¡Libros que Salen! Jackson, «Mujer, Vida y Libertad», Kingfisher y más

¡Que entre la pila!

Una novela sobre familias disfuncionales al extremo gótico, casas encantadas por los vivos y la sombra que el fin del mundo puede proyectar. Eso es lo que tenemos en esta obra sobre una familia ‘atrapada’ en una casa, que comienza con un funeral y a partir de ahí se ponen en marcha mecanismos tanto del gótico sureño como del gótico americano, que parecen lo mismo pero no lo son. Y es que la figura central de la nueva dueña de la casa y sus tejemanejes, los efectos en los demás habitantes, y el uso de la amenaza del fin del mundo para sus propios planes. Una obra, por supuesto, fascinante.

Ortiga y Hueso de T. Kingfisher, ed. Gran Travesía

Parece que no hay como ganar el Hugo a mejor novela para animar a las editoriales. Habrá que ver qué pasa con la traducción -dado que ellos lo publicaron también en México-, pero de momento ya es algo que vayamos a tener uno de los libros más recientes de T. Kingfisher / Ursula Vernon, una historia que parte de los cuentos de hadas para darle un giro siniestro. Uno en el que el maltrato contra las mujeres, la necesidad de rescatarse ellas mismas y las misiones aparentemente imposibles para lograr algo son parte de una misma historia en la que hay un grupo extraño que acaba reuniéndose por un objetivo común, pero también la necesidad de luchas para deponer a un tiránico gobernante.

Mujer, Vida, Libertad de Marjane Satrapi, ed. Reservoir Books

Vuelve Satrapi, y lo hace para contar la vida de las mujeres que protestaron contra las leyes construidas contra ellas en Irán. Así que más que desde la autobiografía -que algo puede haber- es, sobre todo, un ejercicio de periodismo gráfico.

Hokusai Manga (Vol. 1) de Katsushika Hokusai en edición a cargo de David Almazán Tomás, ed. Satori
Una barbaridad que, resumiendo, son dos tomos de más de 500 páginas en las que se reúunen los quince volúmenes de una obra con personajes, figuras, animales, plantas, objetos, arquitecturas y mucho más, incluyendo escenas cotidianas, humorísticas o sobrenaturales. Un libro de arte, de ilustración, probablemente para muy cafeteros pero también -probablemente- ellos lo gocen enormemente.

La música del pantano de Daria Pietrzak, ed. Obscura

Una nueva obra de Daria Pietrzak en la que nos presenta a un joven que descubre un mapa a un valle de apariencia encantadora, con amables habitantes y con algo oscuro oculto, claro, que esperará a que quiera llamarlo hogar.

Muy irlandés libro de historias en las que el costumbrismo y el humor negro sirve para hablar del día a día en ciudades deprimente, los bares, los problemas (mentales, monetarios, la pura mala suerte) que les lleva a sentirse alienados, fuera de su propia tierra y, a la vez, echándola de menos.
Un recopilatorio de tres relatos de terror centrado en el mundo de la empresa: Mi trabajo todavía no está acabado, Tengo un plan especial para este mundo y La Red de Pesadillas. Acompañados, además, del guión del episodio jamás producido de Expediente X, llamado Crampton. En una obra completamente nueva del más importante de los representantes modernos de la desazón cósmica.
Una de esas obras extrañas y polarizantes, en las que una mujer con la vida montada pero precaria encuentra un nuevo significado para su vida primero en una boyband, concretamente en uno de sus miembros, lo que la lleva al mundo del fanfic y de ahí a un nuevo mundo exterior cuando lo narrado en ese fanfic, con ese [Y/N] o [Tu Nombre] que indica que te ‘autoinsertes’ como protagonista de la historia, se va mezclando con los sucesos del mundo real que la vida del idol va provocando. Una historia ciertamente particular.
Martin Edwards, actual presidente del Detection Club y autor de libros como The Golden Age of Murder, es el autor de una serie de novelas policíacas de los años noventa en los que un detective con mucho humor y muy poca suerte se encuentra en casos con cierto regusto musical, esta de aquí es la primera de esas aventuras, traída por la editorial WHO. Por si os apetece acercaros a ella.
Retrofuturismos de VV.AA. en edición de Lisa Yaszek, ed. Almadia 
Hace unos años tuvimos Mundos alternos, que vendría a ser la primera parte de esta antología de pioneras de la narrativa de ciencia ficción, en tanto en cuanto ambas sacan los relatos de la antología ¡El futuro es mujer! En este caso contamos con cuentos publicados entre 1931 y 1966 por Sonya Dorman, Leslie F. Stone, Elizabeth Mann Borgese, Margaret St. Clair, Leigh Brackett, Carol Emshwiller, Rosel George Brown, Leslie Perri, Katherine MacLean y Andrew North. La editorial indica que traducen uno de los relatos – Cuando fui la señorita Dow – por primera vez al español usando el inclusivo (frente a las anteriores traducciones), pero también que ofrecen: Se vende, razonable, ejercicio de “traducción colaborativa” entre las traductoras del libro y redes neuronales artificiales.  que a saber con qué nos encontramos. Sea como sea, supongo que con esto tendremos completa la antología.
Burke ha escrito sobre todo sobre el conocimiento humano, sobre la creación y organización de sociedades y su componente cultural, así que casi parecía lógico que acabara escribiendo sobre la ignorancia. Sobre cómo se ha usado desde los altos estamentos, cómo se ha propiciado y a qué podemos considerar, en realidad, como tal.

La bruja Lois de Elizabeth Gaskell con ilustraciones de Elena Ferrándiz, ed. Avenauta

El relato -largo- que escribiera Gaskell a mediados del S XIX sobre las mujeres que se vieron atrapadas por la caza de brujas de Salem, narrado en primera persona por esta Lois que es también su figura central; se ve no solo recuperado sino, además, acompañado y reforzado por las ilustraciones.

Mata nazis de Amazing Améziane, ed. Flow Press

Un libro bien ilustrado, como corresponde a Flow Press, que esta vez se va a un rincón de la historia en la que vemos una parte no tan conocida de la Segunda Guerra Mundial, con los espías y fuerzas especiales que los británicos movilizaron para ganar y que va de figuras como Christine Granville a Christopher Lee. Todos ellos unidos por un objetivo común: Acabar con los nazis.

¡Santo Súbito! de Alfonso López y Manel Fontdevila, ed. DQ Cómics

Creado originalmente para el mercado francés, esta serie de historietas que contaban la vida de un muy particular santo, generalmente mostrando ruindad y unos ‘poderes’ no muy afinados, fueron un proyecto de Alfonso López y Manuel Fontdevila que por fin podemos encontrar recopilados. Con historietas de pocas páginas, pero también con lo que podríamos considerar una evolución de los personajes que se nos van presentando, especialmente de esa figura central cuya santidad es tan discutible.
Recopilatorio de páginas de Consultorio Random con páginas que no entraron en la primera recopilación ni en Las paginas de Consultorio Random que no entran en el libro pero igualmente son bastante graciosas y es una pena que se pierdan, así que allá vamos.
Una obra sobre la comunidad, la cocina y el laboratorio. Una joven vive modestamente pero saliendo ayudante y ayudando gracias a un huerto comunitario. Cuando este es destruido por un laboratorio llegarán unas patatas que lo cambiaran todo, ¡son adictivas! Pero, ¿qué hay detrás de esas patatas? ¿Y se podrá recuperar ese huerto? De todo esto, con imaginación y algo de humor, pero sin perder una mirada crítica a la cocina, se hablará en este cómic juvenil.

Nos leemos.


Si no supiera que Anderson Spider Silva (O) (BR) es una serie pensaría que es un esfuerzo publicitario por parte del susodicho. Porque menuda narración de ‘la familia lo más importante’, ‘soy el campeón nunca derrotado -salvo alguna cosa-‘, ‘las acusaciones de dopaje eran acusaciones’ y mil mierdas más que nos tratan de colar en una bastante extraña y muy poco convincente serie más o menos dramática, más o menos deportiva, que acaba siendo, por encima de cualquier otra cosa, una pseudohagiografía con el propio implicado en el centro.

Este Archie (UK) de la ITV tiene un público concreto, y no soy yo. La biografía de Cary Grant va más o menos por orden -en este piloto toca sobre todo sus problemas infantiles y sus primeros pinitos artísticos- más un cierto marco para que sepamos por dónde va a ir el asunto – con un Jason Isaac caracterizado con mucho mérito pero también un poco de valle inquietante, se parece mucho a Cary Grant, pero hay cosas que son claramente ajenas- y, en fin, el resultado es el de una biografía más o menos convencional. Bien es cierto que Grant fue un grandísimo actor y que su vida fue razonablemente interesante en distintos momentos, con una infancia dickensiana y una inesperada decisión de apartarse de los focos a los 62 años (es tan raro que el ejemplo actual más cercano que se me ocurre es el de Gene Hackman, que lo hizo a los 74) pero me temo que te tiene que interesar el elemento biográfico -o biografiado, quizá ambas- para que te llame. Y, como decía antes, está lejos de ser mi caso.

Peculiar serie sudafricana esta In Your Dreams (O) (SA) que parece una mezcla de las comedias habituales de dos amigos y una chica, pero con un giro en el fantástico -tampoco tan raro- y la decisión de hacerlo serie. El resumen es el esperable: Dos amigos que se meten en distintos negocios y todos salen mal se encuentran por azar con una joven que está en posesión de un poderoso artefacto. A partir de ahí comienzan una serie de aventuras relacionadas con el susodicho en búsqueda de respuestas, soluciones y un poco todo. En este caso el artefacto lo que hace es cumplir los sueños de los que lo han agarrado diciendo unas palabras especiales. Y lo de hacer realidad sus sueños es literal: Les va a teletransportar a sitios, traer a la vida a gente con la que sueñen y hacerles vivir sus peores fobias. Cada sueño ‘cumplido’ va acercando la realización de una segunda parte de la historia del elemento. Así que… bueno. Si sabes a lo que vas y te interesa supongo que puede tener su gracia. Pero la verdad es que es una serie de 2023 como podría haberlo sido de 1993.

Hablando de series genéricas, Mai Demon (O) (CS) -o 마이 데몬 o My Demon  – es exactamente eso: trama romántica, fantástica, de personajes, de crimen… un batiburrillo de todas ellas con una clara decisión de que sean los actores los que lleven el peso del asunto. Y sale aceptable porque la serie es lo suficiente cómoda, aunque en este piloto solo destacaría a Kim Hae Sook, que está magnífica haciendo una variación de su papel de siempre Que es otra de las cosas que le da esa sensación de genérica: El reparto hace los papeles que uno espera que el reparto haga. En fin, es agradable pero no deja de ser relleno agradable.

La misma sensación de genérico la podemos conseguir con el anime My Daemon (O) (JP) -y si os estáis preguntando si Netflix ha estrenado en una semana con solo un día de diferencia dos series con prácticamente el mismo nombre… pues claro. Es Netflix–  que tiene una variación de esa animación ni-3D-ni-2D que están usando ahora, una trama distópica/pseudodistópica, organizaciones malignas, pobres niños pobres, asesinos de calidad discutible y extrañas criaturas. Supongo que tendrá su público, puedo aseguraros que no soy yo.  Aunque reconozco que me parece un éxito que han logrado vender una serie a partir del meme ‘biblically accurate’.

La clásica serie de thriller/ suspense sobre una familia aparentemente normal que esconde secretos, poco en A Nearly Normal Family (O) (SU) que sea nuevo por ahí y, sin embargo, sí que encuentra una manera diferente de montarlo al ir cambiando los puntos de vista entre los tres miembros de la familia. De momento que -alguno- de esos secretos los sepamos desde el principio. El punto de ruptura inicial está bien a la vista, los distintos saltos temporales son un tanto excesivos pero comprensibles y el ‘misterio’ global queda, sin embargo, para ir desenrollándolo. No sé si me veré algún capítulo más, la verdad, pero al menos no me ha quitado las ganas de darle alguna oportunidad. Que supongo que ya es algo.

A veces me resulta difícil saber si las producciones nigerianas son dramas o comedias. En este Olóládé (O) (NI) es especialmente complicado porque el centro mismo de la historia -dos infelices que logran un dinero inesperado que lo que va a hacer es traerles más líos que alegrías- podría haberse movido en cualquiera de las dos direcciones. En varios momentos, de hecho, parece que la propia historia no sabe hacia dónde tirar, con momentos de comedieta vergonzosa o de telenovela de después de comer. Con eso y todo logra que la sensación de teatrillo no se trasmita como falsedad, sino como una extraña fábula que -es de esperar- decida si va a ser un entremés o una obra criminal o qué.

Me sorprende este The Railway Men (O) (IN) que tan ocupada parece estar en ser un Producto de Prestigio, contando un suceso real, escandaloso, pero que -como suele pasar con estas cosas- no es tan conocido fuera de su entorno -aunque dentro lo referencien de cuando en cuando- y que sirve para criticar una serie de cosas como la respuesta estatal o la forma en la que los estadounidenses gestionaron su parte de culpa. También meten alguna cosa que es casi más… vamos a decir contextual dentro del entonces y el ahora que dentro de la trama en sí, como es la persecución a los sijes. Pero bueno, si alguien quiere llevarse las manos a la cabeza con la gestión de una fuga de gas en una fábrica y cómo trabajadores y vecinos fueron menos importantes que salvar el culo y la economía -como decía, hay cosas que nunca cambian- esta serie debería de correr como la pólvora entre ellos.

¿Es Replacing Chef Chico (O) (FI) una serie romántica? Lo cierto es que parece que una parte es romántica, otra es entrañable y una tercera tiene más que ver con el estómago. Por supuesto esta última tiene que ver con que transcurra en un restaurante, pero más que eso tiene que ver con que se use la comida como un medio de conectar, evolucionar y difundir. El resto de la historia va en dos partes: Por un lado con una mujer en el centro y dos hombres orbitando a su alrededor, ella es la sous-chef del restaurante ellos son el chef y responsable del mismo, y también el gestor que mandan para ‘enderezar’ el rumbo tanto en lo económico como en la reputación -la fama, la reputación, el nombre de marca o yo qué sé- de la misma. Una situación que deja al chef fuera de juego en el piloto va haciendo que ella deba asumir nuevas posiciones, mientras no deja de intentar triangular entre los dos. Por el otro lado tenemos el aspecto más entrañable. La especialidad -una- del restaurante son las comidas ‘personalizadas’ y a partir de ahí tenemos unos comensales con algo complicado que tratar -dos capítulos me he visto porque el final del primero es, casi, el punto de partida real de la serie. En el primer caso el centro de la historia era un cáncer, en el segundo era alzheimer.- pero que no se trata tanto como un trama -sin desdramatizarlo- como de un momento difícil que el amor ayuda a llevar adelante. No a solucionar porque, bueno, las cosas son como son. Pero sí muestran la utilidad tanto de la comida como del apoyo. Es complicado decir si esta pensada para ‘sentirse mejor’, pero está claro que busca un punto de vista agradable y reconfortante pese a todo. Estoy seguro de que habrá quien esté buscando precisamente esto.

Una vez más la idea de que la gente horrible hace buena comedia se pone a prueba con Such Brave Girls (UK) que, incluso en los momentos divertidos que logra crear, tiene los mismos problemas de siempre en estas cosas. Solo con gente horrible o situaciones incómodas es difícil que importe, interese o tenga mucha gracia algo. Pero, además, no son realmente tan horribles. Es gente relativamente normal con decisiones muchas veces cuestionables, pero carece de mayores extremos como para crear un contraste, no digamos ya que se le note o parezca que a alguien le importa. Desde luego a mí no me podría importar menos.

No sé lo que esperaba con esta The Village (O) (IN) o தி வில்லேஜ் o el delirante título español -y sí, es una serie a la que le han puesto doblaje español- Terror mutante. Llevo ya dos capítulos vistos y lo cierto es que no tengo muy claro poder deciros de qué va más allá de que, efectivamente, hay un ¿pueblo? ¿población? ¿zona? en la que Pasan Cosas. Y también hay momentos de gore más o menos recreativo -desde mi punto de vista no hay nada excesivo, pero lo mismo hay gente que opina que cortar una cabeza en diagonal y que veamos como se deslizan las partes podría sí serlo- y de situaciones que parecen sacadas de algún tipo de ilustración buscando un algo impactante -y aquí hablo de momentos que incluyen un cuchillo clavado en el suelo o cuatro siluetas recortadas en una montaña con luz detrás- pero en realidad la falta de algo parecido a una trama hace difícil algo más que unas risas. Porque empezamos con un minibus con una embarazada, pasamos a un encargo científico con personal de seguridad, también a una fiesta de pueblo -¡con un comunista y todo!-, a una segunda familia que pasaba por allí, a… en fin, un batiburrillo de personajes y situaciones que a ratos parecen sobre todo carne de cañón para que vayan matándoles y, en otros, parte de algún elaborado chiste al que aún le queda algo para desarrollarse. Sinceramente, no sé qué haré con ella. Lo más fácil es que le de un tercer capítulo a ver si deciden centrarse aunque sea solo un poco. Pero, mira, al menos nos siguen llegando series de terror indio. Y que esta vez esté doblada me parece incluso mejor. A ver si hacen una de acción en condiciones y puede despegar por fin el asunto.


¡Libros que Salen! Agnello Hornby, «Solsticio Siniestro», Gay y más

¡Que entre la pila!

Punto de realce de Simonetta Agnello Hornby, ed. Tusquets

Esta nueva obra de la gran Simonetta Agnello Hornby vuelve a Palermo, en este caso a la llegada de la ‘modernidad’ a la Sicilia de postguerra. A los grupos de mujeres ayudándose, pero también a la entrada de la droga, el ascenso de la mafia o la caída de algunos de los antiguos privilegiados. Tramas de familia, amigos, amor, pero también de intriga e intimidación. Porque la decisión de tres tres mujeres de montar un club de bordados tradicionales para ayudarse entre ellas a navegar los extraños desafíos irá mutando hacia algo distinto que les permita algo más.

Mezcla de gótico sureño y de historia de fantasmas… o quizá algo más… la historia de un joven escritor de Chicago que decide mudarse al campo con su mujer embarazada y su hija pequeña para explorar el mito de Virginia Beale, sobre la que se cuentan múltiples historias. Basada en la famosa Maldición de la Bruja de Bell de Tennessee, es una oportunidad de recuperar a un autor ya fallecido que ofrecía su propia mirada al mundo rural estadounidense desde su punto más mítico y terrorífico.

Solsticio siniestro de VV.AA., ed. Impedimenta

Una colección de relatos inesperados y siniestros, con nombres bien conocidos  como los de Daphne Du Maurier o Hugh Walpole y otros que agradeceremos que hayan rescatado del olvido. Con un listado total de autores compuesto por Robert Aickman, Lettice Galbraith, Margery Lawrence, Daphne Du Maurier, Frederick Manley, Elia Wilkinson Peattie, Muriel Spark, E. Temple Thurston, James Turner, H.Russell Wakefield, Hugh Walpole y W.J. Wintle. Y, por supuesto, con un formato que invita al regalo, porque para eso lo han sacado en esta época: para leerlo y para regalarlo.

Tras tantos años publicando relatos sobrenaturales de Señoras Victorianas, finalmente en Carfax se han animado a publicar un libro de tapa dura, en formato de regalo, con ilustraciones, recopilando media docena de historias de Louisa Baldwin, Edith Nesbit, Catherine Crow, Katharine Tyanan, Mary Elizabeth Braddon y Mary E. Penn.
Tras el éxito de la saga Sombras de Magia llega una nueva obra barra continuación en el mismo universo, de nuevo de la mano de Schwab -por supuesto- y de nuevo con Londres en su centro. Una nueva colisión y tres magas extraordinarias que se enfrentan a na nueva amenaza en un viejo mundo.

¿Hacía falta otro libro definitivo sobre los Beatles? ¿No tenemos suficientes? Aparentemente no, porque en este el escritos satírico Craig Brown decide convertir el ensayo en una reflexión sobre las personas, la fama y los momentos inesperados, y lo hace con un tono humorístico que no le impide hablar de lo que fueron también las tragedias -grandes, pequeñas, públicas, privadas- y de los elementos casi-míticos alrededor de los de Liverpool.

Asesinato en la librería de Sue Minix, ed. HarperCollins

De nuevo dentro de la aproximación al Cozy Crime de HarperCollins llega una historia que seguro que os suena, una escritora de misterio regresa a su ciudad natal para encontrarse de improviso heredando una librería y teniendo que resolver un caso. Uno en el que, por supuesto, ella es una de las principales sospechosas. Así que una trama con ingenio, humor, una ambientación agradable y mucha sensación de estar leyendo una película de Hallmark Mystery Movies que quizá ya viste.

Alas de sangre de Rebecca Yarros, ed. Planeta

Un revoltijo de todo lo que ha tenido éxito estos últimos años: Dragones, colegios raros, vinculaciones, intrigas palaciegas, luchas de clases y blablablalba. En una edición especialmente bonita porque también eso es editar: hacer atractivo el producto. Y, con suerte, estará hasta bien.

El grimorio de los cuatro impostores de Coy Hall, ed. Dilatando Mentes

Historiador y especialista en folklore, Coy Hall presenta en este libro seis cuentos que pueden ofrecer luz unos sobre otros pero que, sobre todo, nos hablan del S XVII, con un estilo deliberadamente clásico para hablar de libros malditos, ocultismo, religión, personajes extraños y la clara sensación de querer recuperar el estilo de los autores de finales del S XIX.

Recetas del mundo de H.P. Lovecraft de Olivia Luna Eldritch, ed. Minotauro

Por supuesto, esto lo pongo aquí por las risas. Porque todos esperamos recetas de pulpo que tengan un éxito cósmico, comidas que nos hagan perder la cordura -muy apropiado para fechas navideñas, por tanto- y, sobre todo, que ese chtulhito no pase hambre.

Malanotte (La maldición de la Pantafa) de Marco Taddei y La Came, ed. Liana

Este cómic de Marco Taddei y Laura Camelli o La Came nos acerca a una leyenda con un estilo casi gótico pero, sobre todo, muy italiano. Un joven regresa a finales de los años sesenta al pueblo de su infancia, del que su familia se largó con inexplicada rapidez. Quiere dejar registrada la historia del lugar, e intentar entender mejor la suya, pero parece que hay algo más esperando la oportunidad de salir, algo antiguo y oscuro: La Pantafa.

Mortadeluxe de Francisco Ibáñez, ed. Bruguera

Parece que el adelantar la salida del volumen especial a Ibáñez ha dejado un hueco que ahora ocupa esta edición ¿especial? ¿integral? de tres de las obras más conocidas, reconocidas y celebradas de Mortadelo y Filemón, es decir: El sulfato atómico, Valor y… ¡al toro! y Chapeau el «esmirriau»

Dos nuevos y distintos títulos dentro de la colección Enciclopedia de Seres Mágicos que supervisa Lacombe y que permite distintos acercamientos creando o comentando las ideas y mitologías de todo el mundo, esta vez con los seres monstruosos de todo tipo y con dragones variados y divertidos. Además, por supuesto, de con mucha importancia para las ilustraciones.
Con solo unos pocos pop up en realidad, pero vaya pop ups, y luego multitud de solapas, de información y de información sobre los océanos. No solo para que los pequeños aprendan, también para que los mayores disfruten.
Un álbum encantador, sobre una joven alrededor de cuya granja hay un montón de cosas que hacer. Sobre todo cuando una cabrita se aleja demasiado y tiene que tomar decisiones. Un relato de naturaleza, sencillez y amistad.
Memorina va al mercado de Nieves García y Susana Rosique, ed. Narval
Un divertido álbum con un estupendo dibujo en el que se nos habla sobre la memoria, y lo que puede suceder por confiar demasiado en ella y no apuntar las cosas. Unos recados que no salen como estaba previsto van a ser el centro de esta historia cuando Memorina quiera ayudar a su abuela Paca. Todo ello en una historia con mucho humor del texto y los dibujos.

Nos leemos.


Desde luego el título este de Amar é para os Fortes (O) (BR) permitía mucha especulación sobre lo que pudiera haber dentro. Y lo que hay es ciertamente distinto. De hecho, visto el piloto me he puesto el siguiente capítulo para ver por dónde seguía. Porque el tema central son los niños muertos en ‘acciones’ de las Fuerzas del Orden brasileñas. A partir de la historia de dos madres. Una es, claro, la del hijo -joven, inocente, asesinado cuando iba con una flor para su madre por la calle- y la otra es la del policía que le mató. Reconozco que me puse el segundo capítulo, en parte, para ver si decían igualar los dos sufrimientos. Por suerte no, pero no deja toda la historia del policía y su madre de sonar a un intento de rebajar la crítica del otro lado. Porque lo que nos quiere contar es que no es algo poco habitual, sino algo que sucede con cierta regularidad. Bien porque los propios miembros de las FFAA se líen a tiros, bien porque no tienen cuidado en cómo manejar a las bandas. Especialmente si el territorio es las favelas. Y eso lleva, por supuesto, a una radicalización del entorno del chaval. Que aquí está contado en forma de drama dramón (claro) y que, como decía, cede una parte del espacio a que se nos muestre cómo el policía llega a esa situación -haber matado a un niño- y la procesa, apartándose (aunque solo un poco) de lo que normalmente sería -o habría sido- de centrarse más en la organización criminal. Que, por supuesto, hay organización criminal de por medio. Pero esto es otra cosa, con otras intenciones. Y espero que encuentre a su público.

Indudablemente particular, Australian Epic (AU) nos presenta a personajes notables y momentos señalados de la historia de Australia en una mezcla de docuserie con… sketches musicales cómicos. Es difícil de entender pero, desde luego, es MUY original. Es una pena que no acaben de ser mejores, o más divertidas, o no queden menos como un pegote la parte de docuserie. Pero, sin duda, es un programa original.

Curiosa, muy curiosa, este Beacon 23 (USA). Tenía mis dudas de por dónde tirarían porque el recopilatorio de relatos original es… bueno… muy de su autor. Con eso y todo me gustaron más que Silo. Pero sospechaba que iban a hacer otra cosa y, efectivamente, quitando algunos detalles y la premisa central del Farero Espacial -aquí convertido en una especie de Isla de Gilligan de tanta gente entrando y saliendo- con un aspecto enormemente canadiense pero que se beneficia de tener a Lena Headey de coprotagonista. Bien es cierto que no parece tener mucha intención de salir de los tics y estilos de estos últimos años. Fuera de eso la sensación tras los dos primeros episodios es que vamos a tener tanto el juego de ‘gato y ratón’ entre los cuatro protagonistas principales como un sinnúmero de versiones de relatos espaciales populares, sacados de la literatura o del manga. Buscando un sabor agridulce para que nos quede claro que esta es una serie que no es exactamente reconfortante pero tampoco exactamente cínica. Lo cierto es que sospecho que a los fanses de las navecitas les va a gustar mucho. Personalmente no he dejado de pensar en una cosa: Necesitamos una serie de Matabot. O, quizá, necesitamos que nunca la hagan.

Supongo que esta cosa de Darradong Local Council (AU) tendría que habérmela saltado teniendo en cuenta que parece mucho más local que cualquiera de otra de las palabras de su título. Pero, en fin, entiendo que a veces lo más rancio se queda para los niveles más cercanos y a veces alguien les ofrece una plataforma un-poco-más-grande-pero-no-mucho. De la que, viendo lo visto, espero que no pasen. Porque estos ‘chistes’ sobre políticos corruptos, trabajadores que no quieren trabajar y problemas varios son… en fin. Vamos a dejarlo en que es un humor antiguo.

Esta Deutsches Haus (O) (AL), o La Casa Alemana si te compraste el libro en España, es la historia -ficticia- de una traductora durante los juicios de Núremberg. Quizá eso os lleve a pensar que es el clásico ‘novelón histórico con una mujer mirando hacia atrás en la portada’. Y estaríais en lo cierto. En la serie le dan dinero a la producción y todas esas cosas, mientras te puedes imaginar que las cosas van a ir siendo lo que son y te permite inventarte la historia que quieres mientras usas la excusa de Los Grandes Temas. Porque dios nos libre de investigar y mostrar la vida real de una de esas personas. En lugar de eso hay lo que parece que será un triángulo amoroso y lo que tiene toda la pinta de ser algún tipo de variación de El niño del pijama a rayas en la que la joven protagonista se sorprenderá de las cosas que hicieron la generación de sus padres pero encontrará dios sabe qué compasión y blablabla porque tiene toda la pinta de ser otra novela en la que el sufrimiento de los demás hace mejor a la protagonista representante de los lectores occidentales. En fin, supongo que es un subgénero.

¿Es, quizá, DNA do Crime (O) (BR) parte de algún programa de intercambio de series? Porque lo que nos ofrece esta especie de policíaco parece más nacido de haber visto NCIS o alguno de sus similares que de querer hacer algo propio u original. Por supuesto esto no importaría si, al menos, fuera la mejor de las versiones posibles de ese ‘lo de siempre’. Pero tampoco. Es una versión más de un programa más hecho somo siempre. Servirá para rellenar el tiempo, pero no para recodar cómo se llamaba luego.

Hay un punto en el que cierto tipo de pilotos empieza a parecerse a todos los pilotos sobre un tema parecido. Con los ‘thrillers’ -especialmente con los británicos de pueblo pequeño y los estadounidenses de ‘action jock’- rara es la semana que no toque mirarme si realmente es un estreno. Pues algo así me está empezando a pasar con las de ‘chavales con grupo musical’. Tanto en su versión Disney como en esta que podríamos llamar ‘del barrio’. Me refiero, claro, a que Grime Kids (UK) es exactamente lo que uno se podría esperar. Por un lado el retrato de un barrio infradotado, más o menos peligroso y, sobre todo, en el que las cosas son difíciles para sus habitantes. La parte de Drama. Y por el otro la lucha por la creación musical y blablablabla. No es una serie mala, tampoco es que sea especialmente buena. Aunque al menos hay un cierto ‘brillo en los ojos’ cuando la chavalada está creando/ haciendo/ como-se-llame música. Que entiendo que es también de lo que tratan estas cosas.

A estas alturas las Películas de Navidad casi parecen un género propio, más allá de la clásica intersección entre localización, tema y tropos. Fundamentalmente son comedias románticas en época navideña y, a ser posible, un entorno navideño también. Así que encontrarse con la serie The Holiday Shift (USA) hace pensar de inmediato en ello. Excepto que no funciona así. Sin duda es una comedia romántica -una concatenación de ellas con partes que van separadas en distintas extensiones de arco, como en un extravagante puzzle- pero lo cierto es que la parte de comedia es casi la que más les interesa, jugando con los temas y tropos, haciendo una narración meta que muchas veces ofrece un contrapunto ácido o cínico al azúcar, y buscando la manera de mantener la atención e interés en una serie de relaciones que casi podríamos imaginar sobre raíles. Si le añadimos un mínimo -sin pasarse- interés en asuntos de diversidad desde luego parece pensada para que dure un poco más de la cuenta. Espero, desde luego, que les funcione.

Otra serie curiosa esta How to Fail as a Popstar (CA), con capítulos cortos aunque de variada extensión, en el que se nos cuentan los intentos pseudoautobiográficos de su narradora por lograrlo. Con una perspectiva única tanto por su procedencia como por su identidad, y algunas buenas ideas en cómo mostrarlo. Aunque probablemente lo más memorable sea ese encontrarse con que un capítulo puede durar entre 7 y 12 minutos. Como si fuera una película que ha preferido presentarse como un puzzle.

Con un piloto un tanto peculiar este Informacja zwrotna (O) (PO) comienza jugando al despiste. Tenemos a un músico de éxito-pero-no-tanto con un pasado en el que el alcohol (mínimo) ha causado muchos problemas. Y ahora se encuentra con que no recuerda la noche anterior, no sabe dónde está su (ya adulto, esto no es Resacón) hijo ni qué ha pasado. Sobre todo no entiende qué ha podido pasar teniendo en cuenta que lleva dos años sobrios. Así que tras la desorientación inicial -que nos transmite, puedo asegurarlo- toca intentar descubrir qué ha sucedido. Algo de misterio, bastante de drama pero, sobre todo, esa decisión de transmitir ese desconcierto.  No sé qué construirán a partir de aquí, o si se caerá el suflé una vez hayamos visto por dónde nos quieren llevar. Pero, al menos, han logrado mi interés para un par de capítulos más. Mínimo.

Buen principio el de este Monarch: Legacy of Monsters (USA) que, lamentablemente, luego se va perdiendo. Supongo que porque el formato de serie obliga a una duración distinta -y hasta cierto punto a un relleno- de la que una película tendría. Porque el asunto es que comenzar con la referencia a Kong, el ejemplo de la ciudad en la que vemos rastros del miedo a los kaijus -bueno, a Godzilla, pero- y la forma de funcionar, la conversación con el taxista… todo eso construye un punto de partida que el uso de dos momentos temporales y las tramas dramáticas familiares (que en el pasado es más la tensión del triángulo) más allá de demostrar la importancia de la ‘dualidad’ en la serie -los dos momentos temporales, el mismo personaje interpretado por padre e hijo, la separación de USA y Japón- van alargando, salpimentando aquí y allá con algún bicho, pero sin acabar de decidirse ni a revelar la mano ni a darle un poco más de vida. No porque sea malo que se hagan estos estudios de personajes y este drama, sino porque en demasiados casos las historias parecen puestas para alargar la duración o para justificar la set-piece de turno. Bien es cierto que esto lo digo habiendo visto solo dos capítulos, pero… es que no han puesto más.  Pero bueno, le daremos un par de capítulos más, a ver si terminan la exposición y pasan a la chicha.

Lo peor de A Murder at the End of the World (USA) es lo profundamente aburrida que es. Es cierto que, además, lo es a conciencia y por una extensa cantidad de tiempo; es cierto que, además, quiere ir de raro siendo bastante clásico, y que quiere jugar a ser algo progresista de la manera más falsa posible. Es cierto, también, que tiene unos flashbacks que parecen la serie que querrían hacer en lugar de algo que cualquiera diría que les han obligado a hacer: un batiburrillo de clichés gastados y mal usados, vistos mil veces, reciclados de Cold Case, de Glass Onion, de Los hombres que no amaban a las mujeres, de mil sitios mil veces vistos y mil bostezados, un cachopo de vacuidad empanado en pretenciosidad pero igual de aceitoso y pesado. Lo único que se me ocurre que podría considerar como peor -pero no lo es- es que precisamente para ESTO sí que debería de ser su público. Llevo años de leer, escuchar, ver todo tipo de obras de ‘círculo cerrado de sospechosos’, de ‘lugar aislad’, de gente variada reunida porque esto, aquello y lo de más allá. Y puedo decir que esta es una de las peores versiones en serie que recuerdo. Porque parece algo hecho por encargo, para cumplir, pura rutina. Tan carente de alma y de interés como una de esas creaciones de IA.

Madremía, ya desde el tema musical convertido en un Remix Club vemos las intenciones de este NCIS: Sydney (AU) y eso que todo parece ir de mal en peor desde el principio. Un tipo sospechoso con una A tatuada, los yankees estando en el USS Ronald Regan, todos los australianos blancos, los americanos de color, una falsa discusión entre los dos ‘equipos’ como si no tuvieran cosas en común como la manera en la que han tratado a la gente que originalmente vivía en sus países, de manera que es una cosa insufrible que podría haber sido la ‘series dentro de la serie’ de alguna comedia sobre las coproducciones, o las adaptaciones, o algo así. Lo cierto es que me ha costado terminar el piloto, no sé lo que pasará cuando la pongan todo el rato, sin parar, en alguno de los canales televisivos habituales.

Como todo viene y todo se va aquí tenemos una serie que es bueno que se haga aunque mejor sería que variara un poco. Ojitos de Huevo (O) (MX) es la historia de un joven con una discapacidad visual, su mejor amigo con parálisis cerebral y su viaje a la gran ciudad para buscar el éxito como cómico. A partir de ahí las cosas van -más o menos- como eran de esperar en ese tipo de comedia que en España conocemos bien en versiones tan distintas como las de Fuga de cerebros o Campeones. Lanzando, por supuesto, un mensaje pro-diversidad y blablabla. Otra cosa no, pero en esto sabes a lo que vienes.

No esperaba yo estar en 2023 aplaudiendo este Scott Pilgrim Takes Off (USA). La película no me gustó mucho, el cómic me parece una mezcla de aciertos -generalmente de estilo- y fallos -generalmente en temas y tratos- y esta serie… Pues porque me veo todos los pilotos, si no no creo que me hubiera acercado a priori. Y, sin embargo, está bastante bien. Bien, sobre todo, porque decide montar otra cosa. Porque decide mirar cuáles eran los problemas que tenía la obra original (2004 – 2010) y buscar una manera de quitar de en medio lo más cargante y buscarle un giro. Es verdad que el piloto es lo más cercano al original, pero el final es suficientemente distinto como para decidir darle una oportunidad a algún otro capítulo. Tres llevo a la hora de escribir esto, para ver qué y cómo han seguido determinadas decisiones. Porque es una serie en la que lo más fácil de decir es que Decisiones Fueron Tomadas. Sorprendentes, en su mayoría; inesperadamente acertadas, además.  Sigue teniendo sus cosas porque a ratos es un poco el paso de la manic pixie dream girl a la poochificación, pero supongo que por mucho que se intente arreglar hay cosas que están -y permanecen- en el original. Con eso y todo, más interesante de lo que esperaba. Así que bien.

Convencernos de que algo merece la pena verlo es probablemente la parte más complicada de cualquier serie. En el caso de las de suspense/ misterio/ intriga el gancho suele ser la revelación de quién está detrás del Hecho Criminal de turno. En Scrublands (AU) lo logran justo al revés. Comienza con una escena ciertamente inesperada: A la salida de misa el ‘joven y apuesto’ cura entra de nuevo a la iglesia un momento, cuando vuelve a salir lo hace con lo que parece algún tipo de rifle de francotirador y comienza a disparar con enorme puntería contra algunos de los que estaban aún allí de cháchara post-sermón. Se nos dice luego que hay cinco muertos. Y ahí arranca la historia, con un periodista decidido a saber qué es lo que llevó a esta situación. Lo que normalmente hubiera sido una simple nota en sucesos pero que él está convencido de que tiene que haber más. Y, la verdad, según vamos viendo y conociendo más del pueblo y de los implicados parece claro que sí que lo hay. Esto, unido a un cierto aire clásico de investigación -bastante setentero en mi opinión- más un estilo que sabe repartir tanto la parte humana como escenas ‘de acción’ hace que quieras saber más. Quieras ver qué leches estaba pasando allí, por qué ese cura parece que no era lo que se veía y qué le llevó a esas muertes. No es un asunto de ‘true crime’, de ‘sectas’, de ‘enajenación mental transitoria’, sino un buen viejo misterio en el que la identidad del asesino o el cómo lo hizo no importa gran cosa. Que tiene bastante mérito. Porque así es como te atrapa.

Lo que decía hace un rato de los ‘thrillers’ y sus parecidos. Aquí tenemos una de organización criminal con un joven que trabaja de manera reluctante para una de ellas, intenta salir haciendo una cosa criminal distinta -je- y todo se complica. Lo bueno de Spinners (O) (SA) es que en el piloto no paran de suceder cosas. Algunas hasta son más o menos interesantes. Supongo que el poner el centro de atención en un conductor ayuda a rellenar determinados huecos. Y dado lo rápido que suceden cosas en el piloto quizá haya suerte con la evolución, más por la cantidad de giros y vueltas que porque espere otra cosa. Excepto, claro, muertos. En fin, que se supone que esto es una obra seria, adulta, con acción y violencia. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

Lo que le gusta a Netflix una organización criminal no está escrito, en este caso Suburræterna (O) (IT) no es más que un spin-off de Suburra. Podrían haberle dado otra temporada o buscado otra manera, pero se ve que a Netflix le resulta más sencillo pedir series nuevas que mantener las antiguas. Por lo demás, lo de siempre, glorificar a una organización que no deja de ser uno de los cánceres de la sociedad.


¡Libros que Salen! Vargas, «El Pez Mágico», Matsumoto y más

¡Que entre la pila!

Sobre la losa de Fred Vargas, ed. Siruela

¡Más policíaco de Fred Vargas! Una nueva aventura de Adamsberg, un nuevo caso en el que la parte más legendaria -el fantasma de un conde apodado El Cojo– se une al policíaco clásico -el cadáver de un vecino de la localidad- y a los procesos mentales y casi turísticos -un dolmen en la zona de Combourg- que hacen que esperemos con interés cada nueva entrega de la serie.

El castillo de arena de Seicho Matsumoto, ed. Libros del Asteroide

En una de las más conocidas -y adaptadas- novelas de Matsumoto el inspector Imanishi intenta descubrir el misterio tras un cuerpo aparecido bajo las vías de un tren. A partir de ahí una investigación llena de problemas, multitud de callejones que parecen sin salida y la determinación del inspector de descubrir qué es lo que pasó. ¡Siempre es bueno tener a Matsumoto de vuelta!

El pez mágico de Trung Le Nguyen, ed. Astronave

Una historia magnífica que nos une los retazos de vida real con la maravilla de los cuentos de hadas, y lo hace usando unos para apuntalar los otros y viceversa. Porque en su centro está la historia de un joven de origen vietnamita cuya familia se mudó como refugiados a Estados Unidos. La madre está sufriendo por el desarraigo, la lejanía con su familia y el choque cultural; el hijo está sufriendo porque se ha dado cuenta de que le gusta uno de sus amigos y no sabe cómo decirlo o cómo será recibido. Para mejorar el inglés madre e hijo leen juntos fábulas clásicas, y ahí van encontrando, entre historias y reinterpretaciones, correlatos y claves para comprender un poco mejor esa situación, sus sentimientos y los cambios. En un cómic muy bello.

El accidente en la A35 de Graeme Macrae Burnet, ed. Impedimenta

Vuelve también el inspector Georges Gorski, esta vez en una obra con cierto humor, en el que un accidente misterioso le lleva a él, a un inspector estraburgués y al hijo de la víctima a investigar desde distintos puntos el mismo caso. Una intriga muy francesa, con todo el psicologísmo propio del noir continental europeo, y el suficiente número de giros a la espera.

Presencias de Vernon Lee, ed. Duomo

La decisión de Duomo de traerse para España no solo los clásicos de la British Library Crime Classics sino, además, los British Library Tales of the Weird no podría alegrarme más. De momento han decidido comenzar con esta edición de relatos de Vernon Lee que creo que corresponde con A phantom lover and other dark tales editado por Mike Ashley. Es decir, son relatos de corte fantástico pero no solo centrado en los fantasmas, también hay vidas anteriores, sucesos inexplicables y una cierta sensación de que el pasado nos acecha.

Una novela de Jaime Rubio Hancock con todo su humor y su absurdo, una obra sobre el sinsentido laboral que incluye inexplicables pruebas para un puesto, entrevistas imposibles, viajes de empresa con sherpas y otras rutinas que van más allá de lo ridículo en el lado más hilarante de lo kafkiano.

Las indignas de Agustina Bazterrica, ed. Alfaguara

Años después de un gran apagón y varias crisis climáticas el mundo es postapocalíptico, con pocos animales ni plantas, y tampoco muchas personas. Sin embargo, un grupo de mujeres llegan a una suerte de convento que resulta pertenecer a una secta religiosa. Todo tipo de extraños ritos y penurias que solo la llegada de otra refugiada parece que podrá cambiar, aunque está por ver si será para bien.

Misterio en la Provenza de Vivian Conroy, ed. HarperCollins

Vivian Conroy es una trabajadora de las letras, tiene varias series abiertas, casi todas dentro de lo que se ha llamado el Cozy Crime, y precisamente una de ellas, la de Miss Ashford, ambientada en los años ’20, es la que nos llega aquí primero con esta obra en la que tenemos una boda, una finca francesa, un asesinato y un grupo reducido de sospechosos además, claro, de nuestra detective novata -antigua profesora, actual heredera millonaria, e investigadora de la alta sociedad por legado- pero muy decidida.

El Club del Crimen de C.A. Larmer, ed. Lumen

Llegan a España las novelas -puro cozy crime– de un grupo de integrantes de un club de lectura, el asesinato real que se cruza en sus caminos y el resto os lo podéis imaginar. Porque es exactamente eso, muertes agradables en novelas encantadoras.

Nocturno de VV.AA., ed. Duomo

La decisión de Duomo de traerse para España no solo los clásicos de la British Library Crime Classics sino, además, los British Library Tales of the Weird no podría alegrarme más, insisto. Y aquí tenemos de nuevo a Mike Ashley realizando una selección que diría es la de Glimpses of the Unknown, una selección de dieciocho historias de fantasmas no por menos conocidas poco interesantes. Con una mezcla de autorías en la que, quitando algún nombre como E.F. Benson, podremos encontrarnos también con las particularidades de una buena cantidad de autores que no suelen estar tan al alcance.

La noche y el día de Ayami de Bae Suah, ed. Shiro Libros

Llega Shiro, una nueva editorial pensada para publicar literatura asiática contemporánea -voy a presuponer que de asía oriental- uniéndose así a ilustres compañeros como Quaterni, Satori, Hwarang o Amok. Y que empieza por dos de las que están más de moda, Corea y Japón. El primero de sus libros es, precisamente, el coreano. Una obra de marcado estilo literario con la vida -una noche y un día- de una joven actriz que cuenta una mañana y una noche en la que le suceden cosas, confunde sueño y vigilia y llega no solo a contarnos lo que hace, también aquello que alcanza a ver como posibilidad.

Continuando la historia del premiado El efecto Frankenstein, de nuevo Elia Barceló nos trae a Max y Nora, ahora en el Siglo XXI, pero asediados, desconfiados, separados y sin tener muy claro quién está intentando jugar con ellos para hacerse con la fórmula secreta de Frankenstein. En una historia en la que el amor y la amistad es tan importante como pararse a pensar en las consecuencias de los actos. Por mucha ciencia que tengan detrás.
Por si alguien se lo estaba preguntando, aquí está la tercera parte del fic de Fangirl sobre Simon Snow que va a acabar devorando la fama de la otra obra a este ritmo. Recordemos que era un mundo que mezclaba dos cosas populares entonces (Harry Potter y Crepúsculo) para ofrecer una tercera cosa que aquí vemos plenamente desarrollada ya.

La maldición del barco fantasma (5, ¡Resuelve el misterio!) de Lauren Magaziner, ed. Molino

Pues llegamos al quinto volumen y seguimos en las mismas: Un caso largo con el que los lectores pueden interactuar porque tiene una parte de tomar decisiones para seguir con la historia y otra de resolver diversos acertijos. Una colección encantadora.

Iznogud. 33 historietas de Goscinny y Tabary (1962-1969), ed. Salvat

Parece que le toca ahora a Salvat intentar publicar Iznogud en una edición que parece seguir la última francobelga y, espero, actualizar y mejorar la que Trilita hizo hace unos años. Por lo demás, tener disponible a Iznogud, especialmente al guionizado por Goscinny, siempre es una alegría.

Una vez más Rébecca Dautremer vuelve a su personaje de Jacominus Gainsborough para una nueva historia bellamente ilustrada en la que hablan de la amistad, el tiempo compartido y cómo a veces las cosas tristes también las cimentan.
Nuevo libro ilustrado de Pérez y Lacombe centrándose esta vez en historia de pequeños villanos, o de villanos de pequeño, según se mire pero siempre dentro de sus temas y estilos habituales.
Un año en la vida de una joven que está notando una separación con sus compañeras. Su mejor amiga ha montado un ‘club del amor’ junto a una chica nueva que parece muy guay, pero es que ella nunca ha estado enamorada. Así, entre amistad, amor, padres peculiares y la dificultades de hacerse mayor a un ritmo diferente veremos todo para lo que dan doce meses en este cómic costumbrista tan agradable como bienhumorado.
Una historia sencilla, apoyada sobre todo en las sencillas pero divertidas ilustraciones, hasta ofrecernos una reflexión humorística sobre lo que pasa cuando vas echando una mano a todo el mundo hasta que te cansas de que las cosas sean así. Como solo un cuento de animales como este puede contar.

Nos leemos.


Terror para niños en ese momento en el que están alrededor de la adolescencia, este Akuma Kun (O) (JP) podría parecer estar siguiendo a los clásicos Pesadillas si no fuera muy anterior. Porque los mangas en los que se basan, del gran Shigeru Mizuki, posiblemente su personaje digamos juvenil más conocido junto a (y detrás de) Kitarō. Por supuesto se nota, sobre todo, su interés por los yokais, espíritus, fantasmas y todo el mundo sobrenatural. Otra cosa es que el estilo elegido de animación parezca luchar entre una parte más oscura, algo como de Hideshi Hino, y una que querría estar haciendo una serie más infantil, un Anpanman incluso. Así que de esta incongruencia es de donde sale esta serie peculiar que espero que encuentre su público.

Un grupo de pijos queriendo ser Los Warriors y acabando como Perros Callejeros, -aunque parece claro que los responsables querían que pensáramos en Boyz n the Hood– eso es lo que está detrás de Los Billis (O) (CO). De una manera tan clara que se mencionan explícitamente a los Warriors, Rebeldes y alguna más. Por supuesto en inglés y con acento de colegio bien. En fin. Quiero creer que alguien ha pagado por esto. Quiero decir, para que se hiciera. Porque la decisión de intentar mezclar serie adolescente con serie de organización criminal con serie nostálgica… Es un cúmulo de decisiones… sin duda.

Pues este The Buccaneers (UK) es una cosita agradable, a ratos divertida, pero fundamentalmente con poca personalidad. Hay ratos en los que está claro que quiere ser Los Bridgerton o The Gilded Age, y hay elementos de producción que recuerdan a Gentleman Jack y a uno de los grandes títulos de Apple TV+, Dickinson, pero me temo que en los dos últimos casos es más estético que otra cosa. En la forma, vaya, porque está claro que el fondo es el de las telenovelas adolescentes. Solo que le falta un algo para aquello, así que aunque lo esperable hubiera sido un Gossip Girl, un The OC o similar -para esta última década vienen todos con asesinatos después de Pretty Little Liars– lo cierto es que se parece, ante todo, a las dos primeras series. No sé si incluso demasiado para su bien. Pero bueno, supongo que como sucedáneo puede funcionar.

Pues les ha quedado una serie bonita, encantadora incluso, esta Cǐ shí Cǐkè (O) (TW) o 此時此刻 o At the Moment o lo que sea. Una serie de episodios con historias independientes sobre el amor con algunos personajes conectando unas con otras y una cierta posibilidad de ir viendo avanzar algunas historias, incluido un epílogo en un último capítulo que ya desde el principio conectaba directamente con el primero. Procurando -dentro de las posibilidades de Netflix, claro- mostrar no solo diferentes situaciones, también una diversidad más general. Y es que una serie puede ser romántica de muchas maneras. Aunque también os diré que lo que más me ha gustado son los títulos de crédito.

Una más que agradable sorpresa este Culprits (UK), lo cierto es que esperaba que fuera la clásica obra de atracos, un poco como la italiana Everybody Loves Diamonds de la que hablamos no hace mucho, o ese Kaleidoscope de principios de año. Y si bien alguna cosa de las clásicas historias de robos tenemos porque, bueno, no deja de tener en algo así como su centro un robo, lo cierto es que podríamos meterla mucho mejor como thriller criminal inglés. MUY inglés. Pese a un cierto aire cosmopolita que va recorriendo diferentes países tanto el reparto -con un buen nivel general- como, sobre todo, la forma de organizar y contar la historia, incluso algunos aspectos visuales de la misma, son enormemente ingleses. Tengo que ver cómo sigue la historia porque tras el piloto decidí ver el segundo a ver si hacían algún cambio de personaje o perspectiva. Pero no, lo que hacen es ir complicando más aún la historia. Así que veremos cómo lo hacen evolucionar o por dónde siguen los tiros o si el reparto se mantiene a la altura de lo que nos están mostrando – Nathan Stewart-Jarrett es una decisión para el protagonista, pero lo hace de manera aceptable, lo que pasa es que Gemma Arterton tiene un papel que es una perita en dulce y muchos de los secundarios, como Niamh Algar o Kevin Vidal, aprovechan las limitadas oportunidades para coger el foco y correr- pero sea como sea, son 8 capítulos que sospecho me voy a ver del tirón.

Emma Stone parece decidida a ganar un Emmy por este The Curse (USA) y, la verdad, se lo merecería una y mil veces. No solo por llevar el peso de esta serie tirando a mediocre sino por demostrarle al resto, especialmente a su compañero -un hierático y falsísimo Nathan Fielder, como de costumbre- cómo se hace. Es una lástima que la decisión de hacer una serie metanarrativa vaya a lugares que eran comunes hace una década, y a seguir una serie de narraciones que hemos visto hasta en Quibi. Así que, al final, el producto queda solo para los fanes de Fiedler, de Stone, y la gente que quiere ver una serie para explicársela a alguien (o para verla con esa persona que se la va a ‘explicar‘). Supongo que hay peores formas de ligar.

Pocas veces me he aburrido tanto como con el piloto de  Lawmen: Bass Reeves (USA), sé que se ha definido muchas veces las cosas de su creador como Televisión para Padres, pero esto llega a niveles ridículos de aburridísimos momentos pseudohistóricos para justificara una situación que nos va acercando a lo que se supone que es lo interesante… ¡que no llega nunca! Entiendo que si estás haciendo un libro biográfico lo que esperas es esto, pero en una serie de televisión… en fin. Todo cosas vistísimas y las excusas habituales. Supongo que habrá gente para la que esta es su serie soñada. Puedo aseguraros que muy pocas veces me he sentido menos espectador objetivo de algo en mi vida.

Se me pasó la semana pasada hablar de este The Origin: Madam Koi-Koi (O) (NI) pero no hay problema porque para eso ha salido esta semana el segundo capítulo… que también es el último. La verdad es que cuando tienes una serie de dos capítulos de hora y media no sé si cuenta como miniserie o como ‘teníamos una película de tres horas pero como no somos ni directores indios ni directores viejos no nos atrevimos a sacarla’. Lo que, por una vez, ha jugado a mi favor, porque no sé si me hubiera animado a darle una oportunidad a esta producción nigeriana sobre una de sus leyendas urbanas más conocidas. Lo cierto es que esta obra sobre Madam Koi-Koi, el fantasma de una profesora que era demasiado cruel con sus alumnos hasta llegar a la violencia y que bien tras fallecer en un accidente después de ser despedida, bien morir ajusticiada por estos, regresa para acabar con los indisciplinados (la leyenda urbana es más extensa y variable, pero esto nos vale para la idea general) en realidad en el piloto parece que no importa tanto. Porque lo que realmente te están mostrando es la corrupción, dejadez y complicidad de un sistema educativo corrupto en el que las monjas hacen más por proteger su reputación que a sus alumnos. Me pregunto si se trata de algún tipo de metáfora. Madam Koi-Koi no aparece, aunque sí sus efectos un par de veces, que en realidad solo muestran un punto de contacto con la trama general (que incluye una escena de violencia sexual contra una mujer hecha de forma tan excesiva que no entiendo qué pretenden lograr, salvo que vayan a cambiar entero el trasfondo del fantasma) y en el que los habituales problemas de presupuesto de Nollywood producen algunos pequeños problemas y varios momentos de comicidad involuntaria -incluyendo a los peores extras de la historia reciente alrededor de uno de los cadáveres- pero, en general, también una obra que se puede ver desde la curiosidad. Vamos, yo no pienso saltarme la segunda parte a ver qué leches pasa con el fantasma y si esta hora y media de trama lifetimesca va a algún lado.

Todos los clichés y luego algunos más, eso es lo que nos ofrece Últimas Férias (O) (BR), una serie con un punto de partida que puede parecer una cosa -un grupo de jóvenes se van de vacaciones, uno de ellos muere en circunstancias misteriosas, la acción se divide entre esos días de fiesta y la actualidad en la que se investiga el asunto- pero que en realidad lo que nos ponen es un Élite con cuatro cambios -un par de ellos de Outer Banks– en el que tiran mucho de sexo, algo de drogas, violencia no mucho, y un par o tres de tramas que ya nos conocemos. Me temo que no hay mucho más, pero supongo que si esto es lo que buscas ya sabes que esto es lo que encuentras.

Con menos mamporros de los que debería y mucho más olor a cerrado llega este Vigilante (O) (CS) o 비질란테, que decide buscar una excusa absolutamente estúpida para el comportamiento de su personaje protagonista. No digamos ya el resto de los policías para arriba y abajo que nos van metiendo en esta cosa. Precisamente por eso deberían haberse centrado en repartir mamporros, para que nos olvidáramos de la parte ideológica. Pero ni eso tenemos.


¡Libros que Salen! Blackmon, «Lo mejor de Pafman», Kingsolver y más

¡Que entre la pila!

Lo mejor de Pafman de Cera, ed. Bruguera

No esperaba yo ver publicado un Lo mejor de Pafman, pero aquí estamos. Se supone que con una selección de historietas antiguas recoloreadas, en un tomo que ya veremos por un precio que en fin. Pero supongo que con que exista nos tenemos que conformar.

Un mystery clásico que nos presenta a Adelaide Adams, una investigadora diferente, entre Doña Urraca y Miss Marple, que se encontrará metida en medio de una serie de asesinatos bastante a su pesar. Gracias a lo cual nos ofrece un libro que logra manejar la trama misteriosa y el humor de su protagonista.

Demon Copperhead de Barbara Kingsolver, ed. Navona

Ganadora del Pulitzer y del Women’s Prize, estaba claro que antes o después veríamos esta particular versión -o recreación o a saber- de la obra de Dickens en el profundo sur de Estados Unidos, en el que la pobreza sistémica parece tan inevitable como en la Inglaterra victoriana, y como aquella usando a la vez el humor y el drama para ir contando una historia que podría ser real y que muchas veces demuestra que no usa David Copperfield para tener una estructura o unos personajes sino para demostrar que por más que los años pasen hay muchas cosas que permanecen igual.

Tras el éxito de Un reflejo velado en el cristal en Hoja de Lata apuestan de nuevo por McCloy, esta vez con la primera de sus novelas del detective barra psiquiatra Basil Willing, en el que la muerte de una joven en su presentación en sociedad, con unas píldoras adelgazantes que publicitaba y un elegante cóctel como aparentes armas del crimen. Todo ello estando rodeado de un círculo de sospechosos reducido en un espacio privilegiado del Nueva York de los años 30.
Es bueno tener aquí a Harlan, con sus historias que van de lo fantástico al gótico, mundos llenos de deseo y búsqueda, en el que la magia ‘florece’ entre la decadencia. Relatos que juegan con las expectativas tanto como sobre los cambios. Porque, a veces, la literatura de género puede ser retorcida también en sus propias definiciones.

Un capuchino mortal de Cleo Coyle, ed. Alma

Alma prosigue con su colección de Cozy Crime dándole segundas novelas a las de la anterior tanda – Navidad, dulce Navidad para las de las galletas de Joanne Fluke, Mentiras encubiertas para la de los libros de Kate Carlisle, Una muerte de libro para la del gato de James Miranda– a la que se le añade ahora esta en, claro, una cafetería. Acogedora y todas esas cosas, con un matrimonio detrás del pseudónimo -formado para Alice Alfonsi y Marc Cerasini– buscando que sea lo más agradable posible. Para eso están las cafeterías, AU o no.

Arquitectura del disenso de Colin Ward, ed. Gallo Nero

El historiador social y pensador anarquista británico hace un recorrido aquí por las ciudades, por su forma de construirse y funcionar y por cómo podrían usarse para favorecer la comunidad en lugar de parar separarla. Una vuelta tanto por la historia social del urbanismo como por sus posibilidades a futuros.

T’zée de Apollo y Brüno Thielleux, ed. Nuevo Nueve

Ya conocemos a Brüno Thielleux por Atar Gull o Tyler Cross, así que encontrarle aquí, en compañía del guionista Apollo, para hablar de un viejo director asesinado, de la guerra civil acechando y los miembros del clan presidencial tomando decisiones, de los problemas del África postcolonial incluyendo el neocolonialismo, para componer una obra compleja.

Un libro sobre los excesos del mundo de la música, de una manera distinta. Porque esta no es una obra sobre anécdotas o divertidas historias, sino un estudio sobre los problemas de salud, física pero sobre todo mental, de qué lleva a esas adicciones y esos consumos y cómo la propia forma de ser y hacer lleva a retroalimentarlo. Y lo hace a partir de lo que el propio autor había visto, y sufrido, de una manera franca pero no exenta de un cierto humor para sobrellevar todo lo que va descubriendo o desempolvando por el camino.
Relatos y reflexiones editados por Meg-John Barker, Kat Gupta, Jos Twist y Ben Vicent sobre lo que significa ser una persona no biniaria, desde experiencias de sus años de crecimiento a el atravesado de asuntos como la neurodivergencia o el embarazo, ofreciendo perspectivas y reflexiones tanto para que podamos comprenderlo mejor como para verlo reflejado.
Escrita en el S XIX y dentro de lo que podríamos llamar la tradición de las heroínas de la antigüedad, aquí tenemos a una heroína consciente de vivir en un mundo patriarcal y, por tanto, de tener que disfrazarse de hombre para poder participar con poder en la esfera pública: ir a la guerra, gobernar o… casarse.
Una historia no muy extensa que sabe jugar con las expectativas, una obra dura y hasta cierto punto violenta, con el acoso escolar en su centro, con un joven acostumbrado a mudarse de ciudad por el oficio de su padre se encuentra con un nuevo grupo de compañeros, intentando ser aceptado acaba participando en lo que parecen pequeñas tropelías, hasta que se da cuenta de que el objetivo siempre es el mismo. A partir de ahí debe decidir si seguir en silencio o intentar hacer algo. Porque, además, se acerca el Okuribi, el festival de los muertos que los japoneses celebran en verano y en el que pueden pasar muchas cosas.
En esta obra que podríamos considerar que continúa con los temas de El condominio Stanley Elkin nos trae a un agente de fianzas sin escrúpulos que ejemplifica los males y poderes del capitalista que se enrosca en los necesitados de dinero aliado con un sistema que no solo lo permite sino que lo facilita.

Bruja Luna, Rey Araña de Marlon James, ed. Seix Barral

Pues parece que el contrato de James daba para seguir con el segundo libro de esta saga. Ya veremos cómo va el asunto.

El asesino ciego de Margaret Atwood, ed. Salamandra

Tras no sé ni el tiempo recupera Salamandra mi libro favorito de Atwood, una novela con elementos meta, góticos, de saga familiar e, incluso, dentro del fantástico. Esperemos que resista la lectura desde la actualidad.

Verdad o reto de Camilla Läckberg, ed. Planeta

Pues sí, Läckberg tiene nuevo libro en Planeta y aquí estoy yo para dejar constancia.

Todo sobre los Bundt de Bea Roque, ed. Libros Cúpula

Pues sí, Bea Roque tiene nuevo libro de postres y esta vez le toca a los Bundt, que vendrían a ser los bizcochos redondos de siempre, pero en esos moldes que les dan un cierto aspecto de… no sé… ¿montaña, mansión? Sea como sea, recetas de bizcochos siempre bien.

Nos leemos.


No tengo yo muy claro qué es lo que pretendían con After The Party (NZ), supongo que hacer una historia de Abnegada Madre o algo así, a mayor gloria de Robyn Malcolm. El resultado… en fin. Supongo que el tema de los abusos y cómo se gestionan es lo suficientemente candente, que la idea de la ruptura interna y externa, la decisión de investigar y blablabla. Pero lo cierto es que parece buscada más por conveniencia que por pasión o compasión.

No sé en qué puto momento pensó alguien que All the Light We Cannot See (USA) era buena idea. Una historia de la Segunda Guerra Mundial con una joven adolescente francesa ciega que se enamora de un joven recluta nazi. Sí. Exacto. No solo es una monstruosidad ética y moral, y un claro error de momento de sacarlo, pero no solo eso. Está hecho con desgana, editado de cualquier manera, tan aburrido que parece hecho a propósito, como si alguien la odiara y decidiera convertir el verla en una forma de tortura. Algo que, por otro lado, puedo comprender tanto como compartir.

Supongo que esta Black Cake (USA) está pensada para verla como un bloque, porque está claro que el piloto solo deja las cosas a medias. De hecho parece que nos están contando una historia -la del pasado- mientras que la del presente está por ahí porque en algún momento supongo que algo tendrá que hacer. Se nos dejan caer muchas cosas, pero parecen más para que las presupongamos que para que lo veamos en realidad. Pues bueno. Supongo que a quien le llame esta historia, o estas historias, le parecerá bien. A mí me ha dado un bastante lo mismo, la verdad.

Para mi enormísima sorpresa resulta que Netflix puede hacer también un anime que me guste. Se trata de Blue Eye Samurai (USA), con una animación propia y un tanto particular, y una historia que logra ser a la vez clásica y con un par de vueltas que lo hagan diferente.  El mayor pero que se me ocurre es que en algunos momentos se nota la mano extranjera y que usa la violencia -y hasta cierto punto el sexo- como para realizar una puntuación de que no es ‘para todos los públicos’. E incluso eso lo hacen con una cierta gracia que va más allá de lo típico. Ciertamente no esperaba que me fuera a gustar, más aún con la duración del piloto, pero aquí estoy, decidido a vérmela entera.

Parece mentira que en un año en el que hemos visto en In Our Blood una manera tan fenomenal de contar algo histórico que ya conocemos para que no parezca que lo hemos visto mil veces nos vengan con Fellow Travelers (USA) que no es solo un más de lo mismo -en formato alargado hasta el aburrimiento-, es que lo único que pueden apuntar son unas escenas de sexo más cerca de una Serie S setentera que de querer llevar el asunto a algún tipo de desarrollo. Como si a estas alturas eso no lo hubiéramos visto también mil veces. Y con una producción que intenta parecer con dinero detrás pero queda tan falsa como una función amateur de una obra de los años ’50. O más, que hay amateurs capaces de hacer de la necesidad virtud, y no es ese el caso aquí.

Idas y venidas, primero tuvimos Undercover -tres temporadas-, luego la película-precuela Ferry y ahora la serie derivada de aquella Ferry: The Series (O) (BE). Y me parece una mejora el piloto de este frente a la de aquella. Sigue siendo una obra de Organización Criminal, pero con el tiempo ha ido desarrollando un cierto afectuoso humor de criminales desastrosos. Cierto es que resultaba más sencillo cuando se trataban de entrañables ladrones como el Olsen Gang o los enjaulados de Porridge en lugar de traficantes de droga. En fin. En cualquier caso, se benefician sobre todo de que Frank Lammers ha ido creciendo con el personaje, y si ya podía ser de lo mejor en la serie original, ahora mismo logra que la humanidad y el humor que desprenden le conviertan en alguien mucho más que capaz de llevar la serie en hombros.

Supongo que la indonesia Gadis Kretek (O) (ID) o Cigarette Girl tiene un interés especial para ellos por mezclar una línea histórica del pasado -hablando de los cigarrillos de clavo nada menos- con una del presente. Tratado con ese estilo quizá más cercano a los Grandes Relatos continentales que a la idea de serie de época británica, creo que para el público al que guste estas cosas será muy interesante. A mí me pilla un poco lejos, aunque al menos me demuestra una vez más que aunque las historias y tratamientos puedan ser más o menos locales hay muchos fondos y formatos internacionales.

Es curioso cómo puede desaprovecharse un punto de partida, pero en Mu-indoui diba (O) (CS) o 무인도의 디바 o Castaway Diva parten del clásico ‘persona en una isla desierta’ para ir justo a continuación. Una joven ha pasado 15 años en una isla desierta -confinamiento incluido- desde que se fugó de casa siendo adolescente para ir a ver a una cantante y convertirse ella en una Diva. Ya, supongo que es un uso de Diva bastante liberal. En fin. El asunto es que acabó en la isla y ahora, tantos años después, se encuentra por un lado con dos hermanos ‘periodistas’ e intentando perseguir ese sueño. Sí, no suena especialmente bien pero al menos parecía algo distinto. No lo es. Es la clásica historia romántica en la que se han embutido varios traumas por el trauma y una protagonista obstinada y blablabla. Todo demasiado pausado, demasiado recreante, demasiado dramático, demasiado tiempo. Ninguna de las historias parecen creíbles pese a que avanzan por los raíles de la cotidianidad, los actores hacen lo que se espera de ellos, sin más, y así todo el rato. Un piloto de algo más de una hora para lo que podría haber sido, como máximo, 15/20 minutos. En fin. No soy su público. Por mucho.

Por lo visto esto era un videojuego antes de ser un anime, y aunque Onimusha (O) (JP) sea de Netflix parece que tanto traqueteo con Castelvania ha servido para que aunque el estilo de la animación sea… peculiar, y la historia de para lo que da, no sea el espanto que les hemos tenido que soportar durante tanto tiempo.

Hmmm… Supongo que he visto tantas veces el centro de series como esta P.I. Meena (O) (IN) o P.I. मीना que casi ni lo registro ya. El problema es que La parte más típica -una investigadora privada se mezcla (o es mezclada) en un caso más grande que ella- no hace menos para La parte más típica pero menos -hay una conspiración con un virus por medio- y desde el inicio de la pandemia esta última me hace levantar una ceja porque me parece dar pábulo a cosas que mejor no. Total, que es efectiva como son las cosas que se han hecho mil veces, pero ni en lo primero, ni en lo segundo, ni en montar todo el caso para la temporada entera, logra gran cosa. Al menos para mí. (Y no os digo nada si la comparamos con, por ejemplo, Mai)


No esperaba yo estar escribiendo esto pero se ve que es lo que toca: Krysten Ritter es buena actriz -muy buena actriz, de hecho- pero no es Tatiana Maslany. Supongo que la parte buena es que esta Orphan Black: Echoes (USA) parece haber aprendido, al menos en su piloto, que la titanada que Maslany hacía en la serie original no era lo habitual. Es decir, no tienen más que ver lo que pasaba en su propia serie con Ari Millen. Por suerte, decía, tampoco parece que vayan a jugar a eso, y han comprendido la necesidad de un buen reparto, como tenía la original: Keeley Hawes o Avan Jogia lo hacen bastante bien. Y si bien la serie se deja bien está claramente lejos de la original. Aunque es cierto que el piloto de aquella poco tenía que ver con lo que vino detrás. Quizá también pase aquí. Supongo que le daré algunos capítulos más para ver por donde sale. Pero, de momento, es una normalita serie de acción con ecos sci-fi, que podría ser canadiense, y que ha buscado un punto de contacto mínimo -al menos, como digo, en este piloto- para todo lo que podría ser. En fin, ya veremos.

No esperaba yo que este Sinbyeongdong-edo achim-i wayo (O) (CS) o 정신병동에도 아침이 와요 o Daily Dose of Sunshine fue una serie de médicos pero, sobre todo, que estuviera centrado en la sección de psicología/psiquiatría/como-sea. Una enfermera optimista y blablabla es enviada allí desde medicina general y, a partir de ahí, tenemos una mezcla de tramas serias y cómicas -una idea muy estadounidense ejecutada con unos estilos muy surcoreanos, por cierto- en los que tenemos a una colección de médicos y pacientes, con lo que parece ese clásico de ‘caso de la jornada’ mientras otros tienen pinta de que estarán más tiempo. Supongo que a lo que más me ha recordado es a New Amsterdam, por encima de Good Doctor o Grey. Y si bien sospecho que habrá quien considere que es el equivalente a la ‘copaganda‘ de la psiquiatrización, lo cierto es que están intentando -muy claramente- convertirlo en una serie con una mirada positiva sobre el asunto, incluso aunque no dejen por ello fuera la parte dramática. De nuevo, no soy su público pero puedo ver con facilidad quién podría serlo.

Este Spooky Files (AU) es exactamente lo que parece. Una obra infantil, con muñegotes para los antagonistas, que son molestos personajes como podrían haber sido yokais o pokèmons, y lo unen con una trama ‘larga’. Se nota que el dinero es limitado, pero también que hay una intención de hacer de la necesidad virtud para convertirlo en algo solo un punto terrorífico -a ratos incluso algo powerrangersco– pero que creo que al chavalerío puede encantarle.

Es difícil hablar de esta Unicorn Academy (USA) porque tiene MUCHAS cosas que parecen relleno de garrafón, genérico de serie para chicas a las que les gustan los ponys, pero, de improviso, sueltan algo un poco más interesante, o muestran una patita de queeridad que luego esconden de nuevo. Es una pena porque esos momentos, en los que parecen inspirados por WITCH o por Mi Pequeño Pony se pierden entre los claros intentos de veces algo que permita vender unos muñequitos que no creo ni que existan.