Terminamos mes y, como de costumbre, la semana ha traído solo unas pocas novedades. Ya habrá tiempo las dos próximas semanas de recibir una nueva avalancha ante la llegada de la Navidad. Pero la caída del flujo de producción no significa -ni mucho menos- que baje la calidad de los libros, solo que hay menos entre los que elegir. Pero aún los suficientes como para decir…
¡Que entre la pila!
– Futuros perdidos de Lisa Tuttle, ed. Gigamesh
Hablar de Lisa Tuttle no sobra nunca pero quizá pueda sonar reiterativo así que voy a intentar resumirlo: Autora especializada y brillante en el género de terror, Tuttle ha tocado casi todo los palos del fantástico. Muy interesada en la escritura teórica y práctica feminista, es el tipo de autora con una extensa estantería de reconocimientos y con algunos premios que no ha rechazado. En el caso del libro que nos ocupa, fue candidata a los Premios Arthur C. Clarke y James Tiptree, Jr. Lo fue con una obra llena de posibilidades: Una mujer con una vida monótona empieza a ver cómo se abre una puerta a otras posibilidades, confrontándose con distintas vidas que podría haber llevado de haber tomado otras decisiones y que parecen suponer el avance de alguna enfermedad mental. Lo que antes parecía rutina ahora se convierte en una existencia fallida pero anhelada que se contrapone a esa multiplicidad que ahora la va devorando en la incertidumbre.
– The time of my life de Hadley Freeman, ed. Blackie Books
Hadley Freeman, columnista de The Guardian residente en Londres aunque naciera en una familia judía de Nueva York, escribe un libro que ya solo con eso parece que podemos imaginar. En realidad lo que tenemos es un repaso por algunas películas ochenteras haciendo un análisis cultural para ver lo que de modernas y antiguas tenían, además, por supuesto, de demostrar que incluso en aquello que parecen inofensivos artefactos culturales se pueden incluir temas y narrativas de manera más o menos soterrada. Animándonos, además, a tenerlo en cuenta para reflexionar sobre las historias que consumimos. Podemos estar más o menos de acuerdo con sus análisis, pero son un buen punto de partida.
– Ciencia Ficción Rusa y Soviética Vol. 1 de VV.AA., ed. Nevsky
El primero de tres volúmenes que quieren ser la antología definitiva de la ciencia ficción rusa y soviética, en este caso con aquellos que pondrían las bases de lo que estaba por venir luego. Bulgarin, Fiódorov o Bogdánov son algunos de los autores que recorre y que conforma un gran primer acercamiento a la ficción especulativa de aquel tiempo y lugar. Un estupendo inicio.
– Amada Lydia de H.E. Bates, ed. Alba
Recuperar a H.E. Bates siempre es una buena idea, sus historia de pequeñas localidades inglesas en las que la vida social resultaba casi tan complicada como la sentimental y en la que incluso un estudio sobre el amor puede acabar siendo una manera de unir ambas.
– Oculto sendero de Elena Fortún, ed. Renacimiento
Con todo lo conocida que ha sido el personaje de Celia y su autora, Elena Fortún, parece extraño que a estas alturas exista un libro nunca publicado. Bien es cierto que no es de ese personaje sino una suerte de historia pseudobiográficas en la que reflexiona sobre la escritura y sobre su sexualidad, que en aquellos años -y siendo autora infantil- parecía difícil de conjugar. Así que estamos ante algo más que una obra confesional.
– El vientre de Nápoles de Matilde Serrao, ed. GalloNero
Escrito en los años ochenta del siglo XIX, estamos ante una investigación de la epidemia de cólera y -sobre todo- el rostro que se le queda a la ciudad. Llena de desolación, con familias hacinadas y usureros aprovechando la debilidad, mientras los juegos de azar se convierten en la única aparente promesa de un futuro mejor, hundiendo aún más a sus ciudadanos. Tanta desolación mostrada como un mosaico a partir de pequeñas historias que van acumulándose, hablan de una ciudad viva pero enferma dando, a la vez, una lección de periodismo.
– Pesadilla en rosa de John D. MacDonald, ed. Libros del Asteroide
Cuando conocimos a Travis McGee en Adiós en azul estaba en su ambiente, en Florida, con un ambiente relajado y cómodo. En esta continuación lo tenemos más urbano, con más acción y, sobre todo, fuera de su elemento, teniendo que echar una mano a la hermana de un amigo. Así que, de nuevo, una más que agradable y ágil intriga.
– Diarios del Sáhara de Sanmao, ed. Rata
Por extraño que parezca es la primera vez que este libro se publica en España. Y puede parecer una exageración decir esto, pero es que la autora tiene una estatua en Telde, Gran Canaria. El motivo es que esta autora, nacida en China y criada en Taiwan, estudió en la Complutense, trabajó en Madrid y se casó con un español, Jose María, con el que viajaría por distintas ciudades hasta establecerse en Telde. Sus viajes serían el material principal de muchos de estos libros, comenzando por el que nos ocupa, uno de los más famosos en los que narra sus pasos por el Sáhara a mediados de los setenta. Así que ha tardado, pero por fin ha llegado.
– Mis momentos de Andrea Camilleri, ed. Duomo
De Camilleri vamos viendo publicado poco a poco prácticamente todo, y como es un autor más que agradable logra hacer interesante lo que sea. Por ejemplo, estas memorias a partir de pequeños momentos recordados de su carrera, en su vida o en su trabajo de los medios de comunicación.
– En tiempos del papa sirio de Jesús Sánchez Adalid, ed. Ediciones B
¿Estáis pensando ya en esos regalos que tenéis que hacer?
– Caperuza de Beatriz Martín Vidal, ed. Thule
Libro mudo en el que se muestra de manera muy plástica tres de las escenas principales del cuento. Quizá no un cuento estrictamente infantil, pero sí una buena obra.
– El libro que hace clap de Madalena Matoso, ed. Fulgencio Pimentel
Dentro de esa tendencia de los libros con los que interactuar llega uno en el que la forma de abrir y cerrar el libro es instrumental para jugar con la historia interior. Así que junto al dibujo sencillo y con colores llamativos acaba siendo un libro atractivo más allá de la historia que pudiera contar.
Ya sabéis lo que toca decir ahora: ¡Variedad! Y es que una semana más han ido apareciendo una buena cantidad distinta de temas, incluso de autores, con los que conformar un pequeño repaso a la semana sin que suene nada a repetido. Disfrutemos hasta la siguiente llegada -que con el festivo creará algo de tumulto- que incluirá a Lakoff y Hervey y, mientras tanto, sigamos con los libros. Incluso aunque no sean de terror. Así que… ¡Nos leemos!