¿Sé de qué va Annarasumanara (O) (CS)? No. ¿Creo que sus creadores lo saben? Menos aún. Lo único que tenía claro desde el principio era que teníamos otro Webtoon entre manos. Luego ya la decisión de contar una historia terrible en lo dramático y poco convincente en lo fantástico, con una serie de canciones que parecen más decididas por un dado que con una intención -lírica, poética o dramática- y que al final ni parecen estar yendo a ningún lado ni contar nada interesante… pues bueno. Supongo que por acumulación -si es que alguien ha durado después del piloto que lo diga- a a algún lado acabará yendo la historia. Pero no seré yo el que lo intente comprender, la verdad.

No tengo muy claro si acabaremos llegando a un punto en el que la película de 2003 de Nollywood tenga algo que ver con lo que tenemos Blood Sisters (O) (NI), pero desde luego que sabe reproducir su dramatismo. Y es que es una telenovela de las de toda la vida pero elevada al diez (que no al once porque echo de menos que haya extraterrestres o algo así, pero supongo que ya habrá más temporadas)  Netflix. Parece que uno de los temas quiere ser las diferencias de clase tanto como ‘evolución vs. tradición’. Y no sé a dónde irá, pero desde luego que promete ser una carretera llena de curvas.

Este Bosch: Legacy (USA) es en teoría la punta de lanza de Freevee que, a su vez, es el cambio de nombre de IMDB Tv por parte de Amazon. Dentro de la actual estrategia de pensar que quizá HULU hace tres lustros tenía razón y lo que hacía falta era ofrecer una versión gratuita con anuncios y otra de pago. Al final todo va circulando hacia lo mismo. ¿Y por qué hablo de todo esto y no de la serie? Pues porque por mucho Legacy que le hayan colocado lo que han hecho ha sido mudar Bosch de Prime aquí, disimulando para por los acuerdos que pudiera haber, pero sin cambiar gran cosa más. Que supongo que al menos para sus seguidores será una alegría.

A veces sospecho que la forma de elegir proyectos de Netflix es Sí. Ahora estamos con una racha de intentar que el docudrama de true crimes vaya a funcionar, especialmente los que parecen cercanos a temas populares. Y ahí por medio anda este Clark (O) (SU) porque qué mejor que Suecia para hablarnos del Síndrome de Estocolmo con un criminal encantador. Lo raro es que esto no se le haya ocurrido antes a Lifetime.

Hay algo familiar en DI Ray (UK), y es que aunque la ITV haya intentado que las diferencias raciales y las dinámicas que causan la separara del pelotón, estamos ante un más de lo mismo. Probablemente una que querría ser otra cosa. Se nota un cierto anhelo por ser si no distinta al menos si mejor de donde las capacidades o situaciones les parece posible llegar, y eso casi siempre con la idea de que iba a poder escapar de los problemas propios usando esa carta de raza. Pero bueno.

Parte del acuerdo con Sky de HBO es esta serie, DoDo (USA) que llega también a Cartoonito y que cuenta la vida de un chaval de 11 años con sus pocos de dramas que parecen insuperables y su algo de imaginación para ir viviendo día a día. Pues bueno.

Es extraña esta The Dry (UK) porque entiendo que quiere ser una de esas comedias dramáticas antes que un drama cómico, aunque supongo que no debería sorprenderme con estos últimos años de trauma como centro de la comedia. Sea lo que sea, esta serie muy irlandesa tiene un fondo claramente dramático porque para algo habla del alcoholismo. Y aunque logra hacerlo de una manera divertida aunque no ligera el fondo no deja de ser ni menos negro ni menos amargo. Supongo que es lo que buscaban, así que tendrá sin duda su público. Lástima que no sea yo.

Supongo que Meyers ha conseguido un trato para hacer sus cosas, porque este The Pentaverate (USA) no es muy inspirado, huele muchas veces a viejo, y si funciona es porque Meyers empuja con fuerza y se puede rodear de un gran reparto -cuando no está muy ocupado siendo varios personajes a la vez- más que porque tenga algo interesante que contar. Pero bueno, supongo que es la famosa frase aquella de que lo que más valen son las tablas. Porque el que tiene tablas flota.

No sé qué está pasando con Acorn pero sus series policíacas de este año están siendo tirando a aburridas, la de Signora Volpe (UK) da igual que juegue con un trasfondo de espía bliblibla. Ni siquiera es un Murder Mystery competente, que es lo mínimo que se le puede pedir a estas cosas, sino más una serie de profesionales de vacaciones. Y si bien no llega a ser tan terriblemente mala como Harry Wild desde luego que no deja con muchas ganas de ver cuál es la siguiente serie de misterio que nos traen. Mucho mejor pasarse a los telefilmes de Hallmark Movies & Mysteries.

Lástima que ya me la sepa. Porque en The Staircase (USA) está claro que HBO Max ha echado los restos para adaptar una de las historias de juicios más conocidas y controvertidas -tanto que la primera temporada de Trial & Error jugaba con su adaptación allá por 2017-  y lo han hecho sacando dinero para meterlo en esta adaptación de true crime dramática -¿qué decía antes de que están a tope con esto?- pagando a un reparto en el que se encuentran Colin Firth, Toni Collette, Parker Posey o Juliette Binoche. Un poco como cuando esto lo hacían telefilmes/miniseries para pasar la tarde del fin de semana mientras decías «Ay, mira, ahí está ese actor, ¿te acuerda? Que salía en aquella cosa.» y procurabas no mirar la historia original porque era menos maniquea pero también más difícil de creer. Pues en eso estamos. Menos mal que tienen dinero para contratar actores competentes. Aunque tampoco así superen al documental de 2004 francés y todo lo que vino detrás -que fue mucho-. Qué le vamos a hacer.

A veces sospecho que hay ‘propiedades intelectuales‘ que tienen a sus fanses como rehenes. Todo lo que se pueda ordeñar será ordeñado. Y de ahí esta Star Trek: Strange New Worlds (USA) que promete un regreso a lo clásicos, porque la nostalgia siempre vende y porque lo malo conocido es siempre más fácil de enseñar. Como de costumbre tenemos una visión del futuro que llaman optimista: Razas del  mundo (y el universo) unidas siempre bajo el mando de un señor blanco en un mundo idílico en el que la idea de mostrar disidencias sexuales es encamarse con extraterrestres como si quisieras explicar cómo pudo extenderse la sífilis galáctica. Los buenos viejos tiempos, vaya. En fin, al menos es menos terrible que los dos intentos últimos, porque está claro que han conseguido lo que buscaban: Volver a ser básicos. Pero bueno, para tenerlo de fondo mientras meriendas supongo que vale.