¡Libros que Salen! Mukasonga, Higashino, Covington y más

¡Que entre la pila!

Nuestra señora del Nilo de Scholastique Mukasonga, ed. Minúscula

Mucho hemos tardado en tener en España -que no en español, porque en Argentina alguna cosa había salido- a Scholastique Mukasonga, no solo uno de los nombres propios que estuvieron sonando para el Premio Nobel, también -sobre todo- una magnífica autora ruandesa. Como ruandesa tutsi lleva años en Francia, publicando libros como este (que ganó el premio Renaudot allá), y en el que refleja a través de una joven en un colegio privado a principios de los años setenta las tensiones del país. Con un porcentaje limitado de tutsis por parte del gobierno hutu y en un entorno elegido por las familias con dinero, retos como la amistad o la aceptación se ponen realmente cuesta arriba en un clima de juegos de poder y de violencia contenida que presagia el futuro del país.

Los milagros de Namiya de Keigo Higashino, ed. Quaterni

No esperaba yo este Higashino por sorpresa, pero mira. En lugar de una de las obras de Galileo tenemos una mezcla de misterio y fantástico, pero con ‘buen fondo’. Un trío de delincuentes, una tienda, viajes en el tiempo y, sobre todo, un señor que da consejos. No es en absoluto una obra que podamos llamar policíaca -yo no lo llamaría así, vamos- aunque haya criminales y haya un mínimo de suspense, más bien una forma entrañable de jugar con esos conceptos mientras se va desarrollando una tesis. No esperaba esto de Higashino, pero eso demuestra que aún puede sorprender(me).

Riviera Redneck de Dennis Covington, ed. Dirty Works

Cierto es que el nivel de Salvación en Sand Mountain es difícil que se repita, pero eso no significa que Covington no tenga más cosas -reales, vividas, prácticamente ni transformadas- que contar. Así en esta historia que empieza con una herencia y un timo (o viceversa, según) le vemos luchando no solo contra lo que significa lo uno y el deseo de arreglar lo otro, también con la realización de que en Florida hay muchas cosas -comenzando por la interpretación de la ley- que se se malea para mal. Pero, en fin, al menos hay armadillos, supongo.

La casa del Dr. Edwards de Francis Beeding, ed. WHO


Quizá no tanta gente conozca a Francis Beeding, sobre todo porque no deja de ser el pseudónimo que usaban para su producción conjunta John Palmer y Hilary A. Saunders. Sin embargo es más que probable que les suene Sospecha, la película de Alfred Hitchcock, un thriller psicológico. Como de costumbre la forma de adaptar Hitchcock hace que tenga poco que ver con este libre, que va sobre un asilo al que llegan dos psiquiatras. Una es una psiquiatra recién graduada que va a trabajar con un viejo amigo de su padre -el Dr. Edwardes-, el otro es un nuevo psiquiatra. Uno al que que rápidamente le toma aprecio. Pero en ese ambiente aislado, en el que quizá no todo sea lo que parezca o la gente no sea quien dice, los aspectos góticos sean más importantes que los psicológicos.

Sangre y espina de Margaret Owen, ed. Puck


Tras Muerte y Fortuna nos reencontramos con Vanja Schmidt, que está buscando trabajo honrado… pero ha acabado inventando a una diosa. Por supuesto las cosas nunca son tan sencillas, su prefecto es precisamente la persona que debe investigar si la diosa existe de verdad… y quien ha sido elegido para ser su sacrificio. Los problemas se van apilando, entre seres divinos, monstruos y lo más complicado de todo: Su pasado. Y todo para conseguir un futuro, que aún está por ver si podrá ser al lado del prefecto.

El sueño de la sultana / Padmaragde Begum Rokeya, ed. Kaótica

Begum Rokeya Sakhawat Hossain fue una escritora bengalí de finales del S XIX además de pionera del fantástico en el que escribiría obras como estas dos. El sueño de la sultana está situado en un mundo gobernado por mujeres con un punto de humor satírico, Padmarag funciona como complemento, hablando de la opresión machista y de la necesidad de buscar esa sociedad en la que las mujeres, independientes de razas, clases o religiones, se unieran para luchar contra la sociedad patriarcal. En ambas muestra su convicción de que es la educación lo que más ayuda a avanzar, especialmente a las mujeres. De ahí que creara diversas asociaciones y promoviera todo tipo de escuelas y acciones. En España había salido -que yo recuerde- solo el primero en aquella bella edición de novela corta más cuaderno de Palabrero, así que bienvenida sea esta recuperación, y más con la ampliación.

El horror de Dunwich de H.P. Lovecraft con ilustraciones de François Baranger, ed. Minotauro


Pues siguen los álbumes ilustrados de historias de Lovecraft, esta vez le toca a Dunwich y a los paisajes llenos de nieblas creados por Baranger.

En la noche de los tiempos de Gou Tanabe en adaptación de H.P. Lovecraft, ed. Planeta Cómic

Pues aquí seguimos con las adaptaciones de Tanabe de las obras de Lovecraft. Esta vez con un hombre que recupera la consciencia tras cinco años para descubrir que su cuerpo ha estado ocupado mientras tanto por una consciencia ajena… que ha dejado en él recuerdos y sensaciones antiguas. Muy antiguas.

La cólera de los dioses (1, Los pequeños misterios de Egipto) de Pierre Gemme y Mary Gribouille, ed. Bruño

Una colección de aventuras y misterios con una niña con poderes y un gato, y -sobre todo- la decisión de divulgar sobre el Egipto clástico aprovechando todo lo demás.

El viaje de Tiago de Jutta Bauer, ed. Bindi Books

Tiago es muy rápido, por eso el Rey le ha dado un mensaje muy importante para llevarle al rey del país vecino. Tenía que cruzar las colinas, seguir el río y llegar más allá. Pero pronto Tiago empieza a encontrar problemas, y gente que le pide su ayuda. ¿Cómo podría no echar una mano? Y mientras, el Rey, espera. Espera, además, en una barra inferior, en colores grisees. De esa manera este álbum ilustrado nos va contando distintas historias

Nos leemos.


Es curioso cómo los surcoreanos logran hacer a la vez el mismo programa y algo completamente diferente. El último ejemplo de esto llega con Apateu 404 (O) (CS)  o 아파트404 o Apartamento 404 o… ya imagináis. En este caso, decía, hacen ese programa que tienen ellos como Running Man o Busted, pero contando la historia de Corea del Sur -la historia reciente al menos- a partir de sus edificios. Bueno, no exactamente. Con la excusa de un apartamento en el que irán preparando acciones, pruebas y juegos, se va contando un momento de la historia. Con grabaciones y documentos. Porque recrear la época es parte de esa gracia. Entre la recuperación del hecho peculiar y de la rememoración histórica, con unos juegos más o menos integrados, con su tradicional humor -que hace mucho por lograr que el resto funcione, por cierto- y con un formato que en realidad uno se sorprende que no se exporte más a otros países. Porque en todo momento se juega a que aquello sea lo real, pero también a que todos saben que es una grabación. Quizá por eso logran que estos programas sean siempre interesantes, por poco que llamara en principio la premisa. Al menos para mí.

Creo que podemos empezar a montar un ‘adaptódromo’ o algo así. Un sitio en el que poner en orden las adaptaciones de anime/ manga que va haciendo Netflix. Así yo podría decir que Avatar: The Last Airbender (USA) está por debajo de One Piece pero por encima de Cowboy Bebop y vosotros podríais discutirme que Avatar es estadounidense. En realidad tampoco dejaría claras las cosas, porque la distancia no es central. El problema principal viene, supongo, de que no tienen muy claro su público. Hay una introducción al inicio que se repite de nuevo por un personaje dentro de la historia, hay decisiones que parecen venir de querer ‘subir la edad’ de los personajes que no cuadra con lo que se supone que sabemos de ellos, así que no sabemos si esto está pensado para mayor o menor edad, lo que junto a algunas decisiones no sé si de producción o de presupuesto hace que en ocasiones parezca una serie de Nickelodeon / Disney Channel y en otras una de esas series del momento en el que Xena y Hércules reinaban en la sindicación. Sin entrar en cosas que los que recuerdan la serie original puedan pensar, claro. Pero el resultado no deja de ser algo que puedes tener de fondo mientras haces otras cosas, antes que algo en lo que fijarte.

Hay buenas ideas en Boarders (UK) y, sobre todo, buenos actores jóvenes -los ingleses, ya sabéis- el asunto es que parece que no acaban de tener claro qué es lo que quieren hacer. ¿Una sátira de las escuelas privadas inglesas, un choque entre los ‘chicos de barrio’ y los pijos, una historia juvenil en la que el punto de partida es ese? Ah, sí, el punto de partida: Los jóvenes de una escuela tipo Eton se hacen virales por hacer un vídeo en el que maltratan a un mendigo, como medida de Relaciones Públicas deciden llevarse a cinco estudiantes negros. Los estudiantes becados de ese programa -y lo que decide hacer cada uno de ellos- será el centro de la serie en la que hay muchas posibilidades pero no demasiada claridad con lo que pretenden. Aunque, al menos, está claro que hay un punto de partida interesante. Supongo que por eso está en BBC Three.

Es complicado hablar de Breathtaking (UK) porque por muy bueno que sea Jed Mercurio -que lo es- esta idea de hacer un drama médico sobre lo más duro de la pandemia del COVID es… ¿Demasiado pronto? ¿Demasiadas opiniones todavía? ¿Demasiado…? No sabría decirlo. Sin duda está bien hecha y bien actuada, pero entre las cosas que el espectador ya sabía por dónde iban a tirar, las cosas que en fin y el hecho mismo de que no me apetece -y sí, sé que esto es de un atroz subjetivismo, fuera de mi habitual subjetivismo que solo es deplorable. pues, mira, quizá en otro momento. Pero no ahora. De verdad que no.

A ver si puedo explicar esto: En teoría Catch Me a Killer (O)(SA) es una serie inglesa que transcurre en Sudáfrica. En la realidad es una serie sudafricana para la que han puesto dinero algunos ingleses. Una serie sobre psicóloga criminal que se mete en la mente de sus perseguidos para atraparlos -figuradamente, claro- basada en los hechos reales de una especialista. El resultado es un poco lo de siempre, qué le vamos a hacer. La verdad es que pensaba que ese ‘pensar como un criminal’ estaba más que superado, pero uno nunca deja de sorprenderse.

Si no me hubieran jugado ya este trile supongo que Constellation (USA) me apetecería un poco más, pero la historia de una mujer que tiene un problema en el espacio y al volver nota que todo ha cambiado suena a demasiadas cosas vistas antes. Y si bien la propia Gravity o, sobre todo, Coherence, parecen referencias inevitables lo cierto es que es Lost la que no vamos a poder dejar de mencionar porque mucho me temo que aquí no hay mucha más idea de la explicación -o de cómo darla- que en aquella. Supongo que tendrá su público. Me temo que no seré yo.

Curiosa serie indonesia sobre un tipo que ese encuentra al mando de un club de comedia, Komedi Kacau (ID), para intentar mantenerlo a flote después de que le hayan echado de su propia empresa. El humor es un tanto peculiar, la trama parece más o menos predecible, pero supongo que el cierto encanto que tiene es precisamente por esto. Lástima que no ayude más a la serie.

Por su parte Poacher (O) (IN) trae una especie de thriller o así sobre el tráfico de Marfil. La verdad es que supongo que es un problema real y serio, pero la forma de tratarlo, incluyendo una iluminación de esa que hace parecer que nadie enciende las luces nunca en ninguna habitación, parece un poco más deliberadamente falta de gracia de lo que debería. Sí, el policíaco puede ser tener un tomo en el lado completamente opuesto al cómico, pero puede hacerlo a la vez que se le da acción, aventura o algo a la historia.

Pues parece que Prime ha hecho una de esas series animadas de [adult siwm] con The Second Best Hospital in the Galaxy (USA), que a ratos parece tener alguna idea más de Rick & Morty o algún momento de sátira hospitalaria de Grey, pero que -sobre todo- bebe de aquellas series de entonces, tanto en el diseño como en un humor que, por suerte, no se centra solo en ‘somos perdedores’ sino que muestra a dos profesionales razonablemente capaces pero tendentes a saltarse las normas y causar desastres. Esto es lo que eleva la serie -prácticamente desde el principio nos las presentan salvando vidas y demostrando que valen pese al caos que crean, que ma parece un cambio más que agradable tras tanto ‘soy un inútil deprimente’ como parecíamos habernos resignado a tener- y si bien quizá necesita un poco de rodaje al menos es una gran mejora sobre lo que suele ser habitual en estas cosas.

Es curiosa esta Triple Oh! (AU),a ratos parece algún tipo de obra romántica sáfica, a ratos una serie de paramédicos en capítulos cortos -MUY cortos-, y en ocasiones casi parece que estaba pensado para un TikTok más permisivo o algo así. No es tanto que sea experimental -que no lo parece- como que da la sensación de una prueba para una serie más grande. Sea como sea creo que habrá un público concreto al que le gustará, aunque yo esté solo entre los que se sorprende -aunque sea para bien- de que series así tengan sus posibilidades de emisión.

Sé que esto se supone que es una forma para que Michael Sheen expanda sus capacidades, pero lo cierto es que The Way (UK) lleva ni sé el tiempo dando vueltas, ha contado con la colaboración de Adam Curtis o de James Graham y cuenta una historia de rebelión en Gales, en la ciudad en la que Sheen nació, si mal no recuerdo. Las ganas de ser algo diferente, original y revolucionario se notan a casi cada paso que dan los personajes. Igual que ese fondo de que quieren contar algo que pasó como si fuera una distopía. La pena es que tanto lo que hay de fondo como la capacidad de que ‘meter fuerza‘ o ‘sorprender‘ es… bueno. Lo que es. Supongo que es el tipo de serie que acabará en Filmin con gente muy contenta de haberla conocido, lo cierto es que de este batiburrillo con más pretensiones que logros supongo que habrá más reacciones distintas que una opinión mayoritaria.


¡Libros que Salen! Cavendish, «Los papeles de Anna», Herzog y más

¡Que entre la pila!

Cartas sociables de Margaret Cavendish, ed. Cátedra

Una de las grandes autoras, pionera en tantas cosas, que aquí nos presenta una serie de cartas con una inexistente amiga en las que desde su posición -en todos los sentidos, incluido el geográfico- busca repasar temas y asunto no solo para intentar reconciliar al país tras la guerra civil de mediados del S XVII, también para mostrar el interés político, científico, social y literario del momento. Un interés regenerativo que, sobre todo, sirve para presentar un pensamiento, un momento y una forma nueva de transmitirlo.

Los papeles de Anna de Ellen Gilchrist, ed. Hermida


Aquí tenemos a Ellen Gilchrist con una particular novela sobre intentar que mezcla el entonces y el ahora, con una escritora en su centro que nos habla de los años ochenta pero también de las formas que adoptan las familias, igual que la experiencia vicaria, o las mujeres que son y pasan a ser dueñas de su destino. Y es que tanto las relaciones humanas en todas sus variedades como las posibilidades de una delicadeza sin sentimentalismos recorren esta obra de la autora de Victoria sobre Japón.

Cada uno por su lado y Dios contra todos. Memorias de Werner Herzog, ed. Blackie Books

Este libro de memorias de Werner Herzog permite al conocido director hacer un repaso no solo por su vida, también por el contexto y circunstancias de su tiempo que le llevaron a tomar decisiones. Desde su infancia entre la ruina y desolación de una Alemania derrotada en la Segunda Guerra Mundial a su adolescencia trabajando en el turno de noche de una fábrica, viajando a pie e interesándose por temas y personas que acabarían dando forma a lo que luego reflejaría en películas y documentales. Contando, esta vez, no tanto la historia de sus películas -que también- como la de la persona que las hizo.

Kalpa imperial de Angélica Gorodischer, ed. Minotauro

Ante todo mucha Kalpa. Uno de esos títulos fundamentales del fantástico en castellano, uno que ha estado en versiones un tanto… bueno, ha estado menos presente de lo que debería en los últimos años. Siendo diplomáticos. Que es lo que nos caracteriza. ¡Pero ahora está aquí de nuevo! La cíclica de los imperios, la humanidad de los dramas y una poderosa voz narradora.

Finlay Donovan los deja KO de Elle Cosimano, ed. Contraluz Editorial

La continuación de la serie de Finlay Donovan quizá resulte un tanto serpentina e innecesariamente compleja, casi como si no se hubiera pensado que tendría tanto éxito la primera. Pero eso no lo hace un mal libro, solo una continuación en la que ya conocemos muchas de las sorpresas y que tiene que trabajar -y lo hace- para buscarse las vueltas y mantener ese humor de la primera parte. Sea como sea, es una alegría seguir teniéndolo en español y esperemos que el resto -hay ya publicado una tercera y un relato suelto en inglés, y la cuarta debería de salir para marzo. Así que espero que sigamos viéndolos aparecer en español.

Heartstopper 5. Creciendo contigo de Alice Oseman, ed. Cross Books

Pues ya estamos en el penúltimo tomo de esta historia. En el que se abordarán temas como la necesidad de tomar decisiones buenas para uno mismo aunque puedan ser complicadas para continuar con la pareja, y sobre la parte sexual de una relación. Entre otras -bastantes- cosas, claro. Así que supongo que toca reencontrarse de nuevo con Nick y Charlie.

La canción del superviviente de Paul Tremblay, ed. Nocturna

Nueva oportunidad para Tremblay, esta vez con un virus por medio -la rabia, digámoslo ya- que nos ofrece una historia peculiar con su centro en solo una hora. Porque esta versión particular de La Rabia se incuba en esa hora, luego llega la pérdida de juicio y los mordiscos que la difunden. A partir de ahí nos encontramos con una doctora cuya amiga embarazada ha sido infectada, así que cuentan con menos de esa hora para intentar probar en ella una cura.

Royalties de Ultratumba de Eamonn Forde, ed. Liburuak

Es posible -probable, incluso- que la vida eterna no exista. Pero eso no significa que las empresas musicales estadounidenses no vayan a intentar que el copyright no sea inmortal. De ahí las estrategias, los movimientos y las maneras de lograr mantener a los cantantes perpetuamente en sus contratos, más allá de cualquier equivalencia faustiana. Y de todo esto, incluyendo las particularidades del sistema legal y legislativo estadounidense, es de lo que se habla aquí.

El Gran Tour de Agatha Christie, edición de Mathew Prichard, ed. Confluencias

Tras una década llega esta reedición que recoge cartas, postales, recortes y fotografías de aquél viaje que hizo Agatha Christie con su primer marido (el malo) acompañándole por todo el globo -al menos en sus países anglosajones-, de Canadá a Sudáfrica pasando por Nueva Zelanda o Honolulú. Un viaje que le permitió abrir sus horizontes, conocer a mucha gente y muchas situaciones distintas que le ayudarían en sus futuras obras. Todo ello seleccionado, revisado y editado por su sobrino y presidente de la Agatha Christie Society.

(h)amor 9 amigas de VV.AA., ed. Continta me tienes


Muchas y muy diferentes perspectivas sobre la amistad y su complicaciones, puntos fuertes y débiles, apoyos y soluciones. En un nuevo número de esta colección que muestra tantas formas de amor.

Cocina casera coreana de Jina Jung, ed. Cinco Tintas

El auge del interés en la cocina coreana continúa con este recetario que busca centrarse en la cocina familiar, cotidiana y habitual. Añadiendo un conocimiento de técnicas y consejos para replicarla, para ir del arroz frito con kimchi al bibimbap o el bulgolgi y, por el camino, fermentar o cocer sopas o, incluso, montar una barbacoa coreana.

Maravillas y Delicias de Japón de Kailene Falls, ed. Tomodomo


Hay libros que son más de lo que se puede definir desde un solo punto. Este que nos ocupa, por ejemplo, tiene tres facetas distintas y, sin embargo, complementarias. Por un lado es un libro de ilustraciones relleno de acuarelas reflejando platos japoneses, pero también es un ensayo que nos propone un acercamiento tanto a las tradiciones, la relación con la comida o las maneras de prepararlas y, además, una guía de platos y restaurantes que nos explica qué y dónde podemos encontrarnos si decidiéramos hacer un viaje culinario por Japón.

Cuando el viento sopla de Raymond Briggs, ed. Blackie Books

Tras recuperar otras obras de Briggs como Ethel y Ernest o las navideñas El Muñeco de Nieve y Papa Noel parece que finalmente le toca turno a la más conocida de sus obras, esa que conmocionó a toda una generación mostrándoles lo que el autor pensaba que sería la vida tras un ataque nuclear desde los ojos de un matrimonio inglés jubilado. Una mezcla de tierno costumbrismo al que la gravedad de la situación otorgaba una pesada carga extra. No es la más alegre de las obras, pero siempre logra parecer pertinente.

Las hermanas invierno de Jolan C. Bertrand y Tristan Gion, ed. Errata Naturae

Un libro ilustrado que es más de lo que parece, porque la las aventuras de estas dos hermanas que son también inviernos, la Hermana Grande con su frío extremo y sus ventiscas, y la Hermana Pequeña con su frío leve y casi dulce, es también un acercamiento a las mitologías nórdicas o el folclore escandinavo. Y es que la Hermana Pequeña ha desaparecido, así que ya solo queda la Hermana Grande, desconsolada, llevando los inviernos a un extremo nunca conocido. Por eso Ragnar decide buscar a la Hermana Pequeña. Y por eso el joven Alfred decide seguir a su tío, sin que este lo sepa. Pero cuando su tío desaparece solo quedará una misteriosa mujer-zorro junto a la que vivir su gran aventura.

Un gusano sabroso y regordete de Katarína Macurová, ed. Combel 

Una historia de humor con amistad al fondo, un trío de amigos que lo hace todo junto, uno que decide buscarse otro plan y encuentra un gusano. Uno que parece que se resiste a salir.

Diez en la cama de Katrina Charman y Guilherme Karsten, ed. Combel

Un cuento que sirve tanto para contar, como para ir a la cama e, incluso, para ver a los animales. Acompañados de unos dibujos divertidos y, por supuesto, de algo de humor. Aunque sea antes de dormir.

Nos leemos.


Viendo Churchy (USA) me queda claro que las cosas de Iglesias es ya un género propio en USA, se nota que pasan mucho tiempo y ofrecen un grupo de espectadores. En este caso presupongo que más allá de elementos de drama están intentando ir por la comedia. Aquí estamos con una obra más cercana a Good News o Church Folks pero con las calidades de producción y desarrollo de Tyler Perry. Poco presupuesto, un grupo de personajes esquemáticos y un humor que… bueno… supongo que tiene gracia si has estado ahí. Porque si no… en fin.

Es curioso lo fuerte que esta serie tailandesa intenta parecer coreana y, sin embargo, que se note que es tailandesa. Me refiero a Game Chon Khon Sot (O) (TA) o เกมชนคนโสด o Ready, Set, Love, que usa un batiburrillo de premisas para -sin embargos- ofrecer una idea relativamente sencilla de comprender. La idea es algo así como Los Juegos del Hambre pero esta vez para casarse. La excusa es que es un mundo alternativo en el que una pandemia redujo en los años setenta la cantidad de hombres que nacían. Así que ahora están en una ‘granja’ de la que cada cuatro años salen unos pocos para buscar esposa… en un reallity. (Como están en la séptima temporada parece claro que antes tendrían alguna otra manera, pero bueno, entiendo que alguien al menos se ha pensado que antes de los ’00s no era TAN habitual ese tipo de programas. Sino, más bien, date shows como… Contacto con Tacto) A partir de esa premisa vamos al siguiente paso: Una mujer a la que no le interesa el asunto pero que acaba entre las participantes -por supuesto-, los cinco candidatos de este año -que son, además, una especie de idols que usan para vender cereales, cremas, leche o lo que sea- y el equipo técnico / artístico del programa en cuestión. Que, sinceramente, no sé qué retos tiene, un poco como en Los Juegos del Hambre. ¿Qué más dará lo bueno que sea el circo si no hay otro circo? Pero bueno, finjamos que realmente a alguien le interesan los ratings. Lo cierto es que es posible que lo mencionen, porque en el piloto se mencionan -a veces incluso desarrollan- incluso ideas que parecen más o menos lógicas con esta premisa como el que vendan que la única relación posible y buena es la de matrimonio entre un hombre y una mujer. El resultado de todo esto es la típica serie agradable, supongo que con algún giro dramático en el futuro porque, en fin. Pero al menos este largo piloto ha servido para algo.

Bueno, pues parece que las series de influencers van a quedarse. Así que aquí tenemos Hé bǎi mǎn ròu dìyù dú rì (O) (TW) o 何百滿肉 地獄毒日 o The Accidental Influencer, que es una parte de Mujer Desastre -un género que parece igual de en expansión- con otra de ‘romance’ o algo. ¿Comedia sobre el mundo de las citas? Ah, y además se reivindica como ‘basada en hechos reales’. Francamente, poco nos pasa. Pero bueno, que eso, el sentido del humor peculiar propio de las producciones asiáticas, y las reflexiones que os podéis imaginar. Pues bueno.

¿The New Look (USA)? More like The MEH Look. Perdón. Pero lo cierto es que esta serie nueva sobre el ascenso de Dior parece más un otro ejemplo de cómo Apple TV+ ha decidido que ya no quiere ser HBO, que quiere ser Netflix. Allá cada uno con sus decisiones, pero darle un aspecto lejos no ya de un cuidado estético sino de una intencionalidad que hemos podido ver en FX, incluso en FX en HULU. Es como volver a esas películas para televisión sobre ‘hechos notables’. Pero en peor, porque el tiempo ha pasado para todos y lo que en los noventas podíamos comprender contextualmente ahora… en fin. Le falta atrevimiento para ser un Grandes Relatos. Esto es otra cosa. Es tomar DECISIONES. Poner esos acentos… ¡En lo que se supone que es una serie sobre modistos! Pero ni modistos, ni modistas, ni modistes, aquí tenemos una creación mediocre en la que parece que lo más importante es enfrentar la figura de Dior y de Coco Chanel, usando a los Nazis de fondo y tratando de defender… sinceramente no tengo muy claro que. ¿Defender a Dior de que él también hizo tratos con los Nazis aunque menos o de otra manera que Chanel? ¿Que es que todo el mundo tenía buenos motivos para hacer tratos con los nazis? ¿No mencionar que el sastre de los nazis fue -como es normal, porque llevaba en el partido desde el 31- Hugo Boss? En fin, el resultado es tan genérico como esas novelas con una mujer de espaldas mirando hacia un infinito que aquí sería una ciudad francesa en la SGM. Que tarde menos de un cuarto de hora en mostrarnos un intento de violación creo que también habla mucho de lo que vienen a traernos. Así que el resumen es que es una obra mediocre, con un piloto que dura demasiado y cuya mayor virtud es hacer que vayas a otros lados. Aunque sea a la serie de Balenciaga que, total, solo vestía franquistas.

Bueno, pues [adult swim] ha estrenado el espantajo este de Ninja Kamui (O) (JP) que auna la falta de recorrido en la trama en su piloto con la deficiente animación que se va convirtiendo en la norma -aunque lo cierto es que hay días en las que creo que ‘animación deficiente’ define casi cada década a poco que las empresas (no siempre las creadoras) quieran ahorrar dinero-, y con un inicio de trama o algo. Parece mentira que a estas alturas los capítulos piloto se puedan hacer tan mal que te pases más rato tentado a darle al doble de velocidad o directamente a avanzar a ver si pasa algo, para que luego al final resulte que lo han usado como un prólogo que prácticamente no te ha contado nada. Y que, como tal, poco motivo ofrece para seguir viéndolo.

Entre tanto estreno especial, muestra y ‘ahora sí que sí que es el estreno’ ha sido difícil decidir cuándo tocaba hablar de Rock Paper Scissors (USA) y si estábamos viendo una previa o lo que había es lo que era. Lo cierto es que no hay mucho que contar. Alguien debió de pensar que era buena idea hacer la clásica serie infantil con tres protagonistas en las que uno de ellos es simplón y fortachón (piedra), uno de ellos es el listo y cauto (papel) y uno de ellos es el lanzado y guay (tijera). A partir de ahí meterles en aventurillas más o menos absurdas con, por una  vez, una animación decente y un poco -pero poco, que esto no es Gumball– de juego con opciones más allá del 2D clásico. El resultado es, claro, un más de lo mismo que supongo que hará gracias a su público objetivo. A mí me suena un tanto ya visto pero, bueno, en estas cosas y para ese público quizá sea una virtud, quién sabe.

Debe de ser la Semana Ninja en El Corte Inglés o algo así, porque Netflix nos trae Shinobi no Ie: House of Ninjas (O) (JP) o 忍びの家 o lo que os dé la gana. Que tiene un punto de partida que parece interesante -una familia de ninjas retirados- y un desarrollo que no – está claro que van a volver a la acción por unos u otros motivos, porque te dejan claro que lo del retiro es algo que llevan regular- en el que las diferentes vidas de los miembros de la familia quedan demasiado distintas, externar, creando muchas historias y personajes que no han sido presentadas debidamente y que (me) interesan en muy distintos niveles. Es comprensible que con tanto follón dure 55 minutos, lo que no tiene perdón es el batiburrillo que desarrolla habiendo recibido tanto tiempo. En fin, lo mismo dentro de un par de episodios está todo más organizado e interesante, pero no me han quedado demasiadas ganas de averiguarlo.

Una cosa que no entiendo de esto de las series es cuando deciden hacer una película pero por episodios. Todo eso de ‘no es una serie, es como una película de seis horas’. ¿Pero quién querría ver seis horas de… bueno, no, tres horas de Too God to Be True (UK) ? Si como base para una película de Lifetime claramente necesitaría subir el locurón y bajar la duración para cualquier otra cosa está claro que no vale. Porque, a ver, una madre soltera que trabaja de limpiadora en distintos puestos que de improviso recibe una oportunidad por parte de un señor rico que le ofrece un gran trabajo, regalos caros y empieza a ponerle ojitos. Lo único destacable es que parece fijarse más en su hijo que en ella y, sinceramente, por muy ‘oscuros motivos’ estoy seguro de que en el canal no se van a atrever a ‘ir allí’. probablemente se limiten a una historia en la que el millonario quiere convertir al niño en alguien ‘como él’ o alguna estupidez similar que termine con un plano del niño haciéndole zoom al ojo para que quede en duda qué es lo que va a ser de él. Vamos, el clásico The Final Chapter. En fin, yo qué sé cómo hacen estas cosas. Supongo que podría valer para algo si… no sé… tienes mucho que planchar o algo.

Puf, Tracker (USA), puf. Supongo que la CBS tiene sus gustos propios, pero lo cierto es que si algo me recuerda esto es The Finder, aquel intento del creador de Bones de sacarse una serie nueva –spin off, spun off, según a quién preguntéis- que fracasó en menos de 13 capítulos. Pues esta es peor. Porque si el uno tenía una especial habilidad para encontrar cosas este la tiene para encontrar personas. Pero te venden desde el minuto uno una suerte de historia de fondo ridícula que hace que el protagonista no pueda descansar ni un momento, sin que realmente tenga mucho sentido con lo que se nos cuenta. También porque los primeros minutos son especialmente lentos y sin más objeto que hacernos entrar a la historia desde un punto de vista externo que ni nos importa ni nos interesa. No nos cuenta cómo ha llegado ahí, ni tiene más valor que ser el punto de vista de alguien rescatado. Que se centre a continuación en el dinero supongo que intenta explicar esta diferencia, peor lo cierto es que parece sobre todo mal escrito. Y esa mala escritura va a seguir durante todo un capítulo que nos muestra cosas que no solo no aportan sino que, en general, hacen que nos importa menos el protagonista, sus ayudantes o sus tareas por mucho que intenten gritarnos que es un grupo que refleja una diversidad. En fin, un espanto al que no sé yo si la Superbowl va a ayudar demasiado.

Terminamos la semana con una serie que tiene más ganas de ser de lo que ofrece, The Vince Staples Show (USA), que parece una de esas series que Comedy Central hacía hace unos años para intentar darle un giro a la comedia absurda. El problema es que no tiene mucho más que ofrecer en lo que parece un intento de explotar Atlanta con un rapero como protagonista. Un rapero real, quiero decir, pero en lo que parece intentar mantener ese tono y ese absurdo. El problema es que, por mucho que esto sea un giro en un formato creado originalmente para YouTube, no es lo mismo tener a un rapero reconvertido en actor y cómico que a un cómico y actor reconvertido en rapero. Y se nota. Vamos que si se nota.


¡Libros que Salen! Galchen, «Mickey en el campo de Gurs», Jansson y más

¡Que entre la pila!

Mickey en el campo de Gurs de Horst Rosenthal, ed. Reino de Cordelia


En el campo de concentración de Gurs, creado para creado inicialmente por el Gobierno francés para recluir a soldados republicanos españoles y de las Brigadas Internacionales, el dibujante judío alemán Horst Rosenthal decidió hacer una obra para contar lo que era su día a día. Lo hizo en tres obras, de las que aquí tenemos una en la que decidió usar al personaje de Mickey para dirigirse a un público más infantil y explicarle lo que pasaba. Pero, claro, no deja de estar contándole la crudeza de la realidad, por mucha ironía y humor que quisiera ponerle, de manera que el resultado es una peculiar visión en la que se nos cuenta el genocidio en forma de tira de prensa.

Todo el mundo sabe que tu madre es una bruja de Rivka Galchen, ed. Tránsito

En los inicios del S XVII, entre la peste y el inicio de la guerra de los Treinta Años, una viuda de un pequeño pueblecito alemán es conocida por sus remedios de hierbas, también por el éxito de su hijo mayor. Y por meterse en los asuntos ajenos. Así que una acusación de brujería no parece tan insólito. Pero pondrá en marcha una serie de movimientos, incluyendo el relato que de su versión de la historia hará esta mujer, Katharina Kepler, a un amigo y vecino. Al fin y al cabo, ¿cuántos secretos se pueden guardar en un pueblo en el que la superstición y el miedo parecen ganar terreno?

Juego limpio de Tove Jansson, ed. Minúscula

Aquello que se llama autoficción como algo novedoso puede ser rastreado antes, por ejemplo en esta obra de Tove Jansson, que podemos ver como una novela o una gran colección de viñetas, de fragmentos de la historia de dos artistas que han decidido compartir su tiempo juntas, pero respetando su espacio y sus necesidades. Con todo el hermoso estilo que podemos esperar de la autora.

¡Arde, bruja, arde! de Abrham Merritt, ed. Beetruvian

En esta particular obra que mezcla a gangsters, médicos y brujas (no confundir con la película del mismo título que adaptaba el Conjure Wife de Fritz Leiber) un doctor debe descubrir la inexplicable dolencia de un jefe mafioso y qué tiene que ver con Madame Mandilip, dama de la magia negra, y sus conocimientos de vudú para lograr esclavos carentes de voluntad propia.

Doctor No de Percival Everett, ed. De Conatus


Vuelve Percival Everett con otro de sus libros que hacen crítica de la sociedad actual a partir de un aparente absurdo. En este caso un profesor de matemáticas experto en nada que hace nada. De ahí que un villano que quiere entrar en Fort Knox para robar una caja de zapatos que contiene nada esté decidido a convertirlo en su socio. Un sinsentido aparente que nos muestra la salvación en lo cercano, en las relaciones auténticas por disparatadas que suenen.

La masacre olvidada de Andrea Camilleri, ed. Destino


Nuevo relato histórico de Andrea Camilleri, en un libro que parece que no lleva portada creada por IA de Destino, en la que se nos habla de cómo la memoria histórica es necesaria usando las masacres de 1848 y la posterior barrida bajo una alfombra de lo sucedido, algo que permitiría a las familias responsables una riqueza y un statu que ha continuado primero con los Borbones y luego en la Italia unificada, porque muchas veces lo único que hace falta para que hagan carrera es que olvidemos lo que un día sucedió. Por eso se ocupa Camillieri de ellos, de esos prisioneros asfixiados y quemados, de esos agricultores ejecutados por los movimientos interesados de mafiosos, de terratenientes y muchas veces de gentes que eran ambas cosas a la vez. Lo cuenta con su tradicional humor, con ese punto de amargura del que sabe que es fácil que tan fácil que la historia se olvide como que se repita.

La playa de los narcisos de Mado Martínez, ed. Algaida


Acostumbrados al fantaterror de Mado Martínez resulta curioso encontrársela aquí, en una obra propia del policíaco, con una inspectora intentando descubrir la identidad de un cuerpo sin vida encontrado en una playa, con una testigo que no sabe en qué puede creer y usando la historia para hablar del narcisismo, del narcisismo psicopático, claro, en un thriller mediterráneo.

Agatha Raisin y el manantial de la muerte de M.C. Beaton, ed. Salamandra

Ya conocemos a Agatha, ya sabemos el tipo de misterio que vamos a encontrar y cómo es más importante su (abrasiva) forma de ser y los momentos cómicos que provoca. Que ojalá le publicaran también los libros de Hamish Macbeth, pero que disfrutemos de los de Agatha mientras se los publiquen.

En el oscuro corazón del bosque de Naomi Novik, ed. Umbriel

Esto, que parece la recuperación de Un cuento oscuro con nuevo título, nos ofrece este giro a la historia de la muchacha y el dragón, con un estilo folk muy pronunciado, tenemos a una joven convencida de que su amiga será la próxima elegida para servir al Dragón, un mago que les protege de la magia oscura del bosque. Sin embargo será ella la que tenga que lidiar con él, solo que las cosas, incluso las más oscuras, se ven diferentes cuando se enciende una luz -o una chispa- en su interior.

La Riada (1, Blackwater) de Michael McDowell, ed. Blackie Books

Peculiar decisión, a ver cómo le sale a la editorial, esta de publicar los distintos libritos de la saga Blackwater, seis nada menos, en estas ediciones de algo menos de 11×17, por un poco menos de 10€. Supongo que habrá que ver si comprándolo ‘por fascículos’ a la gente le resulta menos problema de lo que hubiera sido un tomo de 60€ o dos de 30€. Sea como sea, nos encontramos ante una saga familiar, con secretos ocultos, aguas turbulentas y extrañar historias sobre criaturas contadas casi entre susurros. Que comienzan cuando una joven aparentemente bella y encantadora llega para unirse a la familia principal del pueblo. Ya hablamos de McDowell como autor de Los Elementales y Agujas Doradas, habrá que ver qué tal va este nuevo trasvase de autores de La Bestia Equilátera a Blackie Books.

La sociedad no binaria de Meg-John Barker y Alex Iantaffi, ed. Egales

Conociendo como lo hacemos a Meg-John Barker de obras anteriores (Queer: Una historia gráfica o Cómo entender tu género, por poner dos, esta última precisamente junto a Iantaffi) es bueno ver que ambes autores vuelven a por más con este otro ensayo en el que hablan no solo de combatir el binarismo, también de cómo permea otros ámbitos de la vida, cómo combatirlos y cómo usarlo para entenderlos mejor a nosotres mismes. Una guía que complementa perfectamente su anterior obra y ayuda a ver a la gente y la sociedad más allá de sus códigos simplificadores.

Los extraordinarios de T.J. Klune, ed. VR Europa

El autor de La casa del Mar más azul o La canción del lobo se pasa a los superhéroes con su particular visión. Porque en un mundo en el que los héroes existen también tienen que existir los normales. Algunos de los cuales son fanes de aquellos héroes. ¿Pero qué pasaría cuando uno de ellos decide indagar más, entrenar para ser aceptado e ir descubriendo secretos sobre los héroes? En una historia que promete hablar de secretos, lealtades, máscaras y, por supuesto, amor.

El crimen es cosa de damas de Robin Stevens, ed. Alma


La colección de Cozy Crime de Alma se encuentra con el juvenil en este título en el que una joven decide ponerse a investigar pese a que le digan que es ‘unldaylike‘, poco femenino. Aquí tendremos de nuevo en acción esa reconfortante mezcla de asesinatos, misterio más o menos intelectual y, sobre todo, algo agradable en lo que entretener la mente. Para todas las edades.

Doctor Extraño: Amanecer de Otoño de Tradd y Heather Moore, ed. Panini


Con un grafismo distintivo -que supongo que intenta acercarse al psicodélico- y creo que también tiene una excusa argumental, es uno de los cómics más distinguibles de los últimos años. Como algo bueno, quiero decir.

Buscadores de cadáveres de Hōsui Yamazaki, ed. Arechi

Quizá recordéis el manga Kurosagi, servicio de entrega de cadáveres, que realizaban Eiji Ōtsuka al guión y Hōsui Yamazaki en los dibujos. Precisamente es el dibujante -al que fuera ya conocían de otras obras propias como Mail– el que firma esta obra como autor completo, de nuevo con cadáveres y escenas algo escabrosas, pero en apariencia un argumento un tanto más cercano a ese Cuenta conmigo / Stand by Me / The Body empezando por ese momento casi veraniego que incluye viajes y aventuras, como buscar por una niña desaparecida hace un par de años que iba al mismo colegio que los protagonistas. Lo que puede hacerlo parecer como algo juvenil… que claramente no es. Porque si bien hay elementos, sobre todo al inicio, del primer volumen -de tres que serán- parece tirar por ese camino en líneas generales lo cierto es que no faltan detalles sórdidos, en la parte policial sobre todo. Pero, bueno, al menos que sepáis que esto existe y que no os llame a engaño su aspecto externo.

Un año en Ellsmere de Faith Erin Hicks, ed. HarperKids
Es posible que recordéis a Faith Erin Hicks del cómic de Rainbow Rowell Pumpkinheads. Ahora vuela sola con una joven que acaba de empezar en un internado privado, uno en el que se le recuerda que está allí por una beca, la Reina del Instituto parece decidida a destruirla y… ¿Es posible que haya realmente una bestia mitológica en los bosques? Parece que, como poco, la protagonista va a tener un curso interesante. Lo quiera o no.

Lamu (Urusei Yatsura) 01/17 de Rumiko Takahashi, ed. Planeta Cómic

Recuperación de una de las grandes series de Takahashi, en una edición de 17 volúmenes, para poder disfrutar de este despendole de alienígenas, poderes especiales, vida estudiantil, amores y mucho humor, en el que ya estaban muchos de los elementos que luego harían de Ranma 1/2 un éxito. Solo que aquí con la historia de la alienígena Lamu y de su amado terrestre Ataru Moroboshi.

Juniper Mae de Sarah Soh, ed. SM

Entre el cómic y el libro ilustrado, este Juniper Mae es la historia de un mundo futurista y maravilloso… hasta que empiezan a apagarse las luces y surgir las amenazas. Es en ese momento cuando nuestra heroína, una joven inventora amante de las leyendas de la ciudad deberá buscar una manera para salvar su ciudad.

Sangre de Dragón de Jaimal Yogis y Vivian Truong, ed. SM

Una joven que se acaba de mudar, una misteriosa anciana, un huevo de dragón, y el descubrimiento de que algunas historias infantiles son ciertas. Con un dragón como mascota y fuerzas oscuras decididas a hacerse con él Grace y sus amigos deberán detener la conspiración que les amenaza. ¡Y aprender más de los dragones!

Pío, el polluelo dormilón de Aurora Cacciapuoti, ed. SM

Un estupendo álbum ilustrado sobre un pollito dormilón, o que, al menos, intenta que le dejen dormir. Porque cada cual tiene sus tribulaciones, y no se preocupan del protagonista. Y todo lo hace con esas magníficas ilustraciones tan informativas como humorística.

¿Qué saben hacer los gatos? de Abner Graboff, ed. Libros del Zorro Rojo

Parece que Libros del Zorro Rojo se anima a traernos a Abner Graboff, un conocido autor de álbumes infantiles de los años ’50s con un estilo sencillo y reconocible al que podremos ir conociendo gracias a la recuperación de esta obra sobre gatos. Gatos con estilo y actitud, por supuesto.

Nos leemos.


Empezamos mal, pero es que este Allegiance (CA) trata de poner tantas cosas juntas que acaba logrando no hacer bien ninguna. La historia policial es inexistente, los dramas familiares, culturales y profesionales son insufribles y la historia de esforzada policía incomprendida ya no es que sea copaganda -que lo es- sino que parece salida de la peor de las combinaciones sobre el tema posible, incluso teniendo en cuenta que se supone que hay una historia sobre el auge del racismo o dios sabe qué. No es malo tratar de mostrar muchas cosas, lo malo es juntarlas sin que tengan que estarlo. Por eso en los platos combinados no mezclan la ensaladilla fría con las croquetas calientes. Te puede quedar algo como… esta serie.

Una vez más una serie que no deja de ser como ver partes de otras, el mayor problema de Blackshore (O) (IR) es precisamente ese, que suena a cosas ya vistas, desde la policía con un temperamento conflictivo -que, la verdad, tampoco es que lo parezca tanto- al pueblo con secretos, pasando por el regreso a casa y todo lo demás. La parte de telenovela la maneja dentro de lo aceptable -esperemos que se desmelenen en breve, ya que parece que les importa más que lo policíaco- y sirve de forraje. Así que, bueno, al menos no es peor.

-Parece que alguien ha decidido que ahora que la obra de L. Frank Baum está libre de derechos se podía aprovechar para cosas como este Dee & Friends in Oz (USA), una serie en CGI para peques que, bueno, es exactamente lo que parece. Una niña con acceso a un mundo mágico y divertidos compañeros en él. No es que tenga mucho más desarrollo o búsqueda, la verdad -muy lejos de lo que fue aquella adaptación al anime, más cerca de aquel otro en el que Alicia iba y venía del País de Maravillas. Pero bueno, que parece que los libros no son libros, son IPs y hay que intentar sacar cosas para vender mercha.

No sé de dónde o cómo, pero lo de los actores ingleses jóvenes es una barbaridad. Un nuevo ejemplo lo tenemos en este G’wed (UK), una serie agradable que lleva inmediatamente a otras -supongo que lo más fácil es pensar en Derry Girls, yo veo también cosas de Sex Ed o Lauren Cooper, además de toda una tradición británica, claro- y que suple los temas típicos de estas series con un acento infernal liverpuliano y un puñado de grandes actores comenzando por el protagonista, un tal Dylan Thomas-Smith que parece haber salido de la nada para convertirse en una retorcida versión de Parker Lewis / Zack Morris. Creo que esta me la veré entera, a ver por dónde salen.

A veces las series pueden ser varias cosas a la vez, por ejemplo esta Luz (O) (BR) mezcla partes de lo que no deja de ser la clásica serie infantil de niños traviesos con la no menos clásica telenovela. Lo hace aprovechando para hablar de tribus indígenas brasileñas, como en una reimaginación de Blancanieves en las que alguien hubiera decidido que el plano más oscuro y el más claro podían coincidir si eran dos tipos géneros televisivos distintos. Ninguno de los cuales está especialmente bien hecho, no acaban de encajar y, desde luego, hay que conectar mucho con la protagonista para querer seguir adelante con la historia. Pero supongo que tendrá algún público, yo debería de serlo pero, muy claramente, me quedo fuera.

Parece que el drama romántico One Day (USA) tiene una nueva oportunidad, algo más de una década después de la película y un poco más desde el libro original. Reconozco que estamos tan lejos de lo que a mí me puede interesar que lo contrario, y que esta idea de que cada capítulo sea un año en el que se reencuentran a los personajes -o algo- funciona también regular. Al menos para mí. Porque lo que puede tener una cantidad de tiempo más o menos variable, en el momento en el que se estandarizae… en fin. Supongo que habrá gente a la que le guste. Pero a mí me pilla a mucha distancia.

A veces uno parece que ve series para jugar a juegos, uno de los más recientes es ¿Webtoon o Manga? Consiste en verse un piloto, en este caso Salinja Namgam (O) (CS) o 살인자ㅇ난감 o A Killer Paradox, y verlo tan lleno de tópicos (el protagonista perdedor, el investigador con peculiaridades, los crímenes sangrientos…), excusitas para mostrar cosas adultas (adolescentes: violencia, sexo, etc) y un discurso simplista que rápidamente sospechas que están adaptando algo. Y la falsa adultez suele indicar eso, o un manga o un webtoon. Por si os lo estáis preguntando… Era lo segundo.


¡Libros que Salen! Buford, «Ven a este tribunal y llora», Szymborska y más

¡Que entre la pila!

La transmisión del sabor de Bill Buford, ed. Anagrama

Buford es un periodista… peculiar. Lo demostró en su libro sobre el fútbol inglés, luego en el de la cocina italiana… y ahora, que repite en el mundo culinario pero, esta vez, se va a Francia. Para hacer un curso en la Bocuse, ser aprendiz en un restaurante de una estrella e ir descubriendo los momentos de disciplina y autoritarismo, tanto como los productos y las técnicas que tienen un sentido y un sabor propios. En fin, un nuevo ejemplo de periodismo gastronómico.

La persecución a los nazis por medios legales se encontró, con el tiempo, ante un problema: Los testigos iban muriendo. Así que aunque se siguieran encontrando a estos seres o a sus enriquecidas familias, se iba haciendo más complicado que pagaran y repararan. Precisamente a partir de esos hechos tan espeluznantes como reales, es ante lo que la autora decide escribir este libro sobre esos problemas legales y esa manera en la que parece que aquel holocausto fue quedando relegado por nuevos horrores.
Así, un poco de la nada, nos llega el aviso de que Visor va a publicar la Poesía Completa de la gran Wisława Szymborska. No negaré que tengo mis preguntas sobre la edición que Visor pueda realizar, pero absolutamente ninguna sobre la poesía de Szymborska. Así que vaya lo uno por lo otro y, al menos, sabed que esto existe.
Corridos tumbados de José Manuel Valenzuela Arce, ed. Ned
Evolución de los corridos mexicanos de toda la vida, estos tumbados o bélicos -entre otros nombre- son una aproximación que los hibrida con otros estilos ‘urbanos’ más modernos. Algo que lleva solo unos años en desarrollo pero que el pasado pareció llegar a suficiente exposición mediática como para que ya haya salido esta obra hablando sobre ellos. Y, como tal, parece interesante mencionarlo aquí.
Pues aquí tenemos una nueva selección de relatos cortos -tan cortos que caben 35 en las 164 páginas- que, como es habitual en Kago, pasa de lo cotidiano a lo grotesco con rapidez, usándolo bien para mostrar el absurdo o lo terrorífico, muchas veces con cuerpos extraños y humor negro.
En un momento en el que el Drag ha pasado a ser más conocido -aunque no cotidiano- pero también más atacado, parece que esta historia de la Tita Tío que entre semana es un contable que ayuda con los deberes de matemáticas y los fines de semana canta y baila. Desde la perspectiva de un sobrino que la adora y que ve cómo tiene que convertirse en una heroína durante un desfile del Orgullo. Porque les peques no tienen ningún problema con estos señor princesa.

Nos leemos.


Curiosa aunque un tanto dispersa esta Ài ài nèi hán guāng (O) (TW) o 愛愛內含光 o Let’s Talk About CHU que, en realidad, se supone que habla sobre sexo pero lo hace pero lo hace para hablar de amor. A partir de la protagonista pero extendiéndose también al resto de su familia. la idea en si no es mala, pero lo cierto es que tanto la configuración familiar como el tipo de historias que parece que vamos a ir siguiendo de cada uno de ellos: Los padres tienen un enfado, la hermana no logra que su marido le haga caso, el hermano tiene una especie de frustrante relación a distancia, y ella está en una relación de ‘amigos con derecho a roce’ con sus propias particularidades. Todo ello más cercano de lo que podría parecer, y como punto de partida de a saber lo que acabarán haciendo. Supongo que si te gustaba With Love esta valdrá como sustituto. Aunque aquí te prometan sexo cuando quieren decir amor.

La enésima serie de Organización Criminal de Netflix intenta jugar, además, las bazas de true crime y biografía. Lo cierto es que este Baby Bandito (O) (CH) no saca más que un cierto rédito a un poco de humor y carisma, porque todo lo demás son las idas y venidas, y personajes más o menos tradicionales, que uno puede esperarse de esto. Un más de lo mismo que reconoce desde el principio que han cambiado lo que les ha dado la gana de la historia real. Pues bueno, ellos mismos.

A veces un chico solo necesita una mierda pinchada en un palo. Irónicamente que Doctor Slump (O) (CS) no la tenga no la hace mejor serie. Tampoco es exactamente peor, simplemente una mala decisión de nombre que intenta usurpar otro bien conocido para contar una de dos médicos con un pasado común, en un punto bajo de sus vidas personales y profesionales. Este piloto es completamente piloto, colocando a los personajes en el tablero y dejando para el segundo capítulo el ver cómo continúa. Lo cierto es que la situación en la que los ponen no me interesa gran cosa y los actores tampoco hacen mucho más, así que creo que esta me la salto. Así tengo hueco para revisar… yo qué sé… algún anime antiguo.

Lo mejor que puedo decir de Domino Day (UK), lo que puedo decir que es lo más interesante para mí, es que haya decidido abordar el fantástico hablándonos de los Obeah, una de las tradiciones africanas mágicas más extendidas entre la diáspora a partir de las colonias caribeñas británicas y que parte de distintas tradiciones de distintas regiones del este de África. Así que algo es. Porque el resto – una joven que usa unos poderes innatos para quedar con hombres, robarles la fuerza vital y el dinero, una especie de grupo de brujas, una serie de alegres muchachitos complicando la vida (afectiva o no) de la protagonista- son más o menos lo de siempre. Que no parezca saber de dónde sale esto supongo que servirá para que el espectador lo descubra con ella, y todo lo demás será el cebo del misterio que se supone que hay a su alrededor. Pero es una lástima lo que le cuesta hacer o contar nada. Porque es cierto que no parece tener mucho presupuesto, pero rara vez el problema principal en estas series es el presupuesto.

No esperaba yo a estas alturas una versión india de la serie Revenge, pero aquí estamos, con este Karmma Calling (O) (IN) que mantiene las dos casas, el símbolo de infinito doble entrecruzado, y las traiciones. El punto de partida parece un tanto más tranquilo, pero supongo que con esta serie hay que ir esperando -aunque se mencionan ya a los ninjas en el piloto-. En cuanto a la actuación… un tanto promedio, la mejor es -claro- Raveena Tandon, que, sin embargo no se recrea en el culebrón. Pero bueno, a ver cómo sigue.

Supongo que lo más de agradecer de este Mr. & Mrs. Smith (USA) es que hayan decidido separarse de la película. Que luego hayan tomado una serie de particulares decisiones en las que vemos que es exactamente lo opuesto a aquella: En lugar de un matrimonio descubriendo que cada otro es un espía y enfrentándose aquí tenemos una misteriosa agencia que ‘monta’ equipos entre desconocidos para hacerse pasar por matrimonios a la hora de ejecutar misiones. De esta manera tenemos tanto la parte de espías -ligeramente relegada, la verdad, y más como un gancho de quiénes son y qué quieren que otra cosa- y lo que les interesa contar: La creación de un… algo… a partir de los dos protagonistas forzados a ‘ser’ pareja. Supongo que es un ‘fake dating’ de manual. Lo cierto es que se nota que es la parte que les interesa más, como en una especie de precuela de The Americans, pero sin el contexto o los intereses de aquella. De momento en el piloto se nos muestran las cosas más… vamos a decir ligeras. Supongo que según evolucione iremos viendo otras cosas. Quizá incluso algo de acción en su parte de espías. En fin, le daré un par de capítulos más a ver.

Hablando de premisas que suenan interesantes pero luego hay que hacer algo con ellas, resulta que Unsu ojin nal (O) (CS) o 운수 오진 날 o A Bloody Lucky Day va de un chofer que se encuentra de manera inesperada con que está transportando a un asesino. Ya sabemos lo que puede salir de ahí (lo sabemos de hace tiempo, pero supongo que el Collateral de Mann es lo que llega antes) pero no es lo que tenemos aquí. Por algún motivo se opta por un ritmo a ratos moroso y otros simplemente apacible, por dejarnos claro que el asesino es un asesino y el conductor es un patán y por presentarnos una historia que supongo que en algún momento llegará a algún lado pero a mí me ha perdido por el viaje.