Cuando uno lee los libros, sobre todo los que tratan las historias de movimientos y empresas, siempre parece haber una progresión clara, una serie de momentos importantes debido a que en ellos nos centramos. Se da por hecho que hay más cosas a la vez pero al no ser importante para el discurso que estamos elaborando se deja fuera para no entorpecer la acción principal. Sin embargo, incluso en las épocas de especial dominación de algo, siempre existe este concepto, la coexistencia.
Es lógico que cuando estamos centrándonos en la narración de un hecho mantengamos el resto en la parte de atrás, fuera de la luz, pero no tanto que olvidemos que existía. De ahí mi reticencia habitual a las afirmaciones rotundas, puesto que los tiempos tienden a alambicarse y las realidades a ir trenzándose, de manera que además de las prevalencias y las dominaciones, los apuntes y tímidos comienzos, siempre hay algo más, mucho más, otro más.
Por eso resulta siempre más interesante cuando uno tiene que hablar del presente. No existe aquí la posibilidad de echar dos pasos atrás y contemplar un cuadro general de 5, 10, 20, 40 años. Tienes que intentar explicar lo que pasa en el momento y eso sí que significa que vas a ver todas las líneas coexistentes chocando.
Todo esto viene porque la semana pasada pasó una cosa y está pasará otra (disclaimer: Es posible que ambas semanas ocurrieran más asuntos importantes que solo sepamos dentro de unos años) y cada una puede ser importante por un tema distinto. La semana pasada sacaron un vídeo de Carlos Boyero viendo youtubers. Seguro que no estáis del todo sorprendidos con este tipo de vídeos, quizá incluso recordéis los de Gente viendo 2 girls 1 cup, Gente viendo Rec, Abuelos jugando a Grand Thief Auto V o Qué vida más triste. Bueno, esto último no era un reaction video pero se decía casi el mismo número de veces Lo flipo. Por supuesto lo ideal hubiera sido tener un vídeo con un poco más de historia, pero la técnica llega cuando llega, de modo que el equivalente lógico (Dinosaurio descubre que ha empezado a nevar) no puede ser. Pero nos recuerda que hay dos formas de entender la actualidad. El de los que están haciendo ya las mismas tonterías que hace la televisión pero en el futuro. Y los que aún están con las máquinas de escribir.
Precisamente por eso cuando empezaba todo esta cosa de ElReceptor en 2009 hablaba de que la TV iba perdiendo poco a poco importancia. Sigue en ello, pero han pasado 6 años ya y aún marca los tiempos y las recuperaciones. Más aún, las ficciones siguen en su mayoría yendo por la televisión convencional porque solo en américa han empezado a aflorar por la web. Y eso poniendo detrás grandes compañías como Netflix, Amazon o Yahoo. Que, al fin y al cabo, lo que hacen es lo de siempre, aprovechar el ‘nuevo medio’ para las cadenas meintras en otras partes más pequeñas se va preparando la cantera.
Y decía lo de USA porque en el resto del mundo aún va muy lento todo. Incluso en UK, que tiene una tradición extensa en la ficción pero cuyos productores siguen siendo las grandes cadenas en abierto, de la BBC a la Channel 4 pasando por la ITV, en parte porque la facilidad y franqueza con la que tratan los temas ha impedido que sean menos gráficos que sus contrapartidas de pago como la SKY. Y sin el impulso del pago y la creación de plataformas propias poco van a querer hacer por ahí. Motivo por el que en UK lo más relevante sea, en mi opinión, la BBC 3 y su lamentable paso a canal barato por internet.
Por ello los canales públicos siguen siendo importantes para el correcto desarrollo, por ejemplo en España. Y precisamente de ahí, de esa necesidad de que sean los canales en abierto -y especialmente los públicos- los que apoyen a la creación y evolución de los géneros, estilos y formatos del audiovisual es de donde sale la gran noticia para esta semana. El estreno mañana de Ministerio del Tiempo. Una serie realmente prometedora de la que ya he hablado en alguna ocasión y que, espero, se convierta en ese éxito que se merece ser no solo para romper la racha de decisiones locas de TVE respecto a las emisiones y renovaciones y, de paso, que le demuestren al resto de cadenas que hay espectadores para ellas. Incluso en Cuenca.
Sí, se va estrenar a la vez que Gym Tony reina en las tardes. Porque las cosas coexisten de manera inevitable. Y no se trata de enfrentarlas o de negar que pueda haber quien guste de ambas a la vez. El éxito permite que haya series muy distintas entre sí aplaudidas por el público y la crítica, u obviados por unos y otros.
Porque de eso va la coexistencia, de que haya de todo y para todos. Porque la abundancia no significa líneas rojas igual que la desaparición no significa que no vuelvan un día. Valga esto apra los intentos de volver a montar una ficción nacional interesante y especulativa igual que para la supervivencia del crítico con más opinión que conocimientos.
Puede que cambien las personas, los nombres o los formatos, pero el resto seguirá. Porque eso es lo que significa la inevitable necesidad de coexistencia.