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A veces las series son retos. En el caso de Bad Thoughts (USA) el reto parece ser hacer la peor ‘comedia’ de Netflix. Un teórico programa de ‘sketches’ de humor que no sólo no funciona en ninguno de ellos sino que si tuviera que considerar que está haciendo ‘humor ofensivo’ para alguien sería para la gente que tenga que firmar chistes que ni a un tuitero se le ocurrirían, con un James Bond que se caga encima o una película en la que el protagonista tiene sexo con una vieja. Cosas que no tenían gracia hace veinte años en los foros interneteros y que ahora no se puede ver con más que vergüenza ajena. Está claro que Netflix no tiene dinero para producir series porque está muy ocupado gastándoselo en bolsas de excrementos en llamas como esta.

Las decisiones de la adaptación de Bet (USA) son peculiares. Como veremos esta semana es una adaptación que tira por la USAquización del original. Y mira que el original, un manga, ha tenido anime, películas y adaptación a serie de acción real. Un poco de todo. Pero, claro, llegan los americanos y esta historia improbable -un instituto para los poderosos en los que las apuestas son lo que más importa- acaba convertida en un más de lo mismo de institutos de eso que en Netflix parece gustar tanto, pero lo hacen buscando un genérico que incluye intereses románticos, padres muertos y alumnos de instituto con veinte para cuarentaitantos. En fin, qué puedo decir. Supongo que si alguien se quiere acercar a Kakegurui de algo servirá O yo qué sé. La verdad es que todo esto sirve menos para hablar de la serie en sí y más para hablar del estado de la cosa audiovisual estadounidense. Que no es buena.

Se puede ser genérico y agradable, como este Dangsineui Mat (O)(CS), o 당신의 맛 o Tastefully Yours o El Sabor de los Nuestro o…, que parece adaptado de algún webtoon y logra ser moderadamente agradable pero sin ningún borde o estridencia. Lo mejor que tiene son los títulos de crédito. Fuera de eso, la típica historia de romance coreano. En este caso el millonario de turno es el ¿hijo? ¿posible heredero? de un imperio de restauración, la madre dice que le dará la dirección de la empresa a quien logre Tres Estrellas en la Guía Legalmente-No-Podemos-Llamarnos-Michelín y  comienza una serie de competiciones y jugarretas entre los candidatos. En mitad de esto el tipo -que tiene todos los problemas básicos de los millonarios- se encuentra con una joven cocinera que tiene los de la heroínas de estas cosas: Tiene un negocio de restauración propio pero es obstinada y no quiere hacerse publicidad y es muy tiquismiquis y blablabla. Total, que para el final del capítulo él parece fuera de juego, ella parece que tendrá que cerrar, y su encuentro ha sido un completo desastre para ambas partes. Lo que significa que tenemos por delante un romance cozy cozynillas. No hay mucho más. No hay mucho menos. Pero hay gente que prefiere tener esto a música cuando le toca planchar.

Genérico de serie de acción de fondo setentero, este Duster (USA) lo hemos visto tantas veces que la duda es si se trata de un reciclaje. Bueno, eso y si el piloto realmente tenía que ser tan aburrido. Teniendo en cuenta que lo mejor del mismo son los títulos de crédito que prometen algo bien distinto. Pero supongo que si quieres hacer una serie sobre la primera mujer afroamericana en ser agente del FBI y lo que se te ocurre es que sea poco menos que una secundaria en su propia serie con El Tipo Blanco Encantador y Canallita como protagonista otra vez y siempre, metiendo desnudos para que quede claro que son cosas adultas y en la que lo más destacable es el pelucón del protagonista… Pues bueno. Tendrá su público, no soy yo.

No tengo muy claro si este Franklin (O)(LB) es un drama romántico disfrazado de serie criminal o viceversa. Lo cierto es que la trama central de la falsificación de billetes no parece tener demasiado recorrido. Pero la trama romántica aún tiene menos. Así que yo qué sé. Sea la que sea no es para mí, para mí solo había desesperación por la forma de extender en el tiempo y la narración de las cosas.

No sé en qué momento pensaron los de Channel 5 que rodar en Euskadi (y Cuenca) como si fuera UK era algo que no se iba a notar, pero bueno. Lo cierto es que este The Game (UK) da la sensación de ser un tanto genérico, algo que hubiera funcionado mejor como telefilme -aunque, al menos, son solo 4 capítulos. Una de esas organizaciones de ‘un capítulo cada día durante cuatro días consecutivos de lunes a jueves’, que los ingleses hacen a ratos. No hay mucho más, un policía que se retira con un caso sin resolver, un vecino nuevo que se muda junto al poli y la duda de si se trata del asesino que está tocándole las narices o si es que está perdiendo el juicio (el poli, claro). Así que… no hay mucho más. pero supongo que a quien le pueda interesar esto -incluyendo el hecho de que pusieran este genérico The Game, por lo visto el original era Catch You Later– le parecerá bien.

Es una pena esto de que ahora las telenovelas de Ricos y Famosos tengan que ser como Sucesión, porque a este Kull (O)(IN) – o Kull: The Legacy of the Raisingghs – le hubiera ido mejor siendo una telenovela con asesinato de las de toda la vida (o, al menos, de las de los ochenta) con todo el despendole que hubiera entrado. En su lugar se empeñan en que todos sean lo peor posibles y busquen el poder pero como si estuvieran en la consulta del terapeuta. Así que buenas intenciones, malas realizaciones. Qué le vamos a hacer.

Supongo que parte de mi problema con Murderbot (USA) es haberme leído los libros originales. Si no lo hubiera hecho pensaría que se trata de un más-de-lo-mismo con ribetes cifi, a mayor gloria de Alexander Skarsgård, y con un cierto sentido del humor. Lo que en tiempos solía ser una producción de Syfy… pero con más dinero. Quizá penséis «Ah, sí, de cuando SyFy producía series propias o en coproducción». Y a eso os señalaré que ahora mismo tienen cuatro en emisión. Pero no nos perdamos. Decía, este más-de-lo-mismo que parece pensado para tener de fondo mientras planchas con un estilo y fondo nada lejano de lo que SyFy hacía hará unas dos década es engañoso… porque los libros funcionan de otra manera. Pero se ha podado, limado y raspado cualquier cosa, se ha decidido ‘estandarizar’ todo lo que se saliera un mínimo -y digo mínimo porque son libros muy lejos de ser rompedores, lo cierto es que lo más sorprendente es que lo que se cuenta y cómo se cuenta habría sido poco menos que lo normal hace una década. Sin necesidad molerlo y simplificarlo. Y es precisamente eso lo que hace que sea un problema. Estamos acostumbrados a ese tipo de adaptaciones, aunque de entre las posibilidades esta no sea de las peores. No es el espanto de The Watch. No llega a ser tan mala como The Rook -aunque es el mismo tipo de adaptación-, y quizá esté en línea con The Dresden Files.  Que, al fin y al cabo, fue una serie de SyFy hace dos décadas. En fin, qué le vamos a hacer si nos hemos acostumbrado a un tipo de mediocridad distinta. Supongo que planchar.

Lo primero que hice cuando terminé el piloto de Overcompensating (USA) fue irme a buscar este Benito Skinner de donde salía. Escribir y protagonizar una serie de claros tintes autobiográficos no parecía el comportamiento habitual en la cosa estadounidense. Por supuesto es ese eufemismo del ‘creador de contenido’, más o menos cómico. De esa manera es más comprensible tanto las caras famosas que van haciendo cameos como que le hayan dejado hacer una de Universitarios descubren la vida en línea con lo que hemos podido ver en Grown-ish, La vida blablabla de las universitarias o Greek. Con un éxito similar, es una serie agradable, con protagonistas más o menos arquetípicos, un par de giros -el protagonista cuenta cómo estaba en el armario cuando comenzó la Universidad, intentando conciliar su realidad con esa imagen de Chico de Oro que había construido. Cómo si fueran incompatibles. Además de eso su ‘latinidad’ pasa a ser parte del otro gran personaje de la serie, su mejor amiga- y poco más. Nada que vayas a disuadir a alguien de ver, probablemente tampoco algo que vayas a recomendar. Pero al menos es agradable.

El genérico de ¿thriller doméstico?, la verdad es que ya no sé ni cómo llamarlos, de esta semana de Netflix es Reservatet (O)(DI), que presenta de nuevo un mundo con dos ‘alturas’ en el que una señora de buena posición y mejor casa se encuentra con que la asistenta filipina de unos vecinos desaparece de la noche a la mañana y a nadie parece importarle. Por supuesto entramos en Urbanización llena de secretos y todo aquello, pero lo más sorprendente es la capacidad para tener ahí poder diferenciar los dos mundos y quedarse en la puerta diciendo ‘que malos estos ricos que no se preocupan ‘ sin que la protagonista pase de ahí. Que lo mismo es porque estamos en el piloto pero, sinceramente, no tiene pinta. Pero bueno, al menos son capítulos de menos de 40 minutos y una trama visible, que parece pensada para ponerla de fondo durante la siesta. Incluso pese a los momentos de veleidades de sexy-thriller que no sé de dónde les sale. Supongo que vale con ir avisado.

Pues aquí estamos, Serpientes y Escaleras (O)(MX) tiene a su favor un diseño -sobre todo en cuanto a la ropa- que intenta algo. Que ya es más que el resto de la propuesta, una especie de versión de la manida ‘persona sin poder se encuentra intentando ascender mientras dos partes contrapuestas la cortejan por un motivo moderadamente estúpido’ que Manolo Caro hace a mayor gloria de él mismo. Así que poco interesante pero muy petulante y copiando un poco de cada lado mientras finge ser original. La rutina de costumbre.

Cuando una serie animada adulta -mis enemigos jurados- toma la decisión de Super Team Canada (CA) y se coloca en un momento indeterminado entre los ochenta y los dos miles sabes que si idea de humor va a ser más la de aquellos años de [adult swim] y TV Funhouse, una lástima porque desde The Awesomes tenemos un hueco disponible para la comedia superheroica que no se arregla con chistes anticuados de George Bush Hijo disparando al aire sus pistolas. Sí, ese es el nivel.

No sé lo que esperaba de esta Tangeum (O)(CS), o 탄금 o Dear Hongrang o Querido Hongrang o…, pero claramente había alguien tomándose muy en serio el hacer una serie de época alta en drama, con toda una serie de elementos de intriga, algo de ambigüedad en lo fantástico, y más guaro por un acierta sordidez y un cierto gore que no parecía ajustarse al cuidado con los trajes y el resto de elementos. Pero bueno, es adaptación de una novela que luego fue adaptada al cómic y blablabla, así que parece que la intriga principal funciona. La intriga, por cierto, va de una familia poderosa de comerciantes. El padre es una figura clave del comercio, la madre está decidida a marcar su estatus y los hijos son hijos. Hasta el día en el que el pequeño desaparece, quizá raptado, y en parte se culpa a la hermana mayor de haberle escondido un amuleto protector (?), el chaval no aparece así que la familia ‘adopta’ a un niño para que sea su heredero varón. Y parece que algo surge entre él y la hija. Al menos hasta que uno de los incesantes ‘hijos’ que aparecen parece ser el de verdad. Pero también parece que algo le sucedió y que hay toda un aura oscura a su alrededor. Además, claro, su hermana y el otro no se fían. Pero también se implican muchas más cosas. En fin, que pese a la duración de los episodios -una pelea tan perdida con los surcoreanos como con los españoles – logra ofrecer un piloto competente con multitud de tramas que seguir y personajes por medio. Supongo que es fácil de recomendar, al menos a los fanses.

En contra de lo que uno podría haber esperado aún no ha terminado en Netflix la intención de ir haciendo versiones de Machos Alfa en distintos países europeos. Hoy le ha tocado a Países Bajos con Voetbalouders (O) (PB) y, por supuesto, aquello no mejora. Así que mejor quedarnos con la idea de que en Europa prefieren esperarse a una versión nacional antes que ver una serie del vecino de al lado. Qué es algo que pasa también en España, claro, no hay más que ver la cantidad de adaptaciones que hay en el cine. Pero bueno. Una más, una menos, y que pase la siguiente.


Basado, por lo visto, en una novela juvenil de Judy Blume, me temo que Forever (USA) es un más-de-lo-mismo de jóvenes encontrándose con los cambios de la vida. Nada especialmente complicado o -dios nos salve- provocador. Como mucho que ahora son afroamericanos y eso permite un par de comentarios tangenciales, pero nada que impacte significativamente en este piloto. Así que… bueno… si alguien quiere una serie sencillita de ‘maduración’ o como lo quieran llamar, supongo que esto, que es tirando a blando, puede servir como punto de partida generalizante.

Es curioso cómo este Gram Chikitsalay (O)(IN) entra perfectamente en esa mirada a la ruralidad india de la que hemos estado hablando en esos últimos meses y, a la vez, logra ser algo distinto. Porque esta vez el ‘funcionario’ que se encuentra con un destino rural no es alguien que lo odie o que quiera largarse, sino una persona que está decidida a hacer su trabajo… aunque la gente se fie tan poco del gobierno que prefiera antes ir a un curandero -magníficamente interpretado por Vinay Pathak– enfrentándose tanto a ese, digamos, desapego como a los problemas burocráticos y -eso sí- la particularidad de las gentes. Agradable, bienintencionada y dentro de lo que comentábamos antes, que hace imposible no pensar en -digamos- Panchayat, que últimamente no dejo de mentar. Todo lo cual hace que se encuentre un tanto por encima de la media. Tampoco muchísimo -habrá que ver cómo la hacen evolucionar- pero ya es algo para comenzar.

Sorprendentemente efectiva mezcla de comedia romántica de la de toda la vida -el punto de partida es casi el de una película de Hallmark- y un punto de telenovela amable, este  The Royals (O)(IN) confía sobre todo en tres cosas. Esa amabilidad en la que se escuda para que entendamos que es una serie que tampoco va a tomarse no tanto en serio como ‘en real’, la espectacularidad casi exotizante de los lugares y las ropas, y el carisma de sus protagonistas. Especialmente Ishaan Khatter, que parece estar aprovechando a tope el haber nacido dentro del mundillo de la interpretación india. En medio de este reparto de secundarios bien dibujados, con tramas claras y sencillas, casi podríamos decir que estamos ante la netflixación a serie de una película de tarde hecha en un país pero pensada para consumir fuera de él. Veremos cómo continúa, que no es algo que suela poder decir de estas producciones con facilidad.

Siguen las croquetas de Star Wars: Tales of the Underworld (USA), lo cierto es que ya me había visto el piloto y considerado lo mucho que se parecía a algo… Claro, a Tales of the Jedis y Tales of the Empire. Parece que el formato Tales of… ha cogido fuerza en Disney para celebrar el 4 de mayo. Y el resultado es el habitual, historietillas sueltas con dos personajes llevando cada uno un lado, dividido en tres episodios por personaje hasta completar los seis que tienen en total. Pues bueno.

 


Hay alguna cosa buena en este Astérix & Obélix : Le Combat des Chefs (O)(FR), pero me temo que las… ¿malas? ¿desconcertantes? son más. No explican por qué se llama El combate de los jefes, sobre todo porque  de la historia de aquel cómic no hay nada. Hay un inicio genérico, hay una pseudoversión de otro cómic, y acaba cambiando cosas fundamentales de la historia que, además, no tenían mucho sentido con lo que contaba aquella historia original. Luego ya hay otra serie de detalles que, sinceramente, me han dejado con la duda de si lo hacían en serio o en broma. Por otro lado el juego con las onomatopeyas y el color plano logra en ocasiones que ese aspecto de muñequitos de regalo de pastelitos sea algo más perdonable. En fin. Decisiones fueron tomadas.

Alguien pensó en hacer una serie sobre uno de los primeros y más importantes nombres de la cocina francesa, y otro alguien -tiene pinta- decidió que eso no vendía pero que iban a hacerla igualmente. De esas cosas acabó naciendo Carême (O)(FR), ejemplo de esas obras que necesitan sacarte sexo según empieza no vayas a pensar que el público al que va dirigido es adulto. Al final es el problema clásico de estas series que quieren ser ‘de época’ y que acaban siendo un batiburrillo de cosas con todo el paquete de sexo, violencia, imágenes escabrosas, intrigas políticas y personajes históricos conocidos. Una obra mediocre, un más-de-lo-mismo, que es lo que pasa cuando lo que quieres es ofrecer rancho a la soldada y no contar la historia concreta de esa persona determinada.

¿Por qué Netflix ha decidido adaptar El Eternauta (O)(AR) para hacerla lo más parecido a tantas otras cosas que ya hemos visto -sin salir de Netflix, la danesa The Rain que duró varias temporadas… hasta la llegada del COVID- y no precisamente para reforzar las ideas políticas. De hecho es tan ‘colorea por números’ que el inicio sirve para establecer el problema pero no para establecer la extrañeza, como en el cómic original. Y eso sin ser yo especialmente fan del cómic. Pero, claro, comprar para hacer genérico pues en fin.

Creo que no he visto en mucho tiempo una comedia más perezosa que The Four Seasons (USA) , todo parece hecho siguiendo no ya raíles sino la ley del mínimo esfuerzo. Y se supone que esta gente es divertida o algo. Tiene más mérito aún porque… es la adaptación de una película. Quiero decir, ¿cómo puedes adaptar algo que ya exista y que parezca que, pese a que te den la mayor parte del trabajo hecho, lo estás haciendo sin ganas? Sobre todo si tienes que actualizar algo de 1981 y lo único que se te ocurre es… esto. Pues si ellos no tienen gana de hacerla imaginad la que puedo tener yo de verla.

Supongo que tiene sentido que una serie francesa tenga un título tan español como Malditos (O)(FR) si lo que te vas a encontrar podría haber sido hecha perfectamente aquí. Una trama de esas de Organización Criminal, pero flojita, porque son los tratos que no se deberían de haber hecho, la desesperación y la inevitabilidad del desastre lo que manda en esta serie que, inevitablemente, parece más pensada como genérico de serie española que como algo que aproveche o reivindique cosas como poner a una matriarca gitana y sus dos hijos en el centro, no digo ya la idea de que están perdiendo su hogar por la subida del nivel del mar. Por supuesto no parece que ninguno de los actores -de los protagonistas al menos- sea gitano, porque de ellos solo necesitan los topicazos -no soy capaz de entender lo de los toros-, incluyendo volver a usar la idea de feriantes -que hace pensar que estaban reutilizando decorados y elementos de Killer Coaster– así que… Nopes.

Quizá la idea detrás de Suspect: The Shooting of Jean Charles de Menezes (UK) no sea justificar lo injustificable, pero lo parece. El gusto de los británicos por el true crime lleva regularmente a este estilo de dramas que está a dos minutos de ser docudramas pero deciden que es mejor una mezcla.que tire más hacia la ficción para quitarse las culpas de lo que quieran. Algo que no le funcionó a los estadounidenses con Good American Family y que, claramente, tampoco va a funcionar en esto que se dedica a explicar y justificar un contexto para que la poli tiroteara a un tipo que pasaba por allí. Sí, muestra incompetencia, y también miedo, pero ni muestra, ni reflexiona, ni le importa hablar de los problemas estructurales que permiten que alguien tirotee a un inocente y lo que tengamos sea a gente justificándolo. Por supuesto lo hace aprovechando para hablar también de los malvados terroristas islámicos. No vaya a ser que la poli sea la mala en algo que la poli hizo. En fin. Un despropósito cuya única utilidad es demostrar cómo todo -incluido el ‘true crime’- puede ser ‘copaganda’ si lo deseas fuerte..


Algún día entenderé estas ideas de pilotos. Pero no será hoy. Porque en Cheongukboda Areumdaun (O)(CS),  o 천국보다 아름다운 Heavenly Ever After o Hasta que el cielo nos reúna o…, se pasan como 45 minutos de presentación del personaje principal y sus circunstancias. Una presentación que ciertamente merece el interés que se le pone, pero que resulta casi mejor que lo que viene después. La historia es la siguiente, una señora de unos ochenta años se dedica a la recolección de deudas. Tiene a una ayudante/amiga/guardaespaldas y cuida de su marido, que lleva postrado años por un accidente. Toda su vida se centra en esa dicotomía entre cuidar y hacer todo lo posible porque la vida de su marido sea mejor y seguir adelante con su negocio de préstamos y recuperaciones de deuda. Como digo, una historia interesante. Y entonces muere el marido. Y un año más tarde -como quince minutos después en total- también ella. Y ahí, UNA HORA MÄS TARDE, comienza la serie DE VERDAD. Porque el asunto es que ambos van a lo que les dicen que es El Cielo. Solo que él llegó antes, y ella después. Y cuando ella va decide que su aspecto será el que tenía cuando murió. Pero su marido resulta que decidió ser más joven. Esto, más algunas cosas que no acaban de estar muy claras -el funcionamiento del cielo es a la vez muy claro y caótico, la necesidad de Metáforas hace que sucedan cosas con poco sentido, se le dice que una vez muerta no tendrá dolores pero como tiene 80 años le duelen las rodillas y tiene problemas para moverse etc- son lo que lastran el resultado, porque la vida en la tierra es bastante más interesante como serie que esa especie de comedia romántica rara que parecen haber montado con los mimbres de Good Place. -Al final del capítulo te avanzan la evolución del tema, que es algo NORMAL porque un piloto tan mal planificado no te está contando de qué va la serie, y te deja ver que quizá el amor de la pareja por parte del hombre no está tan claro, al menos no tanto como lo tiene la protagonista, y que en el cielo tienen que hacer cosas y, además, pueden acabar en el infierno. Sinceramente, con un cielo tan insufrible no sé cómo podrían empeorar las cosas en el infierno-. La verdad es que no creo que la siga viendo. Pero si en Netflix deciden hacer la serie de la anciana cobradora de deudas con su ayudante y blabla que sepan que de esa sí que me veía mínimo los tres primeros capítulos.

De alguna manera Étoile (USA) responde a la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si Sherman-Palladino hubiera ido a hacer Bunheads pero Amazon le hubiera dicho que lo que quería era otro Mozart in the Jungle? La pena es que de la productora se van viendo solo ráfagas, porque sea por las intermediaciones o por las incapacidades la cosa queda farragosa, lenga y no demasiado interesante. Que le podemos dar el beneficio de la duda, pero que está muy lejos no ya de lo que fue el piloto de Mrs. Maisel sino, incluso, el de la propia Bunheads. Supongo que esos rasgos y el ‘por ser vos quien sois’ tendrán que valer para darle más oportunidades, pero si no fuera por eso no creo que yo estuviera muy por la labor.

Parece que ahora todo tiene que ser Sucession. Porque esta serie I, Jack Wright (UK) se esfuerza TANTO TANTÍSIMO en ser Inteligente que se le olvida que, además, tiene que tener un mínimo de coherencia. De hecho, hay un par de momentos en los que da la sensación de que no saben cómo van a arreglar el lío que han montado. Y eso que no se han complicado mucho. Un millonario muere, parece un suicidio pero todo el mundo desconfía, sale el testamento y le ha dejado la empresa a su nieta y a su esposa e hijos poco menos que en la calle. Hay como una docena de sospechosos entre la primera esposa y su nuevo marido, los dos hijos de aquella, la difunta segunda esposa no porque está difunta  pero la hija de ese matrimonio resulta que está desaparecida, y luego la tercera mujer y sus dos hijos, una de las cuales recibe algo en la herencia, el otro no se lleva nada. Que creo que nada dice más claro «amigo, hazte una prueba de ADN» que esto. Pero lo tratan como un misterio también, en fin. Y luego está la ayudante personal, que lo mismo iba para cuarta mujer, a saber. Y un par de miembros del servicio de la casa o la empresa. Tanto da. Porque te dejan caer que la mujer actual podría tener un lío. Y te dejan CLARO que la nieta lo tiene. Y que es ‘un tipo sospechoso’. En fin. Pero, claro, todo lo llevan a la discusión de la cosa empresarial y de quién esperaba qué y se ha encontrado con otra cosa. No solo eso, además deciden que lo ‘inteligente’ es hacerlo en dos tiempos. Comenzando por un documental dos años después de la muerte, en la que no vemos al equipo técnico pero en la que van declarando unos y otros. Y ahí también hay una ‘sorpresa’ porque uno de ellos está en la cárcel. ¿Qué pretendían conseguir con esto? Pues, como digo, creo que ni ellos mismos lo saben. Porque la hija desaparecida no aparece en esta segunda vuelta, y las declaraciones son suficientemente vagas. Así que da la sensación de que alguien tenía un concepto para serie, uno que no tenía claro cómo desarrollar. Y así y todo ha hecho la serie. Sin saber por dónde va a tirar o cómo lo van a contar que resulte coherente. En fin.

¿Os imagináis si alguien hubiera decidido que The Newsroom tenía que tener en su centro a una versión de House?  Pues aquí estamos, con otra de esas veces que Netflix coge la distribución internacional a la vez que el estreno en su país de origen, este Kyasutâ (O)(JP),  o キャスター o News Anchor o El Presentador o…, sigue a un presentador que llega para revolucionar un telediario. Lo hace con unos medios más que particulares, contradictorios casi todo el rato porque el que marca los tiempos es él. No solo hay un parecido con House en esto, también en la forma que han buscado al actor y, claro, en la frase que va repitiendo: Hay que ver las noticias como si todos los días fueran el día de los inocentes. Por supuesto luego meten tramas que podrían ser de una romántica, dan giros sobre si mismos y, en general, parecen más preocupados por hacer algo sensacionalista antes que por hablar de periodismo que es algo que ni está ni se le espera en todo el capítulo. Pero supongo que como rareza tiene su gracia. Y su hueco en el repaso al periodismo televisivo ficcional, claro.


Sinceramente, pensaba que #1 Happy Family USA (USA) iba a gustarme. Vale, tenía pinta de ser Padre de Familia con el estilo de diseño de Persépolis y una animación flash. PERO detrás estaba Ramy Youssef, que hizo un buen trabajo en su propia serie: Ramy. Pero no, esto es casi tan malo como una serie de [adult swim], no solo porque parece querer hacer su propio Todo el mundo odia  Chris, también -sobre todo- porque los tonos, estilos y humores van variando como si buscaran a alguien. Que no está ahí. Incluso cuando logran un acierto rápidamente lo estiran, o lo entierran en cosas nada interesantes. En fin, que no puedo recomendar la cosa esta.

No tengo muy claro qué pretenden decirnos con Eonjenganeun Seulgiroul Jeongongui Saenghwal (O)(CS), o 언젠가는 슬기로울 전공의 생활 o Resident Playbook o…, pero voy a asumir que es que los trabajos se hacen porque te pagan y que los médicos son un colectivo insoportable de tratar. Porque la manera en la que tratan a los residentes del hospital universitario de la serie hace que sólo el que necesiten dinero -cosa que se recuerda varias veces y con insistencia- explica que sigan allí. No es un trabajo duro por la presión o la responsabilidad sino por los jefes y compañeros. Y el principal motivo por el que lo hacen no es por ayudar a la gente, es por dinero. Una visión capitalista -no sabría decir si son conscientes de lo anticapitalista que es mostrar esto así- que contrasta con varios giros y estilos que parecerían pertenecer más a la comedia romántica. Pero se ve que quien sea que lo hiciera no tenía su día.

Es curioso cómo este The Feud (UK) logra parecer una serie hecha por Lifetime más que las series que hizo Lifetime. Quizá sea por los medios limitados, o por las intenciones aún más limitadas. O porque tiene ese estilo de llamarse Mancomunidad Letal o algo así. Una pareja que parecía decidida a mudarse en lugar de eso piensa en hacer una reforma para expandir la cocina. Él está en paro, ha dimitido de su trabajo por algo. Ella es abogada. Y la gente del barrio de ¿chaletes? La verdad es que tienen una pinta peculiar pero no parecen adosados. En fin, lo que decía, que la gente del barrio parece al menos tolerarse. Hasta que esa idea de que uno de ellos haga reformas parece remover todos los secretos y problemas del barrio más allá de cualquier idea de sensatez. Quiero decir, cualquier comunidad de propietarios está muy cerca de la desazón y el drama pero cuando empiezan con un ‘presente’ hablando de ‘el asesinato’ para pasar a hace un mes… definitivamente la decisión de crear esta especie de melodrama telenovelesco y tomárselo en serio la hace parecer más ridícula que cualquiera de las teóricas historias humorísticas de vecinos que sufrimos en la televisión española.


*Suspiro* Bueno, pues aquí estamos con otro genérico de thriller nórdico, nordic noir o lo que os dé la gana llamarlo. Este Glaskupan (O)(SU) tiene un piloto con dos problemas claros: Poco que contar y además nos lo sabemos. Hay bastante exposición para presentarte gente pero el centro en sí es sencillo: Una joven profiler fue raptada de pequeña e introducida en una caja de paredes de espejo… hacia dentro, hacia fuera se ve como el cristal porque claro. Total, que salió de allí pero nunca supo por qué o quién la raptó. Fue adoptada por el jefe de los polis y ahora regresa. Dos minutos más tarde hay un asesinato y otro secuestro. Ay, mecachis. Por supuesto para todo esto se pasan ni sé los minutos. Así que bueno, supongo que si no tienes mucho problema en ponerlo de fondo y hacerle caso digamos cada un cuarto de hora lo mismo sirve como ruido blanco que tener de fondo. O yo qué sé.

-No se me ocurre ninguna idea concreta por la que decidieran hacer Government Cheese (USA), teniendo en cuenta que parece la bastardización de cosas que funcionarían si tuvieras al original. A ratos parece que querría ser algo de Wes Anderson, en otros momentos parece que hubiera querido ser una serie de Norman Lear, Greg García o, claro, todo ese movimiento sitcom afroamericana de los noventas. Pero, claro, para todo hay que valer. Y ni los actores logran defender a los personajes ni la historia – que pese a tener alma de sitcom dura más de 40 minutos en su piloto por el método de estirar cualquier cosa hasta que uno pierda la esperanza – merece el tiempo. Total, que al final el resultado es, como suele ser en estos casos, la demostración de que en Apple TV+ sólo saben quemar dinero con la esperanza de que en una de estas salte la liebre. Y no tiene pinta, la verdad.

No hay mucho que decir de Istanbul Ansiklopedisi (O)(TU) porque es una de esas series que va poniendo a dos personajes a hablar en distintos sitios. Van cambiando los personajes, y los fondos. De vez en cuando meten un plano general o sale más gente a decir una frase extra. Pero lo fundamental es eso, casi una obra de tesis. Una joven llega a Estambul desde su pueblo, a convivir con la mejor amiga de su madre -con la que esta había perdido el contacto- y, por supuesto, hay un choque entre ellas. La joven acaba de llegar y cree que todo es posible, la mayor no ve la forma de romper con la ciudad y su carga. Por supuesto luego empiezan las tramas propias de ‘conocer jóvenes y la vida en la ciudad’ de la una (que casi parece una Emily en París de su propia tierra) y de ‘qué hartura la mediana edad y vivir aquí’ de la otra. Por supuesto al final del capítulo hay un choque entre ellas pero dejadme que os diga que para el final de la serie estoy seguro de que cada una habrá aprendido algo de la otra y ambas habrán llegado comprender mejor a la ciudad con sus claroscuros. En fin.

Una sensación extraña esta de estar viendo algo que estás seguro de que va a gustar mucho a la gente que lo vea… pero no a ti. Me ha pasado con Just Act Normal (UK), que por un lado me ha parecido la clásica historia de ‘grupo de chavales sin adultos tratando de escondérselo a los otros adultos’, igual que noto la necesidad de intentar meter capas y funcionar de fondo más o menos compleja. Pero ni me lo creo, ni me interesa, ni creo que la posibilidad de meter una excusa racial o de tratar temas difíciles sirva de gran cosa. La trama de la gallina -que es algo real- podría haber sido de algún extraño capítulo de Ravioli, por ejemplo. La forma de ser y actuar de la hermana pequeña cada día está más cerca de ser un estándar -por ejemplo en la película The Angry Black Girl and Her Monster– y la mayor contando el tiempo para llegar a esos 18 y poder hacerse cargo de los otros dos… Pues eso. Lo de siempre. Y, sin embargo, me queda la sensación de que habrá gente que descubrirá cosas en ella. Pero bueno, raro es que no tenga que decir aquello de ‘Está claro que no soy su público’. Aunque aquí sea por otro motivo.

Supongo que la idea de hacer crítica social desde el terror es lo que mueve a Khauf (O)(IN) a dar tantas vueltas sobre lo mismo. Lo cierto es que el punto de partida de una mujer que se muda a un nuevo apartamento en el que está claro que ‘algo’ pasó, que sus vecinas le esconden ‘algo’ y que hay ‘una presencia’ necesitaría un poco más de brío. No porque crea que hemos visto suficientes ficciones sobre ‘la culpa es del capitalismo’ con el problema de la vivienda, tengo más dudas con la manera de abordar ‘la violencia contra las mujeres’. Pero bueno, supongo que al menos están intentándolo y que toda esta ambientación oscura y regodeándose en lo cutre es su idea de crear atmósfera. No estoy nada convencido pero lo mismo alguien está interesado por ahí. Cosas más raras se han visto.

La adaptación de la novela de Flanagan The Narrow Road to the Deep North (AU) parte con la desventaja de tener que adaptar la novela de Flanagan. Una de esas obras de señores muy señores en las que habla de engañar a gente -el protagonista primero se lía con la mujer de su tío, más adelante le es infiel a su mujer-, de ser torturado en la guerra -que habiendo nacido Flanagan en el ’61 os podéis imaginar que de primera mano no es-, de lo malos que son los extranjeros -sección asiática, pero los pone tan malos tan malos que los ingleses le dieron en Booker– y de sentir sentimientos -suyos, claro, al resto que le den, como mucho una variedad de soldados masculinos para hacer los diferentes arquetipos-. Total, que con esos mimbres tenían que hacer esta cesta. Que como novela es muy apropiada para que los ingleses le den un premio o para vendérsela a los lectores del Bahbelia. Pero para una serie en 2025… Así que el hecho de tener un piloto que no pase el Bechdel-Wallace no me extraña. Quizá un poco la decisión de sacar todo el sexo que puedan pero siempre en el borde de una producción S. De hecho hay un momento en el que muestra al grupo de prisioneros en el tren, una amalgama de cuerpos que parece una orgía cuando debería de ser todo lo contrario a eso. Pero, en fin, la gente.No sé quién puede ser el público de esto, pero supongo que alguien habrá porque hay gente pa’ to’.

La obsesión con el Fenómeno OVNI como algo internacional llega hoy con los polacos de Projekt UFO (O)(PO) pero deciden unirlo al totalitarismo -por algún motivo- y hasta meter una especie de crítica que incluye a un hipnotista. Nada nuevo. Nada interesante. Y, por algún motivo, el que parezcan creer que Fargo es la obra a imitar dentro de lo posible no mejora tampoco mucho las cosas. Diría que espero que una vez establecido el punto de partida tengamos algún desarrollo en condiciones pero no os voy a mentir: No tengo intención alguna de ver más allá de este piloto.

Supongo que los ecos de Yellowstone van a acabar siendo los que causen toda esta serie de, vamos a llamarlo, telenovelas de vaqueros. Aunque esta Ransom Canyon (USA) es más Virgin River de lo que debería de querer sus productores… salvo, claro, que fuera eso lo que estuvieran buscando. Que todo podría ser. Supongo que si te pones uno después de comer no va a ser algo peor que lo que te puedes encontrar en España con cierta regularidad. Incluso aunque estos no sean perfumistas, marqueses, salones de té o… supongo que asturianos… Pero estoy divagando. Los primeros diez minutos o así son completamente ridículos. Un viudo, su cuñado, una fiesta para el hijo del viudo, un coche regalado, una bronca, suceden cosas. En fin. Por supuesto hay mucha empresa, mucho sentimientos. Vamos, solo echo de menos algún asesinato misterioso que investigar.

En algún momento tendré que escribir sobre el NacelleVerso. Pero no será ahora y no será aquí. Pero es necesario explicar un par de cosas antes de hablar de RoboForce: The Animated Series (USA) porque parte de la historia necesita de su contexto. Y el contexto es que Nacelle está comprando los derechos de viejas series de dibujos de los ’80s y los ’90s para crear un universo en teoría compartido. Y para eso se ha ido por una serie de obras más o menos olvidadas. Probablemente la menos olvidada sea los Moto-Ratones de Marte. En esa línea entra esta RoboForce que está basada en los clásicos muñecos que tuvieron adaptación a serie de animación. Solo que esa serie no logró gran cosa porque en realidad no pasó de un piloto de presentación. Por supuesto todo eso se ha incorporado aquí, presentándonos a los RoboForce como unos robots creados hace años que se vieron eclipsados por otros más avanzados e interesantes. Una manera de dar una explicación dentro del universo pero también de hacer un guiño al éxito que los Transformers, Voltron e -incluso- GoBots supusieron para esta RoboForce que se vio rápidamente barrida. Pero, claro, aquí lo que tenemos es la primera serie de animación de Nacelle, Y con eso y todo solo han logrado vender seis capítulos. Así que parece que no vamos a tener mucho más. Al menos de momento. Al menos viendo que el tono no está muy claro. En general parece una serie creada para [adult swim] pero con un argumento y desarrollo tirando a infantil. Como si no pudieran pasar más allá del humor infantil que se le presuponía al original. No es la mejor de las decisiones, desde luego. Pero supongo que si estás lo suficiente en los robots lo mismo te interesa. Incluso aunque no parezca la mejor de las ideas posibles.

Como si estuviera diseñada para elevar mi opinión sobre Murdoch Mysteries, este Sherlock & Daughter (USA) logra malgastar el piloto sin resolver caso alguno. Mostrándonos una serie de aventuras e insertos que poco o nada aportan y una imagen general que parece más sacado de Detective Consultor o de los viejos videojuegos noventeros del personaje que de cualquiera de otras mil versiones que hemos visto. Claro que desde el principio dejan claro que esto es el resultado de una tensión en la que no se atreven realmente ni a dejar claro si es o no la hija de Holmes. Así que además de todo lo demás es una serie cobarde. Total, que como material para una nota al pie sobre las adaptaciones del personaje tiene un pase. Para todo lo demás… no merece la pena ni acordarse de ella.

Parte The Stolen Girl (UK) de una premisa notablemente ridícula pero muy inglesa: Una familia que parece de dinero (hasta que te fijas bien) deja a su hija pasar la noche (hacer una fiesta de pijamas, pijamada o como lo queráis llamar) con la hija de otra familia que va a su mismo colegio pijo y parece tener más dinero que ellos. Cuando pasa a recogerla al día siguiente todos han desaparecido. Así que tienen que ir a la poli a que la madre -porque esto siempre va de la madre- sienta que es una mala madre por… no sé… ¿no comprobar los antecedentes de la otra familia? ¿No haberles sacado fotos? En fin, cosas de ingleses. Mientras todo esto que no deja de ser una película de Lifetime para después de comer con mejor presupuesto y dicción va contándonos también sobre las policías al cargo del caso y sobre una reportera con instinto y blablabla, y uno se pregunta en qué libro de una autora de pseudosuperventas estará basado esto (no miréis que ya lo he hecho yo: Alex Dahl) y por qué es todo tan genérico. Incluyendo el marido poco de fiar. Y una protagonista -la madre- que se pasa sufriendo TODO-EL-RATO. Supongo que luego vendrán los inesperados giros de acontecimientos, secretos del pasado y demás chorradas de este tipo de historias. Pero bueno, este rancho puede servirle a alguien que, digamos, quiere algo al que prestarle media atención mientras plancha, o que le gusta ver de sufrir y de sufrir. Poco más.

Otro genérico de serie de esta semana es Valiendo Madres (O)(MX), típica-tipiquísima serie de mujeres siendo madres pero teniendo que encontrarse, re-encontrarse y conectar porque por encima de madres son mujeres y pueden ser amigas y blablabla. Es irónico que todas ellas vayan siendo definidas por arquetipos (la madre superada podcastera, la influencer, la madre soltera, la madre tradicional hipocondriaca)  y que lo que ponga en movimiento la trama sea un dildo con forma de cuerno de unicornio arcoíris que acabe con el habitualísimo ‘tu marido te engaña‘. Imagino que hay todo un nicho de público detrás, y no me extrañaría que acabara siendo ‘remakeada‘ en España. Porque al final el rancho tiene que atender a todos los públicos. Pero al menos esta vez puedo decir que si tengo que hablar bien de algo sería de las canciones pop mexicanas que han metido. Algo es algo.

No sé si es que hay todo un mercado para los enchufados, pero aquí tenemos a otro Derbez más, Vadhir, porque lo de los nepobabys es algo transversal, se ve. En fin, la cosa esta de Yo no soy Mendoza (O)(CO) está basada en la última idea que Fernando Gaitán (Café con aroma de mujer, Betty la Fea) creó. Iba a decir: Antes de morir. Pero lo cierto es que después de morir habría tenido mucho más mérito. Así que todo es telenovelesco, todo mezcla el humor y el melodrama, y la premisa es… bueno. Es. Una persona es confundida con otra que se le parece mucho. El problema principal es que el protagonista es completamente nada adecuado. y que parece que el dinero que tiene -de Netflix, supondremos- en un extraño giro de acontecimientos tampoco es que ayude mucho a hacerlo creíble sino, más bien, a recordarnos que es algo falso. A saber por qué. El caso es que la serie ni es interesante, ni sabe jugar con sus secundarios ni es rápida en lo que nos propone. Un desperdicio. Pero bueno, ya llegará Univisión o Televisa o quien sea a hacerle una versión. Y lo mismo hasta lo arreglan.  Que lo dudo, pero cosas más raras se han visto.


Dentro de las cosas que nos tenemos que creer por el bien de la historia está uno de los vídeos virales menos parecido a un vídeo viral del mundo. Pero bueno, supongo que @New Mamita: La Madre de todas las Mentiras (O)(MX) quería hablar de eso y no se iba a preocupar de trabajárselo. Que resume toda la serie. Hay algún apunte interesante aquí y allá, pero está muy claro que quieren contar una historia y no quieren crear las condiciones en las que tendría sentido o nos importarían los personajes. Algo que sufre incluso una protagonista que se siente claramente presionada a ser madre -cosa comprensible, si no fuera de una manera tan machacona y poco creíble- y su decisión (fingir un embarazo) logra que cualquier utilización previa de este recurso INCLUIDO el de GLEE! resulte creíble. En fin. Que no. Que las series no se pueden hacer con dos ideas y cuatro alfileres.

Comenzamos la que parece la semana oficial de la animación con Iyanu (USA), una serie estadounidense con producción sudafricana ambientada en una especie de Kenia. Yo qué sé. Lo que hace es adaptar unos cómics publicados en Dark Horse con una idea limitada -una organización social con gente viviendo en ciudades, otros viviendo fuera, una especie de malo maligno que con su toque hace malalmalingas a personas y animales, luego está la protagonista y su madre y una serie de secundarios que, os resumo, parecen sacados de una serie ochentera hasta el punto de que no solo guiones y personajes sino también la animación parece pensada para recordárnosla. Pues bueno. Supongo que hay gente que agradecerá esta mirada lateral a lo que podría haber sido. Porque no es una mala serie, más bien una derivación desde el pasado. Esperemos que encuentre a su público.

Por contra Katainaka no Ossan, Kensei ni Naru (O)(JP), o 片田舎のおっさん、剣聖になる o De campesino cuarentón a espadachín legendario o…, sí que parece hecho mediante colorea por números. Hay una historia poco interesante -un cuarentón qu ejercía de profesor en el campo es reclamado a la ciudad para que enseñe a las tropas- y mucho fanservice -tanto la persona que reclama al profesor como otra de las que se encuentra en la ciudad son antiguas alumnas que llevan enamoradas de él desde entonces y están decidiendo cómo acercársele, además de llevar una cantidad limitada de ropa y tener unos pechos tan generosos que sin duda le cuidan el gato al vecino- así que aunque es de suponer que meterán algún tipo de trama política o de peleas o algo… de momento es simplemente el enésimo anime pregenerado sin mucho que aportar. Animación incluida.

Una cosa innegable de Lazarus (O)(JP) es que es una obra de Shin’ichirō Watanabe. Su nombre, desde luego, aparece. Pero es difícil de saber si eso es realmente lo que pasa o si estamos aquí con las risas de hacer algo que parezca en escenas, diseño de personas y -claro- música una obra suya. La idea detrás, la excusa argumental, con un científico que parece amenazar a la humanidad, una organización secreta que quiere detenerlo y un pícaro que es reclutado -al menos lo intentan- por esta última es… bueno… no lo más original del mundo. Supongo que se lo pasan bien. O algo.

Probablemente la mejor serie de animación de la semana -tampoco es que sea decir tanto- es esta Mobile Suit Gundam GQuuuuuuX (O)(JP) que busca hacer varias cosas a la vez. Incluyendo ofrecer una animación en condiciones. Poco dada a innovaciones -al menos no de las que yo pueda notar-, pero lo suficientemente bien hecha y efectiva como para brillar. (Ya sabemos que a veces esto lo hacen en el piloto y el resto ya va por otro lado, pero bueno). En cuanto a la trama, no es que sea muy original pero logra situar una serie de personas, personajes y, sobre todo, lo que podríamos decir agrupaciones de personajes. Además de eso se nos pone en marcha de una trama nueva y se nos deja ver que hay una historia pasada. Algo que permite que los recién llegados piensen que ya se nos contará mientras que los que llevan tiempo en esto ven cómo hay una voluntad de conexión. En fin, que han hecho los deberes. No es un resultado que deslumbre ni, probablemente, lo buscaba. Sino ser sólido y bien hecho. Que, en ocasiones, es lo más importante.

Como demuestra este Moonrise (O)(JP). Perdón, venía del comentario anterior. Que la intención de hacer algo no vale si solo tienes eso, una animación con pinta algo retro -y diseños de personajes que van recordando a distintos autores- y una historia sobre una IA que hace dudar de si no la habrán utilizado en uno o varios momentos. En fin, la ganas de tener cosas que enseñar -y esa extraña decisión de estrenar tantas series animadas esta semana- supongo que acaba llevando a estos proyectos que parecen lanzados a medio cocer.

Parece que estamos en la semana de la animación -especialmente japonesa- pero bueno. Al menos este Nazotoki wa Dinā no Ato de (O)(JP), o 謎解きはディナーのあとで o El misterio se resuelve después de la cena o -por algún motivo inexplicable para mí dado que la traducción española es poco menos que literal- The Dinner Table Detective o…, es de detectives -claro-. Lo que no entiendo es por qué Prime ha pagado por estrenarla, hasta haciéndole doblaje en español -con sus cosas, por lo visto confunden que el padre de un personaje esté en un barco y no haya podido acudir con que ese personaje haya venido en barco. Yo qué sé-, y luego no ha hecho nada por que se sepa. Tampoco entiendo que hayan subido solo un capítulo que deja el misterio a medias, pero a estas alturas intentar entender a las empresas… En fin. La serie en sí es de misterio, ligera y con mucho del humor japonés y lo cierto es que más ocupada en esas cosas -probablemente porque es de presentación de personajes pero a saber- que en montar o explicar el misterio. De todas formas hasta no ver cómo lo resuelven tampoco puedo decir mucho más. Pero, vamos, lo que enseñan -animación incluida- tampoco es como para salir corriendo a verla.

Mi problema con Reunion (UK) es que entiendo la novedad que supone el hacer una serie que usa tanto el inglés como el lenguaje de signos (la versión británica, al menos) tanto como veo el gran nivel de los actores. Lamentablemente la historia -y la trama- no es gran cosa. Un tipo sale de la cárcel por algo que parece espantoso y que no se nos dice. Tiene intención de vengarse por otra cosa que tampoco se nos cuenta. En general no tenemos gran cosa con la que trabajar más que eso, los personajes y sus sentimientos. Pero, claro, no hay comunicación. Y no lo digo como gracieta. Lo que deciden no contarle al espectador se supone que es una forma de mantener la tensión, pero acaba convertido en algún tipo de ‘alguien ha matado a alguien, alguien ha hecho algo’ porque no justifican esa falta de información. Supongo que en algún momento lo harán, me temo que sea cuando empiecen con los giros y revelaciones. Pero, en fin, que cada uno considere si las innovaciones le resultan más interesantes que el hecho de tener un esqueleto argumental hecho con alambre de perchas.

Terminamos la semana de anime que nos han pegado con Shin Samurai-den YAIBA (O)(JP) o 真・侍伝YAIBA o etc…, una nueva adaptación de la serie de Gōshō Aoyama – antes de Detective Conan, claro- y lo cierto es que las novedades son más de la actualización técnica, por así decirlo. Cambian cosas, por supuesto. Con respecto al anime antiguo (de los noventa) y frente al manga. Al que el anime antiguo habían quitado ya cosas. Y añadido. La parte inicial nos lo mostraba con sus dos animales al lado, en lugar de sin el pájaro y presentándonos al tigre. También eliminaba los momentos más gráficos y los chistes sobre comer animales. Y personas. Aunque alguna cosa recupera del manga -la llegada a Japón es más fiel a la del manga, incluido un cambio en la presentación de personajes. O el hecho de que el padre viaje con ellos.- Así que, de nuevo, tenemos una versión actualizada y técnicamente mejor. Lo que no sé es si alguna persona iba a querer verse la adaptación anterior. O cuál es el motivo para hacer esta otra. Pero bueno, no seré yo el que se queje.

Ojalá Neil LaBute hubiera dirigido este Your Friends & Neighbors (USA), por lo menos hubiera tenido sentido esta sensación de estar viendo algo de finales de los noventa. O puede que en realidad fuera de principios de los ’00s. Pero no mucho más adelante porque por aquí podemos ver restos de esas series de la HBO que querían imitar a las de HBO anteriores. Hay tanto de esa tele dosmilera que podemos encontrar rastros de Hung, de Mujeres Desesperadas, de Entourage… Y de Mad Men, claro. Lo cierto es que un piloto como este no puede ser peor. Porque tiene a muchos buenos actores desperdiciados pero, sobre todo, porque no nos cuenta nada de la serie hasta sus últimos cinco minutos. Una hora de mostrarnos lo malas que son las mujeres, de chorradas de señor blanco rico y de movimientos increíbles como que el tipo esté arruinado por culpa de su divorcio -las mujeres, que son malas- pese a tener un puestazo -que ya sabemos lo que pasa después, pero con eso y todo- y que las mujeres le acosen. Suspiro. De verdad que esto parece la fantasía de algún divorciado que leyó o vio algunas obras de género criminal con humor pero no ha sido capaz de replicarlas. Un espanto.


A veces los pilotos parece que más que presentarnos a una historia y unos personajes tienen la misión de rellenar tiempo. De dar vueltas sobre si mismas y esperar que lo consideremos alguna forma de suspense. Una decisión que rara vez funciona y que en esta Akyeon (O)(CS), o 악연 o Karma o…, desde luego que no lo hace. Aunque les reconozco que es difícil de decidir qué es lo más farragoso de todo. ¿Las distintas tramas que se supone que se entrelazarán? ¿Las intenciones de los personajes y sus presentaciones? ¿Los momentos en los que deciden ir a por imágenes de violencia sin que parezca haber conexión con lo de antes o después? Al final es un ejemplo de cómo no montar algo para que interese un mínimo. De hecho lo único que me ha sorprendido es ver que está basado en un webcómic. Hubiera pensado que lo habría dejado más organizado. Pero en fin.

No seré yo el que discuta con lo de que hay series sobre cualquier tema, pero lo cierto es que Anpan (O)(JP), o あんぱん o…, habla sobre la historia de amor y sacrificio de Komatsu Nobu, la sufrida esposa que en todo momento apoyó los deseos de su marido, Yanase Takashi, de dedicarse al manga. Takashi acabaría creando el personaje de Anpanman, que se convertiría en todo un éxito. Lo curioso es cómo al final lo que tenemos es una historia bastante habitual en la que lo que hemos contado es, precisamente, lo más notable. El resto es una obra discretamente de época, una de aquellas ideas. En fin.

Tenía… no diría que altas expectativas pero sí al menos la esperanza de que este The Bondsman (USA) nos trajera algo de cachondeo y terror, que fuera algo cercano a Ash vs. The Evil Dead. No lo es. Lo mejor que se puede decir de ella es que hay un poco de intención de Supernatural. De la que se queda a mucha distancia. Pero peor aún es que se parezca a Reaper, aquella especie de sitcom de acción de cuando la anterior estaba funcionando estupendamente. Solo que de aquellas series han pasado 20 años. Y hemos tenido reformulaciones por medio -por ejemplo Grimm o Sleepy Hollow-. Quiero decir, no es como si estuvieran haciendo algo precisamente original. Y ya sabéis cómo va esto: Si no vas a hacer algo original más vale que al menos lo hagas bien. No es el caso. Reutilizar un chiste de Beetlejuice -la original- ni siquiera está entre sus mayores problemas. El mayor problema es que es aburrida, reiterativa, con un Kevin Bacon que parece menos preocupado por actuar que en They/Them. Que ya es decir. Parece mentira que sea The Following su mejor trabajo televisivo reciente. Otro en fin.

Decisiones fueron tomadas. No lo de hacer Devil May Cry (O)(JP), una adaptación de un videojuego etc, sino lo de que parezca hecha a finales de los noventa. Intenta meter una trama por el sencillo método del infodump constante, salpicarlo -menos mal- de algo de humor e invocar a otros – supongo que Vash de Trigun y Alucard de Hellsing son los más obvios por el traje rojo y lo demás, quizá es algo de los videojuegos originales (mi conocimiento en ellos y en los animes es más limitado, así que es posible que me pierda otras cosas) – y el resultado es, precisamente, derivativo. Más de lo mismo. No ofende -o no mucho- pero tampoco es que aporte, carne con patatas, rancho para todos.

Si en los ’90s me hubieran preguntado por Dying for Sex (USA) hubiera dicho que era una parodia. Ese tipo de series-dentro-de-la-serie en la que alguno de los personajes trabajaba. Unas risas a cuenta de los ‘dramas de prestigio’ y Sexo en Nueva York, a la vez. Con una mujer a la que detectan no ya un cáncer sino que está en Fase IV y cómo ella decide que va a realizar toda la experimentación sexual que no ha tenido antes. Todo ello con una forma de actuar que en los ’00s ya estaba anticuada. Supongo que habrá gente que haya pasado por situaciones similares y encuentre algo más con lo que empatizar, desde luego no se parece a mi experiencia ni logra que piense en más que lo caricaturesco que es el trazo grueso con el que se pinta al marido, lo insoportable que es la mejor amiga -una Jenny Slate inaguantable-, o lo pasiva que se muestra Michelle Williams en todo momento, que más que la actriz principal parece estar participando en uno de esos vídeos de reacciones en el papel de «la que casi ni se mueve». En fin, ya sé que esto está basado -en teoría- en un hecho real que luego se convirtió en un podcast y dios libre a la gente de Hollywood de no convertir un podcast en una serie. Pero ojalá no haber tenido que desperdiciar mi tiempo en esto.

He de decir que esta Happiness (NZ) ha logrado sorprenderme. No por la parte de comedia, me temo. Sino por… Os cuento: Se trata de la historia de un joven que vuelve desde Broadway a su pueblecito de Nueva Zelanda. En el pueblecito su madre está obsesionada con que eche una mano en la obra del grupo teatral amateur. Por supuesto él tiene cosas más importantes que hacer como tramitar su permiso para estar en Estados Unidos (¿no es curioso cómo el contexto sociopolítico puede convertir una premisa rutinaria en ciencia ficción?) pero la clásica serie de inesperadas situaciones hará que se vaya encontrando liado por ellos. Como veis, más de lo mismo. ¿Qué es lo que me ha sorprendido entonces? ¡La obra-dentro-de-la-obra! El musical original sobre Troya que están preparando y que funciona (al menos en este piloto) mucho mejor que Bombshell en SMASH -así que quizá acabe también en Broadway- y que es probablemente lo que me haga volver a ver si el resto de capítulos logran mantener el nivel. Total, el resto es previsible pero no muy lamentable. Así que al menos hay algún motivo para volver aquí.

Una agradable sorpresa esa Ihonboheom (O)(SC), o 이혼보험 o The Divorce Insurance o Seguro de Divorcio o…, que tras la apariencia de la clásica serie romántica de humor surcoreana nos trae también un poco de reflexión sobre las leyes y las relaciones y todo lo que pueda estirar hacia un cierto tipo de absurdo empresarial. Es cierto que habrá que ver hacia dónde evoluciona para ver cómo siguen las posibilidades de la serie, no vaya a ser este piloto solo una puesta en marcha. Pero, desde luego, logra algo que no suele ser habitual: Que no se note tanto la enorme cantidad de tiempo dedicada a su episodio y que los personajes logren ser irreales pero humanos a la vez. Algo de agradecer.

Es sorprendente la cantidad de veces que «¿Pero quién ha escrito esta cosa?» se responde en televisión con Liane Moriarty. En este caso el último… lo que sea esto… es The Last Anniversary (AU) que sigue con su idea de que todo puede ser un misterio si lo deseas suficientemente fuerte y todos los personajes se comportante de la manera más insufrible y estúpida posible. A ser posible ambas a la vez. El punto de partida es una chorrada, la evolución haría que cualquier guionista de telenovela competente les escribiera pensando que necesitan gente, y el manejo de personajes y líneas temporales parecen pensadas para hacer soportables las adaptaciones de Harlan Coben. Es difícil pensar en algo bueno que decir y, sobre todo, no merece la pena hacerlo.

Parece que tras el interés de hace un par de años aún hay más series que se pueden sacar de los cangaços, en este caso Maria e o Cangaço (O)(BR) que es, claro, una especie de movimiento pseudobiográfico de Maria Gomes de Oliveira, conocida también como Maria de Déa o Maria Bonita y, por supuesto, como la pareja de Lampião. Precisamente es a su etapa como parte fundamental del grupo de bandidos, buscando de nuevo mostrar esa violencia y suciedad pero sin acaba de decidir que prefiere ser una obra de acción o de personajes o que. Tampoco puedo decir que me sorprenda en exceso, claro. Pero supongo que por lo menos esta vez tenemos la suerte de que el centro esté en ella y no en él, que también iba tocando. Otra cosa es que no tenga muy claro de quién sería el público de esto. Pero supongo que acabará llegando.

No sé en qué estaba pensando Guy Ritchie cuando creó MobLand (USA) pero me alegra que haya podido vender dos veces la misma serie aunque esta segunda sea claramente peor que The Gentlemen. No tanto -pero no tampoco- por los actores envueltos que se mueven entre los que están ahí para cobrar el cheque, los que están para pasárselo bien y Pierce Brosnan que no sé si es todas o ninguna de las anteriores. Quizá lo haga para justificar sus pintas. Descubrir que el ¿pero esto de dónde sale? era en realidad una serie que iba a ser precuela de Ray Donovan pero alguien pensó que mejor no… Claramente no me sorprende. Pero me sirve para reafirmarme en que ni ellos mismos sabían qué pretendían lograr con esto. O si esperan que algo más que los grandes nombres asociados a ella -traídos parece que más por eso que por otra cosa, como demuestra que Paddy Considine interprete al hijo de Brosnan y tenga el aspecto de ser su padre. Total, que un revoltijo con un público más que difuso (¿quizá los fanses de los actores? ¿del director? ¿de los gangsters?) y unos logros casi inexistentes fuera del mercado de la elaboración de rancho.

El problema de crear las cosas por comités ‘basado en datos’ y no por tener una idea es que luego acabas con cosas como este Pulse (USA), que es más Anatomía de Netflix que otra cosa aunque intenten meterle algo de Urgencias a ver si así se da brío. Que ni por esas, claro, porque cuando te montar un pinta y colorea que se basa en una decisión espantosa (darle una vuelta al inicio de Gray y comenzar con una denuncia. Algo que está tan mal llevado en el piloto que no veo cómo podría salir bien) seguida de otra decisión igual de mala (tratar de ser tan diversa como Grey pero sin ser demasiado diversa. En un movimiento de nadar y guardar la ropa que sólo ayuda a que la serie se ahogue) y montada con piezas robadas. Así que logra el máximo honor de un Original Netflix: No ofende y te la puedes poner de fondo mientras haces casi cualquier otra actividad porque ni hay que prestarle atención ni van a obligarte a estar atento. En fin, si a alguien le apetece un más-de-lo-mismo de médicos que sirva también de fondo de pantalla está de suerte.


Empiezo a sospechar que la estrategia de Netflix de repartir las adaptaciones de Harlan Coben por distintos países no es un asunto solo de ingeniería financiera para repartir el gasto del pastizal entre diferentes sedes. También lo hacen para diferenciarlas por el idioma. Porque esta Atrapados (O)(AR) tiene un piloto con un inicio tan vago y carente de sentido, claridad o tensión que podría haber sido la de la polaca de hace un par de semanas. Salvo porque aquella tenía una vieja foto como centro y aquí es una ¿periodista? que intenta descubrir a un depredador sexual… o algo así. Quizá en Netflix deberían de considerar la posibilidad de que sus pilotos fueran pilotos en logar de lo que sea esto.

Esto tiene pinta de ser un proyecto de algún grupo de cómicos, no sé si de los de internete, de los de en directo o de los de televisión. Pero esta serie de policías polis llamados Bausjen (O)(NO) no da mucho más que exactamente lo que uno esperaría: Masculinidades tóxicas, gente desnortada, incapacidad para hacer algo de utilidad… En fin, para esto no hace falta ver una serie.

A veces parece que solo los ingleses tienen la capacidad de crear pequeñas series ‘realistas’ sobre jóvenes que parecen de verdad. Incluso cuando le dan un tema al asunto. En el caso de Dreamers (UK) tenemos a un grupo de bailarines. Pero más como en ‘gente que se junta en un centro social’ que como en ‘escuela de danza hiper-competitiva’. Más Degrassi Dance. Así que aunque seguimos con que si los regionales y los nacionales y esas cosas -a mucha distancia, por suerte- sí que se nota tanto la importancia del baile, como la del grupo, como -por supuesto- de las vidas propias y las relaciones dentro del mismo. No es que sea excepcional o revolucionario, pero a veces una de estas pequeñas series agradables, que parecen querer sólo mostrar la vida más o menos factible de una parte de la juventud, son capaces de mostrar el mérito que ello supone.

Parece que a esta no le toca trailer. Supongo que será para que la gente no piense que se puede hacer televisión así.
*suspiro* Hay mil maneras en la que Mid-Century Modern (USA) podría haber salido bien. Ninguna de las cuales está incluida en la propia serie. Y es una pena porque el reparto podría haber aprovechado… algo. De hecho, tener a Nathan Lane y usarlo tan mal debería de estar penado. Y querer ser una versión de The Golden Girls y no llegar ni a Hot in Cleveland, también. Pero es que todo está mal porque no se han molestado en pensar en lo que funcionaba en aquella, o en empezar en una situación ya a medias. Lo único bueno es que es algo más diverso. El inicio, en un velatorio, está peor que mal llevado. Matt Bomer tiene pinta de que no sabe bien qué hacer con su personaje, Nathan Lee Graham parece estar en automático y reciclando, y no hablemos ya de la diferencia de edad que hay entre los tres protagonistas que demuestra que no tienen claro ni cómo hacer que funcione lo de la edad. Y es que podrían haber mirado cómo se montó Las Chicas de Oro, con cuatro actrices muy cercanas en edad (dos de 1922, una de 1923 y la más joven de 1934) , cuatro roles flexibles pero definidos y una excusa argumental para que compartieran casa que facilitaba y justificaba todo lo demás. Aquí tenemos un reparto que va de 1956, 1968, 1977 más 1937, que luego pasa lo que pasa y se sorprenden, con unos roles que no acaban ni de estar tan claros ni tan definidos, ni bien interpretados. Mira que en el piloto de Las Chicas de Oro había muchos cambios que hacer -que se hicieron, por cierto, incluyendo la eliminación de un persona- pero todo funcionaba mucho mejor. Quizá porque parecía más real. En lugar de… lo que sea esto.

No esperaba yo que una serie francesa sobre una rabina -¿rabina en prácticas?- en su primer destino, su ateo y psicoanalista padre, la gente que le cuenta sus problemas y la vida misma, con un tono de comedia que puede pasar a lo melodramático si la ocasión lo precisa, fuera de lo mejor de la semana, pero aquí estamos. Con Le Sens des Choses (O)(FR), una serie muy humana en la que el mayor reproche que se le puede hacer es el haber decidido dejar fuera el genocidio en Gaza por completo. Pero, fuera de eso, y pese a su ‘francesitud’ ocasional, resulta encantadora y entrañable, es fácil entender a ese personaje principal que no tiene claro cómo puede ayudar a los demás, o qué decir ante los conflictos y problemas que se le exponen, tanto como son comprensibles estos asuntos. Eso es lo que necesita una buena serie de televisión.

No sé qué follón se traen en Apple -es decir, más allá de las carretadas de dinero que pierden para la empresa- con las series, pero después de la forma de gestionar Mythic Quest -no soy capaz de entender cómo han podido tardar tanto para sacar una temporada que parece tan poco trabajada- pero el darle un spin-off, cambiarle el nombre, eliminar la mitad de los episodios y acabar sacando este Side Quest (USA) que en su piloto parece un capítulo más, no especialmente interesante y con cosas que hemos visto hasta el aburrimiento en la serie principal. Ni siquiera al margen de la serie madre es muy interesante porque, sencillamente, no se nos explica demasiado. Así que nada tiene mucho sentido o interés. Si esta serie era algún tipo de prueba me temo que no la han pasado.

Sensaciones cruzadas con The Studio (USA) porque tiene cosas meritorias pero, sobre todo, tiene otras difíciles de explicar, o de entender. Parece una serie creada para un grupo de menos de mil personas que estén lo suficientemente dentro del inside basketball del cine USA que sepan distinguir quién es una persona real haciendo un cameo y quién es un personaje. Y, a la vez, demuestra la cantidad de amiguetes que sale en esto pero que chocan a la vez con el asunto. Porque poner a Nicholas Stoller en el centro del primer capítulo puede llevar a pensar que es un nombre inventado. No lo es. Dirigió a Rogen en Neighbors y es parte de su grupito de amiguetes. Pero, a la vez, su último estreno en cines se la pegó grandemente –Bros, 22 M$, no llegó a recaudar 12) y de ahí se ha ido a dirigir a streaming. No es precisamente a alguien a quien pondrías en una película de 200 M$. Pero no solo eso, también sacan a Scorsese y hacen varios ¿chistes? sobre darle 200 M$ para hacer una película y el tipo de desnortados que harían algo así. Que como meta-chiste con Apple haciendo exactamente eso puede tener su gracia, pero lo cierto es que su película de 200 M$ no llegó a recaudar 70 M$, con lo cual la afirmación del jefe de que hundiría el estudio… ¡es cierta! Y no puede ser que Los Malos tengan razón. Pero ese es parte del problema, lo que cuenta de Creatividad vs. Finanzas lo ha hecho mucho mejor Mythic Quest, y lo ha hecho porque empiezan con un ‘producto exitoso’. Aquí empiezan con diez hostias en taquillas seguidas. Eso es lo que explica el cambio en la dirección… y el problema es que, de nuevo, el inside baseball de tener a Catherine O’Hara -el reparto y los cameos son magníficos, sí, se nota que está lo de los amiguetes a tope- haciendo una versión poco disimulada de la Amy Pascal de Sony nos recuerda que aquella se fue por el escándalo de los correos filtrados. Que hubiera sido un inicio mucho más divertido y, por supuesto, dejaría la empresa central en otra posición. Pero el problema está ahí. Da igual que luego te lleves a Kathryn Hahn a ser maravillosa unos minutos. O que haya destellos aquí y allá. Las intenciones son buenas y para esa limitada cantidad de gente que ‘está en el ajo’ algunas de las referencias tienen gracia. Pero se lo tendrían que haber pensado un poco más. Vamos, cosas como la falta de diversidad -¿hay algún personaje afroamericano con línea en todo el piloto?- casi entran en lo flagrante del Señor Blanco Hetero.. Aunque, al menos, han logrado que Apple produzca su propia versión de La Reina del Pop. Ya veremos con lo que están perdiendo en la productora si logran reunir como para que tenga más temporadas.

He tenido que ir a mirar si This City Is Ours (UK) era algún tipo de reposición. Pero parece que no, que es solo otra de esas series de Organización Criminal de la BBC que tiene un mínimo de melodrama para… no sé bien para qué. La verdad es que no llega a telenovela y la parte criminal no es tampoco muy interesante así que vamos a dejarlo en que es algo que existe. Porque puede que yo no sea su público, que no lo soy, pero… incluso ahí es demasiado genérica.