Parece que Adrien Brody ha encontrado un hueco en su tarea de defender acusados de agresiones sexuales para pasar a la televisión, con este Chapelwaite (USA) que se supone que es una precuela al Salem’s Lot de Stephen King pero que en realidad parece un genérico muy poco inspirado en el que por mucho que Emily Hampshire intenten tirar la sensación de marca blanca del horror convierte en un festival del bostezo recomendable para compatibilizarlo para la plancha o actividad similar.

Como su propio nombre indica Clickbait (AU) está más ocupado en crear una una historia que llame la atención para que te pongas a verla que en lograr algo mínimamente interesante. Relleno. Y ni siquiera rancho del bueno.

Supongo que D. P. (O) (CS) era ya desde su origen una serie con un problema. Porque, por un lado, tienes a un par de personas persiguiendo a los desertores en Corea del Sur. Por el otro, se presentan motivos más que razonables para odiar al ejército o para haber desertado. Pero lo segundo no impide que lo primero pese más. Así que… ¿realmente vas a querer que triunfen los protagonistas? Pues más bien no. Así que por entretenida que pueda llegar a ser en ocasiones puntuales la idea es casi tan brillante como hacer una serie sobre perseguidores de esclavos.

Tenemos otra serie de animación hoy, y toca meterla en la caja Hora de Aventuras, porque en I Heart Arlo (USA) tenemos ese grupo de personajes y estilo redondeado. ¿La serie? Pues más de lo mismo pero en animación. Supongo que a alguien le gustará. Siendo ‘alguien’ una persona diferente a mí, desde luego, porque todos esos intentos de chistes por el ‘shock’ y lo extraño que muchas veces viene de precisamente los lados más transitados del humor. Pues bueno. ‘alguien’. No yo.

Pensaba yo que King of Boys: The Return of the King (O) (NG) era una película, pero resulta que es una serie. Da igual que vaya a partir de la película original, una examinación del poder en Nigeria con la política de fondo, que es un poco lo que tenemos también aquí, apoyados por una gran actuación de Sola Sobowale y empequeñecida porque parece rodada con lo que se han encontrado entre los cojines del sofá. Al menos en esta manía suya de estrenar dos millones de cosas cada semana y que una de ellas sea criminal, esta serie ha sido algún tipo de avance.

Por el lado de Australia tenemos el programa de sketches de The Moth Effect (AU) en la que Nick Boshier y Jazz Twemlow hacen… bueno… una serie de sketches más que tiene algún punto a su favor porque logra liar a algunas personalidades importantes de allá para que les echen una mano. Y menos mal, porque el trasfondo de las piezas podrían ser hechas por cualquiera con acceso a internete. Que a esta altura es bastante más habitual.

Que Bet+ siga siendo una cosa es algo que me sorprende tanto como el resto de servicios de streaming que se han puesto un +. Pero aquí estamos. Esta vez con The Ms. Pat Show (USA), una sitcom familiar en la que lo único que logra hacerlo distinto es que su cómica central es ciertamente otro tipo de persona. tanto por su tumultuosa historia como por la manera en la que hay destellos de algo distinto de los clásicos enfrentamientos y diatribas. No es que sea una gran defensa, pero teniendo en cuenta el nivel habitual es hasta una mejora.

Supongo que en Netflix tienen unos mínimos de estrenos semanales que explican series como Otwórz oczy (O) (PO), otra de esas de instituto que tienen que estrenar cada semana y que esta vez tiene como gimmick a una joven amnésica. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

En una semana en la que parece que alguien pagaba a Netflix por estrenar todas las series que pudiera Post Mortem: No One Dies in Skarnes (O) (NO) al menos resulta un mínimo de gracioso. Sin excedernos, que esto son demasiados capítulos para lo que venía a contar, que es un pueblo en el que parece que nadie muere. Empezando por la protagonista, que despierta en la mesa de su familia antes de la autopsia. A partir de ahí un algo de humor y un algo de misterio sobre la situación. No es Dellamorte Dellamore -qué más querríamos- pero podría haber sido bastante peor.


Hay veces que te pones una serie, como es el caso de Annika (UK), y piensas… Qué bien pronuncian el inglés, qué estupendamente entonan, cuando vocabulario tienen. Sería un listening estupendo en un curso de inglés. ¿Como serie? Un peñazo. Pero qué bonito hablan. Me puse a mirar y parece que salió esto de un audio-drama así que esa calidad se explica, lo que no se explica es que esa teórica investigación criminal sea tan. Tan. Tan. Pero bueno, seguro que hay profesoras por ahí necesitando un listening. Esta es su serie.

Estoy seguro de que hay un público para The Chair (USA) tanto como que no soy yo. Lo primero que hice al terminar el capítulo fue ver si se trataba de alguna adaptación de una serie inglesa de mediados de los noventa, porque a eso es exactamente a lo que parecemos enfrentarnos. Bueno, a eso por un lado y por el otro al Show de Jay Duplass. Lo bueno de eso es que me permite darme cuenta de que hay algo que odio con mucha claridad en mitad de lo que solo me produce indiferencia. Las series para profesores llevan toda la vida, la de universidades no son tan numerosas pero algunas hay, a veces hasta desde el punto de vista de los profesores. Y aquí lo que tenemos es un enorme desperdicio de actores. Holland Taylor intenta lo que puede, David Morse ni siquiera parece estar presente, y Sandra Oh resume bien los problemas de la serie en la que cada actor y escena parece pertenecer a una serie diferente. Ninguna de las cuales es especialmente interesante. Lo peor no es solo que parezca los restos con ínfulas de una serie de profesores de hace un par de décadas, es que no se han molestado ni en ver lo que han echo en adelante con esas ideas. Compararlo con TeachersBoston Public sería para echarse a llorar, así que paso. Os la podéis ver, pero bajo vuestra responsabilidad.

Bastante agradable esta Heels (USA), se nota que Armell está de hombre orquesta hablando de las cosas que le gustan. Es una pena que lo que hay detrás sea un poco rutinario y predecible porque al final que todo sea un drama de valores y familia hace pensar que el decorado está para disimular y podría haber sido tranquilamente el clásico drama de ganaderos que los americanos llevan usando toda la vida para estas cosas. Pero bueno, supongo que si te apetece reivindicar a los orquestadores de la lucha libre y no tienes muy fresca Warrior puede servir al menos para echar el rato.

No sé a dónde plantea ir The Newsreader (AU) pero sospecho que es porque estamos en un drama. Probablemente uno romántico, pero no puedo asegurarlo. Con el mundo del periodismo ochentero australiano -un decir- de fondo lo cierto es que al final los pelos -bueno, pelucas más probablemente- de Anna Torv acaban siendo estrellas de una función que no tengo muy claro qué pretende contar pero quizá por ello parece una producción perfecta para la hora de la siesta.

He odiado cada minuto de Nine Perfect Strangers (USA), no sólo es una versión peor de dios sabe qué querían hacer, probablemente esta manía de los hoteles que estamos teniendo con White Lotus y Fantasy Island, pero es que además el reparto no lo está ni intentando. Que es notablemente inferior al de White Lotus por mucho Michael Shannon que contraten. Parece mentira de David E. Kelley tenga algo que ver en esto, con lo que él ha sido.  No se me ocurre nada bueno que decir de ella.

No esperaba yo que la serie que me fuera a parecer más interesante esta semana fuera The Panthers (NZ), pero aquí estamos. La parte histórica sobre la creación de una agrupación para promover y proteger los derechos de la gente polinesia (de manera directa o como descendientes) en Nueva Zelanda resulta interesante por cómo se explican las clásicas historias de migración y racismo en un entorno del que no se suele hablar y con unos protagonistas algo distintos. Es una lástima la obvia decisión de sexualizar a algunos personajes y mover algunas situaciones para que sea más dramático, pero supongo que eso es lo esperable cuando se crean obras que buscan una manera de que se interese en ellas el público general.


¿Cómo es posible que en mitad de agosto tengamos diez estrenos de serie? Yo qué sé, a estas alturas he dejado de intentar adivinar cómo piensan los programadores. Porque estas son las novedades pero también están las series que estrenan temporada nueva y las que estrenan su segunda mitad de temporada. Mi sensación general esta semana es de desconcierto ante las decisiones. Por suerte AlRawabi School for Girls (O) (JR), primera serie jordana creada para Netflix, hace un poco más por que me resulte curioso el asunto. Luego resulta que es otra versión de Elite, que pare eso les funciona, por suerte esta vez es un colegio todo de chicas en el que una de las alumnas decide vengarse contra las populares que hicieron su vida un infierno. – Que no es lo mismo que pasa en la mexicana Control Z, también en Netflix, porque ahí es un desconocido. – Por supuesto la creadora Tima Shomali es de la opinión de que si haces algo malo a los que te atacaron te estás poniendo a su nivel, por algo la llaman la Tina Fey de Jordania, así que ni siquiera vamos a poder disfrutar de un buen thriller de venganza. Solo de rancho, que al fin y al cabo es a lo que se dedica Netflix, al negocio del forraje a granel: Más de lo mismo a través del mundo.

Lo más divertido que tiene Brand New Cherry Flavor (USA) es encontrarse a Nick Antosca, el antiguo asociado de Max Landis en cosas como Channel Zero, haciendo una obra sobre gentes del mundo del espectáculo que aprovechan para realizar abusos. En realidad la serie no va de eso, claro, va de una sucesión de intentos de parecer edgy como lo hubiera hecho cualquier adolescente con ínfulas que pensara que meter muchas imágenes teóricamente impactantes es lo mejor, porque ser facilón es una característica de los productos ‘de terror’ de Netflix. Supongo que al menos habrán dado de comer caliente al reparto -que hace lo que puede con lo que tiene… bueno, algunos, otros están tan instalados en pasar de ello que parecen parte de los productores de Netflix- así que supongo que si eres un adolescente edgy esto te puede gustar. Si no… ni para tenerlo puesto mientras estás planchando. La oreja o la ropa. Más rancho.

No entiendo en qué momento Channel4 decidió que era buena idea hacer Deceit (UK), supongo que quizá porque es uno de los fiascos más notables de la policía británica, en cualquier caso decidir contar la historia así, con todo eso del policía torturado y las sombras de gris y todo el resto de mierdas, acaba siendo revolcarse por el lodazal antes que… bueno… lo que quiera que sea lo que están haciendo allí. Británicos y sus cosas.

Normalmente me quejaría de que hicieran los franceses una adaptación de Harlan Coben, pero teniendo en cuenta que ya hemos tenido a los británicos, los polacos e incluso a los españoles lo más fácil fue irme a buscar qué pasaba aquí, cómo se justificaba este Disparu à jamais (O) (FR) en lugar de adaptar a alguno de los muchos y buenos autores de novela negra francesa que hay. Efectivamente, resulta que llegó a un acuerdo millonario y ahora Netflix está poniendo a hacer adaptaciones por todas partes por dos motivos, el primero es ver si el público local se las ve así, el segundo -estoy convencido- es poder repartir las pérdidas por el pastizal entre diferentes sedes para no reconocer que el modelo se les está yendo al guano. En fin. La serie. Pues lo de siempre, claro, Coben es así. Seguro que ya sabéis por dónde van los tiros. Hubiera preferido ver la adaptación de algún autor francés, no todas van a salir tan mal como Recursos inhumanos, mientras tanto… rancho.

FOX ha intentado que no descubramos el estreno de Fantasy Island (USA), estrenado en mitad de agosto, casi sin publicidad, intentando que la gente no se entere porque, además, con el espanto de película que sacaron el año pasado poco más parece que quisieran que se les relacionara entre aquella vieja serie mezcla de Hotel / Vacaciones en Mar con toques fantásticos. Pues una cosa os puedo decir, FOX. ¡NO LO HABÉIS INTENTADO LO SUFICIENTE! Lo peor de la serie original -aunque por suerte no de la película- con un presupuesto como de película de las tres de la tarde. Y nada de lo que podría haber hecho algo medianamente interesante el asunto. ¡FOX, PODRÍAS NO HABERLA ESTRENADO!

Pues en Bounce han pensado que podrían hacer una serie explorando la masculinidad afroamericana y aquí tenemos Johnson (USA) que a ratos es aspiracional y en otros drama y en general da la sensación de que querían hacer una serie como aquellas de los de grupos de amigas pero con hombres pero que no fuera la clásica sitcom. El resultado es un poco lo de siempre, supongo que habrá gente a la que le pueda interesar pero -no pareciéndome ni de lejos de lo peor de la semana porque vaya mierda de semana de estrenos hemos tenido- se me queda muy corta en cualquier cosa. Quizá porque el éxito de esas series a finales de los noventa y principio de los ’00s hubiera agradecido algún tipo de evolución en arquetipos o personajes aunque fuera solo para que oliera algo menos a alcanfor.

Lo más decente de Netflix de esta semana -tampoco echemos las campanas al vuelo- es El Reino (O) (AR), una obra basada en un guion de Claudia Piñeiro con Marcelo Piñeyro de co-creador que mezcla política y religión con una investigación de asesinato y unas elecciones. No es lo mejor que ha escrito Piñeiro, pero visto el deplorable nivel de esta semana para pasar el rato está bien.

Lo mejor de esta mala semana es Reservation Dogs (USA), una obra a la que se le ven las costuras porque se le notan por dónde van los tiros tanto como lo que van a ir haciendo. Y los actores son… bueno, aún tienen espacio para mejorar. Pero el guion intenta hacer algo un poco distinto y, desde luego, las intenciones detrás son buenas. Necesita mucho rodaje, desde luego, y esperaba más, eso también. Pero con la semana que hemos pasado este es el mejor estreno sin ninguna duda.

En la BBC se han sacado de la manga esta Skin Deep (UK) para que un grupo de niños hablen de sus problemas de autopercepción. Entre la charla y el docudrama divulgativo veremos cómo hablan de ser bajitos, del pelo, de tener pecas, eccemas, o ser de otras razas. Una gran manera de hacer televisión divulgativa positiva para los niños.

Lo único que me voy a molestar en decir de What If…? (USA) es que si conoces los cómics ya sabes que los guiones están a la altura del dibujo. Perdón, de la animación.


No esperaba nada de Buffering (UK), ni bueno ni malo. I am… empieza su nueva temporada prácticamente a la vez y, sinceramente, no es algo contra lo que quieras poner una serie nueva, así que aquí estábamos, a ver qué tenía esta oportunidad que la televisión –ITV, aunque sea la 2– le brindaba a un cómico más conocido por su trabajo en un reallity. Y lo cierto es que tiene un algo. También tiene muchas zonas ‘verdes’ en las que se nota que aún no tiene claro el qué o el cómo o espera que el uso extensivo de cómicos y expresiones pueda sostener el resto de la obra. Pero lo cierto es que se nota que Iain Striling sabe que esto es una oportunidad, quiere aprovecharla y espera hacer algo diferente. Salir sale regular, pero, oye, quizá según la serie evolucione, los nervios se calmen y todo aquello.


Puedo entender perfectamente todo lo que ha llevado a existir a Mr. Corman (USA), y no seré yo el que niegue las capacidades artísticas a Joseph Gordon-Levitt. Pero si tengo que ver un segundo capítulo de esto me tendré que buscar algo que hacer a la vez para evitar el tedio vital de este drama cotidiano de de señor de mediana edad cuyos sueños no se han cumplido y que se encuentra aún desubicado. Que el protagonista sea un Hombre Encantador la hace solo un poco más tolerable que si fuera la habitual bukowskada. Supongo que habrá gente a la que estas cosas le gusten -porque se sientan reflejados, supongo- pero yo solo pido un año mínimo hasta la próxima de estas, porque no respondo de mí.

Entiendo que a alguien le gustó Fauda -alguien tenía que estar ahí- y de ahí que le hayan dado a Lior Raz este Hit & Run (USA) que intenta disimular que es israelí disfrazándola de USAca. Por supuesto sigue teniendo un transfondo militarista porque vaya dos países. Si alguien espera algo culturalmente progresista se puede ir olvidando, porque todo comienza con el asesinato de la bella mujer de Raz. A partir de ahí la neverización sirve de catalizador para una obra entre lo aburrido y lo chapucero que está lejos incluso de las cosas que nos trae Ammo Content pero muy cerca de las películas de Netflix porque, bueno, supongo que a eso es a lo que juegan ahora.

Es complicado decir si hablar solo del primer capítulo -bueno, quizá alguno más- de Navarasa (O) (IN) hace justicia o no a la serie. Pero es que soy fiel defensor de que si quieres que alguien se las vea más vale que lo primero que ofrezcas merezca la pena. Incluso cuando es una serie antológica de lo que podríamos considerar ¿minitelefilmes?¿cortos? dentro del mundo cinematográfico tamil (por buscar una forma de expresarlo) con nueve emociones diferentes. Empezar por Edhiri, que habla de compasión, podría llevarnos a pensar que lo que tenemos es una serie de cosas apiladas antes que una trama concreta o una solución. Visto también el siguiente – Summer of ’92 que va de Hasya Rasa o Risas– quiero creer que hay alguna idea de unirlos todos, porque la falta general de una resolución y la sensación de que estamos más ante escenas sueltas que ante cualquier intento de trama -ni siquiera una idea de trama como resolución emocional, solo exposición- podría convencerme de verla si no fuera porque en realidad no me ha interesado gran cosa. Sí, está bien para conocer las caras y estilos del cine tamil, pero estoy seguro de que tiene que haber formas mejores. O, al menos, eso quiero creer.