Es inevitable cuando uno intenta hacer repaso de los tropos encontrarse con que muchos de ellos están ahí para explicar y tratar con aquello que El Tipo al Mando no es. Entendiendo como ellos hacen que la persona al mando es un hombre blanco heterosexual. No es lo único, pero sí lo principal, porque a partir de ahí y por contraposición todo lo que no es eso, da igual su cantidad, son minorías. Aunque haya más.
Como siempre, el concepto de minoría es esquivo, podríamos decir sencillamente que son los que son menos pero a veces hay algunos, como las mujeres, que da igual la cantidad que sean porque son tratadas igual como minoría. En general podríamos decir que ese trato se basa en lo que la persona de enfrente se aleje de esa imagen de El Tipo al Mando –ETaM desde ahora- con lo cuál podemos definir esas diferencias en dos tipos: Visibles e Internas.
Las diferencias Internas como la orientación sexual, su clase social, las creencias ideológicas o religiosas o algunas discapacidades no son obvias a primera vista. Eso tiene una doble vertiente, por un lado el personaje puede no demostrar su separación de la imagen ETaM hasta que decidan darle un giro al personaje, o incluso puede intentar reprimirlo/ocultarlo para encajar o por vergüenza creando un personaje que es un Closet X, por otro puede tratarse de un personaje que ha sido caracterizado de esa manera y, dado que no es visible su separación de lo normativo, debe hacerlo visible bien repitiéndolo o sacándolo en sus conversaciones, cumpliendo así el tropo ¿He mencionado ya hoy que soy X?
Las diferencias Visibles, por otro lado, como el género, la raza y otra parte de las discapacidades, son bastante obvias. De modo que los tropos que les suelen aplicar de manera genérica son aquellos en los que tratan de ocultarlo. En general es más difícil hacer un Closet X cuando es algo razonablemente visible así que suele pasarse al Traidor a su X. También, por supuesto, puedes tener personajes -generalmente por las risas- comportándose como una raza (o incluso etnia) distintas, lo que provoque el efecto ¿Sabes que no eres X, verdad?. Un tropo concreto con bastante historia y literatura detrás es la de la mujer que se disfraza de hombre, generalmente para ir a la guerra. Quizá penséis que esto lo llaman Hacer un Mulan o La Monja Alférez o Marinus o… en fin, que no es tan raro, pero como aquí damos el nombre USAca diremos que se suelen referir a Sweet (oPretty) Polly Oliver por una canción popular de, por lo menos, el S XIX.
Por supuesto todas estas diversidades tienen también su paso en tropos generalistas en los que una minoría tiene que recordar Que estoy delante si el hablante no ha sido más rápido diciendo Sin ofender, aunque para eso también puede defenderse diciendo que Alguno de mis mejores amigos son X. Normalmente se usa para explicar una lección bien mediante un personaje negativo discriminándoles o porque alguno de los habituales va a aprender -como ya mencionamos- Una valiosa lección en un Episodio muy especial. Al margen de esto siempre quedará el viejo Boomerang Bigot en el que el personaje negativo descubrirá que la persona a la que ha tratado mal tiene una posición de poder o, en su defecto, algo que quiere -si el guionista ha decidido que el motivo de tratar a la gente como gente es la utilidad que nos puedan tener- o bien puede ser tratado él de la misma manera por otra persona. Lo importante es que quede claro el mensaje inclusivista y conciliador de apoyo a la diversidad gracias a esos personajes terciarios que rara vez pasan mucho rato en las series. O pasaban, que poco a poco se va consiguiendo un panorama algo más variado.
Dentro de todas estas diversidades uno de los campos de lucha más habituales es el feminismo. Aunque sea solo porque resulta complicado llamar minoría a una parte tan amplia de la población que a ratos es mayoría. Su cantidad no ha logrado, sin embargo, igual preminencia en las manifestaciones culturales -al fin y al cabo ya hemos explicado varias veces que la cultura no deja de ser una mezcla entre la intencionalidad del autor y el reflejo de la sociedad de su tiempo con lo que todo lo que no rellenan las creencias de uno lo rellena la asimilación subconsciente del otro- haciendo que en más ocasiones de lo razonable se usen a las mujeres poco menos que como parte del paisaje, sin entidad propia más que servir para mover al personaje, bien como objetivo a rescatar cuando son unas Damsel in Distress a las que siempre hay que estar sacando de los líos o bien para vengarse por su pérdida porque eso le da un motivo inapelable al personaje y un par de niveles de Dolor que permite dar una pátina de intensidad y seriedad a lo que hacen por estúpido que sea, esto, que muchas veces puede hacer parecer a las mujeres como un bien del hombre que debe ser protegido y que es un clásico de los autores que pretenden ser adultos porque eh tiene una doble vertiente, por un lado estaba el clásico de la violación, tan usado para definir o contextualizar un peligro hacia una mujer que es parte de lo que se habla en referencia a la Rape Culture, por otro la muerte, en ocasiones de manera extrema, es lo que el mundo del cómic ha ayudado a definir como Mujeres en Neveras. La idea de que la mujer es algo que debe ser defendido por encima de cualquier otra cosa se acentúa cuanto más se acerca al inalcanzable modelo de excelencia de Lo Femenino que el inconsciente social utiliza, lo que suele ser Joven Guapa y Blanca. De ahí podemos ir a dos tropos, por un lado el de El Complejo de Madonna-Puta que no se refiere a la cantante sino a la situación imposible por el que se trata de mantener una imagen ante los hombres que tienden a reducir a las mujeres a una de las dos categorías sin entrar en todos los inabarcables términos medios –Freud, que tenía estas cosas- y, por otro, a que la forma de tratarlas de lugar al llamado Síndrome de la Mujer Blanca Desaparecida, es decir, que cualquier problema que las afecte de manera llamativa hará que el público/prensa/policía le preste más atención por ser algo que la Sociedad ha dado en pensar como una valiosa posesión que debe ser protegida. Da igual que al lado haya una reyerta en un barrio negro o que haya cien desaparecidas latinas. En general tiende a ser un mero asunto de cercanía, de cercanía con ETaM, claro.
El segundo punto -que tampoco voy a desarrollar mucho más, o esta columna será incluso más inacabable que de costumbre, pero que, como siempre, si os interesa os animo a que busquéis explicado por alguien más claro que yo, que seguro será fácil- es la ide del punto de vista de la narración (en global) como el de uno de esos ETaM, de modo que su mirada a la mujer sea siempre con un prisma llamdo el Male Gaze, que favorece un tratamiento bien por escrito o bien mediante la forma de recorrer el cuerpo y colocar en pantalla a la mujer según ese interés, de manera que tengamos por un lado una tendencia a la sexualización mayor cuando se cumple -o se acerca- al Molde de lo Deseable y, a la vez, una tendencia a obviar o ridiculizar lo que se queda fuera bien sea por forma física, edad o inadecuación al rol impuesto. Algo que ocurre más cuanto menos importancia se le de a la mujer en general o cuanta más represión sexual haya en el ambiente, el doble estándar es lo que lleva por un lado al Fanservice -que, por suerte, ya está empezando a aplicarse también de manera más regular a los varones- que son aquellas situaciones o apariciones enseñando piel o en un contexto sexualizador, porque en lugar de aceptarlo de manera natural y dentro del guión se crean excepciones del guión para regular ambas cosas de manera que exista la vieja dicotomía del cine de terror de practicar el sexo bajo una sábana pero luego ir por casa desnuda.
De ahí miles de tropos como las Peleas de gatas, las Moe, o incluso la megaencarnación de ese ideal que sería la Blonde Republican Sex Kitten, hasta figuras del imaginario más colectivo como las ClassyCatBurglar, las villanas del estilo Baroness y, por supuesto, las tan debatidas hasta la saciedad Manic Pixie Dream Girl que -me vais a disculpar- no me veo con ánimo hoy más que de enumerarla. Todo esto podríamos resumirlo con un tropo que va perdiendo fuerza a base de utilizarlo que es el del Beso Lésbico en la Semana de Ratings, un truco para subir audiencia que suele ser avisar de que dos mujeres se van a besar. Que sea por casualidad, en un sueño, se olvide en el mismo capítulo o uno de los dos sea una aparición especial que nunca volverá no parecía motivo suficiente para que dejara de funcionar pero, vaya, desde que es menos infrecuente la representación del lesbianismo en televisión ha dejado de ser tan útil. ¿No os da tantísima pena que ahora tengan que pensar otra cosa los guionistas?
Vamos con una sartenada final de tropos de mujer antes de pasar a la siguiente porque hay un par de cosas más que hacer notar la ridícula idea de contraposición de las Prostitutas con un corazón de oro, como si lo uno estuviera separado de lo otro debido a que la prostitución se ejerciera como misma expresión de la maldad interna o significara un poder ejercido desde la deshumanización hacia los otros. Es decir, que en el marco de la existencia de una sexualidad femenina activa y monetarizada la bondad pareciera más difícil que en la política o la banca. El sexo también es importante en las Last girl, esas chicas que suelen ser las que llegan al final de las películas de terror y que tienden -bueno, tendían- a tener una modificación por ser bien vírgenes o, como poco, haberse negado a mantener relaciones sexuales. El concepto está también extensamente estudiado así que no me detendré más en él. Los estados naturales hacen que se tienda a echar la culpa de todo lo que hacen a alteraciones hormonales -el viejísimo Debe ser SPM– de manera que cuando hay un claro elemento de estrés se las pinte poco menos que como monstruos con un punto ridículo, algo que suele llegar incluso a aceptarse si es una embarazada -por aquello de que hay que protegerla que para eso lleva a niño dentro- pero que ante un constructo social como es una boda crea a Bridezilla, que así no hay que pensar qué es lo que ha hecho que ese día sea tan importante para ella. Por último están la mujer manipuladora detrás del hombre que parece estar al cargo pero que en realidad vive a su servicio el pobre pobre pobre que lleva a llamarla a ella Lady MacBeth y, por supuesto, las vengadoas, las mujeres que se han hartado de soportar mierda y deciden tomarse la Venganza! por su mano, que es otro subgénero -fílmico sobre todo- que tampoco tengo tiempo de desarrollar aquí, qué le vamos a hacer.
Pasemos de unos a otros con las Lesbianas Bait & Switch, es decir, la venta que se hace al espectador -que ya sabemos que es ETaM– de una obra o unos personajes bajo la posibilidad de que en cualquier momento decidan que pese a las más que obvias muestras de que son heterosexuales se van a liar entre ellas. De manera que el subtexto homoerótico con ellas sea incluso más fuerte que en los tan traidos Bromances. Subtexto, subtexto, que dirían en Supernatural.
Hablar de homosexualidad es limitar un poco las cosas, ya hace tiempo que se pasó al LGBT y ahora estamos en dar un paso más a GSD, que significa Gender And Sexual Diversities o Diversidad de Género y Sexualidad, y por supuesto, también está teniendo sus ataques por lo que quita de concreción al asunto. Si ahí es difícil tratarlo todo imaginad aquí con toda la pila de texto que he usado ya, así que vamos a tomar solo unos poco tropos, como el de hacer que se sepa la homosexualidad del personaje usando la pluma, que en inglés se dice Camp Gay y que puede servir para jugar al desconcierto con heteros con pluma o Camp Straight, o con gays sin pluma, los Manly Gays, generalmente en un contexto donde la ruptura entre lo socialmente esperado y la realidad sea incluso más llamativa -es decir, poniendo a un hetero en un cuerpo de baile y a un gay en una banda de moteros, algo dentro de la zona más antigua de la bolsa de trucos- , aunque, por supuesto, siempre puede ser que el personaje esté en el armario -en cuyo caso puede buscarse una pareja o pedir a otra persona que le sirva de Barba, para ocultarlo- o decir que, igual que algunos solteros a su pesar, tiene una Novia en Canadá. Y si todo esto falla, bueno, pasa por Una fase, quizá porque Experimentó en la Universidad.
En cuanto a las razas, entrando incluso más aún en el terreno de los estereotipos, tenemos que entre la negra dos de los más extendidos son la del Angry Black Man y, gracias o pese a la difusión de Spike Lee, la del Magic Negro. Que en ocasiones no es ni negro, sirve casi cualquier otra raza, sobre todo si lleva añadido un Token de sabiduría anciana por su puesto espiritual o su avanzada edad, todo sea por orientar al héroe -que está demográficamente entre los ETaM– en su camino.
Los Nativos Americanos también suelen ir por ahí, los Hispanos menos porque tienden ser Inéptos Alivios Cómicos, excepto las mujeres que son Spicy, y con los que lamento no poder atender mejor.
Los orientales también tienden a llenar esa plaza salvo que ellos añaden un componente de posible maldad, los asiáticos, en especial los del Peligro Amarillo, son taimados y calculadores. De ahí que su contrapartida femenina sea la Dama Dragón, cuya evolución dentro de la visión sexualizada sea la Dominatrix Asiática. Cuando se une un aspecto religioso pasamos a esos monjes que, obviamente, cumplen el tropo de que Todos los monjes saben kung-fu. Lo que sirve para que, aún descuidando a los colectivos indios, arábigos y demás -que sí, ya sé que son muchos- pasemos a la religión.
Porque igual que todos el kung fu también todas las religiones parecen tener sus propios campos, Todos los judíos son Ashkenazi y tienen una Madre Judía Dominante, todos los Cristianos son Católicos y aparecerán en caso de exorcismo – un tropo tan habitual que espero en cualquier momento una película de exorcismo con mormones tratado como parodia- mientras gritan que Nadie se preocupa por los niños algo ridículo porque todos saben el tropo de que Los curas católicos tienen preferencias.
Y si vergonzoso ha sido este pequeño repaso religioso no os quiero decir lo mal que voy a quedar con los discapacitados, teniendo en cuenta la cantidad de veces que se les introduce bien para ejemplificar algo y entonces puerta, para mostrarlo y luego ocultarlo, o para usarlos de elemento cómico, algo que se nota especialmente con la Discapacidad Temporal, cuando un personaje debe permanecer ciego, sordo, mudo, etc… durante todo un capítulo. Por supuesto cada cual tiene sus propios subtropos -uno de los más famosos que cito a modo de ejemplo es el de El Ciego y la Bestia, en el que la discapacidad parece ser el único motivo de que una persona esté con otra de apariencia brutal o desagradable lo que suele dar lugar a algún momento en la trama de recuperar la visión y decidir si permanecer con la otra persona- por supuesto esto es limitar mucho los tropos a su alrededor, sobre todo en temas delicados y menos tratados por unir a la Discapacidad el ser Interno, como es el de la Salud Mental. Me encantaría poder dedicarle más espacio pero me temo que no será este año.
Porque aunque lleve un cerro de palabras aún podría seguir con muchas más. Todo está lleno de diversidad pese a que parezca que lo que vemos es siempre lo mismo, y es que incluso dentro de nosotros hay diversidad. No hay más que ver la forma de tratar a los Europeos por parte de los Estadounidenses, incidiendo en la -aparente- libertad sexual que se tiene por aquí que suele ser más bien un reflejo de sus propios problemas tratando con su represión sexual. Como si toda Europa estuviera unida o no tuviera sus propios problemas. Pero en general el tropo es ese Los Europeos son Libertinos y los Estadounidenses Violentos. Y luego ya los tropos, encarnados casi como si fueran simples cadenas de prejuicios, que es lo que muchas veces exteriorizan, incluso sin entender que la visión de un extranjero o un externo de nuestro colectivo puede ser diferente según de donde provenga y, desde luego, distinta a su vez de la idea que nosotros como colectivo tengamos de como se nos ve desde fuera.
Como decía, muchas veces esos prejuicios –Los X son Y– van aumentando o cambiando según lo cerca que vayamos poniéndonos. Como veíamos antes, podemos hacerlo por continente, país, región, comunidad, ciudad, pueblo, barrio… etc. Y al final, sin embargo, serán las cualidades más destacadas de solo una parte las que llevarán a poner esa etiqueta en forma de tropo a una generalidad mucho mayor. De manera que dará igual que en España se tenga el estereotipo del Vasco Cabezota que no tiene sexo, del Catalán moderno pero pesetero o del Madrileño borde, Lo Español acabará siendo fuera Toros y Flamenco.