A veces uno se lleva sorpresas. En ocasiones, escasas pero no inexistentes, para bien. El caso de Barely Famous (USA) no llega a ser totalmente afortunado pero al menos deja con la sensación de que alguien ha estado jugando con lo que tenía, con lo escrito, las expectativas y, en fin, tratando de borrar las fronteras de verosimilitud del reality. Porque esto es lo que se supone que es, un docu-reality en el que las dos hijas de un productor musical deciden explicar por qué ellas en realidad no quieren ser famosas mientras tratan desesperadamente de serlo y mezclan algunos elementos de comedia escrita con otros más espontáneos. El resultado tiene toda la pinta de reality excepto que justo al revés, si hemos estado viendo durante años sitcoms que usaban la grabación de un reality como excusa ahora lo que tenemos es un reality que usa como excusa el ser una sitcom. Es difícil establecer si lograrán tener éxito entre tanta premeditación, distanciamiento menos irónico de lo habitual y un tratamiento de Lo Meta realmente endiablado. Pero al menos cuentan con mi simpatía.
Por contra
Big Time in Hollywood, FL (USA) es incluso peor de lo que esperaba. No es que tuviera grandes expectativas en lo que podía salir de esta serie de
Comedy Central sobre dos aspirantes a directores tirados. Pero el reparto está salpicado de buenos nombres y cameos interesantes, que se quedan en eso, y el productor es
Ben Stiller, a quien se le podría presuponer una mayor sensibilidad cómica. Todo para sacar solo un mínimo de material interesante. Ah, sí, y seguro que a alguien le interesa saber que sale
Paz Vega.
Seguro que alguno se sorprende al descubrir que en la
BBC Radio aún se hacen radio novelas, bueno aquí en concreto podemos hablar de radio comedias. En los últimos años el camino de adaptar las más populares a televisión ha sido habitual y eso mismo pasa con
In and Out of the Kitchen (UK), sobre la vida de un cocinero y escritor que vive con su novio en una casa en la que lo mismo le molesta su agente que los obreros que están ocupados con la casa que ha acabado en
BBC Four. Como os podéis imaginar el resultado final es un poco
de andar por casa, no se molestan en buscar grandes tramas pero tampoco desentonan mucho, todo es agradable y poco más.
Por contra
Nurse (UK), además de ser para la
BBC Two, trata de funcionar como comedia dramática (ya) sobre una enfermera de personas con problemas mentales, a mayor gloria de
Paul Whitehouse, encargado de interpretar a (la mayoría de) esos pacientes. De modo que aunque
Esther Coles hace lo que puede para reclamar la atención que su papel central y el título de la serie le dan acaba siendo poco menos que una guerra educadísima entre ambos para intentar llamar la atención. El resultado no merecía tanta batalla, la verdad.
Por si alguien aún no se ha enterado, ha vuelto
Poldark (UK). No la versión setentera, claro. Una nueva adaptación que trata de ser una puesta al día (?) de la vieja serie y las novelas en las que se basaba y que, bueno, imagino que al público moderno le parecerá necesaria si no quiere enterarse de cómo eran antes las series. Personalmente no entiendo la necesidad visto el resultado. Todo con más medios pero menos fuerza o pasión, al menos de la tradicional, que el nuevo
Poldark,
Aidan Turner, no logra igualar la interpretación de
Robin Ellis pero sí parecer más uno de los modelos de portada de novelas románticas. Vaya lo uno por lo otro.
No se me ocurre nada bueno que decir de
Powers (USA). No es que el material de partida fuera un cómic excelente pero al menos no hacía falta dedicar solo cinco minutos a su visionado para comprender lo erróneo de absolutamente todo a su alrededor. Con una producción pobrísima, que recuerda al de los más baratos telefilmes de hace una década, con unos efectos especiales que obligarían al
SyFy a presentar una carta de disculpa y unos actores que parecen estar ahí como alternativa a un centro de día, el desastre es tan morrocotudo que, además de un post en
ADLO!, al menos por ahí se puede intentar sacar una sonrisa. ¡Pobre
Eddie Izzard, en qué cosas acaba metido!
Hay veces que se me escurren las series. Es lo que ha pasado con
The Returned (USA), que si
Asincrono no me lo hubiera recordado se hubiera colado por la grieta. Y no es algo demasiado extraño, esta versión americana de la estupenda serie francesa
Les Revenants comienza como poco menos que una copia al carbón con solo pasar a Estados Unidos la acción con lo que, además de quedar como algo más desbravado para los que ya conocemos la historia, no podemos decir mucho sin esperar a ver cómo sigue y si se animan a darle un toque personal de alguna manera.
∞