Hay que concederle a Bloods (UK) el hecho de intentarlo. Más aún, hay que reconocer que sus dos protagonistas principales se esfuerzan muy fuerte por hacer que funcione. Lamentablemente lo que tienen como material de partida no daría para mucho en casi ningún caso, así que por más ganas que le pusieran lo único bueno que puedo decir de ellos es que, desde luego, lo han intentado a tope.

Por supuesto no soy  la mejor persona para hablar de Jupiter’s Legacy (USA) porque los tics habituales de Millar (ese ser incapaz de crear personajes propios, solo de ‘molonificar’ los existentes y ponerles un nombre nuevo; esa ausencia de sustancia fiándolo todo a golpes de efecto que normalmente van al lado más facción de los EdgyBoys; o esa ideología derechista que permea todo lo que hace normalmente porque no le da la cabeza para nada más que buscar el siguiente intento de llamar la atención y que le dejen trepar por el palo, como si la creación de Image en los años noventa se repitiera ahora como farsa) no solo están todos aquí, es que además llegan tarde. Si The Boys logra parecer que llega con retraso a partir del cómic de 2006 y a Invencible se le notan las décadas desde que el cómic apareció en 2003 este Jupiter’s Legacy que surge del cómic de 2013 logra parecer a la vez un nuevo caso de robar todo lo que no esté atornillado al suelo y, a la vez, tener referentes más rancios que cualquiera de las otras dos adaptaciones. Quizá porque no hay una idea detrás de la historia, quizá porque Ennis o Kirkman son mejores guionistas o, al menos, más consistentes. Así que si queréis ver un más de lo mismo que quizá hubieran podido salvar los actores si no diera la sensación de que están esperando a cobrar el cheque más que actuando, algo que parece contagiar a todo el mundo porque desde producción no parecen haber hecho el menor intento de lograr que los actores parezcan tener la edad de los personajes en, básicamente, ningún momento. Pero bueno, supongo que nada nos dice más con ese pasar de hacer los deberes, ese soltar chorradas retrógradas creyéndose la leche, ese saquear todo lo saqueable y ese dejar todo apuntalado de cualquier manera que estás en una adaptación de un cómic de Mark Millar. Habrá gente a la que le guste, por supuesto. Todo le tiene que gustar a alguien. Que le aproveche el dinero de Netflix. Al fin y al cabo para eso le contrataron. Para tener su propia versión de unos nuevos Defenders.

Por pura acumulación de talento Girls5eva (USA) no podía ser una mala serie. Lamentablemente la acumulación de talento tampoco la convierte en una buena serie. En general logra dejar la sensación de que cada una de sus partes podría funcionar mejor que la totalidad. Porque si algo tiene es un problema de Guiones que quizá fueran buenos en los ’00s. que a ratos podrían haber sido incluso escritor por Paula Pell, y lo que podría haber sido una gran serie se convierte un poco en aquello que decían en Los Simpson de Un chiste que la primera vez te hace gracia y luego solo lo ves como algo que se repite una y otra vez. Es una lástima que con tantas posibilidades -y con Sara Bareilles y canciones en las que quiero creer que ha tenido algo que ver- se quede en simplemente una serie correcta.

Sospecho que no sería muy controvertido sugerir que Star Wars: The Bad Batch (USA), o El Lote Malote o La Remesa Siesa o como sea que la han traducido, es la menos mala de las series estrenadas esta semana. En realidad es un poco como las otras series animadas de Star Wars. Ahm. Como las estrenadas a partir de los ’90 al menos. No es que aporte demasiado ni que sea realmente un cambio importante pero… bueno. ¿Habéis visto qué semana llevamos? Mejor esto.

Si alguna persona se ha preguntado alguna vez por qué Michael Che no tiene nada que ver con los sketches del SNL, limitándose solo al Weekend Update, que ya suficiente sufrimiento es, puede verse That Damn Michael Che (USA) que es un programa de sketches que demuestra por qué no le dejan ni en el actual estado del programa. Y si no sabes quién es Michael Che… ¡Pues más motivo aún para ahorrarte el sufrimiento!