Esta The Artful Dodger (AU) deja la sensación de que han elegido a Dodger como podrían haber puesto a cualquier otro personaje razonablemente conocido, igual que la aparición de Fagin o los recuerdos al resto de reparto y situaciones de Oliver Twist parecen más circunstanciales que necesarios para la historia. Sí, han llegado desde Londres escapando y ahora están en Australia, pero poco más hay. Bueno, la edad de Dodger, que hace más sencillo justificar una trama romántica salida de la nada. Así que estamos lejos de, por ejemplo, aquella Dickensian de hace casi una década ya. Dicho esto, la serie es aceptable, los actores competentes, en algunos momentos logran tener hasta gracia y, bueno, queda en la parte superior de estas obras genéricas de época, a ratos pese a su sobreactuación, en otras precisamente por ello. Sobre todo por el trabajo de los actores, que se dedican a tirar del carro en casi cada ocasión que tienen, especialmente una magnífica Maia Mitchell que parece que estuviera haciendo audición para otros papeles aprovechando este.
Hay poco que puedo decir de
Bookie (USA) y que sea bueno. Pero es que incluso de lo malo hay poco que decir porque no tiene mucho de lo que rascar.
Chuck Lorre parece que cree que haciendo lo mínimo posible va a lograr lo que necesita. Y lo que necesita es, bueno, algo que no hayamos visto mil veces, sea interesante u ofrezca buenas interpretaciones. En lugar de eso tenemos a
Charlie Sheen y a gente gritando y dando/ recibiendo golpes. Una cosa tan lamentable que ojalá la hubieran hecho al menos
Los payasos de la tele. Habría sido más rupturista.
Hablando de genéricos. No entiendo la recuperación del
sexy-thriller genérico que estamos viviendo, menos aún entiendo esta
The Couple Next Door (UK) con una mezcolanza de actores que parecen elegidos al tuntún y una trama que era antigua en los años noventa, imagínate ahora. Ah, no, espera,
Sexo, mentiras y cintas de vídeo es del ’89. Bueno, pues más antiguo todavía y sin
James Spader o
Andie MacDowell.
Curiosa y a ratos hilarante -sospecho que no por decisión propia- esta
Dhootha (O) (IN) que parece ir sobre un periodista maldito. Que lo puedo comprender, claro, pero no queda claro exactamente qué ha pasado más allá de que hay algo así como un periódico maldito, profecías de muerte y extraños sucesos paranormales. En CGI demasiadas veces. No es lo mejor que nos han traído de La India últimamente, pero las posibilidades con este tipo de historias nunca dejan de sorprenderme. Y, al menos, los capítulos son de unos 45 minutos.
Tenemos otro genérico de época, esta
The Doll Factory (UK) es una poco interesante historia basada en lo que debe de ser un libro o una entrada de la wikipedia -probablemente la una en la otra- sobre
Lizzie Siddal. Círculos artísticos, misterios poco misteriosos y romances poco románticos, lo necesario para amenizar la siesta.
Hablando de libros malos, alguien ha decidido que
Eine Billion Dollar (O) (AL) o
One Trillion Dollars, según qué tipo de contabilidad uses. El original alemán era una de esas historietillas que se suponen sesudas y que son bastante estúpidas sobre un chaval que hereda de la nada un billón de dólares con la cláusula de que debe usarlo para mejorar el mundo. A partir de ahí la novela tomaba derroteros ciertamente lamentables y un final absolutamente estúpido. Y esto era, además, inicios de los dosmiles. Veintitantos años más tarde creo que todos teníamos claro que no era buena idea nada de lo que decían en el libro -incluida la parte del SIDA… ESPECIALMENTE la parte del SIDA- incluidos los propios responsables de la serie que han cogido la sobadísima premisa e intentar algo que, por un lado, parece que no se separa tanto del original y, por el otro y al menos en su piloto, procura parecer menos idiota. No creo que lo logre pero, en cualquier caso, tampoco pretendo quedarme aquí para comprobarlo.
Blablabla brujas blablabla señores malos -con túnicas rojas o algo- y luego salto al presente y una joven que descubre unos poderes mágicos y blablabla. Lo de
A Magia de Aruna (O) (BR) es una serie de
Disney de pinta y colorea, qué le vamos a hacer. Si os apetece ese tipo de cosas, con los problemas del instituto y los poderes y poca prisa por hacer avanzar las cosas… supongo que estará bien.
Toda una serie de decisiones han sido tomadas para hacer esta
Obliterated (USA) que a ratos parece que es una parodia
bro con dildos y tal de las series de equipo de espías, y otras veces es peor. Es curioso como hace poco más de una década tuvimos
NTSF:SD:SUV:: y ahora tenemos algo que tiene más facilidad para los desnudos y la cosa sexual -la violenta ya tal- pero que también es menos -BASTANTE menos divertida-. Aunque un poco más -solo un poco- mejor como obra de acción. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.
Sinceramente, no sé si este
Onmyōji (O) (JP) es una versión de las películas de principios de los ’00s, si es adaptación de un anime o qué carajo es… ¡Pero lo mismo es de los años ’90s y alguien se lo ha reciclado! Porque ni lo que ya sabíamos -un noble ayuda a un
onmyōji a luchar contra demonios- ni lo que se puede ver -esto es, la animación elegida- lo separa mucho de las series de… bueno…
magical girls, así que, de nuevo, a mí me ha parecido muy básico. Pero supongo que si me hubiera pillado en las meriendas de los noventa -y no hubieran puesto nada más interesante en la tele- me lo vería.
Poco a poco van llegando series de acción indias, ahora sólo falta que se acercan al despendole de sus películas, poque esta
Shehar Lakhot (O) (IN) tiene un piloto de progresión aceptable pero muy lejana a lo que suelen ser estos despendoles. Un joven que tiene que volver al pueblo del que salió, una serie de actividades más o menos criminales y los dramas que tocan. Quiero creer que irá yendo a más, pero lo cierto es que es un inicio simpático pero algo frío. Aunque dos capítulos más creo que aguantaré.
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