¡Libros que Salen! Connell, «Los náufragos del Wager», Catella y más

¡Que entre la pila!

Asesinato en altamar de Richard Connell, ed. Siruela

Conocido por sus relatos -como El juego más peligroso– o sus guiones -como Juan NadieRichard Connell tuvo también una carrera en el género criminal, como esta novela sobre un pequeño carguero con capacidad para transportar a una docena de personas, y si estáis pensando que es la localización perfecta para un asesinato con círculo cerrado de sospechosos… Así es. Y tiene 48 horas para localizar al culpable antes de que el barco llegue a su destino.

Los náufragos del Wager de David Grann, ed. Random House

El naufragio del HMS Wager – que incluye el encallamiento, abandono de la nave para ir a una isla desierta, separación en ‘bandos‘, un motín y, claro, una serie de muertes, hasta el punto de que podría parecer algo inventado, casi mítico- pasa a ser el material con el que Grann (a quien espero que recordéis de títulos como Z, la ciudad perdida o Los asesinos de la luna) construye su nueva narración, construyendo con tensión un recuento de los hechos más notables, así como una reflexión tanto sobre el colonialismo europeo en su extensión como sobre los peligros de la mar.

Las desdichadas de Sara Catella, ed. Tránsito

Principios del S XX en Suiza, un pequeño pueblo aislado en un balle, un cura que cae enfermo y la partera la que debe asistirle. Pero, claro, las cosas nunca son tan sencillas. Porque todo el mundo se está haciendo preguntas y tiene opiniones, y a unas y otras les irá dando voz. Un monólogo que da voz a las silenciadas.

Lo que mueve a los muertos de T. Kingfisher, ed. Crononauta

Pues sí, vamos teniendo más cosas de Ursula Vernon / T. Kingfisher en español. Y aunque sigamos esperando una edición redonda por lo menos podemos alegrarnos de que vayan apareciendo cosas. Esta vez con uno de sus libros de terror. La portada es espantosa pero esperemos que la traducción esté bien.

Puerto de los Santos de William S. Burroughs, ed. Aristas Martínez Ediciones

Esta novela realmente corta de Burroughs, escrita durante su ‘exilio’ europeo, en la que usa toda una serie de personajes que ya habían aparecido -o iban a aparecer- en otras de sus obras y que se centra en un grupo decidido a reescribir la historia mediante viajes temporales. (Aunque eso no evita que, por supuesto, acaben multiplicándose las tramas)

Casa de locos de Colin Barrett, ed. Sajalín

La primera novedad de Sajalín del año nos trae una ciudad que se prepara para su festival mientras una disputa entre traficantes que parece ridícula escala con el secuestro de un adolescente desencadenando una serie de acciones y reacciones mayor de la que parecía, porque la luz y la oscuridad a veces se mezclan de manera inesperada.

El gran cuando de Alan Moore, ed. Nocturna Ediciones

Una historia de aventuras y magia en el Londres de los casi-50s en el que hay libros, metaficción y crímenes. Un viaje clásico con un librero en el centro que supongo que es para que vuelva el agrado de sus lectores habituales.

El tercer amor de Hiromi Kawakami, ed. Alfaguara

En esta obra de Kawakami, que voy a asumir que es traducción de 三度目の恋 de 2020, nos encontramos con una mujer desdichada. Tras una juventud infeliz se casó con su novio de instituto, que no ha dejado de perseguir otras faldas. A su vez ella ensoña -o quizá viaja- a otras épocas temporales en las que vive otras vidas y otros amores, siempre con un poso de tristeza. Algo que supongo que si habéis leído otras obras de la autora no os sorprenderá demasiado.

La enemiga de Irène Némirovsky, ed. Salamandra

Siguen apareciendo libros de Irène Némirovsky, en este caso una historia de madres e hijas, una chica de diecisiete años que se revela contra una madre que lidia con su último amor, en el París de los años veinte -en los que fue escrita- contraponiendo el aprendizaje de la hija con la decadencia de la madre, igual que su relación y las de ambas con el amor.

Las naranjas no son la única fruta de Jeanette Winterson, ed. Lumen

Publicada originalmente por esta misma editorial como Fruta Prohibida -ya, editoriales y sus cosas- tenemos aquí la primera obra de Winterson de nuevo con nosotros, narrando su infancia y paso a la juventud dentro de un hogar que la había adoptado pero en el que las creencias evangélicas parecían pesar sobre todo lo demás. A plomo. Incluso para comer fruta, porque este libro nos habla de cómo incluso para eso tenían normas. No digamos ya para las relaciones ‘queer’. Y es que parte de lo que aquí aparece como ficción podremos rastrearlo luego cuando las cuente como biografía en ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?

Asesinato a medida de Edward Marston, ed. Alma

Por lo menos esta vez es la primera entrega. Perdón, vayamos por partes. Alma continúa publicando sus Cozy Crimes, pero como lo escribe un hombre no lo mete en esa colección sino en Crimen y Misterio. Da igual que sigan siendo históricos -esta vez en la década de los ’10s del S. XX- o que el autor sea el mismo pero no los investigadores, que ahora son un inspector de Scotland Yard y su sargento que aquí investigan la muerte de un sastre al que quizá hayan asesinado por el sentimiento antigermánico… o quizá sea otro el motivo.

Jiaozis, gyozas, raviolis chinos, empanadillas de La Taverne de Zhao, ed. Blume
Un pequeño librito con recetas para realizar jiaozis que, por supuesto, es todo ese tipo de versiones orientales de masa rellena y cocinada. Una curiosidad, y por tanto merecedora de mención.

Lovecraft: The Dunwich Horror nº 02 de Gou Tanabe, ed. Planeta Cómics

Pues sí, aquí estamos con la segunda parte de la adaptación que Tanabe ha hecho de Dunwich. Con una portada que… bueno, con una portada.

En algún lugar del mar más azul de T.J. Klune, ed. Cross Books

Por algún motivo que me cuesta no llamar ‘estúpido’ alguien en Planeta ha decidido que la continuación de La casa en el mar más azul tenía que salir en tapa dura con los cantos pintados. Pues bueno. Cuando a Arthur le toca hablar sobre su pasado en una declaración pública se levanta un enorme revuelo, y esa confrontación junto con sus planes de futuro -que quedan en el aire por los sucesos, claro- vertebran esta nueva historia.

Después de medianoche de Gaëlle Geniller , ed. La Cúpula
Tras el éxito de Rosa, y de nuevo en una edición de precio demasiado elevado, lo nuevo de Gaëlle Geniller nos presenta a un padre que se lleva a su hijo a vivir de nuevo a aquella mansión en la que él pasó su infancia. Aunque múy rápidamente aparecen las pesadillas y la sensación de que hay algo más ahí… lo que podría ser el inicio de una novela de terror pero que, en realidad, es una obra de fantasmas melancólica amenizada por la construcción de fondos y vestidos de su autora, una historia con cierto aspecto onírico, casi de duermevela, pero que supongo que tiene un público propio.

El gran Iván de Marjorie Weinman Sharmat, ed. Blackie Books

Marjorie Weinman Sharmat es autora de Nate the Great, un niño detective del que estuvo publicando libros desde 1972 hasta después de su muerte. Más o menos. Los 20 primeros los escribió más o menos sola y con un ilustrador –Marc Simont– con el que dejó de trabajar en 1998. A partir de ahí los libros fueron co-escritos y un ilustrador ‘hacía un estilo parecido’ al de Simont, a partir de 2019 -con su muerte- su hijo (con el que había escrito el anterior libro, siendo muchos de los anteriores con su marido) pasó a tomar el control del personaje. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que es un personaje importante e influyente que es raro que no hubiera llegado antes a España -es decir, si no contamos las importaciones del colombiano Grupo Editorial Norma en su colección Torre de Papel bajo el nombre de Fercho– y que está bien que llegue ahora. Supongo.

Nunca bailes con un dinosaurio de Pamela Butchart y Marc Boutavant, ed. Libros del Zorro Rojo

Peri no para. Siempre está bailando. Su profesora de danza clásica no es capaz de entenderla, y la aparición de un dinosaurio bailarín acabará de crear el caos en este álbum divertido en el que la música propia es más importante que seguir el ritmo de los demás.

Bob del revés de Brosmind, ed. Alba

El estudio de diseño barcelonés formado por los hermanos Juan y Alejandro Mingarro nos trae este álbum ilustrado, Bob está del revés, es el nuevo de la clase de un colegio nuevo y tiene nervios. Pero poco a poco irá descubriendo cómo lo que hace diferente a cada persona es también lo que les hace únicos.

Gerardo Gigante de Gilles Baum y Amandine Piu, ed. Maeva

Las siempre magníficas ilustraciones de Amandine Piu sirven esta vez para hablar de Gerardo. Que es un gigante muy grande, y también muy torpe. Así que cree que nunca tendrá una ocupación… hasta que algo cambia en la ciudad, y también para los niños que habitan en ella. Para una historia sobre la ternura y la diferencia.

Nos leemos.


No es que yo esperara gran cosa de una serie de animación infantil en Netfils pero este Dog Days Out (USA) ha logrado no solo que me parezca una pérdida de tiempo con distintos modelos que parecen más con algún tipo de merchan en mente que con algo que actúe en realidad -partiendo ya de que la premisa ‘cuando no hay humanos por delante las mascotas Y los juguetes pueden vivir aventuras porque en realidad están ‘vivos’ y hablan’ es un ejemplo de reciclaje de cosas populares de la manera más triste posible- pero que la única manera de hacer que funcione sea con escatología barata… Pues no ayuda, la verdad. Pero supongo que el festival de chistes de mocos del primer medio capítulo estaba para algo. Lamentablemente es lo más destacado de una muy poco destacable y sospechosamente genérica serie.

Hacía tiempo que no veía una serie tan mal actuada como Entre paredes (O) (MX), no me extraña que me haya costado tanto encontrar información sobre ella porque vaya tela. He llegado a pensar que en realidad era algún tipo de piloto que no se había estrenado, pero no, es que les debe de dar vergüenza. Y no es para menos. La actriz principal, que es uno de los motores de la serie, tiene pinta de que ha llegado ahí por ser familiar de algún jefazo, porque no existe motivo alguno. Su relación ‘romántica’ con el coprotagonista tiene la misma química que el agua y el aceite y, en general, las poco sensatas decisiones de la trama logran empeorar a ojos vista. Es una lástima porque aunque el punto de partida sea el de una muy obvia trama romántica sin muchos alicientes y con un cierto pestazo a rancio -tanto por lo viejo de las premisas como por el tufo ideológico- creo que se podría haber salvado para que la cosa quedara por lo menos dentro de lo competente. Pero es que no da ni para que se salve como desastre. Es más una función escolar de colegio pijo con más dinero que cabeza en su producción.

Imagino que esta decisión de emitir Funboys (UK) es algún tipo de reparación, porque lo cierto es que tener a un trío de jóvenes en Irlanda del Norte con sus vidas más o menos cotidianas y no muy graciosas tratadas como si fuera algún tipo de poderoso artefacto de humor… Bueno, para todo tiene que haber un hueco. Incluso los señores blancos sin más que aportar que su localización geográfica.

La gracia de Goldie (USA) está en cómo logra ser la misma serie de infantil de siempre, pero sin serlo. Porque Goldie es… una giganta. Una giganta infantil, claro, pero giganta por lo demás. Así que el mensaje de ‘todos somos diferentes y eso es bueno’ que tan claramente centra la historia aquí permite un giro un poco… diferente, claro. Porque los retos de Goldie muchas veces son a cómo no causar daños simplemente existiendo. No sé hasta qué punto es algo meditado o buscado, pero la autoconsciencia de la joven claramente tiene un punto fundamental en la serie. Es una lástima que, sobre todo, se busquen la historias y discusiones habituales, porque sospecho que podían haber ido en otra dirección para explorar otro tipo de historias. Pero no querían, y eso es algo que entiendo que también tenemos que reconocer y aceptar.

¿Recordáis cuando hará una década o así estaban los medios -iba a decir ‘cortesanos’, pero es que tampoco hay muchos más- haciendo unos espantajos telefilmeros sobre la monarquía española? Pues parece que no es la única monarquía que da para espantajos -aunque no sé cómo les estarán viendo que este año se han preparado varias series sobre el tema- porque los noruegos han sacado Harald og Sonja (O) (NO), que es el mismo tipo de telefilme con la misma estructura estúpida y, sinceramente, una capacidad para la vergüenza ajena no tan alejada. En fin, estoy seguro de que tiene que haber un micronicho que disfrute de este espectáculo, pero estoy muy lejos de poder incluirme dentro.

Hay veces que viendo una serie te haces una idea de su procedencia, pasa muchas veces que uno se encuentra ante algo que adapta un webtoon, y pasa también en obras como Invisible Boys (AU) que en cuanto llevas un rato puedes estar seguro de dos cosas: Que es una adaptación de un libro juvenil, y que lo escribió un hombre. La historia de cuatro jóvenes queer en la Australia rural, con el fondo de la consecución del matrimonio igualitario. Que no significa, ni mucho menos, que ahora estén en una mejor posición. Y precisamente eso es lo que tenemos, cuatro vidas distintas, cuatro contextos diferentes y diferentes maneras de enfrentrase y seguir adelante a situaciones melodramáticas porque si no sufren no son queers. La ausencia de representación de todo lo demás que entra en esa palabra paraguas o la sensación de que van a acabar siendo dos parejas -que quizá no sobrevivan a la serie, pero que muy claramente están buscando ir por ahí- voy a asumir que es por esa decisión juvenil de explotación al estilo de un Heartstopper (ofreciendo una fracción de lo que hacía aquella) y muy lejos de éxitos queer australianos como la gran In Our Blood. Que entiendo que está bien que se haga, y que por lo menos el centro no es un personaje hetero que aprende a superar sus prejuicios para ser el mejor aliado posible. Pero que se queda muy coja en muchas cosas. En fin, supongo que estando como estamos por lo menos podemos alegrarnos de que exista.

Poco interesante para mí lo que esta Mellomubi (O)(CS), o 멜로무비 o Melo Movie o Luces, Cámara, ¡Amor! o…, tienen que contar. Porque no deja de ser la historia de siempre de chico conoce a chica pero con un desaprovechadísimo fondo dentro del negocio de las películas. Excesivamente largo y con muy poca gracia, es una lástima que esto sea lo que nos ofrezca la serie.

Algo mejor ofrece Tong Hua Gu Shi Xia Ji (O)(TW), o 童話故事下集 o I Am Married… BUT o Casada, ¿pero a qué precio? o…, que está más cerca de ser un drama con algún toque de comedia que al contrario. Porque esta historia sobre las presiones que sufren las mujeres para llevar una vida dentro de un ideal concreto -casarse, tener hijos, ser una esposa ejemplar- , con una protagonista que intenta sobre llevarlo pero que acaba casándose también y ahora no tiene claro si la situación ha sido una mejora, muestra con suficiente empatía y claridad su situación como para el resultado pueda llegar a hacer gracia. Desde luego no es el amor lo que más importa aquí, ni lo que parece que se vaya a usar como elemento redentor. Y eso sin necesidad de que el marido sea la clásica definición de un mal tipo. Ni mucho menos. De hecho tiene pinta de que van a buscar un final… no sé si ‘feliz’ pero al menos ‘aceptable’. Así que los problemas que tengo con ella van más de lo poco adecuado que soy como público que de la serie en sí. Supongo que si estáis como para este tipo de historias puede ser justo lo que buscáis.

Curiosa esta Yu Jin Zhi Shang (O)(CH), o 余燼之上 o The Embers o Las Brasas o, en la que se reintroduce a un joven en los detectives juveniles (o sabuesos, si hay que hacerle caso) mientras se nos cuenta una historia del pasado y otra del presente. La del pasado tiene pinta de que será el arco argumental de la temporada, mientras que en el presente él y su hermano comienzan enfrentándose a un caso que ya veremos cuántos capítulos les lleva. Eso y, además, ver cómo desarrollan el giro que propone. Así que creo que me veré mínimo un par de capítulos más a ver por dónde tira.

Parece mentira cómo esta Virdee (UK) se empeña tanto en su inicio en mostrarse como una obra de acción que cuando resulta que lo que de verdad le interesa es el conflicto entre el policía poli protagonista y su familia por el rechazo religioso de su padre -sij- a la persona con la que se ha casado -una mujer musulmana- resulta difícil de conciliar ambas ideas, sobre todo porque todo el tiempo que se apartan del caso -la desapariciones de jóvenes del sudeste asiático- parece cada vez más melodramón. No es que la parte de acción sea una gran cosa -tienden a confundir mover la cámara y ofrecer multitud de planos seguidos con ofrecer algo de acción- pero al menos es menos si van a tirar por lo telenovelesco que no sea en las calidades más genéricas de la novela diaria. En fin, que ojalá me hubiera gustado más, sobre todo porque el conflicto religioso del centro podría haber sido algo más interesante en tiempos de Modi si no hubieran decidido dejar a los hindús fuera de la discusión. Porque son precisamente a ellos a los que el actual clima etnonacionalista del gobierno está colocando por encima de ambos grupos y, como se señala en la serie, en contra de los musulmanes que son tratados como ‘el enemigo’. ¿La trama de investigación? Pues ahí está la pobre, sin tener aspecto de que a nadie le haya importado mucho.

 


¡Libros que Salen! Bryon, «Ciencia ficción travesti», Kesselring y más

Los amigos primero

Luz negra de Pedro Berruezo, ed. Minotauro

Pues resulta que John Tones ha escrito con pseudónimo esta novela de terror, y eso significa que podemos esperarnos pulp, ‘body horror’ y objetos malditos a través de las eras de la humanidad. Como Nosferatu, centro de esta historia que se desarrolla en diferentes hilos temporales que van enredándose como una tela de araña en la que es difícil saber qué, exactamente qué, nos espera en su centro.

¡Que entre la pila!

Happy Endings de Lucie Bryon, ed. Nuevo Nueve

Para aquellos que disfrutamos de Ladrona, que espero que fuéramos muchos, llega un nuevo cómic de Bryon, esta vez en cuatro historias, tres encuentros más o menos románticos, que juegan con los contextos y el humor. Un jardinero de cementerio enamorado de un doliente que quizá fuera un fantasma, una estudiante que pide a un chico que pose para ella en Nochevieja… desnudo, un par de agentes temporales que deben reparar una paradoja temporal pero que lo que realmente quieren es comer helado viendo el atardecer. Y es que aunque todo llegue a su fin no significa que no pueda ser hermoso.

Ciencia ficción travesti de Claudia Rodríguez, ed. Hekht Libros

De la autora de Cuerpos para odiar que Barrett nos trajo el año pasado llega ahora esta propuesta que es tan transhumanista como trans-humanista: el cuerpo es sus modificaciones, el cuerpo es mapa, el cuerpo es canon, cambio, existencia y ausencia. De ahí estos relatos que logran mezcla lo desgarrador y lo esperanzador, una breve importación de ultramar en el que muestra las posibilidades del fantástico -incluso como manifiesto- que puede llegar a ser irrealismo cotidiano.

Arsénico por compasión de Joseph Kesselring, ed. Hoja de Lata

Todo un clásico de la comedia negra, esta obra teatral -que daría lugar a la famosa película- presenta a un crítico teatral recién prometido que visita a sus tías, dos adorables ancianitas con una idea de servicio un tanto descolocada. Y no es ni lo más raro con lo que se va a encontrar.

Muerte en la isla de Holly Jackson, ed. Destino

Pues parece que volvemos a tener Holly Jackson… pero no lo que yo esperaba. Porque lo que van es a publicar este relato -bueno, venga, ‘novella‘- que servía de precuela de las historias de Pippa. A sus investigaciones. Con una reunión, una fiesta ‘murder mystery’ y un propósito por descubrir.

Carrera hacia la muerte de Peter Lovesey, ed. WHO

Londres a finales del S XIX, una carrera de resistencia de gran dureza… y un cadáver. El inspector Cribb se encuentra con rivalidades deportivas, apuestas clandestinas, secretos oscuros y los misterios del Londres victoriano.

Aquella tarde de Siân James, ed. Muñeca Infinita

Escrita a mediados de los setenta, estamos ante una de esas historia de dos personas que se conocen accidentalmente y se enamoran, una viuda que parece que ya no tiene nada que pedirle a la vida, un antiguo socio de su marido con el que se encuentra una tarde, y los problemas y cálculos con los que tener que moverse porque aunque pueda parecer una historia romántica lo cierto es que las circunstancias, ‘lo correcto’ y aquello que se permitía a una mujer -y cuándo- es una parte tan integral de su historia como los sentimientos de la pareja.

El juicio de Rob Rinder, ed. RBA

Un juicio con un abogado primerizo, una víctima que parece un policía ejemplar, un culpable con un pasado de múltiples delitos. Y es que en este primer libro que promete un caso imposible, múltiples giros y todas esas cosas que vienen firmadas por Rob Ringer, una personalidad inglesa televisiva (también es abogado, ¿pero a quién le interesa eso?) así que ya podéis imaginaros el tipo de pasapáginas judicial al que nos enfrentamos.

Los magos de Caprona (2, Los mundos de Chrestomanci) de Diana Wynne Jones, ed. Nocturna

Pues aquí estamos, con el segundo volumen de Los mundos de Chrestomanci, con Los magos de Caprona y Semana bruja, historias de educación mágica que nos trae a familias enfrentadas y a una acusación oculta.

Los seductores de James Ellroy, ed. Random House

Centrando la novela en los alrededores de la muerte de Marilyn Monroe, pero metiendo Ellroy el resto de sus temas y modos criminales, con el secuestro de una joven aspirante a estrella, un poli corrupto, los Kennedys, y un verano sesentero caliente. Demasiado caliente.

Casero de Jesús Sánchez, ed. Planeta Gastro
Cocina casera, así de sencillo y de complicado. Porque este cocinero con un restaurante con tres estrellas Michelin -que es lo que usan para venderlo, como si necesitáramos tres estrellas para un cocido- intentando que al libro de cocina le acompañe el viaje emocional.

El árbol desnudo de Keum Suk Gendry-Kim, ed. Ponent Mon

Acostumbrados a encontrarnos a Gendry-Kim en PRH verla en Ponent Mon es una grata sorpresa, supongo que a más editoriales más fácil será que se publiquen sus cómics. Aunque tras el éxito de La Espera tampoco creo que debiera haber mucho problema. Lo cierto es que este cómic tiene su aquel porque aquí estamos ante la adaptación de una famosa novela surcoreana obra de Park Wan-Seo sobre el influjo de la guerra y los trastornos -a veces de forma no tan fácil de ver- que causa con la obra del pinto Ok Heedo como trasfondo. Una joven conoce a un pintor durante la guerra de Corea, él está casado así que lo suyo no puede ser, pero la visión de un cuadro años más tarde hace que todo regrese.

Sujeto, verbo, asesinato de Yves de Villegas, ed. Edebé

Yves de Villegas viene de publicar libros infantiles como Yves Villebouffante, así que es normal que escriba ahora una novela juvenil. Y si logramos dejar de lado los prejuicios de una persona que se presenta como: medio bretón e ingeniero de caminos, actualmente ejerce como profesor universitario o antiguo responsable de exportación de la patronal de industria española, además del hecho de haber publicado un libro con Planeta, supongo que podemos acercarnos a este libro sobre un grupo de chavales, un sanatorio en ruinas, cadáveres y adultos a los que no les parece importar nada el bienestar de los menores. Veremos lo que sale.

Billy Bestia tenía una maestra loba de Issy Emeney y Chris Mould, ed. Andana

Un álbum que opta por un humor oscuro para presentarnos a un joven insufrible y a la solución del director de su colegio. Una profesora… ¡que parece una loba! Así pronto comienza una extraña contienda entre ambos que acaba con un paseo por el bosque. Una historia divertida con unas grandes ilustraciones a juego.

Dos robots (Rob & Ot) de Jaume Copons y Liliana Fortuny, ed. Combel


¡Nueva serie de cómics de Copons y Fortuny! Tras el éxito de BitMax & Co. pero para un poco más pequeños, y un poco más cortos. Estos cómics de 64 páginas y tapa blanda sirven para presentar pequeñas aventuras y servir de introducción a la lectura. De momento han salido cuatro títulos -el que aquí veis y ¿Jugamos?, Un amigo especial y Misión Bañera– además de una aparición especial de los protagonistas protagonizando Más robots, el más reciente volumen de BitMax & Co. Desde luego está clara la apuesta por el cómic infantil. ¡Esperemos que esté a la altura y les vaya bien!

Clic Clac de Pip Jones y Robert Starling, ed. Picarona

Tejer, abrigar y hacer amigos. Una historia sobre la amistad con muchos animales y unos dibujos encantadores.

Cirilo, el dragón detective de Cinta Jiménez y Agustina Mattar, ed. Bruño

Un dragón detective aparece en este álbum con letra minúscula ligada y texto rimado para resolver todos los misterios que le van proponiendo en una serie de aventuras con mucho humor y grandes ilustraciones.

Cómo pedir disculpas de David LaRochelle y Mike Wohnoutka, ed. Siruela
Saber disculparse, aprender a hacerlo o llegar a comprender qué es lo que funciona y qué no -y por qué- es todo lo que se nos ofrece aquí, en un libro que se supone que es para que les peques aprendan pero que realmente podemos usar (y repasar) también con más edad. Una serie de ilustraciones a rato simpáticas, otras disparatadas, pero siempre ayudándonos a mejorar… con humor.

Nos leemos.


Parece mentira reunir a tantas actrices cómicas tan buenas y lograr una serie tan aburrida como  Amandaland (UK), una serie de media hora que logra parecer de hora y media y en la que aunque cada cual hace lo que puede nadie brilla. Peor aún, su situación bastante obvia de spin-off de Motherland va dejando claro que en realidad es una especie de Motherland 2.0 más que una serie con entidad o intencionalidad propia. En fin, que no. Y ya lo siento porque tanto la serie original como la gente implicada prometían algo mejor.

Supongo que en Netflix tendrán que empezar a trabajar en su problema de adicción, porque esta Apple Cider Vinegar (O)(AU) es otra inane propuesta de true-crime de altos vuelos… bueno, en realidad los únicos vuelos son que hay influencers por medio, y el caso es lo suficiente conocido (y no muy sorprendente) así que lo que acaba quedando es una cáscara… una cáscara que rellenan mal con saltos temporales y personajes que no pueden dar más igual. Sí, de todo se puede sacar una buena historia, pero eso no significa que lo vayan a lograr ni las actrices a cuya mayor gloria se montan estos teatrillos.

Correcta pero poco más, estos The Åre Murders (O)(SU) es la clásica adaptación de novelas nórdicas de detectives con sus paisajes nevados, sus polis con problemas y sus pequeñas comunidades con secretos. La decisión creativa más sorprendente es que parece que han decidido contar dos libros, uno en tres capítulos y otro en dos. Pues bueno. Supongo que para rellenar fines de semana valdrá, o algo. Pero me temo que no hay nada que destaque -tampoco para mal- en esto.

Puf. A veces sospecho que a Netflix solo hay que venderle algo una vez y el resto ya puedes venderle versiones de ese algo. Después de TAU y siguiendo con las tradición de ir dedicándose a emitir películas como Margaux llega  Cassandra (O)(AL), que parece el batiburrillo salido de Dream House, Smart House, e incluso Demon Seed -y algunas trazas de Deadly Friend y Electric Dreams también se pueden encontrar-. Vamos, que es un batiburrillo de cosas vistas previamente cuya mayor originalidad es tratar de trazar líneas temporales para que esta historia que no parece tener nunca muy claro por dónde quiere ir parezca tener algo más de empaquete de lo que demuestra. ¿Por qué ha acabado lo que a todas luces era un telefilme de fin de semana convertido en una serie de varios capítulo? Supongo que el misterio de la técnica, pero me temo que esta cafetera asesina solo le interesará a los muy cafeteros.

Hablando de lo cual, aquí tenemos una nueva versión del libro Celda 211 (O)(MX) que tanto éxito tuvo como película española y que ahora llega como miniserie por motivos que, de nuevo, se me escapan. Teniendo en cuenta que el libro original no era muy largo creo que sería más sencillo leerlo en voz alta. Porque aportar, lo que es aportar, no aporta demasiado. Quizá parezca un poco más sórdido todo, pero poco más. En fin.

Buenas intenciones y no mucho más, eso es lo que nos trae este Clean State (USA) en el que una mujer trans vuelve a su pueblo a reencontrarse con su padre que no tiene idea de que hubiera transicionado. Lo cierto es que más allá de ese ‘encanto’ que pretende ofrecer, con gente que se equivoca pero que sabe reaccionar, no hay mucho más, pero hay que agradecer que organice las cosas un poco diferentes, un poco con cabeza. Que nos ofrezca a uno de los personajes principales como un ex-convicto con una hija, que la construcción que el padre de la protagonista hace de su vástago en el pasado sea rota por la protagonista y podamos ver cómo lo que se había ido contando no era la realidad sino lo que el padre quería que fuera la realidad. Supongo que parte de esta series busca ser el equivalente de esas películas de Hallmark, llevándolas un poco más allá. Si es eso lo han logrado completamente. Es una lástima que no sea más divertida.

Una de mis sorpresas de la semana no es solo que Common Side Effects (USA) me haya agradado siendo como es una de esas series de animación de [adult swim], es que tiene muy claro lo que es y cómo quiere serlo. Así que en realidad estamos ante una especie de bio-thriller con conspiraciones y malvadas farmacéuticas. A la que le han dado una pátina de humor. Y le han puesto un estilo de dibujo -que no me ha gustado, pero que veo por dónde va- y una animación -que me ha gustado incluso menos pero se nota que es decisión y no falta de recursos, en fin- de modo que si se puede sobreponer uno a las decisiones artísticas y a una cierta morosidad y reiteración en lo que nos cuenta y cómo nos lo cuenta tenemos una serie apreciable. Podría ser mucho mejor, sin duda, pero ya con lo que es logra destacar. Que no es poco.

Supongo que la película funcionaría lo justo, porque este Golden Kamuy – Hokkaidō irezumi shūjin sōdatsu-hen o 連続ドラマW ゴールデンカムイ-北海道刺青囚人争奪編– o Golden Kamuy: En busca de los prisioneros de Hokkaidō o lo que queráis no deja de ser la continuación directa de aquella película convertida ya en serie. Con el problema de que le falta el principio que es la película. Tantos años más tarde y volvemos a aquellos telefilmes que si tenían éxito se les daba serie. En fin, por lo demás lo que tenemos es una continuación correcta y poco más del manga. Mucha gente con disfraces pero no mucho interés detrás, pero tampoco dejadez. Simplemente… algo que existe. Que supongo que nos tiene y puede valer también.

Una alegría, de verdad, este Man Ying Xun Zong (O)(CH) o 漫影尋蹤 o Back For You o dios sabe si tendrá nombre en español. Una historia ciertamente particular en la que un tipo es salvado de un disparo por una mujer desconocida para él. El tipo resulta ser un poli infiltrado, la mujer resulta tener con ella unos cómics -peculiares también, he de decir: estilo occidental pero hechos solo por una página- en los que se encuentran hechos reales… comenzando por la propia historia que ha acabado con ese disparo. A partir de este peculiar piloto parece que el protagonista irá encontrándose con casos relacionados más o menos con estos cómics, tratando de descubrir la identidad de la mujer, y viendo toda una serie de meta-historias explicadas. Y si bien hay algunos puntos en los que se nota cierta ranciedad -la protagonista se pasa hospitalizada la práctica totalidad del capítulo y es más importante como ‘objeto’ que como ‘sujeto’- no lo es menos que hay humor y acción bien llevados y que es difícil acercarse siquiera a entender por dónde se supone que pretenden salir las tramas. Así que habrá que ver cómo continúa, pero de momento me parece un logro.

Formalmente correcta pero me temo que no muy interesante para quien esto escribe -puede que sea culpa mía, no lo dudo, pero no creo estar tan lejos de ser su público, aunque a saber- esta Miss Austen (UK) que adapta el libro del mismo nombre es una ficción a partir de una realidad, una historia sobre la hermana de Jane Austen y su gestión de las cartas entre ambas y de -hasta cierto punto al menos- el buen nombre de su hermana en un momento en el que eso importaba. Pero, como decía, todo es correcto sin más. Incluso Keeley Hawes, que es la que más hubiera tenido que ganar con esto. En fin, supongo que habrá fanses a los que le valga, a mí me parece que es requisito necesario.

El que un miembro del reparto fuera famoso por otras cosas no sé si habrá jugado a favor o en contra de Newtopia (O)(CS) pero ya os puedo decir que no se nota demasiado, salvo que el larguísimo primer capítulo que se empeña machaconamente en contar una y otra vez lo mismo y que solo enseña la patita de lo que quiere ser, haya sido hecho así por algo en concreto. Pero me temo que no, que simplemente han pensando que esta colección de tópicos y gracietas había que alargarlo de alguna manera, que quizá el piloto lograría que nos interesaran los personajes y su situación o… yo qué sé. La verdad es que resulta poco interesante y menos aún divertido. Supongo que no siempre las estrellas de fuera logran un vehículo a la altura de sus expectativas.


Hecha con las vueltas del pan, y aún les sobra para la promoción, esta The Z-Suite (USA) es una comedia -por llamarla algo- de las que dan vergüenza y que parece haber surgido de otras ideas mucho mejores y mucho mejor llevadas. Pensar que la semana pasada hablábamos de Optics, que hace mucho de lo que se nos muestra aquí… pero mucho mejor. Lo cierto es que parece más creada a partir de obras como Reboot, Younger o The Glamour. Pero sin entender qué querían contar aquellas. Porque incluso las menos exitosas lograban reflejar algo que aquí no aparece. De hecho, me dan ganas de ver si realmente hay algún joven envuelto en la creación de la serie esta. ¡EN FIN! Oportunidad perdida tras oportunidad perdida.


¡Libros que Salen! Tokarczuk, «Donde yo termino», Cairnes y más

¡Que entre la pila!

Tierra de empusas de Olga Tokarczuk, ed. Anagrama
Vuelve la premio Nobel polaca con una historia en uno de esos sanatorios para la tuberculosis de principios del S XX en el que entre reposo y disquisiciones comienzan los rumores sobre muertes violentas y algo que parece observarles. Una suerte de juego con todas esas historias -comenzando por La Montaña Mágica, claro- pero desde una perspectiva moderna que, junto con su sentido del humor, permite darle una vuelta a una historia -y unas expectativas- conocidas.

Extraños viajes de Maud Cairnes, ed. Alba

Una mujer que lleva una vida que podría considerar prototípica suspira soñando con la vida de los ricos y famosos… Hasta que un día se encuentra cambiando de lugar con una de ellas. A partir de ahí equívocos y situaciones extrañas mientras vive la vida de otra persona. Y más aún cuando los cambios siguen sucediendo entre su vida -que ahora comparte con esa otra persona- y la vida que parecía tan soñada. Una obra que se mueve dentro de un fantástico que sigue teniendo los pies en el suelo, y un tono que logra mantener un agradable camino entre la comedia y el drama. Así que otra interesante obra en la colección Rara Avis de Alba.

Donde yo termino de Sophie White, ed. La Biblioteca de Carfax

Una joven irlandesa en una isla, con una madre postrada en la cama, una abuela que cuida de ella, un padre que pasa una vez al mes, sin amigos pero con mucha inestabilidad emocional. Porque ‘algo’ pasó. Pero no le dicen qué. Y ahora que una mujer, una artista, llega con su bebé recién nacido pasa a ser su nueva obsesión en esa búsqueda de una familia. Una historia visceral, humana, que explica un horror que nace antes de nosotros y nuestros contextos. Y eso es más aterrador que cualquier ser espeluznante.

El eterno retorno de Clara Hart de Louise Finch, ed. Kakao Books

Un trágico accidente… ¿o no lo fue? Spence empieza a revivir una y otra vez el día en el que Clara muere, y poco a poco se va dando cuenta de cómo las acciones ‘normales’ de todo el mundo, la forma diferente en la que se tratan a unos y otros, y especialmente la manera en la que su amigo Anthony se comportó causaron el fatal desenlace. Así que ahora parece atrapado, condenado a repetirlo, mientras intenta cambiar las cosas. Especialmente su propio comportamiento pasivo que ayudó al fatal desenlace. Porque hay muchos grados en la complicidad.

Festín de Héroes: Sabores del Multiverso de VV.AA., ed. Minotauro
De alguna manera el que hubiera un libro de recetas de cocina de Dungeons & Dragons ha llevado a que haya un SEGUNDO libro de recetas de cocina de D&D. Esta vez con la idea de que se recorran los Reinos Olvidados y más allá. Que esto vaya a salir a finales de enero solo puede significar que ha habido algún retraso para tenerlo como regalo navideño. En fin, quién sabe, quizá haya alguna receta de Ravenloft o Spelljammer y, si este vende bien… lo mismo el año próximo sacan un libro de recetas de cocina de Paranoia.

Hay gatos en este libro de Viviane Schwarz, ed. NubeOcho

Hace unos años tuvimos en Milrazones un par de libros del Gato Chiqui y también un libro estupendo, ¿Hay un perro en este libro? Así que el que NubeOcho haya decidido sacar Hay gatos en este libro me alegra. Porque son libros juguetones y con los que jugar, y tienen unas ilustración y un humor estupendas. Así que espero que tras este libro rojo recuperen el amarillo y saquen el azul.

Nos leemos.


Diría que era cuestión de tiempo que MAX, al menos MAX Brasil, intentara meter el dedo en las telenovelas diarias. Al gin y al cabo lo van intentando desde distintos sitios, supongo que alguno acabará funcionando. Pero lo cierto es que Beleza Fatal (O)(BR) es más interesante por todo lo que ocurrió por fuera que por la serie en si. Hasta el punto de que el proyecto llegó a cancelarse un par de veces. Pero aquí estamos, con él estrenado tras muchas -muchas- vueltas en las que el equipo creativo, los actores o el título ha ido cambiando. Y, al final, el resultado es un poco lo esperable. Una mujer joven dispuesta a vengarse de los ‘pecados del pasado’ de un par de familias ricas, poderosos y blablabla, historias en las que se han metido las redes sociales de por medio porque los influencers son los nuevos famosos, o algo. Pero que con los últimos años suena a más que visto. Y es una pena porque quizá si la hubieran sacado cuando tocaba no hubiera quedado tan… derivativa. Pero, vamos, con eso y todo es una novela sólida con sus personajes excesivos de moralidad gris, sus motivaciones y una pila de decisiones ridículas. Así que podría haber sido mejor, pero también peor. Quedémonos con eso.

Esta Blindspår (O)(SU), adaptación del libro de Anne Holt publicado originalmente -incluso en España- como 1222, no deja de ser el octavo libro de la serie de Hanne Wilhelmsen -que hasta donde yo sé lleva ya una docena, o trece si contamos también el cruce con la serie de Inger Johanne Vik, aunque en España vayan a publicar ahora el décimo- así que hay mucho anterior con lo que lidiar y una posibilidad a futuros de continuar la serie. Quizá esa decisión de comenzar por el octavo sea lo que cause su problema con los flashbacks. No solo que existan, también que parezcan estar contando otra historia. Porque es lo que está pasando, son fragmentos de un libro distinto. Pero bueno, que se puede comprender que decidieran empezar por este porque, al fin y al cabo, ofrece una premisa un poco más distinta. Hanne Wilhelmsen, que lleva un par de libros en silla de ruedas, está viajando en tren. Al menos hasta que una avalancha lo hace descarrilar, mucho. Los pasajeros tienen que buscar refugio en un hotel aislado mientras fuera sigue la tormenta de nieve y, por supuesto, pronto nos encontraremos con un cadáver. La serie es capaz de manejarlo con competencia aunque… iba a decir que sin brillantez, pero es que tampoco lo intentan. Están para presentar un murder mystery, un thriller incluso, clásico y con eso les vale. Así que si eso es lo que busca supongo que podrá valerte también.

Mi mayor problema con Kibic (O)(PO) es que hubiera jurado verla antes. De hecho, me he ido a ver si era una adaptación. Total, si Netflix lleva ya un par de Machos Alfa lo mismo aquí estaban adaptado… yo qué sé. ¿Barrabrava? Pero parece que no, que aseguran que es suya. Así que esta historia de un adolescente arrastrado por su padre a la vida hooligan, la violencia y blablabla que podría haber sido una lectura recomendada de instituto -quizá esa sea la idea- acaba resultando tan genérica que, bueno, tampoco merece mucho más tiempo.

La sorpresa agradable de la semana llega con Optics (AU), una serie sobre una empresa de PRs que quizá no sea tan divertida como una comedia se supone que debería de ser pero que es plácida. Una sensación de tranquilidad contenida entre el caos en el que se encuentran metidos en todo el tiempo, personajes caricaturescos pero que logran seguir adelante y unas tramas que casi se pueden ver venir pero que son tratadas con cierto humor y humanidad. Es difícil explicar cómo logra funcionar algo que no debería, más aún cuando en realidad ‘funcionar’ tampoco es exactamente la palabra. Simplemente logran una serie que se puede ver con agrado, lo que bien pensando puede ser muchas cosas pero no algo simple. Así que mis felicitaciones a Jenna Owen y Vic Zerbst (el dúo cómic australiano Freudian Nip) que son las protagonistas y responsables de lograrlo.

Una de las mayores distancias que se puede imaginar es la que hay entre una sinopsis y su realidad. Así podemos decir que Paradise (USA) es la historia del jefe de seguridad de un Presidente USA después de que se cometa un asesinato en su teóricamente bien protegida residencia. Lamentablemente que algo sea cierto no significa que sea exactamente la verdad. Nos pasamos el piloto conociendo a gente y pasando laaaargos momentos con este jefe de seguridad, con su historia, con sus circunstancias… que haya un asesinato por medio casi parece más un estorbo que el centro. Posiblemente por eso cuando llega la ‘sorpresa’ del final del primer capítulo lo que acaba es siendo el punto de ruptura. Para mí, desde luego. Lo último que me interesa es seguir por ahí teniendo en cuenta a lo que han hecho durante todo el piloto. Estoy seguro de que habrá gente a la que será lo que se la venda. Pero estoy muy aburrido de determinados clichés manidos y este último lo están usando en exceso estos últimos años -miedo me da preguntarme si es por pura imitación o por ver la gente qué opina-. Pero, vamos, que cualquier interés de la sinopsis desaparece en cuanto llevas veinte minutos de piloto y te das cuenta de que no es una introducción, es cómo va a ser el resto.

La verdad es que cuando uno piensa en que vayan a hacer una ficción oscura de espías como en Przesmyk (O)(PL) siempre espera que sea de manera figurada… ¡No literal! Prácticamente en penumbra nos muestra la consabida historia de espías yendo de aquí para allá con sus problemas y blablabla. La actriz principal hace lo que puede pero tampoco es mucho. Y al final es un relleno más por mucho que lo que propone -centrarse en la época anterior a la invasión de Ucrania y localizar la historia en esa zona que une Polonia con Lituania y está flanqueada por Bielorrusia y Rusia. Pero me temo que ni eso, ni la trama de ‘quería dejar atrás este trabajo’, ni nada de lo demás acaba de tirar mucho más, En parte por esa manía de que todo esté a oscuras y sea muy serio y muy dramático. Ni siquiera la escena en exteriores casi al final logra rescatar las posibilidades del piloto.

Bastante curiosa esta propuesta vietnamita que no tengo nada claro cómo se les ocurrió, porque Tiệm Ăn Của Quỷ (O)(VI), o Devil’s Diner o El restaurante del Diablo, parece querer imitar a los indonesios y su terror pero, a la vez, hace toda una mezcla de referencias que va de aquella Nightmare Cafe que co-creó Wes Craven en el que Robert Englund era el ‘dueño’. Excepto… Porque lo que aquella tenía de historia sobre redención o cambio esta lo tiene sobre condenación. Y está claro que el reparto del café es más reducido y con su propia historia corta. Más en línea con ese terror del que hablábamos antes. La idea de que sean siete episodios y cada uno de ellos esté centrado en un pecado capital a partir de un artefacto místico de aspecto nativo -con lo que no tiene mucho sentido que el centro moral sea algo tan cristiano como los siete pecados capitales- con una persona que acaba en el restaurante y a partir de ahí es ‘tentada’ y que sigue, en fin, una narración sobre rieles que supongo que a los aficionados al género no nos desagradará del todo pese a ser muy claramente rancho. Porque entre las evidentes limitaciones presupuestarias y cierta sensación de que cada vez que se van a ‘dejar llevar’ hay que reconducirse… pues bueno. Supongo que como esfuerzo es interesante porque, además, no solemos ver muchas obras vietnamitas por lo de las series. Pero hay mucho hueco para la mejora. En fin.

Puf. Es difícil saber por dónde empezar con Your Friendly Neighborhood Spider-Man (USA) pero creo que podría marcar una época porque logra ir más allá de ser una mala serie para ser algo mediocre y enfrentada a sí misma. Probablemente la mejor forma de definirla es ‘bienqueda’, una cualidad de intentar agradar a todo el mundo que acaba desagradando a todos. Quiere ser una cosa y su contraria, quiere tener una animación moderna como las del spider-versos, pero recordar a la de los años sesenta, así que al final la animación tiene unos diseños modernos y clásicos y un aspecto de ‘cut-scene’. Quiere mostrar diversidad pero sin mostrar lo que eso significa, quiere ser lo de siempre pero algo completamente distinto, quiere parecerse al MCU pero sin dejar de parecerse a los cómics originales, quiere hacer referencias pero que no sean referencias. Y logra no tomar una decisión buena EN NADA. Es muy notable, de verdad. Porque la forma de cambiar el origen, la forma de gestionar esos secundarios, esa Tía May que cualquier día va a ser de la misma edad que el héroe, lo del Tío Ben, ese… todo. En fin, otra oportunidad perdida, pero bueno en tres años cerrará y llegará la siguiente. A ver si funciona mejor.

A veces las cadenas generalistas intentan juntas un revoltijo de cosas a ver si alguna funciona. Por ejemplo con Watson (USA) tenemos el gancho de Holmes y algunas referencias mal digeridas y medio regurgitadas, un obvio interés en imitar algo cercano a House y los modos y estilos habituales del drama médico. Lo hacen de manera que todo queda a medio cocer, con varias de sus partes en lucha interna y, en general, logrando un batiburrillo de escaso interés.


¡Libros que Salen! Barrows, «Orbital», Forget y más

¡Que entre la pila!

Orbital de Samantha Harvey, ed. Anagrama
La novela reciente ganadora del premio Booker, nuevo libro de la autora en Anagrama tras el ensayo Un malestar indefinido, y pieza dentro de lo que casi parece ciencia ficción sobre un grupo de astronautas de la Estación Espacial Internacional. Seis personas distintas, de diferentes países, con distintos contextos e intereses pero con la necesidad de realizar sus asignaciones y rutinas, y la reflexión sobre los sueños y aspiraciones de los astronautas y sus realidades cotidianas.

Horrores invisibles de Gertrude Barrows, ed. Aristas Martínez

Gertrude Barrows fue una de las grandes pioneras de la ‘fantasía oscura‘, capaz de firmar con su nombre en revistas pulp antes de adaptar un seudónimo para que la dejarán tranquila. Y que aquí demuestra con un par de narraciones: Horrores invisibles y La trampa de los elfos, narraciones siniestras con toques perversos que transitan entre la fantasía y el terror con la naturaleza humana en su centro.

Por voluntad propia de Mathilde Forget, ed. Tránsito

La historia de una agresión sexual contada desde la perspectiva de una víctima, pero no de cualquier forma sino desde la ensoñación que parece salir de las palabras de los demás, de la manera en que se ponen en duda, se juzga, se tergiversa, de hace pasar una cosa por otra y, finalmente, se desalienta a las víctimas con este tratamiento.

Café y cigarrillos de Ferdinand von Schirach, ed. Salamandra

Otro de los libros de relatos de von Schirach, esta vez reflexionando sobre su vida como escritor, habla del peso de su familia y la problemática de que su bisabuelo fuera uno de los más importantes miembros de las Juventudes Hitlerianas, reflexiona sobre sus clientes penales y, en general, secciona pequeños instantes de su vida. Lo esperable en él, vaya.

Strange pictures de Uketsu, ed. Reservoir Books
Los libros de famosos siguen adelante, en este caso tratan de disimular que lo es de internet hablando de una imagen que obvian decir de dónde sale. Pero bueno, como al final lo que hay en el centro -aquello que quieren vender y para lo que han montado el resto del espectáculo- es un libro de terror y misterio (o algo) con unas imágenes misteriosas por medio… y es no deja de ser parte integral de nuestro negociado… pues aquí está el libro. Que lo mismo logran realmente que sea un éxito -lo dudo- pero que no se diga que yo no he avisado de que salía.

Última salida de Max Gladstone, ed. Red Key

Max Gladstone, el co-autor de Así se pierde la guerra del tiempo, nos presenta aquí a un grupo de jóvenes con habilidades especiales. Algo que les llevó a creer que cambiaran las cosas, pero tras una misión fallida todo se desmoronó. Así se pasa a diez años después cuando una de ellas decide intentar recuperar al grupo para volver a arreglar nuestra realidad y todo lo que sale del multiverso. Así que puede sonar a conocido pero, yo qué sé, lo mismo se le puede dar una oportunidad.

Un cheedar para morirse (Cozy Mystery) de Korina Moss, ed. Alma
El enigma del diario secreto (Cozy Mystery) de Ellery Adams, ed. Alma
Se acabó el cuento (Cozy Mystery) de Elizabeth Penney, ed. Alma

Pues aquí vamos de nuevo, tenemos la segunda de Cambridge Bookshop Series de Penney, la tercera de The Secret, Book, & Scone Society de Adams y una serie nueva… ¡En una quesería! Un cheddar para morirse es el primer libro de la serie Cheese Shop Mysteries de Korina Moss. Así que bien sea una librería que encuentra un cadáver en el jardín de una autora infantil -y no encuentra a la hija mayor de la escritora-, el cadáver de un ceramista por una responsable de cafetería-librería con un enigmático símbolo cheroqui por medio o la dueña de una recién creada quesería que se encuentra con un crítico culinario fallecido en su coche -me abstendré de mis opiniones sobre el cheddar-, está claro que las señoras que encuentran cadáveres siguen adelante.

Muerte en el Lovely Lady Club de Marie Rutkoski, ed. Umbriel

La llegada del año 2000 y un club de striptease. Así comienza este libro sobre una bailarina atribulada que quiere ayudar a la policía a encontrar a un culpable, resolver la desaparición, mientras el punto de vista va cambiando entre los distintos implicados, aumentando el misterio de este laberinto.

Valentina y el amor verdadero de Gene Luen Yang y Leuyen Pham, ed. Astiberri

El amor en el siglo XXI con una joven en el que en su 14 cumpleaños descubre una revelación familiar, que le lleva a aprovechar el festival del Têt, el año nuevo lunar vietnamita, permitiéndole un año para decidir si entregar su corazón al espíritu de San Valentín y así hablar de los tipos de amor: romántico, familiar, intergeneracional, espiritual, o el de la amistad.

El misterio de la academia (1, Diario de Eliza – ¡Resuelve el misterio!) de Lauren Magaziner, ed. Molino
Nueva colección a partir de ¡Resuelve el misterio!, con un estilo un poco diferente -algo más humorístico y ligero- en el que una de las investigadoras va a un peculiar colegio en el que hace nuevos amigos mientras resuelve misterios.

Doris de Lo Cole, ed. Bruño

Doris es muy tímida. También es una elefanta roja. Así que por mucho que intente esconderse entre otros animales o plantas siempre acaba siendo el centro de atención… ¡y lo lleva fatal! Un álbum ilustrado encantador con unos dibujos estupendos que también permiten jugar con ellos.

Nos leemos.


Normalmente diría que The Hunting Party (USA) es un más de lo mismo pero la verdad es que esto suena a sobras recalentadas. Una buena parte de las cuales vienen de Criminal Minds y otra de esas series de profilers y de premisas ridículas. La de esta serie lo es especialmente, más por lo que dejan de hacer que por lo que se ve. Porque por lo menos hace década y pico en Alcatraz había un sentido a la fuga y la persecución, aquí el descubrir que algunos de los reclusos huidos a los que hay que atrapar se supone que fueron ejecutados hace años y toda la trama de misterios -ese Lost que nos sique acechando- resulta francamente risible por lo poco que se molestan en contarnos en el piloto. Así que al final tienes esto: sobras recalentadas. Supongo que alguna cadena lo echará a las siete de la tarde, porque no da para mucho más.

Tener una vez un éxito es el motivo más importante para insistir en ello. The Joe Schmo Show (USA) fue un exitazo hace algo más de veinte años. Tuvo tres temporadas y un intento de revival. Ahora volvemos con un nuevo intento que, en realidad, tiene tos problemas. Primero: Que lo más importante es el casting de la figura central. Segundo: Que el programa tiene que ser menos interesante que las dinámicas humanas. Ah, que he dado por hecho que os acordaríais pero no hay por qué. El concurso era una parodia de aquella ola de telerrealidad y se basó en poner a una persona anónima en mitad de un concurso que estaba amañado… porque todos los demás eran cómicos / actores. Sí, lo de Jury Duty pero en Spike a principios de los ’00s. Y el problema aquí es que el ‘inocente’ es un tanto meh, pan sin sal, y que el programa -se supone que la primera de una adaptación USA de uno surcoreano- parece más pensado que el resto de cosas. Supongo que también es el paso del tiempo y el haber visto los giros y movimientos de una y otra cosa.

Con un inicio de película de acción, unos títulos de crédito que de puro espantosos podría creerse que son paródicos y un un desarrollo de serie médica -sección Imbécil al Cargo muy claramente inspirado en House, pero también usando trucos que vimos en Urgencias hace ya tantos años, y de New Amsterdam no hace tantos- da igual que Jungjeungoesangsenteo (O)(CS), o 중증외상센터 o The Trauma Code: Heroes on Call o Héroes de Guardia o…, intente luego nivelarlo un poco con un par de momentos surcoreanos, demostrar el dinero gastado y acabar de nuevo como en una de acción. Supongo que podríamos decir que el resultado es mejorable, pero sospecho que es también lo que buscaban hacer.

Puede que Martin Clunes lograra ser un tesoro nacional gracias a Doc Martin y Men Behaving Badly, pero no sé si eso justifica esta Out There (UK) a mayor gloria suya. Un padre solo con un hijo metido en líos y una granja aislada, un asedio, y no mucho más, la verdad. Lo mismo como película hubiera tenido más gracia, así que supongo que depende de lo bien que os caiga Clunes.

Otro estreno ‘blandito’ de Apple nos llega esta semana, esta vez Prime Target (UK) presenta una historia de… ¿espías? a saber… con un matemático y sistemas de vigilancia. Lo cierto es que pone a muchos actores más o menos conocidos -como David Morrissey– casi como cebo, y la serie no es… bueno, no ofende. Quizá después de este piloto logre remontar o algo, pero es que tampoco hay mucho que haga seguir adelante, más allá que la propia inercia.

Parece mentira que en septiembre del pasado año tuviéramos Thalaivettiyaan Paalayam y ahora llega Sivarapalli (O)(IN), que no deja de ser una versión demasiado similar pero ciertamente peor. Aunque, en teoría, se trate de una actualización de Panchayat. En cualquier caso, de nuevo tenemos a un joven que ha estudiado y que acaba teniendo que ocupar un puesto en un pequeño pueblecito cuando él preferiría estar en otro lado. Sí, como Doctor en Alaska, ya sabemos. Pero me temo que esta es la que tiene personajes más flojos y tramas menos interesantes. Y el problema es que estas series dependen más de los personajes, su carisma y sus relaciones que de cualquier otra cosa. Aunque, al menos, no nos quedamos sin opciones si queremos algo un tanto mejor.

La vida se abre camino, o algo. Así que después de la versión original de The Thundermans (2013–2018) y de que el año pasado se estrenara el telefilme The Thundermans Return el éxito -suficiente- de este último facilitó que ahora nos llegue The Thundermans: Undercover (USA) que es más o menos la serie original con una premisa ligeramente distinta y, bueno, con una nueva adolescente por aquello de que los adolescentes de la original tienen ahora 12 años menos y esta no es una serie de instituto como para hacer pasar a gente de veintitantos por chavales. Así que más humor sencillo y superhéroes más sencillos aún para lo que no deja de ser un muy decidido y voluntarioso más de lo mismo. Es decir, muy claramente han decidido que sea más de lo mismo. Eso es lo decidido y voluntarioso.

Supongo que ya hemos llegado al punto en el que se puede hacer una obra histórica como Whiskey on the Rocks (O)(SU) intentando que sea una no-muy-interesantes sátira. Hay una serie de decisiones en cómo mostrar a los diferentes líderes políticos y, en general, parece más que alguien contó esto como anécdota y pensaron que daría para serie que como material que realmente sirva. Más aún cuando su idea de comedia es gente sorbiendo la sopa. En fin, yo qué sé.