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¡Pilotos Deathmatch!

Comenzaré asumiendo que el posible espectador de Armorsaurs (USA) no habrá visto la serie original que ‘adapta’, la surcoreana Armored Saurus. Y he de decir que casi mejor, porque si la original no es gran cosa esta adaptación es directamente espantosa. La original presentaba -con cierta tranquilidad- una historia sobre dinosauros, armaduras, villanos que parecen alienígenas o algo así… y un intento de invasión. Algo barato -claramente barato- pero mínimamente efectivo para lo que querían, una especie de sentai en la que teníamos un batiburrillo de saurios, armaduras y dios sabe qué más. De Dino-Riders a los Powers Rangers pasando por los Transformers, para todo hay un hueco en el original. Y en la adaptación… UF. El problema es que lo que vemos en la serie original pasa a convertirse en un intento de ‘americanización’ y el interno de meterlo a presión en cajas bien conocidas hace que pierda encanto pero, además, tiene un problema: Parece rodado con aún menos dinero, como si todo lo que tuvieran fueran un escobero con las paredes verdes y el CGI más pedorro de la historia. No es que haya ido a peor, es que resulta casa insufrible, de un amateurismo más propio de un canal loca que de Disney XD. Hasta el punto de que cualquiera de los programas infantiles que se me pueden ocurrir que durante un tiempo se hicieron en España -de Pic-Nic al Cyberclub, por poner dos que podrían haber metido dinosaurios armados sin mucho problema- tenían una realización mejor. No tengo idea de en qué estaba pensando Disney con esto, la verdad. Supongo que en lo de siempre: vender muñequitos.

Mira que parecía difícil que Blue Blood pudiera empeorar, pero aquí estamos con su spin-off, Boston Blue (USA), que creo que en su cabeza debía de ser una espectacular manera de evitar las descripciones habituales del programa como una cosa derechista pro-policial llena de señores blancos. Ahora hay más variedad, y buenos actores. Lo que no tienen es nada que hacer. Porque desde la idea inicial de crear una familia de policías similar a la otra pero más… compleja -el ‘abuelo’ es un sacerdote presbiteriano pese a que parte de su familia es judía, he intentado repasarlo pero no soy capaz de entender exactamente cómo funciona- en parte porque hay divorcios y rematrimonios -que sirven para que la familia tenga miembros de distintos colores, pero sin exagerar. Presentarlos a todos en el piloto pero hacerlo desde fuera con el personaje de Wahlberg -que sigue sin saber actuar, claro, pero a estas alturas no creo que le importe a nadie- solo nos convence de que Boston es algún tipo de ciudad de endogamia y nepotismo peor incluso que su Nueva York. Lo único bueno que puedo decir es que como parodia de la otra serie resulta más convincente que como spin-off. Bueno, y que da para cenar a un montón de buenos actores que, si ahorran lo suficiente, podrán dedicarse en el futuro a cosas mejores.

Me temo que con cada nuevo programa de Tim Robinson menos gracia le veo. Es decir, toda la gracia de la primera temporada de I Think You Should Leave y algunos de los siguientes sketches funcionaban, sobre todo, por no extenderse. El problema es que tanto Friendship como este The Chair Company (USA) extiende, explica, sobrexplica y, sobre todo, reitera el chiste. La gracia es que tras un momento embarazoso un tipo claramente con problemas de gestión de los sentimientos se obsesiona con una empresa de sillas… que result ser parte de una conspiración. El problema es que no parece haber mucho más. Ni más que contar, ni más cosas que extender y expandir. Porque no dejan de ser versiones de lo que ya hemos visto. Y da la sensación de que podría haber funcionado mejor como un sketch, incluso como una corta serie de ellos. Pero no como una serie. Y menos teniendo aún reciente Paul T. Goldman, que hace mejor y de manera más innovadora mucho de lo que se nos presenta aquí.

No soy capaz de comprender esta espiral en la que se han metido los estadounidenses. Entiendo que los true-crimes funcionan, entiendo que han visto que los británicos tiran de esta especie de docudramas, y se acuerda de todos los ‘basados en hechos reales’ que durante tantos años han poblado la programación televisiva, pero sigue pareciéndome ridículo encontrarme un Devil in Disguise: John Wayne Gacy (USA) solo unos años después de una versión ‘documental’ llamada John Wayne Gacy: Devil in Disguise. ¿Aporta algo esto? No tiene pinta. ¿Está bien actuado? Tampoco. ¿Entonces? Pues supongo que con la ‘ficcionalización’ no tienen que preocuparse ni de que lo que cuentan sea real ni de que les pidan cuentas por sensacionalizarlo. Así que eso: sobras recalentadas.

Un prototipo con rueditas, DMV (USA) es la clásica comedia de oficina. Solo que la oficina es Tráfico. Sí, lo de los coches y los permisos y todo eso. Hay un reparto de papeles prototípicos, una excusa de argumento romántico central… en fin, lo de siempre. Hay un reparto que actúa todo lo bien que esto lo permite -y sin que nadie parezca querer excederse- y supongo que los guionistas tienen años de sobra con todo lo que se ha hecho y pueden copiar. En fin, que ni fu ni fa.

No tengo ni idea de qué pretendía Neil Cross con este The Iris Affair (UK), a ratos parece tirar por un lado, luego cambia, luego va a un tercero. Y lo peor es que se mueve entre lo previsible, lo estúpido y lo manido. Si malo es cuando va por uno de los lados peor es cuando se dan las tres a la vez. Al menos los momentos estúpidos hacen pensar que podría haber salido algo de aquí, de esta serie en la que nadie parece tener muchas ganas de trabajar… más que el que filma los paisajes. En fin.

Ojalá Koka Björn (O)(SU) me hubiera gustado. Pero entre el empeño en que toda la gente esté sucia todo el rato -por lo visto antes la gente era así, deben de haber hablado con algún historiador, Christopher Nolan o algo así. Y la mezcla de detective y cura que, en fin… hemos visto tantas veces ya que cuando le sacan disfrazado de Sherlock Holmes ya ni me sorprendo. Por supuesto todo esto lo tratan de envolver en lo inteligentes que son y lo listos que blablabla porque fíjate que hablamos también de racismos y blablabla. De verdad, ojalá me hubiera gustado en vez de ser lo que solo puedo definir desde un punto de vista técnico como «un peñazo insufrible».

Lo bueno de Leonard and Hungry Paul (UK) -que supongo que puede partir el libro del que sale- se enfrenta con lo que parece la decisión clara de ‘cómo había que adaptarla’ que es… en fin… siguiendo la estela -y, sobre todo, la estéticas- de todas esas comedias indies de finales de los noventa y principios de los dosmiles. Pero, claro, aquí no tenemos a Anderson, Hess o Dayton y Fariss. Ni tan siquiera Zwigoff. Aquí tenemos a alguien imitando eso. Bueno… es cierto que de varios de ellos es de suponer que estaban imitando a Anderson, pero quiero creer que no de manera deliberada. Sea como sea el problema es que esto se podría haber hecho mejor. Son muchas las series que podemos poner como ejemplo de este tipo de sensibilidad, de amabilidad que podría haber sido muchas cosas pero que, sobre too, en el libro resulta natural porque los conflictos son más internos y solucionables, necesitados de trabajar y hablar, que externos. Uno ve Big Boys, o, incluso, Please Like Me y aunque no ve esa estética sí que entiende lo que quieren contar. Aquí, me temo, han decidido que el estilo era más importante que la sustancia.


¿Os acordáis de lo que he dicho antes con la serie sobre Gacy? Pues dos tazas con Murdaugh: Death in the Family (USA). Peor historia, peores actuaciones, una historia mucho más cercana y, claramente, poco interés por parte de nadie por hacer algo medianamente interesante si no estás metido ya de antes en la historia. En fin.

Entiendo que usar un argumento tan manido como ‘el padre secuestra a los hijos’ sólo parezca dar para un par de posibilidades. Y es cierto que Nadie nos vio partir (O)(MX) claramente tira por el terreno del drama, pero lo cierto es que lo hace intentando montar a la vez una situación histórica -están en los años sesenta- y una serie de problemas e historias, de fondo hay una lucha entre dos de las familias judías más importantes e influyentes de México, el matrimonio no había sido por amor sino por ‘negocios’, el marido hubiera preferido dedicarse a otra cosa, la mujer claramente acabó teniendo una aventura por esto mismo, y son los padres de uno y otra los que realmente manejan buena parte del tinglado. El de él poco menos que le obliga a raptar a los hijos, el de ella le pone un ex-mossad para ayudarles a recuperarlos, todo mientras la primera familia trata de destrozar la reputación de ella para justificar que los niños estén mejor raptados. Supongo que por lo menos no están justificando matar niños. En fin, que yo no soy el público para esta historia, pero quiero creer que los que sí lo sean podrán disfrutar sin mucho problemas el que por lo menos se encuentre como algo más complejo e incómodo para todos que las clásicas películas de después de comer.

Es una lástima que esta Riot Women (UK) no me haya gustado. No solo porque está Sally Wainwright detrás, sino porque gran parte del reparto es magnífico, especialmente Joanna Scanlan, pero también Lorraine Ashbourne y Tamsin Greig. Incluso Rosalie Craig tiene algún buen momento. El problema no es ese. El problema es que el guión va más allá de lo flojo al crear situaciones excesivas y acartonadas, poner a sus personajes más allá de cualquier borde, y abusar de las casualidades fortuitas. Porque las actrices hacen mucho por que creamos y empaticemos con ellas, incluso logran vender momentos tan baratos como esa primera escena de Scanlan al teléfono que parece un monólogo para un teatro de aficionados. Pero hay un límite para eso, para que todos los personajes a su alredor sean odiosos, para explicar algo que EN REALIDAD no necesita explicación. ¿Por qué una serie de mujeres de una cierta edad -más sexagenarias que en la cincuentena- no podrían reunirse para montar una banda? ¿Por qué hace falta toda una serie de complicadas motivaciones para ponerlo en marcha? En fin, un pequeño desastre inexplicable en la creadora de Scott & Bailey, Last Tango in Halifax, Happy Valley o Gentleman Jack, que aquí parece que no tenía muchas ganas de trabajar. De verdad que es una lástima, con lo que podría haber sido esto.

Las series románticas surcoreanas y sus particularidades, por lo menos Tokumei no Koibitotachi (O)(JP), o 匿名の恋人たち o Romantics Anonymous o Románticos anónimos o…, demuestra tener bastante corazón. La historia de una joven que no tolera el contacto visual y un ejecutivo que no tolera el contacto físico, readaptación de una película francesa y centrada -en fin- en una tienda de chocolates para la que la primera trabajaba en casa como ‘repostera estrella secreta’ o algo así, mientras el segundo quería que la empresa en la que trabajaba -que era suya en tanto que de su padre con el que claramente hay problemas- elevara la calidad de sus productos. Luego ya tenemos peripecias, personajes secundarios más o menos interesantes y, en fin, alguna de esas escenas de serie romántica. Es una lástima porque no soy su público y creo que podría haberlo llegado a ser, pero una cierta serie de rutinas la convierte más en una obra para su público concreto que para un público, digamos, más general.

Ay, Sheriff Country (USA), ay. Es casi tan espantoso como lo de Boston Blood. En realidad da la sensación de que hubiera preferido ser otra serie porque a ratos parece que querría ser Picket Fences si la hubiera contratado un canal cristiano, porque si fuera el Picket Fences de Hallmark os puedo asegurar que habría sido mejor serie. Una trama criminal floja sirve para una especie de culebronismo de baja intensidad sobre una COMUNIDAD. Así, con la boca bien llena de la palabra. Porque hay mucho poli y mucho ‘esto es un pueblo’, pero luego resulta que tienen dinero para dios sabe cuántas cosas. Y presentan toda una serie de problemas y situaciones que no sé cómo no se les pone roja la cara de la vergüenza de tratar de tomárselo en serio. ¡EN FIN!

Mi teoría de que en Netflix hay una competición para ver quién es el que hace la serie peor animada sigue adelante con Splinter Cell: Deathwatch (USA), que tiene el añadido de que no sé si es peor el guión porque no conozco la saga de videojuegos, porque es un espanto o porque como está Tom Clancy por medio es mitad y mitad. (Tom Clancy es una persona cuyo nombre sirve para datar si la persona a la que se lo dices lo conoce o ha nacido de los noventa en adelante) Así que podríamos aprovechar esta serie para discutir si es peor la animación o el guión, pero tengo una idea mejor: No dedicarle ni un minuto más de nuestro tiempo.

Pues Sukuupu no Tamago (O)(JP) o スクープのたまご o The Golden Egg o Detrás de la primicia o…, es sin duda una serie peculiar. Una joven periodista intentando abrirse paso… pero en un tabloide. Una muestra tanto de cómo funcionan como de cosas que sí y que no hacen, y una serie de personajes secundarios un tanto bidimensionales que se supone que dan algo de juego… pero que necesitan de bastante por nuestro lado para trabajar. Aunque, sin duda, puedo decir algo bueno de esta serie: Sus capítulos son cortos.

Esta semana el dinero en trailers se lo ha ahorrado Netflix en esta.

Me temo que Taepungsangsa (O)(CS), o 태풍상사 o Typhoon Family o Familia Typhoon o…, es una de esas series que usan su piloto para que conozcas a los personajes y tengas las piezas puestas en orden para el segundo, que es cuando comienza DE VERAD la historia. En este caso presentan a un chaval que se lleva mal con su padre. También vemos la empresa del padre. Y cómo una serie de problemas generales financieros acaban impactando en ellos mientras el Fondo Monetario Internacional se cernían sobre Corea del Sur. Claramente va a acabar siendo una serie de época en la que el FMI son los malos -como es lógico-, y también una obra que supondremos entrañable porque los personajes en general demuestran más corazón que cabeza. Voy  asumir que también habrá una trama romántica y algún tipo de idea de ‘la empresa es la familia’ y ‘hay que esforzarse y remar’ o algo por el estilo. La verdad es que el problema de este tipo de series es que dejan mucho en el aire para ponerse con el siguiente. Tanto da, porque supongo que habrá una variedad de motivos para acercarse a ella. Mi duda es si se podrán encontrar algunos para seguir viéndola.


Generalmente enfrentarse a una serie de Ryan Murphy, especialmente a una de 9-1-1, significaba muchas ideas despendoladas y algo de drama tras las escenas. Además de una cantidad razonable de diversidad no siempre bien pensada. En 9-1-1: Nashville (USA) no tenemos nada de eso. Las ideas son tirando a cutres, como si no tuvieran dinero para hacer no solo las grandes escenas de rescate -o hacerlas de manera creíble: Un concierto al aire libre pese a la amenaza de huracanes no parece razonable- sino incluso antiguos trucos como el del bebé en el sumidero o el de la serpiente pitón. Aquí lo más parecido que tenemos es una niña siendo llevada por una cometa. No solo eso, la diversidad brilla tanto por la ausencia que podríamos estar hablando de 9-1-1: MAGA. Tampoco ayuda que el reparto en general ni tenga mucho que hacer ni mucho con lo que hacerlo. Pero es especialmente grave cuando el capitán es un Chris O’Donnell tan abotargado que llegué a pensar que su Gran Secreto es que estaba drogado. ¿Y con qué tratan de compensar todo este desastre? Pues con unas idas y venidas de telenovela de ricos noventera de lo más manoseado y aburrido. No solo por la unidimensionalidad de los personajes femeninos (los masculinos no son mucho mejores, pero por lo menos muestran un mínimo de variedad y agenda) como si hubieran decidido reciclar ideas de otra telenovela blanca como fue Nashville. La sobreproducción de Murphy ha ido haciendo progresivamente más descuidadas unas series que siempre han tendido al caos, pero no soy capaz de recordar una serie tan torpe, deslucida, e incluso lerda como esta. Creo que tiene suficiente dinero como para no haber hecho otro spin-off si no le apetecía. Y por la desgana que muestra cualquiera diría que le han puesto una pistola en la cabeza para desarrollarla.

Si tuviera que explicar de qué va Boots (USA) posiblemente dijera que es de la idealización de una relación de maltrato. Por algún motivo la última serie en la que estuvo implicado Normal Lear es esta y da la sensación de que él tiraba para un lado y otra gente para el contrario. Seguimos a un joven que se acaba de meter en los Marines durante su periodo de formación, entrenamiento o como leches lo quieran llamar. Y lo que vemos es exactamente lo que podemos esperar: Muchos gritos, mucho hacerle la vida imposible, mucho maltrato. Y lo que se nos cuenta es que es un cuerpo donde hay camaradería, donde se da una estructura, donde hay una finalidad. Da igual las cosas que le hagan, el personaje central -y los de sus alrededores, que tampoco es que tengan mucho que hacer- se dedican a encontrar excusas ‘pero en el fondo me quiere y lo hacen por mi bien’ que serían suficientemente graves incluso si no fuera por la verdad en su centro. Que es un poco de lo que va este Boots. Porque una de las cosas que han hecho desde el principio es quitar el mucho más claro título del libro que adapta: The Pink Marine. Sí, el personaje central es, además, gay. Y estamos en el paso de los ’80s a los ’90s. Así que no es que estemos en la actualidad -bueno, la PRE actualidad-, o en la época del Don’t say, don’t tell. Estamos incluso antes, en un momento en el que si se descubría te echaban. Que viendo las declaraciones del Ministro de Guerra es exactamente donde andan ahora. Porque el problema del actual clima político en USA es que muchas de las series que se ambientan en el pasado con un ‘fíjate que espanto cómo eran antes las cosas’ ahora se han convertido en ‘estamos igual de mal que antes’. Salvo las de ‘alguien quiere matar al presidente’, que esas se han convertido en ‘apoyo completamente a los malos’. Como decía, este es parte del problema. Otra parte es que en realidad no saben qué quieren contar. Porque te cuentan esas dos cosas pero también tienen un montón de secundaros dando vuelta sin mucho interés, agencia o trasfondo. ¿se supone que se convertirán en personajes de verdad, que serán el fondo, que servirán para que encontremos potenciales intereses románticos? ¿Qué? Posiblemente el personaje más plano de todos sea el de la madre del protagonista, del que puedo llegar a pensar que lo han metido con calzador porque una serie de gays necesita a una actriz como Vera Farmiga por ahí. Y es que al final lo que tenemos es eso, un batiburrillo que no sabe qué quiere ser y una explicación de una relación de maltrato. Se ve que esa es la comedia hoy día.

Como esta ha parecido la semana de las series ridículas ahora nos toca The Chosen Adventures (USA) en la que Jesús se hace amigo de dos niños a los que ayuda con el día a día. Lo que solo sirve para pensar en hasta qué punto parece algún tipo de comedia de adult swim que se han tomado en serio. No solo por lo ridículo de la premisa y los chistes -si en algún momento Jesús hubiera dicho que él no va a restaurantes porque después de la cena te clavan casi ni hubiera movido una ceja- sino porque el potencial para el mal es mucho mayor que el de esta especie de Amigo Invisible que tratan de venderles. Pero bueno, la religión es un negocio y de alguna manera tienen que sacar merchandising, supongo.

Tras todo esto lo que puedo decir de Les Disparues de la gare (O)(FR) es que es rutinaria. Una serie ‘basada en hechos reales’ que sigue una investigación con sus mujeres muertas, sus policías atormentados, su mezcla de paisajitos y de paisajes grises, exactamente lo que te puedes esperar, nada estridente, nada estúpido, perfecto para tenerlo de fondo mientras te echas la siesta, planchas o cualquier otra cosa porque la historia va tan sobre railes que te puedes subir y bajar de ella sin que en realidad importe demasiado.

En Netflix siguen estirando el exploit con Dr. Seuss’s Horton! (USA) que es una serie sobre animalitos ayudando a otros animalitos que no tiene nada que ver con el libro ni, desde luego, con la imaginación de Seuss. Pero parece que este tipo de explotaciones de obras conocidas es lo que toca en la era de las Propiedades Intelectuales. Supongo que porque es lo que reclaman los pre-escolares. ¡No van a probar cosas nuevas! En fin.

A favor de Enfes Bir Aksam (O)(TU) diré que por lo menos tiene sentido. Quiero decir, esto es una de esas telenovelas turcas. Lo saben todos los implicados y, probablemente, también sus espectadores. Drama, lujo, lo que parece venganza o algo, con una familia que en realidad es gente reunida sin lazos de sangre, con una joven que vuelve para salvar el legado familiar de esta familia, y voy a asumir que con una historia de amor entre ellos. La verdad es que a mí no me ha dicho nada. De hecho, me ha parecido un exceso de escenas de personas hablando en trajes de noche y esas cosas -también te enseñan a la protagonista manchándose las manos arreglando no-se-qué para que quede claro que ella no es como los demás, por supuesto- pero supongo que también eso es lo que espera su público. Que, muy claramente, no soy yo.

A veces uno se encuentra con series tan insufribles que solo puede imaginar que acabarán siendo consideradas de culto, porque eso es lo que Film Club (UK) hace. Hasta el punto de que el personaje de Suranne Jones como una madre insufrible acaba siendo lo único de interés en una serie a mayor gloria de una actriz principal que se pasa poniendo la misma cara todo el capítulo, se supone que tenemos que empatizar con ella por algún motivo ignoto mientras la vemos redecorar una sala para una experiencia inmersiva de una película y vemos una relación romántica desarrollarse de manera muy poco interesante, creíble o razonable. Nabhaan Rizwan es claramente peor en comedia que su hermano, pero se supone que en drama es mejor, y que puede ser un interés romántico competente. Lo cierto es que aquí lo único que deja claro es que su hermano es más divertido. Pero el problema es que teniendo tan cerca la segunda temporada de Juice también sabemos que de este Rizwan se podían haber sacado mejores interpretaciones. De hecho, aún no es tarde, podéis olvidaros de sufrir este piloto y poneros la segunda de Juice. Aunque no salga Jones.

Uno -yo- esperaría que una serie como Frauds (UK) que podría resumirse como ‘Suranne Jones y Jodie Whittaker son unas ladronas que preparan un último golpe antes de que la segunda muera’ sería algo divertido de ver y bien actuado. Ninguna de las cuales se cumple. Jones parece estar perpetuamente en otro lugar -lo que tiene más mérito porque es co-creadora del asunto-, mientras que Whittaker va en automático. ¿Es posible que en algo de esto tenga la culpa España? Pues lo mismo, porque está grabado aquí y el centro de la historia parece que será un atraco a uno de los grandes museos. Pero, por supuesto, como están en España es lógico que haya una escena en una plaza de toros. En fin. El problema principal es que se pasan tanto tiempo estirando las escenas y la premisa que da la sensación de que en realidad iba a ser una película pero alguien las obligó a rellenar mínimo seis capítulos de esto. Y, claro, no da. Muchas vueltas sobre lo mismo, mucha incidencia en lo mal que está Whittaker, muchas ideas y venidas para nada. Y poco de todo lo demás. Que voy a asumir que la excusa era poder cerrar el capítulo con lo que pretenden robar, pero… yo qué sé… búscate otro cliffhanger porque para cuando llegas a él te da lo mismo. Te da lo mismo el golpe, te da lo mismo por qué lo dan, quién está por medio y absolutamente todo. Y al final lo único que puedes decir bueno es que no es la peor serie en la que Jones ha estado esta semana.

Volviendo a las series que no soporto y que probablemente hubieran sido mejores como películas, este Hui hun ji (O)(TW), o 回魂計 oThe Resurrected o Plan de resurrección o…, tiene un piloto desastroso con cambios temporales, mucho que contar y pocas ganas de hacerlo claramente y eso pese a tener un tema que es muy sencillo de exponer: El asesino y torturador de unas jóvenes (y más cosas) es ejecutado tras un proceso penal. Varias madres de sus víctimas se unen para resucitarle y torturarlo. Hale, ya está. Sí, la parte de resurrección había que explicarlo. Y por algún motivo parece que también el que la familia de él es rica -o algo- y logra que las víctimas y sus familias no reciban compensación, que imagino que es importante también por algo. Y entiendo que tenemos tres mujeres porque así están la madre de la hija muerta, la madre de la hija en coma y la madre de la hija que sobrevivió. Pero entre el batiburrillo de cosas que nos cuentan, cómo nos la cuentan y que, en realidad, llega un momento en el que dejas de querer enterarte porque, francamente, no puede dar más igual que hace cinco años las madres vieran cómo mataban un mono para luego resucitarlo en un CGI tan malo que podría ser de Gladiator II, y mucho menos aún que te lo junten con que entonces pensaron usarlo para una cosa y ahora se les ocurre hacerlo para otro. Simplemente no. No me sobran el tiempo de vida que requiere ver esto. No creo que me sobre ni el de mirarme un resumen en la wikipedia. Pasando.

¿Es un dibujo feo y una animación discutible o ya ha llegado al IA? Viendo Kurukshetra (O)(IN) lo único que sé es que no han sido capaces ni de explicar el follón -en parte porque hacen resúmenes pero los hacen partiendo de un cierto conocimiento, así que sirve para no enterarte de la historia porque no te la están contando y porque la interrumpen todo el rato- y, además, te ofrecen uno de los peores ejemplos de animación que se me ocurren. Es muy notable como algo que podría ser interesante acabe en este espantajo. Pero confío en que la próxima vez que lo intenten haya alguien poniendo orden y tomando mejores decisiones. Empezando por ‘que no parezca hecha con IA’.

Otra de más-de-lo-mismo en The Last Frontier (USA), una serie que hace lo que una película pero en más tiempo y estirándolo todo para justificar ese tiempo. Yo no sé qué manía tienen de capítulos largos si luego no saben qué hacer con ellos o en ellos más que dar vueltas una y otra vez a lo mismo. Esta en cuestión da tantas que en un momento determinado lo paré para mirar si es que era algún tipo de spin-off de una película que no hubiera visto y por eso había tantas referencias a ‘ya sabes, después de lo que pasó’. Pero no, es simplemente que no saben cómo crear suspense. Supongo que es parte de esa tendencia de crear series mascaditas que sirvan como ruido de fondo durante la siesta. En fin.

Es notable que esta Maigret (UK) sea británica, porque toma todas las decisiones americanas posibles. Desde convertir a Maigret en un tipo de metro ochenta, treinta años, atlético, etc… a coger Maigret y el ladrón perezoso, reducirlo al esqueleto y centrarte en los atracadores -y los atracos- antes que en los personajes y sus relaciones -claro, si el protagonista tiene 30 años es más complicada una relación extensa con un ladrón- así que acaban logrando la clásica serie policíaca al uso (incluyendo el dotar de un equipo de colaboradores más o menos especializados al protagonista). Y al final la idea que me queda es, ¿realmente querían ver una adaptación de Maigret? ¿O lo que querían era que Maigret se pareciera a lo que suelen ver?  Porque esta americanización del que puede ser uno de los más claros ejemplos de detective europeo… no tiene demasiado sentido.

Resulta curiosa esta Néro (O)(FR), no tengo muy claro que esperaba pero que sea una mezcla de aventuras, historia y francesidades con ciertas intrigas más o menos palaciegas, más o menos de organización criminal y toda una serie de añadidos (incluyendo algún toque ‘sobrenatural’ de profecías y brujas; pero también de relaciones familiares) para crear una serie que no es más de lo que pretende, ni parece buscar otra cosa. Que, a veces, es lo que más mérito tiene.

Si ya es malo hacer series que parezcan películas alargadas esta Sin Frenos (O)(CH) que parece una película de esas comedietas que estrenan ahora… peor aún. Sobre todo porque no solo el punto de partida es a la vez estúpido y manido -una mujer rica enviuda y descubre que solo tiene deudas, un tipo con aspiraciones se ve ‘relegado’ a un empleo de ‘rider’, ambos confluyen y parecen haber tenido algún tipo de idea genial, no muestra más- sino que, además, los temas tratados con superficialidad no parecen ir a desarrollarse por ningún lado. Y lo más triste aún es encontrarse que este básico mínimo de ‘los pobres, los extranjeros, son gente también’ parezca tan revolucionario que los comentarios del trailer estén llenos de auténticos malnacidos protestando por esto. Que espanto de mundo.


Tras la versión francesa, la italiana y la… ahm… paisbajeza… llega la versión italiana de Machos Alfa, llamada esta vez Alphamännchen (O)(AL) , lo que significa que ya he visto más veces este piloto no solo que lo que se merece sino de lo que cualquier persona sensata habría hecho. El mismo número de estupideces, de ‘soy demasiado Un Hombre para conseguir encontrar un empleo’, de ‘me asustan las relaciones abiertas y me trago el anillo que yo mismo escondí’ y de ‘chistes de juguetes sexuales’. Si ya eran malos la primera vez verlos ahora hace pensar en lo increíble que es que nadie haya decidido que tenía que haber una manera de mejorarlos. En lugar de eso parece que han decidido rodarlo más lento. Supongo que porque buscaban la manera de hacerla más insufrible. Los otros cambios (quitar un personaje de la cena final, intentar justificar a los personajes en sus machisteces, por ejemplo) funcionan igual de mal. Esto tiene ya cinco versiones, ¿podemos parar por favor? Como ‘running gag’ perdió la gracia hacia mucho.

Podría pasarme todo el día echando pestes de Chad Powers (USA) y no terminaría. El ridículo punto de partida, que intenta sacar cosas de Ted Lasso y de Mrs. Doubtfire -de manera poco menos que explícita- logra ser incluso peor que la cosa de golf de Owen Wilson de hace unos meses. La interpretación de Powell está más allá de lo plano, el intentar que nos creamos que el engaño se puede sostener es casi insultante, y lo claro de cada rol y cada arco que tenemos por delante es una muestra de pereza que hace pensar en cuánto dinero habrán gastado en este espantajo. En fin.

Seguimos con esa moda incomprensible de coger una historia, partirla en tres segmentos y llamarla serie, pese a que el total conjunto de las mismas supere por poco las dos horas, como es este caso. Bien es cierto que este Charlotte’s Web (USA) ha sido una adaptación con los productores de Barrio Sésamo detrás que ha tenido todo tipo de problemas para salir adelante. Lo que supongo que explica tanto el reparto de campanillas para las voces como que la serie en si no tenga interés alguno ni como adaptación del libro original ni como serie propiamente dicha, y no me hagáis hablar de la animación. En fin.


La decisión de hacer este Da Ilueojiljini (O)(CS), o 다 이루어질지니 ‧o Genie, Make a Wish o El Genio y Los Deseos o…,parecía salir tanto de recuperar a los dos actores principales para que trabajaran juntos como poner lo que parece una adaptación de un cómic o algo así. No lo he encontrado pero lo parece. Punto de partida: Un genio que decide corromper a una joven por cosas de hace muchos años, la joven no está por la labor -claro- y es especial (una psicópata) así que se dedica a algo así como jugar con él. Porque le prometió a su abuela no matar a nadie, pero… ¿los genios no cuentan como ‘alguien’, no? Es de suponer que en esta historia de ángeles y… ahm… genios en la que el componente religioso y mágico está muy presente pero un poco metido a presión entre muchas cosas, quiere presentar tantas cosas y tanto contexto que el piloto acaba siendo un ejemplo de ‘infodump‘, aunque al menos el recurso del humor tontorrón y la química en sus protagonistas hacen más sobrellevable esta historia que parece un revoltijo con djinns de por medio. Así que… bueno… seguro que su público lo disfruta. (Pero yo hubiera agradecido que durara bastante -bastante- menos).

Estaba convencido de que The Game: You Never Play Alone (O)(IN) iba a ser una serie sencilla de comentar al margen de que sea india, pero se ve que hasta en eso les he sobreestimado. Vamos con la historia en sí: Una mujer desarrolladora de videojuegos es candidata a un premio, eso lleva a una entrevista en la que se pone de relieve la misoginia habitual (preguntas sobre el influjo de su marido, hacer de menos su éxito, etc) y se pasa a los problemas típicos con jefes (que consideran más importante la imagen de la empresa que la misoginia recibida por su empleada), su contexto familiar y de trabajo y esas cosas. Para cuando empiecen las amenazas y agresiones (el principio del capítulo nos la muestra tendida en la playa, antes de volver al pasado para que este piloto nos lleve hasta ese punto inicial) podamos seguir dos líneas, por un lado que realmente sea cosa de ese colectivo de internete que la amenaza, por otro que sea parte de su ‘familia y compañeros’. Supongo que será una de esas historias en las que hay que verlo entero para juzgarlo al completo porque, de entrada, es solo un drama de suspense que tira del viejo ‘ripped from the headlines‘, pero el tema es lo suficientemente fácil de cagarla. Tanto en el tratamiento de estos grupos como decidiendo que al final el culpable sea alguien cercano -que es lo habitual en estos casos- con puntos extra si, además, acaba siendo otra mujer. No digo que no haya que hacerlo, al contrario, pero sí creo que requiere cuidado al trabajarlo como tantos otros temas en los que los guionistas muchas veces no se paran dos minutos a mirar. Igual que requiere que los comentaristas, los críticos, hagan su trabajo. No puede ser que haya echado un ojo y no haya encontrado casi ninguna mención al obvio paralelismo con el GamerGate -que es parte de lo que nos ha llevado a donde estamos-, y peor aún son los comentarios que deciden enmarcar esto dentro de las cosas que pasan en India. Como si en USA no ocurrieran porque, precisamente, GAMERGATE. De verdad que siempre hay hueco para que mi opinión de los periodistas empeore. Pero bueno, en fin, volvamos a la serie que, de momento, y fuera de este tema de partida, no es que ofrezca mucho más. Supongo que veré algún capítulo más a ver por dónde avanza, porque ojalá que sea algo más que la enésima serie de suspense a la que le ponen un maquillaje ‘de actualidad’ -once años hace del inicio del GamerGate- para venderla. Ya veremos.

Bueno… How Are You? It’s Alan (Partridge) (UK) demuestra que hay quien no para de intentar sacarle jugo a sus personajes. Lo cierto es que esto podría haber funcionado –Partridge trata de recuperar su status y meterse en ‘la conversación’ de los documentales sobre temas complejos, que él entiende como explotar los problemas mentales para su propia ganancia. (Así que por lo menos está al tanto de la actualidad)- pero me temo que la incapacidad de actualizar a Partridge hace que suene más viejo de lo que debería. Y más cansado. Quizá con otro tipo de humor… pero al menos tiene más sentido hacerlo con él que con Cunk. Supongo.

Algo de drama familiar, bastante spookon tirando a ridículo porque Miss King (O)(JP) se centra en el shōgi, el ajedrez japonés. Así que… bueno, es una cosa con la que obsesionarse. Supongo. Sobre todo porque intentan usarlo como ‘historia de venganza’, imagino que habrán visto Sin-ui hansu y habrán pensado que podían hacer una versión. De nuevo, claramente no soy el público de esta historia.

Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con una serie. Porque Murder Before Evensong (UK) es, al menos en su piloto, un gran ejemplo de ‘murder mystery’ británico, al más puro estilo de un Midsomer Murders convertido en serie. Quizá ese es el mayor problema de este piloto, el comenzar con un asesinato que vamos a ver llegando al final. Aunque espero que no estiren en exceso la investigación. Por lo demás, un gran reparto -mención especial a Amanda Redman, que está excelsa como Audrey Clement, la insufrible madre del vicario protagonista. Una mujer que haría parecer una vecina encantadora a Agatha Raisin.- que ayuda a encarrilar la serie (ambientada en 1988, por cierto) y que, esperemos, sea solo el principio de una gran serie que nos ofrezca distintos casos en sus temporadas. (De hecho, si este caso lo resuelven en el siguiente capítulo, estableciendo así una forma de investigación de como hora y media). Así que si queréis una serie en la que se nos presenta un pequeño pueblito inglés, un montón de sospechosos que tienen puntos en común con un tipo, la muerte del susodicho, y una buena cantidad de tramas paralelas más o menos humorísticas (en este caso, la posibilidad de construir un aseo en la iglesia), aprovechad. Que no se hacen muchas de estas.

No sé si recordaréis DI4RI, pero le han sacado una especie de spin-off, RIV4LI (O)(IT). Como aquella tiene a chavales con pinta de chavales, habla de sus cosas y problemas y deja una sensación general de que podría haber sido un libro juvenil. Italiano, por cierto. Pero los temas son más o menos universales y tiene menos de esas historias de veinteañeros en el instituto que de cosas un tanto inhabituales pero, decididamente, no improbables. Como leerse un libro de Gran Angular. Luego ya está el asunto de hasta qué punto podría interesarnos algo así, pero resulta al menos interesante -como en la otra serie- ver algo que va más allá de las cosas estadounidenses habituales.

Una serie sobre las primeras policías -mujeres policía, vaya- que hubo en Suecia en los años cincuenta. Eso es lo que nos ofrece Skiftet (O)(SU) y lo que, claramente, iba a ir como iba a ir: Que si el contexto, que si el drama, que si los problemas personales. Que decidieran colocarlas en los peores puestos y situaciones no debería de sorprendernos mucho. Que la serie se empeñe en vendernos el coraje y blablabla… menos todavía. ¿Os acordáis de la mexicana Las Azules del año pasado? Pues como esas pero en aburrido. Que acabe con un asesinato, de una prostituta, supongo que es para intentar que lo que el drama histórico no trae (que no lo hace) lo arregle esto otro, con la lucha contra la gente del departamento de policía para que las hagan caso y, de paso, para llevar justicia al caso. Que lo mismo lo resuelven en el próximo capítulo pero, sinceramente, nunca lo sabré porque no tengo interés alguno en verlo.

Es una lástima que esta serie no le interese ni a Netflix, que no se ha molestado en sacarle un trailer.
Creo que en lo que más he pensado viendo The Sisters Grimm (USA), más allá de ‘pero esto está basado en algo, ¿verdad?’ es en la cantidad de IA que habrían usado para lograr una animación que logra ser a la vez tan mediocre y tan desfasada, es como si alguien hubiera decidido hacer un estilo de los años ochenta pero en peor aún, y luego lo hubiera pasado por herramientas que muy claramente han empeorado el aspecto. El resto no es mucho mejor: Tras la desaparición de sus padres dos hermanas regresan al pueblo de estos en el que descubren que las criaturas de los cuentos de hadas son reales. Una premisa que solo hemos visto usar como una vez cada tres meses. Así que esto es lo que tenemos, quizá la peor de las series infantiles/ juveniles de Apple hasta el momento y una notable separación con lo que ha venido siendo su cuidado e interés en los más pequeños hasta la fecha. En fin.

Es una pena que este Tangata Pai (NZ) no acabe de gustarme, porque la premisa me parecía interesante: Distintas historias de contando la historia de cinco personas cuyas vidas se ven mezcladas en una ocupación de tierras. Porque, además, se hace como forma de ofrecer creaciones maories y como parte de esta forma de tratar de explicar las muchas formas en las que afecta a la vida (de ahí que tengan a un músico activista, o a un político, pero también a un policía que no tiene claro su papel, o a una enfermera y a un padre) porque la identidad es tan importante como al justicia y la familia. Sin embargo la mezcla no acaba de funcionar en parte porque varias de las historias -al menos en este piloto- parecen ajenas. Sabemos que viven en el mismo espacio, y que una serie de ataques terroristas sacuden su mundo, pero da la sensación más de ser una serie de cortos sucesivo que una serie en la que unos y otros se mezclen. Creo que era una buena idea pero no necesariamente -al menos no para mí- un buen resultado. Quizá debería dar más oportunidades a la serie, puede que la siguiente tanda de historias de ocho minutos me muestre algo que la primera no ha hecho, pero igual que confío en que muestren algo después de los ataques -aunque supongo que la idea de ‘en tiempo real’ significará que, en el mejor de los casos será para el final de esta temporada o una hipotética segunda- pero… no sé, no sé.

Supongo que esta The Walsh Sisters (O)(IR) espera adaptar las novelas de las hermanas Walsh. Por el título, vaya. Pero lo cierto es que el piloto da la sensación de que va a intentar mantener a todas las hermanas dando vueltas, aunque esté claro que van a empezar por Rachel. No le veo mucho interés, la verdad, pero es posible o que no sea su público o que estén contentos haciendo una adaptación típica llena de topicazos, quizá ambos. Supongo que al menos los fanses de Marian Keyes encontrarán algo de interés.

Doy por hecho de que había una forma de que Watching You (AU) fuera menos aburrida de lo que es. Quizá haciéndola algo más diferente a una versión Lifetime de Sliver (que tiene mucho mérito, teniendo en cuenta que Sliver no dejaba de ser la versión Lifetime de un sexy thriller), quizá haciéndola más parecida al libro en el que se basa -sí, estoy dando por hecho que no se parece al libro… porque nunca lo hace- o quizá con un personaje central que nos importara un algo. Lo único destacable que tiene es su pésimo gusto por los hombres. En cuanto a la historia en sí: No solo llevamos viendo desde el principio que los protagonistas tienen ‘cámaras camufladas’ en sus casas, también lo descubre la protagonista en un momento determinado. Que tarden hasta el final del capítulo en mandarle un mensaje de «te estoy observando» hace menos que pienses ‘oh, hay alguien observándola’ que «Vaya, se lo graba para verlo después, probablemente con el botón de FFW en el dedo, puedo entenderlo». Porque fuera del clásico ‘vaya, parece que todos se lían con todos, ya he perdido la cuenta de cuáles se supone que son las parejas oficiales’ no creo que encuentre mucho interés en lo que están viendo. Desde luego puedo decir que yo no lo he hecho.

 

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Parece que en USA el dinero de los fanáticos no se termina nunca, así que han podido estrenar A Week Away: The Series (USA) que es la idea de ‘serie familiar cristiana’ con un montón de chavales en un campamento cristiano comportándose menos como chavales -no te digo ya como ‘chavales de campamento’- sino como una especie de robots que se enfrentan a momentos en los que exclaman ¡Cáspita! porque han discutido con su mejor amiga. En serio, al lado de esto las series de Disney y Nickelodeon son HBO. Pero bueno, supongo que la idea es demostrar a los chavales que puedes tener la profundidad de una cucharilla y, que aún así puedas montar un drama con tu aburrida vida. Ah, y proporcionar algo que poder parodiar de forma inmisericorde durante siglos.


Resulta curiosa esta The Hack (UK) en la que, más allá de los pelucones, se decide intentar contar con rupturas de cuarta pared y toques de humor la historia del periodista que investigó las escuchas ilegales que los periódicos de los Murdoch realizaban a famosos-y-no-tan-famosos. Supongo que porque el caso es reciente, porque hay un claro sesgo ideológico en esos periódicos o porque alguien ha pensado que no podían hacerlo como siempre -quién sabe si alguna de ellas, o cualquier otro motivo- han optado por esta versión que cuenta los hechos ‘a su manera’ y que, sobre todo, busca un interés que probablemente no podría lograr por muy buen reparto que tuviera -que lo tiene, todo sea dicho- así que sea por ellos, por el tema o por lo que sea, lo cierto es que el resultado es, por lo menos, interesante.

Veía el piloto de Hotel Costiera (O)(IT) con cierta sorpresa: ¿De verdad en Amazon han llegado a hacer ya el equivalente a esa nueva versión de Magnum? Y es que tenemos una serie en la que parece que han pillado un rechazo de las generalista para llevárselo ellos. Tenemos a un tipo con un pasado que se dedica a ‘ayudar a la gente’ que en este caso son los huéspedes del hotel en el que trabaja. Tenemos a toda una serie de ‘ayudantes secundarios’ muy definidos sirviendo de apoyo. Tenemos un choque con una mujer seria y responsable. Y, en el más puro estilo de las series de ahora, tenemos un misterio que justifica que el personaje esté ahí y que supongo que servirá de arco argumental de fondo. Y muchas imágenes de la Costa Amalfitana. La serie es muy claramente relleno pero reconozco que ahora me intriga si el uso de este formato, que parece pensado para ‘pon algo de fondo en la tele’ servirá también cuando tienes que ir a su búsqueda.

Ricos riqueando en versión histórica y con una cierta excusa de organización criminal, eso es lo que ofrece House of Guinness (UK) sobre todo. Como si quisieran revivir sucession pero con mejores trajes -que tienen pinta de no haber sido usados hasta el momento del rodaje, todo sea dicho- así que, bueno, supongo que todos sabíamos a lo que veníamos.

Tú le das una película de Lifetime para que te la conviertan en una serie de ocho capítulos de esa colección de ruido blanco que es Netflix y te acaban montando La Huésped (O)(CO) que tiene 20 capítulos porque las tablas montando telenovelas se pueden demostrar incluso en esto, una creación con la sutileza de un búfalo rabioso y la decisión de ser un sexy thriller que parece que los ’90s vienen fuertes en ellos. Nada parece funcionar mucho, nada tiene demasiado sentido, pero es de suponer que en algún momento girará tanto en sus argumentos que acabará en cualquier otro género. En fin, que como os podéis imaginar esta parece pensada para la siesta de después de comer.

Supongo que el piloto de Kaosun Anatomisi (O)(TU) te pone lo suficientemente claro por dónde van a ir los tiros que no le importa pasárselo colocando a los personajes en sus sitios, sin necesidad de pararse a pensar en que quizá hubiera estado bien que fuera más a la mitad que al final. Pero en fin, que lo que tenemos es un drama de venganza y organización criminal, con una persona que decide ‘asociarse’ con una de estas para investigar y vengar una muerte cercana. A ratos parece que su referencia fueran las películas de gangsters de los setenta, a ratos parece que son las telenovelas actuales, supongo que ese batiburrillo e indeterminación podría valer en un piloto para que quieras ver lo que va a suceder a continuación. Pero lo cierto es que a mí me acabó dando lo mismo. Que puede ser porque no soy su público -me ponéis Organización Criminal y ya me habéis perdido un poco- pero que, yo qué sé… no tengo claro ni si ellos saben cuál es.

La llegada de los programas de los realities-concursos surcoreanos ha permitido ir haciéndonos a la idea de muchas de sus formas de crear ese entretenimiento. Con un claro gusto por mezclar las pruebas con famosos -famosos del lado de la interpretación, claro: cómicos sobre todo pero también actores y cantantes- y de ir creando una narrativa para estas pruebas. Es cierto que aún no se ha emitido -que yo sea consciente, al menos- el famoso Running Man, pero sí que hemos tenido programas como Busted!, como Apartamento 404 o como Mystery Men nos han permitido echar un ojo sobre todo a la mezcla de investigación y pruebas casi de scape room. Y ahora nos llega Keuraim Ssin Jero (O)(CS), o 크라임씬 제로 o Crime Scene Zero o Escenario del crimen: Cero o…,  que es parte de la saga de concursos surcoreanos Crime Scene) Originalmente estrenada en 2014 y con un total de tres temporadas la última de las cuales se emitió en 2017, el año pasado tuvo una recuperación como Crime Scene Returns que sirvió para ir allanando el camino a esta nueva versión para Netflix que incluye el regreso de cinco de los participantes anteriores más un puesto extra para un invitado especial diferente para cada investigación. El concurso es -o parece ser- sencillo: Se nos presenta a un grupo de personajes interpretados por los participantes, hay un asesinato y los implicados intentan descubrir al culpable. De caso en caso van cambiando los papeles que interpretan -por supuesto- así como un puesto especial, el de ‘investigador’, que está al margen de las historias del caso y que tiene, además, dos votos. Así como un Ayudante del Investigador que sirve para que se le hagan preguntas y gestione el juego. En la versión original lo que ocurría era que los participantes llegaban a la escena del crimen, recibían un informe del mismo y -a partir de ahí- decidían qué papel interpretaría cada uno. Aquí eso no lo vemos porque el ‘informe’ se hace con una recreación en la que los participantes ya están en sus papeles. A partir de ahí tenemos separaciones en grupos, investigaciones de lugares relacionados con el crimen, charlas entre ellos comentando sus opiniones y, finalmente, una votación. La votación es importante porque según sea la solución el reparto del crimen varía. En primer lugar se anuncia el culpable. Si no es la persona que más votos ha recibido se lleva el dinero del premio. Si es la persona que más votos ha recibido el dinero se reparte entre el total de votos. Con lo que puede ser más interesante atraparlo pero hacerlo con un número de votos relativamente bajo para no repartirlo entre muchos. Sea como sea está más cerca de las Murder Mystery Party que de la mezcla con scape room que hemos ido viendo antes, aquí no hay mucho que hacer más allá de investigar y hablar. Pero supongo que si eres capaz de entrar en la peculiar manera de funcionar del programa servirá al menos para echar un rato ‘jugando a los detectives’.

Lo primero que pensé al ponerme con este The Lowdown (USA) es si estaría basado en algo de Carl Hiaasen. Que no, pero tiene ese tono y estilo de misterio, criminal, cercanía y humor del escritor estadounidense. Tiene hasta su habitual reivindicación del ‘periodismo local’. Pero no. El que está es Sterlin Harjo, el co-creador de Reservation Dogs. Y aquí supongo que pude explicarme una cosa que no acababa de entender, ¿cómo era posible que una serie que parecía tener todo para interesarme y que cuenta con un reparto notable me pareciera tan aburrida? Imagino que al resto del mundo le puede… no sé, intrigar o fascinar o algo. Por cierto, hablando del reparto, en el que podemos encontrarnos a Keith David, Jeanne Tipplehorn, Tim Blake Nelson o Kyle MacLachlan son algunas de las personas que -a veces como un visto y no visto- aparecen por el piloto y, se supone, irán reapareciendo… hablando del reparto, decía, debo reconocer que lo segundo que pensé era en lo desmejorado que estaba Kevin Bacon, aunque al menos se notaba que tenía energía tras su último traspiés televisivo… pero resulta que no, que era Ethan Hawke.

Normalmente las cosas de zombies suelen llevar alguna Z bien visible. En el caso de Marvel Zombies (USA) es claramente visible la Zzzzzzzz… que provoca. Más de lo mismo, cada vez hecho con menos ganas y para un público al que no se sabe si es que no le importa nada o que nada es importante.

Jamás entenderé la necesidad de hacer pilotos -o capítulos- eternos. En el caso de Tangnyu (O)(CS) o 탁류 o The Murky Stream o Aguas Turbias o…, ni siquiera nos dejan con el punto de partida colocado, por mucho que estén dando vueltas arriba y abajo y presentándonos a personajes y de todo. Necesito, por favor, que las productoras aprendan que pueden hacer películas cuando no tengan material para una serie.

Hace unos años tuvimos una notable cantidad de series sobre ‘internados para jóvenes problemáticos’, casi cárceles. Posiblemente como respuesta a distintos escándalos relacionados con el asunto. Así que esto que nos llega ahora de Wayward (USA) parece seguir esos mimbres, casi como si fuera algún tipo de adaptación entre los Estrenos TV y el True Crime, para seguir contándonos lo de siempre, con, eso sí, un buen reparto y un leve toque de humor negro que es de suponer que hayan puesto para tratar de aligerar la mezcla. Qué os voy a decir, yo no soy fan pero imagino que alguien por ahí lo será.


Aryan Khan es un nepobaby de marca mayor, hijo de SRK y de la productora Gauri Khan. De ahí que con 27 años esté dirigiendo y guionizando The Ba***ds f Bollywood (O)(IN), una serie sobre las bambalinas de Bollywood -también con elementos meta, por supuesto- que se centra en un recién-llegado y una serie de tipos profesionales bien conocidos (el productor, el director, la agente…) incluyendo La Gran Estrella que podría ser tranquilamente su padre. La verdad es que cuenta con la espectacularidad y desparpajo de las películas de SRK pero tira hacia un cierto humor un tanto tontorrón antes que hacia el filo que muchas veces tienen las historias de su padre. Así que no llega, pero tampoco es un mal principio.

Por contra Black Rabbit (USA) es derivativa hasta el aburrimiento. Como si alguien hubiera visto The Bear y pensado, ¿cómo podemos lograr hacer una versión que sea la misma serie criminal de siempre de la que Netflix te saca una a la semana mínimo? Pues así, sin mucho interés, con mucha reiteración y mucha ‘oscuridad y violencia’ y sin que a nadie parezca interesarle lo enormemente ridículo que parece todo. Y es una pena porque si hubieran abrazado la estupidez al menos algo podríamos haber sacado de todo esto. Pero como no… pues nada, para planchar, dormir o tener de fondo. La especialidad de la casa.

¿Cuándo estuvieron de moda los vecinos peligrosos? ¿En los noventa? Es verdad que reaparecen aquí y allá siempre, pero hay una sensación de ser algo antiguo la mayoría de las veces. Que es el problema de este Coldwater (UK) en la que los nuevos vecinos resultan en el mejor de los casos… peculiares. Más aún en una historia en el que el marido protagonista en un marido y se merece lo que le pase, aunque aquí parece que nos quieren vender que es que está en crisis el pobre. Y por eso es incapaz de cualquier cosa, sobrecarga en todos los planos a su mujer y es capaz de liarla con un matón. Que el vecino peligroso le va a ayudar con el matón y luego van a pasar cosas ni lo dudas. Cómo lo resuelven es otro ejemplo de la inutilidad de la serie. Meh.

 

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Supongo que el éxito de Ghost es el que ha llevado a esta Haunted Hotel (USA), pero lo cierto es que para esto podrían haberle dado una -o dos, o tres- temporadas más a Deadendia. En fin, esto de aquí no deja de ser la sitcom de siempre con fantasmas, demonios y no mucha gracia. Pero supongo que por lo menos el que sea dibujos hace que puedan tener un algo de imaginación. No mucho, también os digo. Pero supongo que las series flojas es lo que caracteriza a Netflix ahora.

¿Es LEGO Star Wars: Rebuild the Galaxy: Pieces of the Past (USA) una serie nueva? Porque no lo parece. Supongo que porque el anterior Rebuild de Lego ya hacía estas cosas y poco o nada añade. Así que, bueno, presupondré que es una serie nueva pero para la siguiente me reservo el derecho a considerarla una parte de una antología o algo. Ojalá por lo menos hubiera mejorado el nivel. En fin.

Creo que lo digo casi cada vez que tenemos una serie turca por aquí pero… lo claro que podría haber sido esto una serie española. En este caso la historia de Platonik: Mavi Dolunay Otel (O)(TU) es la de una madre y sus dos hijas que tienen un pequeño hotel con encanto, uno del que no se quieren deshacer, así que el jefe de una… bueno, es de suponer que una empresa maligna porque no está claro para qué lo quiere… decide presentarse allí como un cliente más. Pero esto sería el resumen del piloto. Lo que no cuenta esto es que nos presentan toda una serie de personajes extremos, nos meten ovnis, adivinas, magia, iluminación personal y asuntos de belleza. No es que sea una serie romántica al uso -más bien una comedia con romance- y claramente abusa de los arquetipos, pero supongo que el que sea extrañamente cercana -y varias decisiones despepitadas- son puntos a su favor. Y ya veremos cómo siguen con esto, que tiene pinta de que lo vayan a convertir en algún tipo de título contenedor.

 


Comenzamos el repaso de esta semana con Breslau (O)(PL), una serie polaca que pretende que nos interese algo que se empeñan en que debería de sorprendernos o algo. Policías de finales de los años ’30 en Alemania. Por algún motivo ¿Y si un policía fuera nazi o tuviera que colaborar con los nazis? no parece ser una idea muy rompedora. Que lo pongan con los Juegos Olímpicos de 1936 hace un poco más, igual que el hecho de que sean polacos. Pero, vamos, es algo que acaba sonando a episodio estirado a serie, con poco original que mostrar y mucho menos que ver. Supongo que habrá alguien que encuentre de interés lo que allí muestran, pero sospecho que seremos muchos más los que nos hayamos aburrido antes del final del piloto.

De entre las cosas que no esperaba es que la versión alemana se llamara Call My Agent!: Berlin (O)(AL) y que Disney decidiera hacer poco menos que una copia del original francés. Es curioso cómo se ha podido caer en que una serie francesa, Dix pour cent, cuya única versión anglo es la británica Ten Percent. En el momento en el que la versión alemana tiene un título en inglés que es el que Netflix le puso para el mercado internacional te puedes imaginar el tipo de ‘plato recalentado’ que te vas a encontrar. Y, peor aún, que te acabas encontrando. EN FIN.

Tiene una cierta gracia esta Do You Wanna Partner (O)(IN), más porque se nota que lo están intentando a tope, con roturas de cuarta pared y comentarios arriba y abajo, pese a que el punto de partida -dos amigas quieren montar una empresa cervecera- pueda parecer que va a ser más de lo mismo -y, de hecho, a ratos pasa eso, que estamos muy acostumbrados a qué son y cómo van a ir estas ‘historias empresariales’ en las que la parte criminal acaba apareciendo con demasiada regularidad. Así que al menos esos puntos de gracias y un cierto distanciamiento irónico en lo que se está contando y cómo se cuenta logra que sea pasable y, en ocasiones, incluso un rato divertido.

Un exploit, eso es Dr. Seuss’s Red Fish, Blue Fish (USA). Porque cualquiera que se haya leído el libro sabe que los peces no tienen ni personalidad ni relevancia. Así que crear una dinámica de La Extraña Pareja y buscar aventuras cortas más o menos imaginativas… pues bueno. Supongo que siendo para peques es intentar atraer a… no sé, su padres o algo. En fin, podría haber sido peor pero está claro que estos intentos de exprimir licencias no tienen mucho recorrido.

Mi duda es si Eun Jung & Sang Yeon (O)(CS), o 은중과상연 o You and Everything Else o Tú y todo lo demás o…,  es solo un drama entre dos amigas en distintos momentos temporales o si se trata de un drama romántico. Porque lo segundo por lo menos algo de gracia le pondría al asunto. Pero… bueno… supongo que no soy el público de esta historia que nos cuenta los momentos de una amistad de dos personas que muchas veces no se soportan. Yo qué sé.

Ver The Girlfriend (USA) es como experimentar el Alien vs. Predator de las películas de Lifetime. A un lado tenemos a la Madre Manipuladora, al otro está la Novia del Infierno. En ambos casos se nos intenta ir dando justificaciones de sus comportamiento, pero también mostrando esas cosas extremas que hacen. Y lo que queda claro es que el tipo del centro está jodido. Aunque me da la sensación de que van a tratar de estirarlo dentro de lo posible para más de una temporada. Lo que no sé es si el título es un indicativo de cuál será el punto de vista predominante o qué. En fin, supongo que para cierto punto concreto, o en alguna siesta, lo mismo valdrá.

Supongo que si hay fanses de ‘soy una joven pero no tanto pero tampoco mayor y mi vida amorosa es un follón’ esta Halva Malmö består av killar som dumpat mig (O)(SU) le puede gustar. Supongo que dependerá de cómo les caiga la actriz principal, o la idea esta de ‘a esta edad aún no tengo pareja, cómo es posible, tengo que buscar a alguien’ y las subsecuentes idas y venidas del asunto. Yo qué sé.

No tenía yo muy claro cómo iba a salir este The Hospital (USA) y el resultado ha acabado siendo… bueno… si partimos de que es un ejercicio de comedia de improvisación de una serie de cómicos con un papel asignado y un marco concerto -un hospital- y a partir de ahí tienen que ir haciendo frente a lo que se encuentran… pues exactamente lo que podéis imaginar. Porque el asunto con el improv es que depende mucho de la capacidad de reacción no solo como tal sino como de tener ideas para llevar o extender la historia. Así que hay veces que sale mejor y otras que claramente no. Supongo que para los estudiosos del asunto tendrá más valor, claro.

 Voy a asumir que la adaptación del manga aún en curso Kaoru Hana wa Rin to Saku (O)(JP), o 薫る花は凛と咲く o The Fragrant Flower Blooms With Dignity o La nobleza de las flores o…., se debe a que es una obra romántica más o menos tradicional. Dos colegios (uno femenino, otro masculino), un joven de apariencia (que no fondo) amenazante, una joven de apariencia (ya empezamos con los japoneses) infantil, una pastelería, ¿puede ser más evidente? La verdad es que si esto tiene intención de ser algo más que… no sé, es un poco ridículo considerarlo Romeo y Julieta así que imagino que vale con ‘problemas adolescentes’. Así que eso es lo que tienes que estar buscando, o estar dispuesto a aceptar, imagino que valdrá.

Había buenas ideas -no suyas, pero buenas- en Keonpideonseu Maen KR (O)(CS), o 컨피던스 맨 KR o Confidence Queen o La reina de la confianza o…, una historia sobre un trío de timadores especializados en timar a gente mala -otros timadores, empresarios malvados, etc…- que nos recuerda inevitablemente a alguna otra serie… pero que da igual porque después de un extensísimo capítulo de presentación en el que parecía que no acababa nunca y que tampoco tenía mucho sentido lo que nos estaban contando descubrimos lo que querían hacer… y pasamos a otro demasiado extenso momento en el que deciden cambiar la estructura, meter a más gente y olvidar mucho de lo que nos han contado antes. Acabar el piloto en… no diré que en un cliffhanger porque eso sería otorgarle una capacidad de suspense mayor de la que demuestra. EN FIN.

Diría que no puedo creerme que Las Maldiciones (O)(AR) sea una serie de tres capítulos que en total no llegan a sumar dos horas. Aquello de ‘esta serie es una película’ aquí sería literal… si es que le interesara a alguien. Pero creo que sería más fácil ser una película nada interesante que la nada interesante serie que es. Sí, un político, una ley, una hija desaparecida, su mano derecha que lo mismo, y un secuestro por medio. Pero que… iba a decir ‘en tiempos’, pero no. Esto se sigue pudiendo contar mejor, en menos tiempo, sin necesidad de convertir en una serie algo que a duras penas podría dar para más de un capítulo. Porque si como serie no tiene sentido como película se podría haber acusado de ser un segmento estirado. En fin.

Supongo que Las Muertas (O)(MX) por lo menos servirá para que haya quien conozca o lea a Ibargüengoitia, porque no hay mucho de él en esta serie que coge el libro y lo convierte en la clásica serie de época violenta y sexual que se supone que es ‘serie de calidad’ y solo logra demostrar que la manía de reducir todo a un cubito premasticado acaba creando una uniformidad que a los críticos les puede venir bien pero que al espectador rara vez le sirve más que para poder expulsar antes lo que ya está predigerido.

Agradable y un tanto entrañable. Lo cierto es que Ratu Ratu Queens (O)(ID) es una precuela a la película, que no tiene mucho sentido, al menos para mí -hubiera sido más lógico continuar con lo visto en la película- y que nos muestra parte de la historia de las mujeres antes de llegar a donde las encontramos. Como digo, es encantadora pero no acabo de entender qué pretendían con esta historia que ya sabemos cuál es el mejor punto al que puede acabar llegando. En fin, supongo que la manía de las precuelas tiene esto. Y, al menos, tanto las actrices -que repiten su papel- como la historia logra ser lo suficientemente tiernas como para que resulte aceptable.

Una madre llega a un colegio nueva. Bueno, su hijo, pero nos entendemos. Y como no acaba de encajar comenta algo que ha leído… The Rumour (UK), vaya. A partir de ahí una nueva demostración de que tú sueltas a un guionista británico en el monte y vuelve de ahí con un thriller sobre secretos, pueblos y cosas mortales… más o menos pensado para la hora de echarse la siesta, como es este caso en el que lo que se cuenta y cómo se cuenta permite cabezadas entre medias sin perder mucha información.

Supongo que este genérico de serie que a ratos parece criminal, a rato de grupo policial, y otras veces directamente un NCIS ‘de prestigio’, este Task (USA) es -además de bastante aburrido- una sucesión de momentos subrayados, personajes que parecen todos sacados del mismo molde de galletitas y, en general, algo que parece desarrollado no solo a mayor gloria de Mark Ruffalo sino, de hecho, para sus fans. En fin.

Por suerte no todo ha sido aburrido esta semana, en Tempest (O)(CS), o 북극성 o…, logran estar bastante entretenidos con sus idas y venidas de lo que asumo que es un thriller bien político, bien de acción. Quizá ambos. Desde luego está claro que tienen un gusto por meter muchos personajes, probablemente para quitárselos de en medio luego. Pero logra que no sea tan confusa como podría y que, incluso, algunos destaquen. Así que aunque podría haber estado más… centrada… lo cierto es que es un buen piloto. De los que animan a darle por lo menos algunos capítulos a la serie.

Estoy genuinamente sorprendido para bien con Top End Bub (AU), y eso que no esperaba nada de ella. Continuación como serie de Top End Wedding, aquí los protagonistas de aquella se encuentran con una de las tramas más viejas del mundo: Una muerte repentina lleva a tener que hacerse cargo de un niño. Solo que aquí lo hacen con… menos humor que un cierto tono que va variando de lo ligero a o más dramático, con reacciones y personas a las que te puedes creer (al menos en una gran parte) y con una gestión sentimental que va más allá de los esperable al hablar también del impacto en la pareja, de la comunidad y sus lazos raciales (algo que en parte recuerda a temas de la película), y lo hace creando algo que aunque obviamente duro también demuestra que los dramas se van superando y que desde una perspectiva de comprensión y calidez se pueden tratar también temas complejos.

La enésima serie que parece montada en una fábrica: Vampirina: Teenage Vampire (USA) tiene a adolescentes llegando nuevas a sitios, competiciones de cantar, secretos y…. sí, la protagonista es una vampira que por primera vez se aleja de su familia. En fin, que se nota que saben lo que hacen pero no está claro si porque son todas iguales, porque las han hecho muchas veces o si realmente había alguien detrás intentado crear algo realmente propio. En cuyo caso debo decir… que no lo ha logrado.

Una cosa tengo que decir de este Weather Hunters (USA) y es que Al Roker, algo así como el meterólogo estrella de la televisión USA, ha sabido canalizar su fama para lograr una pequeña y agradable serie infantil con la que explicar al público infantil las particularidades del clima y sus fenómenos metereológicos. Una buena iniciativa que, claro, hay que entender en el contexto de a quién van dirigidos estos capítulos.


A los ingleses pocas cosas les gustan más que los docudramas, qué os voy a contar que no haya dicho ya mil veces. Así que este I Fought the Law (UK), que es un lado de una historia como podría haber sido el contrario de otra, presentándonos a una madre coraje que logró un cambio en las leyes blablablabla… pues supongo que le gustará a los ingleses y, por supuesto, a los que quieran ver madres sufriendo mucho porque la justicia blablabla. Al final estas cosas acaban pareciendo películas de Lifetime sección Basado en hechos reales más o menos estiradas.

Hablando de cosas que hemos visto mil veces, este The Guest (UK) arranca con una mujer de clase alta despidiéndose -o algo- de su asistenta. Poco después convence a otra mujer de que ocupe su puesto, y comenzamos con el clásico ‘gato y ratón’. Pero, claro, hecho de una manera tan ridícula que es difícil saber si es que ya han pillado los rieles de lo formuláico o no quieren ni esforzarse. Un ejemplo tonto: La Señora le dice a la Asistenta que el pabellón para invitados no se usa, no hay nadie ahí nunca y no hace falta que se acerque a limpiar allí. Cuando la segunda mira para allá ve como una mano retira una cortina y hay lo que parece una cabeza de alguien mirando. ¡Como si fuera esto los payasos de la tele! Así que bueno, al menos al hacerlo la BBC y no Netflix es un poco menos para tener de fondo mientras haces cualquier otra cosa, pero solo un poco menos. Porque ya hemos llegado a ese punto en el que estas cosas no parecen tener solución.

Es curioso cómo muchas veces lo que funciona es hacer lo de siempre pero hacerlo bien. Un clásico bien ejecutado, como es el caso de Lynley (UK), significa que no va a ofrecer ningún giro pero que, además, no le hace falta. Una pareja de detectives distinta entre sí, un asesinato en un sitio campestre que de para hacer planos bucólicos, y hora y media por caso. Películitas de investigación que para los franceses son Asesinato en… y que aquí tenemos en una versión UK más cercana a estos que a Midsommer, pero tampoco muy distintos. No es más. Pero, y esto es lo importante, tampoco es menos. Los investigadores principales están bien como equipo y con el jefe, el drama personal está en niveles razonables -al menos de momento parecen haber dejado las partes más complicadas de los libros de Elizabeth George fuera de escena para ‘simplificarlo’- y la investigación es lo que les interesa. A veces no se pide más, porque tampoco se pide menos.

Juntar a un actor acusado de manera reiterada de acoso sexual y a una actriz que interpreta a la ex-agente de un país genocida parece que no es la mejor idea, NCIS: Tony & Ziva (USA) demuestra que tampoco tenían nada que contar. Pero los personajes de la ficción tenían seguidores así que podían moverlos a una chorrada de espías y problemas que no se agarra por ningún lado. Pero que está pensada más para buscar ese público irreflexivo que quiere a sus personajes favoritos que a cualquier otra gente nueva. Luego se sorprenderán de que el público no está interesado en estas propuestas.

No tengo nada bueno que decir de The Paper (USA) porque incluso el poco tiempo que dura se me ha hecho larguísimo, lleno de todo tipo de cretinos, con un humor pedestre y copias de cosas que hemos visto mil veces mejor hechas. Solo eso -jugar a ver qué han saqueado de series muy superiores como Abbot Elementary – ha logrado mantenerme un mínimo de cordura ante la tortura que ha sido sufrir todo este piloto. Confío en que dure muchos años para que así sus responsables estén ocupados sin tiempo de hacer más pilotos. Nunca, a ser posible.

Esto de The Runarounds (USA) es una chorradita de adolescentes que quieren tener una banda que podría haber sido de Disney o Nickelodeon si hubieran decidido ir a por un público cinco años mayor. Es hilarante verles intentar que creamos que estos son ‘adolescentes normales’ cuando siguen con la clásica americanización, quizá no sean modelos de ropa interior pero sí que lo son de catálogos del supermercado de su pueblo, uno los compara con los adolescentes normales que sacan los ingleses cada vez que les da la gana y no puede más que maravillarse de lo metida que tienen la idealización icónica en USA. Por lo demás, como decía, la clásica chorradita de un grupo de chavales que les gusta la música y quieren montar un grupo. Ya no estamos en los tiempos de California Dreams pero porque ahora hay más cámaras y dineros. Aunque sea solo porque, como digo, esta es una serie de Prime. Aunque por espíritu podría haber sido de otros mucho sitios.

Hablando de caras b, este Suga (O)(PB) parece un spin-off de esas series de moteros que tuvimos hace unos años. Un poco más sórdida, quizá, pero tampoco demasiado. Simplemente la demostración de que entre lo que se considera más sórdido en Europa y en USA no es lo mismo. Supongo que habrá a quien este submundo dentro del género criminal le parezca interesante. Todo lo del honor, la familia y las motos. El tener que elegir entre una empresa criminal en la que parece que se habla mucho de honor pero hay sobre todo traición, y una familia que ha sufrido todo eso -claro- así que, bueno, si alguien quiere una versión más oscura y descarnada -y con un reparto menos bueno, añadiré- de Sons of Anarchy supongo que por fin ha llegado su oportunidad.

 

Como si alguien en el centro cultural hubiera decidido montar una representación teatral de una de las películas de asesinatos de Hallmark, esta The Sunshine Murders (UK) llega con una serie de actrices que parecen estar hablando en su segundo idioma, un guión ciertamente limitado y la sensación de que necesitaban más dinero. En parte, supongo, porque esta serie de asesinatos es neozelandesa pero se mueve entre Chipre y Grecia, con una granjera de ovejas que viaja a Atenas a buscar a su padre y se acaba encontrando a una hermanastra que es inspectora de policía. O detective. O algo así. Total, que resuelven asesinatos y buscan a su padre, ¿qué más podrían pedir? Quiero decir, además de más presupuesto.


Creo que Atomic (UK) pretende ser una serie de acción. No tiene mucho sentido lo que cuentan, no tiene mucho sentido lo que pasa, y en general tampoco hay mucha acción. Pero a ellos les gustaría que se considerara así. Yo qué sé. Desde luego a mí lo que más me cuesta es decidir qué parte es la más floja.

Lo mejor del piloto de Capoeiras (O)(BR) es que no llega a la media hora. Eso sí, en esa media hora nos presentan a los personajes y la situación. No es que sea especialmente interesante porque aunque haya alguna escena de pelea son más momentos sueltos que algo con conexión o duración en la trama. Y, además, está más interesado en casi todo lo demás, en la parta de Organización Criminal sobre todo. En algo así como un Melodrama de Padres Muertos. Y un poco también en la relación entre los dos protagonistas, que crecieron juntos casi como hermanos pero a los que ‘un hecho luctuoso del pasado separó, y ahora se vuelven a reencontrar’. Sí, así de cliché es todo. De hecho, tenemos por medio a la hija de su difunto maestro de artes marciales, y una buena cantidad de otros personajes que, la verdad, es difícil saber si tienen algo que aportar más allá de lograr estirar un poco la trama. Y es que con seis episodios de esta duración está claro que se podía haber formulado de otra manera. En fin. Supongo que si a alguien le apetece ver una serie con luchas (clandestinas en su mayoría) de capoeira, secretos del pasado y mucho drama con menos o más sentido… lo mismo le hace gracia la serie esta.

A veces uno se pregunta hasta dónde pueden estirar los británicos su historia para que les quepa en series. Más o menos limitadas, supongo. Las series, digo. Esta semana les toca a Harold Godwinson (o Harold II) y Guillermo el Conquistador en la serie llamada, claro, King & Conqueror (UK). No parece que les haya importado mucho la fidelidad histórica tanto como salir en escenas con esa especie de color grisáceo polvoriento que les gusta ahora para que se vea que es el pasado, meter algunas batallas que en fin, y tener a gente con un notable déficit de fibra mirando a cámara con mucha intensidad. Puedo llegar a suponer que hay un tipo de fan de estas cosas, pero os diré que no soy yo. En absoluto.

Más curiosa que otra cosa es esta Pokguneui Syepeu (O)(CS), o 폭군의 셰프 o Bon Appetit, Your Majesty o Bon Appetit, Majestad o… , que asumo sin prueba alguna que se tratará de una adaptación de un cómic. Porque la historia de una cocinera ganadora del programa de turno -parece una mezcla de Top Chef y Masterchef– que durante un viaje en avión -aquí no hay camión-kun– acaba viajando en el tiempo al pasado de Corea del Sur y encontrándose con un monarca (a veces le llaman Tirano, tampoco hay tanta diferencia) para el que trabaja de cocinera… bueno… parece muy propio de un cómic, la verdad. El piloto se lo pasan estableciendo este punto de partida, y es de suponer que la historia vaya luego de la relación entre los dos personajes (romántica, asumo) mientras alrededor hay las clásicas ‘movidas palaciegas’ y ‘movidas de cosas del comer’. Una suposición a partir de lo que vemos en el piloto. Que, como ya digo, es más curiosa que otra cosa. Incluso sin entrar en que la ‘transición’ de lo que tenemos hoy en la cocina -materias primas y cacharrerío- con lo que se tenía entonces, y el paladar de cada momento, sospecho que se lo hubiera puesto más complicado a la protagonista. Pero lo cierto es que hay viajes en el tiempo así que, ¿vamos realmente a preocuparnos por eso?

Ah, mira que bien, una nueva serie en la que Facha McFachez nos habla de lo mal que está todo y que ya no hay hombres de verdad de la manera más aburrida posible. No sé qué les pasa últimamente a las series de acción, aunque en el caso de The Terminal List: Dark Wolf (USA) supongo que es la preocupación por ‘transmitir su mensaje’ una y otra y otra y otra vez. Comenzando por un piloto que muy claramente sirve para poner las excusitas más que para mostrarnos de qué va la vaina. Aunque supongo que en su cabeza que ‘comprendamos’ a los personajes es importante. En la mía es que el primer episodio podría haberse resumido en el los primeros minutos de un piloto en condiciones. Más aún, en algún momento posterior. Pero está claro que es lo que el creador de la serie quería contar, y eso es algo que debo de cir que bien por él… pero que no me espere.

Alguien pensó que no habíamos tenido suficiente con Los Caballeros del Zodíaco y decidió montar Teuwelbeu (O)(CS) o 트웰브 o Twelve o Doce o…, en la que un grupo de ¿demonios? amenaza a la humanidad, las puertas del infierno -o algo- se van a abrir y sólo las encarnaciones de los signos del zodíaco -del suyo- pueden pararlo. En fin, ojalá me hubiera gustado más la serie, pero entre que no acaba de definir ni hacia dónde quiere tirar, ni cómo, ni dónde, ni con quién, ni cuánta gente va a sacar, ni los malos qué quieren, ni nada… y eso con un capítulo piloto de larga duración, que ha resultado peor para contar la historia que si le hubieran ado menos tiempo y hubiera tenido que quitar cosas. ‘Los malos’ van dando tumbos, los buenos casi peor, porque se empeñan en ir presentándolos aquí y allá, sin mucha conexión, y sin un tono definido. (La escena de Cerdo y Serpiente, por ejemplo, puede estar más o menos bien pero parece metida con calzador en mitad de algo completamente distinto). Así que llegas al final del piloto sin muchas ganas de seguir, y eso que, como decía, a priori me interesaba. Otra vez será.

La mejor serie de la semana para quien esto escribe es una de esas que parece hecha con las vueltas del pan y lo que nos propone tampoco es muy novedoso, pero está hecha de manera entrañable y teniendo claro lo que quiere ser y contar. Warren’s Vortex (NZ) nos habla de un padre, de su hija, también nos muestra al resto de familia y amigos, y a partir de ahí se lanza en otra dirección. Porque este tipo tiene en la caseta de su jardín, desde hace ya tiempo, un vórtice interdimensional. Al que no le ha prestado más atención o importancia. Hasta que se ve obligado a cruzarlo. A partir de ahí se nos promete que iremos pasando de unos a otros mundos. Con la intención de que las diferencias sean las que marquen parte del recorrido del episodio. Como decía, no es muy original, probablemente la mayoría recuerde Sliders en la segunda mitad de los noventa, y espero que también la serie del año pasado Davey & Jonesie’s Locker. Aunque aquella parecía tener incluso menos dinero y una intención más humorística aún que esta, que tiene un importante centro en la parte familiar. Y, si tenemos que juzgar por el piloto, un ojo puesto en series con un parecido -como Doctor Who– dentro tanto de sus posibilidades como de un intento de equilibrar la historia paternofilial y un tono cómico. Agradezco, por cierto, que la relación familiar no sea la típica de ‘soy un perdedor divorciado al que su hija odia’ sino una más normal, más cotidiana, con sus diferencias de punto de vista pero sin nada extremo. En fin, que de esta sí que pienso verme más capítulos.

 

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