirar el dedo meñique… Ahm. Mira, no.


Agradablemente canadiense y algo insulsa, ideal para rellenar una tarde mientras haces otra cosa, así es The Spencer Sisters (CA) que usa el clásico madre/hija, novelista de misterios/expolicía, como extraña pareja que resuelve crímenes un poco siguiendo los puntos más que investigando entre varios sospechosos. Es algo inofensiva, pero supongo que cosas peores habremos visto.

Lo malo de The Watchful Eye (USA) no es tanto que no sepa a dónde están yendo como que me da bastante lo mismo. Con un nivel propio de un telefilme de Lifetime pero sin nada del suspense o despendole. Tenemos a un montón de arquetipos que nos dan bastante lo mismo, un par de cadáveres que también nos dan igual, un entorno similar al de Only Murders in the Building que solo sirve para recordarnos lo buena que es OMitB, y muchas intrigas que se exponen de la manera menos interesante posible. Es una lástima que Kelly Bishop esté haciendo su nada de papel aquí porque es lo más interesante y, a la vez, está completamente desaprovechada. Ni siquiera tiene sentido compararla con Lost porque no sólo no intenta intrigar, es que tampoco intenta mostrar algo extraño que ‘ya explicaremos’ hasta el punto de que los elementos digamos conspiranóicos o sobrenaturales dan totalmente lo mismo. Total, que no pienso ni leerme el artículo de wikipedia explicando.