Parece mentira pero una semana más tenemos libros de sobra como para justificar este listado, catálogo o como queráis llamarlo. No solo eso, además hay novedades apetecibles en campos algo menos habituales como el ensayo o el infantil. Así que, por extraño que os lo parezca, hemos logrado salvarlo una vez más. Pero mejor que contarlo será que lo veáis así que…
¡Que entre la pila!
– Destellos de Luna. Pioneros de la ciencia ficción japonesa de Daniel Aguilar, ed. Satori
Un libro realmente impresionante. Una bella edición al servicio de que Daniel Aguilar de rienda suelta a lo que quiera contar y como quiera contarlo. Hay una historia de los inicios de la ciencia ficción en Japón de mano de los primeros que la trataron en -fundamentalmente- literatura y cine y también una colección de imágenes -posters, portadas, reproducciones, fotografías de autores- así como bibliografía recomendada y comentada e incluso tres relatos. No hay un índice onomástico o de obras mencionadas, sin embargo. Pero, en general, el caos organizativo y la tendencia a dar su opinión se compensa de sobra con el material que recupera y las conexiones que realiza crear un volumen titánico que tiene todo el aspecto de que tardará años en ser superado. A los que os guste Japón o la historia de la ciencia ficción -no digamos ya ambas- es una lectura imprescindible.
– Luna nueva de Ian McDonald, ed. Ediciones B
La comparación con Juego de tronos hace poco por vendernos esta obra de ciencia ficción, no digamos ya la insistencia en que una cadena va a hacer en el futuro una serie y va a ser superimportante. Una lástima porque la historia quizá no sea muy original pero sí que es amena. Conquistada la Luna, pero no por ello carente de peligros -la mayor parte versiones de los que podríamos encontrar en la Tierra, sea todo dicho-, la gente emigra en busca de fortuna siendo consciente de que la parte gubernamental y el poder de las corporaciones que en ella hacen negocios son un problema casi mayor que su propia geografía. Así que os podéis ir imaginando las luchas de poder que se van desplegando, sobre todo cuando una de las más importantes personas va notando que llega su hora.
– Quince perros de André Alexis, ed. Turner
Una apuesta entre dos dioses grecolatinos acaba con poco más de una docena de perros obteniendo el habla y la conciencia. A partir de ahí una serie de relatos en los que son los perros quienes toman la palabra y ofrecen sus visiones -distintas por vida y procedencia, también por raza- sobre lo que significa ser testigo mudo y lo que ellos entiende. Una historia curiosa en cualquier caso.
– Cocina de combate de Anastacia Marx de Salcedo, ed. Melusina
Interesantísimo libro sobre tecnología de los alimentos -vale, quizá te tenga que interesar un poco de antes, pero tampoco demasiado, no creas- en la que una de las más interesantes divulgadoras sobre el tema explica cuántas de las aplicaciones para la conservación y el procesado, para la facilidad en el transporte, la preparación y el consumo, y para -por supuesto- un menor coste; surgen de las pruebas que el ejército ha ido realizando a lo largo de los años para permitir que sus tropas estuvieran abastecidas. Y sí, eso significa que gran parte de la cocina rápida ha tenido en algún momento que ver con ellos, fueran pizzas congeladas, aperitivos con sabor a queso, sopas instantáneas o, por supuesto, barritas energéticas. Y solo es el principio. En serio, dale una oportunidad a este libro. La tecnología de los alimentos es divertida, incluso si no incluyera radiación gamma.
– Una historia de Nueva York de Washington Irving, ed. Nórdica
Una obra realmente particular esta, una historia de Nueva York que es en parte real y en parte satírica y que fue escrita por Irving bajo seudónimo y cuando aún no había cumplido treinta años. Una obra extensa, de más de cuatrocientas páginas y con mucho de juego metanarrativo. Magnífica realmente.
– Del viaje como arte de Edith Warthon, ed. La línea del horizonte
Y de la historia de una ciudad a unas historias de viajes. Edith Warthon y sus viajes por Francia, Italia, el Mediterráneo y -sobre todo para nosotros como público editorial- por España. Observaciones, comentarios y visiones. Lo que uno puede esperar de un libro de viajes, vaya.
– La vegetariana de Han Kang, ed. Bajo la Luna
Esta obra, ganadora del Premio Man Booker International y quizá por ello reivindicada o recuperada, sobre una mujer que tiene un cambio de ser con respecto al consume de carne y cómo causaría una serie de resonancias en su vida privada, especialmente en su familia.
– Persuasión de Jane Austen, ed. D’Época
Edición especial del clásico de Austen con varias series de ilustraciones diferentes y un DVD con documentales. Casi nada.
– Pixels de Cézanne de Win Wenders, ed. Caja Negra
Recopilación de escritos y discursos que sobre diferentes artistas ha estado dando y escribiendo Wenders durante años, sea sobre Bergman, Antonioni, Hopper, Mann, Sirk u Oliveira entre otros. E incluso hay un par sobre mujeres: Pina Bausch, Barbara Klemm. Así que si alguna vez tuvisteis curiosidad por conocer las opiniones e inquietudes artísticas del director ya sabéis dónde encontrarlo.
– Herzog por Herzog de Werner Herzog, ed. El cuenco de plata
Hablando de lo cuál, aquí hay otra recopilación de entrevistas, retratos, ensayos y piezas en la que un director de cine intenta que se le comprenda tanto como se comprendido. Que no se diga.
– Vidas de nigromantes de William Godwin, ed. Eneida
Teórico padre del anarquismo filosófico y de Mary Shelley, William Godwin fue un político y escritor británico que destacó sobre todo por su pensamiento utilitarista. Eso no le impediría escribir este libro, la historia de la equivocación sobre gente a la que él juzgaba nigromantes y que reune desde aquellos a los que acusa de practicar o usar alguna de las artes mágica a otros que parecen simplemente disentir del mundo general. Por eso mismo tras explicar las diferentes artes de la nigromancia emprende un recorrido histórico que incluye también a personalidades poco sospechosas (Sócrates, Vespasiano, Tomás de Aquino) en ocasiones más por comentar rumores que por desenmascara o comentar. No sé si alguien podrá encontrar interés en esta obra más allá de su propia curiosidad, pero desde luego como espejo de lo que se juzgó la nigromancia -al menos en el S.XIX- y de su utilidad política resulta cuanto menos interesante.
– Yo quiero mi gorro de Jon Klassen, ed. MilRazones
Una historia breve, sencilla y divertida. Un oso ha perdido su gorro. Pasa por distintos animales buscándolo y así vamos creando tanto una sensación de reiteración como favoreciendo la observación e, incluso, plantando las semillas para un chiste final. Un libro, por tanto, más que agradable para los pequeños.
– Grandes amigos de Linda Sarah y Benji Davis, ed. Andana
En una historia estupendamente dibujada descubrimos una historia de amistad que incluye las dudas cuando entre dos mejores amigos aparece una tercera persona, un tercer amigo que busca ver si puede integrarse en el grupo. Así que al final esto es realmente el tema fundamental expresado a través del título.
– La princesa, la vaca y el viejo jardín de Marcus-Heidschötte Sauermann, ed. Picarona
Una historia con un gran dibujo caricaturesco. Quizá la trama no sea gran cosa, con un mensaje muy poco sutil. Pero la gracia de la historia en sí, explorada al máximo por el dibujo, hace perdonable incluso una trama con un mensaje demasiado claro que -sin embargo- no parecen ser capaces de lanzar directamente.
– Fred, el amigo imaginario de Eoin Colfer y Oliver Jeffers, ed. Andana
La amistad parece uno de los temas de esta semana. En este caso la amistad imaginaria y las configuraciones que unos y otros tienen. La trama de Colfer es interesante y el dibujo de Jeffers es cuanto menos funcional. Una pequeña historia encantadora en resumen.
– Emilio de Tomi Ungerer, ed. Kalandraka
Terminamos de la mano del gran Ungerer con un héroe realmente diferente: Emilio, el pulpo que combate a los villanos en cortas aventuras que parecen salidas de otra época. Una pequeña obra que rezuma del tratamiento atemporal que su autor sabe darle.
Hasta aquí una semana más. No está claro si queda mucho antes de que llegue el calor definitivo. Pero al menos mientras salgan algunas cosas interesantes habrá que estar para aprovecharlo. Así que ya sabéis… ¡Nos leemos!