Comenzamos el repaso semanal con esta Chespirito: Sin querer queriendo (O)(MX) que intenta ofrecer una aproximación a su figura central compensando con la cercanía y el deseo de convertirlo en algo entrañable el, a la vez, no querer obviar algunas partes… más que ‘oscuras’ creo que diré ‘menos claras’. Y, sobre todo, una organización temporal un tanto complicada de justificar en la que vamos a saltos delante y detrás de la línea temporal sin acabar de tener claro qué es lo que se pretende con ellos. Voy a suponer, y me parece mucho, que ofrecernos miradas a personas y personajes de la etapa más conocida de Roberto Gómez Bolaños -la de El Chavo del 8 sobre todo, pero también de El Chapulín Colorado– para que así el resto de la historia -su paso de trabajar en una fábrica de tornillos a vivir de escribir, su llegada a la televisión como ‘guionista’, sus historias familiares y amorosas- que son el centro de esta historia que nos cuentan, nos ‘molesten’ menos. Es una decisión peculiar porque entiendo -y, de nuevo, quizá es mucho entender- que si te pones con una biografía -basada, además, en la autobiografía del personaje central- lo que probablemente te esperes sea ese orden cronológico que pueda empezar en cualquier momento, antes que tanto ir y venir. Pero bueno, vamos a asumir que este es un trabajo hecho desde el amor -que, desde luego, lo parece- y lo que no han sabido bien es cómo organizarlo, aunque sí transmitirlo.
More from: Pilotos DeathMatch Oneshot
Hacía tiempo que no me cruzaba con una serie TAN insufrible como Adults (USA), así que asumo que antes de fin de año será considerada como de culto. Demasiada ensimismada como para buscar organizar o mostrar algo que parezca divertido, esperando que las meras existencias, problemáticas y broncas de sus protagonistas nos lo parezca, con la idea de ser el nuevo Friends aunque tonalmente se encuentre más cerca de una mezcla de lo peor de Girls y That’s 70s Show, y demasiado preocupada con parecer algo moderno como para atreverse a serlo. Este timo de la estampita de serie, que a ratos parece una adaptación de acción real de una serie de [adult swim], se centra en un grupo de amigos, más hombres que mujeres, más blancos que no, más heteros que no, etc… esa diversidad aparente como de película adolescentes de los noventa. Y lo hace para contarnos una historia más vieja que la tana: El paso de la juventud a la madurez y cómo no están preparados para afrontarlo. En fin.
Supongo que esta especie de estreno sorpresa de 90 Minutos (O)(MX) debería de sonarme. Al fin y al cabo parece que coge sus líneas generales de una película ochentera en la que el malvado constructor quiere hacerse con el gimnasio del barrio para construir un rascacielos y solo un grupo de chavales que ganen la competición podría impedirlo. Excepto, claro, que las cosas son un tanto distintas. Por ejemplo, se nos dice desde el principio que los chavales son más bien cuarentones, que el ‘constructor’ tiene untado a todo el mundo y que lo más difícil de la competición es que no salga nadie herido. Porque la serie comienza dejando claras dos cosas, que la pertenencia a esta especie de club de barrio es algo cultural, pero no en el habitual sentido ‘hooliganesco‘ -aunque algo se pueda ver-, y que sus integrantes son gente corriente de clase tirando a baja, con unas vidas y unos proyectos al margen del equipo pero capaces de alinearse con él. El resultado es curioso, poco sorprendente porque ya sabemos cómo va esto -de hecho, lo único que me pregunto es cómo van a lograr darle un final razonablemente feliz a algo que te enseñan desde el principio que no puede ser. Supongo que algún tipo de ‘la fuerza del colectivo está al margen de las corruptelas’. Por lo demás, una serie que logra destacar un poco gracias a su empeño en ser entrañable -ojalá hubieran puesto el mismo empeño en sacar a más mujeres- que supongo que tal y como están las cosas tendrá que valernos.
A veces las series son retos. En el caso de Bad Thoughts (USA) el reto parece ser hacer la peor ‘comedia’ de Netflix. Un teórico programa de ‘sketches’ de humor que no sólo no funciona en ninguno de ellos sino que si tuviera que considerar que está haciendo ‘humor ofensivo’ para alguien sería para la gente que tenga que firmar chistes que ni a un tuitero se le ocurrirían, con un James Bond que se caga encima o una película en la que el protagonista tiene sexo con una vieja. Cosas que no tenían gracia hace veinte años en los foros interneteros y que ahora no se puede ver con más que vergüenza ajena. Está claro que Netflix no tiene dinero para producir series porque está muy ocupado gastándoselo en bolsas de excrementos en llamas como esta.
Basado, por lo visto, en una novela juvenil de Judy Blume, me temo que Forever (USA) es un más-de-lo-mismo de jóvenes encontrándose con los cambios de la vida. Nada especialmente complicado o -dios nos salve- provocador. Como mucho que ahora son afroamericanos y eso permite un par de comentarios tangenciales, pero nada que impacte significativamente en este piloto. Así que… bueno… si alguien quiere una serie sencillita de ‘maduración’ o como lo quieran llamar, supongo que esto, que es tirando a blando, puede servir como punto de partida generalizante.
Hay alguna cosa buena en este Astérix & Obélix : Le Combat des Chefs (O)(FR), pero me temo que las… ¿malas? ¿desconcertantes? son más. No explican por qué se llama El combate de los jefes, sobre todo porque de la historia de aquel cómic no hay nada. Hay un inicio genérico, hay una pseudoversión de otro cómic, y acaba cambiando cosas fundamentales de la historia que, además, no tenían mucho sentido con lo que contaba aquella historia original. Luego ya hay otra serie de detalles que, sinceramente, me han dejado con la duda de si lo hacían en serio o en broma. Por otro lado el juego con las onomatopeyas y el color plano logra en ocasiones que ese aspecto de muñequitos de regalo de pastelitos sea algo más perdonable. En fin. Decisiones fueron tomadas.
Algún día entenderé estas ideas de pilotos. Pero no será hoy. Porque en Cheongukboda Areumdaun (O)(CS), o 천국보다 아름다운 o Heavenly Ever After o Hasta que el cielo nos reúna o…, se pasan como 45 minutos de presentación del personaje principal y sus circunstancias. Una presentación que ciertamente merece el interés que se le pone, pero que resulta casi mejor que lo que viene después. La historia es la siguiente, una señora de unos ochenta años se dedica a la recolección de deudas. Tiene a una ayudante/amiga/guardaespaldas y cuida de su marido, que lleva postrado años por un accidente. Toda su vida se centra en esa dicotomía entre cuidar y hacer todo lo posible porque la vida de su marido sea mejor y seguir adelante con su negocio de préstamos y recuperaciones de deuda. Como digo, una historia interesante. Y entonces muere el marido. Y un año más tarde -como quince minutos después en total- también ella. Y ahí, UNA HORA MÄS TARDE, comienza la serie DE VERDAD. Porque el asunto es que ambos van a lo que les dicen que es El Cielo. Solo que él llegó antes, y ella después. Y cuando ella va decide que su aspecto será el que tenía cuando murió. Pero su marido resulta que decidió ser más joven. Esto, más algunas cosas que no acaban de estar muy claras -el funcionamiento del cielo es a la vez muy claro y caótico, la necesidad de Metáforas hace que sucedan cosas con poco sentido, se le dice que una vez muerta no tendrá dolores pero como tiene 80 años le duelen las rodillas y tiene problemas para moverse etc- son lo que lastran el resultado, porque la vida en la tierra es bastante más interesante como serie que esa especie de comedia romántica rara que parecen haber montado con los mimbres de Good Place. -Al final del capítulo te avanzan la evolución del tema, que es algo NORMAL porque un piloto tan mal planificado no te está contando de qué va la serie, y te deja ver que quizá el amor de la pareja por parte del hombre no está tan claro, al menos no tanto como lo tiene la protagonista, y que en el cielo tienen que hacer cosas y, además, pueden acabar en el infierno. Sinceramente, con un cielo tan insufrible no sé cómo podrían empeorar las cosas en el infierno-. La verdad es que no creo que la siga viendo. Pero si en Netflix deciden hacer la serie de la anciana cobradora de deudas con su ayudante y blabla que sepan que de esa sí que me veía mínimo los tres primeros capítulos.
Sinceramente, pensaba que #1 Happy Family USA (USA) iba a gustarme. Vale, tenía pinta de ser Padre de Familia con el estilo de diseño de Persépolis y una animación flash. PERO detrás estaba Ramy Youssef, que hizo un buen trabajo en su propia serie: Ramy. Pero no, esto es casi tan malo como una serie de [adult swim], no solo porque parece querer hacer su propio Todo el mundo odia Chris, también -sobre todo- porque los tonos, estilos y humores van variando como si buscaran a alguien. Que no está ahí. Incluso cuando logran un acierto rápidamente lo estiran, o lo entierran en cosas nada interesantes. En fin, que no puedo recomendar la cosa esta.
*Suspiro* Bueno, pues aquí estamos con otro genérico de thriller nórdico, nordic noir o lo que os dé la gana llamarlo. Este Glaskupan (O)(SU) tiene un piloto con dos problemas claros: Poco que contar y además nos lo sabemos. Hay bastante exposición para presentarte gente pero el centro en sí es sencillo: Una joven profiler fue raptada de pequeña e introducida en una caja de paredes de espejo… hacia dentro, hacia fuera se ve como el cristal porque claro. Total, que salió de allí pero nunca supo por qué o quién la raptó. Fue adoptada por el jefe de los polis y ahora regresa. Dos minutos más tarde hay un asesinato y otro secuestro. Ay, mecachis. Por supuesto para todo esto se pasan ni sé los minutos. Así que bueno, supongo que si no tienes mucho problema en ponerlo de fondo y hacerle caso digamos cada un cuarto de hora lo mismo sirve como ruido blanco que tener de fondo. O yo qué sé.