Las particularidades de Belascoarán (O) (MX), el personaje de Paco Ignacio Taibo II, sirven perfectamente para una de esas series de detectives. Es verdad que detective como tal… bueno, con mucha idiosincrasia. Pero quizá por eso la adaptación es la que es. Agradable, con mucho punto temporal para contextualizarlo, consciente de su propia situación y procurando usar el humor para engrasarlo. Agradable, que a estas alturas es lo que cuenta, supongo. Y, al menos, venderá el libro.

La primera serie de Kuwait para Netflix se ha estrenado ya, se llama The Cage (O) (KU) y es curiosa. Tiene a un mediador en matrimonios, o como se llame, siguiendo a una pareja -y solo una, aparece alguna más pero de manera secundaria- y, a la vez, siguiendo su propia vida amorosa, con una ‘pareja’ estable y una desconocida decidida a entrar en su vida. Con estos mimbres -y el personaje menor aunque voluntarioso de su asistente- hacen una suerte de comedieta de costumbres, con sus momentos agridulces y lo que entiendo que son partes de humor. Entiendo que, sobre todo, buscan crear algo que genere un mínimo de discusión pero sea, sobre todo, agradable. Curioso, como decía.

Con un estilo de animación que solo puedo definir como Demo de animación 3D con programa gratuito de regalo al comprar nuestra revista, Exception (O) (JP) logra que esto sea solo un problema porque lo acompaña con un guion que es una chufa y que ocupa mucho más tiempo del razonable para lo que va a contar, logrando que den ganas de recordar al menos dos tercios de los 25 minutos. En resumen, ¿quién es el responsable de estos espantos? Porque lo de Netflix con la sección de Anime empieza a resultarme más interesante por fuera que por dentro.

A veces me cuesta seguir cómo van estás cosas de las adaptaciones, pero parece que High School (USA) es la de las memorias que escribieron el dúo musical (y hermanas) Tengan y Sara sobre sus años en… bueno, eso, el instituto. La historia es correcta, se supone que es humorística pero yo diría que estamos más en el lado de costumbrismo agridulce. Y tampoco hay mucho más que decir. Supongo que a los seguidores del grupo les gustará, que habrá gente que descubrirá que son hermanas y no pareja, y que la historia de cómo acabó en freevee podría ser más interesante. Pero bueno, eso.

Que necesidad. Cuando leí que querían hacer una adaptación a serie de la película adaptada a película Let the Right One In (USA) supuse que tendrían algo nuevo que contar. Lo dudaba pero, vaya, ambas versiones son bien conocidas. Y se han pasado años desarrollándola. Al final, tras una historia tras las cámaras que tiene pinta de ser mucho más interesante que lo que ponen delante, llega a Showtime. Y, sinceramente, se podrían haber quedado en su casa. Lo que tenemos en el piloto es una versión alargada y con relleno de la película. Con lo que el final es el mismo que el principio: ¿Qué necesidad?

No sé quién pudo pensar que esto era buena idea, pero no solo los ingleses siguen con sus cosas de true crime, además son capaces de buscar ese punto de vista diferente y cagarla por el camino. De ahí que Maxine (UK) se haya estrenado en Channel 5 sin que a nadie le sorprenda que pueda parecer mala idea centrar la serie en la RESPONSABILIDAD de la novia del asesino. Ya no es que sea la clásica reconstrucción pobre y poco inspirada que espera que la carnaza realista valga lo suficiente, es que convertirlo en una inquisición sobre la culpa de la novia es… en fin. Las políticas a la hora de contar el true crime acabara definiendo la época.

Es curioso esto, Ziraldo puede ser uno de los autores de cómic más conocidos de Brasil, su Menino Maluquinho (O) (BR) -que estrena ahora adaptación animada en Netflix– es uno de sus personajes más conocidos. Y, sin embargo, en España no. Puede ser cosa del idioma, puede ser cosa de lo mismo que se pasa de los países al sur de USA para tantas cosas… El caso es que no nos va a resultar tan sencillo compararlo con la obra original o con sus distintas adaptaciones porque a muchos de los que aquí la vean probablemente no sepan ni que está basada en un cómic. No digamos ya en un cómic brasileño. Pero bueno, vamos a lo que vamos: Obviamente hay una actualización – en el personaje de Julieta, por ejemplo-  y la animación está curiosa, así que no es lo más original del mundo -no deja de ser el clásico Niño que se mete en todo tipo de problemas– pero sí que es un buen ejemplo de lo suyo. Que a estas alturas es lo importante, supongo.

En la parte buena, por lo menos The Playlist (O) (SU) no se limita a ser una historia de Trabajo Duro y Éxito sobre la creación de Spotify, en la mala, ojalá todas las historias de empresas tecnológicas decidieran que no hace falta ser La red social todo el rato. Supongo que a quien le interesen estas cosas… pues le puede interesar una versión del ‘cómo se hizo’. Yo la he visto con más perplejidad por lo inane que otra cosa. Pero bueno, supongo que a alguien le haría gracia la posibilidad. Yo qué sé.

Supongo que llega una edad en las que algunas cosas dan pereza. Mira que Shantaram (USA) se nos presenta como una gran producción de Apple TV + y que, una vez más, está claro que los de Apple han decidido seguir el camino marcado por HBO -quizá con algún John from Cincinnati menos, pero aún es pronto para hablar-de producciones cuidadas, historias criminales y, como en este caso, adaptaciones de libros. Está semana adaptar libros parece que ha sido la consigna. Pero toda esta historia de autoficción en la que la ficción parece mayor que el auto, todo este los bajos fondos criminales de La India vistos por un extranjero anglo, y todos esos extensos capítulos de una hora que parecen regodearse en sus historias… Está claro que no son para mí. No sé si porque se nota demasiado que la producción es estadounidense y al final loque tenemos son turistas en la miseria de los demás o porque, simplemente, de tanto querer hacer Televisión de Calidad el resultado no puede parecerme menos personal. Estoy seguro de que esto tendrá seguidores (o los podrá tener) pero casi más seguro aún de que no seré yo.

Aquí llegan los Spirit Rangers (USA), una nueva serie para público pre-escolar ambientada en un parque nacional y con unos peques que se pueden convertir en animales con poderes. Una serie sencilla, graciosa, con cosas que parecen sacadas de un grupo de marketing y que, a la vez, incluyen también buenas ideas como el centrar en la historia en una familia que es nativa americana y a la vez trabaja en el parque. Y el diseño, claro. Los diseños de personajes, todos ellos siguiendo esas imágenes nativas que podemos fácilmente recordar. Así que más allá de que sean los animales o sean los niños (el juego de que pasen de lo uno a lo otro, claro) parece un producto al que a veces se le ve la patita, pero que en general es tan agradable como parece.

Creo que me he empachado con una mezcla de sacarinas. En Tutto chiede salvezza (O) (IT) todo sabe a endulzante artificial de alguien que te está tratando de vender algo muy serio. Es tan falsa como la sonrisa de un voluntario que te intenta parar por la calle para que te apuntes a su ONG. Y si bien entiendo que el tema de la salud mental es delicado de tratar y que aquí partimos de las memorias reales de un convaleciente -o de su libro, otro libro, qué semana- lo cierto es que está descripción y esta historia no podría aonarme más acartonada, más deliberadamente falsa para montar un misterio donde no lo hay, más carente de empatía sustituido por… por eso, por sacarina. ¿Quién en su sano juicio adaptaría a estas alturas una versión de Los renglones torcidos de Dios? Ah, cierto. Pero bueno, exactamente igual que de los voluntarios de la calle, yo paso de esto. Apretando el paso, si fuera necesario.

El segundo estreno de Ryan Murphy para Netflix en un mes -y en un miércoles-, The Watcher (USA), comienza con un cartel de Basado en Hechos Reales. No sé qué necesidad había, de verdad. Sobre todo porque con la historia -la que muestra el piloto, la del artículo que se usa como base (es curioso que al final parece que los artículos y podcast sirven como base para las historias, ya ni los libros ni, desde luego, las historias en si) – estoy seguro de haberla visto ya reflejada en un telefilme de Lifetime. Que, al final, es el patrón oro de estas historias. O platino, uno ya no sabe qué patrón manda. El asunto es que una historia de ricos -porque no hay duda de que lo son- que tienen un problema por motivos absolutamente nada claros no es especialmente interesante por muchos buenos actores que metas dentro de la historia. Ya puede Ryan Murphy ponerse las pilas en inventarse cosas, porque la historia de verdad no tiene demasiada chicha. Y por eso es mejor saltarse el cartel.

Un problema fundamental de que la serie a la que haces el spin-off haya durado 15 temporadas es que está todo más que explorado, y conviene que des un buen salto atrás si quieres hacer una precuela. Volver atrás unos 30 años antes del inicio de las series… no es ese tiempo, precisamente.  Y ese es uno de los grandes problemas de The Winchesters (USA) , al menos los no relacionados con los actores elegidos para protagonizarla. Alguno de los secundarios (Bianca KajlichJojo Fleites) tiene aún un pase. Es curioso cómo no fueron capaz de sacar ninguno durante la extensa vida de la serie… y tiene pinta de que este tampoco va a durar mucho. Sobre todo si lo mejor acaba siendo la nada que es el minuto final.

Es una pena esto de que ahora suelten toda la serie de una vez. Porque si solo hubiera visto el piloto de Wreck (UK) ahora estaría recomendándolo con moderación porque me parecería un intento de slasher que sirve también para contar la vida en un crucero y ofrece un reparto con bastante diversidad. Pero resulta que soltaron los seis capítulos, así que me la he visto entera y lo del slasher les dura un rato, el misterio -por llamarlo de alguna manera- se dilata de manera innecesaria hasta acabar siendo repetitivo hasta el punto de que o le sobran capítulos o le faltan, pero está claro que 6 episodios -el clásico inglés- no era la medida correcta, además de eso -y pudiendo estar de acuerda con el fondo ideológico de lo que se nos cuenta- se toman demasiadas decisiones cuestionables, demasiados giros estúpidos y, en general, gastan seis capítulos para contar algo que se ha contado ya demasiadas veces. Y no hace mucho y no peor, precisamente. Así que, bueno, meh. Alguna cosa está bien. Alguna idea vale. Quien sabe, quizá la próxima.