Es curioso este Blindspotting (USA), que le da un giro a la película a partir de la que salía. Si en aquella se hablaba de brutalidad policial, raza y los problemas de los americanos racializados aquí se nos presenta el otro lado de la historia. Las historias de las mujeres que se quedan detrás, como Ashley -interpretada por Jasmine Cephas Jones, ganadora del Emmy y el Grammy– cuyo marido Miles (interpretado por Rafael Casal, el coproductor, coguionista y copresentador junto a Daveed Diggs, compañero de reparto de Cephas Jones en Hamilton) acaba de entrar en la cárcel de nuevo, y eso la ha llevado a irse a vivir con el hijo común de ambos a la casa de su suegra (Helen Hunt) y de la hermanastra de su marido, una trabajadora sexual digital o algo así, magníficamente interpretada por Jaylen Barron – que puede ser la que más partido le saca a una serie como esta. Porque, además, va incluyendo momentos musicales y mezclas de diseño e imagen. En resumen, una serie realmente interesantes que parece mentira que dure solo media hora por capítulo.
Reconozco que lo que me pide el cuerpo para hablar de
iCarly (USA) es ponerme a rajar de
Dan Schneider o a hacer comentarios sobre la ausencia de
Jennette McCurdy, pero por mucho que fuera más interesante o divertido estamos aquí para hablar de la serie. Y la serie es prácticamente la misma. Porque al fin y al cabo la parte de redes sociales tampoco es que hayan cambiado TANTO. Y la distancia entre una serie para adolescentes y una para adultos muchas veces es solo la edad de los protagonistas. Incluso los comentarios metalingüísticos pueden enfocarse por ahí porque tampoco es tanta la distancia. Supongo que la idea será recuperar fans e incorporar nuevos. Para que luego todos ellos puedan hablar de
McCurdy. Al menos en este capítulo no ha habido pies.
Preparando los enlaces y trailers he descubierto que
Katla (O) (IC) se supone que es de terror. Estoy mucho más que sorprendido porque habiendo logrado ver el piloto me extrañaría que pudiera producir miedo o inquietud alguna cosa de estas. Más aún, que produjera miedo o inquietud o alguna cosa de esas. En general, si tienes intención de hacer algo que se parece a una serie francesa de 2012 pero en aburrido -en serio, es más aburrida que una serie francesa, a eso estamos llegando- lo mínimo sería buscar algo interesante en ella. No sé… supongo que tiene alguna cosa de estética o algo así, pero tampoco es que sea mucho más que la francesa y, ciertamente, no mejor que un anuncio de perfumes. Cuando lo que más echas de menos en una serie en
streaming es que pongan anuncios sabes que alguna cosa es mejorable.
Hablando de series espantosas. Si tienes algo que parece una trama b de una serie de
Ryan Murphy (digamos
AHS: 1984) o las sobras de
Glow, con la mitad de implicación de los actores de cualquiera de los dos, entonces puedes tener a
Physical (USA). Una serie bastante poco interesante sobre la salvación y el emponderamiento a través del aerobic o algo así. No creo que le interese mucho a nadie y, sinceramente, me sorprende que no la hayan cancelado ya. Así que tampoco le voy a dedicar más tiempo.
La idea detrás de
The Republic of Sarah (USA) no es necesariamente mala. La idea. Porque todo lo demás demuestra que no tienen muy claro qué hacer con ella y que lo que más les importa es resaltar, una vez más, el famoso excepcionalismo estadounidense. Si tenemos en cuenta que las novedades políticas del último lustro en series de TV han sido canceladas en su práctica totalidad tras la primera temporada tampoco creo yo que tengamos que preocuparnos mucho por la cosa esta de
The CW. Bueno, espera, es
The CW, lo mismo le dan otra temporada. Pero, vamos, como no le busquen las vueltas no sé ni cómo van a llegar al capítulo 10.
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