De entre las muchas cosas que no esperaba de Chief of War (USA) está la decisión de que el idioma es el que es y para lo demás subtítulos. Está claro que este Grandes Relatos pretende servir también para ‘honrar’ al pueblo hawaiano, pero no tengo yo muy claro si así van a lograrlo. Por lo demás, lo de siempre: Peleas, muertes, más peleas, trajes tradicionales, y gente frunciendo el ceño. Supongo que para ellos será importante.
Estoy seguro de que a alguien le habrá gustado
Eyes of Wakanda (USA). Probablemente a sus autores. La animación busca parecer novedosa, porque no lo es pero a estas alturas lo es menos que lo sea y no que lo parezca. La trama es la típica excusa de ‘queremos explorar este universo’ pero en realidad se limitan a mostrarte una idea peregrina -una especie de grupo de élite especializado en recuperar objetos con el
unobtainium de turno para el
applied phlebotinum que toca. Vamos, lo de siempre otra vez. ¿Ha llegado Marvel a un acuerdo para sacar genéricos todo el rato? Es más que probable. Por lo menos si hacemos caso a esta serie.
Aquí toca una de música, muy claramente basado en un manga, este
Gurasu Haato (O)(JP) o
グラスハート o
Glass Heart o
Corazón de Cristal o…, no es tanto una serie musical como una serie sobre la música. Porque no es tan importante las canciones -digamos- como la manera en la que los protagonistas sienten la música, buscan convertirla en su carrera, le dan vueltas a cómo crearla y, en general, se relacionan con ella. Fuera de ella parece que tendremos el clásico mogollón amoroso con tres jóvenes y una mujer. Voy a asumir que se montará un triángulo entre dos de ellos y el cuarto estará para las risas o algo. Pero bueno, más para los que sientan una conexión con la música que otra cosa.
Normalmente diría que el peor problema de las
sitcoms de
Chuck Lorre es
Chuck Lorre, pero a veces se descuelga con cosas como
Leanne (USA) y vemos que lo peor puede ser… TODO. No solo es una serie MUY vieja en cualquier sentido que se os ocurra -en todos los sentidos, es una de las series más llenas de blancos rubios que he visto en tiempos- sino que no tiene la capacidad de hacer algo con esa ranciedad. Ni los actores brillan ni saben para dónde o cómo tirar. Está claro que la forma habitual que tienen estas personas de gestionar sus series es tirar e ir probando una y otra cosa. Y eso con
Netflix no funciona. Claramente no han hecho pilotos previos, no ha habido pruebas, no ha habido notas y nadie ha tratado de ver lo que funcionaba y lo que no. Así que lo que tenemos es un borrador de lo que la serie será -o podría ser-. No sé si os acordáis de otras cosas de
Lorre como la diferencia entre el piloto original de
The Big Bang Theory y lo que acabó saliendo. Pero aquí tenemos eso. Y no me extrañaría que tuviéramos eso con toda la serie. Así que mi sugerencia es que la evitéis todo lo posible, excepto si queréis estudiar cómo se hacen -más aún, cómo no habría que hacer- las
sitcoms.
Acción y drama, un poco de cada. No es que esta
Marked (O)(SA) sea especialmente original, especialmente en el clásico ‘si la sanidad pública funcionara esta serie no tendría razón de ser’, pero lo que hacen logran montarlo en condiciones, con actuaciones solventes -aunque no brillantes, pero de alguna manera esto las hace un poco más creíbles- y con intentos de que la acción sea algo un poco menos televisivo -sale regular-. En cualquier caso, es un intento. No tengo muy claro de qué -ni de si no hubiera sido mejor como película que como serie-, pero un intento.
El
sexythriller fue una de las manifestaciones noventeras de toda una tradición anterior que había ido mutando. No es que fuera especialmente interesante ni, en fin, sexy. Pero el éxito de
Instinto Básico y vario de sus émulos llevaron a la popularización tanto del término como de la ‘idea central’. Todo esto es para decir que
Pecados inconfesables (O)(MX) es una aproximación a ello, en formato Telenovelesco -digamos que sería como si una de las películas antes mencionadas se hubiera encontrado por medio con
Motivos Personales para hibridarse- y bastante más lamentable.
Hablando de lo cual. Reconozco no ser especialmente fan de
Smilla’s Sense of Snow (O)(AL) en su versión libro, ni película. Pero también que había cosas interesantes en ellas. Que es lo que han procedido a quitarle aquí. Eludiendo la crítica de la situación actual enviando la historia a un futuro con un país con drones y cámaras vigilando a sus ciudadanos. Como si fuera relevante o necesario para la trama. Y como si precisamente lo interesante que tenía no fuera esa demostración de que hay diferentes tipos de ciudadanos para el Estado. Pero no, aquí había que convertirlo en algo a futuros, no fuéramos a criticar algo que está pasando. ¡EN FIN!