«Seguro que Semana Santa será tranquila de series.» JA! Hay tantas que es difícil incluso intentar entender si es que se han puesto de acuerdo o qué pasa aquí. Y en cuanto a la calidad… Por ejemplo, Bucket (UK) es una serie más de la variedad «Tengo una lista de cosas que hacer antes de morirme» que este mismo año aparecía parcialmente en No Tomorrow. La gracia teórica en este caso  es la relación materno-filial entre las protagonistas. Supongo que si buscas una serie protagonizada por dos mujeres maduras… al menos existe.

John Ridley e Idris Elba se reúnen para crear Guerrilla (UK) y el resultado es… supongo.. lo que querían. Una serie sobre conflictos raciales presentada como fondo antes que como centro de la historia. Una en la que, de hecho, hay una infrarrepresentación de mujeres y un empuje muy importante para hablar de la relación romántica. Pueden ser decisiones para ‘vender’ la historia, que con lo uno nos traguemos lo otro, que el gran público al que no le interesan las luchas y la remembranza histórica lo compre, o lo que sea. Sé que a mí se me atraganta en partes, que el buen hacer de Elba es lo que más se agradece. Y que tendré que esperar a ver si tiene éxito para juzgar la estrategia, pero desde luego a mí se me atraganta.

En cuanto a Henry IX (USA)… creo que aquí no hay parte positiva que mirar, al menos fuera de algunos de los actores. Porque esta comedia sobre un Pobre Rey Británico Incomprendido es no solo aburrido sino incluso autocomplaciente en donde podría ser satírico. Y esta vez estoy más que seguro de que eso no era lo que venía bien.

Doy por hecho que hay un público para Hollywood Darlings (USA) igual que sé que no soy yo. La idea de crear una comedia pseudoimprovisada con antiguas niñas actrices de la televisión noventera sin duda encontrará su nicho en… yo qué sé. ¿La gente que tenía ganas de ver Fuller house?

Mi relación con Mystery Science Theater 3000: The Return (USA) siempre ha sido complicada. Por un lado la labor de recuperación de películas de Serie B desde los años ochenta es indudable, por otra… han contribuido de manera directa o indirecta al Tan mala que es buena. Luego está que, al margen de su interesante intrahistoria y de las idas y venidas, estableció la idea de coger una película antigua y hacer comentarios sobre ella. No lo creó porque es una idea casi tan vieja como el cine y ahí están los juegos de los Celuloides Rancios para demostrar que es dar la oportunidad y empezar a hacer chistes. Por supuesto los Horror Host que llevaron hasta aquí y que son parte fundamental de la misma serie se convirtieron en algo fundamental, igual que sin Servo y Crow (y supongo que Gipsy) el programa no sería igual. Total, que tras muchos años -en algún momento escribiré sobre ella, aquí o en ADLO!, ya veremos- lo han recuperado para Netflix. O una parte al menos. Hay mucho personal nuevo por aquí incluyendo a Felicia Day y Patton Oswalt, y la cosa es… ¿tendrán gracia? Pues bien, por lo menos el primero logra andar por ese filo sin caerse demasiado. Mantiene el problema de hacer chistes del material y de hablar demasiado, con lo que no todos caen igual de bien, pero con muchos disparos algunos tienen que acertar y las escenas intermedias funcionan bien. Así que supongo que incluso encontrándolo problemático puedo disfrutarlo, que no está mal. Ahora, si pudieran encontrarse esas películas en versiones que no fueran la del programa.

Este Our Friend Victoria (UK) es un documental en varias partes recordándonos lo que pedimos con la muerte de la gran Victoria Wood hace cosa de un año. Lo bueno es que si no la conoces te la presenta y si la conoces lo peor que pase es que echarás de meno cosas que esperarás en los subsiguientes capítulos.

En cuanto a las comedias actuales… como lo de Hollywood Darlings parece que no era suficiente  Return of the Mac (USA) nos demuestra que también los antiguos miembros de boybands -o algo así- pueden ser espantosos cómicos en mitad de series a las que no salva ni el meta.

Es curioso esto de Seven Types of Ambiguity (AU). No es que esté mal, que no lo está, tanto como que da la sensación de que podría dar más de sí. El punto de partida es interesante, el libro en el que se basa… bueno… Elliot Perlman no es William Empson pero tiene un pase. Y Hugo Weavin tiene unas pintas peculiares pero, mira, demuestran interés en la parte de los actores, aunque el resultado final esté siempre al borde de funciona.

Hablando de lo cual, The Son (USA) es el nuevo intento de serie de calidad de la AMC. Supongo que me fatiga todo porque tienen la vista tan puesta en el premio que olvidan que deberían intentar hacer algo interesante para lograrlo. O quizá sea el periodo histórico. La verdad es que no deja de sorprenderme lo mucho que se esfuerza la AMC por lograr algo que a la FX parece salirle de natural. En cualquier caso presupongo que habrá fanes de la cosa esta. Pero conmigo que no cuenten.

Uno ve que la última novedad de esta semana es The Warriors (AU) y asume que tendrá algo que ver con la película. Pero no. Tiene que ver con un ficticio equipo de un juego de pelota australiano -que supongo que tiene un nombre pero que lo dan tan por sentado que voy a suponer que todo el mundo sabe cuál es- y el resultado es una comedia con deportes por medio que es al menos mejor que Ballers pero que tampoco es que se esfuerece demasiado, hasta el punto de que a ratos te preguntas si la cosa deportiva tiene una finalidad que no se podría haber conseguido con actores o con algún cargo similar. En fin, comedia deportiva, algo intentan aunque no les salga.


¡Libros que Llegan! Orejudo, «El señor de las muñecas», Hustvedt y más

Esto de que se junte la primera semana del mes con que la siguiente sea Semana Santa y detrás de esa esté el Día del Libro y todo el mundo quiera tener TODO en las librerías colocadito y listo para no tener que andar con muchas prisas significa no solo que las dos próximas semanas se publicarán libros pero así como a poquitos y sin exagerar porque, total, esta semana ha diluviado sobre nuestras cabezas. Que lo mismo os puede parecer exagerado, así que venga, echadle un ojo y me decís, vamos…

¡Que entre la pila!

Los Cinco y yo de Antonio Orejudo, ed. Tusquets

Siendo como es uno de mis autores españoles favoritos, toda novedad de Orejudo es una fiesta. En este caso lo que parece una obra nostálgica se va desarrollando en distintas direcciones, de la sátira a la metanarrativa, todo cabe en una obra tan propia de su autor.

El señor de las muñecas de Joyce Carol Oates, ed. Alba

Joyce Carol Oates siempre es una alegría. Que alguien se anime a publicar uno de sus recopilatorios de relatos de terror, una de las vertientes más descuidadas en España de la obra de una autora en la que el gótico y grotesco late como uno de sus principales motores. A ver si tiene suerte y se van publicando más de sus obras.

La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres de Siri Hustvedt, ed. Seix Barral

Leer a Siri Hustvedt siempre es un placer, así que aunque este recopilatorio de ensayos, artículos y reflexiones vaya más por una reunión cronológica que una temática podemos ver el lado bueno de que lo mismo hable de arte o literatura que de feminismo o ciencia, de modo que podemos disfrutarla hablando de una obra o de los prejuicios cognitivos implícitos. Todo bien y el título tolerable.

La carrera de Nina Allan, ed. Nevsky

Lo bueno de hacer solo breves reseñas de catálogo es que la tentación de hablar del argumento es menor, y en casos como el del libro que aquí nos ocupa es una suerte. Porque es casi mejor dejar que se descubra esta historia de futurismo y ecología con la posibilidad de ir descubriendo con el paso de las páginas su maravilla.

La maldición gitana de Harry Crews, ed. Dirty Works

Otra agradable sorpresa entre las novedades de esta semana es el nuevo Crews que nos traen en Dirty Works. Incluso aunque sea un gótico sureño con el grotesco tan pasado de vueltas que la historia de este maldito fenómeno de feria parece preparado para provocar repulsión aunque acabemos si no comprendiéndolos al menos compadeciéndolos.

El simpatizante de Viet Thanh Nguyen, ed. Seix Barral

Premio Pulitzer, novela de espías, análisis de la guerra de Vietnam. Tantas cosas a la vez. Y uno de esos libros que con tanta buena crítica extranjera estaba esperando con interés.

El diario de la princesa de Carrie Fisher, ed. Ediciones B

Los diarios de una Carrie Fisher juvenil interpretando a Leia son el punto central de este libro. Pero ni lo mejor, ni lo más interesante, ni -desde luego- lo fundamental. Lo fundamental es que antes y después de esas páginas tenemos a Carrie Fisher contando su vida, contextualizando y contextualizándose, siendo autobiográfica pero lenguaraz, disfrutando de su humor. Si la forma de lograr que publiquen más de sus libros es acercándolos por el lado de La guerra de las galaxias qué vamos a hacerle. La propia Fisher habla extensamente en este libro de su resignación, así que supongo que lo uno va por lo otro.

Viljevo de Luka Bekavac, ed. Tres Hermanas

De nuevo hablar en demasía podría dar una impresión de que este libro, construido sobre el misterio y la comunicación, va de algo distinto a lo que podría parecer. O quizá no, pero desde luego deja mucho espacio para discutir sobre lo leído.

El zoo de papel de Ken Liu, ed. Runas

Tras el formato largo de Ken Liu toca el turno a su colección de relatos, que yo diría más afamada. O, al menos, más premiada. Probablemente porque en la variedad y diversidad de historias y puntos de vista se permite apreciar mejor la forma del autor que hay detrás.

El libro de los espejos de E. O. Chirovici, ed. Literatura Random House

Metaliteratura, memorias y muertes. A priori parece una buena combinación y, de hecho, son varios los títulos que podríamos asociar a este recién llegado. Luego ya el desarrollo de la historia, más centrada en el thriller de media tarde, explica el extraño caso de una obra que parece haber vivido a al vez momentos de amplia vindicación y de desollamiento sistemático.

Así que pasen cien años de Elisa Lerner, ed. Madera Fina

Entre el ensayo y el humor se mueve esta recopilación de crónicas de Elisa Lerner, ilustre desconocida (aquí) venezolana, insigne cronista, experta en cine y tantas otras cosas. Bueno es que vayan llegando (aquí) sus libros.

Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit de Charles Dickens, ed. Alba

Recuperación (y pulido, en teoría) de otro de esos novelones de Dickens que parecían estar esperando su turno. Como siempre con él es interesante cualquier recuperación, y si esta tiene huérfanos, herencias, mucha maldada familia, grandes viajes y tareas y gente que considera que es la mejor del autor. Dickens, vaya.

Asesinato en la planta 31 / El trampolín de acero de Per Wahlöö, ed. RBA

Traer algo nuevo de Wahlöö a España es bueno. Meterlo dentro de un tomo con una novela que has publicado hará dos años y, de paso, ponerle tapa dura y esas cosas… es menos bueno. El yogulado editorial de cada día.

Viajes con Henry James, ed. Ediciones B

Recopilación de las crónicas de viajes en The Nation que realizó James. Algunas de las piezas podrían entrar más en la crítica de arte, pero tampoco nos vamos a quejar demasiado. Al fin y al cabo lo que se pueda rebañar de James siempre encontrará lectores.

No madres de María Fernández-Miranda, ed. Plaza & Janés

Pese al título este no es tanto un libro en contra como a favor de la posibilidad de no tener hijos, bien por elección o por resultado médico. Su objetivo, mediante la reflexión y también con las entrevistas y testimonios de mujeres conocidas, es hacer entender a la sociedad que una mujer sin hijos no es un fallo social. Precisamente es esa presión, esa necesidad de justificar y justificarse ante tantas preguntar y comentarios, las que llevan a libros como este.

St. Pauli de Carles Viñas y Natxo Parra, ed. Capitán Swing

Historia de un club en apariencia humilde pero de un recorrido social tan fuerte e internacional que su vinculación pesa más que su palmarés. Supogno que también servirá para animar a los equipos de aquí a tener un impacto social más allá de reservados y palcos.

La humanidad aumentada de Eric Sadin, ed. Caja Negra

La multiplicidad de aspectos en los que la técnica ha ido permitiendo que haya una réplica electrónica o informática que sirva tanto para navegar nuestra realidad como para dirigirla sirve como punto de reflexión sobre la manera en la que ese ‘mundo paralelo’ creado en las pantallas y lleno de ordenadores regulatorios va tomando el control no mediante la regulación sino en aras de una mejor capacidad de gobierno que nos deja, en ocasiones literalmente, fuera del asiento del conductor. Quedando al final la pregunta de si es algo bueno o malo.

Nazis a pie de calle de Jesús Casquete, ed. Alianza

Ahora que parece que hay más nazis en la calle que en el canal Historia parece un buen momento para leer sobre el matonismo de las tropas de asalto nazis a inicios de los treinta y cómo su matonismo coaccionó las votaciones.

Lobo negro de Nick Jans, ed. Errata Naturae

Otra de esas historias de la naturaleza que ahora vivimos, solo que en lugar de Un chico y su perro es un lobo el que se acerca a la casa del naturalista de turno. En fin, eso.

Gloria Fuertes: poesía contra el silencio de Reyes Vila-Belda, ed. Iberoamericana Vervuert

Un extenso ensayo sobre la obra temprana de Gloria Fuertes, Un libro sobre los problemas que tuvo con la censura, que llegaría a tratarla de loca, y su paso lento pero imparable hacia un reconocimiento y una popularidad que aún tardaría en llegar. Puede que la gloriaxploitation esté desatada, pero si facilita que se publiquen obras como esta al menos habrán servido a un fin loable.

La mala fama de Germán Pose, ed. Berenice

Repaso de un momento y una situación, fundamentalmente de La Movida TM, a través de las declaraciones de varios de sus participantes y con el foco y la voz puesta especialmente en aquellos que durante mucho tiempo no tuvieron quien les preguntara por encontrarse en la segunda fila: Con una visión privilegiada de lo sucedido pero sin resultar de interés para los cronistas de relumbrón.

De qué hablo cuando hablo de escribir de Haruki Murakami, ed. Tusquets

El eterno candidato al Premio Nobel publica nuevo libro. Eso era.

La ninfa de porcelana de Isabel Allende, Ed. Plaza & Janés

Por su parte Allende publica nuevo libro y resulta que es un Pinto y Coloreo.

Cien años de soledad de Gabril García Márquez con ilustraciones de Luisa Rivera, ed. Literatura Random House

Ya que estaban con esto de los regalos para el Día del Libro resulta que a García Márquez le sacan la novela más conocida con ilustraciones. Y con una fuente creada por uno de sus hijos. Que no se diga que no hacen por que la gente la regale.

Cocina Judía de Florence Kahn, ed. H.F.Ullman

Traer un libro de cocina judía con profusión de ilustraciones es el tipo de idea que uno no se habría parado a considerar lo acertado que puede ser hasta que se encuentra ojeándolo. Yo muy a favor de todo libro de cocina poco habitual, por supuesto.

Siempre quise ser uno de Los Cinco de Guillem Medina, ed. Diábolo

Interesante este libro, a un punto de estar realmente bien pero el peaje de la nostalgia parece que siempre tiene que pesar. Resumiendo los pros y contras: Hace un repaso completo y con imágenes de una buena cantidad de series juveniles. Comienza con una breve introducción del cambio en el tipo de lectura igual que termina con un breve epílogo sobre la actualidad, entre medias lo importante, el repaso de las series y el listado de los títulos de las que constaban. Otra cosa que he de decir a su favor es que incluye series de escaso éxito en España aunque muy importantes a nivel internacional como Nancy Drew, los Hardy Boys o Enciclopedia Brown. En cuanto a lo negativo.. como decía, una obra más centrada en servir de repaso nostálgico que en preguntarse por causas, motivos y corrientes tras las transformaciones significa que hay mucho de listado y menos de análisis, también que se centraría en las décadas de los ’70 y los ’80 dejando de lado lo anterior y posterior así como trastocando el orden cronológico de lo mismo, da igual que muchas de las series analizadas arrancaran a principios del siglo XX, la parte comentada es la de su llegada a España durante esas décadas. Además, al centrarse en colecciones desde casi el principio deja de lado tanto las colecciones no-de-clásicos como los títulos sueltos que tuvieron éxito. Lo que significa dejar fuera en el primer caso colecciones como El Barco de Vapor o la Biblioteca Juvenil de Salvat/Alfaguara. mientras que en el segundo las obras de Ende o Dahl quedan difuminadas cuando no desaparecidas. No digamos ya Dragonlance o El Señor de los Anillos. Y al ser un estilo más pensado para un lector/coleccionista con listados e imágenes tampoco hay mucho espacio para el análisis de la obra aunque, justo es decirlo, el autor logra ofrecer toda la información que puede en el hueco que le dejan. Sensaciones encontradas, por lo tanto, que hacen desear una obra similar a esta enfocada desde algo más que la nostalgiaxploitation. Que llevamos una semana de novedades con Los Cinco en el título que al que se lo cuenten.

– Schalken, el pintor de Joseph Sheridan le Fanu con ilustraciones de Javier Olivares, ed. Yacaré

Bella edición, como en ellos es costumbre, de un relato clásico de Sheridan le Fanu con la complicidad a los lápices de Javier Olivares. Toda una reivindicación de una historia de locura con algo de obsesión y un fondo fantástico mediante un acompañamiento ilustrado que demuestra las posibilidades del libro-objeto.

La familia Carter de Frank M. Young y David Lasky, ed. Impedimenta

Contar en cómic la vida de una familia que es leyenda viva de la música estadounidense, sobre todo de la sección country, puede parecer una idea más o menos alocada, pero sin duda es toda una experiencia y, desde luego, una oportunidad para conocer mejor a los protagonistas de una parte de la cultura popular del Siglo XX.

Repelencias de Rafael Azcona, ed. Pepita de Calabaza

Recopilatorio del humorismo gráfico que Azcona realizó para La Codorniz y, especialmente, de las historias del Repelente niño Vicente. Legado cultural a tope.

El Club de las Canguros de Ann M. Martin, ed. Montena

La recuperación de la serie de El Club de las Canguros, que aquí llegan con sus dos primeros libros, es no solo el de una de las más exitosas series clásicas de obras juveniles para un público en principio femenino, también la oportunidad de reivindicarlas precisamente por esto mismo.

La sonrisa de los peces de piedra de Rosa Huertas, ed. Anaya

El último Premio Anaya LIJ es curioso en tanto que aprovecha para contar su historia un ahora en el que La Movida TM es el punto de referencia mítico del pasado a través del cuál el protagonista descubre sus propias raíces. El tiempo, que pasa para todos.

Superhéroe de Lucas García, ed. Ekaré

A veces los superhéroes están para otras cosas, o no son lo que parecen. En este caso, por ejemplo, es aquello en lo que un niño puede mantenerse cuerdo tras cambiar de país e incluso de continente. Cierto es que la tendencia a la ensoñación del protagonista no es igual de apreciada por la gente a su alrededor, pero vaya lo del uno por lo de los otros. Al fin y al cabo como manera de encarar los cambios y la emigración, haciéndola accesible además a los pequeños que lo ven solo como el fondo de la historia, pocos modos mejores se me ocurren.

Lon Po Po de Ed Young, ed. Pastel de Luna

Acercamiento pro el lado asiático a la tradición de la joven, la capa ye el lobo. Una forma de ver una tradición antigua que es una mirada nueva sobre algo que ya conocemos pero que descubrimos que hace tiempo que ya sabían mostrar con otros ojos.

Esto no es una selva de Susanna IsernRocio Bonilla, ed. Flamboyant

Con las divertidas y muy gestuales ilustraciones de Bonilla se nos presenta esta historia de una niña que acaba por descubrir que un poco de orden tampoco viene mal en una habitación.

¡Estamos en un libro! de Mo Willems, ed. Beascoa

Muy muy muy sencillo pero con una inteligencia detrás más que clara, esta historia metatextual sirve apra divertir a los niños y también para hacer sonreír a los adultos.

¡De aquí no pasa nadie! de Isabel Minhós Martins y Bernardo P. Carvalho, ed. Takatuka

Otro juego distinto, esta vez con las páginas y su movimiento, con el paso y el transcurso de las mismas y con la imposición de unos y otros de manera que además de un juego se presenta una oportunidad de lanzar unas ideas antiautoritarias.

Hilda y el bosque de piedra de Luke Pearson, ed. Barbara Fiore

Otro cómic de Hilda, ¿cómo no alegrarse de algo así? ¡Pocos salen al año! ¡Más deberían!

Mucha variedad, que siempre está bien, y una cantidad absolutamente loca de novedades. La parte buena es que podéis aprovechar para llevároslo de viaje si sois de los afortunados que no trabajáis durante Semana Santa. Y si sois de los que os quedáis… bueno, alguna cosa saldrá para justificar una visita a vuestra librería de guardia, como lo nuevo de Lionel Shriver, el próximo lanzamiento de La Biblioteca de Carfax centrado en Sweeny Todd, Los hombres del SAS de Ben Macintyre o un nuevo cuento de Chris Riddell. Tampoco nos quejaremos demasiado. Eso sí, será la semana próxima que con todo lo que ha llegado esta lo mejor que podemos hacer es despedirnos hasta entonces con un… ¡Nos leemos!


Vaya semana de bochorno televisivo. Para empezar, Amazon continúa lo que parece una denodada lucha por la irrelevancia. Esta semana estrenó American Playboy: The Hugh Hefner Story (USA), suerte de docuserie a mayor gloria de Hefner, un intento de blanqueamiento publicitario y de saltarse todo lo que no le interesa tanto de la narrativa como de las preguntas y reflexiones asociadas que uno diría que está ya muerto. Como tantas veces la parte documental, con las imágenes y testimonios, son mucho más interesantes que las reconstrucciones dramáticas que se suponen son el plato principal del capítulo pese a la más que evidente desidia con la que han sido abordadas. Y lo peor es que no es ni la peor de la semana.

Seguimos con Brockmire (USA), que es casi la demostración de cómo desperdiciar buenos actores (Hank Azaria, Amanda Peet, Tyrel Jackson Williams) con un guión lamentable repitiendo una historia que creo haber visto ya tres veces en este mismo canal. Hombre hetero y blanco que sufre un colapso en el mejor momento de su vida por una mezcla de los demás y ellos mismos y que a partir de ahí tiene una caída a los infiernos que le permite citar escenas grotescas peo que al inicio de la serie parece haber tocado fondo y tener por fin una oportunidad de redención. Una y otra vez. Lo bueno es que siendo de la IFC lo mismo les da tiempo a participar en proyectos interesantes a la vez que esto les paga las facturas.

Cada vez que alguien menciona a Black Mirror para hablar de Dimension 404 (USA) presupongo que es para explicar que se ha comprado un Bolex o unas Naik. Ni siquiera es que tenga los vicios de la tercera temporada, más allá de la necesidad compulsiva de incluir a caras conocidas de procedencia fundamentalmente televisiva. Porque las historias que aquí vemos son más blandas, menos enfocadas a su propia historia y más al relleno de unos minutos. No digamos ya las famosas moralejas. En resumen, que esto lo ha montado HULU como podría haber sido de Nickelodeon.

Estamos de esa manera que, por comparación, Ingobernable (O) (M) -una de esas series que SÍ ha pagado Netflix por algo más que los derechos de emisión, pero a la que no le da bombo- parece interesante. Y eso que tampoco es precisamente original: Unos meses después de que la mujer del presidente de México pidiera el divorcio un suceso la convierte en la persona más buscada del país, a partir de ahí una doble vertiente, por un lado las luchas de poder y las relaciones interpersonales con el drama al once y por el otro la trama de intriga con las cloacas del estado, fuerzas oficiales y de resistencia y toda la vaina. Tampoco es que sea algo extraordinario pero tal y como están las cosas casi se agradece.

Todo lo cual nos lleva a lo peor de la semana: The Kennedys: After Camelot (USA), suerte de miniserie telefilmera y continuación de la anterior que nos muestra lo ocurrido después de la muerte de JFK llevando además a sus os actores principales, Katie Holmes y Matthew Perry, a unos extremos de subactuación que uno no esperaba ver ni en esta reconstrucción de pelucones y cartón piedra del mito americano post-caída. Un desesastre que no merece ni el docu de docuserie porque hasta al hueco del mediodía de un fin de semana debiera darle vergüenza emitir algo así. ¡Vaya semana!


¡Libros que Llegan! Edogawa, «La casa grande», Hornung/ Walpole y más

Semana de transición, como suelen serlo las últimas de mes. Sobre todo con abril a la vuelta de la esquina, aunque será un mes complicado con el doble combo mortal de la semana santa y el Día del Libro. Pero ya llegaremos a eso, de momento disfrutemos de lo que tenemos, que tampoco está mal. Así que ya sabéis…

¡Que entre la pila!

Los casos del detective Kogoro Akechi de Rampo Edogawa, ed. Satori

¡RAAAAAAAAAAAAMPOOOOOOOOO EDOGAAAAAAWAAAAAAAA! Cinco libros en poco más de un año. Y si el próximo es de los Detectives Infantiles creo que lograremos haber visto sus principales facetas. De momento tenemos aquí tres relatos largos o novelas cortas o lo que queráis con aventuras de su Kogoro Akechi, el detective. Uno de los más conocidos de la literatura japonesa. Así que por fin, y pese a esa portada que en fin, podremos disfrutarlo también nosotros.  Estoy encantado, en serio.
La casa grande de Álvaro Cepeda Samudio, ed. La Navaja Suiza

Una historia de fútbol en la que el útbol ocupa un papel de catalizador social antes que otra cosa. Un fallo en el lanzamiento, una tragedia nacional y un jugador que pasaría a ser perseguido por la sombra de lo sucedido hasta causar su muerte. Una obra impactante.

La cámara diabólica de Ernest William Hornung, ed. Defausta

El otro hombre de Hugh Walpole, ed. Defausta

Damos la bienvenida a una nueva colección de novela clásica negra, esta vez en Defausta y con un par de nombres importantes para comenzar. Walpole con una poco sutil historia de subtexto homoerótico y giros sobre el lado oscuro humano. Hornung con una encantadora historia extraordinariamente inglesa, una complicación con doctores chiflados, estudiantes despistados y detectives casi sagaces. Una buena manera de comenzar.

Tres hombres en bicicleta de Jerome K. Jerome, ed. La Fuga

Por no mencionar… Bueno, no sé qué tocará esta vez ni lo que opinaréis de las continuaciones pero creo que Jerome se ha ganado al menos el interés.

Babilonia de Yasmina Reza, ed. Anagrama

Una fiesta de amigos y vecinos, una llamada a la puerta cuando todo parece ya acabado y un intercambio a partir de ahí en el que el talento como dramaturgo de Reza dará paso a una novela, o al menos a lo más cercano que ella puede crear como tal, en el que de nuevo se examinan las interdependencias humanas y se juega con el suspense.

Más allá del ancho Misuri de Bernard DeVoto, ed. Valdemar

En un tomo que es realmente ancho, como el Misuri, se nos presenta lo que podría ser una novela pero en realidad es un libro de historia sobre la vida en la frontera en la primera mitad del S XIX americano. Una obra de no-ficción que acabaría siendo adaptada como ficción al cine de tan vívido como logra hacer las explicaciones y tramas. Quizá no lo que uno podría esperar en un primer momento para esta colección pero sin duda un gran añadido.

Un nido de víboras de Andrea Camilleri, ed. Salamandra

Mientras tanto, un nuevo Montalbano. Que siempre es bueno saberlo, claro.

Arañas de Marte de Guillem López, ed. Valdemar

El interés por la literatura de terror sigue adelanta, así que es de agradecer que uno de sus sostenes principales durante años como ha sido Valdemar. Y el título es grandioso, además.

El arte de contar cuentos a los niños de Elena Fortún, ed. Renacimiento

Seguimos con los rescates a Fortún. En esta ocasión con un ensayo sobre la forma de acercarse a los niños por medios de los cuentos, o sobre cómo contar esos cuento, o… bueno… os hacéis a la idea. Valor literario, valor moral, la parte artística de contar un cuento, cómo usarlos para ‘enseñar deleitando’… toda una colección de reflexiones por alguien que conocía más que bien el medio.

¿Por qué los marineros no saben nadar? de Nic Compton, ed. Juventud

Datos curiosos, otros divertidos, algunos científicos, otros históricos, o folclóricos… Una obra divulgativa distinta y divertida con una gran cantidad de historias marinas en una presentación que, francamente, no esperaba encontrar.

La mariquita de Bernadette Gervais, ed. Juventud

Partes móviles, otras estupendamente ilustradas, muchas historias sobre las mariquitas reunidas en un libro magnífico que es capaz de que pensemos que en lugar de divulgación estamos ante la imaginación desbordada del autor.

El desván de Saki con ilustraciones de Eduardo Ortíz, ed. Yacaré

Me tenían ganado desde Saki, como ya imaginaréis, pero es que las ilustraciones saben acompañar esta historia breve, humorística y algo cruel, una característica del autor que el ilustrador logra replica creando un muy bienvenida historia que podemos meter tanto en los cuentos como en la sección de libros ilustrados. Gran trabajo.

Bueno, hoy un poco menos de cantidad, que tampoco está mal, y la variedad habitual, que siempre está bien. Además, así nos vamos preparando para la muy potente semana próxima que nos traerá lo nuevo de Antonio Orejudo, un recopilatorio de relatos terror de Joyce Carol Oates, otro Harry Crews, un nuevo Nina Allan o el Diario de la Princesa de Carrie Fisher. Pero, como siempre, estos libros y algunos más -quizá hasta un nuevo Hilda– llegarán la semana próxima. Mientras tanto aprovechad para los que ya han salido, así que -como siempre- ya sabéis… ¡Nos leemos!


Una semana tranquila, otra llena, otra tranquila y vuelve a tocar llena. Diría que no saben organizarse pero la llegada de abril con sus sweeps, su inicio de temporada de Emmys y la cercanía de los upfronts de mayo suele significar que a partir de ahora no vamos a parar. Eso incluso sin contar con la labor de las marcas de streaming, por ejemplo Netflix que con 13 Reasons Why (USA) hace…ahm… un intento o algo, supongo, de meterse en el público juvenil estadounidense (el canadiense ya lo tenía ganado, claro) aunque el resultado… Supongo que esta serie tendrá sus defensores por el tema central, pero fuera de él casi todo resulta artificial. No es que los actores lo hagan especialmente mal tanto como que parece que no tienen mucho que hacer en realidad. Lo artificioso del planteamiento, la necesidad de que el protagonista tenga que enfrentarse a ello como un reto, las situaciones que van dando bandazos por temas que se nos presentan como fortuitos… Si por lo menos abrazara el locurón. Pero me temo que estamos lejos de nada que no sea una lección moral poco creíble en un entorno no muy interesante con un suspense que psé. Daba para tanto más.

Terri Minsky es conocida sobre todo por Lizzie McGuire así que eso es lo que está promocionando Disney a tope. Ellos sabrán, porque Andi Mack (USA) es casi más un drama juvenil al estilo Degrassi. O comedia dramática o como se llame ahora. La historia detrás de la serie la aleja bastante de las creaciones habituales de Disney, igual que lo hace el estilismo o el reparto. Así que algo hay que agradecer.

Esta es de la semana pasada, pasé de hablar de ella pero parece que tendría que haberlo hecho porque, por lo visto, The Comedy Jam (USA) ha logrado ser un algo y moverse en redes y balblabla. No acabo de entender por qué, la parte de comedia es, en el mejor de los casos, limitada. La parte de música es… ahm… apresurada. Así que si acaso será porque junta comedia, música y más-o-menos famosos. Quizá sea el nuevo formato para famosear en televisión.

Mientras tanto la BBC con su Decline and Fall (UK) logra una aceptable adaptación del clásico de Evelyn Waugh en la que podría ser una versión resumida de la misma, o quizá la propia naturaleza de la adaptación. Los actores están razonablemente bien en sus principales y rotundamente bien en los secundarios y, en fin, tampoco es que vaya a ponerle muchos más peros a algo correcto. Las quejas quedarían, por tanto, más para la categoría de lo que podría haber sido que para lo que finalmente es, así que ahorrémosnoslas.

Gran trabajo el de la BBC Three permitiendo que cinco guionistas den sus primeros pasos en five by five (UK), cada uno un capítulo en el que se juntan los novatos con los consagrados. Es difícil hablar de un episodio en concreto en lugar de toda la serie dado que hay una cierta interrelación y que, en realidad, son cortos. Pero, vaya, todo eso e Idris Elba de impulsor, más que suficiente.

En la semana del cinco resulta que Netflix ha sacado un bastante interesante documental sobre la aportación hollywoodiense -directores en este caso- a la propaganda bélica. Se llama Five Came Back (USA), adapta un ensayo -o le añade metraje, según- y resulta de lo más entretenido para comprobar las ideas, formas y movimientos de una industria que actuaba casi como respuesta a las decisiones de una serie de personas casi tanto como a las creaciones de la industria del enemigo.

Bastante bien esta Harlots (UK) a la que le falta, sobre todo, algo de rodaje. Esperemos que para demostrar que el potencial de estos primeros capítulos es aprovechable y no para diluirlo. Pero estas fieras mujeres de un burdel de la Inglaterra del S XIX -de ahí que se ocupe ITV. En coproducción con USA vía HULU, sea todo dicho- proporcionando un reparto variado y usando delante y detrás de las cámaras de una mayoría femenina. Decir que Samantha Morton está muy bien es poco menos que confirmar que el agua está húmeda así que me limitaré a sugerir que pese a lo poco apetecible de su premisa se pruebe a darle una oportunidad.

Por contra Imaginary Mary (USA) os la podéis saltar, es tan mala ¡O INCLUSO PEOR! de lo que uno podría haberse imaginado a priori. No soy capaz de entender qué les hizo pensar que esto era algo que podía convertirse en una serie, pero espero que lo tengan en cuenta para la próxima.

Por mucha pereza que me pueda dar el VICE resulta interesante comprobar este Outsider (USA), serie de más o menos documentales sobre películas hechas con poco dinero pero que se convirtieron en obras de, digamos, culto. Hay cosas que mejor pasar por alto para llegar a las partes interesantes, que las tienen, aunque probablemente dependa de lo mucho que te apetezca saber más sobre este tipo de obras. O hasta que punto aguantas los manierismos de VICE, claro.

La aceptable Rebel (USA) tuvo un debut de lo más curioso, antes de 48h. el director y uno de los principales vicepresidentes de la cadena habían dimitido. No es culpa suya, ni mucho menos, pero uno se pregunta qué será de la actual programación del canal. La serie en sí es simplemente aceptable, un trasfondo un tanto chorra, algunos ecos de blaxploitation, que siempre vienen bien, y de fondo tras este extensísimo piloto la idea de un policíaco al uso, sólido pero romo.

En cuanto a Disney, aún le quedaban un par de estrenos, Rocket & Groot (USA) se beneficia de tener a Skottie Young como referente y se perjudica en la comparación, porque por mucho que Passion Pictures intenten con Arnaud Delord, Chris Doc Wyatt y Kevin Burke para llevar los cortos web a buen puerto el resultado queda más como explotación de los personajes que como creaciones con una finalidad propia.

Algo que podríamos decir también de Tangled: Before Ever After (USA) aunque aquí por lo menos tenemos otro estilo de animación y unos guiones algo más cuidados, quizá porque esto va para televisión o porque han liado a Alan Menken aunque sea solo para hacer canciones. Pero mira, algo es algo, y así van rellenando el espacio entre la película y el corto. (El corto que hicieron porque a ver qué era eso de darle ese final a la película, claro)

Terminamos con una novedad alemana porque parece que Amazon se ha puesto también a crear en Europa, comenzando por You Are Wanted (O) (A), serie de robos de identidades malvadas conexiones a internet y todos esos clichés que, por suerte, cuenta con Catrin Striebeck como la ‘investigadora’ Sandra Jansen en un papel teóricamente secundario (con deciros que no aparece en el piloto sino en el segundo capítulo, que quizá sea el mejor por otro lado) pero que se come la función a cada aparición. Así que aunque solo sea por eso felicitémonos por la apuesta de Amazon.


«Seriously Funny» or Die. Casi mejor Die, de hecho.

[Esto no iba a salir aquí, pero tras pegarme con distintas posibilidades aquí hemos terminado. Disfrutadlo si podéis.]

La historia va así: No soporto al autor de este libro. Y es que… Tras el piloto de Sherman-Palladino decidí buscar un par de anécdotas concretas que recordaba haber leído. Creía, por la época, que estarían en este libro. Pero no. Resulta que no estaban y que, de hecho, me encontré con que no había llegado a terminarlo y no recordaba por qué. Así que decidí continuar con su lectura.

La mejor forma posible de recordar por qué has dejado de leer algo. El libro cumple con un dos de las tres cosas que más me molestan en un ensayo: Está espantosamente escrito y El autor no para de dar su opinión sobre todo. Por supuesto ambas situaciones se unen en una hilarante combinación que lleva a que lo que esté contando contradiga lo que está opinando. A veces antes de terminar el párrafo. Por si esto no fuera suficientemente malo además sus opiniones pueden ser resumidas poco menos que en: Los cincuenta fueron una década magnífica en la que todo iba bien y a la que la gente tiene manía por a saber qué tontos motivos. Y, por supuesto, minimiza todo lo que puede minimizar. PERO… Incluso cuando opina una cosa altamente estúpida a continuación da los datos. No es tanto que los datos le contradigan -que también- como que tienden a mostrar una realidad diferente a la que cuenta,, incluso cuando podría usarlos para reforzar su propia narración.
Pero un desastre con buena información hace que haya en mí una lucha entre soportar a un autor capaz de pasarse páginas enteras de ridículas felaciones a sus objetivos en lugar de mostrar lo que está diciendo de ellos -de modo que muchas veces cuando lo hace te encuentras con esas contradicciones; como intentar defender que Mort Sahl no era un cretino para, a continuación, poner declaraciones de Mort Sahl que dejan bien claro que fue, es y será un cretino- y obtener información interesante sobre la comedia en esas décadas. Incluso aunque esté tan espantosamente escrito -incluyendo aquí las elecciones de declaraciones y cómo se presentan, no digamos ya cuando intenta exponer alguna anécdota- que lo único que valga la pena sean alguna de las declaraciones y las posibilidades de unir nombres.
Supongo que, como debió suceder en la ocasión anterior, llegará un momento en que perderé la paciencia, dejaré el libro y olvidaré por una temporada. Y no me extrañaría que fuera en uno de los apartados dedicados a una de las cómicas de la época. Pero hoy toca enseñaros las primeras páginas centradas en Phyllis Diller:
Como veis en las imágenes lo que dice sobre Phyllis Diller señala lo poco habitual para, a continuación, decir que no había ningún tipo de sesgo machista contra las mujeres cómicas, que si no había más era porque no había más y, de remate, dedicar cinco páginas a las antecesoras. Para, eso sí, distanciarla una última vez dejando bien claro que ella era como ninguna otra. Si exceptuamos a la que usó para basar como la mitad de su acto, vamos a dedicarle página y pico a hablar de ella y… ¡Basta! Si el autor del libro supiera escribir probablemente notaría las contradicciones, como no es así logra que esté leyéndole entre resoplidos.
No dejéis de echar un ojo a las páginas, que son bastante autoexplicativas. Y, ahora sí, voy a dejar de rajar y a intentar llegar al final del capítulo sin ir a buscar al ya casi octogenario autor del mismo y partirle las piernas. Al menos esto me ha explicado por qué el año pasado no me hice con Showstoppers!. ¡Con un libro de este señor tengo más que suficiente!

¡Libros que Llegan! Lardín, «La Vegetariana», Whitman y más…

Semana más tranquila pero no menos interesante, algunos títulos que quizá por lo inesperado destacan entre la monotonía de lanzamientos y, sobre todo, demuestran que hay espacio para mucha variedad entre los habituales volquetes de libros que se publican semanalmente. Pero no os doy más la murga, vamos ya con lo de…

¡Que entre la pila!

La vegetariana de Han Kang, ed. :Rata_

Esta obra, ganadora del Premio Man Booker International y quizá por ello reivindicada o recuperada, sobre una mujer que decide resolver un asunto privado cambiando de actitud con respecto al consume de carne y cómo eso pasa a verse como un acto de extrañeza e incluso rebelión causándole una serie de resonancias en su vida privada, especialmente en su familia, y de forma metafórica intentando explicar como puede percibirse como agresiva la pasividad en su país y sociedad.

La hora atómica de Rubén Lardín, ed. Fulgencio Pimentel

Pese a que la portada parece diseñada para que la gente no pudiera saberlo estamos ante una obra de Rubén Lardín, concretamente ante La hora atómica, recopilación de las columnas aparecidas en las columnas del mismo nombre que escribía en El butano popular. Y que se publique a Lardín siempre es noticiable.

Vida y aventuras de Jack Engle de Walt Whitman, ed. Ediciones del Viento

Inédito de Whitman de una época en al que estaba con sus Hojas de Hierba pero que está más cerca de otro tipo de narradores con su historia de pobre huerfanita y malvado abogado. Cuanto menos una rareza.

Magia cruda de Paul Alexander, ed. Barlin Libros

Llega una nueva editorial y lo hace con una biografía de Sylvia Plath. No es mala forma de abrir una línea, la verdad.

La Sed de Jo Nesbø, ed. Reservoir Books

¡Nuevo Harry Hole! Cierto es que la paulatina americanización de sus últimas novelas es algo a temer pero… ¡Nuevo Harry Hole!

Riesgo de VV.AA., ed. :Rata_

Aprovechando el movimiento editorial en :Rata_ han decidido sacar una antología de relatos. Todos esos nombres que veis arriba.  La intención temática unitaria es el ‘riesgo’, el ‘ir más allá de lo prudente’ y cómo elige cada uno lo que eso significa o cómo reflejarlo.

Derecho natural de Ignacio Martínez de Pisón, ed. Seix Barral

Toca otra ronda de apuestas. Como esta nueva novela de Martínez de Pisón sobre crecer en los setenta y primeros ochenta.

Utopía para realistas de Rutger Bregman, ed. Salamandra

O este ensayo tan fuera de su línea habitual en Salamandra que trata de explicar por qué determinadas políticas que parecen utópicas podrían ser las que mejoraran la existencia humana. Otra apuesta, vaya.

Aventuras ibéricas de Ian Gibson, ed. Ediciones B

En Ediciones B han decidido apostar por las memorias y opiniones sobre España de Ian Gibson, que tampoco parece mala estrategia.

Restos mortales de Donna Leon, ed. Seix Barral
Ah, y en Seix Barral siguen publicando los Brunettis de Donna Leon, claro.

La mujer de al lado de Yoshiharu Tsuge, ed. GalloNero

Tras el -más que merecido- éxito de El hombre sin talento Gallo Nero sigue con Tsuge ofreciendo en esta ocasión seis historias en las que habla de experiencias pseudobiográficas, del manga o de Japón.

Cosas aparentemente intrascendentes de Pere Calders con ilustraciones de Agustín Comotto, ed. Nórdica

Recopilación estupendamente ilustrada de cuentos de uno de los grandes de las letras catalanas, Treinta relatos, nada menos, más que de sobra para hacernos una idea de su talento como escritor.

Babar. Todas las historias de Jean de Brunhoff, ed. Blackie Books

Nueva edición de Babar en Blackie Books, esta vez en gran formato, recopilando los cuentos de su autor original, extensamente ilustrado y con la rotulación similar a la primigenia. Posiblemente más un regalo (para otros o para uno mismo) que otra cosa. Pero vaya regalo.

Gran BOT, pequeño BOT de Marc Roshental, ed. Libros del Zorro Rojo

Un libro sobre contrarios usando robots y pestañas, no veo ningún argumento en contra que pudiera realizarle. Menos aún con le humor que demuestran las ilustraciones.

Mariona y sus monstruos de Oriol Malet, ed. La Galera

Magnífico álbum mudo sobre una chica que descubre a algunos autores abstractos: Rothko, Miró, Pollock. Y como tiene una pared en blanco en su casa… bueno, os podéis imaginar el resto. Lo que no podéis imaginar son las magníficas ilustraciones de Malet. ¡Que gran álbum este!

¡Hasta aquí! Esta semana no ha sido muy largo pero ya habéis visto que había variedad. Y que la seguirá habiendo que la semana que viene sale un nuevo ¡RAMPOOO EDOGAAAWAAA! además de Yasmina Reza o Álvaro Cepeda y, por supuesto, la presentación de una nueva colección de novela negra clásica en Defausta que comenzará con Hugh Walpole y Ernest William Hornung nada menos. Pero será, ya sabéis, la próxima semana. De momento tenemos los libros de esta y podemos aprovechar para ir dándoles un tiento así que hasta entonces… ¡Nos leemos!


¡Pilotos Deathmatch! Anne, Nobodies y Shots Fired

Semana corta en novedades -que tras la semana pasada casi mejor- que aún así ha logrado sorprenderme porque, por ejemplo, ¿quién iba a pensar que los canadienses iban a seguir haciendo versiones de sus clásicos? Pero aquí estamos, con una nueva Anne (CA). De as tejas verdes, por supuesto. Y… bueno… eso. Poca novedad en casi cualquier aspecto, en cuanto a la aproximación clásica… supongo que si te gusta está bien. Pero es que a mí esto poco.

En cuanto a Nobodies (USA)… supongo que intentarlo es algo. Y que lograr que aparezcan un rato cómico conocidos… más o menos… y mencionar mucho a McCarthy. Pero poco más hacen, no ya por diferencias sus personajes sino por lograr que consideremos que merecen la pena. El resultado es una serie en la que nadie parece estar muy interesado, dentro y fuera de la pantalla.


Por si esto no fuera suficientemente deprimente resulta que la FOX ha estrenado una serie nueva, que se llama Shots fired (USA) y que va sobre un caso de policía asesinando a un civil desarmado. Por supuesto ellos son así de modo que el policía es negro, la víctima es blanca y los cojones colganderos. Al margen de este más que ridículo punto de partida hay mucho baile alrededor de conceptos más que sobados y más interés por parte de la serie en hablar de la vida del policía que por intentar simpatizar en nada. Creería que es una parodia si fueran capaces de tener humor.