Vaya semana más peculiar. Y no lo digo porque haya pasado esperando a que estrenaran -mañana sábado por fin- el telefilme remake lifetimero de James Franco o porque cuando pareciera concluida Amazon soltara dos pilotos de la nada o porque solo una serie sea no estadounidense. ¡Es que han estrenado quince (8 de Amazon pero incluso) así como quien no quiere la cosa! Pero en fin, menos quejarme y más hablar de ellas. Sobre todo porque empezamos con la única que no es estadounidense, la canadiense Baroness Von Sketch (CA) que sigue el camino de los programas de sketches con reparto central femenino. Lamentablemente el esfuerzo no ofrece ningún resultado interesante en este piloto, todos los gags parecen acomodaticios, simplones y con poco que reivindicar o intentar demostrar.
Y hablando de distancia entre esfuerzo y resultado, aquí tenemos
Braindead (USA). La nueva serie de los
King une una premisa política con otra de ciencia ficción/ terror y, mientras tanto, intenta que el tono sea cómico. La cadena no debe tener muy clara la serie para estrenarla ahora y venderla como un
evento antes que como una creación con intención de desarrollarse en múltiples temporadas pero es que ni los mismos autores parecen saber a dónde -o cómo- llevarla. La idea central de la serie, una invasión de alienígenas mediante el control a políticos, podría servir para una película o para un
sketch, pero para las múltiples horas de una serie (recordemos que incluso esta que tiene solo 13 episodios ocupará 40 minutos en cada uno de ellos hasta llegar a algo más de 8 horas y media de ficción) se quema muy rápidamente sin un buen entramado detrás. Y quizá ese es el problema principal. La parte política está manejada con gracia y fluidez como era de esperar, el reparto está a un buen nivel y lo que
Aaron Tveit y
Danny Pino no dan
Mary Elizabeth Winstead y
Tony Shalhoub compensan con creces. Pero el asunto principal, la invasión y todo lo que le rodea… no funciona. No funciona como comedia, como terror, como alegoría siquiera de puro burdo. Es una historia que hemos visto contada mil veces antes con aproximaciones tan diferentes como las de los
Animorphs y la de
The Faculty, tenemos la versión clásica de
La invasión de los ultracuerpos y varias opciones que van desde cerebros del espacio exterior controlando mentalmente a la alternativa que intenta disimular lo fantástico con lo
manchurriano. Cierto es que lo más sencillo es que acabara pareciendo una miniserie de
Stephen King antes que un capítulo de
Doctor Who. Pero es que tampoco. Da igual lo que
Shalhoub se esfuerce, nunca logran que la premisa funcione porque nunca parecen saber cómo abordarla. Al final, lamentablemente, todo lo bueno queda en nada porque no logran siquiera hacerla fascinante sino, más bien, una de esas series que a mediados de la anterior década se vendían como
El nuevo Lost y acababan siendo relleno temporal de un canal de cable básico. En fin, quizá si se olvidaran de los extraterrestres…
Dentro de la media docena de nuevos pilotos infantiles
The Curious Kitty and Friends (USA) tiene la particularidad de estar hecha en
stop motion, también el tener un inesperado giro meta con los personajes haciendo una película con esa misma técnica. En general es muy sencilla pero al menos la trama (quizá lo más flojo por intercambiable) no cae en lugares comunes. Imagino que a su público dirigido le puede gustar.
Encontrarse con
Guilt (USA) es ejercitar la incredulidad, ¿es realmente estadounidense esta producción de
Freeform? Me temo que sí. Porque lo que podría haber sido un
mystery a la inglesa, o un
true crime teniendo en cuenta lo que saca de la historia de
Amanda Knox. En lugar de eso ofrece una suerte de policíaco correcto del que es difícil decir algo malo tanto como algo bueno, fundamentalmente porque la cantidad de posibilidades que parece tener la historia -incluso las posibilidades de una cercanía al terror- se diluyen en la indeterminación que lo deja siempre más como promesa que como una serie formada.
La versión más corta de mi comentario sobre
The Interestings (USA) sería: «No». Desarrollándolo un poco, la idea para este primer piloto dramático de Amazon de un grupo de chavales que están en un campamento de verano para gente con aptitudes artísticas (o deseos, según se vea) contrapuestos luego a lo que acabaría siendo su vida y metiendo por medio un desarrollo de muchas relaciones complicadas por motivos que están lejos de ser comprensibles… Puedo suponer que a alguien le parezca interesante esto porque, bueno…, hay gente para todo. Pero ni siquiera el trabajo de sus dos actrices principales -el mismo personaje en distintos momentos de su vida –
Lauren Ambrose y, sobre todo, la joven
Katie Balen, va a conseguir convencerme de que vea otro episodio más de esto. Sea lo que sea.
Otro piloto infantil más,
Jazz Duck (USA) tiene un diseño poco inspirado pero reconocible y una premisa an clara que no hay nada fuera de ella. Creo que lo único que me ha hecho gracia es que como es un pato que es un saxofón haga música con su culo. Por lo demás, ni es lo común -ninguno de los otros personajes son mezclas de animales e instrumentos, solo animales- ni hay una coherencia -hay una pelota de baloncesto que es un personaje y cuatro que parecen muertas- ni la historia demuestra nada más allá de
Si sus pestañas son visibles es una mujer.
El otro piloto dramático de
Amazon ha sido
The Last Tycoon (USA), adaptación de
F. S. Fitzgerald que sirve para comprobar lo bien que le sientan los trajes a
Matt Bomer y no mucho más.
Kelsey Grammer está correcto y ya, algo que podríamos decir también de
Lily Collins si no fuera porque al menos ella tiene una cierta química con
Bomer. Así que al final todo se resumen en eso, correcto y ya, como para emitirla un domingo por la tarde toda de corrido. Si es que pasan del piloto, claro.
De
Little Big Awesome (USA), sí, otro de los pilotos infantiles de
Amazon, al menos puedo decir que es original. Quizá no por sí misma sino por sus influencias, algunas de las cuales parecen realmente metidas con calzador, pero vaya.
Pensaba que
Morris and the Cow (USA) iba a ser la serie más convencional de entre los pilotos infantiles de
Amazon (espero que estéis tan aburridos de leerme esto como yo) y si bien es la más pobre en cuanto animación también es la que más se acerca al estilo de serie animada de los noventa -concretamente a lo que uno podía esperar de
La banda del patio,
Doug y similares- con lo que suplen con los intentos de humor, carisma y personajes tanto esa tosquedad como la necesidad de lanzar un mensaje.
Pasemos a los
masomenos documentales con
OJ Simpson: Made in America (USA), extenso y bien realizado documental por si acaso el acercamiento como pseudoficción no te había convencido. Como tiene un poco de tofo y ha sido influyente por motivos múltiples parece fácil presuponer que hay algo para todo el mundo excepto, quizá, para los que a estas alturas estén hartos de oír hablar sobre el caso.
Creo que
Roadies (USA) podría resumirse como el resumen de todo lo que
Cameron Crowe aprecia, no sé si también todo lo que da de sí. De modo que el resultado final es una historia agradable con un reparto variado y trasfondo musical que está un poco mejor hecho que de costumbre. No tanto como para poder decir que sea claramente una buena serie pero tampoco como para señalar algo peor que una creación genérica de personajes y sucesos a favor del tono positivo que uno podía esperar encontrar en algo así. Casi como si buscara un
sorkinismo de música pop disfrazándolo de lo que tenga a mano.
Creo que la manera más sencilla de resumir este
Sigmund and the Sea Monsters (USA) es con un «¡Para lo que has quedado,
David Arquette!» Es difícil saber si bebe más
ET o los
Power Rangers pero, sobre todo, está MUY MAL ACTUADA, los niños actores son tan atroces que el monstruo de plástico es más expresivo. Y no me refiero a
Arquette. La parte buena es que es corto. La parte mala es que se hace larga.
Inesperadamente
Toasty Tales (USA) (el último de los pilotos infantiles de
Amazon… por fin) es una quizá no grandísima pero sí entretenida mezcla de técnicas junto con una historia sencilla y una Trama B que sirve para dar algo de aire a la principal. Así que pese a ciertos recursos manidos logra sobreponerse para ofrecer un buen piloto que presenta a los personajes de la serie y el tipo de aventuras en las que se verán envueltos. Bien por ellos.
No entiendo que ante las posibilidades casi ilimitadas del medio
Voltron Legendary Defender (USA) acabe siendo no ya un mas de lo mismo sino uno que huele tan a viejo y cerrado que a su lado los
Power Rangers parecen un avance positivo. No digamos ya la técnica, el diseño de personajes o la evolución de la misma historia. Supongo que esto es lo que llaman
una obra para nostálgicos.
Volvamos a la idea e que alguien, una década después, crea que
Lost es algo que puede ser aprovechado aún. Porque esa parece la premisa de la floja comedia
Wrecked (USA), hacer chistes sobre un grupo de personas que han sobrevivido a un accidente aéreo para encontrarse en una isla desierta. No es una parodia directa porque ni siquiera se atreve a meter claramente elementos fantásticos, y porque el dinero y reparto les llega hasta donde les llega. Pero mi duda sigue siendo la misma: ¿De verdad a estas alturas tiene sentido?
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