Una semana curiosa esta, comenzando por Analog Squad (O) (TA) o ทีมรักนักหลอก, una serie que propone en su piloto muchas cosas sin que acabe de verse para dónde van a tirar. Por un lado tenemos a los que parecen los protagonistas, un par de jóvenes (no especialmente actores), por el otro a los de mediana edad, que son los que les contratan, y al final tenemos a los mayores, que son los que no saben nada -se supone- del asunto. Pero, además, están las tensiones y conflictos, sobre todo dentro de esta familia real, pero también algo dentro de la falsa. Y es el año 1999, no soy capaz de entender por qué. El fondo, en realidad, es agradable. Pero ni parece tener nada que decir, ni prisa por contarlo. Supongo que hay un tipo de persona al que esta historia haría feliz, pero me temo que no soy yo.

Supongo que este Bami Dweeoseumnida (O) (CS) o 밤이 되었습니다 o Night Has Come llega porque hay una serie de cosas – Battle Royale, Among Us, Ōsama Gemu… – que han funcionado y parece que podrán repetirse. La excusa es un juego de Mafia que se va de las manos, pero lo cierto es que es absolutamente imposible creer que es eso lo que realmente ha pasado y que los adultos no tienen nada que ver con esto. No es que el juego en si parezca molestarse en tener un sentido ni en buscar algo en concreto, ni es que los jóvenes participantes hayan decidido dedicar un minuto a pensar en ello. Así que es el ‘juego’ en si mismo el que tendrá que servir como gancho ante la falta de una trama coherente o de unos personajes interesantes. Y en esas estamos.

La serie más particular -para bien- de la semana es Boat Story (UK), con múltiples recursos peculiares como la recapitulación inicial de personajes, los juegos de perspectivas o los carteles insertados como parte de la narración, la historia de dos personas que encuentran un cargamento de drogas por azar, que intentan sacar algo de él, que viven sus propias tragedias propias y que se encuentran en mitad de algo mucho más grande, repleto de personajes igual de peculiares y con distintas maneras de jugar tanto en la narración como al engaño. Es decir, que lo que podría haber sido un punto de partida conocido -dentro de un orden- y una serie de evoluciones y movimientos igual de esperables logra ir dando las suficientes vueltas como para convertirse, como poco, en merecedor de darle un par de capítulos más a ver por dónde sale. No sé si logrará mantener la imprevisibilidad, pero, al menos, cuenta con el interés por hacerlo. Que no es poco.

Supongo que la idea de Boom Boom Bruno (O) (AL) es contraponer una serie con unos protagonistas y centros de aspecto rancio, grosero y repulsivo para oponerlo con una realidad que iba (y va) por otro lado. Lo cierto es que este ‘torrentismo‘ nos lo podríamos haber ahorrado. Bueno, YO me lo podría haber ahorrado. Lo mismo el público alemán disfruta de estas cosas. Cosas peores hemos visto, supongo. Pero, de verdad, tiene que acabarse en algún momento esta especie de revival de lo que [adult swim] hacía hace una década… pero en más cutre.

Supongo que esto de A História Delas (O) (BR) es llevar al siguiente nivel lo de ‘una saga familiar de tres mujeres’. Porque, sí, hay tres mujeres de una misma familia. Y luego otros dos, de otra familia. En realidad la tercera -la niña- no tiene tanto peso como las otras. Y las protagonistas -más o menos- son las de la segunda familia. A saber. Una joven se encuentra con que su padre parece estar en un gran lío legal por corruptelas. Ella y su madre se encuentran fuera de los círculos bien y teniendo que irse a una casa… que en realidad solo es suya de manera nominal. Porque la que reside ahí con su propia hija -y una nieta- es una antigua criada de la familia. Luego ya el blablabla de siempre sobre raza, clase y ser mujer. Pues bueno.

Sospecho que My Life With the Walter Boys (USA) es una versión de The Fosters pero con menos diversidad y más ganas de ser una obra romántica. Porque lo que apuntaba a ser un Everwood, pero más aburrido, va moviéndose como si en realidad quisiera ser una de esas películas de triángulo adolescente de Netflix. Pero con caballos. Sea lo que sea, ibais avisados.

Lo más particular de Nae Namjaneun Kyupideu (O) (CS) o 내 남자는 큐피드 o My Man is Cupid o como sea, es que parece tener tres series dentro. La principal es la de un ‘cupido’ que cometió el error de pincharse con su propia fecha y cambiar el curso de la historia que tenía que haber creado. A partir de ahí un castigo ejemplar y la actuación en el presente intentando recuperar lo que tenían, más la búsqueda de esa joven del pasado. Lo que explica que haya una línea en el pasado contándonos qué es lo que ocurrió, y cómo, y por qué. Y de qué manera se encuentra conectada con lo que ocurre ahora. Con todo esto habría para rellenar más que de sobra un par de series, pero es que aún queda una tercera pata sin explorar. Porque también se están produciendo una serie de asesinatos. Y parece que el ‘cupido’ en algún momento fue detective. Antes de tener un restaurante. O algo así. La verdad es que no tiene mucho sentido, igual que no lo tiene que uno de los ‘cupidos’ ahora sea un perro. Sí, porque es un grupo de cuatro, el principal, dos más, el perro. Y el piloto es como de una hora y pico. Supongo que teniendo tanto en movimiento tiene sentido, pero lo cierto es que no es tanto que no funcione como que parece que van pasando de una a otra serie sin molestarse en avisar antes.

No tiene mucho que aportar esta Pax Massilia (O) (FR) a las cosas clásicas de policías contra el crimen organizado. Porque, sí, la mayoría de ellos están corruptos y la lucha es violenta y no tiene demasiado sentido esta venganza estúpida en la que parecen decididos a meterse. Así que es un cajón de más de lo mismo con extra de anti-islamismo (es una serie francesa, no sé si lo había dicho), pero yo qué sé. Habrá gente a la que estas cosas le parezcan bien, supongo.

En contra de lo que podría pensarse este Paper Dolls (AU) poco o nada tiene que ver con aquella telenovela ochentera -o el telefilme que lo inspiró-, en lugar de modelos lo que tenemos aquí son cantantes -o algo- de un reallity. Y una joven -la protagonista- que tiene un pasado en el mundo de la música y ha decidido regresar, cueste lo que cueste. Que es algo que quizá os suene haber escuchado alguna vez pero, bueno, quiero creer que el asunto es que este es el piloto y ya habrá un desarrollo después. O algo. Además, claro, de que hay canciones. Supongo que las pondrán a la venta en iTunes o algo. Pero bueno, de esta podría haber sido su público. Pero resulta que no lo soy.

La idea de Platform 7 (UK) es razonablemente distinta. Una mujer está en el andén 7. Un señor llega. Ella intenta impedir que haga lo que quiere hacer. Que es suicidarse. Y que es lo que ella hizo en el pasado. Sí, porque ella es un fantasma que no recuerda demasiado de su pasado. Al menos hasta que se encuentra con la posibilidad de salir de ese sito en el que estaba recluida y comenzar a investigar qué le pasó. Algo que -en un ejemplo más de que esta es una película fantásticas- también decide investigar hasta sus últimas consecuencias un policía. Sí, en lugar de marcarlo como suicidio se pone a investigar. Y así tenemos a la protagonista en el presente intentando recuperar recuerdos del pasado, y al policía intentando desenterrar la verdad. Está bien, las reglas de los muertos son tirando a arbitrarias y no parece tener mucho sentido todo lo que rodea al personaje principal, pero como variación agradable sobre las series de investigación supongo que me vale.

Este Welkeomtu Samdalli (O) (CS) o 웰컴투 삼달리 o Welcome to Samdal-ri tiene, más allá de su bonito opening, una estructura bien conocida. Una joven fotógrafa de éxito decide volver -junto con sus hermanas- a su pueblecito natal después de un escándalo / traspiés en su carrera. Allí se reencontrará con su amigo / amor de la infancia / juventud, un apasionado meteorólogo -yo qué sé, se les habrán acabado las profesiones- con el que tiene una compleja -en realidad no, pero os hacéis a la idea de por dónde van los tiros- relación. Y eso es lo que tenemos, un par de familia, varios problemas ‘cotidianos’, un romance cocinándose, niñas que hablan como adultos. El paquete completo. Tan agradable -y poco creíble- como es de esperar si es esto lo que esperas.