De entre las cosas que, sinceramente, no esperaba esta semana estaba que la nueva Boomerang (USA) fuera a interesarme. Pero resulta que no se han limitado a hacer una adaptación de la película antigua cambiando el sexo. Estamos más bien ante una continuación con nuevos personajes en la que han aprovechado para meter mano a tope a un concepto que, sinceramente, poco tenía de salvable. Así que sin Eddie Murphy a la vista -aunque sí con Halle Berry ejerciendo de productora- parece que le han dado vía libre a Lena Headey para hacer lo que quisiera con la historia. Y la ha convertido en una exploración de la vida de los jóvenes afroamericanos en varias formas y maneras distintas incluyendo, por supuesto, su relación con los blancos. Con una sensación de ser más miniserie que algo que pueda consumirse -o comprenderse- de una sola vez, lo cierto es que acaba resultando toda una experiencia más cercana a Girlfriends que a las producciones de Tyler Perry.

Lamentablemente Doom Patrol (USA) sí era lo esperable. Y mira que han intentado -y logrado, se lo concedo- mejorar lo que vimos en el episodio de Titans. Pero, claro eso significa sólo que han dejado de cavar. Pese al poder actoral reunido la mejor con diferencia sigue siendo April Bowlby. Aunque es cierto que Alan Tudyk parece estar disfrutando su papel villanesco. Timothy Dalton simplemente está, Matt Bomer y Brendan Fraser se dejan oír y a Diane Guerrero le queda hacer lo que puede con lo que dan. Una lástima porque el cómic original es magnífico y porque parecía que realmente fueran a intentar hacer algo mejor esta vez. Para acabar con una mezcla entre la madre y Legion en la que ninguna de las propuestas acaban de funcionar.


Supongo que alguien se habrá hecho la pregunta ¿Cómo sería El Coche Fantástico si fuera una serie del Disney Channel? alguna vez. Para ellos llega este Fast Layne (USA) que parece tener más recursos de los que uno esperaría -sobre todo para dotar de humanidad al coche- y que juega con exactamente lo que podríamos esperar: Una idea menos de colegas que de hermanos, secretos a esconder de los adultos y un acercamiento más humorístico. No sé a quién se le habrá ocurrido que esto podría ser buena idea pero le veo posibilidades de triunfar.

Es curioso esto de los documentales. En Amazon parece que van a intentar tirar de ahí a ver si al final logran que alguien los vea. Y el asunto con Lorena (USA) es que intenta revisitar la historia de Lorena Bobbit desde algo más que un chiste. Por supuesto el contenido es poderoso tras tantos años y en retrospectiva, pero parece más deudor de lo que Ryan Murphy ha hecho con American Crime Story que de cualquier otro acercamiento… excepto por la falta de Ryan Murphy, claro. Tratarlo desde el punto de vista periodístico antes que el dramático supongo que tiene estas cosas. Y, con todo, sigue siendo una obra de lo más recomendable.

Hoy parece que el tema son las series que no deberían funcionar y lo hacen frente a las que deberían funcionar y no lo hacen. Porque esta Miracle Workers (USA) que nos presenta a Daniel Radcliffe y Steve Buscemi en posiciones principales -aunque luego sea Geraldine Viswanathan el auténtico motor de la acción- en una especie de empresa angelical en la que uno es un atareado ángel y el otro es… bueno… Dios. A partir de ahí lo que podría ser un inicio prometedor de sátira empresarial y religiosa o mil cosas más acaba convertido en otra comedia romántica más. Ni siquiera especialmente brillante, o interesante. Y si bien los actores le dan un poco de peso al asunto -más Buscemi, en realidad- la sensación de que esta producción de Lorne Michaels tiene mejor reparto que guionistas es, siendo amables, persistente.


En cuanto a Pitching In (UK), entiendo que es el tipo de historia que gusta por lo melodramático y porque trae actores secundarios de vuelta, a veces a un primer plano, pero me temo que en todo lo demás es una de esas lacrimógenas y rutinarias historias de Viudo volviendo a encauzar su vida y que los pobres son la sal de la tierra y, en fin, todas esas cosas.


Por suerte para mi cordura también ha habido esta semana novedades con mala pinta que, efectivamente, han salido como era de esperar. Es el caso de Proven Innocent (USA), una serie en la que se nota que FOX no recibió el memorandum de que Conviction se la pegó a lo grande hace un par de años. O lo recibió pero pensó que el problema era de que tenía buenos actores y eso podían cambiarlo ellos. Sea como sea, aquí estamos. Tan innecesario como de costumbre.

Es curioso esto de Umbrella Academy (USA). Normalmente diría que es una serie normalita. Muy bien llevada en su producción, con una gran selección musical y algunos buenos actores, Robert Sheenan en uno de esos papeles en los que le dejan desatarse -y que sirve también para que la serie tome de Misfitis todo lo que puede, igual que lo hace de Utopia– y un Aidan Gallagher que es sorprendentemente bueno y efectivo en su papel. Si no conoces los cómics originales -que al menos en su primera andadura eran mucho mejores- puede servir como un buen forraje en el que se nota que han invertido pasta -es decir, logran esconder en qué no se la han gastado siempre que no sepas lo que tendrían que haber hecho, etc…- pero en una semana en la que se ha estrenado Doom Patrol y con Deadly Class aún reciente… ¡que enorme mejoría resulta! Y al final esto es lo que tenemos. Puede que no sea la mejor de las series de superhéroes -que no lo es, probablemente no llegue ni al Top 3- ni la más original, pero al menos se puede ver sin sufrir demasiada vergüenza.

Y terminamos como empezamos. Bueno, justo al revés pero me entendéis. Una serie que sobre el papel tenía que haber funcionado y que al verla resulta que no. Weird City (USA) es una antología de podemos llamarlo ciencia ficción si hace falta para venderlo pero en fin apadrinada por Jordan Peele y uno de los guionistas de su antiguo programa, Charlie Sanders. Reune, además, una buena cantidad de actores interesantes de Ed O’Neill a LeVar Burton. En un futuro de esos de dentro de cinco minutos tenemos una clara división en la ciudad entre los de arriba y abajo. Pero en realidad eso da más o menos lo mismo porque se nos enseña que hay gente de abajo que puede lograr la movilidad social de acabar perteneciendo a los de arriba. Ya os dije, ciencia ficción. En cualquier caso, los intentos de convencernos de que es de humor hace que en muchos casos no esté sencillo si está yendo por un lado o por el otro y acaba en una tierra de nadie a la que el poco recorrido de los episodios tampoco ayuda. Así que al final tenemos una experiencia decepcionante de grandes cantidades de talento malgastado en… lo que quiera que sea esto que han hecho. En fin, al menos les habrán pagado. Supongo. Tal y como está YouTube con sus series ni eso puedo asegurar.