¡Pilotos Deathmatch!

A veces uno se cruza con series y se pregunta si lo que están haciendo las cadenas con obras como The Alibi (O)(FI) es intentar acercarse a esos mini-dramas para móvil. Porque esta historia lo tiene todo: menos presupuesto que una función de fin de curso, peores actores y una trama completamente ridícula en la que te meten luchas por el control de una empresa, ricos riquísimos, adulterio y otras flores… pero te lo presentan todo desde una exageración que parece menos camp que la necesidad de apilar algo que parezca sensacional. En su variante de sensacionalismo, claro.

No esperaba yo que ‘una madre va a recoger a su hijo que ha quedado a jugar con otro niño y descubre que en realidad no está allí’ fuera a convertirse en un nuevo tipo de serie, pero aquí estamos, con All Her Fault (USA) que es la clásica producción llena con actores conocidos aunque no muy interesantes. Quiero decir, hacen lo que pueden pero la historia no da para mucho y tampoco parecen muy empeñados en lograrlo. Como si fueran con ruedines en todo momento, para no excederse ni salirse del trazado. En fin, algo que puedes tener de fondo. La televisión actual.

Supongo que Murphy a estas alturas está tan acostumbrado a que le salven el culo que debió pensar que podía hacer algo como All’s Fair (USA), que no voy a decir que sea su peor serie porque ya le conocemos. Pero por allí anda. Lo cierto es que casi podríamos considerarlo un proyecto científico, ¿cuántos buenos actores hacen falta para levantar las nulas dotes interpretativas de Kim Kardashian? El resultado es el mismo que cuando en las películas se dedican a lanzar cosas a un agujero negro a ver si lo llenan y se cierra. Da igual que en el reparto pongas a Naomi Watts, Niecy Nash, Sarah Paulson, Glenn Close y Judith Light, el agujero negro se lo traga todo. En parte porque ninguna de ellas parece tampoco muy ocupada intentando defender el papel. Normal, teniendo en cuenta que las excusas argumentales y los movimientos están más cerca de responder a la pregunta: ¿Qué pasaría si dejáramos a un grupo de menores que jugara con sus muñecas para replicar un sketch del SNL sobre una parodia de una serie de abogados?  Pues probablemente algo cercano a estas entradas y salidas, cambios de modelito y nulo sentido e interés, con personajes de plástico que por toda variedad transmiten acartonamiento. Y en la que lo más importante de remarcar es: No, no se trata de una de esas veces en las que te puedes divertir con ella viendo lo mala que son. Para todo hay que valer, y esta serie no sirve ni para eso.

Otra semana, otra serie de Organización Criminal. A veces creo que es algún tipo de castigo kármico, pero en realidad supongo que solo es el capitalismo. Que no deja de ser un tipo concreto pero más general de castigo. Esta semana comenzamos la penitencia con De big fuck-up (O)(BE) que es la absolutamente nada creíble historia de un antiguo drogadicto que acaba de antidisturbios -desde el principio sabes que no es creíble, vaya- y allí el FBI (o la CÏA o qué más dará) llega a un acuerdo con los belgas para usarle como infiltrado en una Organización Criminal sección Drojas. Si alguien esperaba que esto fuera una buena decisión ya os puedo decir que desde este piloto queda más que claro que no lo es. No, no me refiero dentro de la historia, me refiero en general. Sobre todo como espectador que sufre un piloto.

A veces a fuerza de repetir cosas llega algo que al menos es intrigante: Cenas de um Crime (O)(BR) parece la clásica serie en la que hay un asesinato en una mansión campestre, un número reducido de sospechosos y una excusa para que no se puedan marchar de allí. Pero logra cambiar un poco las cosas como para que no parezca tan viejo todo. De entrada en número de sospechosos ‘parece’ muy reducido, en teoría solo estaban dos personas. En la práctica vemos cómo hay más gente que por uno u otro motivo hay que tener en cuenta en estas rondas de entrevistas que los dos policías van a llevar a cabo. Y, por supuesto, hay una segunda historia, la que hay entre estos dos policías que están divorciados. Divorciados entre ellos, quiero decir. Lo que se nos cuenta hace que en realidad sea protagonista la mujer, mientras que algo parece indicar que el marido casi habría que considerarlo como otro de los sospechosos. En fin, que habrá que ver cómo y por dónde tira, pero al menos este piloto muestra la capacidad para hacer aquello de ofrecer un clásico de una manera que ofrezca algo nuevo.

Dejo por aquí apuntado el intento de Crime Night! (AU) sobre todo como ejemplo de que se pueden intentar cosas distintas. Porque aquí lo que cogen es el true-crime y tratan de convertirlo en un panel show, con intentos de comedia y algunas pruebas -claro- pero en las que hay también un mínimo interés divulgativo. Otra cosa es que tantas y tan extrañas cosas a la vez no dejen de, digamos, chocar e interrumpirse entre ellas. Pero supongo que es un inicio de algo que tienen claro que puede funcionar, pero que aún no saben cómo lograrlo. En fin, ha sido un intento, desde luego.

No sé quién pensó que Tracy Morgan era la mejor persona posible para protagonizar Crutch (USA), la enésima versión de la sitcom ‘abuelo recibe de regreso en su casa a sus hijos/nietos’, pero claramente no ha prestado atención ni a Morgan ni a su persona, porque lo que necesitaba para que esto funcionara es que su personaje fuera tan improbable como él. Y aquí lo más a lo que se atreven es a darle un rato una serpiente. Morgan es un avatar del caos y aquí se supone que va a serlo del orden, no hay manera en la que vayan a lograr convencernos de que esto puede funcionar. Y cualquier ejecutivo con media cabeza debería de haberse dado cuenta durante la misma presentación de la idea. Da igual cuántos actores solventes tengas y cuanto lo intente todo el mundo: ni funciona ni va a funcionar.

Supongo que la idea de esta Dangsini Jukyeossda (O)(CS), o 당신이 죽였다 o As You Stood By o Tú siempre estuviste ahí o…, es llevarnos a reflexionar sobre la violencia doméstica. Incidiendo una, y otra, y otra vez más en lo mismo y presentándonos una historia que podría parecer al principio con notas de Thelma & Louise, pero que termina dejándonos con la sensación de que todo ha sido una excusa para prepararnos para el giro real -la ‘necesidad’ de matar al marido de una de las protagonistas-. Supongo que alguien hará la prueba de mirar cómo sigue para ver a donde tira. Yo os diré que, desde luego, no tengo intención de descubrirlo.

Para mi sorpresa Death by Lightning (USO) está bien. Que no tendría por qué no haberlo estado, aunque una miniserie sobre la muerte de Garfield, su asesino Guiteau y la historia entre ambos parecía el terreno para acabar contando cualquier cosa. En lugar de eso procuran centrarse en las personas y los personajes, tomando decisiones sobre cómo y qué contar que hace que no sea muy fiable como historia pero que quede bien como narración. Y a eso le añaden un buen grupo de actores entregador, decidido a que aquello se mueva. Así que frente a la clásica serie histórico-política estadounidense, o a una aproximación true-crime, o vete a saber qué nueva tropelía… lo que intentan es contar una historia de personajes metidos en lugares inesperados y tirando con todo aunque no tenga -o parezca tener- mucho sentido. Porque, a veces, la historia real no es la más creíble.

Pues aquí estamos, con la tercera versión ya de Ghosts (AU). Mejor que la estadounidense, peor que la británica y con la sensación general de que tienen menos dinero, han decidido evitar cualquier cosa histórica que pudiera ser medianamente problemática, y la variación de los fantasmas ha sido no solo a menos, también una amalgama muchas veces difícil de explicar. Supongo que lo que buscaban era tener su propia versión adaptada a ellos pero, sinceramente, no creo que esto refleje ni lo que es Australia, ni su historia, ni casi su sentido del humor.

Quizá no lo recordéis, pero en 1993 todo era de color azul. Al menos eso es lo que cuenta Heweliusz (O)(PO), que se marca un piloto que no deja de ser una versión de película de desastres para hablar de un hecho real. Apunta un poco a lo que va buscando o de lo que tiene pinta que van a querer explorar. La creación de un ‘chivo expiatorio’, la tragedia de las familias, blabla. Lo cierto es que no tiene por qué seguir por ahí, y tampoco tengo mucho intención en verlo. Pero supongo que hay gente que encuentra lógico que el pasado sea en tonos apagados.

Cercano a lo insufrible, I Love LA (USA) es otra de esas historias que se supone que son ‘generacionales’ y que todo lo que ofrecen es una serie de arquetipos planos con poco que contar o que ofrecer. Supongo que hay un tipo de espectador para una cosa así, pero yo no soy capaz de encontrar nada de mérito en esta patochada autocompasiva.

Jamás seré capaz de comprender que se haga un piloto de más de 50 minutos y lo único que logren sea presentar la situación. Jogakdosi (O)(CS) o 조각도시 o The Manipulated o… tiene un cierto aire a El Conde de Montecristo. Un tipo con toda una gente a su alrededor y una cierta sensación de ‘mírale, que bueno que es’ acaba siendo acusado de un crimen que no ha cometido. Es posible que eso nos suene más a, digamos, El Fugitivo. Pero es que aquí parece que va a ir a la cárcel y, sobre todo, investigar quién se la ha liado y por qué. No es que el piloto nos indique mucho por ahí, pero supongo que irán bien a poner a la novia y los amigos a investigar, bien a presentarnos al malo malísimo que lo ha orquestado todo. Sea como sea, está claro que necesitaban contarlo como serie. Porque el responsable se toma su tiempo para cualquier cosa. En fin.

Una vez más la sensación de que las series ‘populares’ no me interesan. Esta Pluribus (USA) no deja de presentar una premisa de ciencia ficción, una historia que mezcla mil historias más o menos postapocalípticas -podemos mencionar desde The Last Men in Earth a cualquiera de zombies pasando por The Leftovers, por supuesto, HappinessTM– y supongo que si empatizas con el personaje central te puede caer mejor. No es el caso de quien esto escribe, probablemente porque en Happiness TM se hacía algo parecido con más gracia (y centrado en el mundo editorial, también es cierto) así que supongo que simplemente el problema es que no soy el público objetivo de esto. Que sus fanses lo disfruten, que aquí seguimos como siempre: Vince Gilligan es un tipo que me cae bien, siempre que no tenga que ver ninguna de sus series.

No tengo ninguna explicación para que Robin Hood (USA) decida hacerse de nuevo y el cambio que le den para justificar… bueno… hacer OTRA VEZ Robin Hood… sea meterle en un follón de nacionalismo y religión. No sé quién pensó que los Normandos y Católicos tenían que ser los malos de la historia, mientras que los Sajones y… bueno… lo que fuera su religión -no parecen muy interesados en explicarlo, solo en dejar claro que los católicos son los malos- son unos pobres benditos a los que robaron las tierras. Ah, bueno, y añadirle un triángulo amoroso con dos mujeres. Marian y otra. Entre eso y un par de cambios -sin mucho más sentido y justificación- que podrían hasta ser parte del acuerdo con el actor de turno acaban mostrándonos una realidad clara: Puedes ofrecer una historia conocida, darle una vuelta para que no sea lo mismo de siempre, y cagarla espantosamente. Porque tanto para arriba y abajo, tanto drama y mugre, y no hay absolutamente nada que me interese de la serie más allá de procurar evitar cruzarme con los responsables de esto en el futuro. Al menos si no necesito algo que ponerme para dormir.

Pocas series más estúpidas se me ocurren que esta Simplemente Alicia (O)(CO) en la que un mujer tiene dos maridos a espaldas de ambos. En realidad el piloto no va de eso, va de que no sepamos lo que pasa hasta la revelación final. Pero entonces tendría que haberse escrito de otra manera, porque los intérpretes no son gran cosa pero al guionista solo le falta salir de la tele para darte codazos mientras dice: «mira, mira, se va a casar, y la gente le pregunta dónde está, y su amiga le dice que si está segura de lo que hace, y sacamos a un señor aleatorio hablando de su mujer y lo importante que es para él, mira, eh, eh, eh, mira, mira«. Necesito que hagan pilotos que no pudieran ser los primeros quince minutos de una serie mejor escrita.

Supongo que esta tendencia del mockumental amable de trabajo -de la que culpo al éxito de Abbott Elementary– terminará en algún momento. Mientras tanto tenemos aquí Stumble (USA), que hace una especie de GLEE! pero con las animadoras en su centro, con una figura central que parece más razonable que… bueno… que cualquiera de Glee!, y tratando de tirar de cómicos sólidos para la cosa. No es que sea gran cosa, por mucho que Taram Killam tire del carro todo lo que puede, y en algunos aspectos -como los chistes sobre narcolepsia- queda realmente antigua. En fin, ya vendrán más.

Terminamos otra extensa semana de lanzamientos con Tatsuki Fujimoto 17-26 (O)(JP), una antología de historias del autor de cuando tenía esa edad que, ciertamente, parece hecha por una persona de 17 años. Ahora, si estaban esperando demostrar con esto que era un genio… lo mismo se lo tendrían que haber mirado primero.


Deja una respuesta