Terminamos el año con la siempre limitada política de estrenos de diciembre. Algo que para mí tiene el interés principal en las series que lanzarán el boxing day los ingleses y que este año ha acabado siendo el de And Then There Were None (UK) que ha sabido actualizar hasta lograr una versión casi definitiva ese clasicazo que es Diez negritos. Hay actualizaciónes, vaya que sí, sobre todo en la forma de narrar la historia pasada y de contar los acontecimientos previos a la historia. Sabe, además, llevar las dudas sobre cuál de las ‘adaptaciones’ elegiría la historia permitiéndonos dudar de si sería la del libro original o la adaptación supervisada a teatro o alguna de las otras muchas locuras. Pero incluso conociendo de sobra la obra original la forma de llevar esta, comprimida en tres capítulos y con una selección de actores realmente magnífica, con los diez actores principales ocupando sus puestos sin reproche posible. Pero claro: Douglas Booth, Charles Dance, Maeve Dermody, Burn Gorman, Anna Maxwell Martin, Sam Neill, Miranda Richardson, Toby Stephens, Noah Taylor y Aidan Turner… no hay uno malo. Incluso Booth o los abdominales de Turner están en su mejor momento y si ya no vamos a gente más sólida como Sam Neill no tengo que decir más. Aunque si tuviera que destacar a alguien sería a un Charles Dance en toda su gloria, a un Burn Gorman que está en su viscoso elemento y, sobre todo, a una Anna Maxwell Martin que es como para ponerle un piso. Si no te conoces la obra es una magnífica manera de entrar en conocimiento con ella -y notar todas las veces que ha influido, incluso teniendo en cuenta que tenía sus predecesoras- y si la conoces es una estupenda manera de revisitarla. Posiblemente la mejor de las versiones.

Mientras en la BBC estaban con estas en la ITV volvían al campo de juego del Medieval Inventa’o para sacarse un  Beowulf Return To The Shieldlands (UK) que tiene pinta de querer ser como Juego de Tronos si se hubiera basado en un libro terminado antes de pasárselo por el arco del triunfo. Por lo demás… si es usted fan del género adelante.

En cuanto a Chilhood’s End (USA), a estas alturas sigo sin tener claro qué querían hacer. La obra -clasiquísima- está ahí, pero no parece que estén siguiéndola tanto como a algún tipo de extraña adaptación, como si pensaran que un título que era fundamentalmente reflexivo quedaría mejor acercándolo a V o -peor aún- a The whispers. La elección en el diseño de los extraterrestres es de un brochazo gordo que para eso podrían haber abrazado el locurón y sacarlos de Hitler,  y el resto de las ideas que van teniendo no mejora mucho la cosa. Aunque, eso sí, responde a la pregunta de: ¿Qué pasará ahora que ha terminado Falling skies con todas esas malas decisiones ejecutivas en series con alienígenas?

Se ha filtrado el piloto de Colony (USA). Diría que lo bueno es que demuestra que SyFy intentan hacer cosas distintas, pero es de USA Network. Este debe ser el año en que todo el mundo ha pensado que podía sacar ideas de V. Sin mucha inspiración, me temo. Daba para más la premisa -claro- y lo mismo si uno se queda viendo un número suficiente de capítulos acaba mejorando. Ya me contaréis, yo no tengo intención.

El giro que más me ha sorprendido de las series infantiles de Netflix -bueno, de las recientes- es que esta Dawn Of The Croods (USA) esté en 2D cuando el original era 3D. Seré yo. Por lo demás, una de esas series de relleno para las mañanas de los fines de semana.

La forma más sencilla de explicar Dickensian (UK) sería decir que es Once upon a time para ingleses. Con estructura tendente al culebrón -para algo es una idea de Tony Jordan– tenemos una especie de Universo Compartido Dickens en formato precuela. Y bastantes actores británicos intentando mal que bien subir el nivel de la serie. La cosa acaba siendo muy ‘para fans’, pero vaya. Rea estupendísimo como el Inspector Bucket, eso también.

Una de las sorpresas del mes fue la emisión de The Divorce (AU), producción para la australiana ABC de la Opera Australia en la que intentaban… no sé muy bien lo que intentaban. Sospecho que hibridar las series de televisión con esta extraña mezcla de ópera y musical que traen aquí, una especie de representación de opereta pero con los múltiples puntos de vista televisivo es a la vez más ambicioso y menos interesante de lo que hubiera sido un musical más convencional, pero eso no quita aplaudir el valor del intento.

Por otro lado en Netflix han hecho una de esas series de la que lo mejor que se puede decir es que es corta, me refiero a la animada F is for Family (USA) que da vueltas sobre los tópicos de siempre usando de fondo la nostalgia setentera o algo. Iba a decir que huele a antiguo pero la verdad es que cualquier episodio de alguna de las series que Norman Lear tuvo en aquellos años es más moderna que esto.

De nuevo, esta vez  gracias a Sky, se ha adaptado el cuento de Fungus The Bogeyman (USA) que toma esa idea del monstruo que tiene una vida cotidiana aunque trabaje de manera oficinesca y rutinaria asustando humanos (de 1977 es el libro, por si os lo preguntáis) mientras se nos va presentando su cultura. Realizado en tres partes y centrada en su relación con los humanos, no es exactamente una situación navideña pero no es mala época. En cuanto a la serie, bien. Supongo que a los pequeños les gustará, sobre todo a los que estén en las fases coprológicas.

Hablando de lo cuál: The lion guard (USA). Y pensar que en tiempos en Disney intentaban dar algo de empaque a sus explotaciones de películas. Pero esto es peor -y más tardía- que casi cualquier cosa que les podamos echar en cara de su pasado.

Con The Magicians (USA) seguimos -ahora sí- con los intentos de SyFy de hacer algo diferente a su línea. Y mal no queda pero da la sensación de que podrían haber sacado algo mejor. Que los libros son lo que son y que dinero en efectos se han gastado sin duda pero no deja de parecer una serie creada para aprovechar un público juvenil sin ofrecerles algo especialmente original a cambio.

Tendencias del año: La recreación de crímenes reales. En el caso de Making a Murderer (USA) un ejemplo de cómo un error puede arruinar varias vidas y cómo los sistemas pensados para la reinserción cuando se supeditan a unas normas de beneficio personal y económico lo que logran es crear si no monstruos al menos si personas que seguirán difundiendo el dolor.

Es… curioso. Sí, creo que esa será la palabra que mejor defina  Miraculous: Tales of Ladybug & Cat Noir (O) (F), una suerte de coproducción franco-japonesa que intenta reunir a las magical girls (y boys) con los superhéroes y diversos elementos más japoneses que europeos, aunque esté ubicada en París. La idea no es mala y, por lo visto, ha tardado en salir por los cambios para hacerlo más interesante para un público generalista. Y claro, esa cosas se notan y acaba siendo más rancho que sustancia. Quizá la próxima.

Con todas las películas de terror de bajo/bajísimo presupuesto que llevo vistas -digamos que unas cuantas al año, *cof*- encontrarme con este Neon Joe Werewolf Hunter (USA) en Adult Swim es como ver una versión extendida de estas. No logra que funcione, resulta demasiado barata y a rato te preguntas por qué lo han intentado siquiera para la desgana con la que han afrontado todo el asunto. Definitivamente no la mejor de las ideas posibles.

Mientras tanto la LEGO sigue creando sus propias ficciones, esta vez con personajes propios que siempre hacen más dinero, y aunque Nexo Knights (USA) no pasa de ser un esfuerzo por ir aprovechando y expandiendo estas ideas. Teniendo en cuenta anteriores situaciones no deja de ser una buena intención con un resultado irregular.

Si alguna vez has visto una de las nuevas comedias que usan la vida real de cómicos para construir un mundo sofisticado y sincero puedes haber creído que en realidad era un sencillo ejercicio de autonarración. Probablemente para eso llega la espantosa Real Rob (USA)a demostrar que siempre hace falta alguna cosa más. O muchas. Varias muchas.

Producto genérico este Recovery Road (USA), de amistad y jóvenes aprendiendo valiosas lecciones y un pasado que deben rechazar sin que las circunstancias blablabla. Yo paso.

Pero si una serie os puede dar dolor de cabeza este mes es el piloto filtrado de Second Chance (USA). Por hacer memoria: Se empezó llamando Frankenstein, durante la temporada de pilotos se lo cambiaron a The Frankenstein Code y tras esta lo pasaron a Lookinglass, ahora nos llega como Second Chance. Sospecho que hubiera sido más rápido no grabarla. El punto de partida es casi más The Player que El coche fantástico, pero en una versión incluso más idiota: Un ex-sheriff corrupto hasta el punto de ser forzado a dejar su trabajo muere accidentalmente así que unos gemelos genios de la biotecnología reviven su cerebro en un cuerpo nuevo. Se supone que esto debería ir sobre cómo sus intenciones antiguas están más presentes que esta oportunidad de redención. En realidad estamos más cerca de una serie de cambio de cuerpos en la que a nadie le interesa ninguno de ellos. El revoltijo que montan es más confuso que loco, con necesidades de entrar en tanques cada un cierto número de horas, oficiales gubernamentales corruptos, encantadores genios tecnológicos privados y cáncer malo. Algún día descubriremos cómo se ha llegado a emitir esto, y será más interesante que cualquiera de sus teóricos capítulos futuros.

Nuevo especial navideño aprovechando las obras de Julia DonaldsonAxel Scheffler, esta vez Stick Man (UK). Y bien, claro. Lo raro es que no hagan uno cada año.

Otro piloto filtradoTeachers (USA), esta vez de TV Land. Urgh. Que sí, que había una webseries anterior y esas cosas. Pero vaya. Urgh.

Es realmente sorprendente como la NBC puede crear una serie llamada Telenovela (USA) inspirandose cláramente en el éxito crítico de Jane the Virgin y el prácticamente todo lo demás de Escándalo en el plató y lograr que no les salga ni lo uno ni lo otro sino una de nuevas series cómicas de la NBC que huelen a cerrado y tienen un nivel que haría sonrojar el responsable de comedia del Disney Channel.

Terminamos el repaso, y el año, con una comedia británica: Tripped (UK). Con una premisa de comedia fumada y viajes entre diversiones tirando a sangrientas uno esperaba que fueran bastante más mejor que el algo desmayado resultado final, problemas de presupuesto, quizá, pero más sobre todo de una desmayada trama que tiene muy claro de dónde sale y qué personajes tiene pero no tanto lo que tiene intención de hacer con ellos o cómo conducirlos. No digo que no sepa a dónde quiere llegar, que eso es posible, pero la forma de estirar la historia… eso ya es otro asunto.