Bueno, pues parece que la reina ya está suficientemente muerta y se pueden volver a emitir las comedias inglesas que se han ido acumulando. La primera de las cuales es Am I Being Unreasonable? (UK), una nueva serie de Daisy May Cooper que tiene unos problemas muy parecidos a la anterior. Su parte está bien, ella es una gran actriz cómica, pero parece que no sabe o no quiere pasarse a la parte dramática cuando toca y, en realidad, toda esa parte no acaba de funcionar. Quizá por organizarlo como serie de seis episodios cuando podría haber valido como un único capítulo, quizá porque tampoco tiene mucho sentido en general, quizá porque la forma de presentarla es un revoltijo. Tanto da. Y es una pena porque sólo con la presencia de Lenny Rush, que tiene 13 años pero que le da perfecta réplica a Cooper y se come a prácticamente cualquier otro actor de la serie, debería merecer la pena echarle un ojo. Pero lo cierto es que acaba siendo casi el único motivo para verla, con Cooper naufragando y una serie que a fuerza de alucinada hace aguas.

No sé por dónde empezar con Bali 2002 (AU), probablemente con que os alejéis de ella. Parece que es la temporada de hacer repaso a sitios en los que hayan matado a turistas o algo, pero lo cierto es que todo lo que consiguen aquí es una narrativa en la que los balineses importan bastante poco y todo parece centrarse en los turistas australianos y británico, eso cuando no están siendo aburridos y reiterativos, o cuando no están haciendo una especie de porno emocional sobre los atentados. En fin, que no, que un espanto, que cuanto más lejos mejor.

Tiene The Empress (O) (AL) una de esas espectaculares direcciones artísticas en los que a ropas y peinados se refiere, también los decorados o como queramos llamarlo -que a ratos parecen un poco… ¿cuál es el equivalente pixelero del cartón piedra?-, los actores son correctos y la historia es un enorme psé. Dentro de esa corriente tan inglesa de revisitar periodos históricos de una manera a la vez inventándose lo que les da la gana pero añadiendo una capa de roña aquí y allí para parecer realista. Casi me extraña estar viendo Netflix y no una coproducción con Starz o Showtime. En fin, supongo que esto tiene sus fanses, pero me temo que no soy yo.

Al menos Finding Happy (USA) es bienintencionada aunque se le note el problema de que Bounce debe de haberles aceptado un presupuesto que les llega solo para ir a la esquina. Es cierto que no es que sea muy original con todo el Grupo de amigas y sus cosas, pero se nota que quieren contarlo desde un cierto verismo antes que el tradicional -y notablemente aburrido- intento de telenovela o de intensidad. En fin, qué le vamos a hacer.

Que espanto y que horror Inside Man (UK), una de esas series que tiene a dos actores de teórico prestigio como son Tennant y Tucci y les pone a hacer una cosa pretenciosa y poco amalgamada de guión, más ocupada en que las escenas queden bonitas que en que tengan sentido, y con una capacidad a la vez de sacar pecho y copiar cosas. Me ha parecido tan mala que he tenido que ir a ver quién había conseguido tanto dinero para masajearse el ego: Steven Moffat. Debí de habérmelo imaginado.

Esto de que se haya levantado la prohibición de las comedias en UK ha acabado trayendo incluso a las que aún falta como un mes para que se estrenen en su emisión tradicional. Si alguien es capaz de explicarme por qué Channel 4 ha decidido que I Hate You (UK) esté ya a disposición del público en el digital All4 pero no esté disponible hasta el 13 de octubre en su emisión tradicional… bueno. Por lo demás, es la típica serie de amistad entre dos mujeres jóvenes que une aquí historias de extraña pareja y que intenta ser rompedora. Yo sospecho que estoy tan lejos de ser público de esto como de esa teórica Animación Adulta, ideas como la de ‘salir con señores mayores’ resulta que ya las he visto y tampoco me parecen muy inteligentes para el piloto. Pero, en fin, allá cada uno con sus gustos.

¿Es Jungle (UK) el resultado de una apuesta? Un taller de creación para drilleros -es lo de después del trap– que les hizo pensar que podían montar su propia historia mitad neo-noir y mitad neo-musical. Y ha hecho falta que Prime la estrene para que quede claro que no, que no pueden. Que un conjunto de ideas tan vistas que si fueran fotocopias en papel no se leerían, con un reparto de músicos que claramente no habían intentado actuar antes… ni tampoco durante, y con unos productores que no parecían estar muy ocupados en… nada. Las partes técnicas pueden salvarse, incluso destacar en algún momento, pero si te falla el guion y la interpretación sólo funciona mientras estás cantando -y no decides que sea cantado TODO- ya me diréis de qué sirve.

Lo que puedo decir de Karen Pirie (UK) en general es bueno pero tiene un gran PERO. Y es que es una serie policíaca de corte clásico que introduce un cierto humor y lo hace de manera agradable, puntos sin duda a su favor. Pero se pasa tres capítulos para un solo caso. Que es una serie inglesa, son sus tradiciones y hay que respetarlas. Vale. ¡Pero entonces que cada capítulo no dure DOS HORAS! Si ya me cuestan las series con capítulos de una hora, y tengo que hacerme a la idea con los de hora y media el encontrarme con un capítulo de dos horas me ha hecho replantear la posibilidad de organizar yo mismo los capítulos, que me gusta mucho Val McDermid -cuya obra se adapta aquí- y puedo entender las ‘adaptaciones a los nuevos tiempos’ porque a fin y al cabo Un eco lejano es una novela de hace casi veinte años. No comparto esta pasión actual por convertir todo lo que antes era ‘escribió un libro’ o ‘era periodista’ en ‘hizo un podcast’ pero la puedo entender. Pero… ¿dos horas cada capítulo? Alguien tenía que probar este formato, muy bien, ahora ya podemos no usarlo nunca más.

Es sorprendente cómo ser un Spectrum Original puede parecerse a algo que la TBS hubiera rechazado. Lo cierto es que Panhandle (USA) parece la versión reconstruida de memoria por alguien que hubiera querido contar a la vez The Glades y cualquiera de las mil serie de Excéntrico Asesor de hace mínimo un lustro empezando por motivos obvios por Monk, Balthazar y Endgame. La mayor parte de las cosas están más que usadas -peor aún, mejor usadas- en todo tipo de series similares: Desde la mujer muerta del investigador a sus problemas mentales agravados por esto a la idea de Uh, Florida, a todos los giros. Hasta el punto de que cuando hace aparición uno de los tropos policíacos más de derechas me he ido a ver si es que había alguien de Bones. Efectivamente, una de las co-creadoras ha estado en esa, Juez Amy y similares. Creo que usa ese tropo mínimo un par de veces por serie. En fin. Una pena, es claramente una oportunidad perdida pero podría haber estado bien.

No sé en qué momento decidió Netflix que lo que necesitaban para Halloween era un montón de cachorritos muertos, pero aquí estamos, con los Phantom Pups (USA). Una de esas series de la gente de AirBud que, como de costumbre, es una cosa sencilla, casi pre-escolar. Un tanto fuera del aquí y el ahora. Pero, claro, más lejos aún está la posibilidad de que algún peque pregunte que por qué son fantasmas los perritos. Eso sí puede ser divertido de ver.

De nuevo la sensación de que estoy ante la serie blanca de una serie anterior -o varias- llega con esta Reasonable Doubt (USA) que parece decidida a usar las sobras de telenovelas y series de abogados para montar algo que con mucha dificultad aguanta. Sobre todo porque para cuando va a llegar el punto central del caso ya estás tan aburrido que te da igual. Como si quiere la protagonista ponerse en ropa interior otra vez. Lo único que ha logrado sorprenderme es que pensaba que era un señor blanco intentando imitar una serie de BET y resulta que no, que es una creadora afroamericana. Qué le vamos a hacer, también ellas tienen derecho a ser mediocres y tener trabajo.

Está claro que en The Rookie: Feds (USA) los de la ABC se han pensado lo que ofrecer y cómo ofrecerlo. Y lo han hecho a partir del éxito que es The Rookie. Salvo que aquí en lugar de una serie de lugar de trabajo ambientada en la policía -en fin- han decidido presentarnos un giro a las series de FBI que están en marcha, tanto Mentes Criminales como FBI. Y, en ambos casos, han cogido elementos de la serie original -incluyendo el inevitable cameo de Nathan Fillion en el piloto- para montar este giro. De ahí que la grandísima Niecy Nash sea ahora el centro. Su carisma arrollador y su capacidad para generar ‘buen rollo’ es similar al de Fillion, y si bien en series como Claws -con un contexto igual de festivo- o en la reciente Dahmer -en versión más oscura- podíamos verlo aprovechado para mostrar también filos y pinchos, aquí tenemos a la versión agradable más cercana a su trabajo en Reno 9-11.  A su alrededor ponen versiones con un punto de excentricidad de los clásicos de toda la vida -el agente que sigue el reglamento, la que necesita una segunda oportunidad, la joven entusiasta- para intentar disimular que es la insufrible decisión de que todo sea un equipo. Pero se nos ofrecen suficientes explicaciones -ya se cuidan ellos- para contar por qué es diferente de lo que suele hacer el FBI y por qué es necesario. Igual que reconoce su propia existencia como copaganda para introducir el drama familiar: Un padre que fue acusado erróneamente, que ha sufrido el racismo y la injusticia del sistema, que es uno de los principales promotores del movimiento para recortar el presupuesto de la policía, que trabaja para la comunidad y que señala lo que el FBI ha hecho tradicionalmente a los movimientos sociales. Por supuesto está ahí puesto para que esa voz sea oída pero se mande el mensaje de ‘pero al final todos nos queremos’. Porque una cosa es que sean conscientes de que son propaganda y otra que vayan a hacer algo efectivo. Así que, en resumen, una serie tan agradable y ligera como era de esperar que intenta repetir la fórmula en un cuerpo distinto en el que va a ser mucho más complicado que las comparaciones no se lo coman. Al fin y al cabo la diferencia entre la policía local y la federal está ahí desde el principio. Veremos si Nash logra tirar de ella.

Ya iba tocando una serie policíaca ligera y agradable, este So Help Me Todd (USA) es indudablemente de la CBS, blanca en casi todos los sentidos y más cercana a las series de películas policíacas de la semana que se hacen en Hallmark que a Puñales por la espalda. Pero tiene parte de esas vibraciones que ofrecía Psych, aunque está claro que estamos aún muy lejos de aquel desmelene, y habrá que ver para dónde tiran. Porque a lo que juega, por encima de todo, es a la extraña pareja que, sin embargo, aquí son padres e hijos. Y que están en exactamente el rol que se espera de ellos, cero subversión aquí. Skylar Astin es un investigador privado vocacional, mentiroso compulsivo, aficionado a todo tipo de cacharros y perpetuamente sin un duro. Marcia Gay Harden es una abogada de éxito, meticulosa, estirada, controladora, criticona, pero sobre todo es una persona que sigue todas las reglas hasta el ridículo. Y su personaje es la madre del otro personaje, claro. Así que las dinámicas entre el hijo bala perdida y la madre estirada hacen una versión de los buddy cops tradicionales. Una en la que, no puedo creer que pueda escribir esto, no hay un Equipo de Apoyo, sino Secundarios. Por un lado en lo familiar están los otros dos hermanos, sus parejas, algún descendiente… por el otro lado está lo profesional, con otra abogada del bufete de la madre que sirve también de interés romántico, y con un administrativo incluso más estirado que la madre para usarlo de alivio cómico. Ahora mismo la pelota está en el tejado, pero si deciden ir por una mezcla de humor y casos ‘como en los viejos tiempos’ -el ejemplo más claro que se me ocurre ahora mismo es Crazy like a Fox, que era lo mismo pero al revés. En España se llamó Loco de remate o algo que entendía casi tan poco el juego de palabras original.- e incluso hacen como Psych y llevan más allá todo el humor y surrealismo, para mí será más que un éxito. Si deciden tirar hacia el lado contrario y montar algo como el espanto americano de Los misterios de Laura, saldré en dirección contraria. Puede que simplemente se quede en este tejado, en su versión CBS de una de esas series de telefilmes del Hallmark Channel (Curious Caterer, Aurora Teagarden, Mystery 101, Morning Show Mysteries, Gourmet Detective, etc…) pues… bueno… al menos será buen forraje. En cualquier caso, pienso seguir viéndola.

Me cae razonablemente bien Dylan Moran, además esta Stuck (UK) se iba a haber estrenado en la  BBC Two el día que falleció la reina y hasta más de quince días más tarde no ha visto la luz. Tampoco es que importara demasiado porque es una obra sencilla, que tira mucho del buen hacer del susodicho y de su co-protangonista, Morgana Robinson, no tiene mucho más que ofrecer. Pero al menos es corta.

No sé qué han hecho, pero la BBC no le ha dado ni un trailer. Tsch.
Los problemas para estrenar una serie -o desarrollarla, o a saber- hacen que esta This England (UK) se haya quedado enormemente anticuada pese a apostar a la carta de la cercanía. Porque ni Johnson -el sujeto de la serie- está en el poder, ni hay una Reina, ni se habla ahora mismo en UK de cosa distinta que el espantoso trabajo de Liz Truss como PM y las terribles repercusiones que está causando. Así que encontrarse con esta serie que pretende… bueno, ellos sabrán lo que pretenden, suena tan a historia antigua como hacer una sobre Cameron, May o lo que sea que tengan dirigiéndoles tras el desastre del Brexit. Que parece mentira que lleven 3 primeros ministros en seis años. En fin, supongo que tendrá un interés antropológico histórico. Quiero decir, cuando se estudie dentro de unos años dentro de la manera en la que los ingleses decidían representarse a si mismo y a su historia reciente.


¡Libros que Salen! Kobayashi, «Malestamos», MacLeod y más

¡Que entre la pila!

Malestamos de Marta Carmona y Javier Padilla, ed. Capitán Swing

Este es un libro tan importante como interesante, porque habla de ese malestar general que muchas veces se pone como derivada de la salud mental cuando es una mezcla de motivos, que se trata como un hecho individual cuando está claro que es un problema colectivo, que muchas veces se combate con medicación y no con cambios estructurales. Todo eso, desde una perspectiva tanto médica como social, es lo que se analiza, explica y reflexiona aquí. Por eso es importante e interesante.

Vida de un militante de Takiji Kobayashi, ed. Satori

Ya habíamos tenido un primer contacto con la obra de Kobayashi en Kanikosen o en El Camarada, dos obras que justifican más que de sobra la lectura de este recopilatorio de relatos que nos trae ahora Satori, con más relatos de transfondo proletario que nos permiten ver una imagen nueva de Japón, en lo que es difernte pero también en lo que es internacional.

Vida Animal de Alexander MacLeod, ed. AdNovela

Llega el recopilatorio de relatos de MacLeod, historias extrañas con un pie en terrenos que quizá no sean exactamente de la fantasía o del terror pero que van más allá de lo que consideraríamos realismo mágico. Obras distintas y variadas que vienen como presentación de un autor que pertenece a una familia literaria. Veremos que tal.

Guerra de Jade de Fonde Lee, ed. Insólita

Nueva entrega de la historia de ese mundo que descubrimos en Ciudad de Jade, con organizaciones criminales, entornos asiáticos y luchas para controlar la magia. Si os leísteis la anterior seguro que tenéis curiosidad por esta, y si no lo hicísteis… echadle un ojo.

Nona la novena de Tamsyn Muir, ed. Nova

Hablando de continuaciones, ya está el tercero de La tumba sellada. Tras Gideon y Harrow toca el turno de Nona.

He besado a Shara Wheeler de Casey McQuiston, ed. Molino

Otre autore que vuelve es McQuiston, que tras el éxito de Rojo, blanco y sangre azul y Una última parada viene con lo que ha definido como comedia romántica YA. Aunque el punto de partida pueda no parecerlo. Tras besar a su rival por el puesto de mejor estudiante una estudiante desaparece dejando pistas para encontrarla a tres personas, esa rival que será la protagonista de la historia y dos jóvenes: el novio oficial y el que está enamorado de ella. A partir de ahí una mezcla de relaciones, amores y competiciones en el que no podemos hablar de un premio al final, aunque quizá sí de una recompensa.

Cuentos de hadas de Stephen King, ed. Plaza y Janés

Hablando de gente que quizá haya escrito uno o dos libros antes, Stephen King tiene libro nuevo. Uno que es más de fantasía que de terror, pero no por ello -o quizá debido a- menos libro de Stephen King.

El almuerzo del forense de Colin Cotterill, ed. Amok

Con el Laos socialista de fondo el autor inglés -aunque lleve ya años residiendo en el sudeste asiático- Colin Cotterill nos presenta una divertida serie, con un forense renuente, que preferiría estar retirado ya a su edad pero que se encuentra con que las circunstancias políticas no lo permiten. Es este el primero de una serie de misterios agradables en una situación retratada como desagradable. Una gran decisión de Amok animarse por este camino.

Matar a la bestia de VV.AA., ed. LaFelguera

La Felguera se mete en la Guerra Civil y lo hace como es habitual en la editorial, buscando historias y momentos que les parecen interesante y consideran que deben de ser compartidos, para darlas a conocer.

Delicioso de Rob Dunn y Mónica Sánchez, ed. Alianza

Cocina y sociedad, la evolución de los sabores pero, sobre todo, del impacto de los mismos. De cómo fue cambiando la forma de comer y también la forma de organizarse, interactuar y ser desde un punto de vista social. Una historia que habla tanto de las rutas y las alianzas como de las otras maneras menos evidentes en las que la cocina ha impactado creando cambios sociales.

Una magia impregnada de veneno de Judy I. Lin, ed. Monogatari 

Competiciones, mundos fantásticos, muertes inesperadas y misterios que van más allá de la realidad. Un poco de todo es lo que podemos encontrar en esta historia que va más allá de las intrigas cortesanas y los concursos de preparar té para hablarnos de la familia, la sociedad y las decisiones tomadas. Y de veneno. Mucho veneno.

El Gusano y sus Reyes de Hailey Piper, ed. Dilatando Mentes

Una mujer desaparece. Su novia empieza a buscarla. Y se encuentra… bueno… que hay más desapariciones misteriosas, que quizá hay un culto mísitico, que puede que existan criaturas a las que se rinde tributo, que quizá lo que hay más allá de la realidad, de la ficción, de la misma ruptura del tiempo y las estrellas puede estar conectado y conectando todo esto. Pero ella quiere recuperar a su novia, así que va a seguir adelante, pese a todos los horrores cósmicos que la acechen.

Bicho hambriento de Cartlon Mellick III, ed. Orciny Press

La nueva obra de Carlton Mellick III vuelve a entrar en el weird, en este caso tratando la magia como adicción, en una mezcla de cuentos de hadas articulada como novela en la que uno nunca sabe qué va a haber en el sigueitne callejón o que nuevo problema saldrá de esta visión urbana y descarnada en la que la magia se consume con compulsión.

Manchamanteles de Marta Miranda, ed. Larousse

¡Nuevo libro de recetas #topadentro para la Slow Cooker! Esta vez tocan platos de cuchara. perfectos para el invierno y para el invento, que le dan su significado al título del libro: Manchamanteles.

Sefardí. Cocinar la historia de Hélène Jawhara Piñer, ed. Col&Col

Historia y gastronomía unidas en este repaso ala cocina sefardí que también nos habla de los platos, su origen y su destino. Permitiendo acceder en el presenta a un pedazo de nuestra historia común olvidada. Sus costumbres, su huella aún presente y su influencia en el recenario tradicional.

Mytek el poderoso de Tom Tully y Eric Bradley, ed. Dolmen

Uno de los cómics clásicos de la inglaterra de la segunda mitad de los ’60s en la editorial Valiant llega finalmente a España tras varios amagos. Un robot con apariencia de simio y un avieso jorobado causando el caos. Un buen momento para comprobar cuánto hay del interés reconocido y cuanto de nostalgia. Quién sabe, lo mismo funciona y se acaba reeditando El retorno de Mytek.

Llévame contigo de Anneli Furmark, ed. Blackie Books

Una historia de amor queer, pero esta vez no es juvenil. Dos mujeres casadas viven un romance en una historia que hablan del amor y el deseo tanto como del descubrimiento de nuevas opciones o de la madurez emocional.

Melvin Monster vol. 2 de John Stanley, ed. Diábolo

Pues llegó el segundo número de este clasicazo, en su tiempo en teoría infantil, claramente para todas las edades, en las que el humor malévolo y los monstruos vertebran sus aventuras.

Logan x Mary Anne (8, El Club de las Canguro) de Gale Galligan, ed. Maeva

Pues ya hemos llegado al octavo de las adaptaciones de El club de las canguros. El cuarto y último de los que Gale Galligan ha dibujado. Mientras esperamos a los dos siguientes podemos recordar que estamos hablando de una serie que recupera las clásicas novelas juveniles sobre un grupo de amigas, sus problemas y sus apoyos, y las adapta a cómic. Con notable éxito.

ZoomBi de Enrico Macchiavello y Stefano Ascari, ed. Picarona

Se nota la época que se acerca porque ya van saliendo monstruos y demás. Aquí en una versión del clásico Dónde esta Wally pero con una invasión zombie… para todas las edades, por supuesto. E incluso con algo de trama, conste.

El oso y su enorme trasero de Steve Smallman y Emma Yarlett, ed. El Pirata

Un libro con humor sobre las diferencias, sobre como la torpeza o el tamaño no tiene por qué seer algo malo, o no necesariamente, pero sí que requieren tener cuidado. Una forma de enseñar a los más pequeños mientras se cuenta una historia divertida.

Tres monstruos en el cole de Begoña Oro y Ester Garay, ed. Anaya

Lo nuevo de Begoña Oro aprovecha ese momento al que nos vamos acercando y ese en el que estamos. Es decir, junta la cercanía de Halloween con la mucho más temible Vuelta al cole, y lo usa para contar con ayuda de una magníficas ilustraciones, divertidas y expresivas, de Ester Garay, cómo lo enfrentan los pequeños monstruitos. ¡Una gran idea!

Nos leemos


En el lado bueno, Andor (USA) logra ser aburrida de una manera diferente a la que lo son las otras series de Star Wars. Esta es más aburrida como Caravana de valor o La batalla por Endor que como la cosa esa de Baby Yoda. O el espanto ese de Obi-Wan. Supongo que a los fanses les gustará porque a los fanses les gustan estas cosas.

Si algo podemos decir de Armas de Mujer (USA) es que por muy Peacock que sea está muy claramente Telemundo. Incluyendo el hecho de ser una serie coral a mayor gloria de Kate del Castillo, que tiene su mérito. De hecho, hay partes más estadounidenses como esos magníficos títulos de crédito y otras que son claramente telenovelescos, todo hecho con unas tablas propias o ajenas -es increible la cantidad de series este año que recuerdan a Mujeres desesperadas, aunque aquí tengamos también ese tropo de Mujeres uniéndose para el crimen– que al final acaba no teniendo tanto interés como mandándonos otra vez a ver Mentiras. Pero bueno, lo importante al final supongo que es aquello con lo que puede encontrarte. Y con lo que te encuentras aquí es con forraje. Supongo que sus ganses lo disfrutarán.

Nunca dejará de sorprenderme la gente de Warner/ DC. En fin, aquí estamos con la serie pra preescolares Batwheels (USA) que es una cosita sencilla para vender historias de Cars, perdón, de Coches. Y que hace un tejemaneja muy raro para que haya cierta diversidad entre los personajes humanos y luego en los vehículos protagonistas lo caga rotundamente. Pero bueno, que para hacer pium pium con el coche de Batman supongo que les sobra y basta. Sólo espero que la próxima vez que nos quieran vender algo recuerden que tenemos orejas.

No se me ocurre ningún motivo razonable para que la BBC haya pagado Crossfire (UK), pero menos aún para que la hayan estrenado. Varias series en la nevera y deciden tirar con esto. Que es un espanto Un grupo de turistas británicos en un loquesea de Canarias y, de improviso, un tipo empieza a disparar y matar gente como si fuera aquello… no sé, ¿Puerto Hurraco? No soy capaz de recordar cuándo fue la última vez que hubo un tiroteo que causara víctimas en masa en España. Pero bueno, supongo que es una manera de que lo más peligroso que tengan allí no sean los balcones. En cualquier caso el problema está en que van a un ritmo en el que te da tiempo de hacer todo tipo de comentarios porque, bueno, tampoco es que pase nada. Tiene el mismo interés que visitar una galería de tiro. Se supone que el trabajo de la actriz principal debería intentar arreglar el desaguisado este, no lo hace, o que hay algún interés en por qué está pasando esto. Pero, sinceramente, lo raro es que aguantemos tanto a los turistas.

Espero con interés que a Netflix se le pase la racha del True Crime, pero también llevo esperando que se le pase la de Imperio Criminal y aquí seguimos. Supongo que lo mejor que se puede decir de Dahmer (USA) es que es una serie de Ryan Murphy. Es decir, tiene un gran reparto, tiene intenciones cinematográficas, y sabes que en algún momento va a descarrilar. Aunque ojalá con gracia. Aunque por lo menos aquí Murphy parece estar intentando contar la historia del asesino con las víctimas más en el centro. No digo que no pueda haber cierta glorificación empezando por, ejem, el título. O que estaría bien que no insistieran en que los asesinos en serie estén interpretados por niños-Disney. Pero que se centren más en que a la poli le daba lo mismo sus víctimas (más de una docena, la mayoría de color, muchas menores, generalmente homosexuales de una manera más o menos conocida) o que no tenían demasiada intención de hacer una investigación en condiciones, es decir, que la culpa de que una persona pudiera matar a más de una docena de personas era que la policía no veía a sus víctimas como personas. Si de algo sirve esta serie -aunque Netflix prefiriese que fuera para ‘vencer‘ a Star Wars/ Disney +, que ya os digo yo que no va a suceder- que sea precisamente como denuncia de que el sistema estaba más podrido que los cuerpos.

¿Qué posibilidades había de que se estrenara la misma semana dos series para preescolares sobre vehículos sintientes? Pues aquí vamos con la segunda, Firebuds (USA) para Disney Jr., en la que los protagonistas humanos tienen tanto peso como los vehículos. Lo que hace más sencilla la representación -variada, además, el protagonista es filipino-americano y la protagonista tiene dos madres, por ejemplo- si bien podríamos discutir sobre que solo haya una dupla femenina o que encarnen los cuidados, tanto como que hayan intentado disimular con el coche de policía, dedicándose a los cachivaches y al safety first. Pero incluso ahí parece haber estado pensado y deliberado. Las tramas varían, hay bastantes rescates pero también algunos ‘malos’ a los que enfrentarse, así que… bueno… supongo que si eres preescolar te gustará la serie.

Supongo que Prisma (O) (IT) es un nuevo intento de Prime de hacer una serie juvenil. En itallia, con dos hermanos ¿gemelos? y discusiones sobre ser un joven, la presión, el amor, el sexo y el género y blablabla. En realidad es bastante típica, supongo que por eso han hecho una cocktelera de momentos para ordenarlo. Pues eso, no destaca por abajo, tampoco por arriba. Supongo que quizá a los fanses les gustará. A saber.

Que espanto este Quantum Leap (USA), que horror usar el molde de la serie para hacer UNA VEZ MÁS lo del equipo que ayuda al héroe y blablabla. Llevándose por delante todo lo que hacía de bueno, interesante o diferente la serie original. A cambio ofrece un montón de cosas falsas, como una falsa diversidad o una falsa sensación de comunidad. Pero, además, es extraordinariamente aburrido. Y muy mal  guionizada. Qué espanto, qué horror, que oportunidad perdida.

Comparada con Quantum Leap este Reboot (USA) no está tan mal. Pero, claro, es hacer trampa. El problema de Reboot es que es limitado el aguante que se puede tener a una serie cuya mayor fortuna es tener a Rachel Bloom dentro. Y que parece un intento de hacer Episodes sin pagar derechos. El caso es que la idea podría haber funcionado a medias si no fuera porque parece que es un Ni de izquierdas ni de derechas en el que quiere reivindcar que los tiempos antiguos no eran tan malos y que hay que comprender a esa gente porque lo de ahora no es mejor y blablabla. Un espanto. Veréis si el rato de ver a Rachel Bloom os merece la pena.

No tengo muy claro qué pretende este El Repatriado (O) (MX), supongo que dar una lección conmovedora o algo. Porque la historia de un niño adoptado que descubre que no lo fue legalmente -eufemismo- y es repatriado a México, pero por suerte era un boxeador entrenado (?) y así va navegando la vida entre una y otra cosa… En fin. Quizá para una película que tener de fondo mientras limpias la casa o algo así, pues vale. Pero… bueno, no mucho más.

He tenido que ir a mirar que Só Se for por Amor (O) (BR) fuera una novedad de Netflix y no algo que ya hubiera emitido Disney +. Parece que no. Una novedad o algo, porque lo que tenemos aquí es una telenovela juvenil musical sobre un grupo en el que la oportunidad para uno de sus miembros amenaza con romperlo y, a la vez, con cambiar todas las dinámicas. Y, claro, hay mucho amornicio juvenil y mucha canción y mucho Oh, el negocio de la música y… bueno… lo de siempre.

Por un lado, la miniserie Thai Cave Rescue (O) (TA) tiene las bondades y limitaciones de todos los Basados En Hechos Reales que se hacen de estas cosas, por el otro, al menos Netflix esta vez ha confiado en su oficina tailandesa para la producción del producto. Que se nota que también había estadounidenses metiendo mano, pero visto lo visto podría haber sido peor. Ahora, más vale ir preparado para la cosa esta de todo-drama todo-el-rato que se nos traen. Porque tela. Yo, desde luego, no soy el público.

No recuerdo lo que dije en su día de Sistas, pero su spin-off Zatima (USA) no cae muy lejos, precisamente, de los problemas habituales de las producciones de Tyler Perry. Todo está hecho de forma bastante vaga, abocetado, con conversaciones interminables en las que se cambia el fondo pero poco más. Una producción de Tyler Perry.


¡Libros que Salen! Takhwan, «El Señor de la Noche», Hull y más

¡Que entre la pila!

Las novelas asesinas de Kim Takhwan, ed. Quaterni
Me alegra mucho que en Quaterni sigan apostando por la novela de misterio (o criminal, o negra o lo que queráis, puede que incluso thriller y en este caso también policíaca) de procedencias poco habituales. En este caso tenemos una surcoreana, ambientada además en el pasado aunque su confección sea relativamente reciente. Pero sí, estamos ante una serie de asesinatos en el S XVIII, con un libro dejado al lado de los cadáveres y la mezcla de exploración del contexto y de explicación de las personas que se encontraban en él. Que sigan en esta línea.

Mi propio asesino de Richard Hull, ed. Alba

Una nueva obra de Hull recuperada por Alba en Rara Avis, otra posibilidad de comprobar su particular manera de acercarse al género con un suspense distinto y muchísimo humor negro al más puro estilo inglés. Porque la inglesitud de estas obras es lo más claro de todo. Y es que casi podríamos decir que aquí hay menos misterio que suspense pero que todos son a su propia manera criminales en sus relaciones con los demás. Y es que la legendaria mala leche de Hull brilla en estos momentos.

El señor de la noche de Tanith Lee con ilustraciones de Sebastian Giacobino, ed. Duermevela

Recuperación tantos años (más de cuarenta) más tarde de esta obra sobre un grupo de personas que se adentran en un inframundo cada uno con distintas motivaciones y objetivos. Uno de los libros más conocidos de Tanith Lee que, además, cuenta en esta ocasión también con ilustraciones. En fin, que me alegro mucho y que a ver si hay suerte y nos llega Death’s Master, que diría yo que está inédito por aquí.

El asesino invisible de Will Levinrew, ed. Siruela

Una obra tan clásica que es de los años treinta, por un autor de libros de misterio cuya especialidad son los venenos, y con una de esas intrigas tan propias del misterio entendido como Libro-Problema que casi parece un divertimento mental por encima de cualquier otra cosa. No hace falta decir más.

Coast to Coast de Fernando Mahía Vilas, ed. Contra

El texto de la portada lo explica bastante, la verdad. Porque lo que tenemos aquí es un seguimiento del baloncesto que nos lleva a viajar por Estados Unidos y, a partir de ello, a comprobar las diferentes maneras de ser de los estadounidenses por sus regiones y momentos. Es decir, la intersección de una obra de viajes con un libro deportivo.

Cae la noche tropical de Manuel Puig, ed. Seix Barral

Llega a su final la reedición de los libros de Puig y lo hace con su última novela (claro) que es, además, un maravilloso alegato a favor del chisme. Dos hermanas de cierta edad hablando un poco de todo y de nada pero, sobre todo, de su vecina. Todo eso parecen pinceladas sueltas pero van poco a poco montando un cuadro de la situación, de la propia, de la ajena y del país. Muy recomendable.

Mascota de Akwaeke Emezi, ed. Crononauta

Una historia de jóvenes, de monstruos y quienes son o dejan de ser, de cómo las personas tienen que reconocer los problemas para lograr que las utopías no tengan zonas oscuras.

Infiltrado de K.J. Parker, ed. Red Key Books

Un complot entre demonios, un envío a meterse con los humanos, y un tira y afloja entre estos con un exorcista más que peligroso. No hay lados buenos en un ejercicio de sarcasmo, fantástico y un enfrentamiento a lo divino.

Muerte plácida de Charlaine Harris, ed. Hidra

Pues ya está aquí otra vez Charlaine Harris con sus cosas, que esta vez es un western fantástico postapocalíptico con su habitual acompañamiento de romance, como siempre con una mezcla de lo que podríamos llamar mamarrachismo. Que nunca sobra.

Una canción para deshacer el mundo de Brian Evenson, ed. Dilatando Mentes

Tenemos nuevo libro de relatos de Evenson después de su novela Los últimos días. Una recopilación fantástica y terrorífica, con distintos puntos de vista e historias, en las que el punto en común podría ponerse en la imposibilidad de creer en la propia percepción… incluso cuando, a veces, lo que ve es completamente real.

Islas del Abandono de Cal Flyn, ed. Capitán Swing

Curioso ensayo este en la que se investiga el ‘renacimiento de la naturaleza’ en aquellos sitios que han sido abandonado por la humanidad. Sea por guerra, por enfermedad o por problemas econónicos, son espacios que han dejado de usar los humanos y han aprovechado para reclarar de nuevo plantas y animales. Lo que ofrece una oportunidad para contemplar algunas de las posibilidades de un futuro posible.

15- En las trincheras de Stalingrado de Víktor Nekrásov, ed. Automática

Uno de los soldados que estuvieron combatiendo en Stalingrado cuenta su experiencia en aquella batalla. Luego ya podríamos entrar en discusiones de lo que hay detrás, pero lo importante es esto.

Los príncipes de Sambalpur de Abir Mukherjee, ed. Salamandra

Nueva entrega de las novelas de misterio e historia centrada en La India de 1920s.

Ilíada liberada de Homero et al., ed. Blackie Books

Tras realizar una edición de La Odisea con añadidos es el turno de La Iliada de parar por el proceso de retraducción y ampliación. Algún día entenderé por qué se parte de una traducción en inglés en lugar del texto clásico pero, bueno, eso deben de ser cosas mías.

Memoria y Haiku de VV.AA. con ilustraciones de Pep Carrió, ed. Nórdica

Una selección de haikus acompañada de ilustraciones, o quizá al revés, perfecta para regalar tanto como para acercarse a este tipo de composiciones.

Bollería de Daniel Lindeberg, ed. Col & Col

Uno de los platos fuertes de esta semana ha sido este libro de reposteria en el que el sueco Daniel Lindeberg muestra los secretos para realizar clásicos y modernos de la pastelería. Y logra que el horno esté para bollos.

La Odisea de Hakim de Fabien Toulmé, ed. Bruguera

Vuelven los reportajes en cómic y lo hacen con el largo viaje de un refugiado, que huye de Siria en primer lugar a Turquía. Eso es lo que Fabien Toulmé quiere que la gente llegue a entender de la historia real de Hakim, que hay veces que la guerra, la tortura o muchas otras cosas juntas o separadas pueden obligarte a tener que partir de tu país y empezar un periplo buscando otro.

La domadora de monstruos: El hilo dorado de Jo Rioux, ed. MAB Graphic

La dibujante de Las hijas de Ys comienza su propia historia, lo hace con el primer volumen de lo que tiene todos los númeos de acabar siendo una trología. Una historia dentro del fantástico pero que también busca reflejar humor y amistad. Que casi es lo que uno espera en estos casos.

El juego del bosque de Philip Le Roy, ed. Del Nuevo Extremo

Lo que parece un sencillo reto, una competición, pronto parece dirigirse hacia lados más oscuros. ¿Pero es así, o es una broma pensada para atraer gente a las redes sociales o qué está pasando? Ese es el centro de esta historia, otro thriller juvenil por parte de un autor bien conocido en el género.

La temperatura entre tú y yo de Brian Zepka, ed. La Esfera Azul

El sello para infantil/juvenil que se han inventado en El Mundo/ La Esfera de los Libros da sus primeros pasos y en su sección a partir de 12 años lo hace con esta historia de amores y poderes, unos poderes que pueden no parecer los más útiles o peligrosos al principio, como el propio romance queer que articula la otra parte del libro.

Aquellas noches de verano de Dahlia Adler, ed. Kakao Books

Hablando de romance queer, aquí tenemos una versión muy particular de Grease. Porque no coje demasiado de su historia o estructura, pero sí esa idea del amor de verano que regresa de improviso para poner patas arriba el mundo.

5- Los mandamientos vampíricos de Alex Foulkes, ed. Anaya

Un nuevo juego con las ideas de mundos vampíricos dentro del nuestro, mundos que ncesitan de una mezcla de humor más o menos negro y aventuras más o menos enrevesadas.

Agencia Cuatro Patas de Kate y Jol Temple, ed. Destino

Siguen llegando obras detectivescas para los pequeños, aquí juntándolos con la idea de perros y gatos. Normal que hayan salido con un par de aventuras.

Néctar y Ambrosia de Sabina Colloredo y Omar Penagos, ed. SM

La época clásica está más que presente, con tanto interés en la mitología. Es normal que se acabara creando una serie como esta, en al que dos niños buscan respuestas sobre su pasado atravesando algunas de las historias más conocidas (Hades y Perséfone, El vellocino de oro, La guerra de Troya) para acercarlas en versiones infantiles a sus jóvenes lectores.

Los detectives de elefantes de Ged Adamson, ed. Edelvives

Una historia divertida y dibujada con mucha expresividad. Un niño intenta recuperar su globo rojo y acaba perdiendo a su elefante, a partir de ahí y con la ayuda de otra niña comienza una búsqueda improductiva. Quizá sus lectores tengan más éxito localizando al elefante.

La venganza del hechicero (1, Cómic Princesas Dragón) de Pedro Mañas y Luján Fernández, ed. SM

Pues sí, tal es el éxito de Princesas Dragín que al final ha salido incluso una versión en cómic. De la que, por suerte, se encargan también los dos responsables de la serie original. Así que bueno es ver esta evolución.

Nos leemos


¿Cuántas veces puede el actor que interpretó a Punisher protagonizar una serie en la que interpreta a un acompañante masculino? Pues por lo visto dos, que no es mucho pero no deja de ser curioso que haya sucedido dos veces. Claro que siendo la segunda American Gigolo (USA) uno casi añora el desastre que era Hung. Casi. Porque aquí alguien ha decidido hacer una mezcolanza con la peli y con lo que entiendo que es un intento de continuarla -pero no como The Walker, claro- en una cosa aburridísima en la que ni las pelucas que le van poniendo a Jon Bernthal -porque espero que sean pelucas- consiguen darle algo de interés a lo que parece un Murder Mystery en el que en realidad a nadie le apetece hacer nada. Como si les hubiera venido mal el asesinato pero, puf, qué pereza moverse con lo bien que se está aquí. En fin, un espanto.

Pues este The Braves Ones (O) (SA) parecía que iba a ir por un lado superheróico, y quizá lo haga a partir del capítulo 2, pero ya os digo que ni lo voy a ver ni me interesa, porque todo el primer capítulo depende de ‘personas con muchos sentimientos hablando’ y si bien un rato puede ser razonable para ponernos en situación, cuando toda su solución a todos los asuntos es la misma… paso. Especialmente porque ni la situación, ni los problemas, ni -desde luego- los sentimientos son tan complejos. No sé si es que pretendían que fuera más ‘social y elevada’ o si es que querían aprovechar que Netflix pagaba y distribuía -menos darle publicidad lo que sea- para hablar de toda una serie de problemas (que en ocasiones hace parecer esto como una película juvenil de los setenta en la que solo la graciosa mascotas del grupo de niños que va a evitar que cierren el centro social). En cualquier caso, me he aburrido enormememten en lo que parecían los primeros 10 minutos de una serie de la CW que se iban estirando, estirando, estirando…

Pues bueno, pues vale, pues Cyberpunk: Edgerunners (O) (JP) ya te anuncia desde el nombre su intención de ser edgy, al menos no engaña. Aunque lo cierto es que dentro de esta tendencia de Netflix de reciclar momentos temporales parece que esta vez le toca al cyberpunk de mediados de los noventa, lo que para mí es una alegría porque otra serie más con las pintas de Animatrix no sé si lo hubiera soportado. En lugar de eso toma ideas de obras más conocidas como Ghost in the Shell o Alita con aspectos de obras incluso algo anteriores como Armitage y Cyber City para montarse un anime que es relleno básico pero que, a estas alturas, por lo menos no resulta el clásico asco de Netflix y sus decisiones. Más bien parece algo que se ha recuperado desde el pasado, con unas ideas y una forma de hacer las cosas con la solidez de entonces. No creo que la vaya a recomendar, pero al menos no me dará vergüenza ajena si veo que alguien lo hace.

Hay momentos en este El Rey, Vicente Fernández (O) (MX) en los que he ido a ver cuándo se había preparado, producido y realizado la serie, porque si me dicen que la han hecho a cuenta de lo de Elvis me lo hubiera creído. Y, sin embargo, es una muy lógica, tradicional y por momentos hasta clásica versión del biopic musical. Sin luhrmannismos ni nada similar. Bien hecho pero también un poco Grandes Vidas. Así que al final es lo que uno podría encuadar como ‘para los fans’ tanto del personaje como del formato. Lo que supongo es bueno porque AL MENOS no es para los ultra-fans.

Tenía cierta curiosidad por Heartbreak High (AU), porque la original estaba muy claramente influido por la canadiense Degrassi. Vale, antes había habido una película y antes de eso una obra de teatro… ¡pero todas eran posteriores al estreno de Degrassi! De hecho, la creación de Degrassi High a principio de los noventa, continuando líneas de la previa Degrassi Junior High pero acentuando las partes más ‘adultas’ era claramente el referente. Si aquella era más clásica esta tiraba hacia delante de los personajes juveniles, intentando darles nuevas perspectivas en un mundo que tampoco era estable para los adultos. Digamos que un poco más sucia y también más adelantada que Degrassi, hasta llegar a caere en el telenovelismo más desbordado cuando les parecía. Por supuesto el éxito rotundo y continuado de la canadiense era difícil de repetir -solo faltaba- así que antes de llegar al 2000 desapareció. Mi curiosidad era saber si el referente seguiría siendo ese Degrassi, pasaría a sus sucesores espirituales como la más reciente skam o intentarían algo nuevo… Y la respuesta es que ninguna de las anteriores. Es otro éxito, también en Netflix y, de nuevo, no estadounidense. La británica Sex Education es el fantasma que flota por encima de la serie. Que tampoco es como para quejarse demasiado pero veremos si logra encontrar su propio pie, porque todo en sus dos primeros episodios dice Genérico de serie juvenil. Que cuando partes de algo con la entidad -para bien y para mal- de la serie original quizá no es lo que quieras oír.

Si me dicen que Haus of Vicious (USA) es un directo a vídeo noventero me lo creo, sobre todo porque en gran parte del piloto tienen todo el aspecto -y en ocasiones del talento interpretativo- de una porno. No por el sexo, claro, sino por la sensación de haberse hecho por dos duros y que el guión importaba solo un poco. De los actores ni hablo, me limito a agradecer que logren no mirar a la cámara a la vez que dicen sus líneas. En fin, un pequeño desastre que no tengo claro para qué se ha puesto en marcha. Es decir, BET tiene muchísimas series mucho mejor hechas, y una cosa es montar una telenovela y otra hacerlo con las vueltas del pan. En fin.

¿Es Monarch (USA) el resultado de una apuesta? Porque yo podría creer que algo que parece pensado para mezclar lo peor de Empire con lo peor de Nashville hasta extremos en los que parte del reparto tienen más cara de estar esperando a que alguien les acompañe fuera de plató que intentando actuar, o disimular que actúan, de verdad que hay momentos en los que uno considera la posibilidad de avisar a la policía de que alguien ha capturado a Susan Sarandon y la mantiene retenida contra su voluntad mientras esta ofrece la peor de sus interpretaciones hasta la fecha. Sí, peor que A Bad Moms ChristimasAce the Case, en ese plano nos estamos moviendo.

Estos Sago Mini Friends (USA) son exactamente lo que parecen. Dibujos animados de animalitos para el público preescolar. Aventuras con amigos, problemas razonables, personalidades un poco definidas pero tampoco complicadas y dibujos encantadores.  El centro de la serie es que hay que ser amable, decir gracias y todas esas cosas. De verdad que cada semana me da más la sensación de que los de Apple son los únicos con un plan para su sección infantil.

Reconozco que el intento de The Serpent Queen (USA) de tapar con el diseño de producción la espantosa falta de rigor histórico puede funcionar medianamente. Es imposible olvidar todas las licencias que se van tomando, que hacen que The Great pueda perder el título de un-historial del que hacen gala por puro ejercicio comparativo, pero es bonita de mirar cuando no andan con truquitos de escatología y sexualidad para ver si les haces caso. A veces parece que uno en lugar de ver series está cuidando de menores. En fin, que si quieres olvidar todo lo que sabes de Catalina de Médici ya sabes por dónde empezar.

El número de personas a las que nos cayó en gracia la película de Vampire Academy (USA) es corto pero sentido, los libros originales son un producto de su época y para quien esto escribe no tienen muchas más vueltas, así que tener a Peacock gastándose la pasta en esto me hacía pensar en qué estarían buscando. Y tiene pienta de que buscan un producto del estilo de los de CW pero en más serio y con ganas de que pensemos que es más adulto. No es una mala serie ni mucho menos pero lo cierto es que casi todo lo que está aquí ya lo hemos visto antes (sobre todo porque ese era ya parte del problema de los libros) y tampoco parecen muy ocupados en intentar darles algún tipo de giro que haga más atractivo el asunto. No sé cuántas ganas hablar de una serie en la que todo está ya visto, pero supongo que la mezcla de moda y las localizaciones (muchas de ellas españolas, por cierto) tendrán que servir para ver si con el traqueteo se realizan reajustes. Y si se sueltan el pelo, que falta les hace.

Pues estaba yo viendo una serie y diciendo «Lo que me suena esto» pensando que, bueno, últimamente estamos con mucho genérico -que también algo de eso hay- hasta que he visto que Y Golau (O) (GA) era la primera y galesa versión de The Light in the Hall. Y en su momento no lo había comentado, así que toca ahora. Por lo demás, lo dicho, buenas interpretaciones del trío principal, especialmente de Joanna Scanlan -que se reune de nuevo con Alexandra Roach– y de Iwan Rheon que agradecerían sin duda una historia algo mejor desarrollada. Pero bueno, el género criminal inglés es lo que tiene. Muchas tablas de cierta tendencia a cortarlas todas en los mismos listones.


¡Libros que Salen! Jackson, «Un halcón en el bosque», Gallardo y más

¡Que entre la pila!

Hangsaman de Shirley Jackson, ed. Minúscula

Siempre es una alegría recibir novedades de Shirley Jackson, más aún si es como en este caso, que llevábamos no sé ni el tiempo esperando estas obras. Menos conocidas que Siempre hemos vivido en el castillo, La maldición de Hill House o el cuento La Lotería, pero que también merece la pena que conozcamos. Lo que tenemos aquí es una novela sobre una muchacha que está pasando a la vida adulta, y lo hace en gran parte sumergiéndose en fantasías, algunas más humorísticas, otra más… psicológicas. Su relación con ese mundo nuevo que significa una ruptura con lo que ha observado del mundo adulto, intentando reinventarse desde las fantasías, y como impacta también con la observación externa. El trauma del paso a la vida adulta, la sensación de refugio en la ficción, la pérdida y el desamparo. Todo eso nos trae Jackson.

El país del humo de Sara Gallardo, ed. Malas Tierras

Pues ha costado, pero aquí está el único libro de relatos -que sepamos- de Sara Gallardo. Ahora a disfrutar de su escritura y ver qué tal le sentaban las distancias cortas, aunque estoy seguro de que bien.

Un halcón en el bosque de Carrie Laben, ed. La biblioteca de Carfax

Una novedad de Carfax, otro libro al que echar un ojo. En este caso tenemos a un par de hermanas, un bosque, brujas, planes dentro de planes y, quizá, una situación que no estaba tan clara. La primera novela de Carrie Laben, una especialista en cuentos, promete muchas historias entrelazadas.

El Pabellón 3 de Bette Howland, ed. Tránsito

Una madre soltera que llega a su límite, una historia de tintes autobiográficos sobre lo que significa estar retenida en un psiquiátrico, de la gente que estaba allí, de cómo se apoyaaron y sus momentos cómicos, pero también de los hábitos y las crisis que en ella se vivieron.

20- Los vecinos de Lady Chester de Emily Eden, ed. Libros de Seda

De la autora de Una pareja casi perfecta nos llega ahora esta obra, de nuevo con clases sociales, desencuentros, amistades inesperadas y el sentido del humor de Emily Eden. En suma, una novela inglesa y muy inglesa.

Romanones de Mar Abad García, ed. Libros del KO

En Libros del KO publican un libro sobre Romanones, uno de esos grandes nombres llenos de anécdotas-la mayor parte probablemente falsas- que ejemplificaban no solo su influencia, también la enorme cantidad de contradicciones del personaje. Motivo más que de sobra para echarle un ojo, claro.

Jane y Prudence de Barbara Pym, ed. Gatopardo

No sé si tengo mucho más que decir de Barbara Pym que no haya dicho en otras ocasiones, pero lo intentaré. Porque lo que aquí tenemos es una versión de extraña pareja femenina, dos mujeres distintas entre sí por contexto y temperamento, sobre todo cuando una decide actuar para lo que ella cree que es beneficiar a la otra y… bueno. Los planes ya sabemos que se enredan ellos solos.

El regreso de Carrie Soto de Taylor Jenkins Reid, ed. Umbriel

Taylos Jenkins Reid se mete en algo que yo no esperaba y que, sin embargo, tiene sentido. Porque en esto que podríamos considerar como drama deportivo -la más grande atleta de un deporte, ya retirada, ve roto uno de sus records y decide regresar para recuperarlo- en realidad es una obra de personajes, de qué teclas hacen saltar a unos y otros, de cómo la percepción se fabrica pero también se modula, y hasta qué punto esa misma opinión pública que es tallada por la opinión publicada influye para bien, para mal o para mandarles a freir espárragos sobre los protagonistas individuales.

De bestias y aves de Pilar Adón, ed. Galaxia Gutenberg

Un nuevo ejemplo del gótico español que practica Adón, con una extraña casa donde las mujeres parecen parte de un culto ancestral y al que ella llega con su hermana muerta. Con muchos personajes fuera de lo ordinario y esa sensación de no estar cómoda en un sitio y, sin embargo, pertencer quizá a él. Es decir, la nueva novela de la autora.

La rastra de Joy Williams, ed. Seix Barral

Es bueno tener de vuelta a una de las grandes aunque sea en una editorial de las grandes en lugar de en las pequeñas que le han dado cobijo normalmente, pero supongo que será el lograr más atención o algo así, en fin. En este caso tenemos, además, unos temas y motivos plenamente actuales con el colapso climático  de centro y fondo. Así que bien por ella.

Horror de Dario Argento, ed. Letra Sudaca

Sobradamente conocido por su labor como director de cine -supongo- Dario Argento, que ya publicó su autobiografía (Paura) ahora nos ofrece una colección de cuentos de terror que llegan al español gracias a la edición argentina de Letra Sudaca, que nos trajo el libro anterior y ha tenido a bien repetir con este. ¡Bien por ellos!

Fábulas de robots de Stanisław Lem, ed. Impedimenta

En Impedimenta siguen, lentos pero seguros, recuperando toda la obra de Stanisław Lem y esta vez le toca a lo que en apariencia es recopilatorio antológico de leyendas robóticas, que hace doblete por su trasfondo y sentido del humor como un giro a los clásicos, tanto mitológico socmo de lo que podríamos llamar cuentos de hadas, en las que las implicaciones sobre el género humano son puestas de relevie con la ayuda de la ciencia ficción.

Corazones retorcidos de Melissa Albert, ed. UmbrielUn grupoo de amigas, un accidente, fuerzas que se despiertan y un trío de personajes que ven comenzar una serie de hechos que llegarán muchos años más tarde. Porque mucho de lo que aquí se habla no es solo de adolescentes, amigas y familia, también es de cómo afectan las decisiones tomadas.
El legado de Asako Serizawa, ed. Tusquets

Un repaso a la historia japonesa del S XX. con distintos personajes e historias que se van entretejiendo, con la segunda guerra mundial en su centro y los hechos -sufridos a manos de los estadounidenses pero también cometidos contra los coreanos- causando las olas de impactos y repercusiones que son las que acaban conformando la historia.

Dioses de neón de Katee Robert, ed. Martínez Roca

El éxito de las adaptaciones de las historias de Hades y Perséfone lleva a esta versión de, digamos, literatura sexy-erótica en la que las sombras son del Tártaro.

Espacios sin aire de Shulamith Firestone, ed. Muñeca Infinita

Otra entrada de autoficción y problemas de salud mental, en este acaso con la activista, pintora y escritora Shulamith Firestone que nos habla de todo ello pero, sobre todo, de los grupos de apoyos y cuidados y cómo se volcaron en ella.

La semilla y el corazón. Antología de poesía japonesa de VV.AA., ed. Alba

Que es exactamente lo que indica su título, una antología de poesía japonesa en todas sus manifestaciones para acercar una panorámica de la misma al lector español.

La sala de los espejos de Liv Strömquist, ed. Reservoir Books

Nuevo cómic de Strömquist, esta vez hablando de la mirada en el propio cuerpo, tanto desde dentro como hacia fuera.

5- Simple de Sabrina Ghayour, ed. Neo-Cook

Para todos los que disfrutamos de los libros de Sabrina Ghayour, que a estas alturas son ya unos pocos (Persiana, Bazar, Siroco) llega el libro con versiones sencillas de sus recetas inspiradas por la cocina persa y de oriente media. Una obra siempre interesante, claro.

Washoku. El arte de la cocina japonesa de Hirohiko Shoda, ed. Satori

Pues aquí tenemos a Satori trayéndonos un libro de cocina -tradicional- japonesa, con todo tipo de explicaciones no solo de los platos, también de su significado cultural y de los materiales y utensilios usados.

Los confines de los sueños de Yumi Sudo, ed. Ponent Mon

Esta semana entre los cómics tenemos este manga sobre dos amigas. Dos amigas con ochentaitantos años, que recuerdan las dificultades de la posguerra, sobre todo porque se enamoraron. Un amor que entonces parecía imposible que sirve para que la autora explique cómo era esa época.

El legado Hawthorne (2, Una herencia en juego 2) de Jennifer Lynn Barnes, ed. Molino

Pues aquí estamos, con el segundo volúmen de esta locura de millonarios, yincanas mortales y gente que no es lo que parece. Todo el rato. Muy entretenida y que esperemos que sea un éxito para que sigan trayéndonos libros de Jennifer Lynn Barnes. ¡Queremos The Naturals y Little White Lies en español YA!

La manzana en la tarta no me harta de Mika Song, ed. Astronave

Un nuevo cómic de Song, de nuevo con las ardillas traviesas y con una pequeña aventura muy divertida realzada por el magnífico y muy expresivo dibujo. Una alegría seguir recibiendo sus obras.

Nos leemos


Anda que vaya semana. Empezamos ya con jaleo porque BET+ por fin ha estrenado The Black Hamptons (USA), que tenía que haber salido en julio, luego en agosto… pero bueno, lo importante es que está ya. Con Carl Weber detrás, es una versión de la clásica telenovela ochentera de ricos que tantos ratos hicieron pasar. Por supuesto, en afroamericano, pero tenemos a los ricos y poderosos pero antiguos y los nuevos ricos y las fricciones entre ellos, más o menos legales, y… bueno, el pack completo. Es inofensiva y, si acaso, le falta algo de laca. Pero sabiendo a lo que vas tiene un pase. Aunque no ha logrado interesarme tanto como para seguir después del piloto, qué le vamos a hacer.

Una cosa diré a favor de Cars on the Road (USA): No es tan mala como I am Groot. Es decir, tampoco es buena, pero está lejos de ser la peor entrada de la franquicia de Cars porque… bueno… De hecho, tampoco es Planes. En fin, cuando todos los puntos a tu favor son compararte con otras cosas sabes que quizá A tu favor sea un poco excesivo de decir.

Parece que en Netflix se han pasado al cine de sobremesa, porque Eojjeodaga Jeonwonilgi (USA), también conocida como Once Upon a Small Town trata sobre un veterinario que tiene que volver de la gran ciudad al pequeño pueblecito en el que creció, para ejercer en la consulta de su abuelo, y allí se reencuentra -aunque él no la reconoce- con una chica que ahora es policía pero que en el pasado… Bueno, os podéis hacer a la idea de todo. Y si bien es cierto que en realidad Netflix pone su logo pero esto es claramente una co-distribución, no lo es menos que este k-drama es exactamente lo que os he contado. Si os apetece más vída de pueblo, pequeños malentendidos, gente que quiere ser buena aunque a veces parezca un poco extraña y etc… Pues ya sabéis. Que no todo va a ser Un verano en la Provenza.

No sé en qué momento se le ocurrió a Netflix pagar a canadieneses para hacer The Imperfects (CA) pero, bueno… supongo que es suficientemente simpática como relleno, un poco como una de esas series de Showcase, incluso en la falta de medios. Con sus monstruos de CGipiedra y sus tramitas. Que el hispano sea un chupacabras en lugar de un hombre lobo o algún otro tipo de werecosa es… bueno… una decisión. En fin, nadie se la toma muy en serio y supongo que esa ligereza ayuda a que quede tan simpática como intrascendente. Muchas veces replicando en su interior las preguntas que los espectadores podemos estar haciendo. Esta especia de X-Men o, mejor, X-Monstruos no deja de ser relleno agradable, forraje de adolescentes sobrenaturales, para algún rato tonto.

Si algo tengo que decir de Jag-eun Assideul (O) (SC) es que me ha dejado buscando las Little Women de su título inglés. Porque las Decisiones Fueron Tomadas para adaptar Mujercitas. Empezando porque hay solo tres hermanas. Al menos en el piloto. Y siguiendo porque las historias, las formas de tratar a los personajes, las tramas. A veves aparece algún guiño, o puedes encontrar un correlato entre algo que sucede aquí y algo que pasó en la novela original. Pero ya. Porque lo que le interesa a Netflix -bueno, en realidad a la productora original que vendió el proyecto a una cadena surcoreana que fue adquirido para distribución internacional simultánea por Netflix, sospecho- es crear una telenovela a partir de esos mimbres. Con una trama de corrupción política, de lo que parecen asesinatos, con una trama de corrupción empresarial, de lo que parecen asesinatos, con una trama de familias ricas, de relaciones y atracciones sentimentales complicadas y, en fin, un poco lo que uno podría esperar en una serie de este estilo Pero con Mujercitas como gancho en el título. Y en pocos más sitios.

Vaya por delante que cuando decides montar tu nueva serie alrededor de un conocido agresor al que pretendes lavar la cara, especialmente si optas por la ruta ‘era todo un invento de los medios’ después de que se lleguen a acuerdos privados, no estás precisamente indicando que tengas mucha esperanza en la serie. Así que debí suponer que Last Light (USA), por mucho que tuviera el respaldo de Peacock/ NBC/ Universal detrás, sería exactamente la filfa que ha resultado ser. Un genérico sin rumbo ni interés, en la que parece que solo se lo toma en serio la persona responsable de la música de ambientación, que está a varias revoluciones más que sus compañeros como si eso fuera un reallity. Le agradezco el esfuerzo, pero ni por esas. Esto sirve más para tenerlo de fondo en la siesta que para prestarle atención.

Bueno, pues esta se me pasó la semana pasada, así que lo pongo esta: Life by Ella (USA) es una serie infantil que logra, a la vez, ser blanca y tratar algún tema importante sin caer ni en lo melodramático ni en la sacarina. Es un poco como ver hacer costumbrismo con los mimbres de una serie de Disney, así que supongo que está bien hehco porque parece que eso es lo que Apple TV + quería.

Son muchos los problemas que puede tener una serie. En general con esta Munich Games (O) (AL) podríamos habernos limitado a hablar de que se toma muy en serio a si misma. Que está como perpétuamente queriendo demostrar que es muy adulta y que aquello que tiene de fondo es muy serio. Pero, claro, el problema es el trasfondo. Y lo es porque obviamente la acción terrorista de Munich en el 72 no es algo que te vaya a defender nadie -al menos a priori- pero 50 años más tarde usarlo para una serie es una forma nueva de explotación, sobre todo una en la que deciden mezclar al Mossad con la policía alemana y, además, darle un transfondo libanés a la responsable alemana de la investigación. Así que toda esa seriedad parece centrada en que no caiga en la autoparodia, en el mismo ridículo que espera como un abismo ante todas las cosas que hemos visto y sabemos tras todos estos años. Y, claro, funcionar, funcionar… funciona regular. No hubiera sido una gran serie, solo un rancho aceptable, y ahora tenermos ese mismo rancho pero teniendo que poner los ojos en blanco por las implicaciones.

Da igual las veces que uno piense que por fin en Netflix se les han pasado las ganas de montar series de organización criminal, especialmente de las de drogas, que siempre acabarán volviendo a ellas, intentando recuperar esos éxitos de su pasado. Y ahí estamos de nuevo con Narco-Saints (O) (CS), otro basado en hechos reales que, como de cotumbre, significa que han hecho lo que les ha dado la gana. En fin, no sé si realmente sigue habiendo público para esto, especialmente ahora que tienen unos competidores y que pasan de anunciar y mover nada, pero sí sé que cada vez me aburren más.

No era lo que yo esperaba este Recipes for Love and Murder (O) (SA), aunque tampoco es que se haya quedado TAN lejos. Porque yo daba por hecho que me encontraría aquí con una de esas series de gente encantadora -más o menos- con un fondo de Murder Mystery dentro de lo que en inglés se llama Cozy Mystery y que significa que es una de esas series agradables de ver, sin pretensiones, con puntos de humor incluso. Y todo eso está aquí. Pero en lugar de crear una serie en la que los asesinatos se resuelvan en un capítulo -o se anuncie que se resolverán en dos- y si acaso dejen una línea de fondo… bueno, parece que realmente le van a dedicar toda una temporada. Que, sinceramente, no parece tener suficiente chicha el asunto, así que ya puede ser corta. Pero bueno, supongo que el intentar darle un giro es parte de la gracia. Ya veremos si tienen algún éxito.

He tenido que mirar que no fuera una repetición, pero paree que no, que seguimos con eso de que todo se parece. Porque en Savage River (AU) tenemos una serie de una joven que sale de la cárcel, vuelve a su pueblo, tiene una situación familiar y social complicada, y en estas se encuentra con un cadáver. Por supuesto es el piloto y el resto de la serie es de suponer que será más ‘investigación en un pueblo lleno de secretos’. Lo cierto es que resulta una serie agradable pero, sobre todo, de relleno. No molesta, tampoco entusiasma, es algo que puedes tener ahí y decir «Ay, mira, pues bueno«.

Que horror y qué espanto este Tell Me Lies (USA) que con la excusita de ser una exploración de las relaciones tóxicas nos mete una especie de Serie S rancia hasta el túetano, supongo que esperando que lo que funcionó hace una década les sirva ahora. Son malos el uno para el otro pero tienen mucha química era ya algo ridículo en el instituto, imagina a estas alturas en las que lo más suave que se me ocurre decir es que la diferencia entre esto y las comedietas chuscas es usar modelos como actores y cambiar la  intensidad de la música. En fin, que mi recomendación es huir en dirección contraria.

Esta Tierra Incognita (O) (AR), la pobre, acaba siendo más Tierra de Nadie que otra cosa. Se nota la intención de hacer una serie de fondo inquietante, pero para un público juvenil, pero con un fondo de drama telenovelesco, pero que tenga un mínimo de costumbrismo, pero que… Y al final no puede con el peso. Pero bueno, si uno quiere ver una serie-batiburrillo bastante light para ir haciendo boca ahora que se acerca Halloween, supongo que podría valer.

Le falta un punto pero solo eso, así que seguiré viendo Wedding Season (UK) a ver si logra el rodaje ponerla en marcha del todo o hace que se deshinche. Pero esta historia de bodas, humor, tiros y persecuciones contada en dos momentos temporales y con parte del encanto de las producciones inglesas logra plantear un buen punto de partida. Tengo ganas de ver cómo sigue.


¡Libros que Salen! Hendrix, «Mundos alternos», Sarr y más

¡Que entre la pila!

Grupo de apoyo para Final Girls de Grady Hendrix, ed. Minotauro

No le recomiendo a nadie que se compre esto en… bueno… en un idioma cercano al español. Es una gran manera de animarnos a leer en inglés, eso sí. Pero aquí está de nuevo Grady Hendrix con otro de sus títulos, esta vez jugando con los conceptos del slasher como las Final Girls, a partir de una historia basada en lo que ocurre a continuación. Supongo que es inevitable pensar en Las Supervivientes de Riley Sager -y pensar cómo es que estas dos historias de supervivientes las han contado señores, supongo- pero, sin embargo, logra ser diferente. Aquí se habla más de ellas, y está el humor marca de la casa. Para un aficionado al género como yo es imposible dejarlo pasar.

Mundos alternos edición a cargo de Lisa Yassex, ed. Almadia

La llegada tranquila de Almadia este pasado mayo nos ha ido trayendo unos pocos títulos desde su casa madre mexicana, al que ahora se une este volúmen -el primero de tres- tan interesante. Una antología de autoras de la ciencia ficción que incluye entre otras a C. L. Moore, Zenna Henderson, Joanna Russ o Doris Pitkin Buck, ofreciéndonos una posibilidad de lo más interesante de recordar y celebrar a estas mujeres tan importantes para el género y, sin embargo, no siempre tan recordadas.

La más recóndita memoria de los hombres de Mohamed Mbougar Sarr, ed. Anagrama

Ganador de numerosos galardones, pero fundamentalmente del Goncourt, estamos ante una de esas metanovelas que tanto le gustan a los jurados. Un escritor se propone descubrir qué fue de otro que logró basatante relevancia, tuvo un enorme escándalo y desapareció. Solo que aquí se mezclan, además de las posibilidades y los misterios, el asunto tanto de la raza como de las intrigas editoriales. Porque, al final, mucho de lo que tenemos es el colonialismo y sus ficciones.

Radicalizado de Cory Doctorow, ed. Capitán Swing

Cuatro relatos a cueltas con el presente y el futuro, cuatro ejemplos de distopías que nos muestran un presente más que posible pero saben darle un giro, porque estos relatos de ciencia ficción tienen una intencionalidad clara, muy propia de la escritura de Doctorow, para invitar tanto a la reflexión como a la posibilidad.

Poco hombre de Pedro Lemebel, ed. Las Afueras

Todo un referente de la literatura queer latinoamericana, esta colección de crónicas sobre los márgenes chilenos, la marginalidad y la pobreza, y la forma en que los ricos explotan las desigualdades.

La autopista Lincoln de Amor Towles, ed. Salamandra

Aquí tenemos de nuevo a Amor Towles, esta vez con una historia de carretera en Estados Unidos, un viaje iniciático en los años cincuenta para cuatro jóvenes, una hsitoria alejada de sus dos anteriores novelas que, sin embargo, sigue con el estilo propio de un autor tan recomendable.

El polaco de J.M. Coetzee, ed. El hilo de Ariadna

Pues sí, una obra nueva -aunque no muy extensa- de Coetzee, una historia de encuentro y desencuentro entre dos personas que se hayan en Barcelona, Chopin de fondo y una tensión que no sale del suspense sino de los roces entre dos personalidades que se atraen pero tienen demasiado que las hace diferente.

Diarios y cuadernos de Patricia Highsmith, ed. Anagrama

Supongo que una parte de la lectura es hacerse a la idea de si deberíamos leerlo. Pocas autoras más deliberadamente opacas y protectoras con su vida privada que Highsmith y, sin embargo, aquí estamos, con un grueso tocho de sus penamientos más íntimos que nunca sabremos si esperaba que pudiéramos ver a su muerte o si a estas alturas estará lamentando no haber quemado. En cualquier caso, una vía de acceso a, precisamente, ese mundo interior para comprobar hasta qué punto sus novelas partían de su propia vida.

Uke (El contrincante) de Elia Barceló, ed. Minotauro

Una historia de asesinatos con un componente sobrenatural, una historia de amor, y la recuperación de la novela publicada originalmente en Minotauro con el título de El Contrincante en 2004. Siempre es bueno tener títulos vivos. Así que si no te hiciste con ella en su momento tienes otra oportunidad, y si ya la tienes no dejes que el título te engañe.

Las damas de Kimoto de Sawako Ariyoshi, ed. Errata Naturae

La historia de cuatro mujeres, de cuatro generaciones, alrededor del río que las ve pasar desde finales del S XIX hasta mediados del XX. Viéndolas progresar igual que progresa Japón, observando cómo va cambiando la figura de la mujer en su sociedad. Una historia de legados, pero también de cambios necesarios.

El caso del asesinato del criadero de perros de S.S. Van Dine, ed. Reino de Cordelia

Pues sí, un nuevo Philo Vance de S.S. Van Dine, con todas las características de clásica novela de suspense para que recordar a uno de los grandes clásicos cuando el misterio era casi más un juego intelectual que un estudio de la violencia.

Los pecados de nuestros padres de Åsa Larsson, ed. Seix Barral

La autora que tuvo la fortuna de apellidarse Larsson regresa al mercado español tras tantos años para comprobar si se la sigue teniendo en cuenta.

Personas decentes de Leonardo Padura, ed. Tusquets

Otro que vuelve es el Mario Conde de Padura, una cercana, porque tiene lugar en 2016, con la visita de Obama cerca en un año de incertidumbres.

Bessie Smith de Jackie Kay, ed. Alpha Decay

Una aproximación a la fugura de la Emperatriz del Blues, una historia que habla, además, de las circunstancias en las que creció y en la que se convirtió en un sinónimo de éxito, en los años veinte del S XX, con una historia repleta de aventuras y tragedias amorosas que ella convertía en canciones. todo ello con una reflexión añadida sobre la raza y la manera de afectar a ese éxito pero también a la vida cotidiana, como algo que tanto la cantante como la autora, poeta nacional de escocia durante un lustro, tienen en común.

Estampas del Genji Monogatari de David Almazán Tomás y Gekkō Ogata, ed. Satori

Más que a la versión ilustrada del famsoo texto aquí nos encontramos con las ilustraciones que cuentan su historia, un recorrido por las ilustraciones que Ogata realizó a finales del S XIX para recordar, recuperar y adaptar un libro de manera que la tradición y la modernidad se dieran la mano, mostrando los pasajes más importantes de la misma. Ahora aparecen recogidos en este libro ilustrado que nos habla, desde la perspectiva de su autor, doctor en historia del arte, del significado y la narración que encierran tanto para la obra literatira como para el contexto en que se realizaron.

La última bruja de Conor McCreery y V.V. Glass, ed. Planeta Cómic

Sigue Planeta publicando cómics en teoría para un público más infantil/juvenil, aquí con una historia en un mundo fantástico, protagonizada por una joven que se enfrenta a una bruja pero también a los secretos de su pueblo y a las luchas por el control de los niños.

Ladrona de Lucie Bryon, ed. Nuevo Nueve

Una historia de muchachas jóvenes, de vida en el instituto, de amor en el que, con humor y algo de misterio, vemos nacer una relación… pero también seguimos los intentos de reconstruir una fiesta y un comportamiento. En conjunto, una obra encantadora y notable que habla a la vez de muchos temas porque para construir un puzzle hacen falta piezas.

Espíritu de equipo (3, Ojo de halcón) de VV.AA., ed. Panini

Pues aquí estamos, con el tercer volumen de la serie. Aunque no hay más que ver la evolución de las portadas para notar los cambios en el interior.

Ideafix y los irreductibles de VV.AA., ed. Salvat

Pues sí, le han sacado una colección a Ideafix porque dinero. ¿Y qué tal? Pues se nota que sale a partir de la serie de animación y que mezcla dentro distintas historias, así que aunque la idea sea arrimar el ascua a los autores originales el tener a tres guionistas (Yves Coulon, Matthieu ChoquetJérôme Erbin) y dos ilustradores (Philippe Fenech, Jean Bastide) -sí, no han encontrado a una sola mujer- demuestra lo mecánico detrás del encargo.

El misterio del reloj (2, Clue) de Jørn Lier Horst, ed. Duomo

Segundo libro de la colección en la que el autor de novelas policíacas se pasa al policíaco juvenil, esta vez con un robo en su centro, más cercano a una tradición clásica de los detectives adolescentes.

El día del unicornio de Luke Flowers y Diana Murray, ed. Lata de Sal

En esta obra encantadora, con unos dibujos coloridos y expresivos, nos encontramos con una fiesta de unicornios, pero también con las dudas de no pertenecer a un grupo y, por supuesto, las bondades de la amistad. Un álbum precioso con un buen fondo.

Nos leemos