A veces las noticias modifican nuestra vida más allá de lo que hacen los propios objetivos. La primera vez que retrasé esta serie de columnas fue por una noticia —la del cierre de Megaupload— y ahora me encuentro habiendo cambiado de orden dos columnas, esta y la inmediatamente anterior de la serie, por la publicación de un libro. Pero, al fin y al cabo, las noticias están en el mismo origen de los canales temáticos televisivos. Concretamente del primero de ellos.
La especialización de canales que llegó a Estados Unidos durante la década de los ochenta, gracias en gran parte al éxito de la MTv cuando aún era temática, facilitó la creación de otros canales centrados en un nicho específico. Y eso le dio una idea a Reese Schonfeld.
Schonfeld era un periodista, licenciado en la Universidad de Columbia y con una larga carrera en los noticieros, en 1975 creó la ITNA, una empresa que servía noticias vía satélite de manera independiente a las cadenas de todo el mundo. De ahí pronto le surgió una idea y para 1979 logró convencer a Ted Turner para lanzar la Cable News Network o como fue conocida desde entonces: CNN.
Primer presidente del canal, apenas un par de años, pasó a ayudar con más servicios de noticias y puso en marcha varios canales temáticos, el primero de los cuales fue de nuevo con Ted Turner, el International Business Channel, para principios de los noventa había lanzado entre otros el Medical News Network y tenía lista una reunión más.
En 1993 se reunió con Trygve Myrhen, en esos momentos director de The Providence Journal, y juntos convencieron a un par de inversores y cadenas de medios entre las que destacaban Cablevision o el grupo Tribune de Chicago, que proporcionaría el músculo tecnológico para permitir las emisiones, para lanzar The TV Food Network o como luego se llamaría Food Network. Con el paso de los años Schonfeld —culo de mal asiento que lo mismo aparece en la directiva del Culture Change Institute que se abre un blog en The Huffington Post — dejó primero la junta directiva y acabó vendiendo su parte a la empresa de contenidos E.W. Scripps Company, creada a finales del S. XIX y centrada en estilo de vida, propietarios por su empresa centrada en la televisión, Scripps Networks Interactive que incluye el Travel Channel.
Durante esos primeros años los programas de encimera, los famosos instructionals, eran los que mandaban. De ahí la necesidad de crear un plantel de estrellas de la cocina. O, en su defecto… Emeril Lagasse como gran estrella, antiguo chef por cuenta ajena, vivía el éxito de la apertura en 1990 de su restaurante en Nueva Orleans, Emeril’s —ya, no se suelen matar con los nombres, no—. Su aparición en el antecedente de todo esto, el programa de la PBS Great Chesf —que luego iría parar al Discovery Channel— demostró a los productores que tenían a alguien con talento para el espectáculo. He incluso sus propias coletillas, como kick it up a notch o…
Y si no sabéis cómo medir su popularidad fijaos en esto:
Futurama
Efectivamente, Elzar de Futurama está basado en Emeril.
Junto a él empezaron otros cocineros más o menos conocidos como el francés Jacques Pepin —que llegaría a cocinar en la PBS con Julia Child—, Donna Hanover —que llegaría a ser Primera Dama de la ciudad de Nueva York— y unos pocos más que, sin embargo, no lograron darle todo el empuje que el canal requería.
Sobre 1995 comenzaron a cambiar cosas, Emeril empezó con su programa diurno Emeryl Live! de mayor éxito que la nocturna y contrataron a otros dos cocineros Mario Batali y Bobby Flay. Flay se caracteriza por dos cosas, dedicarse a la carne asada a la manera rústica y poner su nombre en los programas cada vez que puede. Tras años de extrema sencillez en sus recetas y participación en Iron Chef primero y Worst Cooks in America después (Tranquilos, ya hablaremos de esos programas… otro día) ha logrado convertirse en una de las caras del canal. De Batali ya hablamos hace un par de semanas por su participación con Paltrow en el viaje por España. A su favor cuenta haber empezado desde abajo, tomó clases en Le Cordon Bleu hasta que se aburrió de la lentiutd de su método y entró en una cocina profesional como limpiaplatos. Fue subiendo de categoría y cambiando de restaurante con rapidez y pronto abrió su propio restaurante. Con un estilo visual… ahm… extravagante, se especializa en la cocina de Italia, sobre todo en Molto Mario y el programa gastroturismo Mario eats Italy, actualmente co-presenta con gran éxito The Chew… Y también de eso hablaremos.
Para rematarlo pusieron en marcha en 1999 Good Eats en el que Alton Brown unía la ciencia, el humor y la cocina en un programa más que curioso que usaba la idea de ser didácticos y bienhumorados.
Ese fue el punto de entrada de otros programas como los de viajes de Bourdain o Rachel Ray, luego reconvertida a presentadora de talk shows. El asunto es, claro, que se dieron cuenta de que otro tipo de programas eran más atractivos para el público. Y les faltó tiempo para ponerse a ello.
No por ello dejaron de sacar presentadores épicos. Gente como Ina Garten, la Barefoot Contessa, siempre tratando de colarse en fiestas ajenas y evitar que su marido robe algún alimento en la cocina. Une experta en cocina de fiesta, como os podéis imaginar de alguien que es MBA en Dirección de Empresas y trabajaba en la sección de Política Nuclear de la Casa Blanca antes de pasarse a la comida. Hasta que se cansó y decidió montar una tienda centrada en la comida. Gracias a lo cuál puntuó para el canal y pudo entrar a preparar recetas en sus fiestas como esta Paella sencilla de bogavante
La mentada en la columna anterior, Giada De Laurentiis, sobrinísima y curioso cruce de cocinera con Predator que gusta de lucir acentazo y que tiende a presentar programas de cocina italiana. Estudió en Le Cordon Bleu , trabajó en los fogones a las órdenes de Wolfgang Puck antes de pasarse al estilismo de cocina y ahí fue cuando la reclamó Food Network.
Guy Fieri por su parte podría parecer la parodia que de él hacen en el SNL. Auténtico hombre espectáculo, cualquier podría pensar que es más fácil verle viajando y, ahm, exhibiéndose que cocinando. Es cierto. De hecho, nunca ha trabajado o recibido formación como cocinero aunque sí ha administrado, dirigido y poseído restaurantes. En fin. Pero también una muestra de la fuerza del canal, capaz de lograr que parezca un cocinero… respetable.
Aunque no es el único personaje extraño que puebla ese canal porque la reina de las nieves, o del Vodka helado, Sandra Lee. Una mujer… peculiar… Estuvo en Le Cordon Bleu durante… una semana. A partir de ahí decidió dedicarse a los negocios, por ejemplo, unos infomerciales sobre un producto de… cortinajes francamente extraños. De tanto salir en la tele logró vender su producto y, además, que en el Food Network se fijaran en ella.Su sistema de cocina es, en fin, sencillo. Básicamente, abrir botes, mezclarlos y prepararse un martini. Y para muestra:
Y, finalmente, por difícil que pudiera ser superar a lo anterior… Paula Deen. Hablar de esta reina de la mantequilla podría sonar parcial así que mejor dejar que uno de sus platos hable por ella.
Sorprendente para todos, imagino. Aunque más extraña es la vida de Paula Deen, que empieza con la muerte de los padres, ataques de pánico y agorafobia, un trabajo en la ventanilla de un banco y, finalmente, el abandono de su marido con dos niños pequeños forzándola a buscar dinero de otra manera, por ejemplo, haciendo caterings y de ahí a un restaurante de buffet libre lleno de recetas como… bueno, cosas fritas, desde patatas a Twinkies .
Llegamos así hasta el principio. ¿Recordáis el libro que mencionaba? Se trata de En Crudo la continuación de las memorias de Anthony Bourdain que RBA saca ahora, año y pico después de su aparición original. En él Bourdain continúa desde el punto en que lo dejó en Confesiones de un chef, con su llegada al estrellato de la televisión culinaria. Y lo hace como todo en él, diciendo sin cortarse lo que opina. Incluso algunas cosas que quizá debiera no decir. No es que haga gala de nada, ni siquiera de su vida de excesos, pero sí que conoce el peso de su opinión y no tiene problemas en señalar algo que no por evidente levanta menos ampollas.
En esta caso, el repaso que le metió a los presentadores del Food Network, nada que no hubiera hecho antes, claro, pero tampoco algo que fueran a perdonar con facilidad. Sobre todo cuando dijo que la mayor parte de ellos no eran chefs y mucho menos cocineros de verdad, carecían de una formación y, desde luego, desconocían lo que era trabajar en una cocina bajo presión. Salvaba de ello a unos pocos, a Batali, por ejemplo, o a Emeril cuyo currículo era innegable —de este decía que se había quedado anticuado— pero incluso reconociendo algunas virtudes a distintos cocinero ssugería a Rachel Ray que se limitara a presentar sus talk-shows y no a intentar cocinar, a Guy Fieri que ni siquiera intentara presentar, a Sandra Lee… Bueno, con recordarle su pastel para Kwanzaa suficiente sería:
Pero es que, además de esto, señaló que no es sólo un viral de puro humor ante el desastre creado. Además ella es poco más que una persona con el talento de Britney Spears para cocinar.
Ahora, Bourdain fue a tope no ya con ellos o con los valores de producción y la política de Food Netwrok, el gran blanco en los últimos tiempos ha sido Paula Deen a la que ha llamado La persona más peligrosa de América asegurando que su estilo de cocina es lo que les ha convertido en un país de gordos y que es más peligroso todas esas recetas de cosas hechas con mantequillas, o fritas, o hechas con mantequilla y fritas — Y aquí Bourdain podría presentar esta página por si alguien dudara. — que la convierten en alguien de responsabilidad casi criminal.
Obviamente Deen no se quedó callada, acusó a Bourdain de elitista, de no pensar en la gente que no se puede gastar dinero en comida — Y lo terriblemente grave es que ciertamente en USA no todo el mundo se lo puede permitir — y no aportar nada más que ser un quejica bocazas.
El asunto es que cuando Deen fue al programa The View a presentar su nuevo libro Barbara Walters la atacó sin piedad por recomendar a los niños desayunar cheesecake, u ofrecer sólo comidas llenas de grasa y azúcares, a lo que Deen, visiblemente sorprendida por el trato, sólo pudo responder que no era comida para todos los días y que se puede tomar de todo con moderación.
Sí, la moderación que demuestran sus platos, como esta Tarta Alta de Manzana estilo Savannah y que es la que la ha caracterizado.
Hasta el punto de que el debate se reabrió hace cosa de mes y medio cuando se supo, por este orden:
– Que Paula Deen había desarrollado diabetes de tipo 2. – Que lo sabía desde hace años y no había dicho nada. – Hasta ahora. – Y ahora decía algo porque una compañía farmacéutica nórdica se había ofrecido a convertirla en su cara en USA para su medicamento anti-diabetes.
Decir que provocó reacciones negativas tal vez sea quedarse corto sobre todo porque los que ya habían hablado aprovecharon para señalar que eso es lo que les esperaba a su público, como resumen, que Bourdain estuvo mucho más rato largando.
Ese es un punto interesante, para la reflexión, ¿hasta que punto pueden modificar para bien o para mal los cocineros del gran canal?, ¿cuánta culpa será suya?, ¿no será que Paula Deen o Sandra Lee son más divertidas que formativas?
Sobre todo porque estos son los programas de enseñar recetas, sugerir platos, más allá de lo que veremos pronto que ha acabado conviertiéndose el canal.
Sólo una última cosa. Prácticamente cada país tiene o ha tenido un canal similar al Food Network, en España de la mano de Chello Multicanal y desde 1999 tenemos Canal Cocina, en 2001 apareció en Francia Cuisine.tv del grupo Canal +, de 2002 hasta 2008 en Reino Unido tuvieron BBC Food, la respuesta australiana es de 2004y se llama LifeStyle Food, Asia Food Channel podéis imaginar quienes lo ven, en 2010 apareció el canal francocanadiense Zeste… Vamos, que siempre ha habido un interés, aunque el que abriera el hueco fuera este Food Network que tuvo que reinventarse.
¡Y no porque Sanidad decidiera cerrarlo!
Pero eso ya os lo contaré, en un par de semanas.