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¿Qué puedo decir de Agent Elvis (USA)? No, mejor, qué puedo decir BUENO de Agent Elvis. Porque, por poder, podría decir que quieren hacer un Archer pero tienen menos de todo (talento, gracia, animadores) excepto nombre famosos. Producía Priscilla Prestley -y el piloto está dedicado a la memoria de su hija Lisa Marie-, que ha demostrado que lo que le tocara soportar en esos seis años de matrimonio ha sido sabiamente invertido. Y para el reparto de voces tenemos también muchos nombres propios conocidos. No conocidos como actores de voz, o como cómicos, pero conocidos. Y eso es exactamente lo que nos lleva hasta aquí. Aventurillas facilonas que podrían haber sido carne de Adult Swim o Comedy Central en otro momento,  y que aquí han caído dentro del saco de cosas que se le venden a Netflix para que hagan una temporada.

Resulta agradable este Angel Flight: Kokusai Reikyu Sokanshi (O) (JP) que ha costado un poco conseguir -las estrategias globales de estreno de Prime son una cosa que jamás entenderé- y que voy a asumir sin mirarlo antes que adapta un manga o similar. Porque estas ideas de hacer una serie sobre una agencia especializada en la repatriación de cadáveres, los problemas para lograrlo, las historias alrededor tanto de las personas fallecidas, sus familias y amigos, pero también las trabajadoras de la agencia y etc, con grandes dosis de dramatismo -porque claro- pero también con algún punto de… quizá no exactamente humor pero sí ligereza, hacen de esta serie un muy agradable ejercicio de drama, casi como uno de esos ochenteros y noventeros pensados más para reconfortar que para chocar o poner en armas. Salvo que aquí no nos están intentando -al menos en el piloto- vender una religión. No todo iba a ser malo esta semana.

Soy el primer sorprendido de que exista esta Class of ’07 (AU) australiana teniendo en cuenta que en cuestión de un mes se estrenará Class of ’09, pero qué sabré yo de series y títulos. Lo cierto es que no tengo claro tampoco qué pretendían con usa premisa -un maremoto (algo así) deja aisladas a las mujeres que se habían reunido para un reencuentro con la gente de su instituto-que  es lo suficientemente excesiva como para que no quede claro cómo van a aguantarla. Y que no sorprende demasiado que el resultado sea irregular. Y el asunto es que tampoco parecían tenerlo pensado, porque hay algo de sitcom detrás de las diferentes cosas que van haciendo, aunque nunca lleguen a soltarse el pelo, y si bien esto permite que algunas actrices brillen -especialmente Caitlin Stasey, con el muy agradecido papel de mala pécora reconvertida en dictatriz aún peor, pero también Steph Tidell como una antigua estudiante becada que se ha pasado a crypto-queen- y la cosa es que, sin embargo, se nota que tienen dinero. Aunque no esté claro para qué. Supongo que su idea es que una vez establecido este marco de su piloto vaya creciendo poco a poco pero, la verdad, más allá de descubrir a varias buenas actrices cómicas no parece tener mucho recorrido. Desde luego no como para seguir viéndola.

No me extraña que estrenaran con lo que parecía cierta prisa Der Schwarm, porque aquí tenemos Extrapolations (USA) otra de esas cosas de ficción especulativa sobre el cambio climático y blablablabla. Con un uso de los colores que haría avergonzarse a Crash, una idea de ‘internacional’ que es tal y como se puede imaginar y, por supuesto, una mirada al futuro que es, en el mejor de los casos, poco ambiciosa por no decir poco original. No es que estemos ante una serie que ha querido morder más de lo que puede tragar, es que no tiene dientes y le han metido los restos de la nevera untados en mayonesa como si fuera ensaladilla. Carente de cualquier tipo de sutileza, con problemas de interés tanto por el guión como por la propia duración, las escenas tienden a saltar de aquí allí logrando ser a la vez no muy largas y, sin embargo, tremendamente pesadas. Es posible que haya alguna buena idea en algún lado, pero ni destaca ni justifica esto. La semana pasada (¿o la anterior? Qué más da) decía que Der Schwarm / El Quinto Día era como uno de esos Grandes Relatos, y esto parece la versión incluso más excesiva y opulenta, pero a la vez más vacía y aburrida, de aquello. Si Apple quería luchar contra el cambio climático podría haber dedicado todo el dinero que se ha gastado a otras cosas. Como repensar sus propios problemas. Porque lo mejor que se puede decir de esta serie es que ha dado de comer a gente.

Quiero creer que este Gotham Knights (USA) es el equivalente de una adaptación, algo así como antes teníamos las famosas novelizaciones de películas. Solo que aquí lo que se hace es televisionzar el videojuego que van a sacar (¿han sacado?) del mismo nombre. Con libertades adaptativas claro. Que, además, tienen que tener en cuenta las particularidades del universo cinematográfico, de los cómics y de todo. Vamos, que es un revoltijo desganado que parte de una premisa en el mejor de los casos increíble y que no parece tener muy claro siquiera en qué punto se encuentra. Es cierto que estos últimos años los intentos de sacar algo de dinero del bat-universo ha visto todo tipo de obras que van de Pennyworth a Batwheels pasando por Gotham o Batwoman, y que ya en tiempos tuvimos series como Aves de Presa. Pero si a alguien le pudo parecer flojo Titans que sepa que esto es incluso más flojo por la pura situación de no saber ni lo que quieren, ni cómo contarlo, ni dónde leches están. ¿Es esto La corte de los búhos o Dark Knight? ¿Importan las vivencias escolares o el vigilantismo? ¿Algún personaje se parece a su contrapartida de los cómics? Preguntas que no tienen respuestas en una serie que nace cancelada y raro es que a mitad del episodio no desenchufaran por pura inanidad.

A veces parece que la idea de ‘humor familiar’ es internacional, porque esta Happy Family *Conditions Apply (O) (IN) podría anunciarse tranquilamente como ‘la comedia del año en La India’, y abochornar a sus habitantes tanto como las comedias familiares de más éxito hacen con los españoles. Dentro de eso es… exactamente lo que uno se espera. Un artefacto que parece diseñado para justificar la abolición de la familia tradicional con sus distintas edades, distintos niveles de matrimonio, distintas personalidades, y todos sufriéndose unos a otros ‘pero en el fondo se quieren’. Pues menos mal.

Supongo que este Swarm (USA) -del que reconozco haber visto dos capítulos porque con el piloto no me quedaba claro, y no sabía si era yo o era ello (era ello)- se venderá como terror o algo. También supongo que esta idea de venderlo como ‘basado en hecho reales’ pero ‘no representa a nadie real’ es algo a lo que tendremos que ir acostumbrando porque ya es la segunda en un mes. En fin. El resultado en sí… es un tanto desigual. De nuevo, si no viniera con la idea de que es ‘basado en hecho reales’ posiblemente me lo creería más. Si no estuviera muy ocupado en vender un ‘edgismo‘ de sexo, violencia y explotación emocional, para luego no atreverse del todo -es decir, se dedica a cosas como sacar penes, pero si los penes no están flácidos entonces los pixela, Supongo que es rompedora y tal, pero solo la puntita- y es una lástima porque hay cosas dentro que podrían ser interesantes. A veces con demasiada ambigüedad, no deja claro si está criticando a todo el fenómeno de fans de megaestrellas de la música o si está criticando a esas estrellas por cómo lo gestionan (comenzando por los precios de las entradas, pero también su instrumentalización en redes sociales, por ejemplo) como si fueran igualmente criticables la gente manipulada y la manipuladora. Por supuesto las partes de extrañeza ni las veo ni las encuentro. Pero supongo que es parte del problema, que a veces las series se quedan a medio cocer.

Bueno, pues la serie de organización criminal de esta semana nos la trae Sky con A Town Called Malice (UK) -luego hablo del nombre- que busca ser una mezcla de esas series de organización criminal que estamos acostumbrados -por no decir aburridos- de ver, solo que esta vez es en los ochenta. Mucho ochenterismo, muchas canciones, mucho montaje rápido. ¿Y el nombre? Ah, sí. Es que esa ciudad llamada Malice en realidad es Málaga. Porque está en la Costa del Sol. Ingleses, sus cosas. Dentro de la serie y fuera de estos montajes y movimientos tampoco hay mucho que destacar excepto las apariciones esporádicas de Martha Plimpton como -muy poco creíble, todo sea dicho- matriarca criminal. Supongo que si te gustan los ochentas o las series de organización criminal -aquí con una mezcla un poco de todo: final del imperio, principio del imperio, negocios extranjeros, violencia- lo mismo la encuentras interesante. Yo no, claro. Suficientes series de organización criminal, y suficientes ochentas, muchas gracias.


Parece claro que Act Your Age (USA) querría ser un Las Chicas de Oro con mujeres negras, pero es cierto que la serie de Bounce presenta a una mujeres que, al menos en apariencia, son más jóvenes. Claro que la última vez que se intentó recrear fue con Hot in Cleveland, y su reparto principal ha sufrido menos muertes que el de GLEE!, así que quién sabe. Kym Whitley tiene 61, Tisha Campbell 54 y Nicole Yvette Brown 51 así que es parecido a la horquilla entre 63 y 51 que tenía aquella. La serie, sin embargo, tiene menos recursos que aquella, y muchos de los momentos parecen más propios de un genérico de comedia, qué le vamos a hacer. Quizá con algo de rodaje vaya a mejor, la pena es que la entrada de dinero va a ser más complicado.

Lo segundo peor que tiene History of the World, Part II (USA) es que pierde toda la fuerza del original, quizá porque reunía a muchos grandes cómicos tanto en el guion como en las interpretaciones, quizá porque no teníamos tan vista la comedia de sketchs histórica como lo tenemos ahora entre batallas de rap, historia borracha y horrible. De ahí que solo destaquen los pocos momentos en los que sale Brooks y algún chiste perdido. El resto es exactamente lo que podríamos esperar de una reunión de cómicos no tan divertidos con guiones no tan interesantes. Y luego está lo peor. Que es echar a perder el chiste del final de la primera.

Si tuviera que definir Kiff (USA) -que en realidad no tengo por qué, podría fingir que no lo he visto- diría que en Disney quieren hacer una serie de Cartoon Network. Uno de esos con protagonistas hiperactivos que intentan ser no sé si meta o excesivos o ambos a la vez, que tampoco es que sean muy buena gente y que creen que sacar cosas ‘raras’ es un sustituto de la comedia. ¿Ha funcionado? No. Pero lo han intentado, así que se llevan un aplauso y el juego del programa.

Me ha sorprendido encontrarme este Plan B (CA) porque estaba convencido de que ya estaba estrenada. Pero no, es que los canadienses han decidido adaptar la serie canadiense que lleva ya como cuatro temporadas en emisión. Sí, es que la original es en francés québécoise, así que supongo que tiene sentido (?). Por lo demás, viajes en el tiempo para intentar cambiar el pasado, sale mal, más viajes en el tiempo, etc. Pues bueno, no es nada que no hayamos visto antes, tampoco algo que ofenda. Relleno.

Es mucho lo que puedo decir de Rain Dogs (UK), pero muy poco bueno. Y es una lástima. Es una lástima porque Daisy May Cooper debería de ser una estrella por derecho propio, pero cada nuevo proyecto (y en los últimos años ha estrenado muy regularmente) parece peor que el anterior. Y es una pena porque supongo que están intentando buscar algo y para hacerlo se rodea de actores que merecen una mejor oportunidad, como Jack Farthing en este caso. El problema es que el material no acaba de funcionar nunca, aquí porque intentan hacer una comedia oscura, pero se les va la duración, el tiempo y las intenciones de epatar con cosas que eran antiguas en los setenta.  En fin, esperemos que con la racha de estrenos que lleva DMC el próximo sea el bueno.

Si alguna vez te preguntaste si Ray Donovan podría empeorar te presento Rana Naidu (O) (IN), su versión india. En serio, han cogido la premisa, han puesto actores del país y han intentado adaptar cosas. De aquella manera, porque el actor principal parece que pensaba que el problema de la original era que Liev Schreiber ofrecía un rango actoral por encima del de un perchero.  No entiendo la necesidad de hacer una adaptación para que se quede en esto, y si bien no recuerdo demasiados sitios en los que haya visto a Rana Daggubati estoy seguro -o casi- de no haberle visto tan mal nunca. En fin, una decisión de esas que hace Netflix, ¿qué os puedo decir?

Es curiosa esta School Spirits (USA), de entrada sus adolescentes parecen más adolescentes que lo habitual, y sus situaciones menos excesivas, teniendo en cuenta lo que son los tres primeros capítulos y el hecho de que hablemos de una serie sobre una adolescente fantasma que quiere resolver su asesinato (pero que no funciona como The Rising, aunque ya que es de las escasas series con las que SkyShowtime ha arrancado en España os animo a echarle un ojo por si acaso) pero se ha puesto varias reglas sobre lo que pueden hacer o no estos fantasmas que -es de suponer- buscan una manera de llevar el misterio adelante. El asunto es que también intentan crear una serie sobre los fantasmas de los jóvenes -ahm- que allí habitan. Un poco Promoción Fantasma, digamos. Y a veces ambas ideas de series, la de misterio y la de costumbrismo, chocan. En cualquier caso, y aunque esté claro que le cuesta gestionar estos dos tonos y que le falta algo de rodaje que en lo que debería ser una miniserie -que nunca es un buen indicativo- resulta lo suficientemente distinto e interesantes como para perdonárselo en una semana floja como ha sido esta…s seis últimas.

Supongo que para crear Shelved (CA) alguien vio Abbot Elementary y dijo Como esto pero en una biblioteca. Así que tenemos algo así como una versión canadiense no sindicada. A la que le han añadido alguna otra cosa de distintas series de lugares de trabajo tanto de USA como de UK. En fin, poca solución tiene. Pero al menos es amable.

Una vez más que veo una serie coreana y tengo que ir a mirar si es un Webtoon. Que, efectivamente, lo es. Me refiero esta vez a Shinsunghan, Yihon (O) (CS) o Divorce Attorney Shin o como la hayan llamado aquí. Agradable es, con un protagonista central que juega con esa mezcla de abogado eficiente y un pasado con pianista que promete misterios. Así que tenemos la parte legal, la amistad del protagonista con otros dos cuarentones sin hijos, y una serie de casos que transcurren  paralelos en lugar de como ‘caso de la semana‘. Pero, bueno, sobre todo es agradable. Que a estas alturas supongo que es lo más importante.

Doy por hecho que el sello Onyx está ahí para promover narrativas y representaciones diferentes, supongo que la historia de una hija obligada a reencontrarse con su padre tras la salida de la cárcel de este, o como ellos lo llaman: UnPrisoned (USA) , cubre estos huecos e intenta servir de plataforma para que sus actores principales se luzcan. Bien por ellos. También se supone que es una comedia, pero lo cierto es que me ha parecido más cercana a una de esas películas de después de comer, con un reto familiar y blablabla. Me temo que no soy yo el público que vaya a apreciar o interesarse por la serie esta. Por supuesto, que Onyx saque todas las series que pueda. Mientras no me toque ver más allá del piloto.


Supongo que el problema con estas cosas (y cuando digo estas cosas me refiero a las adaptaciones de libros, pero también a las receraciones de contextos musicales, porque aquí hay para todos) es que este Daisy Jones and the Six (USA) haber sido bastante mejor serie. No tanto por lo que se ve como punto de partido sino porque, bueno, se notan destellos de que podría haber estado mejor. Y no es tanto que esté mal -que no llega a estarlo- como que, en realidad, no parece interesarles que lo llegue a estar. Es como si corrieran con el freno pisado, quizá porque los actores parecen más estar en un docudrama que en una serie original, como si -a excepción de Suki Waterhose– estuvieran a sus cosas. Y aún gracias que está Tom Wright haciendo sus cosas de profesional con mucho rodaje o a Sebastian Chacon haciendo una versión de Behind the Music, pero en general parecen estar por estar más que otra cosa. Y así no hay quien pueda. Por una vez no se trata de los cuestionables pelucones y decisiones capilares -que, sin duda, sirvieron para atraer a Timothy Olyphant a su papelito-, sino a un sentimiento general de estar creyéndoselo -o intentándolo- poco. En serio, cuando uno veía California Dreams parecían más comprometidos con la música y menos ‘pasaba por aquí’. Incluso sin tener en cuenta los dos primeros problemas que mencionaba. A saber, que adaptar un libro no es sencillo y la manera de hacerlo aquí ha sido olvidar la parte de Historia Oral rollo Behind the Music y que parezca, en su lugar, como uno de esos falsos documentales en los que los personajes reaccionan mirando a cámara. Pero solo a ratos. Y la música… el problema de poner la música tan en el centro es que, entonces, la ‘falsa música’ tiene que estar a la altura. Porque, si no, lo que tienes es un programa de canciones ajenas, un GLEE! de la vida, que es lo que pasa aquí. No hay un That thing you do! o un Nobody Like U o incluso un Pop! Goes My Heart, pero qué digo, si es que no hay un Let’s Go to the Mall o un Werewolf Bar Mitzvah. Echo mucho de menos a Adam Schlesinger, supongo que como todos. En fin, por lo demás, una serie agradable, sin mucho más pero también sin mucho menos. Como en el caso de la novela, la base de Rumours sirve para que luego ella cuente lo que quiera, incluyendo una banda que no toma el nombre del batería. Hace una mezcla de referencias más o menos obvias -esto es, cuando tienes que poner canciones ajenas tienden a ser más obvias que menos- y supongo que para verla del tirón un fin de semana tonto estará bien. Para verte tres capítulos hoy y luego ya veremos… pues no sé yo, la verdad, no sé.

Vaya semana de series que no se molestan ni en subir un trailer a YT, en fin. La primera es The Diplomat (UK) que saca Alibi y que tiene pinta de que debería de haber cogido alguien un poco más grande. Porque la idea no es necesariamente mala -una diplomática del consulado de UK en Barcelona investiga (bueno, en fin) la muerte de un joven inglés- pero la forma de articularlo e, incluso, los medios a su disposición son… limitados. Es cierto que tiene ese marchamo inglés de puro colonialismo, aunque por el lado bueno al  menos nunca sabes si van a hablar en inglés, castellano o catalán. En fin, que lo mismo mejora en un par de capítulos, pero que una cosa es necesitar un poco de rodaje y otra es que parezcan que se han puesto a rodar sin tener antes el plan o los medios.

Hablando de falta de medios, este Dirty Water (UK) es casi teatro filmado. He ido a mirar y, efectivamente, en origen era una pieza teatral -no me hagáis definir cuál- que se ha adaptado con unos medios casi nulos a la televisión escocesa. Pero en inglés, no en escocés. El resultado es más bienintencionado que efectivo, tanto por la cantidad de veces que hemos visto este tipo de… comedias de grupo de trabajo, o algo, como por la falta de efectividad de sus resultados. En fin.

Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Parece que este Django (O) (IT) quiere tocar todos los palos, subvertir todos los palos, usar los recursos tradicionales, ser rompedor, mostrar un oeste sucio, mostrar un oeste esperanzador, todo a la vez. Y no digo en todas partes pero casi. Porque tenemos a Django, pero en realidad el piloto nos pone cuatro personajes principales: el propio Django, los ¿fundadores? ¿gestores? ¿alcaldes? de una ciudad que son una joven huérfana y su prometido el sheriff negro de la ciudad, y una misteriosa mujer de trasfondo religioso y dispuesta a todo por hacer lo que Dios le dicta. Creo que solo con eso se ven varias de las cosas que mencionaba antes, echándole un ojo al trailer está también el ambiente. En ninguna de las dos, sin embargo, se nota que han optado por un tempo moroso que, sinceramente, a mi me acaba aburriendo. Esto claramente necesitaba de un poco más de vidilla, aunque presupongo que creen que esto de mucho plano y mucho espacio y la madre que nos trajo a todos, es lo que hacía falta. Es cierto que muchos de los últimos westerns que han estrenado han ido en dirección contraria, pero quiero creer que existen una variedad de posibilidades entre ambos.

Bueno, pues aquí estamos otra vez, con otra sórdida serie de empresa criminal, en este caso la alemana Luden (O) (AL), te pone a un señor que parece casi proxeneta por accidente, tócate los huevos mariloli, a contar la historia de siempre, con un contexto histórico de chichinabo y… en fin. Lo de siempre pero sin que parezca que sus propios protagonista están haciendo un drama sórdido o la parodia en sketch de un drama sórdido. Los pelucones no ayudan, claro. En fin, supongo que este despropósito argumental -y no solo argumental- tendrá su público, pero yo estoy muy lejos de serlo.

No sé quién pensó que hacía falta recuperar True Lies (USA) pero, ya puestos, podía haberse visto antes True Lies. Porque esto es más Matrimonio de espías con hijos a los que les pasan cosas. Tiene un punto casi entrañable de ingenuidad pero, a la vez, está muy claramente a medio cocer. Hubiera funcionado mejor en Nickelodeon que en CBS, pero también es verdad que K.C. Undercover ya tuvimos una.  En fin, lo mismo mejora pero no confío yo mucho, la verdad. Ah, como curiosidad, entre los malvados ¿terroristas? ¿villanos? ¿lo que sea? tenemos a un par de vascos, para poder hacer una de esas escenas clichés, pero supondremos que son personal reciclado o algo.

La idea de mezclar dinosaurios y vegetales es sencilla, pero funcional. Eso se puede decir sin problema de Vegesaurs (UK), que saben sacar ideas para jugar con esa doble posibilidad, incluyendo -por supuesto- poner de protagonista a un tricarrotops. La serie en sí, pues bueno, agradable y ya, que supongo que es suficiente para la edad a la que apuntan.

Los australianos han estrenado We Interrupt This Broadcast (AU) que es como Homo Zapping pero con más dinero y menos gracia. También ha habido este tipo de programas de sketches antes en Australia, pero estoy seguro de que con el ejemplo español se entiende más claro. Supongo que en parte porque no saben si centrarse en parodias televisivas actuales o en parodias de la actualidad a través de la televisión, como además les han dado 44 minutos los ocasionales hallazgos quedan rematados por la reiteración, sobre todo porque no son capaces de construir a partir de esa necesidad de ir añadiendo sino que, en general, se limitan a repetir de una manera distinta el mismo chiste. En fin, decisiones.

 


En una mano, en la otra mano… Algo así puedo decir de Beyond Paradise (UK) que tiene entre lo bueno a Kris Marshall y un estilo de Cozy Crime sencillo y agradable, y en la contra que está luchando con el hecho de ser un spin-off de Death in Paradise, uno de los mejores ejemplos de esto. Y pierde. No porque lo otro lleve años en antena sino porque lo que se han montado aquí es un genérico de serie a la que le falta tres de los ingredientes principales: – Una narrativa más whodunit de ‘estos son los sospechosos’ y menos procedimental, – Un interés mayor por la trama principal que por las subtramas, – Gente de color. Estamos ante una de las series más blancas (y blandas) que he visto en la televisión inglesa en años. Y si quieren ir por ahí más les vale también buscar algún giro interesante, porque aquí se lo han olvidado. Es una lástima porque precisamente la televisión inglesa hace este tipo de serie de manera regular y aquí queda por debajo de Shakespeare & Hathaway, Agatha Raisin, McDonald & Dodds, Queens of Mistery, Midsomer Murders, Hamish Macbeth, Pie in the sky… ahm… de demasiadas series con ese punto de pueblo pequeño y un poco de humor. Podría ser peor, sin duda, y Marshall hace -de nuevo- un gran trabajo, pero más le vale que se pongan las pilas porque este es el tipo de serie que desaparecería sepultado en el catálogo de Acorn o BritBox.

Un batiburrillo con School of Rock, Rebelde Way. High School Musical o Glee en su centro, pero incluso peor, este El club de los graves (O) (CO) retrasó dos meses su estreno. Y pocos han sido. No quiero saber cómo estaba esto hace dos meses. En fin, lo de siempre, gente que quiere vivir de la música y lo llevan dentro, malos de cartón piedra, decisiones completamente ridículas sobre grupos musicales… todo eso no tiene demasiado sentido fuera de una serie de Disney y que aquí intenta contar con el tirón que Carlos Baute se supone que tiene. El problema es que Baute no es Jack Black. Y la serie es… pues lo que es, un amasijo.

No sé qué esperaba realmente de The Company You Keep (USA), pero sé que no esperaba esta especie de historia que se supone que va de timadores e investigadores pero está hecho como con descartes. No ya porque Milo Ventimiglia haga el peor papel de su carrera -que lo es, parece un recién graduado de la Escuela Joey Tribbiani de Interpretación-o porque todos los papeles parecen interpretados por la tercera opción -en el mejor de los casos-, es que logran hacerlo todo tan aburrido, recrearse en exceso en chorradas en la parte romántica, hacer de cualquier manera la parte de timos, no hacer nada con las investigaciones, mostrarnos un… en fin… lo que sea que sea la prestamista. Resulta ridículo de por si, resulta mucho más ridículo si conoces la serie coreana original y ves cómo han intentado hacer una cosa muy distinta, más cercana a Ladrón de Guante Blanco. Excepto por la calidad del reparto, los guiones, las interpretaciones… En general todo es un error. Empezando por ver esta serie.


Lo mejor que puedo decir de The Consultant (USA) es que está claro que Christoph Waltz se lo pasa en grande. Lamentablemente también es casi lo único bueno. Porque este personaje, que no llega ni a fáustico aunque si a diabólico, parece estar en una serie muy distinta a la de los demás. El rutinario pseudo-thriller empresarial-tecnológico -por decir algo- que parece hecho por un vago imitador de Michael Crichton. Bueno, también parece que imita a más gente, claro, porque si por lo menos fuera una imitación de Crichton podría llegar a estar bien. Que en realidad lo que adapta sea un libro de Bentley Little tampoco debería de sorprenderme… excepto porque se supone que Little escribe terror y de eso… en fin… Pero bueno, quedémonos con lo bien que se lo ha pasado Waltz, como Nicholson en sus más despendolados tiempos. En serio, interpreta a un personaje llamado Regus Patoff. Reg. US Pat Off. En serio. Ojalá el guión no fuera papel mojado, porque se merece algo mejor.

En un nuevo ejemplo de actor intentando salvar una serie, sin conseguirlo -claro-, está vez es Amanda Abbington la que intenta que Desperate Measures (UK) no sea el desastre que es. Teniendo en cuenta que el problema principal es que desde el inicio de la historia a los distintos giros no hay nada que suene plausible -es decir, quizá alguno de los problemas sueltos podría haber funcionado, todo a la vez parece cachondeo- el esfuerzo es notable pero el resultado final no merece la pena.

Lo malo de Liaison (USA) no es que no sepa lo que quiere ser, es que además no le importa. Probablemente porque alguien pensó que podría ir cambiando temas, tonos y fondos. Y es cierto que es algo que podría suceder… Pero no en esta serie. Aquí las partes de acción parecen desganadas, las partes de espionaje rutinarias y las partes románticas… no me hagáis hablar de las partes románticas. Hasta el punto de que podría ser una fabulación de alguien como el protagonista de Paul T. Goldman. O, más probablemente, de su protagonista, un Vincent Cassel horroroso, absolutamente insoportable en cada una de esas facetas, encantadísimo de haberse conocido hasta niveles que hacen que el Vin Diesel de F&F parezca un humilde jugador de equipo. Apple TV no suele cagarla, pero está claro que cuando lo hacen es a lo grande.

Si pensabais que con una mala serie musical adolescente íbamos a tener suficiente esta semana lamento comunicaros que también se ha estrenado Melody (O)(AR) que incluye a una familia en contra de la decisión de la carrera musical, una especie de conexión mística, una madre desaparecida y, en fin, la decisión de cantar en el metro. Ninguna de las cuales es especialmente interesante, novedosa o pega con las otras. Así que podemos tomar esto como un intento de Warner Música para lanzar a una -¿o dos?- cantantes. Con la sutileza de un zambombazo, y un sentido musical similar.


Este espanto de Der Schwarm (O) (AL) (Cop. con AU/BE/IT/SU/FR/JP) o The Swarm parece que ha salido de adaptar un librote gordote pero, en realidad, recuerda a aquella época de los noventa en los que había una sección de Grandes Relatos que eran tecno-thrillers ecologistas bastante aburridos pero en los que un montón de países ponían a alguna persona y así podías señalar al tuyo. O preguntarte cómo había llegado allí. El problema, entonces y ahora, es que más vale tener algo más que ese reparto de ‘some stars’ internacionales y la posibilidad de rodar sus paisajes -acuáticos en este caso- porque si no solo logras un muy aburrido vistazo por el mundo. En el lado positivo: Es ideal para echarse la siesta la tarde de un fin de semana.

Usar Basado en hechos reales sirve para casi cualquier cosa. Por ejemplo, en Tríada (O) (MX) sirve para fingir que el punto de partida no era el de Orphan Black sino el de documental Three Identical Strangers. Por supuesto hace unos pequeños cambios al asunto original como, por ejemplo, cosas en las que pueda parecerse más a la primera que a la segunda aunque, por suerte supongo que para todos los implicados incluyendo su público espectador, el punto de partida sigue pareciendo el del segundo caso. Y sobre este esqueleto prestado lo que tenemos es… bueno… Lo que tenemos. Un thriller -por llamarlo de alguna manera- de relleno con misterios que en realidad no son tan misteriosos. En fin.

No entiendo la necesidad que RTD tenía de rodar esta mediocre You & Me (UK), que podría ser tranquilamente un drama de Hallmark de sobremesa sobre superar las dificultades de la vida, no entiendo qué les hacía pensar que una narrativa con ganchos como si esto fuera This Is Us era buena idea y, desde luego, no entiendo qué necesidad había en intentar meter esto como un comienzo de comedia romántica (mediocre) que se transforma en un drama romántico-familia (igual de mediocre). No entiendo ninguna de las decisiones. Pero aquí estamos.


La prueba de que Joel McHale no aprendió nada de The Great Indoors llega con Animal Control (USA), que además de ser la serie menos diversa que ha protagonizado es también la más aburrida. Y tiene mucho mérito. Porque The Great Indoors tela. Es de suponer que alguien quería hacer Brooklyn Nine-Nine pero con el clásico capullo de McHale como protagonista y sin tener que preocuparse por el impacto de la policía. Es decir, de lo que hace la policía, sale en las noticias, y luego la gente se siente menos cómoda viendo tu programa e incluso se niegan a trabajar en él. Lo que quizá explique la falta de… Bueno, da igual. Que un aburrimiento y que en circunstancias normales esto no llegaba a 13 capítulos. Pero, claro, la normalidad ya no es lo que era.

Si eres fan del modelo Joven tiene que ir a vivir a un internado en el que le suceden hechos que la cambiarán para siempre te gustará Bad Behaviour (AU), todos los demás -especialmente los que esperen que en el internado ocurra algo que la saque del drama y la acerque a algún género como criminal o fantástico- mejor que se dediquen a…  bueno, a otras series.

Es una pena que Better (UK), lo nuevo de Jonathan Brackley y Sam Vincent (que vienen de Spook y Humans) para la BBC, tenga dos problemas que hacen que lo mejor esté en el centro como si fuera un sándwich, porque si no estaríamos ante una interesante recomendación. Pero por mucho que vaya mejorando según avanza el piloto llega un momento en que la duración del capítulo se me hace excesiva y sigue sigue sigue. Quizá es que estoy mayor. Por otro lado, el principio no es gran cosa. Muy genérico, mucha información puesta por medio. Blablabla. Pero, claro, llega un momento en que el infodump y los clichés han sido superados -menos mal- y comienza la historia interesante. La parte buena es que lo mismo para la semana próxima lo que tenemos es lo de en medio. Aunque, la verdad, espero que no se me haga tan largo.

El visionado del piloto de División Palermo (O) (AR) me ha llevado a enfrentarme a profundas cuestiones. En general variaciones de: ¿Es que carezco de instinto de conservación o por qué sigo viendo esto? Pero he sido capaz de llegar hasta el final de esta mezcla barata de Loca Academia de Policía y Fuga de Cerebros, desubicada, carente de gracia, incapaz de ser siquiera ofensiva más que para la reputación de los en ella envueltos y claramente pensada a mayor gloria de su creador, por un motivo concreto: Para impedir que a nadie más se le ocurra ponerla. Netflix, haz lo tuyo.

Una serie futurista que resulta poco creíble en su futuro pero, sobre todo, nada creíble en su presente. Que Dziewczyna i Kosmonauta (O) (PO) juegue a usar dos líneas temporales y una sea 2022 puede tener más o menos sentido, el problema llega cuando es un 2022 en el que el gobierno polaco colabora con el ruso tranquilamente y en el que los coches nuevos llevan lectores de casetes.  En realidad la parte central -una especie de pseudointriga sobre un astronauta que reaparece tras treinta años- quizá estaría bien, pero me temo que ni la parte de ciencia ficción ni el melodrama acaban de funcionar, así que se queda solo en que, comparada con otros estrenos de la semana, al menos esta no lleva a cuestionar la necesidad de ver ficción.

Supongo que en The Gold (UK) la BBC decidió tomar Decisiones y, bueno, a mí no me funcionan. La idea de que parezca una especie de teatrillo de época, no exactamente docudrama pero con un aspecto muy lejano a una ficción de época habitual, con unos pelucones y unas pintas claramente falsas y mucho Basado en hechos reales… En fin. La historia en si es interesante, pero precisamente por eso se ha contado varias veces así que… bueno. Qué necesidad.
Supongo que  Hello Tomorrow! (USA) estaba pensado para recuperar aquel estilo de la ciencia ficción de los años ’50. Pero desde una visión actual. Lamentablemente parece que es lo que la actualidad pensaba de los años 50, así que tenemos una especie de fantasía masturbatoria de señores blancos de mediana edad y clase en la que nada es realmente interesante. La excusa espacial o los robots son la manera en la que nos intentan vender la misma serie de fracasados y pícaros de siempre. Y lo único que puede destacarse es precisamente esa decisión de usar diseños retro. Todo lo demás es el peor dondrapismo de la ciencia ficción de la época.

Veo este Horario Estelar (O) (MX) y -además de no ser capaz de reconocer a Óscar Jaenada afeitado- me pregunto para qué convertir en serie lo que con una peli de tarde daba de sobra. Porque tampoco es que parezcan querer contar mucho -o nada- más. Un tipo en el centro del huracán y acostumbrado a ello tiene una relación ilícita con la mejor amiga de su hija, pasa una cosa y él comienza con la ordalía de gestionar sus dos caras, la pública y la privada. Un punto de partida que ya me daría pereza de normal y que aquí parece más un reto personal por ver cómo de idiota puede ser el protagonista que por construir una historia a su alrededor que haga querer saber más de lo que pasa. En fin, de todo tiene que haber.

Es la primera vez que veo una serie que comienza diciendo que está basada en hechos reales y que cualquier parecido con gente real es pura coincidencia. Supongo que porque Last King of the Cross (AU) es una de esas historias de empresa criminal y bajos fondos, que no diré que parece sacada de Underbelly porque fue literalmente una de sus temporadas. O spin-offs. O algo así. Y, claro, si sacas a un mafioso al que nunca se ha podido condenar por nada, y muestras a la policía cobrando sobornos, violencia -más- y sexo -menos- y esperas no acabar… no sé si enterrado en el desierto o siendo comida de los peces… supongo que esta aproximación parecerá razonable. De nuevo, no soy su público. Supongo que quien lo sea estará contento. Digo yo.

Solo un italiano pensaría en presentar una serie como feminista y sacar en sus primeros minutos a una mujer teniendo sexo con las tetas al aire. Y ponerla a defender a un acosador. La legge di Lidia Poët (O) (IT) hace ambas cosas, aprovecha cada oportunidad para sacar a mujeres desnudas -y algún hombre desenfocado para disimular- y además le dedica demasiado tiempo a una chorrada de caso. Podría haber estado bien. Pero no.

Como si fuera una serie de Nickelodeon, este Mila no Multiverso (O) (BR) enseña el plástico de fondo como si esperara que no fueras a fijarte porque suficiente hay con la trama -o la movida– que te están contando. Y el asunto es que esta historia de multiversos, ingenios y madres e hijas resulta lo suficientemente movida pero intrascendente como para servir a la función de servir de relleno un rato.

Supongo que la discusión de estilo y sustancia puede darse también en Marvel’s Moon Girl and Devil Dinosaur (USA), que es una serie muy bonita de ver, una de las más que he visto. Y tiene canciones -muchas, pero de esas ya no estoy tan contento- y procura presentar de la mejor manera los guiones. El problema, para mí, es que los guiones son… lo de siempre. Mucho cliché, mucha cosa a la que no le buscan las vueltas más que cuando se representan gráficamente… En fin, que el nivel de la animación está claramente lejos del de la historia. Eso sí, muy bonitas.

Si malo era lo de la italiana peor es lo de esta serie colombiana, esta La primera vez (O) (CO), que intenta vestir de nostalgia a lo que básicamente es… en fin. No sé quién pensó que sería buena idea sacar la divertida anécdota del chaval al que su padre lleva a un burdel con señoritas en cueros pero, de verdad, no. Sencillamente no.

No sé si prefiero que las comedias de influencers sigan siendo un desastre o que haya alguna que tenga éxito, lo que sí sé es que Sem Filtro (O) (BR) tiene muy pocas virtudes -colores brillantes, intencionalidad de romper con las cortinillas clásicas- pero prácticamente todo es un conjunto de malas ideas y peores ejecuciones.

Muchos son los problemas de Three-Body (O) (CH) empezando, supongo, por el libro que adaptaban. Pero, claro, si a eso le unes una extensión a 30 episodios -como si el libro no fuera lo suficientemente pesado ya-, y una narrativa lenta y torpe, con un grado de oficialidad que parece que la CCTV tenía un comité político supervisando lo que iban a venderle al mundo… Pues acabas con lo que parece el anuncio de algo (¿televisores? ¿trajes? ¿yogures?) más aburrido del mundo.


No ha sido una buena semana esta, pero por lo menos tampoco han estrenado demasiadas cosas. Y dentro de eso hay un poco de todo, por ejemplo en  Funny Woman (UK) intentan adaptar la novela de Hornby, que ya tiene sus cosas de base, y aunque Gemma Arterton está intentando tirar todo el rato de ella y el plantel secundario no es ni mucho menos malo… da un poco lo mismo. Quizá porque se le ven las intenciones, quizá porque la novela original era de 2014 o porque no han intentado arreglarlo -aunque sí que se ha cambiado alguna cosa, el libro original se llama Funny Girl – pero no lo suficiente. Yo qué sé.

Lo más curioso de la kuwaiti (¿se escribe así?) The Exchange (O) (KU) es que no parece tener claro si quiere contar una historia de Dinero y Poder o una de Mujeres empoderadas. Ojalá hubiera decidido una de las dos, o hubiera tirado por la telenovela, o algo. Pero bueno, la historia de una mujer en los años ’80s, dentro de ese Basado en hechos reales, que se divorcia, lo pierde todo, se encuentra con su prima que está a todo tren, y entre las dos saltan chispas. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

Hacer un piloto como si fuera el inicio de una película no suele ser buena idea. Algo de lo que pueden dar fe en My Dad the Bounty Hunter (USA) que tiene que meter una especie de trailer de la temporada antes del final del capítulo para que veas que en realidad tiene poco que ver con lo que has visto. Y ese vendría a ser el resumen del problema, puede tener buen fondo, pero no sabe llegar a él, tomar las decisiones correctas o usarlas de manera correcta, así que las buenas intenciones solas no consiguen levantar una serie a la que se le nota muchísimo potencial. Qué le vamos a hacer.

El problema principal de Not Dead Yet (USA) es que se supone que es una comedia. Si solo hubiera sido una serie dramática, de misterio, de acción o algo sería simplemente una versión mediocre. Pero, claro, siendo una comedia que sea tan aburrida y poco graciosa, esforzándose y que se les note -que siempre es peor- hace que llegue hasta el patetismo. No sé quién pensó que estos guiones eran buena idea, o si pensaron que quizá el reparto podía hacer que funcionara. Pero… Nopes. Probablemente la peor serie de la semana, y mira que ha sido una semana.

Supongo que Santo Maldito (O) (BR) planea un juego largo, pero yo estoy ya un tanto aburrido de tanto dios y tanta examinación de conciencia y curas falsos y toda la pesca. Vale, aquí es un señor vocalmente ateo que parece haber hecho un milagro y decide usarlo para ganar dinero con el que pagar las facturas médicas. Pero eso dice menos de la religión que de la sanidad pública. Por supuesto no se plantea muchas dudas religiosas tanto como si lo que hace está bien o no. Es decir, SABE que no, pero no tiene claro hasta qué punto. En fin, pese al giro del final del capítulo -que casi suena como si lo tuvieran pensado para pillar al protagonista y ver por dónde salía- supongo que hace falta un público muy concreto para esto. Que, obviamente, no soy yo.

Tras ver el piloto de Yeonaedaejeon (O) (CS) o Love to Hate You me fui a comprobar si era otra adaptación de un Webtoon. Aparentemente no -me fío regular- pero lo que ofrece es eso: Dos personas alejadas del amor que se encuentran, tienen que fingir salir, pero en realidad se llevan mal, aunque poco a poco se van enamorando. ¿Habéis escuchado la explosión? Era el medidor de tropos. En fin, yo qué sé, supongo que si buscas algo sencillo y agradable y no te aburre lo absolutamente predecible que es… Pues lo mismo. Quién sabe.


Hubo hace unos años una gran cantidad -no lo llamaremos epidemia- de series que seguían el patrón Un grupo de gente se despierta en una nave espacial porque ha pasado algo inesperado. Este The Ark (USA) sigue ese estilo en la sección Eran mandados a repoblar/crear/montar una nueva realidad y es, además, en SyFy. Que yo diría que ya acogió varias. En cualquier caso el resultado es el de siempre, supongo que si te gusta la premisa esto puede estar bien. Y si no… bueno, no es que ofrece mucho más allá de las discusiones de los distintos puntos de vista, las particularidades de la misión y los clásicos temores sobre la falta de lo que toque para la supervivencia. Un genérico.

Debo decir que la versión india de Élite que Netflix puso en marcha con el nombre de Class (O) (IN) esperaba que fuera menos cercana a la original y más adaptada a su contexto. Pero no, pese a los cambios que han tenido que hacer hay mucho que se mantiene. Incluyendo partes queer y momentos sexuales. Ninguna de las dos esperaba verlo en una producción de La India, menos aún teniendo en cuenta cómo está La India. Pero bueno, supongo que la idea era montar una Serie Escándalo. Porque, por lo demás, sigue esa idea de mezclar Medias de Seda con Al Salir de Clase que tenía la original. Incluso manteniendo los discursos sobre clases que en este otro contexto de postcolonialismo británico y sociedad de castas rechina precisamente por la falta de cambios. No espero nada más de ella, pero espero que al menos sirva para probar si hay intención en cambiar las cosas.

Me lo he pasado en grande con este Detective Conan: The Culprit Hanzawa (O) (JP), una serie que sospecho que solo nos va a gustar a los que llevemos los treinta años -o se los hayan metido en vena- siguiendo los casos de Conan, que se usan aquí para crear una sátira sobre el tipo de ciudad en la que hay un asesinato nuevo a cada minuto, los criminales abundan y en cuanto te descubren intentan asesinarte. Lo mejor es que eso lo mezclan con la historia del protagonista, que es otro asesino en ciernes pero de quien se nos cuenta su llegada a la ciudad, sus comienzos de vivir de manera independiente, conseguir un trabajo y enfrentarse a todos esos pequeños retos asociados. De modo que la más desaforada sátira se junta con el costumbrismo más sencillo de compartir. Y lo hace en episodios de poco más de cinco minutos en los que el opening, el ending y la previa del siguiente capítulo ocupan casi más que el contenido en sí. Son doce episodios de esos cinco minutos y medio aproximados, así que si conocéis la historia u os interesa esto que digo en poco más de una hora os la habréis fundido. Ya os digo, no puedo recomendarla a cualquiera porque hace falta un conocimiento del contexto de esos que me llevan a decir que por una vez soy concretamente el público, pero si lo tienes… ¡adelante!

Como si del juego aquel de Dos Verdades y Una Mentira fuera, en Dear Edward (USA), lo último de Apple TV+, tenemos Dos Problemas y Una Bondad. La bondad, empecemos allí, es que Connie Britton está muy bien, como siempre. El problema podríamos decir que es todo lo demás, pero podemos centrarlo en dos: El melodrama post-accidente aéreo es tirando a insufrible. Una opinión general mía pero aquí en concreto, están tan centrados en ‘el drama humano’ que se olvidan tanto de la empatía humana como de que tiene que interesarnos la gente. Y no se cumple ninguna de las dos. Es un triste intento de hacer llorar este. Como en un drama de sobremesa. El segundo problema es que el protagonista teórico… digamos que no es un desastre pero está lejos de ser un éxito, no digamos ya de poder defender a un personaje que es tan excesivo desde un punto de vista narrativo, que en el mejor de los casos hace bola. Y en el peor no interesa. Al menos el actor logra que la cosa no empeore, que casi me sorprende, la verdad. Pero para este tipo de obras la explotación infantil más vale hacérsela a un niño británico, que tienden a ser más capaces que los americanos. En fin, supongo que si quieres una de llorar valdrá. Yo, desde luego, ni soy su público ni le encuentro gran interés.

Pues ya está en Netflix el spin-off de On My Block, lo han llamado Freeridge (USA) y ha decidido incluir una especie de trama ambiguamente fantástica en la que no acaba de atreverse a entrar. Al menos en el piloto. También p43resenta a un nuevo grupo de protagonistas que, sinceramente, no me podrían importar menos. Incluyendo la idea principal de las dos hermanas que discuten pero que están en el mismo grupo de amigos aunque a una de ellas no le soporte el resto de amigos de la otra. Yo qué sé, a ratos parece Un Episodio Muy Especial y a ratos los recortes de hostias -por un motivo más que razonable- de El Club de la Medianoche. Supongo que a su público original le interesará, a mí ya os puedo decir que no.

¿Hay una competición dentro de Netflix para ver quién hace la peor serie de animación? No sé si tengo dudas pero pruebas tengo a patadas. Con la salida cada semana de una obra que es peor de la anterior la entrada en el concurso de esta semana es Make My Day (O) (JP) que parece un disco demo de un juego de PS1. En el mejor de los casos. Pero es que además dentro aparece de cuando en cuando otro tipo de animaciones en formas y estilos, como si quisiera dejar claro que esto no es un problema de dinero sino una DECISIÓN. Y, sinceramente, se han Tomado Decisiones.

Quiero creer que esta Nolly (UK) está hecha por RTD para ITVx como un homenaje y ha acabado como una de esas estatuas de cera que solo sirven para recordarnos por qué el original era tan memorable. No sé si el problema está en intentar abarcar mucho con ese pedazo de la historia de la tele británica, la biografía de su protagonista y su grandeza como icono, entre otros muchos momentos históricos. Puede ser que parte del problema sea la mediocre actuación de su protagonista, una triste caricatura que siempre se queda por debajo o por arriba de lo que hubiera hecho la propia actriz. En cualquier caso, una idea fallida que merecería mejor suerte probablemente como algún tipo de documental que como acercamiento desde la ficción. Al menos si la ficción no está bien pensada, planificada o interpretada.

Que espanto este Princess Power (USA), que tira de lo peor de la explotación girlibossy del feminismo de hace una década para montar una especie de historia de siempre con princesas y frutas con la mayor innovación de que las princesas llevan PANTALONES. Entre eso y que una de las frutas es el kiwi menos kiwi de la historia de los kiwis creo que la idea es cubrir un… no sé, una necesidad o un algo. Y lo de estirar el dedo meñique… Ahm. Mira, no.


Agradablemente canadiense y algo insulsa, ideal para rellenar una tarde mientras haces otra cosa, así es The Spencer Sisters (CA) que usa el clásico madre/hija, novelista de misterios/expolicía, como extraña pareja que resuelve crímenes un poco siguiendo los puntos más que investigando entre varios sospechosos. Es algo inofensiva, pero supongo que cosas peores habremos visto.

Lo malo de The Watchful Eye (USA) no es tanto que no sepa a dónde están yendo como que me da bastante lo mismo. Con un nivel propio de un telefilme de Lifetime pero sin nada del suspense o despendole. Tenemos a un montón de arquetipos que nos dan bastante lo mismo, un par de cadáveres que también nos dan igual, un entorno similar al de Only Murders in the Building que solo sirve para recordarnos lo buena que es OMitB, y muchas intrigas que se exponen de la manera menos interesante posible. Es una lástima que Kelly Bishop esté haciendo su nada de papel aquí porque es lo más interesante y, a la vez, está completamente desaprovechada. Ni siquiera tiene sentido compararla con Lost porque no sólo no intenta intrigar, es que tampoco intenta mostrar algo extraño que ‘ya explicaremos’ hasta el punto de que los elementos digamos conspiranóicos o sobrenaturales dan totalmente lo mismo. Total, que no pienso ni leerme el artículo de wikipedia explicando.


Voy a suponer que con Accused (USA) la gente de FOX buscaba darle una vuelta al modelo de intriga judicial, buscando una manera de crear algo sensacional, metiendo actores con renombre y jugando con el formato. Incluso hacen eso de Tratar grandes temas. Lo que no logran es que importe o interese, tener buenos autores puede hacer que al menos puedas terminar el capítulo aunque sea poniendo los ojos en blanco de cuando en cuando, pero acaba pareciendo más una versión pretenciosa de lo que podría hacer, digamos, Bull que una actualización interesante de lo que podríamos ver en, pongamos, The Defenders en los sesenta. Y es que hacer esto bien no es fácil, y aquí no se hace bien, solo se intentan mezclar cosas a ver si por milagro todo funciona. Pero me temo que no hay milagro y esto acaba pareciendo una serie para ver durante la comida.

Pues un poco de cualquier manera sale este The Catch (UK) que lo mejor que tiene es a Jason Watkins, porque esta adaptación que parece haberse tomado algunas licencias -no sé si decir para mejor o para peor, pero bueno- es un thriller aceptable pero, sobre todo, una de esas historias de después de la comida de familias enfrentadas. Yerno Sospechoso. Suegro Peligroso. Algo así. Pero bueno, podría haber sido peor. Supongo.

Una de esas historias de basado en hechos reales, porque Clean Sweep (O) (IR) le da una vuelta a un concepto clásico. Un policía un tanto desastrosos y casquivano investiga la muerte de un tipo de baja estofa. El problema está, claro, en que no es el personaje principal. El personaje principal es la persona que mató al tipo por amenazar con sacar su oscuro pasado a la luz. Es decir: Su mujer. Del policía, digo, no del tipo. Así que aquí vemos la investigación desde el punto de la señora que está intentando que las cosas no se derrumben, con éxito digamos que limitado.

Hay cosas que hacen inevitable comparar Contra las cuerdas (O) (MX) con Glow, otras pueden llevar a pensar en productos estadounidenses como Nacho Libre o en Hanna Montana o… Pero, sobre todo, hay mucho de la importancia popular -y pop- de los luchadores en la cultura mexicana. De hecho, lo que late por debajo es la telenovela. Quizá no una excesiva -aunque no lo parezca- pero sí una que tiene claro a dónde quiere ir. Luego ya nos puede interesar más o menos ese camino y ese recorrido, pero bueno. Para lo que temía encontrarme es más interesante. Aunque está claro que va a depender del espectador antes que de la obra.

Hay muchas formas de ver que una serie inglesa es inglesa, con dedicarle un rato a Extraordinary (UK) vale para notarlo. Gente que parece quizá no normal pero sí que no-modelos, unos problemas y estilos de andar por casa que lo son y, una forma de abordarlo con un humor digamos chocarrero y básico pero quizá por ello reconocible. Dos partes, además, una más digamos masculina y otra más femenina, la primera está más trillada pero se mete más en la parte de los poderes. Ah, que no lo había dicho: Estamos en un mundo en el que todas las personas tienen algún poder… excepto la protagonista. Ella tiene sus propios problemas y una historia que probablemente se podría haber contado igual en casi cualquier otra serie inglesa. En fin, que resulta agradable pero sin pasarse, a ratos parece que se establece por oposición y su mayor suerte es que el reparto está intentando tirar de ella todo el rato -mención especial a Luke Rollason, que compone el personaje de tal manera que cualquier diría que era parte de los desarrolladores de la serie o de sus guionistas, ninguna de las dos pero qué manera de robar escenas- aunque el gancho para la audiencia sea una de sus integrantes adultas, la actriz que interpreta a la madre de la protagonista es Siobhán McSweeney, la Hermana Michael. Así que aquí tenemos esta serie, que requiere una cierta tolerancia hacia los ingleses ingleseando, y que quizá no con tanta duración en los capítulos, pero resulta al menos interesante aunque no muy sorprendente a pocos cómics que satiricen los supes que hayas leído de autores ingleses. Vamos, que yo qué sé.

Creo que, desde un punto de vista puramente teórico, podría llegar a entender dónde se supone que está la comedia de Everyone Else Burns (UK). Es decir, la idea de presentar como gente patética a los integristas religiosos supongo que podría servir como idea si… yo qué sé… ¿diera la casualidad de que alguien tuviera algo divertido que hacer con ellos? No es el caso. no es el caso en absoluto. Cortar el pelo con un tazón es una de las cumbres del humor del capítulo.  Imaginaos el resto. En fin.

Buen piloto dentro de sus posibilidades este de Lockwood & Co. (UK), reconozco que la ambientación se me hace menos victoriana/1900s de lo que se supondría de los libros originales -sí, ya sé que tenían también elementos modernos- en cualquier caso y pese a que ninguno de los actores destaque y abra demasiadas tramas que, sinceramente, no sé si tiene sentido, pero ofrece la historia de este mundo alternativo, las reglas principales y los personajes. Además de una enorme multitud de subtramas que se abren. A ver si con el rodaje coge fuerza porque ahora mismo es una buena semilla a la que le falta ese algo extra.

Puede que Rian Johnson no tengan más que un truco, ¡pero vaya truco! Porque otra vez Poker Face (USA) tiene a ricos malos, movimientos temporales de aquella manera, y más tensión que misterio. También a una magnífica Natasha Lyonne. Y un plantel de secundarios rotatorios que, bueno, funcionan dentro de sus altibajos. Sigue siendo una verbena y un disfrute, eso por supuesto. Habrá que ver cómo evoluciona -porque el primer capítulo funciona de una manera de presentación- y luego llegan tres más para entender este formato tan deudor de los setenta -no solo de la clara intención de tener a Colombo de referente, también El Fugitivo de manera indudable, pero podemos decir que son más las fuentes- y vayamos viendo cómo va desarrollando.

Parece que Jason Segel ha superado esas historias de coacción sexual que salieron sobre él en 2021 y ahora tiene una serie propia en Apple en la que sale Harrison Ford. Yay! En fin. La serie se llama Shrinking (USA) y funciona mejor gracias a… iba a decir que los secundarios -algunos, Ford está muy claramente para cobrar el cheque e irse a casa, nivel Hollywood: Departamento de Homicidios– en realidad es fundamentalmente Christa Miller tirando de un producto de su marido, Bill Lawrence, que puede ser lo peor que este ha hecho. Por lo menos lo peor desde la serie de Rush Hour. Es increíble que la persona que está haciendo Ted Lasso y fue responsable de Scrubs o Cougar Town haya creado algo tan… egocéntrico, falto de interés o empatía y con tantos actores que parecen estar grabando cada uno en su casa -no descarto que Ford lo haya grabado así-, si me dijeran que esto se grabó durante la pandemia, por zoom, y el equipo no pudo estar junto en ningún momento me lo creería. Vamos, un desastre completo. Espero que Miller cobre los cheques de todos los demás.

Un poco desastre pero con buenas intenciones, así es esta Taiwan Crime Stories (O) (TW) que pretende contar historias policíacas a razón de tres capítulos por título. Con distintos repartos y etc. El problema es que parece que van tan faltos de presupuesto como sobrados de ambición y el resultado es un tanto… embarullado, confuso, desaliñado… al margen de que esos casos Sacados de los titulares ya sabemos que tienen de real lo que tienen de real. Pero en fin. Al menos tiene la intención y algunas ideas yendo hacia donde podría resultar algo interesante. Que no lo resulte supongo que acaba siendo un problema derivado de otros lugares.

Sarah Michelle Gellar parece estar un poco por todas partes pero también por detrás en este Wolf Pack (USA) que, sin embargo y pese a todo, es tirando a aburrido. Mucho tiempo de capítulo invertido en bastante poco, cuatro personajes jóvenes protagonistas y… en fin… si uno compara esto con la verbena que fue el piloto de Teen Wolf -por mantenernos en la misma órbita, claro, que tenemos series paranormales de las que tirar a patadas- creo que es obvio que han tomado una serie de decisiones que no ayudan ni como piloto -establecer localización, personajes, etc- ni como serie en general. De hecho, la decisión de que a la una de las chicas la mordedura del lobo le quite el acné (y le dé algo así como coloretes y labios sonrosados) mientras que a un chico le de abdominales… en fin. ¿Puede mejorar? Sin duda. Y empeorar. ¿Estaré ahí para verlo? Pues ya tiene que no haber ninguna otra cosa porque de verdad que no me ha quedado mucho interés.