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Supongo que la idea de un asesino por error debería de tener su gracia, pero su libro original era… bueno… era. Y esta Achtsam Morden (O) (AL) tiene el problema tanto de adaptar el formato del libro -es decir, pensarlo más como una mini que como una serie- tanto como de que la idea principal hubiera necesitado de una mayor rapidez expositiva. Vamos, un poco lo de siempre con estas cosas. Pero, en fin, a ver si para la próxima vez en lugar de adaptar esto hacen algo con Finlay Donovan.

Cuando decidieron hacer Barbie Mysteries (USA) no esperaba yo que montaran un caso de temporada, pero lo cierto es que funciona razonablemente bien exceptuando que se nota el estiramiento aquí y allá. Me temo que la animación es bastante peor que eso, y que algunas decisiones sobre los personajes resultan claramente más complicadas. Así que al final tenemos una buena idea desarrollada de cualquier manera. Que quizá sea el problema general de las franquicias. A ver si hay suerte y para la segunda temporada se han aplicado más. Que lo dudo.

Una de esas series inglesas de policíaco de un caso por capítulo, pero el capítulo es de hora y media. Y ya veremos después del piloto. Esta Ellis (UK) no deja de ser otra de esas historias policíacas británicas, que están bien para rellenar unas horas pero a las que la falta de un algo, de humor, de un giro, de algo interesante, que lo más cercano que ofrece esto es a Andrew Gower como su algo torpe ayudante, pero que lo dejan lejos no ya de Midsomer Murders sino hasta de Vera, más cerca a esa tranquilidad casi plomiza de Shetland. Es una lástima que estén tan empeñados en hacer todos el mismo programa -que aquí no sale como un clásico bien hecho sino como una reiteración pesada, lejos por ejemplo de una serie con la que comparte el punto de partida y prácticamente nada más como es Capitaine Marleau– sobre todo porque estoy seguro de que Sharon D. Clarke podía haber hecho mucho más, pero es que parece que no se les ocurra que había muchas más maneras de gestionarlo.

Lo que podría haber sido algún tipo de obra de acción acaba teniendo más de Organización Criminal y aún más de dramón sin problema ni sentido. Porque Idź Przodem, Bracie (O) (PO) sigue a un ex-militar cuyo padre tenía deudas con gente indeseable que ha heredado… o algo. Lo cierto es que nada tiene mucho sentido. Y al final lo único mortal que tenemos es… el aburrimiento.

Vaya de entrada mi inexplicable sorpresa al ver que Max & The Midknights (USA) es una serie en CGI-3D que intenta parecer ‘stop motion’. Dicho esto, es una agradable serie de animación no deja de ser una historia clásica de reyes malos, elementos fantásticos y una chavalada decidida a salvar al pueblo. (También hay canciones) Además de Max, claro.

Ah, sí, la típica serie de Hallmark sobre una mujer investigando misterios, este Mistletoe Murders (USA) pone en el centro, lógicamente, a la dueña de una tienda de productos navideños. Todo el año. El tipo de personas que cualquiera esperaría ver mezclada en un asesinato. Más aún cuando parte de la trama es que claramente tiene un entrenamiento y unas habilidades que son parte de un pasado secreto. Que es algo lógico cuando hablas de adaptar un podcast. La verdad es que podría haber tenido un poco más de… espíritu… pero, de momento, tendrá que valernos con esto.

Una miniserie sobre unos meninos de rua logra ser, a la vez, una obra costumbrista dentro del drama, pero también del humor. Eso es lo que nos ofrece Os Quatro da Candelária (O) (BR) en una obra que a ratos parece querer ser todo lo colorista posible y otras parece decidido a compensar lo uno con lo otro. Bueno, supongo que es una de esas veces en las que no soy el público objetivo. Ni siquiera aunque hayan puesto una especie de ‘hecho real terrorífico’ de fondo.

Estoy muy sorprendido de la efectividad de Wizards Beyond Waverly Place (USA), especialmente teniendo en cuenta que los actores infantiles son… bueno… les falta rodaje. Y que el esquema es el básico de estas series, con sus efectos especiales… limitados y sus golpes de humor… limitados. Pero con eso y todo, puedo decir que logran establecer con facilidad la premisa, organizar lo que cada grupo de personajes hace o deja de hacer y tiene o deja de tener, y demuestra que las fórmulas más sencillas pueden ser efectivas precisamente porque no se trata de no hacerlas, sino de hacerlas lo mejor posible. Aunque sea una lástima que no hayan intentado dar más o mejor.

Supongo que este Ya Klap Ban (O)(TI), o Don’t Come Home o  No vengas a casa o…, tenía que ser algún tipo de serie de terror. En ese caso ha salido regular. Poque las peripecias de una mujer que está muy claramente huyendo con una niña y que ha decidido refugiarse en lo que entiendo que es la casa de su infancia… Bueno, mucha peripecia, poca diversión. La parte de terror en este piloto aparece más bien poco y los secundarios son un tanto de cartón piedra. Pero supongo que lo que lo mismo con los capítulos gana. Aunque, claro, no voy a se yo el que se ponga a ello.


Una decisión, sin duda, esta 1000 Babies (O)(IN) que parece funcionar más como miniserie que como serie. Probablemente porque la historia que cuenta -sobre una señora que se dedicaba a cambiar niños en la maternidad donde trabajaba, da la sensación que usando la excusa de la neurodivergencia para justificar semejante punto de partida y así no tener que abordar los motivos reales que hemos visto para esto- en realidad no saben bien cómo gestionarlo. Porque todo este capítulo parece servir menos como piloto que como rampa de lanzamiento en la que establecer el seguimiento a estos casos no desde el drama familiar sino desde una especie de ¿thriller? ¿terror? a partir del propio hijo (es decir, «hijo») de la misma. Y todo eso, además, con varios momentos de farsa -ya sabéis, ni las series indias ni las surcoreanas están tan lejos de las españolas- haciendo un particular batiburrillo.

Una cosa sorprendente de Tyler Perry es que sea capaz de hacer este Beauty in Black (USA) y que no se note ni en las posibilidades ni en la actuación que es una producción estadounidense. Hay momentos de auténtica vergüenza ajena que en producciones de Netflix para Sudáfrica, Emiratos Árabes o Nigeria no llegan a producirse pese a que sospecho que tendrán menos dinero. Pero, por lo demás, es una telenovela que no desmerece -ni desencaja – en aquellas que hemos visto, una mezcla de crimen, miseria y blablabla. Lo de siempre, pero peor hecho y con peor trasfondo. La marca de Tyler Perry.

No sé quién pensó en hacer este Before (USA) que, por un lado, es una historia que suena a mil veces vista -hasta el punto de que por un momento pensé que iban a montarse un Sexto Sentido en dirección contraria- y que, además, luego se dedica a dar vueltas sobre lo mismo. Una y otra y otra vez. Así que acaba siendo tan Genérico Apple TV que lo raro es que no tengan a más estrellas por medio.

En lo que tiene pinta que es menos una idea de Prime que algo que les han alojado, esta Dino Dex (USA) es el tipo de serie divulgativa infantil que antes se veía en Nickelodeon o CBBC, por ejemplo, y en la que los monotemas -en este caso los dinosaurios- sirven para pequeños momentos de humor tontorrón y algunas decisiones artísticas cuestionables. Aquí siguiendo a un joven que quiere reimaginar la forma en la que se representan los T-Rex junto con su amiga que ama las rocas. Yo qué sé, supongo que a los amantes de los dinosaurios les hará gracia. O algo.

Coger una película de Delphine de Vigan para convertirla en un thriller más o menos tradicional, ese es el resumen de Les enfants sont rois (O) (FR) basado en el -como de costumbre- perturbador libro en el que la desaparición de una influencer infantil despertaba todo tipo de dudas y reflexiones sobre el modelo actual de trabajo infantil y el consumo parasocial y que aquí se limita al típico telefilm francés de misterio. Quizá un poco más estirado, quizá con alguna decisión extraña para el tema, pero no mucho más ni muy diferente. En fin.

No sé lo que tendría que haber esperado de Like a Dragon: Yakuza (O) (JP), sobre todo porque no he jugado a los juegos originales a los que, la verdad, no he prestado nunca mucha atención. Daba por hecho que tendría algo de Organización Criminal -que lo tiene, y que diría que es lo que más tiene, una nueva serie de organización criminal, justo lo que no teníamos. En fin.- pero también acción… y esto no se llega a cumplir. Sí a prometer, pero no a cumplir. Así que si alguien se está esperando una serie con un componente más… digamos de pegahostias… que sepa que esta vez no toca. Así que mi gozo en un pozo, a ver si la próxima vez hay suerte y es al revés.

Supongo que este Plum (AU) entra como giro en el melodrama deportivo, fundamentalmente porque en realidad estaría más cerca de un melodrama familiar en el que da la casualidad de que lo deportivo es fundamental. Porque por mucho que el protagonista ya no esté ‘en ejercicio’ está claro que tanto por legado como por importancia podemos ver y entender varias de las decisiones que se toman en función de ello. Así que, y pese a todo, resulta interesante ver cómo hacen esta impacto concreto en una historia general. Que ya es algo.

No tengo muy claro ni en qué lugar ni en qué año existe este Poppa’s House (USA) que intenta que los Damon Wayans (padre e hijo) lleven a sus hombros lo que no deja de ser una sitcom de los setenta que a ratos parece que querría ser Frasier. Y me temo que no. No solo porque los chistes de ‘odio a mi ex-mujer’ no son mucho mejores que los de ‘odio a mi mujer’, también porque no parece que estén dispuestos a que los secundarios tengan gran cosa que hacer. Así que supongo que el interés dependerá de la tolerancia.

Voy a dar por hecho que esta Territory (AU) quiere que la comparen con un Yellowstone australiano. Lo cierto es que parece más un lavado de cara para Dallas en el que se les ha olvidado que precisamente ese estar al 11 es lo que más gracia tenía. Así que lo que tenemos es una serie de actores con una media en el aceptable -lo que significa, claro, que en general lo hacen bien sin más pero tenemos a poco menos que un par de muebles del IKEA, y también una magnífica actuación de Anna Torv-, con un guión tirando a predecible en el que en cuanto te descuidas les falta sacar un texto en pantalla subrayado y, en general, una historia sin demasiado interés. Más aún cuando te plantean un ‘misterio central’ que es dado de lado por cualquiera de los personajes hasta un punto que haría enrojecer a los guionistas de Sueños de Libertad. Que no, vaya, que no.

Supongo que este The Unreal (O) (IR) está tan claramente dirigido a los espectadores infantiles que no se ha dado cuenta de que podría haber llegado también al adulto, sobre todo porque es una historia que parece de casa encantada pero que uno diría que está intentando hacer el creepypasta sin las referencias. No tengo claro para quién queda esto entonces, ni si no será una de esas veces que queda demasiado grande para los pequeños, demasiado pequeño para los grandes. Pero bueno, supongo que al menos se les puede agradecer la intención.


Supongo que en algún despacho un ejecutivo miró una cuenta y decidió que ya no vendía tanto como antes y de ahí salió este Barney’s World (USA) que no deja de ser una creación perezosa y trabajada menos como historia que mediante consultas de mercado. Porque si algo puedo decir de la cosa esta es que no la ha parido una reunión de guionistas, lo ha hecho una junta de accionistas.

Vamos a lo de siempre, porque más allá de ser galesa este Cleddau (UK) nos presenta un caso en el que lo más importante es que los investigadores principales tuvieron una relación en el pasado, ella le dejó, él ha rehecho su vida y ahora blablabla… La verdad es que yo prefiero cuando estas cosas te las hacen en una película de hora y media porque, por lo menos, rellenan más hueco con el misterio.

No tengo muy claro qué es lo que pretenden en esta historia sobre el ‘fenómeno’ que Gran Hermano -perdón, Loft Story– supuso en Francia, pero Culte (O) (FR) no deja de ser un poco interesante drama que querría ser telenovelesco pero que parece más bien un encargo para tratar de vender la épica de la nostalgia de algo que no tuvo ninguna de ambas. Además, esa decisión de contar ‘la verdad’ queda claramente fuera de plano con las cosas que nos muestran -y si pensáis que por ser Franceses van a meter tetas… estaréis en lo cierto- y cómo, a la vez, no pueden hacer lo que UnREAL hizo hace ya la retorta de años. En fin, que no.

Supongo que si tienes a un youtuber adaptando a un podcast lo que te va a acabar saliendo es este The Edge of Sleep (USA) que parece emitida más por contrato -casi por rutina- que por convicción. Da la sensación de que hay alguien para la que esto -que por suerte dura poco más de veinte minutos, aunque durante la mayoría de ellos no haya ninguna mujer que diga una frase- era un proyecto de pasión. De hecho las imágenes del inicio estoy seguro de que se las han pasado mucho… Pero, claro, las obras primerizas acaban notándose en muchas cosas, y este no deja de ser una confluencia de primerizos de más o menos fortuna en sus medios que han decidido pasar al siguiente. Supongo que van a descubrir la diferencias de medios.

En la muy poco inspirada Generation Z (UK) Ben Wheatley vuelve a la televisión tras dirigir Meg 2 con algo tan visto como aquello. Zombies geriátricos. Sí, como en la igualmente británica Cockneys vs Zombies. Con la diferencia de que aquella tenía más gracia, más suspense y más sentido y esta… bueno.. salen jóvenes o algo. Quiero decir, más jóvenes. Porque la idea es esa de jóvenes contra ancianos. Yo qué sé, la espuqui sison que tiene estas cosas.

Sacar un spin-off de un spin-off supongo que también cuenta como spooki season, así que este Joanie Loves Chachi, perdón, Georgie & Mandy’s First Marriage (USA) es el tipo de comedia familiar sin alma que uno esperaría que saliera de donde sale. Es una lástima porque en ocasiones hay un eco de algo que pudo estar bien o que alguien antes ha hecho mejor (Raising Hope, por ejemplo) pro bueno… ¡SECUELAS PARA EL DIOS DE LAS SECUELAS!

Supongo que esto de los youtubers -o lo que sean- reconvertidos es lo que nos quiere contar Good Boy (O) (IR) porque tiene uno de esos, en su variante simpático muppet humano, que comete uno de los fallos básicos de los pilotos aquí: Contarnos un contexto y personajes que para el final del capítulo desaparecen en gran parte. Más aún cuando no logran que haya un motivo de peso para ver el siguiente capítulo.

-Siempre que hablo de lo espantosa que es la animación de las series de Netflix pienso que quizá estoy excediéndome… hasta que llega la siguiente serie animada. Esta Gundam: Requiem for Vengeance (O)(JP) parece Gundam: World of Tanks, con un 3D de cinemática de los dosmiles que es difícil saber si se ha escapado de Command & Conquer, Starcraft, Black Ops o qué. El problema principal es que se les ha olvidado que cuando la animación no es buena lo mejor es tener un guión que lo tape, y en su lugar el guión ni está ni se le espera mientras vemos estúpidos planos de tanques disparando a cosas. Por menos que esto ha habido despidos.

Dentro de los temas de esta semana están las sitcoms rutinarias, así que la gran Reba McEntire ha regresado para esta Happy’s Place (USA) que no es nada fancy. Yo pensaba que I Can’t era su última canción pero resulta que también resume -más aún, tan bien resume- las decisiones tomadas para esto: Una mujer reabre el bar de su difunto padre solo para descubrir que va a tener que compartirlo con la hija secreta -su hermana secreta, vaya- que es, además, su opuesta. Mucho personaje unidimensional, poco humor y, en general, la sensación de que a nadie le importaba mucho qué o cómo saliera. Comenzando por la propia idea de partida. Reba se lleva más de cuarenta años de diferencia con su hermana, que no diré que no pueda pasar pero es, quizá, un tanto excesivo. Más aún para justificar algunas de las otras cosas que se comentan en el capítulo. En fin, espero que le vaya bien pero no seré yo el que la vea.

Una de esas veces en las que la serie más destacada de la semana aparece antes por incomparecencia del rival, no porque carezca de interés tanto como porque no está tan pulida pero uno mira el panorama… En fin, sea como sea, esta Hysteria! (USA) supongo que es una comedia de terror porque hay elementos claramente de terror dentro de toda esa comedia. Una ciudad a la que llega -es un decir- el Pánico Satánico -ah, sí, además son los ’80s, últimamente siempre son los ’80s- una desaparición. Eso hace que la paranoia se incremente… pero también que un chaval decida aprovecharlo para ligar. Con su banda de heavy. Qué puedo decir, es una historia clásica. Lo que pasa es que, además, hay secuestros, disfraces y hechos que podrían ser -o no- paranormales. Supongo que según vayan pasando capítulos veremos más de algunas de esas cosas, probablemente también alguna conspiración oculta o una secta o alguna caza de brujas o una mezcla de todas porque, bueno, estas cosas. Y, por supuesto, hay un magnífico trabajo de nombres bien conocidos (Bruce Campbell haciendo de ‘straight man’, Julie Bowen como una madre perdiendo el oremus) y otros quizá no tan conocidos pero que dan un recital (especialmente Anna Camp con el goloso papel de la jefa de las señoras de la iglesia y Jessica Treska en el que puede ser el papel más inquietante de la serie, el objeto de deseo del protagonista que obviamente esconde mucho debajo) así que aunque no deje de dar la sensación de algo que se ha hecho un par de veces antes, con más texto que subtexto y una única posibilidad de elección (seguir en la comedia de terror más familiar y dejar que la sátira haga lo suyo o bien arrojarse al paranormal más oscuro y dejar que la sátira haga lo suyo) en su camino. Veremos. Porque muy mal tiene que ponerse la cosa para que no me la vea entera.

Creo que esta It’s Florida, Man (USA) logra reunir todo lo que me parece mal de… un gran número de cosas. Espantoso desde su idea de ficcionalizar algunas de esas noticias de Florida comenzando por una de sadismo, mezclando a buenos actores que podrían estar haciendo cosas más interesantes como… quedarse durmiendo en su casa… y siguiendo por una mezcla de docu-drama con ribetes de true crime que parece sacada de un programa de Cárdenas. Asco. Eso es lo que me ha dado.

Pocas cosas más trilladas que las historias de época sobre el ‘descubrimiento sexual’, que es lo que proponer este Jungsookhan Sales (O) (CS) o 정숙한 세일즈 o A Virtuous Business o Un Negocio Virtuoso o…, excesivamente largo, poco interesante y con más esperanza de que los personajes nos caigan bien que trabajo para lograrlo. Los años noventa y la posibilidad de vender material ‘sexual’ -lencería y vibradores, la verdad- de un grupo de esforzadas mujeres rodeadas de hombres idiotas y blablabla. Lo cierto es que no me podría interesar menos, quizá porque no soy su público, quizá porque esta historieta ya la he visto.

Estoy… intentando encontrar una manera de explicar este Magilumiere Magical Girls Inc. (O) (JP) … y creo que lo único que se me ocurre decir es que intenta mezclar una sátira empresarial -por favor, que sea una sátira- con el mundo Magical Girls, otorgándoles una importancia como negocio que va por encima de la ayuda altruista. No parece que sea una sátira tanto de la figura de la Magical Girl como de la del capitalismo depredador capaz de convertir todo en un método de sacar dinero. El problema es que a veces parece que a ese humor no le parece tan mal lo que está contando. En fin, yo qué sé.

Adaptación de la novela del mismo nombre de Bernardine Evaristo, Mr Loverman (UK) que cuenta una historia supongo que importante pero en la que no puedo dejar de ver el maquillaje ‘de viejo’ que ponen a dos actores de cincuentaytantos. Incluso aceptando que el protagonista ha movido todo -porque se nota que es una obra a mayor gloria suya- el que el conflicto sea el presente y luego vayan al pasado para explicar cómo empezó el asunto… no sé yo, no acabo de verlo. Especialmente cuando luego nos los muestran de más jóvenes, en distintos momentos de su vida, y son otros actores. Vaya, resulta que sí que se podía. Supongo que el conflicto principal, la interrelación con lo que los demás ven y se muestran, la religión y la decisión de cómo son -o tienen que ser- las familias son más importantes. Y lo cierto es que toda la parte de actuación es aceptable -sobre todo comparado con maquillaje y peluquería- pero entre lo teatral que queda y mi sensación de que para eso ocho capítulos es mucho -es decir, si lo hubieran tratado en el primero hubiera ido más rápido todo, si van a estar dándole vueltas… no tiene sentido ocho capítulos de marear la perdiz- y lo cierto es que el tema que trata se merece algo bastante mejor que esto.

No sé quién se inventó esto de No sé quién se inventó esto de Mighty MonsterWheelies (USA) pero voy a asumir que fue una empresa juguetera. Porque son los Monstruos Clásicos de la Universal, pero ahora son coches. Bolts Frankenstein es el Camión de Bomberos -y el jefe, claro-, Sweeps Wolfman / el Hombre Lobo es el de la Limpieza, Wraps Stretcher / la Momia es la Ambulancia, Sonnie Dracula / el Vampiro es un Helicóptero que se puede convertir en una Moto, Gill E. Creature / la Cosa del Pantano es un vehículo híbrido tierra-agua y Axyl Bride / La Novia de Frankenstein es una Grúa. Yo qué sé. ¿Tiene guión? Mínimo. Aparentemente menos que el de un anuncio. Pero supongo que lo importante aquí es que la chavalería compre. Los juguetes, quiero decir. Y es una pena, porque esto mismo podría haber tenido un guión, no esta reñido.

Supongo que a esto suena un disco rallado, a NCIS: Origins (USA), una serie que quiere aprovechar el éxito de la madre, que se creó en 2003 al hilo del 11S, y que llega ahora como precuela ambientándola en algún lugar de esos ’90s que retrataba el JAG del que salió esta. Así que en cuanto se descuiden van a tener de frente ambas cosas, el 11S y pisar a su propia serie. Lo que, a su vez, complica esa idea del ‘superpoli’ que es el personaje central. Pero, bueno, esto es tan rutinario como para lo repitan todas las tardes, que entiendo que es la finalidad última de esta serie. Ser relleno, ser rancho.

Supongo que en la cabeza de alguien Nemesis (O) (PB) era una serie interesantísima. Es posible que la idea detrás lo fuera, pero la realización es tan plana en actuación, guiones y rodaje que creo que ha conseguido explotar el concepto de thriller aburrido más allá de lo que ninguna película de tarde ha logrado jamás.

Basado en una serie -algo así- creada para TikTok -está siendo una semana- este n00b (NZ) nos comienza a contar una historia, lamentablemente no pasa de eso, del principio, de mostrarnos al personaje principal que de puertas para fuera es el rey del instituto y de puertas para dentro se dedica a escribir fanfic gay, o algo así, desde luego es gay y, sin duda, lo interpretan gentes reconocibles -porque en la serie aparecen siendo interpretados por los actores, no por otra cosa-, y como su vida cambia cuando un error propicia que lo segundo sea descubierto por los primeros. El problema es que gasta todo un capítulo en esto, no vemos por dónde va a tirar de verdad y, de hecho, da un poco lo mismo porque todos estos adolescentes son bastante insufribles -que supongo que es la parte de costumbrismo- así que… bueno… tendrá su público, supongo. Pero no soy yo.

No. No. Claramente no. Este The Office (AU) intentando imitar más a la americana que a la europea es… en fin. Comenzando porque todo el punto de partido es horroroso -quieren cerrar las divisiones presenciales para pasar a teletrabajo o algo así, la verdad es que la explicación no tiene mucho sentido pero, ¿quién va a entender que no estén luchando por conservar su trabajo sino por seguir como una oficina?- y el reparto de personajes desde la serie original que hace que las reiteraciones con nuevos actores se aproximen más a un grupo de infantes jugando a ser The Office que a algo con un punto de partida similar. No, y no, y no.

Ah, sí, más sitcoms, yuju… En fin, parece que estamos repasando los últimos veinte años de sitcoms y con The Pradeeps of Pittsburgh (USA) hemos llegado a cuando les dio por ‘sitcoms de familias diversas’. Esto es lo que traen los Pradeeps fundamentalmente, luego ya los roles son los de siempre aunque los actores no lo parezcan. Han intentando darle un giro con una investigación que va yendo delante, detrás, y permitiendo cambiar cosas según quién lo esté narrando. Pero no acaba de funcionar ni como método de narración de la sitcom ni, desde luego, para crear suspense. En fin.

No sé qué tenía en la cabeza la persona que pensó en que había que adaptar Rivals (UK), supongo que ver gente desnuda. Pero esto parece una producción de intérpretes amateurs –Tennant está especialmente mal, reduciendo su expresividad habitual a cuánto fuma del puro-  que piensan atraer mucho público apareciendo todo el rato en culos. Algo que no funcionaba en los ’70s y sigue sin valer ahora. Estoy bastante seguro que a partir de estas novelas escándalo se podía haber montado algo decente, algo seguro de que quizá incluso interesante. Pero, sobre todo, estoy MUY SEGURO de que para montar este sopor de carnes y pieles sobraba tanto dinero como gente. Una posibilidad desaprovechada. Muy desaprovechada.

Está simpática esta Sekotengs (O) (ID) que no deja de ser la serie de doctores de siempre -bueno, me resulta muy complicado entenderlos como macizos pero voy a fingir que sí porque es lo que dicen en la serie- con una ambientación muy claramente… digamos ‘de webtoon’. Mejor dicho, tanto la forma de organizar y llevar la historia como los recursos de cómic -y cómicos incluso cuando son divulgativos- que la acompañan. Así que aunque no es especialmente original en cuanto a su fondo sí que logra una forma que resulta al menos agradable. Que a estas alturas y con esta semana casi que me vale.

Vamos a hacer un repaso: Un grupo de chavales (ok) que se resume en cuatro amigos  de toda la vida (ok) y una chica (ok) se encuentran metidos en una cosa extraña (ok) en la que les echa una mano a más o menos distancia el policía de turno (ok) y, casi se me olvidaba, hay por medio un juego de mesa (¿?) y, por supuesto, el hecho de que está ambientada hace décadas (ok). No, no sé a qué serie os recuerda esta Snakes and Ladders (O) (IN). Porque, en realidad bebe de más sitios, y quizá ni siquiera sean exactamente los ochenta. Son los ’00s pero parecen los ’80s por algún extraño motivo. La presencia de lo sobrenatural está más implicada en cierta ambigüedad y los malechores están más bien alrededor de los clásicos bandidos -puede que incluso de los de Solo en Casa- mientras lo que une a los jóvenes es uno de los recursos más viejos del libro… que no tiene mucho sentido porque ya estaban unidos de antes. Salvo que decidan… pero bueno, para eso habría que seguir viendo capítulos y esta especie de subproducto no os creáis que me ha dejado demasiadas ganas o interés de hacerlo. Pero, al menos, los capítulos son de menos de 50 minutos. Alguno está incluso más cerca de los ’30. Algo es algo.

Nueva serie antológica -corta, parece que serán unos seis capítulos- y esta Tales From the Void (USA) muestra las ventajas y alguno de los inconvenientes. La ventaja en que en realidad no se puede juzgar toda la temporada aunque sí tomar notas de por dónde van a dar (probablemente) las vueltas. La desventaja es la misma. Bueno, y una cierta sensación de que hay que rellenar espacio por rellenar espacio, aunque bien es cierto que a estas alturas es difícil saber si esa es una imposición externa o interna. (O el hecho de estar adaptando historietillas de un foro de Redditt) Sea como fuere, podría haber sido peor. Que supongo que a estas alturas ya nos vale.

Una vez más el tratar un piloto como el primer capítulo de un libro hace que no salga gente que aparece en el cartel, que otra aparezca menos de lo que se supone y que alguno no vaya a volver a aparecer, algo que esta vez toca decir de Thou Shalt Not Steal (AU), una serie que aparece apuntar hacia una de esas historias de paso a la vida adulta, más algún tipo de drama familiar con ribetes más o menos cómico y blablabla, aunque al menos parece que los actores que han aparecido hasta el momento se lo están pasando bien, pero no sé, es como si la hubiera visto y, a la vez, le faltara un poco de algo para que acabe de funcionar. Lo mismo es solo rodaje pero viendo cómo se ha… utilizado el piloto… no sé yo, la verdad.


Supongo que esto es un drama, o algo, porque este Une Amie Dévouée (O) (FR) nos propone a una persona que claramente tiene problemas de antes, pero que decide hacerse pasa por superviviente de la Bataclan, que ya hay que tener ganas. Pero que parece una manera en la que consigue atención y, supongo, amor o algo. La verdad es que a ratos parece que quieren hacer una versión menos despendolada de Baby Reindeer desde el otro punto de vista. Pero lo que logra está más cerca de un patetismo que juega a ser algún tipo de comportamiento extraño. En fin, que no.

No tengo nada claro qué pretenden con esta Camp Be Better (NZ), porque la crítica social de los jóvenes hijos de padres ricos que en lugar de pagar por sus crímenes son enviados a un ‘campamento de reeducación’, es mínimo, el humor es incluso más mínimo, la trama de -supondremos- intriga está casi tan desaparecido en combate, y la parte de drama juvenil funciona un poco según les va pareciendo. No es ya que los personajes sean una panda de cretinos, que lo son, es que todo lo que hay alrededor sirve muy poco para convencernos de otra cosa.

Prime aún no ha abandonado la esperanza de que los muchimillones que se gastaron en Citadel den su fruto. Lamentablemente no creo que esta Citadel: Diana (O) (IT) logre mucho más, da igual que la pongan en 2030 o que cuenten lo que les de la gana. Suponiendo que realmente esté contando algo. Porque esta historia es un más de lo mismo, estirado y poco interesante. Para hacer una serie de acción debería de tener algo de acción, para una de espías haría falta algo de tensión. Esta es poco menos que un aburrido corre-corre sobre todo porque la mayor parte del tiempo no hay nadie corriendo. A ver si La India logra arreglar lo de las otras dos, aunque a estas alturas lo dudo.

En un mundo lleno de series imbéciles esta Curfew (UK) que ha puesto a la vista de todo el mundo Paramount+ es de las peores que se me ocurren. Partiendo de la base de Un mundo en el que los hombres tienen prohibido salir de las 19 a las 7 y llevan una tobillera que les localiza a cada momento se produce un asesinato es casi tan estúpido como la teoría del gran reemplazo o del racismo antiblancos. Por supuesto la inspectora al cargo considera que el asesinato lo ha cometido un hombre. Así que tiene que seguir adelante porque los hombres son muy inteligentes mientras que las Mujeres de la WSA o algo así como Agencia de Seguridad de las Mujeres… no lo son. Más allá de estupideces varias como que el crimen se podría haber cometido por la mañana porque d’uh el policíaco está hecho con el clásico estilo cartónpiedra de quien está convencido de que solo con su IDEAZA puede tirar adelante todo lo demás y no se va a molestar mucho en pensárselo mejor. Que es, en realidad, el resumen general de una serie en la que el mayor misterio es saber si es una sátira o no.

Supongo que si uno tiene que elegir entre contar una historia o poner su ego en primer lugar va a demostrar lo que es con facilidad. Y en el caso de Disclaimer (UK) está clarísimo, meridiano, lo que es su responsable. Así que si a alguien le apetece una paja mental de alguien encantado de conocerse, bienvenido sea. Si alguien quiere intentar seguir lo que se supone que es una obra de suspense… en realidad el libro tampoco es mucho mejor, así que para leerte este mejor buscarse en la misma editorial Tres noches de Austin Wright. Que será de más provecho que cualquiera de las otras opciones. Y eso que por lo menos esta vez no han metido a Nicole Kidman por medio.

Supongo que esta serie, Dodge’s Pup School (UK), está pensada para esos peques que aman los perros. Normalmente hubiera sido una obra con mayor variedad de animales -supongo-, pero también imagino que esto mismo pero con gatos sería… una serie distinta. En cualquier caso, una serie para preescolares y alrededores agradable y blabalbla. Podéis imaginaros lo que es y cómo es.

Holgazana es la escritura de este The Franchise (UK), un conjunto de comedia de trabajo poco inspirada en la que ni los insultos son gran cosa. Lo peor es la sensación de que todo esto ya lo habíamos visto pero mejor. Los chistes sobre películas de superhéroes (porque se supone que esto es Marvel pero en realidad es casi más DC) se han hecho tantas veces que los del director los hacía mejor Barbie, la historia general podría ser la de Mystic Quest si Mystic Quest no tuviera gracia, y una serie de Armando Iannucci con poca gracia ya la teníamos en Avenue 5. Así que, bueno… Creo que HBO ha hecho una serie a la altura del resto de lo que la Warner hace.

Una serie que, en el mejor de los casos, es una agradable obra histórica sobre una familia de pescadores. El asunto es que para finales del capítulo las penurias de la familia les llevan a lograr dinero. Y entonces The Hardacres (UK) se transforma en algo que parece que va a significar el enfrentamiento entre estos ‘nuevos ricos’ y los ‘ricos de siempre’ de una manera que juegue con las tradiciones de las obras de época. Pero que a cada momento y posibilidad me hace pensar en Rústicos en Dinerolandia, la vieja The Beverly Hillbillies. En versión británica, eso sí. Pero bueno, no he visto más allá del piloto así que no sé si serán capaces de tirar por otro lado, pero supongo que si alguien ha pensado alguna vez en hacer una mezcla de ambas ‘ideas’ es su momento. Yo qué sé.

Lo que puedo decir de este Inganno (O) (IT) es que parece que cuando en Netflix decidieron autorizar un remake italiano de la serie de la BBC Gold Digger se sentaron a ver lo que funcionaba y lo que no. También creo que se les ha ido un poco la mano con el personaje masculino principal, que no es que parezca ambiguo, es que solo le falta matar a alguien en el piloto. Y, sin embargo, sospecho que pretendían darle una vuelta cómo funciona toda la historia, así que ya veremos cómo montan el melodrama.

Pues aquí está, con Life and Dirt (O) (NI) como serie nigeriana en Prime que parece que los de Prime tampoco están muy ocupados en promocionar. Vale, es una especie de telenovela con un par de ¿chanchulleros? que se encuentran con un problema -en realidad son varios, pero el principal es su propia incompetencia- y una producción que hace que todo parezca un teatrillo. Nigeria tiene mucho mejores series, la verdad. Así que en realidad me gustaría saber cómo han acabado aquí, parece una historia más interesante.

Supongo que a los fanses de aquella película que los dos actores principales hicieron juntos les gustará La Máquina (O) (MX), el resto pues bueno. La parte de un boxeador cuyo final de carrera está ahí resulta más o menos aceptable, las trapacerías de su manager, sin embargo, parecen una farsa. Que vayan evolucionando hacia un muy poco probable misterio… en fin. Si la idea es que con este dúo podían ponerles a interpretar una opereta de Jose Luis Moreno supongo que era un reto como otro cualquiera. Pero lo cierto es que lo más destacable acaba siendo la música, el uso de un karaoke que es el mejor punto intermedio entre las dos obras distintas que pelean -y pierden, ambas- dentro.

Alguien pensó que era una buena idea hacer una serie sobre el psicólogo del presidente argentino. El problema es que la realidad es mucho más increíble que la ficción así que todo lo que nos cuenta este La mente del poder (O) (AR) con sus idas, venidas, dimes y diretes para que una organización secreta controle al psicólogo y trate de que renuncie o de que le destruya… En fin, con el presidente que tienen ahora los argentinos sabemos: Que a peor no le va a convertir, que si logra que renuncie un favor que nos hace a todos y que CON UN SOLO PSICÓLOGO POCO VA A ABARCAR. Así que ni misteriosos pacientes, ni intriga… psicológica (JA!) ni leches. La próxima vez que se lo piensen mejor antes de montar la serie.

Brevísima en todos los sentidos, dos minutos por corto y cinco cortos en total, este Mickey’s Spooky Stories (USA) es un encantador ejemplo de stop-motion para la época. Breve, imaginativa y muy agradable. Ideal.

No soy el público objetivo de este The Office Movers (CA) porque sospecho que esta serie que debería de haber sido un podcast, y a la que llamarla serie casi me parece mucho exagerar, nos presenta a dos expertos en mudanzas de una empresa ruinosa pero… no mucho más. Una serie de momentos más o menos breves -quizá debería de haber sido una serie de sketches para YT, quizá lo fuera en un inicio- que ni parece coherentes ni apuntan a ningún lado más que al ‘colegueo’ de sus protagonistas.

Voy a empezar diciendo dos cosas de este Ranma ½ (O) (JP). La primera es que no esperaba yo nada de ella. Lo segundo es que no tiene mucho sentido hablar de la historia salvo que no la conozcas de antes. Porque lo que han hecho es usar exactamente lo mismo. O CASI lo mismo, y con mucha astucia. De momento lo han convertido en una serie ‘de época’ al ambientarla en el momento en el que se escribió, en lugar de actualizarla. Así que la actualización, que la hay, viene de otro lado. La forma de tratar a los personajes -ahora Ranma se ruboriza y mortifica, por ejemplo-, la forma de tratar la sexualidad de los cuerpos -más jugando a no mostrar, haciéndolo como si fueran barbies en lugar de aquellos pezones rosáceos de antaño- y, sobre todo, el manejo de la animación para luchas y tonos. Las partes cómicas son deliberadamente más cómicas, las peleas más dinámicas. Hemos pasado de un entorno casi 2D como un teatrillo a un momento en el que la cámara se mueve. Y le viene muy bien. Ah, y han organizado las escenas para que sean las mismas pero en un orden más coherente. Lo cierto es que hay una tercera cosa que decir: Esta Chapa y Pintura le ha venido muy bien. Y no me lo veía venir. En absoluto.

Dentro de esta decisión de Netflix de que algunas series sean más bien miniseries, como libros, tenemos este El secreto del río (O) (MX) que claramente tiene un principio que no va a permanecer sino a dar un salto temporal… que no hemos visto en el piloto y que lo mismo tarda algunos capítulos en dar pero que CLARAMENTE  va a dar. Porque la historia que nos está contando y que puede ser interesante en algunos puntos -fundamentalmente lo que nos cuenta sobre las Muxes- en otros no deja de ser el melodrama clásico de las telenovelas a las que vemos venir la intención de meterle un suspense que ni pinta mucho ni importa tanto como la historia de estos dos amigos tan iguales y tan diferentes. Y ver lo que se atreven y no a hacer con ellos. Si no hay salto temporal me como el sombrero pero he visto suficiente con esto como para saber que lo habrá. Y que hay rastros de una historia interesante en mitad de todo el resto de perifollo que le han metido para, supongo, vendérsela.

¿Cuántas series de asesinos en serie que no querían serlo pero no les ha quedado más remedio vamos a tener? Me temo que este Sweetpea (UK) se queda muy lejos de Obituary, también de las mil versiones de Dexter, en general es más una especie de drama que quiere ser humorístico, fallando en ambas partes. Porque solo porque un personaje sea patético no vamos a empatizar con él, por mucho que le maten al perro. Más aún si las distintas cosas que suceden lo hacen como lo hacen. Así que bueno, supongo que habrá gente que logrará sacar algo de esta serie. Pero a mí solo me ha hecho perder el tiempo.

Mi problema con Teacup (USA) es muy sencillo. Cuando vi el piloto pensé ‘bueno, una de esas series con golpes de efectos y una serie de misterios que ya veremos si se resuelven o no, no me puedo creer que hayan pasado 20 años de Lost y sigamos en las mismas’. Pero, entonces, apareció en los créditos algo que hizo que pensara bastante peor de ella. Porque resulta que asegura adaptar a Robert McCammon. Puede que la gente no le recuerde pero durante los años ’80s fue uno de los principales rivales -y, a menudo, comparado con- Stephen King. Cómo sería que bastante de sus libros se trajeron a España. Desde hace ya unas décadas se dedica al misterio histórico, pero en su día fue la persona con la que King se tuvo que repartir el Stoker a Mejor Novela el año que publicó Misery. Vamos, que no es un cualquiera. Pero, más importante, no tiene casi nada que ver con esto. Porque si te has leído Stinger -que es la que se supone que adapta y que fue candidata del Stoker ese año… pero lo perdió a manos de El silencio de los corderos– sabrás que han decidido saltarte prácticamente todo. A favor de una historia que oculta más que muestra, que no parece muy ocupado en jugar las cartas de aquella y que, en general, da la sensación de que va a remolonear más incluso de lo que yo pensaba. Así que, no sé, para otra vez si alguien decide comprarse los derechos de una obra ochentera estaría bien que se pareciera. Por muy grande que pongas que James Wan ha tenido algo que ver en esto porque te lo encontraste en una fiesta o algo. (Y, ya que estamos, si alguien quiere recuperar alguna de las novelas de McCammon, no es que yo tenga mucha prisa pero algunos títulos puedo sugerirle)

No sé por qué Netflix ha pisado el acelerador con la animación, lo que sí que os puedo decir es que esta Tomb Raider: The Legend of Lara Croft (USA) a la que más me recuerda en trama, estilo de animación e intenciones es a… James Bond Jr. Con la diferencia, supongo, de que aquella fue hace como treinta años y era menos consciente de sus comportamientos. Bueno, y que jamás hubiera sacado a una persona con un tiro en la cabeza. Pero, vamos, para lo principal -diría que para lo sustancial, pero necesitaría que hubiera sustancia- estamos hablando de prácticamente lo mismo.


Poco trae este Ao no Hako (O) (JP), o アオのハコ o Blue Box o La caja azul o, que no se pueda resumir en que es un spokon con mezcla de romance que es exactamente lo que uno esperaría al escuchar estas dos cosas. Una parte importante de deportes con las típicas llamadas al esfuerzo, la superación y blablabla -el chico en badminton, la chica en baloncesto- y la otra de romance que es casi igual de perezosa -el chico está enamorada de la chica, que es de un curso superior y está muy centrada en su deporte- con un reparto de secundarios bastante limitada. ¿Qué podemos decir de bueno entonces? Pues que la animación está por encima de la media . No para ser Netflix que ya sabemos que eso poco significa, sino en general. Pero, claro, ¿merece la pena verse una serie por la animación? -Más aún sabiendo que lo mismo en un par de capítulos empiezan los reciclajes- Para mí, desde luego, no. En absoluto.

Usar un rato de Will Ferrell puede ser lo mejor que tenga que ofrecer este The Charlie Puth Show (USA), una especie de falso documental sobre la carrera de esta persona, sea quien sea -sí, ya sé, se supone que es famoso, pero ya sabemos que Famoso Demostrable es lo que es- que no tiene demasiada gracia porque la mayor parte del tiempo lo que hace es poner una charla intrascendente tras otra. Me temo que parte del problema está en que necesitas mucho carisma para sacar algo así, o conocer al personaje desde hace tanto que esperas ya una serie de cosas… que no están aquí, la verdad. Entiendo que si hay un vínculo parasocial lo mismo te hace más gracia pero, visto lo visto, lo más que puede hacerlo brillar es algún invitado puntual.

Burdo, adolescente y a veces pueril, DAN DA DAN (O) (JP) es un anime con una premisa peculiar -dos jóvenes cruzan una apuesta, él irá a un sitio encantado, ella a uno frecuentado por OVNIs, quien demuestre que ‘su’ supernaturalidad existe ganará. Ambos tienen razón y la cosa se desmadra- que juega bien con unos ciertos cambios de registro dentro de un mismo tono, pero que tiene los problemas habituales de los japoneses. Como esos momentos ‘sexys’ que hacen que parezca de los ochenta/ noventa. Quitando eso, y reconociendo que la animación es just OK -que siendo Netflix ya lo pone en el top de sus animaciones-, resulta simpática. Que supongo que es lo que buscaba.

Me temo que parte de mi problema con Joan (UK) ha sido puramente de expectativas. Lo último que esperaba de una serie sobre una famosa ladrona de joyas es que pasara la práctica totalidad del piloto explicándonos lo malo que era su marido, sus intentos de recuperar a su hija de Servicios Sociales y cómo, de alguna manera, todo esto la abocó a la vida criminal. Cero ‘robar joyas’, cien ‘telefilme de sobremesa’. En fin, que por bien que logre estar el trabajo de maquillaje y peluquería -sobre todo pero no solo- lo cierto es que no hay nada en esta muy claramente parcial recreación biográfica que me interese.

¿Cuántas series de pseudoépoca necesitamos en la que los personajes tienen los problemas propios de su contexto y se nos muestra los retrasos de entonces frente a los de ahora -que con rascar un poco ves que en realidad no son ni exclusivos de entonces ni están arreglados ahora? ¿Cuántas veces tendremos que ver series ‘corales’ con exactamente las mismas voces y alguna nota de color secundaria? ¿Por qué esta Last Days of the Space Age (AU) es tan insoportablemente genérica? ¿Qué hemos hecho para que Disney siga poniendo el dinero en estas cosas?

Supongo que con So Long, Marianne (CA) entramos en el terreno del drama -melodrama en el mejor de los casos- que considera que es muy intenso y que, además, se dedica a hablar mal de otra gente igual de intensa. En fin. Entiendo que estas cosas de fanses se va haciendo de todo el mundo y, bueno, ¿por qué no de Leonard Cohen? No estoy muy seguro de lo que hubiera opinado él, pero os puedo decir que el momento en el que la imagen pasa al blanco y negro tuve que parar y echar para atrás de tan en blanco que había puesto los ojos. La idea de ir mezclando momentos temporales no-tan-lejanos y de perdonar a su protagonista lo que se critica de otros es… bueno. No puedo decir que me sorprenda, la verdad. Supongo que este es el tipo de cosas que pasan cuando pasan este tipo de cosas. O algo así. A mí que no me esperen.

Supongo que la mejor forma de definir este Uzumaki (O)(JP) es decir que se trata de una obra para fanses. Es decir, el trabajo realizado con el blanco y negro y la animación para que recuerde lo más posible a las viñetas del tebeo -con el añadido del movimiento y de una interpolación de lo que debía de suceder antes y después de las mismas, claro. Que a ratos te preguntas si no sería más fácil que se leyeran el manga original, y en otros te preguntas si no es un ejemplo de que lo único que ha variado desde aquellas adaptaciones de viñetas con partes móviles de la Marvel de los sesenta es la técnica- que a ratos se nota casi artificial, más cerca del vídeo de Take on me de A-Ha que de una obra en la que esta es la normalidad, se encuentra limitada por un guión que está más ocupado en lograr escenas grotescas que en darle un sentido. Pero supongo que como esto va por lo que ahora llaman ‘las vibes’ y si entras bien y si no pues mal… pues para qué más. Yo no entré en su momento, supongo que porque mi paciencia vale para una película pero no para una extensa serie de cómics dilatada en el tiempo, incluso aunque la película que se hizo de esta obra a principio de los dosmiles no me parezca recomendable… así que lo único que puedo es advertir y, claro, hablar bien de la adaptación animada.

Lo mejor que puedo decir de Where’s Wanda? (O) (AL) es que alguien lo ha intentado. ¿El qué? Probablemente ese sea el problema. Estamos en una serie que pretende ser una comedia, pero en su centro está la desaparición de una adolescente. Algo que hace que sus padres… no diré que pierdan la cabeza, pero desde luego sí que decidan salirse de la norma para buscarla. También hay un hermano por ahí, supongo que porque pensarían que hace falta alguien que sea de Tecnología. En fin. El asunto es, claro, que la parte cómica es… vamos a ser amables y decir ‘limitada’. Yo, desde luego, no acabo de verle mucha gracia al asunto. En cuanto a la parte del ‘misterio’. Mucho me parece llamarlo así. Entiendo -creo- lo que pretende hacer. Pero de ahí a que lo logren hay un trecho. Quizá con el rodaje la serie mejore pero… No, me temo que no estaré ahí para verlo.


Como en una especie de House deprimente, Brillant Minds (USA) sigue a un neurólogo tratando de ¿resolver? casos sin hacer mucho caso -ninguno- a las autoridades de su hospital -en realidad le acaban de echar el anterior por… bueno, da igual pero incluye un número musical- con la diferencia de que aquí se intenta que el protagonista (que yo diría que está muy claramente inspirado por Oliver Sacks) sea todo lo empático posible, incluso aunque él mismo tenga consciente de sus fallos, problemas y limitaciones. No es precisamente el estilo de serie nueva y entiendo que los secundarios están desdibujados porque en este piloto lo importante es que entendiéramos al protagonista. Pero, la verdad, no sé yo si me apetece ver una serie tan rutinaria cuando todo, desde la iluminación a los decorados pero, sobre todo, los temas y casos, parecen haber decidido que si algo es realista tiene que ser dramático por el lado de la pena. En fin.

Dentro del… bueno… especie de maratón de Ryan Murphy… este Doctor Odyssey (USA) es algo así como la que está más cerca de estar bien. Porque combina ideas de 9-1-1 con otras ideas de series ajenas, de doctores y de cruceros, y mientras está moviéndose en esas zonas -sobre todo cuanto más se acerca a 9-1-1, se nota que la temporada pasada les dio muchas ideas- funciona. El clásico truco de Love Boat de cambiar los invitados tiene más sentido cuando se juega con el clásico truco de ir cambiando los pacientes en una serie de doctores. Y hay varios momentos notables como la forma de gestionar las expectativas del espectador con el primer caso que trata el equipo. ¿Entonces, cuál es el problema? Pues son dos pero muy unidos. Los personajes son pocos e insípidos. El Capitán interpretado por Don Johnson tiene la personalidad y el carisma de un muñeco de cartón, los tres miembros del equipo médico entran demasiado rápido en una dinámica de triángulo amoroso / pelea de patio de colegio que, la verdad, no puede ser más estúpida. Incluso la decisión de que solo haya tres personas para atender a todo el mundo parece más allá de lo increíble, sea cierto o no. Que creo capaz a los dueños del crucero a tener semejante recorte de responsabilidades a cambio de dinero. Ya está. Sí, están los actores invitados… que tampoco hacen gran cosa por mucho que lo intenten -fundamentalmente la pareja formada por Rachel Dratch y Tom McGowan– pero ya. Esta serie necesita secundarios como el respirar. Nos han dejado ver una enorme cantidad de personal, así que ya pueden empezar a meter más gente. Porque Joshua Jackson, Philippa Soo y Sean Tale hacen lo que pueden con lo que tienen… que no es mucho. Así que más allá del humor, las ideas o el anuncio de cruceros… incluyendo las referencias metas… más vale que metan a más gente y encuentre una manera de que la historia se vaya engrasando o van directos hacia el iceberg.

Hay veces que uno se encuentra ante un remake que buscar dar una vuelta a una fórmula conocida, en el caso de Everybody Still Hates Chris (USA) se trata más de un recalentado. El paso a dibujo animado es más porque no puede seguir adelante en imagen real que porque el formato vaya a aportar año, lamentablemente con el humor no pueden hacer nada. Así que ahí es donde más pesa la distancia temporal. En fin, esto de revivirlo todo llega hasta donde llega.

Parece que estamos abocados a las mismas series una y otra vez hasta que llega una que demuestra que no es necesario. Bien es cierto que en Familia de Medianoche (O) (MX) tenemos muchas de esas cosas que salen recurrentemente en las series de médicos, incluyendo los amores y las disputas; no es menos cierto que aquí se mezclan también elementos telenovelescos con la parte familiar de los protagonistas; pero, sobre todo, tenemos un ejemplo de -una vez más- los problemas del capitalismo. Porque aquí hay una familia que circula por las noches en una ambulancia para poder conseguir dinero. Llevando pacientes al hospital y dándoles los mejores cuidados de uno a otro lado. Es decir, a medio camino entre Urgencias y 9-1-1 si en alguno de los dos casos hubieran decidido que un drama familiar podía tener lugar dentro de una ambulancia. Tiene sus propios problemas, claro, sobre todo esa tendencia a lo telenovelesco sin soltarse el pelo, pero bueno, supongo que la intención es lo que cuenta.

Ryan Murphy ha estrenado tantas series este mes que si la de American Sport Story parecía falta de su toque esta Grotesquerie (USA) parece una parodia de sus series, todos sus tics descontrolados, la elección de actores, las rarezas. Y, sin embargo, logra que parezca que están intentando mezclarlo con elementos de Fuller en Hannibal o de los King en Evil. Esto hubiera sido en general un comentario positivo si no fuera porque, de hecho, también ahí parece que han elegido las partes más ‘parodiables’ de ambas y se han olvidado del sustento. Digamos que la diferencia de lo que va entre American Horror Story y Channel Zero. Con, además, toda esa sensación de que todas las posibles referencias anteriores al año 2000 han sido desdeñadas. Supongo que para obviar que es más parecida al Resurrection de Christopher Lambert que a Seven. Es como si hubiera perdido el humor, la gracia, el toque… y se hubiera quedado con lo superficial.

Ciertamente no esperaba yo gran cosa de Jiokeseo On Pansa (O) (CS), o 지옥에서 온 판사 o The Judge From Hell o…, y ha acabado siendo una grata sorpresa. El punto de partida parece ‘lo de siempre’. Una ‘jueza’ del infierno demuestra que le da lo mismo lo que hace -o cómo lo hace- así que es ‘castigada’ a venir a la tierra durante un año, durante ese tiempo tendrá que acabar con diez asesinos -con una serie de reglas- o perderá su puesto y etcétera. Pero, a partir de esto, que podría haber dado lugar a la clásica serie fantástico/romántica, pasamos a toda una serie de movimientos y maniobras en las que el humor, el cinismo, el drama social y hasta el terror van teniendo sus pequeños momentos. Y en el que siempre parece que hay un nuevo giro. Algo que se nota especialmente en el segundo capítulo, cuando parecía que ya estaba claro por dónde iba a ir al serie y vuelve a hacer lo que le da la gana. Así que pese a los capítulos largos y a que no sé por dónde tirará -de manera literal, quizá el tercer capítulo lo establezca pero a saber- debo decir que es una de esas novedades inesperadas que me alegran los visionados. Y que tengo intención de seguir la serie, por supuesto.

Más una comedia con policías que un policíaco con toques cómicos, este Ludwig (UK) que muy claramente bebe de Monk todo lo que puede y más es capaz de presentar, también, sus propias vueltas a un clásico. Porque, sí, el personaje central es un Excéntrico Asesor… que también es el policía. Porque dentro de su situación como pez fuera del agua el giro es interesante: John Ludwig Taylor es un consumado creador de pasatiempos sección críptica, da igual que sean crucigramas, dameros malditos o lo que toque. Pero también es otra cosa. Es el hermano gemelo del Inspector Jefe de Policía Jack Taylor.  Ambos hermanos están marcados por la desaparición de su padre hace unos 35 años, una marcha que causó un fuerte impacto, especialmente en John. Así que cuando la mujer de este le llama porque ha desaparecido dejando un críptico mensaje detrás la solución más obvia es… investigar. Y si eso significa hacerse pasar por su hermano gemelo, ¿qué es lo peor que podría pasar? Como decía al principio, está muy bien llevada la parte de humor por mucho que gran parte de la misma sea la clásica de ‘el rarito’, en cuanto al misterio del día… queda bastante claro que no le importa gran cosa, más que como parte de un artefacto cómico. Supongo que porque prefiere usar el piloto para presentar los personajes -unos cuantos- y la situación. Así que habrá que ver por dónde tira con los siguientes pero, de momento, es una serie a tener en cuenta.

Parece que con tanta serie no nos íbamos a librar de otra de Organización Criminal, así que aquí estamos con Mamá Cake (O) (MX), sobre una mujer que debido a sus… circunstancias… comienza un negocio de pasteles ‘especiales’ -drogas, los pasteles llevan droga- que la ponen en conflicto con organizaciones criminales -distintas a la suya- tanto como meten más presión en su ya complicada vida familiar (viuda, a punto de perder su casa a manos de su cuñada, con un nieto desconocido apareciendo para vivir con ella). Supongo que la idea de que protagonizara la serie la gran Susana Alexander, y que María Antonieta de las Nieves sirviera como apoyo cómico, les hizo pensar que podrían tirar de ella. Por supuesto sirve para que la serie tire más hacia la comedia que el drama, y supongo que el tema de las segundas oportunidades tiene más sentido con ellas por medio. En fin, yo qué sé. Ojalá me hubiera gustado, pero me temo que ni ellas consiguen lograr que vaya algo por encima del promedio. Y es una pena, porque creo que dentro podría haber una serie interesante.

Lo que más me sorprende de este Matlock (USA) es lo poco que se parece a Matlock. En realidad se parece más a Harry’s Law, la anterior serie de abogados de Bates, pero con un giro hacia Suits -que para eso se ha convertido en una favorita del streaming– y si bien no esperaba yo realmente que esto fuera hacia esa versión más ‘clásica’ de Matlock -o de algunos de los mil dramas de suspense judicial, de Perry Mason a La Ley de Burke– lo cierto es que es un agradable genérico con un par de niveles de interpretación pero un guion en el que no parece haberse complicado nadie demasiado. Una de esas series que pueden durar cinco temporadas y luego encontrártelas todas las tardes durante una década, saltando de canal a canal. Hemos visto cosas peores. Pero está claro que tampoco se iban a complicar en algo mejor.

Sobre el papel Murder in a Small Town (USA) lo tenía todo para gustarme. Se supone que iba a ser un ‘cozy crime’ en un pequeño pueblecito en el que el nuevo jefe de policía, llegado de la gran ciudad, resolvía asesinatos mientras su vida amorosa ocupaba un hueco. Lo cierto es que según empieza la serie notas las ganas de hacer algo al estilo Hallmark. Pero no solo eso. De hecho, OJALÁ hubiera sido eso. Es difícil de explicar los problemas, no porque sea complicado sino porque son muchos. De entrada están los actores, en la que puede ser la peor interpretación de sus carreras. Que ya es decir. Luego está una producción que parece canadiense en el mejor de los casos. Detrás llega una trama que ni interesan en lo misterioso -es lo que tiene abrir con un crimen en el que pones solo un sospechoso- ni la parte ‘romántica’ es mínimamente soportable. Y el insufrible manejo de los tiempos que hace que todo sea plomizo, aburrido, innecesariamente alargado. A eso le podemos añadir, además, que la química entre sus protagonistas simplemente no está. No existe. No existe a niveles que la primera vez que aparecen juntos para una cita si uno les ve piensa que es algún tipo de incómoda entrevista de trabajo. Qué desastre, qué horror y qué espanto. Mira que cuando uno ve las películas de Hallmark Mystery piensa que son obras sencillas de hacer. Pero qué os puedo decir. Para todo hay que valer.

No esperaba estar yo diciendo esto pero Nobody Wants This (USA) es una gran serie pese a su falta de trama. Y lo es porque el magnífico reparto saca adelante una historia que parece pensada a partir de organizarles para que hablen entre ellos. Porque la química pero, sobre todo, el encanto de los protagonistas, especialmente de una Kirsten Bell que parece estar dando entrevistas sucesivas, es lo que logra que esta comedia romántica sencillita y ligera, sobre una mujer que tiene un podcast en la que habla de sus (malas) experiencias amorosas y… un rabino. El peor ejemplo de ‘timming’ posible, sin duda. Pero dado que -al menos en el piloto- no hay mención política alguna, y sí bastantes estereotipos judíos, porque funciona para ese ir a lo sencillo. Así que supongo que será eso lo que determine si el público la acepta mejor o peor. Yo, desde luego, estoy a favor, pese a todo.

Encontrarte una coproducción francesa apoyada por británicos y estadounidenses como Paris Has Fallen (O) (FR) en la que ha habido todo tipo de problemas -incluyendo el cambio del teórico protagonista, Mathieu Kassovitz, por otro, Tewfik Jallab, tras un accidente de moto del primero-tiene un cierto aire de sorpresa por mucho que luego se vaya a estrenar por todas partes. Sea como sea, podemos decir que el contacto con la serie de películas es limitado, como su eficacia. Porque aún teniendo un par de buenos momentos de acción y suficientes ‘giros y sorpresas’ lo cierto es que no parecen tener muy claro ni cómo hacer las transiciones entre ellas ni cómo ir gestionando la información y la acción para que ni el suspense ni la acción se resienta. Es una lástima porque se nota que tiene más presupuesto que la media, y uno solo puede pensar en lo que podrían haber hecho alguno de los especialistas ingleses en el asunto dado lo poco dados al actioner que son los especialistas en thrillers. Pero bueno. Es un intento, supongo.

No soy capaz de entender para quién es esta serie, este Penelope (USA) que parece por un lado una de esas de ‘adolescentes en la naturaleza’ y, por el otro, de algún tipo de autoayuda/sal-a-tocar-la-hierba que, en fin, precisamente si hacen eso no están viendo Netflix. A mí no me podría interesar menos, por supuesto, ni como serie ni como ideología, pero eso no significa que cada vez que me encuentre con una de estas no vea que hay un público -que no soy yo-, así que esa decisión puede que esté más meditada de lo que yo pienso, y que realmente a alguien le pueda interesar. Mientras no me la tenga que ver yo, todo bien.

A ratos llego a pensar que este Rescue: Hi-Surf (USA) surgió de un reto: ¿Cómo podríamos hacer un 9-1-1 centrado en un equipo similar a Los Vigilantes de la Playa de manera que sea LA SERIE MÁS ABURRIDA POSIBLE? Y lo logran. Despojándola de cualquier tensión, dando espacio a cualquier chorrada de drama de telenovela diaria, y poniendo a unos personajes que no podrían interesar menos. Sin tensión, humor, espectacularidad, sin unos personajes que llamen la atención… Es un pan sin sal en el que, por no haber, no hay ni toras.

Casi agradezco que Los Reyes de Oriente (O) (MX) sea una especie de drama en lugar de los dos tipos habituales de Organización Criminal. Porque algo hay por ahí perdido, pero el centro está en la relación entre un grupo de jóvenes y, sobre todo, entre uno de ellos y la madre de su amigo. Aquello del Amor Prohibido que normalmente se habría tratado como Telenovela pero aquí se hace desde el Drama. No es que sea gran cosa -aunque sí que está actuado de manera competente- pero… bueno… algo es. Imagino.

Con la ya clásica animación espantosa de 3D y una idea muy leve llega adelante Tea Town Teddy Bears (USA) en la que un grupo de.. supongo que animales antropomórficos sería mejor resumen que Un puñado de furries… se dedican a tomar el té y hacer fiestas. Supongo que por el grupo de esas al que van dedicados tampoco es que necesiten mucho más, pero no puedo dejar de pensar que se podría haber hecho claramente mejor. Bueno, y que me pregunto si alguna empresa de té habrá pagado esto.


De momento no es demasiado lo que puedo decir de Agatha All Along (USA) porque han sacado dos capítulos que casi ni cuentan como pilotos. En el primero directamente estamos en otra historia y no se nos presentan más que a un par de los personajes de la nueva serie. El segundo es de presentación de personajes y poco más. Sí, inicia varias tramas, hay partes de misterio, y deja caer desde el principio que vamos a tener un camino movido -y que parece que alguien ha puesto pasta- pero, a la vez, son dos capítulos que sirven poco más que para poner un tablero y a unos personajes en él. Bueno, y para que haya un número musical. No es tanto que sea tiempo perdido como que sigue esa idea de ‘serie como libro’ en la que no tenemos tanto un desarrollo como un conjunto de situaciones que nos ponen en camino. Pues bueno, habrá que esperar para ver por dónde tira esta mezcla de humor, fantástico y… ¿quizá algo de terror? En fin. Si hay más números musicales tampoco me parecerá mal, claro.

Bueno, pues aquí llega Ryan Murphy con otro American blablabla Story. Lamentablemente parece que se han quedado sin cosas que contar, o sin interés para hacerlo. Es una lástima porque supongo que había maneras de que este American Sports Story (USA), que en su primera temporada antológica se centra en Aaron Hernandez, fuera algo más que un melodrama deportivo al uso. De hecho, con tanta serie deportiva como hemos tenido estos últimos años se nota que está, de hecho, bastante más ‘a rebufo’ de todo lo que lleva años apareciendo, que con la intención de darle un giro o añadir algo. No sé si esperan que los mismos fanses ayuden con esto, o si creen que no tienen que molestarse porque para qué, pero es la serie menos Ryan Murphy de todas las series antológicas que Murphy ha ido sacando.

-De entre las cosas que no esperaba estar escribiendo hoy está la de una serie surafricana que adapta otra mexicana, pero aquí estamos, con Blood Legacy (O) (SA) que es adaptación de otra también de Netflix, Monarca, y que cuenta, como ella, la historia de una familia con un negocio. -Aquí caña de azúcar, allí tequila-. Cómo el patriarca decide romper lazos con ‘el crimen’ en su versión políticos corruptos y malhechores -en la mexicana eran narcos, aquí no han dicho aún el qué son, pero no debe de caer muy lejos- y para ello intenta que vuelva a su lado su hija. Vamos, la telenovela habitual con drama familiar, distintos hermanos más o menos enfrentados y muchos secretos y blablabla. Esta es quizá un poco más cruda -que no más violenta, eso lo son casi por igual- y un poco más de cartón piedra, pero no ofrece mucha más novedad salvo el pasar la historia de México a Sudáfrica y que los cambios que necesiten hacer no sean demasiados. En fin. La globalización y un día, supongo.

Estoy seguro de que hay una manera de escribir sobre Envidiosa (O) (AR) de una manera que parezca que hay algo en la serie que no está reciclado. Que no sale de otro lado. O que resulta interesante. Me temo que no soy la persona que pueda hacerlo porque la decisión de que la protagonista no sea nada soportable es lo único que le veo funcionar. Todo lo demás son versiones más o menos perezosas de lo de siempre: Mujer a la que la vida no se le va bien, ruptura, viaje de autodescubrimiento, secundarios más o menos estrambóticos y un interés romántico con neones. En fin, que no le veo mucho recorrido a la cosa esta. La verdad es que solo puedo suponer que la actriz principal es conocida en Argentina o algo y por eso le han dado la serie.

Pues supongo que de este Gokuaku Joou (O)(JP), o 極悪女王 o The Queen of Villains o…, podía haber salido algo interesante. Pero al final estamos en lo de siempre. Si lo que quieres es hacer un drama sobre la dura infancia, el duro trato, la dificultad de blablabla… no creo que llegue a pasar del piloto. Es una pena porque visto desde fuera parece que tanto la existencia de esta persona -o de este personaje- como en wrestling en Japón, no digamos ya el femenino, y el fenómeno fan a su alrededor parece que podrían haber dado para más. Y supongo que para los que busquen un drama en un entorno deportivo… les valdrá. Pero a mí me han quitado las ganas.

Ya sé que normalmente solo hablo de ficción aquí, pero Have I Got News for You (USA) era demasiado goloso de ver estrenar. Sobre todo por ver cómo adaptaban los tan clásicos ‘panel shows’ ingleses. Especialmente uno que, digamos, lleva muchos años pero no es… como otros. (No digamos ya en mi corazón). Y, por otro lado, lo que una adaptación estadounidense podía suponer significaba algo de interés visto su desastrosa manera de reinventar programas como Taskmaster o el Great British Bake Off. Más aún cuando el canal encargado es la CNN nada menos. El resultado… bueno… digamos que da más la sensación de ser un ensayo, una versión aún en pruebas, que otra cosa. Porque está claro que podrían hacer algo, y tiene un par de buenos momentos, pero les pueden dos problemas que son uno: El formato por encima de la gente. A veces porque el formato no acaba de funcionar pero le tienen que dedicar un tiempo y ahí que siguen. En otros, porque tienen a gente ahí pero no parece que sea para que hablen ni para dejarles decir cosas. Solo para que ‘estén’. El formato de puntos sin marcador, además, tampoco parece que sepan cómo hacerlo funcionar. Así que… El resultado parece más una previa de esas que se enseñan al público y diez años más tarde se dice ‘ah, fíjate, lo que ha mejorado en cuanto ha ido rodando y afinándose’ que un programa sobre el que poder decir algo. Porque si no empiezan a soltarse, y a dejar de fondo el formato, tampoco va a haber mucho de lo que hablar. La verdad.

El problema de High Potential (USA) es que como versión de la francesa HPI – Haut Potentiel Intellectuel nos permite de nuevo echar un vistazo a cómo se americanizan las cosas. Y esta serie es un ‘murder mystery’ de excéntrico asesor y su compañero policía que se queda en un pase justito de todo. Sobre todo porque la excentricidad de la original se ha limitado, y aunque Kaitlin Olson sea una buena actriz cómica con muchas tablas resulta demasiado convencional para un papel que requeriría algo bastante menos convencional. La falta de impulsividad hace que el contraste con la brillantez sea menor, igual que lo es el que sus hijos sean más… ordenaditos y callados. O, como decía, toda esa estandarización de los actores estadounidenses. Esto requería de justo lo contrario que los americanos están dando, como pasaba con la adaptación de Los Misterios de Laura. Y, como aquella, veo sin problema a la serie durando un par o tres de temporada. Pero menos por medios propios que como relleno.

Una serie antigua con actores capaces, eso es lo que La Maison (O) (FR) ofrece. Una telenovela ochentera de ricos, aunque sin los riesgos que estas llegaban a tomar, que confía en que con el tema La Moda podrá tirar adelante. El problema es que The Bold and the Beautiful lleva desde finales de los ochenta en tira diaria con estas cosas, que en los últimos años hemos tenido una buena cantidad de series centradas en el mundo de la moda -más cercanas (Balenciaga, The New Look) o lejanas pero no tanto (Halston, The Collection)- y que por mucho que cambies el escenario a una mansión en lugar de las oficinas de Ecomoda o al presente en lugar del pasado de Velvet el resultado es muy similar. Demasiado similar. Lleno de personajes planos que dicen más o menos lo esperable y con los que sus intérpretes pueden intentar lo que sea -cuando lo hacen- pero, ¿de qué sirve que Carole Bouquet electrifique con su presencia si su personaje poco menos que se dedica a ‘estar’ en lugar de a ‘ser’? Y al final el problema es el de siempre, si haces una serie genérica va a ser difícil que los actores la salven. Pero va a ser más difícil aún que los espectadores la recuerden. Y si es difícil que esta serie sea notada no quiero ni contaros las posibilidades de que sea recordada.

Sorprendentemente interesante este Nightsleeper (UK) que decide mezclar el thriller con las películas de desastres, y lo hace con una premisa muy poco creíble. Alguien ha decidido hackear un tren. Con aviesas intenciones, por supuesto. Lo que pasa es que dentro del tren lo han descubierto antes de lo que se esperaba, y fuera del tren hay gente dispuesta a ayudarles. Por supuesto nada es lo que parece, hay varios giros, idas y venidas, y para el final del piloto se nos han presentado a una buena cantidad de personajes que van a funcionar en la parte de thriller de la trama, en la parte de catástrofes… y alguno en ambas. Quizá debería esperarme a verme más capítulos -que me los voy a ver, claro- para tener una idea más general de la serie, sus intenciones y destino. De momento puedo decir que me ha parecido lo mejor de la semana.

No se me ocurre ningún motivo razonable para que The Penguin (USA) en la película lo interpretara Colin Farrell con traje de gordo, de Jesús Gil, no se me ocurre ninguno para que lo haga en la serie. No sé si con menos caracterización hubiera sido algo más que un triunfo de los prostéticos sobre el hombre, pero dado que la serie tiene los peores vicios de las de Marvel y prácticamente ninguna virtud -si acaso Cristin Milioti, que está dispuesta a trabajar todo lo que los demás no, o quizá es que sea más capaz de sacar algo de lo poco que hay. Y han cambiado a Turturro por Mark Strong, para cosas que no me entran en la cabeza, de verdad que esto parece pensado por Zaslav– para acabar haciendo una de gangster que es más de lo mismo. No sé qué esperaba, la verdad. Quizá que intentaran hacer algo más El Largo Halloween -que es un desastre de cómic, pero podrían haberlo intentado arreglar o algo, yo qué sé- y menos Los Sopranos, o una versión de Los Sopranos hecha por un programa de esos de Arús que tenían que usar pegotes de goma para imitar a famosos. En fin.

Una de las cosas que más me gustan de que ahora tengamos tantas series de tantos países al alcance de la mano es cuando una de ellas demuestra la manera de hacer a su propio estilo lo que no deja de ser una historia clásica. En el caso de Thalaivettiyaan Paalayam (O) (IN) se trata de la vida de pueblo -más o menos particular, más o menos estrafalaria, más o menos agradable- en la que cae un joven de ciudad. No, esta vez no es un Doctor, esta vez es… un Panchayat Secretary, un puesto entre lo administrativo y lo político porque sus tareas en teoría son administrativas pero dependen de lo que el Presidente -y el Vice- del Gram Panchayat decida que hay que hacer. Digamos que estamos más cerca de unas Crónicas de un Pueblo. Aunque con algo más de mala baba, porque el costumbrismo que en teoría lo vertebra sirve también para mostrar no solo el sentido de comunidad del pueblo, también sus desventajas. Además de proponer un trato entre el protagonista y su ‘jefe’ que parece más veces enfrentar a los dos personajes -o, más bien, al jefe jugando con el subordinado- de lo que la apariencia afable del superior parecería indicar. Igual que vemos la desesperación del joven administrativo por haber sido relegado a un pueblecito. Que puedo decir, hay cosas que son distintas, y otras no tanto. Supongo que el espectador del país es el que más lo disfrutará, pero desde fuera la serie -que no pasa de agradable- puede servir para acercanos un poco también.

Zack Snyder haciendo una serie sobre mitología nórdica parece algo que no necesitaría banda sonora de tantos silbatos de perros. Que lo haga en Netflix significa que, además, la animación de esta Twilight of the Gods (USA) va a ser… bueno, lo que os podéis esperar. Hay veces que sospecho que en realidad es una demo de alguna otra cosa. Una parodia, de hecho. Es como si alguien se hubiera visto Valhalla (1986) y hubiera pensado que se podía empeorar. Todas las decisiones perezosas, todas las ideas de cómo poner sangre para que el rojo destaque haciendo que todo sea GRISÁCEO. ¡GRISÁCEO! ¡¡¡HASTA LA ANIMACIÓN ES GRISÁCEA CON SNYDER!!! Así que como idea de ‘adulto’ han decidido METERLE SEXO Y VIOLENCIA Y ALCOHOL. ¡PERO ES QUE ESTO! ¡¿PERO POR QUÉ?! Treinta minutos dura Y DEBERÍA DE HABER SIDO UNA ANIMACIÓN FLASH DE CINCO! ¡Y LAS ESCENAS DE SEXO! ¡LAS ESCENAS DE SEXO! ¿Pero es que ha decidido hacer como si The Boys fuera en serio? ¿Pero qué años mentales tiene este hombre? Si es que de esta serie no se puede decir nada bueno. Lo único que se puede decir es… ¡Por qué! ¡¿POR QUÉ?!

El gusto de los ingleses por el docudrama menos docu y más drama, esto es la recreación de hechos históricos intentando a la vez parecer razonablemente cierta, algo de cartón piedra y lo más dramática posible, vuelve a demostrarse con A Very Royal Scandal (UK), sobre la entrevista el Príncipe Andrew. Que aquí es Michael Sheen. Y Ruth Wilson como Emily Maitlis, la periodista que le entrevistó. Lo cierto es que ambos han demostrado de sobra su capacidad interpretativa, pero, como decía, menos que un Frost / Nixon lo que nos encontramos es una suerte de Teatrillo Televisivo en el que el personaje de Wilson es lo más parecido a una persona real mientras que Sheen… Bueno, podría estar interpretando a cualquier imbécil regio. Especialmente porque logra dejar de lado alguno de los aspectos más… por ponerme con terminología técnica: Grimosos, del príncipe Andrew. Sin contar la peluca espantosa que me lleva. De verdad que el nivel del reparto -está Joanna Scanlan, por ejemplo- no logra tapar ni los problemas al tratar la historia ni muchas de las decisiones de cómo retratan a Andrew -hay un momento en el que poco menos que echan la culpa a Fergie de todo el asunto con Epstein– y es posiblemente eso lo que hace que sea mucho menos de lo que la misma serie cree ser. Por muy digna que se ponga a estas cosas se les acaba viendo el cartón piedra.

Una serie sencillita con un pequeño misterio y un reparto curtido en televisión: en telenovelas, en policíacos, en ambos. Eso es lo que trae The Wives (UK), una serie cuyo mayor problema es que decide contar en demasiado tiempo lo que claramente daba para lo que daba. Y que tiene una notable tendencia a irse no ya por las ramas sino, directamente, por los meandros telenovelescos que sirven para rellenar la tira diaria. Así que bueno, si alguien quiere una serie a la que no hacer demasiado caso sobre unos ingleses, miembros de una familia más o menos extensa, que todos los veranos viajan al mismo sitio de la Isla de Malta a pasar unas vacaciones, con el asunto de que en este caso regresan tras un año marcado por la desaparición de una de las mujeres el año anterior y con todos los protagonistas habiendo visto transformada sus vidas menos por este asunto, la verdad, que por otros similares. Pues aquí está. Con la parte buena de que da igual si dejas de prestarle atención un rato porque ya volverán una y otra vez al tema y te recalcarán lo que haga falta saber. Qué le vamos a hacer, a veces lo que da para un episodio de Muerte en el Paraíso hay que estirarlo hasta que de para miniserie.


Cuando Hallmark entra en una serie es, sin duda, para seguir con su peculiar manera de hacer… iba a decir dramas pero en realidad The Chicken Sisters (USA) está casi más cerca de la comedia. -¿Hay una joven exitosa cuya vida colapsa en la gran ciudad y debe volver al pueblo en el que nació? Podéis apostarlo- Y aunque esta historia de hermanas enfrentadas, restaurantes de pollo frito y telerealidad acaba convertido en una muy encomiable empresa en la que todo el mundo -fundamentalmente mujeres, por cierto- sigue con esos encontronazos que son más telenovelescos que reales, lo cierto es que el resultado es exactamente tan agradable como uno podría esperar. Especialmente si no te paras a pensar mucho en cómo es posible que esto incluya ya una suerte de Romeo y Julieta caducado de fecha que no solo no ha acercado más a las familias más sino que las ha alejado y que, dado que son dos hermanas las peleadas hace que esta cuarta generación -que es más protagonista que la anterior- tenga en el centro… ¿un triángulo amoroso con dos primastros casados? No tengo ni idea de cómo de ‘primos’ son, quizá deba hacerme un esquema familiar o algo. Aunque quizá por eso está el asunto tan ‘un pueblecito del sur’. Ah, puntos extra a la decisión de poner de Voz en Off a Margo Martindale. Así que… bueno… es una serie de Hallmark, no hay nada aquí que pueda conducir a error.

Puede que How to Die Alone (USA) sea la comedia más triste de este año. También es entrañable, empática, llena de personajes que parecen más o menos interesantes pero, sobre todo, que se nota que han buscado en sus intérpretes para que tengan un cierto interés. Un cierto impacto. Así que el resultado es sorprendentemente interesante. Lo único que no puedo decir que sea es divertido. Pero de los Emmys he aprendido que si la ‘comedia’ es buena no tiene por qué hacer gracia.

No puedo negar que ‘Como su propio nombre indica’ podría ser un buen resumen para Human Error (AU), pero lo cierto es que este policíaco ‘basado en hechos reales’ es un poco… en fin. Creo que el nivel general de Lifetime es superior a esto. Y más creíble, porque el encontrarse con un asesinato que parece sencillo y descubrir que detrás podría haber una red de corrupción policial e investigarlo en lugar de encubrirlo. Nah, no parece muy mucho nada.

Supongo que Kangmaekang (O) (CS), o 강매강 o Seoul Busters o o…, pretendía ofrecer una comedia policíaca de un grupo de perdedores. Lo cierto es que el nivel del ‘humor’ podría ser de los años setenta, en el mejor de los casos. La lógica interna… en fin. Supongo que lo mejor que puedo decir de este tráiler es que supongo que irá a mejor porque a peor es difícil. Hasta el punto de que hay momentos en los que he llegado a pensar que era algún tipo de ‘reality‘ de improvisación y eso justificaba tanto la interpretación como el guión. En fin, supongo que a veces los proyectos salen así.

El inicio de LEGO Star Wars: Rebuild the Galaxy (USA) podría parecer que prometía ver con algo de humor meta -que es lo que suele pasar con las cosas de LEGO– la historia de Star Wars. En realidad no pasa del principio y luego pasamos a una especie de aventurilla más humorosa que humorística. Podría haber sido mejor. También peor. Pero supongo que es tan para su propio nicho que está claro que realmente nadie esperaba que los de fuera lo viéramos, o quisiéramos ver más. Vamos, yo desde luego que no.

Supongo que Milliardærøya (NO) tendrá su público. Puedo asegurar que yo no lo soy. Ni los tejemanejes empresariales, ni los de familias, ni nada de lo que cuentan me parece interesante, relevante, curioso, bien hecho, nuevo… Aceptable sí, es una serie que es la vida idea de lo hecho ‘de manera correcta’. Como de plástico. Supongo que es eso lo que le puede funcionar. Que el plástico es brillante y vistoso. Pero poco más.

Me temo que Pickle Storm (UK) es un genérico de serie infantil de niña con poderes, en la que los humanos -más o menos- tratan de ser la versión más caricaturesca posible y los seres mágicos parecen moñecos. Que lo son, pero ese es otro tema. Así que bueno, una joven que viene de otro mundo, uno con magia, y llega al nuestro y blablabla. Supongo que al público infantil le puede gustar. A algún público infantil. Quizá.

No tenía yo muy claro el cambio de premisa que iban a meter en este Return to Paradise (AU) que han montado en la ABC australiana con la ‘asistencia’ de la BBC. Ni cómo iban a justificar que fuera un spin-off de Death in Paradise. Ni hasta qué punto iban a mantener el formato, sobre todo teniendo en cuenta los cambios intentados con el primer spin-off Beyond Paradise. Eliminar casi cualquier rastro de diversidad, cambiar las dinámicas, y que ya no hubiera un asesinato sobre el que el capítulo se centraba. Salió regular tirando a mal aquello. Así que en esta han decidido tirar por la calle de en medio. Parece que volveremos a tener asesinatos, yay. Aunque la diversidad sigue sin ser su fuerte. Pero, al menos, esta vez la detective es una mujer, que parece mentira que tras tantos años -y cuatro detectives- en la original nunca pasara. La excusa es la siguiente, volviendo de Londres de ser DI una detective excepcional pero peculiar se encuentra de vuelta a su ‘bello pueblo turístico australiano’ del que salió huyendo. Lo de Londres les permite meter un pequeño -y tirando a lamentable- punto de unión con la serie original. En fin. Encuentran una manera de que haya una forma de explicar ‘lo nuevo’ y, a la vez, que todos los personajes tengan ya una cierta historia. Y, por supuesto, el motivo por el que vuelve a Australia tiene pinta de que se convertirá en un arco de fondo de esos que se solucionan al final de la temporada pero entonces el personaje decide quedarse. Pues bueno. No es la serie original, pero tampoco es el primer spin-off. Así que a ver si hay suerte y con algo de estabilización tenemos otro encantador ‘whodunit‘ semanal.

Una de esas series que parecen más interesantes en su making of que en lo que vemos en pantalla. Esta Three Women (USA) es un desastrito en el que se intentan contar historias ‘reales’ pero que tiene que comenzar diciendo que de una de esas historias ‘la otra parte’ asegura que es falso y que ‘uy, quién puede saberlo’. Con ese nivel imaginad el cachondeo ético que es la cosa esta. Por supuesto muy interesados en hablar de mujeres sin contar mucho de ellas. La verdad es que no me extraña todo el drama entre bastidores con Showtime preparando diez episodios y decidiendo no emitirlos, vendiéndoselos a Starz que a su vez se pasó un año hasta que decidió estrenarlos. Una vez estrenado puedo entenderlos. Excepto la parte de estrenarlo, claro.

En lo que empieza a convertirse en una tradición, tenemos una nueva serie espantosa. Se supone que Universal Basic Guys (USA) es de humor, pero también se supone que es animada. Ambas afirmaciones se encuentran en el límite de lo lexicográficamente aceptable. Que en el centro esté ‘mira a qué estupideces se dedica la gente cuando tiene una  Renta Básica Universal’ -sí, el nombre viene de ahí- es solo añadir sal a la herida. Siendo la herida lo absolutamente insufrible y retrógrada que es toda la serie.