Al principio pensé que Ark: The Animated Series (USA) era fruto de alguna apuesta. Pero no. Por lo visto es un videojuego o algo y la serie lleva dando ni se sabe el tiempo vueltas hasta que ha acabado, de alguna manera, en Paramount +. A ratos parece recortes de cinemáticas de un juego, a veces parecen escenas de algo más largo, o más corto. Así que, en general, creo que esto es para fanses irredentos del juego. Como mucho.
¿Es mejor o peor este
3 Body Problem (USA) que la versión china que vimos el año pasado? Pues no es sencillo responder porque parece algo completamente distinto, aunque sea solo porque esta carga las tintas en la propaganda anti-comunista y anti-PCCH, supongo que para evitar que el senado intente cerrar
Netflx, o algo. Pero bueno, ese prólogo de
‘comunistas malvados’ supongo que deja claras las intenciones de la serie desde el principio. Donde la china era aburridísima aquí logran… no hacerla menos aburrida, que milagros los justos, pero sí hacerla avanzar de americanada a americanada hasta la victoria final. Incluyendo el gusto en demostrar que se han dejado el dinero en cosas que no necesitaban ese dinero, un tic de nuevo rico sin gusto que en Netflix parece haberse desarrollado con ganas. Es notable lo desastroso que logran que resulte todo, como si fuera la primera vez que en
Netflix se hiciera una serie, o tuvieran que demostrarle algo a alguien, y no llevaran 12 años, desde
Lilyhammer, en estas cosas. La verdad es que es el tipo de cosa que esperaría en
Prime -Aunque
The Peripheal era mucho mejor que esto-. No exactamente un desastre, muy lejos de ser una serie apreciable. Tendrá su público y no seré yo. Ya me ha costado aguantar la hora y pico de estupideces de una serie que parece que lo único que tiene claro es que quiere demostrar el dinero y las capacidades, antes que ofrecer una historia o tener un estilo o tema. Hasta el punto de que llegué a considerar si tendría sentido comentar mucho más, como no creo que lo tuviera hacerlo de una demostración de imagen de un televisor.
La historia de
Boku no Itoshii Youkai Girlfriend (O)(JP), o
僕の愛しい妖怪ガールフレンド, o
My Undead Yokai Girlfriend, es particular. Por un lado hay una ‘novia a la carta’, por el otro hay una maldición. En realidad está todo relacionado, claro. Pero frente a otros inicios que podrían ser como
Weird Science aquí parte de la magia y se presenta un interés al margen que, supongo, vertebrará alguna trama. Supongo que tendría que ver el segundo capítulo para ver cómo va a ser la relación entre los protagonistas, también con los secundarios, y a ver qué más tramas se ponen por delante. Pero quizá esa misma situación de haber contado solo la mitad de la historia puede hacer que decidamos que no tienen tantas ganas de contarlo. Ambivalencia.
La capacidad de los británicos de montarte una serie de la nada tomándose en serio lo que podría ser una excusa para un telefilme de
Lifetime no dejará nunca de sorprenderme. Más aún cuando llega una como
Coma (UK) en la que un hombre en crisis -magnífico
Jason Watkins, como de costumbre- ve su vida caer por el habitual sumidero debido a circunstancias yo diría que fundamentalmente externas. Un estudio sobre el hombre de mediana edad asustado por el presente que podría tener algo de mitin electoral pero que, sobre todo, demuestra como una buena elección de actores puede ayudar a punto de partida ciertamente ridícula a seguir adelante. Todo un logro.
Una pequeña y agradable sorpresa esta
Davey & Jonesie’s Locker (CA) que reúne parte de lo que podríamos llamar el estilo de
Bill & Ted y lo aplica en lo que podría haber sido una serie ochentera/ noventera juvenil (Pensad en
Sliders o en
Otherworld). Un multiverso distinto entrando y saliendo de las taquillas. Todo ello reciclando espacios, con algún estilo de humor y poco dinero -quizá de manera discreta, quizá porque piensen que así tiene más gracias-, pero lo cierto es que el desparpajo y la desvergüenza logra hacer algo pequeño, consciente, pero memorable.
A veces las series solo aparecen, supongo que por acuerdos y similares. Pero así me he encontrado en
Netflix con esta
Da tang di gong an (O) (CH) o
大唐狄公案 o
Judge Dee’s Mystery, una serie china histórica y de misterio -en ese orden, por cierto- que dice estar inspirada por los libros del holandés
van Gulik. Cosa sobre la que, la verdad, tengo mis serias dudas. Mi problema principal es que los casos parecen durar demasiados capítulos. Me he visto tres y aún no han resuelto el primer caso. Que dice que serán 32 capítulos, pero no me puedo creer que vayan a dedicarle todo ese tiempo, así que imagino que irán, poco a poco y con tranquilidad. Sea como sea, una serie de esa de tener de fondo mientras haces otras cosas, no muy molesta, no muy emocionante, un tanto de cartón piedra.
Quizá lo mejor de la semana,
Diarra From Detroit (USA) tiene como mayor problema un piloto en el que intenta demasiadas cosas a la vez. Con eso y todo, el humor de la protagonista y la decisión de hacer una serie de misterio distinta -aunque parezca una versión invertida de
Search Party-. Una mujer recién divorciada tiene su primera cita tras todo el asunto, todo parece ir bien pero el chico no responde. A partir de ahí decide investigar porque está SEGURA de que algo ha tenido que haberle pasado. Mientras toda la gente a su alrededor la mira con desconfianza, y algo de pena. Con eso y todo logra mantener el humor, presentar a una -algo extensa, algo llena de eventos- galería de secundarios, y la trama de suspense -que podría serlo… o no- me parece interesante. Así que vamos con ella, a ver cómo sigue. Esperemos que no se desinfle.
Parece que la idea de hacer cosas juveniles con coreanos -¿sobre coreanos?- sigue adelante, esta vez con
Gangnam Project (CA), que sigue la historia de una joven de de ascendencia coreana que viaja para allá para profundizar en ella y acaba en una academia de K-Pop porque por supuesto. Es algo relativamente sencillo, supongo, e imagino que tendrá su público. Pero me temo que de lo que llevamos visto últimamente no es muy…. No es.
En el lado bueno, esta
Palm Royale (USA) no es lo peor que
Apple ha estrenado en 2024. Y, además, tiene un reparto lleno de gente con talento. Un reparto femenino. Por algún motivo en el masculino han decidido tirar con decisiones… peculiares. ¿Por qué está intentando Apple hacer una serie de
Ryan Murphy son contar con el propio
Murphy o algún estrecho colaborador? A estas alturas creo que he dejado de intentar entender las ‘estrategias empresariales’ de Apple, la verdad. Pero contar con
Ricky Martin en el centro, usar a
Dominic Burgess sin darle con lo que jugar, o… bueno, casi todo lo demás… es casi tan ridículo como tener a
Carol Burnett y dejarla en una cama tumbada todo el episodio. Quizá parte del problema es que está sobrepoblada, que muchos de los papeles parecen puestos al azar –
Allison Janney está especialmente fuera de lugar, diría que lo más fuera de lugar que la he visto nunca… y eso que viene de
The Creator– y que la historia central… no podría darnos más igual. El personaje de
Kristen Wiig solo es patético, pero aparentemente no muy dañino, más bien digno de una cierta conmiseración. Probablemente por eso ella encarna esta serie.
Primero un manga en un solo volumen, luego una película y ahora este
Sand Land (O) (JP) es algo así como la versión extendida de la misma, en teoría de manera nueva -incluidas escenas que no aparecían en la película- y luego unos episodios más con una historia nueva del ya difunto
Akira Toriyama. La animación es mucho mejor de lo habitual en
Netflix -incluso teniendo en cuenta que sin duda Toman Decisiones- y la historia, postapocalíptica y con temática de sequía -algo que sin duda puede dar para discutir si la obra original estaba adelantada o si nosotros hemos ido retrocediendo- puede llegar a aparecer algún tipo de introducción a un videojuego, y quizá le falte algo de humor, pero supongo que esto es lo que hay.
Supongo que habrá que pensar que lo bueno de
The Trades (CA) es que ofrece un vistazo centrado en la clase obrera, aunque lo malo sería cómo la retrata. Bastante antigua. Y la sensación de que van a intentar imponer un ‘esa visión es anticuada y hay que ir a la novedad, pero tenemos que entendernos ambos’ o algo así. Por lo menos el personaje central, con todas sus cosas, parece un buen tipo. Que es, supongo, la idea detrás del movimiento. En fin, ojalá fuera graciosa.
A veces es difícil saber si estás ante una carta de amor a algo que ya no existe, o ante un caso de necrofilia. Esta
X-Men ’97 (USA) toma tantas decisiones en seguir lo que hubo hace ya 27 años. La imitación es claramente una decisión, imitar el estilo… ahm… de calidad reducida de aquellos años, incluso más que la decisión de contar de nuevo con las voces de entonces como si no hubieran pasado… una vez más, 27 años. La parte buena es que el guión, obviando la necesidad de tener una cierta idea de dónde venían o en qué estaban, o conocer los personajes, incluso para apreciar los paralelismos que trazan entre Jubilation Lee y Roberto da Costa. O el giro final del piloto. En fin, que esto no sé si atraerá a gente que tenga menos de 30 años, o a los que tengan más pero no lo conociera, o no haya seguido mutantes, o no esté por la labor de los culebrones superheróicos nostálgicos retro. Pero seguro que al resto le gusta.