¡Vamos con las recomendaciones!
– Asesinato en altamar de Richard Connell, ed. Siruela
Conocido por sus relatos -como El juego más peligroso– o sus guiones -como Juan Nadie– Richard Connell tuvo también una carrera en el género criminal, como esta novela sobre un pequeño carguero con capacidad para transportar a una docena de personas, y si estáis pensando que es la localización perfecta para un asesinato con círculo cerrado de sospechosos… Así es. Y tiene 48 horas para localizar al culpable antes de que el barco llegue a su destino.
– La abeja reina de Seishi Yokomizo, ed. Quaterni
¡Un nuevo libro de Seishi Yokomizo! ¡BRAVO! La séptima aventura del detective y desastre con patas Kōsuke Kindaichi, esta vez yendo a una isla en la que una mujer –Tomoko– ha sido denunciada anónimamente como Viuda Negra. Bueno, en realidad la variedad de femme fatal que se le acusa de ser es Reina Abeja. A partir de ahí comienzan los asesinatos, los rumores, las tensiones y el suspense habitual de estas investigaciones.
– Asesinatos en la deliciosa tetería de la señora Wong de Jesse Q. Sutanto, ed. Duomo
Olvidad la portada que le han puesto, mitad ‘cozy asian’, mitad ‘Cásicos DeBolsillo’, está pescando en el estanque equivocado. Porque esto es ‘cozy‘ pero ‘cozy crime‘. Con bastante humor. Una señora asiática de ya una edad -y estoy por decir que ‘con una determinación y costumbres’ por no decir ‘señora, por favor’– ve su vida decaer: su hijo no le responde al teléfono, su tetería va perdiendo clientes, y casi no tiene amigos vivos ya. Pero eso cambia cuando aparece un cadáver en su establecimiento. Decide resolver el caso ella porque de la poli no te puedes fiar. Y eso la mete a ella -y a otras personas- en las clásicas peripecias de esta ficción de cocinar y entrometerse… tanto para encontrar a la persona responsable como para, ya puestos, que su vida sea menos solitaria y un poco mejor.
– Los crímenes del burlesque de Gypsy Rose Lee, ed. Hoja de Lata
Una alegría encontrarme con esta recuperación, quizá haya quien no conozca la historia de Gypsy Rose Lee o su preeminencia primero como bailarina y luego como inspiración del musical Gypsy. No estando en contra reconozco que a mí me interesa también como autora, aunque solo escribiera cuatro libros. De los que uno era una obra de teatro, otro las memorias que darían lugar al musical y los otros dos… los otros dos son dos novelas policíacas. De las cuales la primera es este The G-String Murders que dio lugar a la película conocida en España como La estrella del Variedades, una historia de asesinatos, burlesque, bastante humor y un arma particular. Tampoco puedo pedirle más a un libro. Quizá una portada menos horrorosa. Bueno, y que escriban correctamente el nombre de la autora. Pero poco más.
– Demasiados coches fúnebres de Edmund Crispin, ed. Impedimenta
Si pensabas que no volveríamos a ver a Impedimenta editando un libro de Crispin que sepas que ya somos dos. Tras publicar prácticamente uno al año en 2017 la publicación de Enterrado por placer parecía haber acabado con la buena racha. Ahora, cinco años más tarde, quién sabe si por el interés renovado en el murder mystery tradicional, la novela problema, el cozy y todo lo demás, bien porque una nueva serie de lectores hayan descubierto La juguetería errante… tanto nos da. Lo importante es que hay libro nuevo y en él Gervase Fen se encuentra envuelto en una película sobre Pope (El poeta). Por supuesto habrá un cadáver, una identidad misteriosa a su alrededor y hechos violentos que le animen -como si hiciera falta- a intervenir. Porque el mundo del espectáculo es un objetivo para el misterio y humor de Crispin.
– Carrera hacia la muerte de Peter Lovesey, ed. WHO
Londres a finales del S XIX, una carrera de resistencia de gran dureza… y un cadáver. El inspector Cribb se encuentra con rivalidades deportivas, apuestas clandestinas, secretos oscuros y los misterios del Londres victoriano.
– Días sombríos de Gene Kerrigan, ed. Sajalín
Una nueva historia de crimen y violencia de Kerrigan, en esta ocasión con un tipo en libertad condicional que se encuentra metido en una refriega en un pub que le pone en el disparadero de un gangster que está luchando por controlar la ciudad. A partir de ahí tenemos una historia -o distintas personas contando una historia, según se vea- con los gangsters viejos y nuevo de Dublin, sus luchas y sus venganzas en las que quedan atrapadas personas que muchas veces se encuentran en las zonas grises.
– Liberación de James Dickey, ed. ImpedimentaUna escapada de vacaciones entre un grupo de amigos, no os preguntéis si Sale Mal porque CLARO que sale mal. Uno de ellos es un entusiasta de la vida del campo, el resto solo quieren un fin de semana de cambiar de aires. El problema llega cuando la visita a un valle que va a ser inundado lleva a un enfrentamiento con unos lugareños que empiezan a darles caza. A partir de ahí un thriller psicológico que, si te está sonando, probablemente sea porque se adaptó al cine con el título de Deliverance. Así que si algo puedo aseguraros es que es el tipo de historia que os hará… chillar.
– Casa de locos de Colin Barrett, ed. Sajalín
La primera novedad de Sajalín del año nos trae una ciudad que se prepara para su festival mientras una disputa entre traficantes que parece ridícula escala con el secuestro de un adolescente desencadenando una serie de acciones y reacciones mayor de la que parecía, porque la luz y la oscuridad a veces se mezclan de manera inesperada.
– El señor Bowling compra el periódico de Donald Henderson, ed. Siruela
Una de las novelas favoritas de Raymond Chandler y, sin embargo, alejada de las que él hacía. Porque aquí tenemos una muy peculiar vuelta al subgénero de ‘crimen invertido’ en el que sabemos quién lo ha cometido pero no cómo lo pillará la policía. Y es distinta porque aquí el criminal parece esperar a ver si logran atraparlo, porque es la única manera en la que va a parar. No solo eso, además parece un tipo normal, hasta agradable. Más allá de que mate gente. Así que esas tendencias, los rastros que no borra o el coger el periódico para seguir el caso le da una sensación de cierto costumbrismo. Sin que podamos llegar a olvidar que es un asesino.
– La muerte ajena de Claudia Piñeiro, ed. Alfaguara
La nueva obra de suspense de Piñeiro tiene en su centro a una periodista, una que recibe el aviso de que una joven ha caído desde gran altura, del piso de un barrio residencial. A partir de ahí una investigación con empresarios, recuerdos de la dictadura militar argentina, tramas del presente y pasado y de los lazos del poder, el deseo y la familia. Otra de sus novelas, vaya.
– Este whisky está de muerte de Natalie Jayne Clark, ed. Maeva
Dos mujeres se hacen con una destilería en ‘la capital mundial del Whisky’ -en Escocia, claro-, pero este matrimonio pronto descubrirá que las cosas no son tan sencillas. Porque no solo se encuentran con que tienen que levantar un negocio ruinoso, además… hay cadáveres. Y es que al final los pueblecitos siempre esconden secretos. Así que habrá que ver por dónde sale ahora que esta novela de debut se publica casi a la vez que en su versión original.
– Muerte en el Lovely Lady Club de Marie Rutkoski, ed. Umbriel
La llegada del año 2000 y un club de striptease. Así comienza este libro sobre una bailarina atribulada que quiere ayudar a la policía a encontrar a un culpable, resolver la desaparición, mientras el punto de vista va cambiando entre los distintos implicados, aumentando el misterio de este laberinto.
– La muerte visita Marlow de Robert Thorogood, ed. Catedral
Pues aquí estamos de nuevo, el Club del Crimen de Marlow regresa en una historia en la que una boda da un giro inesperado, una muerte les parece más sospechosa a ellas que a la policía y, por supuesto, alguien tiene que investigar.
– Arsénico por compasión de Joseph Kesselring, ed. Hoja de Lata
Todo un clásico de la comedia negra, esta obra teatral -que daría lugar a la famosa película- presenta a un crítico teatral recién prometido que visita a sus tías, dos adorables ancianitas con una idea de servicio un tanto descolocada. Y no es ni lo más raro con lo que se va a encontrar.
– El asesinato de los Aosawa de Riku Onda, ed. Salamandra
De Riku Onda habíamos visto publicada en España Abejas y truenos lejanos, una novela más literaria y costumbrista. Aquí, sin embargo, tenemos una de sus novelas criminales, la primera que escribiera su autora. Con el centro en un envenenamiento masivo en los setenta, durante la celebración de cumpleaños de una importante familia de la zona. Vagamente basado en un incidente real en los ’40s -y en un poema- se trata de una particular en tanto que no hay exactamente una investigación del incidente tanto como distintos puntos de vista y varios cabos sueltos y ambigüedades. Todo esto contado, además, con la ayuda de una narración de los hechos originales, de la investigación posterior treinta años después que da lugar a un libro y de la historia en ese ‘presente’ tras su publicación en el que se habla de ambas. Teniendo en cuenta que hablamos de un libro de 2005 mi duda es si esta vez sí que lo habrán traducido del japonés.
– El palacio rojo de June Hur, ed. Wonderbooks
June Hur es conocida, sobre todo, por sus novelas de misterios históricos. Y dentro de ellas la más conocida es esta por la que ganó el premio Edgar a mejor novela juvenil de misterio. Porque eso es lo que tenemos, una historia en la Corea de mediados del S XVIII, con una jovencísima enfermera de palacio real decidida a demostrar que su mentora no ha sido la responsable de una serie de muertes de mujeres. Algo que tiene que hacer con cuidado porque los sospechosos son, claro, muy poderosos. Por suerte habrá un inspector que parecerá estar de su lado, y así poder ofrecernos una historia con misterios, historia, amor y reflexiones sobre la lealtad y la justicia.
– Peligro en el Atlántico de Erica Ruth Neubauer, ed. Maeva
Ya conocimos a Jane Wunderly en la anterior novela de Neubauer, Muerte en el Cairo, y aquí vuelve para otra historia a mediados de los 20 dentro de un transatlántico de lujo en dirección a Nueva York, colaborando con los servicios secretos británicos tras un espía alemán hasta que una desaparición a bordo acaba por complicar más aún el asunto. Al fn y al cabo hay un espacio limitado, como la lista de sospechosos. Así que aquí estamos de nuevo en otro de estos ‘cozy crimes’ de época.
– El examinador de Janice Hallett, ed. Ático de los Libros
La autora de La Apelación nos trae su nueva novela de misterio. Un programa de postgrado en una universidad, seis estudiantes de distintos perfiles, trabajos finales y correos y mensajes… pero, sobre todo, una duda. Porque puede que alguno de los alumnos no sea quien dice ser, que haya algo siniestro entre ellos y, sobre todo… ¿Es posible que alguno haya muerto?
– Un misterioso homicidio y muchos secretos de Catherine Coles, ed. Newton Compton Editores
Tras este título tan concreto -algo comprensible, porque el título original es el difícil de traducir: Poison at the Village Show– se encuentra uno de los cozy crimes de Coles, una autora que lleva un par de series como la de Tommy y Evelyn Christie y esta de Martha Miller, una mujer de mediana edad que se encuentra metida en un lío. Es 1947, su marido desapareció un día sin aviso y ella fue el centro de cuchicheos sobre qué habría hecho para que se fuera. Así que decide contraatacar, llevando su ginebra casera a un concurso en el pueblo. Si imagináis que eso acaba en asesinato con ella teniendo que limpiar su nombre… pues efectivamente. ¡Con ayuda del vicario!
– El misterio del sombrero de copa de Ellery Queen, ed. WHO
El primero de los libros de Ellery Queen, que nos los presenta tanto a él como a esos cuartos cerrados cercanos a los de Philo Vance, con un cadáver sentado en el patio de butacas de un éxito teatral. Y sí, la pista principal es el sombrero.
– Y solo quedaron las migas (Cozy Mystery) de Eve Calder, ed. Alma
– Una cita con la muerte (Cozy Mystery) de Julia Chapman, ed. Alma
– Una anciana encantadora… y letal (Cozy Mystery) de Helene Tursten, ed. Alma
En Alma siguen sacando cozy crimes, a ver si alguno les funciona, supongo, porque este año diría que han publicado más primeros intentos que continuaciones. Pero lo importante aquí, quiero creer, es que han sacado propuestas varias. Por ejemplo, la de Eve Calder tiene en su epicentro una pastelería, la Cookie House, a la que va a parar una inquieta repostera con mala suerte. A las órdenes de un compungido viudo. En cuanto a la de Julia Chapman está protagonizada por un expolicía que abre una agencia al lado del agencia de citas. Así que sus dueños empezarán mal pero acabarán investigando un caso conjunto en la Inglaterra rural. La ‘elderly lady de Helen Tursten es sueca. Sí, son libros suecos. A saber desde qué idioma han sacado esto, la verdad. No solo eso, también parece que estaremos en el ‘otro lado’ del crimen con esta anciana que parece saber que, a veces, un pequeño asesinato ayuda. Y estos son solo algunos de los títulos nuevos -que también han publicado alguna continuación, conste- para que podáis echarle un ojo. Lástima que no hayan sacado más de juvenil. Pero bueno, ya veis, una buena cantidad de nuevas propuestas. A ver lo que se pega a la pared.
– El juez Surra y otros casos sicilianos de Andrea Camilleri, ed. Salamandra
Aquí estamos, tres historias nuevas -para alguien que lleva muerto desde 2019- con un tono de suspense, historias distintas y variadas con el particular estilo de humor y misterio, así como retazos de la vida en Sicilia. Por supuesto.
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