Como sospechábamos ya la semana pasada el alcance de lo que ha llegado esta ha sido más bien limitado. Los finales de mes tienen estas cosas. Pero, ¡eh!, no significa eso que no aparezcan libros que merezcan nuestra atención, como demuestra una semana más la selección que aparece al decir:
¡Que entre la pila!
– El misterio de la mosca dorada de Edmund Crispin, ed. Impedimenta
No sé si quedará aún alguien que desconozca al gran Gervasio Fen, profesor de Oxford y uno de los grandes exponentes del mystery inglés. La muerte como un problema y no como una realidad, permitiendo a Crispin convertir la novela en una lucha de ingenios y humores.
– Aniara de Harry Martinson, ed. Gallo Nero
Martinson puede sonar poco o sonar lejano, y tiene algo de ambas. Era sueco, era poeta y fue Premio Nobel de literatura. Con todo esto parecía imposible que se le ocurrieran ideas como la de esta obra, una saga épica ‘poética’ al estilo de las clásicas historias vikingas… pero con el espacio como protagonista. Supervivientes de la destrucción de la Tierra, un grupo de humanos viajan en su nave hacia Marte. La narrativa de viajes, exploración, pioneros que recuerdan más a los viajeros de la Illiada, en pos de un hogar que nunca será el mismo del que salieron. Y para redondear la edición han incluido un curioso plano para seguir los devenires de la historia. Una magnífica recuperación.
– Crónicas fantásticas de Las Indias de VV.AA., ed. Edhasa
Inesperada y extensa recopilación (cerca de 1700 apretadas páginas con tapa dura y estuche para justificar los 90€ que por ella cobran) de algunas de las historias fantásticas que sobre el continente americano se contaron por parte de los descubridores y exploradores del mismo. No es una narrativa clásica ni estaban muchas de ellas pensadas para un lector tradicional sino para contar las maravillas que, normalmente de oídas, se decía tenían estas nuevas tierras. Un volumen más que curioso y al que sugiero echar al menos un vistazo al pdf de introducción para decidir si obra tan singular nos interesa.
– Bienes y codicia de Ingrid Noll, ed. Circe
Es curioso el caso de Ingrid Noll, escritora de novelas negras de enorme éxito en Alemania y de la que hemos llegado a ver incluso adaptaciones estrenadas en España (La farmacéutica) pero que siempre deja la sensación de ser una completa desconocida aquí aunque haya visto publicados diría yo que la práctica totalidad de sus libros de entre los que al menos una docena han ido saliendo en la editorial Circe. Su estilo, completamente negro, recuerda en los tratamientos no solo del suspense sino también de las relaciones entre las personas, al de notables precedentes como Patricia Highsmith o Ruth Rendell. Pero, bueno, ya le llegará su momento. Lo que sí tenemos son obras como esta última novela sobre una jubilada a la que tientan con una oferta tan peculiar como criminal. Más madera humana para sus hogueras.
– Los millones de Mijail Artsybashev, ed. Ardicia
Este naturalista ruso -aunque nacido en lo que sería hoy Ucrania y muerto en el exilio de Polonia por sus choques con los bolcheviques- es quizá más conocido por su novela rupturista Sanin pero se presenta ante nosotros aquí con Los millones, descripción en menos de 200 páginas de un millonario que nota su vida vacía y la lucha para intentar aplacarla que le sigue.
– Lancha rápida de Renata Adler, ed. Sexto Piso
En Sexto Piso siguen publicando obras de autores inexplicablemente desconocidos aquí. La última ha sido Renata Adler, conocida periodista ligada en la mayor parte de su carrera a The New Yorker y en la que, más allá de broncas como la mantenida con Pauline Kael, demostró una manera de hacer periodismo completamente alejada de criterios periodísticos para centrarse en una mentalidad propia. De ahí también esta novela que funciona casi como acumulación de propuestas más que a la manera tradición de desarrollo de una historia, y que -pese a ello- acaba sirviendo como perfecta demostración de la tierra de nadie en la que habían caído, desorientados e incapaces de entender qué había sucedido, aquellos jóvenes revolucionarios que una década antes parecían tener tan claro tantas cosas. Una obra fundamental para entender el punto de vista newyorkino de la transición entre los sesenta y los ochenta.
– Aguafuertes españolas de Roberto Arlt, ed. Renacimiento
La recuperación de Roberto Arlt para el lector español sigue avanzando lenta pero segura, en esta ocasión con la publicación en Renacimiento de las crónicas sobre su visita a España en 1935, cuando aún las cosas se intuían más que saberse.
– Abril de Joseph Roth, ed. Acantilado
Relato breve vendido aquí a la pieza en el que el misterio y el romanticismo se unen para crear una historia posible sobre una muchacha lejana. Y como es un Roth hay que comentarlo, claro.
– El misterio de Cloomber de Sir Arthur Conan Doyle, ed. Espuela de Plata
Una nueva recuperación, aquí con elementos cercanos al fantástico, de otra de las obras de misterio menos conocidas del siempre movido Conan Doyle.
– Acronos vol. 3 de VV.AA., ed. Tyrannosaurus books
Nuevo recopilatorio de relatos steampunk de la mano de Tyrannosaurus Books que en esta ocasión recorre diversos países -y culturas- además de una también notable variedad de autores que va desde creadores tan establecidos como Elio Quiroga a nuevos descubrimientos como Esther Galán.
– El efecto Marcus de Jussi Adler Olsen, ed. Maeva
Nuevo caso del Departamento Q, ya veremos si logran recuperar el fuelle perdido las últimas entregas.
– La chica del grupo de Kim Gordon, ed. Contra
Kim Gordon fue una de las fundadoras del grupo Sonic Youth y, precisamente por ello, sus memorias recogen un momento y una historia con un punto de vista diferente del oficial. Tanto por su condición de mujer de éxito en el mundo de la música, que ya la convierte en una rareza, como por sus negocios paralelos -y a menudo también culturales- que es, además, la historia de su matrimonio. Mucho es lo que se acaba contando ligado a estos recuerdos.
– Cuidado. No mires atrás de Jennifer L. Armentrout, ed. Maeva
Terminamos la semana con un thriller juvenil con una apariencia un tanto sobada -una adolescente que es encontrada con amnesia descubre que era una persona espantosa y que su desaparición, junto a la de su parece-que-no-tan-mejor amiga pudo ser algo más que una travesura juvenil- se convierta en un animado juego de suspense adolescente. La autora aprovecha sus tablas para salvar ese punto de partido y algunas torpezas y manierismos que podrían haber hundido la que acaba siendo una interesante historia.
Hasta aquí por esta semana, ya veremos si la que viene empieza a notarse la llegada no de la primavera pero sí al menos de la lenta pero inexorable proximidad del Día del Libro. Mientras tanto, ¡nos leemos!