¡Pilotos Deathmatch!

He aquí Exposure (AU) una serie que querría ser un drama artístico pero que se ha tenido que vender como un misterio, algo que se obliga a ser en contra de cualquier muestra de interés o deseo. Supongo que habrá gente a la que le apetezca eso. Gente que no soy yo.

Pues aquí estamos de nuevo, con otra de esas series ‘de época’ y ‘de empresa criminal’ que logran ser igual de aburridas en ambos campos. Esta vez se llama Hotel Cocaine (USA) y le toca a un tipo salido de la CIA, un cubano en Miami y las cosas de blabla. *suspiro* Alguien ha debido de pensar que aún se podía rebañar algo de Narcos. Que es una serie que existió.

Supongo que a veces esas ‘historia de época de mujeres en entornos con mujeres blablabla’ se llega no desde la habitual adaptación desde un libro sino desde la película que adaptó al libro. Supongo que esa versión de Ladies In Black (AU) trajo esta otra. El resultado es el esperable. Sobre todo porque llevamos tantas versiones de lo mismo en la última década -o un poco más si añadimos Mr Selfridge– que la falta de algo que lo haga destacar… hace que parezca más el piloto de una telenovela de tira diaria que esa serie ‘con clase’ que parece que -como los propios almacenes de la misma- quiere ser.

Pues aquí estamos, encontrándonos con que este Miseuteori Susadan (O) (CS), o 미스터리 수사단 o Agentes del Misterio o Agents of Mystery o…, es el mejor programa de la semana. De nuevo se trata de un… no digamos concurso, más bien competición… en el que una serie de famosos surcoreanos -cómicos, cantantes, actores- se encuentran ante una serie de retos con una leve trama (en este caso una agencia de investigadores paranormales) que se van enfrentando a una serie de escape rooms con mayor o menor fortuna. Es cierto que no resulta tan interesante como algunos de los otros parientes más o menos lejanos de la familia (Apartment 404, The Sixth Sense, The Great Escape, Busted o, incluso, Running Man) porque la trama está más ‘extendida’ -son seis capítulos con dos casos de tres capítulos cada uno- y porque la química no acaba de estar ahí, son todos muy correctos y relativamente contenidos, un tanto envarados. Pero bueno, siguen siendo un espectáculo medianamente interesante, sobre todo en una semana como esta.

Hacía tiempo que no me pasaba con una de esas series ‘ligeras’ coreanas como Najgwa Bami Dareun Geunyeo (O) (CS), o 낮과 밤이 다른 그녀 o Ella de día, otra de noche o Miss Night and Day o…, que se me hicieran tan interminable. Los títulos de crédito están muy bien pero es casi lo único bueno que puedo decir porque este capítulo para organizar el punto de partida se recrea en todas las partes supongo que pensando que nos harán gracia las desgracias de la protagonista. Pero cuando un piloto que dura más de una hora se está haciendo pesada antes de la primera media hora algún problema -o varios- hay. Por si fuera poco en el minuto 52 abren otra trama con un personaje, fiscal, que parece severo o algo así y que en realidad tiene otra historia que a estas alturas ni me va ni me viene porque solo quiero que termine el piloto y pueda seguir con mi vida. No dura mucho -unos 3 minutos- antes de volver otra vez a ‘soy vieja y gorda’. Que el remate sea ‘he logrado una interinidad porque tras ser la más vieja de los jóvenes he sido la más joven de los viejos… en fin. 70 minutos desperdiciados en este ejemplo de cómo no hacer un piloto. Estoy seguro de que puede haber alguna historia interesante aquí. Quizá para cuando lleve diez capítulos o así. Pero, desde luego, ni voy a estar para verla ni creo que nadie se merezca pasar por esta tortura.


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