¡Que entre la pila!
– El buzón de las impuras de Francisca Solar, ed. Umbriel
La autora chilena Francisca Solar de la que ya hemos tenido oportunidad de leer algunos libros como La vía Damna o Los últimos días de Clayton & Co., nos cuenta ahora una historia que -en teoría al menos- no pertenece ni al fantástico ni al terror. En su lugar nos cuenta la historia de unas mujeres que perecieron en un pavoroso incendio, uno en el que la Iglesia estaba tan por medio como las clases altas chilenas, hasta el punto de que se cerró la investigación casi sin hacerla primero. A partir de ahí llega esta obra, con dos personajes centrales ficticios, usados para la reconstrucción de un proceso real en el que el lugar de las mujeres y su sumisión dentro de la iglesia tenían una parte tan importante como esa caja que sobrevivió en la que ellas se confesaban: El buzón de las impuras.
– Chelsea Girls de Eileen Myles, ed. Las Afueras
Una de esas obras capitales de la literatura queer estadounidense que, sin embargo, han tardado en llegar a España. Cercana a la biografía en su interior, con la autora narrando su juventud en la Nueva York de ’70s y ’80s dentro de la escena underground con el consabido drogas, alcohol y sexo. Una historia agridulce al que ayuda el humor propio de la autora para presentar la lucha entre su familia conservadora y sus deseos de libertad y rebelión.
– La guía de los Baldíos para viajeros precavidos de Sarah Brooks, ed. Umbriel
Una nueva autora con una propuesta peculiar, y es que en esta historia ambientada en el S XIX nos encontramos con un mundo lleno de prodigios y con un tren transiberiano, la única manera de acercarse a los páramos y sus moradores. Un viaje que ha estado interrumpido porque algo sucedió a los últimos viajeros… aunque ni estos logran recordar el qué. Pero ahora se reabre, con una serie de personajes que se suben a él lo hacen por distintos motivos: una mujer doliente, un naturalista caído en desgracia, un polizón o una pasajera que parece tener un propósito oculto para su viaje. Una oportunidad de mezclar fantástico, thriller, terror y, claro, gótico. En un tren.
– La turista de Yun Ko-eun, ed. Reservoir Books
Una parodia sobre el turismo por parte de una autora surcoreana que muestra una visión de la irresponsabilidad del mismo casi tanto como de los que buscan lucrarse con estos turistas que nunca parece saberse en qué se detendrán.
– Los niños están mirando de Laird Koenig y Peter L. Dixon, ed. Impedimenta
¿Hasta qué punto son inocentes los niños? Sin duda los lectores de La chica que vive al final del camino pueden imaginar la respuesta, y es que estamos aquí de nuevo con Laird Koenig, esta vez toca recuperar su primera novela en la que le acompañaba el guionista Peter L. Dixon (conocido por Danger Bay sobre todo, pero que transitó la televisión de los setenta y ochenta con soltura) y en la que tenemos a cinco pequeños mocosos, insufribles y racistas hijos de unas estrellas de cine que les han dejado solos con la niñera. Pero… ¿Dónde está la niñera? ¿Qué está pasando ahí? ¿Por qué los adultos se empeñan en interferir? Especialmente ese tipo que va por las noches a mirar por las ventanas. Al fin y al cabo, ¿qué pueden haber hecho cinco niñitos por muy insoportables que sean? ¿Quién les podría desear algún mal? ¿Quién puede matar a un niño?
– Cuentos de amor y muerte de Daria Pietrzak, ed. Dilatando Mentes
Nuevo libro de Pietrzak, esta vez toca relatos. Una colección de ocho en la que da vueltas a sus temas habituales en los que el horror y el dolor están, pero también un acercamiento al amor, a los secretos guardados, a las sombras que crecen detrás de los ojos y que son parte de lo que constituye la oscuridad. Todo para ofrecer una mirada, distinta pero no mucho, de lo que ya esperamos de esta autora.
– Amor y otros desastres de Sophie Kinsella, ed. Newton Compton Editores
Tanto tiempo más tarde y aquí tenemos a Kinsella de nuevo, con una nueva comedia romántica en la que una mujer estresada decide tomarse unos días para ir al hotel al que solía ir de vacaciones con su familia cuando era pequeña, un encantador hotelito junto al mar… solo que es temporada baja, el tiempo es frío, el hotel se encuentra algo desmejorado y el otro huésped del hotel le parece insoportable. Así que ya vemos cómo en sus nuevas obras Kinsella intenta recuperar aquella chispa del pasado.
– Anarquía y perros viejos de Colin Cotterill, ed. Amok
Pues aquí estamos, ya con la cuarta escena de la serie del Doctor Siri Paiboun, que sigue en su papel como forense nacional de la República Democrática Popular de Laos en 1977 pero que esta vez se va a encontrar con un complot para derrotar al Politburó, y lo hace como todo: Reluctante, rodeado de amigos y allegados aparentemente tan poco convencionales como él, con mucho humor y explorando la parte humana -pero también la histórica- de un país revolucionario y rural.
Un caso real que recuerda que no todo es como se intenta que lo recordemos. Porque el colectivo anarcosindicalista Video-Nou, en activo entre 1977 y 1983, organizó durante la Transición ese Servei de Vídeo Comnitari, lanzado en 1979, un servicio de historias y noticias al margen de la oficialidad, uno que sirviera a los vecinos para estar informados de lo que los medios -por supuesto los escasos canales y los muy dominados periódicos- no contaban, mediante una propuesta que pretendía difundir el vídeo como manera de transmitir el conocimiento, de expandir el vídeo y favorecer la televisión local. Pero esa misma situación casi-al-margen y esa necesidad de la oficialidad de controlar la información rápidamente chocaría con su proyecto. Y de eso, precisamente, trata este libro.
– Él/ Ella/ Elle de Schuyler Bailar, ed. Tendencias
El divulgador, autor y nadador Schuley Bailar ha escrito un libro que va más allá de sus experiencias como hombre trans, para ofrecer una guía -que en parte podría servir como introducción- que explica que no es una elección, habla de los pronombres y su importancia, de la utilidad y necesidad de la cirugía de afirmación de género o por qué el deporte es bueno para todes les niñes, trans incluides. Una obra escrita desde la confianza y el cariño, tanto para todo el mundo.
– Cumpleaños total (8, Leñadoras) de VV.AA., ed. Sapristi
Dos años llevábamos sin noticias de nuestras leñadoras -más o menos- pero aquí estamos de nuevo.
– Maelstrom: Príncipe del mal de Lorian Merriman, ed. Astronave
Maelstrom es un Príncipe del Mal, un Demonio. Se dice que le colocaron en la cuna del heredero al trono, intercambiándole, para que los demonios pudieran hacerse fuertes en el reino. Empezando por la regente, su madre. Pero… Ni todas las leyendas son ciertas, ni todos los planes salen como se esperaba. Porque Maelstrom se aburre. Se aburre tanto que cuando se encuentra con una joven que pretende derrocarle portando la Espada de la Virtud decide que la Resistencia parece más divertido que seguir viviendo en el Castillo. A partir de ahí tendremos humor, aventuras, acción y… Magia negra.
– El acuanauta de Dan Santat, ed. Astronave
Animales cautivos, un padre desaparecido y, por encima de todo, un parque marítimo en el que ocurren cosas. Con ese entorno es casi normal que una banda de criaturas -un cangrejo, una tortuga y un pulpo- esté pilotando un viejo traje de buzo para intentar hacer justicia. Y así, con humor y amor, habla sobre la naturaleza, el duelo, la amistad o la ciencia… entre otras muchas cosas.
– Los Piratas Cuatropatas de Jack Henseleit y Chris Kennet, ed. B de Block
Dentro de la literatura infantil/juvenil se hace esta historia que mezcla perros y piratas, ¿qué más podemos decir sobre la serie que no sea claramente obvia?
– Despierta, naturaleza de Karen Jameson y Marc Boutavant, ed. Coco Books
Tras el éxito de Sueños del bosque, un libro pensado para ir despidiéndose a la hora de dormir, nos llega este Despierta, Naturaleza en la que podremos ayudar a despertar a los más pequeños a la vez que vemos todos los animales, plantas y demás, y les saludamos en la mañana. Como siempre, con el buen hacer de Karen Jameson en lo escrito y, sobre todo, las ilustraciones de Marc Boutavant (bien conocido por Perro apestoso) creando un entorno divertido y con mucha acción, ¡que para algo nos estamos despertando!
Nos leemos.