¡Libros que Salen! Oates, «Transmutada», McCarthy y más

¡Que entre la pila!

El señor Fox de Joyce Carol Oates, ed. Alfaguara

No hay que confundirlo con el libro del mismo título de Oyeyemi, porque aquí estamos ante una obra de… misterio literario, quizá. Y es que Joyce Carol Oates no para de crear de manera particular. Esta es una obra sobre crimen y complicidad, un juego de gatos y ratones en el que un profesor de inglés, dueño de un coche que aparece hundiéndose en un estanque, con un cuerpo cerca. Algo que hace que un policía tenga que empezar a hacer preguntas. Comenzando por, ¿hasta qué punto conocemos realmente a la gente?

Transmutada de Eve Harms, ed. Dimensiones Ocultas

La experiencia trans como parte del body horror, la mirada sobre una influencer que busca poder acceder a esa cirugía de feminización la lleva a ponerse en manos de un doctor de métodos discutibles. A partir de ahí en la frontera entre el weird, el splatterpunk y la vida real de las irrealidades; vamos viendo cómo la mirada del público, la mirada propia y las mutaciones son parte de un mundo que puede convertirse en pesadilla. Que no deja de ser otra forma de irrealidad, como las propias redes sociales, claro.

Musivo de Catherine McCarthy, ed. Dilatando Mentes

Reconozco que la idea central detrás de este Musivo -cuando una experta en restauración recibe el encargo de arreglar la vidriera de una iglesia en un pequeño pueblito tanto la imagen que se va formando como el ambiente del pueblo se va convirtiendo en algo inquietante- me ha llevado a lo mejor del gótico italiano y del folk británico, así que espero que la historia de esta autora galesa que quiere hablarnos de eso pero también de los traumas de crecimiento en un hogar abusivo y extremadamente religioso, en el que lo inquietante de la situación está por encima de violencia física o ‘gore’, esté tan a la altura como parece.

Término Malaussène (2, El caso Malaussène) de Daniel Pennac, ed. Literatura Random House

Pues aquí estamos. Quizá la gente ni recuerde cuándo salió la parte anterior a esta. Normal. Pero hay más Malaussène y, aunque sea solo por la nostalgia de los dos primeros títulos, creo que merece la pena comentarlo. Un secuestro falso acaba en algo serio cunado un escritor está determinado a desvelarlo en una obra de no-tan-no-ficción. Esperaremos.

Una película de terror de Paul Tremblay, ed. Nocturna

En los años noventa un grupo de jóvenes intentó hacer una película de terror. Sucedieron suficientes hechos extraños como para que solo sobreviviera uno de ellos, y solo tres escenas de toda la película. Escenas que se convirtieron en leyenda y culto. Lo que llevó, claro, a Hollywood a plantear en la actualidad un ‘remake’. Con el único superviviente. De ahí este libro que va y viene entre momentos temporales, que mezcla el guión de la película (¿o películas?) con la narración y que incluye otros giros y particularidades. Porque, sin duda, se trata de una obra mucho más particular -o quizá debería decir ‘polarizante’- de lo que suele ser habitual en él.

A la deriva en el Nilo de Naguib Mahfuz, ed. Gallo Nero

La editorial asegura que no se había publicado antes en España y, por esta vez, no he sido capaz de encontrar información que lo contradiga. Es curioso porque es un libro del ’66 en el que vemos una representación de las clases medias con un funcionario efipcio que fuma kif junto a unos amigos permitiendo que la reflexión y la nostalgia floten oníricamente en conversaciones que consideran profundas pero que no parecen pasar de ahí. Una vez más, parece antiguo pero resulta contemporáneo.

Corazón salvaje de Barry Gifford, ed. Dirty Works

Que alegría ver que en Dirty Works han decidido liarse la manta a la cabeza y sacar -de entrada- los ocho títulos de Sailor y Lula que escribió Barry Gifford, y que en España fuimos viendo publicadas aquí y allá, a golpe de película -esta que da título, o Perdita Durango-, y de manera ciertamente errática. Varias de ellas no se llegaron a publicar en España, así que es una oportunidad para comprobar cómo a lo largo de los años (de 1990 a 2015) fue contándonos las peculiares historias en las que se veían metidos sus protagonistas. Una saga criminal, sí, pero con un particular humor, excesiva y violenta. Como una buena telenovela.

Los retratistas pioneros de la corte (1859-1866) de Carlos Celles Anibarro, ed. Reino de Cordelia
Este libro ilustrado nos traslada a la segunda mitad del S XIX, con la novedad de los gabinetes de fotografía y las distintas personas que pasaron por ellos, de monarcas a toreros, figuras del espectáculo e, incluso, ciudadanos de a pie. Todo ello recogido por Carlos Celles Anibarro, de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, comisario de la exposición La carte de visite, un retrato romántico.

La invasión de los hongos del espacio de Marina Shirakawa, ed. Diábolo

Uno de las más notables creadores del manga de terror japonés sententero, Shirakawa presenta aquí una mezcla de alienígenas y zombies, porque las setas del espacio exterior pueden soltar esporas y colonizar humanos, así que a la vez que aprendemos sobre ellos vamos viendo desarrollarse la historia -lo justo, porque aquí las páginas importantes son las que nos muestran esas monstruosas interacciones- y, de esa manera ir viendo

El pato que nunca parpadea de Alex Latime, ed. Miau

Un divertido álbum pensado para que su joven lector interactúe con él intentando lo más difícil posible, ¡lograr que el pato parpadee!

Nos leemos.


Resulta curiosa esta The Hack (UK) en la que, más allá de los pelucones, se decide intentar contar con rupturas de cuarta pared y toques de humor la historia del periodista que investigó las escuchas ilegales que los periódicos de los Murdoch realizaban a famosos-y-no-tan-famosos. Supongo que porque el caso es reciente, porque hay un claro sesgo ideológico en esos periódicos o porque alguien ha pensado que no podían hacerlo como siempre -quién sabe si alguna de ellas, o cualquier otro motivo- han optado por esta versión que cuenta los hechos ‘a su manera’ y que, sobre todo, busca un interés que probablemente no podría lograr por muy buen reparto que tuviera -que lo tiene, todo sea dicho- así que sea por ellos, por el tema o por lo que sea, lo cierto es que el resultado es, por lo menos, interesante.

Veía el piloto de Hotel Costiera (O)(IT) con cierta sorpresa: ¿De verdad en Amazon han llegado a hacer ya el equivalente a esa nueva versión de Magnum? Y es que tenemos una serie en la que parece que han pillado un rechazo de las generalista para llevárselo ellos. Tenemos a un tipo con un pasado que se dedica a ‘ayudar a la gente’ que en este caso son los huéspedes del hotel en el que trabaja. Tenemos a toda una serie de ‘ayudantes secundarios’ muy definidos sirviendo de apoyo. Tenemos un choque con una mujer seria y responsable. Y, en el más puro estilo de las series de ahora, tenemos un misterio que justifica que el personaje esté ahí y que supongo que servirá de arco argumental de fondo. Y muchas imágenes de la Costa Amalfitana. La serie es muy claramente relleno pero reconozco que ahora me intriga si el uso de este formato, que parece pensado para ‘pon algo de fondo en la tele’ servirá también cuando tienes que ir a su búsqueda.

Ricos riqueando en versión histórica y con una cierta excusa de organización criminal, eso es lo que ofrece House of Guinness (UK) sobre todo. Como si quisieran revivir sucession pero con mejores trajes -que tienen pinta de no haber sido usados hasta el momento del rodaje, todo sea dicho- así que, bueno, supongo que todos sabíamos a lo que veníamos.

Tú le das una película de Lifetime para que te la conviertan en una serie de ocho capítulos de esa colección de ruido blanco que es Netflix y te acaban montando La Huésped (O)(CO) que tiene 20 capítulos porque las tablas montando telenovelas se pueden demostrar incluso en esto, una creación con la sutileza de un búfalo rabioso y la decisión de ser un sexy thriller que parece que los ’90s vienen fuertes en ellos. Nada parece funcionar mucho, nada tiene demasiado sentido, pero es de suponer que en algún momento girará tanto en sus argumentos que acabará en cualquier otro género. En fin, que como os podéis imaginar esta parece pensada para la siesta de después de comer.

Supongo que el piloto de Kaosun Anatomisi (O)(TU) te pone lo suficientemente claro por dónde van a ir los tiros que no le importa pasárselo colocando a los personajes en sus sitios, sin necesidad de pararse a pensar en que quizá hubiera estado bien que fuera más a la mitad que al final. Pero en fin, que lo que tenemos es un drama de venganza y organización criminal, con una persona que decide ‘asociarse’ con una de estas para investigar y vengar una muerte cercana. A ratos parece que su referencia fueran las películas de gangsters de los setenta, a ratos parece que son las telenovelas actuales, supongo que ese batiburrillo e indeterminación podría valer en un piloto para que quieras ver lo que va a suceder a continuación. Pero lo cierto es que a mí me acabó dando lo mismo. Que puede ser porque no soy su público -me ponéis Organización Criminal y ya me habéis perdido un poco- pero que, yo qué sé… no tengo claro ni si ellos saben cuál es.

La llegada de los programas de los realities-concursos surcoreanos ha permitido ir haciéndonos a la idea de muchas de sus formas de crear ese entretenimiento. Con un claro gusto por mezclar las pruebas con famosos -famosos del lado de la interpretación, claro: cómicos sobre todo pero también actores y cantantes- y de ir creando una narrativa para estas pruebas. Es cierto que aún no se ha emitido -que yo sea consciente, al menos- el famoso Running Man, pero sí que hemos tenido programas como Busted!, como Apartamento 404 o como Mystery Men nos han permitido echar un ojo sobre todo a la mezcla de investigación y pruebas casi de scape room. Y ahora nos llega Keuraim Ssin Jero (O)(CS), o 크라임씬 제로 o Crime Scene Zero o Escenario del crimen: Cero o…,  que es parte de la saga de concursos surcoreanos Crime Scene) Originalmente estrenada en 2014 y con un total de tres temporadas la última de las cuales se emitió en 2017, el año pasado tuvo una recuperación como Crime Scene Returns que sirvió para ir allanando el camino a esta nueva versión para Netflix que incluye el regreso de cinco de los participantes anteriores más un puesto extra para un invitado especial diferente para cada investigación. El concurso es -o parece ser- sencillo: Se nos presenta a un grupo de personajes interpretados por los participantes, hay un asesinato y los implicados intentan descubrir al culpable. De caso en caso van cambiando los papeles que interpretan -por supuesto- así como un puesto especial, el de ‘investigador’, que está al margen de las historias del caso y que tiene, además, dos votos. Así como un Ayudante del Investigador que sirve para que se le hagan preguntas y gestione el juego. En la versión original lo que ocurría era que los participantes llegaban a la escena del crimen, recibían un informe del mismo y -a partir de ahí- decidían qué papel interpretaría cada uno. Aquí eso no lo vemos porque el ‘informe’ se hace con una recreación en la que los participantes ya están en sus papeles. A partir de ahí tenemos separaciones en grupos, investigaciones de lugares relacionados con el crimen, charlas entre ellos comentando sus opiniones y, finalmente, una votación. La votación es importante porque según sea la solución el reparto del crimen varía. En primer lugar se anuncia el culpable. Si no es la persona que más votos ha recibido se lleva el dinero del premio. Si es la persona que más votos ha recibido el dinero se reparte entre el total de votos. Con lo que puede ser más interesante atraparlo pero hacerlo con un número de votos relativamente bajo para no repartirlo entre muchos. Sea como sea está más cerca de las Murder Mystery Party que de la mezcla con scape room que hemos ido viendo antes, aquí no hay mucho que hacer más allá de investigar y hablar. Pero supongo que si eres capaz de entrar en la peculiar manera de funcionar del programa servirá al menos para echar un rato ‘jugando a los detectives’.

Lo primero que pensé al ponerme con este The Lowdown (USA) es si estaría basado en algo de Carl Hiaasen. Que no, pero tiene ese tono y estilo de misterio, criminal, cercanía y humor del escritor estadounidense. Tiene hasta su habitual reivindicación del ‘periodismo local’. Pero no. El que está es Sterlin Harjo, el co-creador de Reservation Dogs. Y aquí supongo que pude explicarme una cosa que no acababa de entender, ¿cómo era posible que una serie que parecía tener todo para interesarme y que cuenta con un reparto notable me pareciera tan aburrida? Imagino que al resto del mundo le puede… no sé, intrigar o fascinar o algo. Por cierto, hablando del reparto, en el que podemos encontrarnos a Keith David, Jeanne Tipplehorn, Tim Blake Nelson o Kyle MacLachlan son algunas de las personas que -a veces como un visto y no visto- aparecen por el piloto y, se supone, irán reapareciendo… hablando del reparto, decía, debo reconocer que lo segundo que pensé era en lo desmejorado que estaba Kevin Bacon, aunque al menos se notaba que tenía energía tras su último traspiés televisivo… pero resulta que no, que era Ethan Hawke.

Normalmente las cosas de zombies suelen llevar alguna Z bien visible. En el caso de Marvel Zombies (USA) es claramente visible la Zzzzzzzz… que provoca. Más de lo mismo, cada vez hecho con menos ganas y para un público al que no se sabe si es que no le importa nada o que nada es importante.

Jamás entenderé la necesidad de hacer pilotos -o capítulos- eternos. En el caso de Tangnyu (O)(CS) o 탁류 o The Murky Stream o Aguas Turbias o…, ni siquiera nos dejan con el punto de partida colocado, por mucho que estén dando vueltas arriba y abajo y presentándonos a personajes y de todo. Necesito, por favor, que las productoras aprendan que pueden hacer películas cuando no tengan material para una serie.

Hace unos años tuvimos una notable cantidad de series sobre ‘internados para jóvenes problemáticos’, casi cárceles. Posiblemente como respuesta a distintos escándalos relacionados con el asunto. Así que esto que nos llega ahora de Wayward (USA) parece seguir esos mimbres, casi como si fuera algún tipo de adaptación entre los Estrenos TV y el True Crime, para seguir contándonos lo de siempre, con, eso sí, un buen reparto y un leve toque de humor negro que es de suponer que hayan puesto para tratar de aligerar la mezcla. Qué os voy a decir, yo no soy fan pero imagino que alguien por ahí lo será.


¡Libros que Salen! Starobinets, «Margarita contra los vampiros», Bechdel y más

¡Que entre la pila!

El vado de los zorros de Anna Starobinets, ed. Impedimenta

Muy contento de ver una novela de Anna Starobinets traducida al castellano, una que -además- reúne temas históricos y fantásticos, con un fondo oscuro. Porque nos habla de lo que quedó tras la Segunda Guerra Mundial, de cómo se reúnen algunas criaturas mágicas de distintos puntos, huidos de gulags, salidos de la destrucción, y cómo una conspiración les va enredando mientras se proyecta sobre ellos una sombra ominosa. Así que aunque no me convenza que venga firmada la traducción por dos personas distintas estoy más que contento de que vayamos a poder disfrutar de nuevo de un Starobinets original.

Consumida de Alison Bechdel, ed. Reservoir Gráfica

¡Vuelve Bechdel! Hablando del impacto del capitalismo, del poliamor, del cambio climático, de la vida, vaya. De cómo sigue en su casa en Vermont, donde vive junto a su pareja, una criadora de cabras. A partir de esa vida y esas historias hace un costumbrismo lejano al habitual con el que pretende ofrecer algo de esperanza pese a todo.

Margarita contra los vampiros de Raquel Gu y Javier Pérez Andujar, ed. Liana

El sentido del humor y la fantasía de Pérez Andújar se juntan aquí con el dibujo de Gu para una historia particular pero reconocible. Particular porque nos pone de protagonista a Margarita, una señora de setenta años de Barcelona, cuya mejor amiga –Julia– desapareció hace años y que cree que habla con su espíritu. Y con ella -o con ellas- también a Pako, dueño del bar, y Miguel, un lotero tuerto. A los que arrastrará a un viaje a los Cárpatos para rescatar a su amiga del Gran Vampiro Virgilio. Por el camino se encuentran con contrariedades, con aventuras y -por supuesto- con su propia forma de ser tan particular. Casi como si se tratada de un regreso a aquel espíritu brugueriano -aunque sin Doña Urraca de por medio-.

El carnicero del bosque de Premee Mohamed, ed. Duermevela

Premee Mohamed es una muy galardonada autora a la que, hasta donde yo sé, sólo habíamos visto impresa en catalán. Ahora tendremos la oportunidad también en castellano con esta historia sobre una joven que logró escapar de un bosque lleno de peligros… para acabar de nuevo obligada a volver a él, teniendo que cumplir una peligrosa misión que incluye volver a huir. Una mezcla de cuento de hadas y horror cósmico con solo un día para lograr su empresa.

Una navidad envenenada de Christina Romeril, ed. Alma
Tinta y sombras de Ellery Adams, ed. Alma

Pues aquí estamos de nuevo, aunque con menos libros esta vez. Por un lado la cuarta entrega ya del Club Secreto de la Lectura (y la Merienda) de Ellery Adams, esta vez con una ambientación de Halloween, una tienda (recién abierta) de derivados del cannabis y la Sociedad de Defensoras de los Valores Sólidos con la mujer del predicador al frente. Por el otro tenemos una nueva serie, con uns gemelas a cargo de otra librería, Murder and Mayhem, en el centro. Solo que esta es, además, una bombonería (Yo qué sé, cosas más raras se han hecho en librerías). Y sí, comienzan con un episodio navideño, con bombones de muerte y un bastón de caramelo afilado. Así que, bueno, parece que aún tenemos algunos de estos ‘cozy crimes’ por delante.

Ensayos II de Lydia Davis, ed. Eterna Cadencia 

El cambio de distribuidora de Eterna Cadencia no evitará que disfrutemos ahora del segundo volumen de ensayos de la gran escritora Lydia Davis. Sí, sabemos que la ficción es su fuerte, pero eso no significa que -por interés o coleccionismo- no podamos disfrutar también de sus opiniones y reflexiones.

El sentido de la birra de Jonny Garrett, ed. Ned Ediciones

En lugar de contar la historia de la cerveza lo que aquí se cuenta es la historia de la humanidad… en relación con la cerveza. Que en realidad quizá no está tan lejos -o quizá sí- de lo otro. Pero bueno, que si lo que buscáis, más allá de un título discutible, es un repaso a la importancia histórica y sociocultural de la bebida -o el clásico libro que arregla un regalo que no tenías muy claro cómo solucionar- entonces ha llegado a tiempo.

Rata y los animales feuchos de Sibylline y Jérôme D’Aviau, ed. Libros del Zorro Rojo 

Un libro sobre animales que habla de más cosas. Porque el problema de la vivienda o de la autopercepción puede llegar hasta a los animales. Por eso Rata busca una casa -no soporta a su casera- y cuando se encuentra con un grupo de animales igual de desgraciados que ella -y ‘feuchos‘- decide que hay que buscarles una manera de que vivan mejor. Porque todos, por ‘feuchos‘ que sean, se lo merecen.

HOY de Agustina Guerrero, ed. Lumen

Nuevo cómic de Agustina Guerrero, que ya no es La Volátil porque en este cómic pretende dejar de lado el personaje para montar un personaje nuevo. Ya veremos si distinto. En el que hablaba día a día en Barcelona. De su personaje… Bueno, os hacéis a la idea.

Impenetrable de Alix Garin, ed. Norma

Ya conocemos a Garin de No me olvides, y aquí nos encontramos con una historia más autobiográfica y, si podéis creerme, más complicada. Porque lo que aquí aborda son sus problemas sexuales, la autora sufría de vaginismo y que se complicaba al mezclarse con otros temas de deseo sexual (o su ausencia), trauma, y a partir de ahí la vulnerabilidad y la necesidad de comprender lo que pasa para poder decidir y reconstruirse.

Ticnicks de Meritxell Martí y Xavier Salomó, ed. Combel

Una nueva serie de cómics de Martí y Salomó, con un punto de partido que seguro que nos suena: Un extraño anciano vende unos muñecos, pero sus dueños tienen que cumplir tres reglas. En teoría cada uno de de ellos permanecerá solo un día con vida antes de convertirse de nuevo en un peluche. Pero… a veces suceden cosas inesperadas. Sobre todo cuando no se siguen las reglas.

El Quijote (en verso) de Juan Muñoz Martín con ilustraciones de Javier Andrada, ed. SM

Pues sí, resulta que Juan Muñoz Martín, siempre incansable, estaba haciendo también una adaptación rimada de El Quijote, a su manera y estilo. He mirado por si se trataba de algún material publicado antes y no he sido capaz de encontrarlo así que supongo que esto es lo que es y lo que hay. Espero que a sus lectores les sea de provecho.

¡Vamos a inventar! de Kate Pankhurst, ed. Miau

Un libro con divertidas ilustraciones y un mensaje que mandar, siempre han existido las inventoras y algunas de sus creaciones son -han sido, serán- cruciales. Así que aunque esto suene a un cómic de hace una década de esos que repasaban biografías de ‘mujeres extraordinarias’. Porque, supongo, hay cosas en las que no se puede dejar de insistir.

¿Puedes pasarme la pelota? de Chayada, ed. Petaletras
Una liebre que juega al fútbol pierde su pelota. Va pidiendo a diferentes personas que se la acerquen. Con distintos grados de fracaso. Y, mientras, una tortuga con andador parece no enterarse de nada. Un álbum ilustrado divertido, y con unas ilustraciones muy expresivas.

Nos leemos.


Aryan Khan es un nepobaby de marca mayor, hijo de SRK y de la productora Gauri Khan. De ahí que con 27 años esté dirigiendo y guionizando The Ba***ds f Bollywood (O)(IN), una serie sobre las bambalinas de Bollywood -también con elementos meta, por supuesto- que se centra en un recién-llegado y una serie de tipos profesionales bien conocidos (el productor, el director, la agente…) incluyendo La Gran Estrella que podría ser tranquilamente su padre. La verdad es que cuenta con la espectacularidad y desparpajo de las películas de SRK pero tira hacia un cierto humor un tanto tontorrón antes que hacia el filo que muchas veces tienen las historias de su padre. Así que no llega, pero tampoco es un mal principio.

Por contra Black Rabbit (USA) es derivativa hasta el aburrimiento. Como si alguien hubiera visto The Bear y pensado, ¿cómo podemos lograr hacer una versión que sea la misma serie criminal de siempre de la que Netflix te saca una a la semana mínimo? Pues así, sin mucho interés, con mucha reiteración y mucha ‘oscuridad y violencia’ y sin que a nadie parezca interesarle lo enormemente ridículo que parece todo. Y es una pena porque si hubieran abrazado la estupidez al menos algo podríamos haber sacado de todo esto. Pero como no… pues nada, para planchar, dormir o tener de fondo. La especialidad de la casa.

¿Cuándo estuvieron de moda los vecinos peligrosos? ¿En los noventa? Es verdad que reaparecen aquí y allá siempre, pero hay una sensación de ser algo antiguo la mayoría de las veces. Que es el problema de este Coldwater (UK) en la que los nuevos vecinos resultan en el mejor de los casos… peculiares. Más aún en una historia en el que el marido protagonista en un marido y se merece lo que le pase, aunque aquí parece que nos quieren vender que es que está en crisis el pobre. Y por eso es incapaz de cualquier cosa, sobrecarga en todos los planos a su mujer y es capaz de liarla con un matón. Que el vecino peligroso le va a ayudar con el matón y luego van a pasar cosas ni lo dudas. Cómo lo resuelven es otro ejemplo de la inutilidad de la serie. Meh.

 

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Supongo que el éxito de Ghost es el que ha llevado a esta Haunted Hotel (USA), pero lo cierto es que para esto podrían haberle dado una -o dos, o tres- temporadas más a Deadendia. En fin, esto de aquí no deja de ser la sitcom de siempre con fantasmas, demonios y no mucha gracia. Pero supongo que por lo menos el que sea dibujos hace que puedan tener un algo de imaginación. No mucho, también os digo. Pero supongo que las series flojas es lo que caracteriza a Netflix ahora.

¿Es LEGO Star Wars: Rebuild the Galaxy: Pieces of the Past (USA) una serie nueva? Porque no lo parece. Supongo que porque el anterior Rebuild de Lego ya hacía estas cosas y poco o nada añade. Así que, bueno, presupondré que es una serie nueva pero para la siguiente me reservo el derecho a considerarla una parte de una antología o algo. Ojalá por lo menos hubiera mejorado el nivel. En fin.

Creo que lo digo casi cada vez que tenemos una serie turca por aquí pero… lo claro que podría haber sido esto una serie española. En este caso la historia de Platonik: Mavi Dolunay Otel (O)(TU) es la de una madre y sus dos hijas que tienen un pequeño hotel con encanto, uno del que no se quieren deshacer, así que el jefe de una… bueno, es de suponer que una empresa maligna porque no está claro para qué lo quiere… decide presentarse allí como un cliente más. Pero esto sería el resumen del piloto. Lo que no cuenta esto es que nos presentan toda una serie de personajes extremos, nos meten ovnis, adivinas, magia, iluminación personal y asuntos de belleza. No es que sea una serie romántica al uso -más bien una comedia con romance- y claramente abusa de los arquetipos, pero supongo que el que sea extrañamente cercana -y varias decisiones despepitadas- son puntos a su favor. Y ya veremos cómo siguen con esto, que tiene pinta de que lo vayan a convertir en algún tipo de título contenedor.

 


¡Libros que Salen! Ingalls, «Volver a casa», Al-Essa y más

¡Que entre la pila!

El safari de los Binstead de Rachel Ingalls, ed. Minúscula

Quiero creer que recordaréis La señora Caliban que Minúscula publicó hace unos años. Pues bien, este El safari de los Binstead tiene claros parecidos más allá de las igualmente claras diferencias. De nuevo tenemos a una mujer en el centro del relato, si en aquella era una mujer con la que su marido tenía un trato distante y la llegada de -digamos- un ser subacuático ponía patasarriba su vida aquí tenemos a una mujer en una relación que no va muy bien y a la que un viaje con su marido sirve para empezar a destacar, incluyendo un acercamiento a lo que podría ser una leyenda. Dos relaciones parecidas pero distintas, dos seres más allá de lo habitual y dos acercamientos. Como decía, parecido pero diferente. De entrada porque este juega más con el misterio, con el tono y el ambiente, con situaciones que podrían parecer ensoñaciones, casi oníricas para bien o para mal, y que, de improviso, nos muestran cosas concretas (hechos, personajes acciones) que van más allá del tono casi místico. Así que sí, vale la pena echarle un ojo.

Volver a casa de Chris Offutt, ed. Sajalín

Un nuevo libro de Offutt, pero esta vez uno de relatos. Que ya llevaba tiempo desde Lejos del bosque y más aún desde Kentucky Seco, y en ellos sigue contándonos historias de jóvenes que quieren irse y adulos que tienen que volver. Personajes que intentan salir adelante. Supongo que si a estas alturas habéis estado leyendo sus libros de Sajalín -o los de no-ficción de Malas Tierras– ya sabes por dónde van a ir. Y si no, bueno… un libro de relatos quizá sea un buen sitio por el que comenzar.

La biblioteca del censor de libros de Bothayna Al-Essa, ed. Fiordo

Con Zorba el Griego en un centro compartido con Alicia y Farenheit, entre otros ilustres títulos que claramente componen la obra, nos encontramos ante una distopía en la que una Revolución ha llevado a un totalitarismo que incluye la censura. Aunque, por supuesto, más allá de intentar borrar todo lo que la oficializada prohibe -desde lo anterior a la revolución a lo que consideran obsceno o ‘queer’- y que luego aparecen en sus sueños, y desde ahí la metaliteratura y, por supuesto ‘un autor llevando a otro autor’.

Corazón de almendra de Yasmina Khadra, ed. Alianza
Khadra continúa hablando de personas, alejado del policíaco de un primer momento, con esta obra sobre un joven muy pequeño. Tanto que su madre le repudió, tuvo que cuidarle su abuela y ahora que la edad hace estragos en ella la madre decide deshacerse del apartamento en el que este vive.

Los 39 escalones / Mantoverde de John Buchan, ed. Cátedra

Supongo que la primera de las dos obras es suficientemente conocida, bien por las adaptaciones al cine, bien por la obra de teatro, o por lo que sea. Una obra de espionaje con acción y aventura, propia de su tiempo pero también creando algunos de los modos y maneras de lo que vendría detrás. Y en esta edición de la colección Letras Populares la acompañan con una novela menos conocida, Mantoverde, la segunda de las aventuras del espía Richard Hannay. Así que parece una buena excusa para acercarse a ellas.

Me llevaré el fuego de Leïla Slimani, ed Cabaret Voltaire

El último de los libros de Slimani en su trilogía sobre la sociedad marroquí, siguiendo aquí a la tercera generación de los Belhach, nacida en los ochenta y aún enfrentándose a prejuicios y racismo, ofreciéndonos una conclusión -al menos de momento- que habla tanto del camino recorrido por las mujeres y familias como, por supuesto, de lo que aún tienen por delante.

Prende fuego de Jaqueline Crooks, ed. Colectivo Bruxista

Una historia de inmigración, con Londres a finales de los setenta, con la crisis y los disturbios como algo habitual. Con un club de reagge como refugio y una transformación con la música y la cultura como excusa para hablar de de temas políticos (de raza, de identidad, de clase…) logrando que esto que nos habla del pasado nos suene casi cotidiano.

Vida de Hannah Coulter de Wendell Berry, ed. Chai
Quizá a la gente le suene más como parte de la saga Port William, una serie de historias en una granja en la que se va contando la historia de las personas que estaban allí, trabajando en tiempo en los que sacarla adelante, el matrimonio, la guerra, las muertes y nacimientos, eran distintos. En un mundo que parecía estar acabándose y frente a otro que iba a nacer. Una suerte de naturalismo que puede parecer biográfico pero que en realidad es la constatación naturalista de otra época.

Antes vivíamos aquí de Marcus Kliewer, ed. Nocturna
La crisis de la vivienda también es cuando compras una casa en pareja y empieza a llamar gente a la puerta para decir que vivieron en ella, pasan para ‘enseñarla a sus hijos’ y comienzan las cosas extrañas a suceder. Tanto porque ocurren como porque vemos una sucesión de cosas que conocemos de otras partes.

Matsukaze (1, Clásicos del teatro Noh) de Motokiyo Zeami, ed. Satori

Comienza Satori su colección dedicada al teatro noh japonés con esta obra, casi un poema dramatizado, con un noble desterrado y enamorado… aún sin posibilidades de poder llevarlo adelante. Y se hace con un aparato ensayístico para explicar y contextualizar, e incluso con un plano del escenario para que podamos hacernos mejor idea… o tratar de representarlo.

¡Viva el Arroz! (Gutiérrez visita Valencia) de VV.AA., ed. El Nadir

Este año se celebró en la Universidad de Valencia una exposición sobre el semanario «Gutiérrez«, uno de los puntales de las revistas de humor que tuvimos entre los ’20s y los ’30s. Centrándose, sobre todo, en cómo K-Hito, el director de la publicación, organizó una serie de viajes para visitar las fallas. A partir de ahí la historia de los humoristas, de la revista y de esas acciones y actividades tan peculiares como las de esta caravana.

Compartir de Yotam Ottolengi, ed. SalamandraOtro libro más de cocina de Ottolenghi, aquí centrada según la versión española en esas recetas que se pueden compartir con los amigos y la familia. El título original es Comfort, así que puede ser lo mismo pero distinto. Supongo que a los seguidores de Ottolenghi tampoco les importará mucho mientras mantenga el nivel.

Luces, cámara y un crimen (4, Flavia de Luce) de Alan Bradley, ed. Alma

¡Por fin un libro nuevo de Flavia de Luce! Ha tardado un poco pero ya se han acabado las reediciones de Planeta y comenzamos con casos nuevos, comenzando por este en el que -claro- está presente el cine. Aunque no es lo único, porque también se acerca la Navidad, así que tenemos un rodaje una actriz muerta, una buena cantidad de misterio, problemas económicos y, en fin, la Navidad. Mucho con lo que lidiar a la vez, la verdad.

El laberinto de obsidiana (2, Runas) de Carlos Sánchez, ed. HarperKids
Pues aquí estamos de nuevo, con más aventuras de Chiri y Dai en un mundo lleno de magia, misterios y gofres.

Investigación en curso de Àngels Navarro y Jori Sunyer, ed. Combel

Tanto tiempo después de Caso abierto llega un nuevo álbum policíaco de Navarro y Sunyer con nuevos enigmas a los que enfrentarse. Lo mejor es echarle un ojo, por supuesto, pero si conocéis el anterior seguro que este os interesa. Y si no lo conocéis… aún estáis a tiempo.

Lola Lecae de Oriol García Molsosa y Andreu Llinás, ed. Bind Books

Cinco cuentos cortos con una niña traviesa y un tanto desastrosa que con humor y unas magníficas ilustraciones logra armar un estupendo libro para primeros lectores.

¡Uh-uh! de Georgette, ed. Combel

Un libro para jugar con los miedos, al menos con el miedo a la oscuridad, porque a lo largo de sus páginas los agujeros permitirán que usen su imaginación y se diviertan, venciendo a la intranquilidad mientras lo que hay realmente se va descubriendo.

¿Dónde está el hámster? de Takahiro Noda, ed. Tramuntana

Con un formato peculiar y un dibujo tan detallado como humorístico asistimos a un giro al clásico libro infantil de buscar. Porque aquí tendremos, sí, que buscar a un pequeño hámster cuando el niño encargado de su cuidado no lo ve. Y así irá por toda la casa, mirando dentro de espacios y ofreciendo una visión fantástica y humorística mientras buscamos al pequeño roedor… y también algunas otras cosas que se van sugiriendo. Y es que merece la pena echarle un ojo a las páginas interiores para comprobar cómo algo que parece lo de siempre puede ser diferente.

Nos leemos.


Comenzamos el repaso de esta semana con Breslau (O)(PL), una serie polaca que pretende que nos interese algo que se empeñan en que debería de sorprendernos o algo. Policías de finales de los años ’30 en Alemania. Por algún motivo ¿Y si un policía fuera nazi o tuviera que colaborar con los nazis? no parece ser una idea muy rompedora. Que lo pongan con los Juegos Olímpicos de 1936 hace un poco más, igual que el hecho de que sean polacos. Pero, vamos, es algo que acaba sonando a episodio estirado a serie, con poco original que mostrar y mucho menos que ver. Supongo que habrá alguien que encuentre de interés lo que allí muestran, pero sospecho que seremos muchos más los que nos hayamos aburrido antes del final del piloto.

De entre las cosas que no esperaba es que la versión alemana se llamara Call My Agent!: Berlin (O)(AL) y que Disney decidiera hacer poco menos que una copia del original francés. Es curioso cómo se ha podido caer en que una serie francesa, Dix pour cent, cuya única versión anglo es la británica Ten Percent. En el momento en el que la versión alemana tiene un título en inglés que es el que Netflix le puso para el mercado internacional te puedes imaginar el tipo de ‘plato recalentado’ que te vas a encontrar. Y, peor aún, que te acabas encontrando. EN FIN.

Tiene una cierta gracia esta Do You Wanna Partner (O)(IN), más porque se nota que lo están intentando a tope, con roturas de cuarta pared y comentarios arriba y abajo, pese a que el punto de partida -dos amigas quieren montar una empresa cervecera- pueda parecer que va a ser más de lo mismo -y, de hecho, a ratos pasa eso, que estamos muy acostumbrados a qué son y cómo van a ir estas ‘historias empresariales’ en las que la parte criminal acaba apareciendo con demasiada regularidad. Así que al menos esos puntos de gracias y un cierto distanciamiento irónico en lo que se está contando y cómo se cuenta logra que sea pasable y, en ocasiones, incluso un rato divertido.

Un exploit, eso es Dr. Seuss’s Red Fish, Blue Fish (USA). Porque cualquiera que se haya leído el libro sabe que los peces no tienen ni personalidad ni relevancia. Así que crear una dinámica de La Extraña Pareja y buscar aventuras cortas más o menos imaginativas… pues bueno. Supongo que siendo para peques es intentar atraer a… no sé, su padres o algo. En fin, podría haber sido peor pero está claro que estos intentos de exprimir licencias no tienen mucho recorrido.

Mi duda es si Eun Jung & Sang Yeon (O)(CS), o 은중과상연 o You and Everything Else o Tú y todo lo demás o…,  es solo un drama entre dos amigas en distintos momentos temporales o si se trata de un drama romántico. Porque lo segundo por lo menos algo de gracia le pondría al asunto. Pero… bueno… supongo que no soy el público de esta historia que nos cuenta los momentos de una amistad de dos personas que muchas veces no se soportan. Yo qué sé.

Ver The Girlfriend (USA) es como experimentar el Alien vs. Predator de las películas de Lifetime. A un lado tenemos a la Madre Manipuladora, al otro está la Novia del Infierno. En ambos casos se nos intenta ir dando justificaciones de sus comportamiento, pero también mostrando esas cosas extremas que hacen. Y lo que queda claro es que el tipo del centro está jodido. Aunque me da la sensación de que van a tratar de estirarlo dentro de lo posible para más de una temporada. Lo que no sé es si el título es un indicativo de cuál será el punto de vista predominante o qué. En fin, supongo que para cierto punto concreto, o en alguna siesta, lo mismo valdrá.

Supongo que si hay fanses de ‘soy una joven pero no tanto pero tampoco mayor y mi vida amorosa es un follón’ esta Halva Malmö består av killar som dumpat mig (O)(SU) le puede gustar. Supongo que dependerá de cómo les caiga la actriz principal, o la idea esta de ‘a esta edad aún no tengo pareja, cómo es posible, tengo que buscar a alguien’ y las subsecuentes idas y venidas del asunto. Yo qué sé.

No tenía yo muy claro cómo iba a salir este The Hospital (USA) y el resultado ha acabado siendo… bueno… si partimos de que es un ejercicio de comedia de improvisación de una serie de cómicos con un papel asignado y un marco concerto -un hospital- y a partir de ahí tienen que ir haciendo frente a lo que se encuentran… pues exactamente lo que podéis imaginar. Porque el asunto con el improv es que depende mucho de la capacidad de reacción no solo como tal sino como de tener ideas para llevar o extender la historia. Así que hay veces que sale mejor y otras que claramente no. Supongo que para los estudiosos del asunto tendrá más valor, claro.

 Voy a asumir que la adaptación del manga aún en curso Kaoru Hana wa Rin to Saku (O)(JP), o 薫る花は凛と咲く o The Fragrant Flower Blooms With Dignity o La nobleza de las flores o…., se debe a que es una obra romántica más o menos tradicional. Dos colegios (uno femenino, otro masculino), un joven de apariencia (que no fondo) amenazante, una joven de apariencia (ya empezamos con los japoneses) infantil, una pastelería, ¿puede ser más evidente? La verdad es que si esto tiene intención de ser algo más que… no sé, es un poco ridículo considerarlo Romeo y Julieta así que imagino que vale con ‘problemas adolescentes’. Así que eso es lo que tienes que estar buscando, o estar dispuesto a aceptar, imagino que valdrá.

Había buenas ideas -no suyas, pero buenas- en Keonpideonseu Maen KR (O)(CS), o 컨피던스 맨 KR o Confidence Queen o La reina de la confianza o…, una historia sobre un trío de timadores especializados en timar a gente mala -otros timadores, empresarios malvados, etc…- que nos recuerda inevitablemente a alguna otra serie… pero que da igual porque después de un extensísimo capítulo de presentación en el que parecía que no acababa nunca y que tampoco tenía mucho sentido lo que nos estaban contando descubrimos lo que querían hacer… y pasamos a otro demasiado extenso momento en el que deciden cambiar la estructura, meter a más gente y olvidar mucho de lo que nos han contado antes. Acabar el piloto en… no diré que en un cliffhanger porque eso sería otorgarle una capacidad de suspense mayor de la que demuestra. EN FIN.

Diría que no puedo creerme que Las Maldiciones (O)(AR) sea una serie de tres capítulos que en total no llegan a sumar dos horas. Aquello de ‘esta serie es una película’ aquí sería literal… si es que le interesara a alguien. Pero creo que sería más fácil ser una película nada interesante que la nada interesante serie que es. Sí, un político, una ley, una hija desaparecida, su mano derecha que lo mismo, y un secuestro por medio. Pero que… iba a decir ‘en tiempos’, pero no. Esto se sigue pudiendo contar mejor, en menos tiempo, sin necesidad de convertir en una serie algo que a duras penas podría dar para más de un capítulo. Porque si como serie no tiene sentido como película se podría haber acusado de ser un segmento estirado. En fin.

Supongo que Las Muertas (O)(MX) por lo menos servirá para que haya quien conozca o lea a Ibargüengoitia, porque no hay mucho de él en esta serie que coge el libro y lo convierte en la clásica serie de época violenta y sexual que se supone que es ‘serie de calidad’ y solo logra demostrar que la manía de reducir todo a un cubito premasticado acaba creando una uniformidad que a los críticos les puede venir bien pero que al espectador rara vez le sirve más que para poder expulsar antes lo que ya está predigerido.

Agradable y un tanto entrañable. Lo cierto es que Ratu Ratu Queens (O)(ID) es una precuela a la película, que no tiene mucho sentido, al menos para mí -hubiera sido más lógico continuar con lo visto en la película- y que nos muestra parte de la historia de las mujeres antes de llegar a donde las encontramos. Como digo, es encantadora pero no acabo de entender qué pretendían con esta historia que ya sabemos cuál es el mejor punto al que puede acabar llegando. En fin, supongo que la manía de las precuelas tiene esto. Y, al menos, tanto las actrices -que repiten su papel- como la historia logra ser lo suficientemente tiernas como para que resulte aceptable.

Una madre llega a un colegio nueva. Bueno, su hijo, pero nos entendemos. Y como no acaba de encajar comenta algo que ha leído… The Rumour (UK), vaya. A partir de ahí una nueva demostración de que tú sueltas a un guionista británico en el monte y vuelve de ahí con un thriller sobre secretos, pueblos y cosas mortales… más o menos pensado para la hora de echarse la siesta, como es este caso en el que lo que se cuenta y cómo se cuenta permite cabezadas entre medias sin perder mucha información.

Supongo que este genérico de serie que a ratos parece criminal, a rato de grupo policial, y otras veces directamente un NCIS ‘de prestigio’, este Task (USA) es -además de bastante aburrido- una sucesión de momentos subrayados, personajes que parecen todos sacados del mismo molde de galletitas y, en general, algo que parece desarrollado no solo a mayor gloria de Mark Ruffalo sino, de hecho, para sus fans. En fin.

Por suerte no todo ha sido aburrido esta semana, en Tempest (O)(CS), o 북극성 o…, logran estar bastante entretenidos con sus idas y venidas de lo que asumo que es un thriller bien político, bien de acción. Quizá ambos. Desde luego está claro que tienen un gusto por meter muchos personajes, probablemente para quitárselos de en medio luego. Pero logra que no sea tan confusa como podría y que, incluso, algunos destaquen. Así que aunque podría haber estado más… centrada… lo cierto es que es un buen piloto. De los que animan a darle por lo menos algunos capítulos a la serie.

Estoy genuinamente sorprendido para bien con Top End Bub (AU), y eso que no esperaba nada de ella. Continuación como serie de Top End Wedding, aquí los protagonistas de aquella se encuentran con una de las tramas más viejas del mundo: Una muerte repentina lleva a tener que hacerse cargo de un niño. Solo que aquí lo hacen con… menos humor que un cierto tono que va variando de lo ligero a o más dramático, con reacciones y personas a las que te puedes creer (al menos en una gran parte) y con una gestión sentimental que va más allá de los esperable al hablar también del impacto en la pareja, de la comunidad y sus lazos raciales (algo que en parte recuerda a temas de la película), y lo hace creando algo que aunque obviamente duro también demuestra que los dramas se van superando y que desde una perspectiva de comprensión y calidez se pueden tratar también temas complejos.

La enésima serie que parece montada en una fábrica: Vampirina: Teenage Vampire (USA) tiene a adolescentes llegando nuevas a sitios, competiciones de cantar, secretos y…. sí, la protagonista es una vampira que por primera vez se aleja de su familia. En fin, que se nota que saben lo que hacen pero no está claro si porque son todas iguales, porque las han hecho muchas veces o si realmente había alguien detrás intentado crear algo realmente propio. En cuyo caso debo decir… que no lo ha logrado.

Una cosa tengo que decir de este Weather Hunters (USA) y es que Al Roker, algo así como el meterólogo estrella de la televisión USA, ha sabido canalizar su fama para lograr una pequeña y agradable serie infantil con la que explicar al público infantil las particularidades del clima y sus fenómenos metereológicos. Una buena iniciativa que, claro, hay que entender en el contexto de a quién van dirigidos estos capítulos.


¡Libros que Salen! Iglesias, «Lo que no se ve», Armfield y más

¡Que entre la pila!

El diablo te lleva a casa de Gabino Iglesias, ed. La Biblioteca de Carfax

Una novela oscura, llena de violencia, en la que un hombre que ha pasado por un infierno personal con la enfermedad y muerte de su hija que lo ha dejado roto emocional y financieramente acaba en un trabajo desagradable del que puede salir rico o muerto, o puede que ambas cosas. Porque el ganar el premio Stoker y el Jackson a novela no significa que el terror no pueda venir de dentro.

Lo que no se ve de Cristina Fernández Cubas, ed. Tusquets
Nuevo de libro de Fernández Cubas. Y espero que sea realmente nuevo como ellos dicen y no la recopilación de lo que hayan encontrdo aquí y allá. Porque siempre será bueno tener más relatos de Fernández Cubas, una de las mejores cuentistas en español. Así que espero que este sea un buen libro, inquietante, profundo, variado, con una visión propia pero también con una humanidad que juega con la misma ambigüedad de esas historias en las que el cambio ominoso acecha.

Ritos privados de Julia Armfield, ed. Sigilo

Armfield nos trae aquí una historia de tres hermanas. Distanciadas entre ellas y también de su padre, con cuya muerte comienzan los movimientos por una herencia inquietante y con un destino casi ominoso, una forma de reinterpretar la crisis familiar dentro de la novela gótica y el fantástico -este mundo no es el nuestro, aquí ha llovido tanto que ha cambiado la forma del mundo y también de muchas de sus formas de trabajar- porque más allá de lo inquietante hay una mirada al duelo, la familia y las contradicciones, como si estuviéramos ante su particular giro a partir de El Rey Lear. Desde una perspectiva actual, queer y en el que hay, entre tanto dolor, incluso algún hueco sutil para el humor.

El curioso caso de Mary Mallon de Anthony Bourdain, ed. Gatopardo

Una historia sobre la mujer que fue considerada causa del contagio por tifus y cómo no siempre la historia nos ha contado todo, en una recreación que comienza por su llegada como emigrante desde Irlanda, sus problemas para encontrar trabajo, con el paso a distintas cocinas insalubres y cómo una epidemia acabó poniéndola en el centro de la opinión pública mientras los magnates de la prensa le daban al amarillismo de lo que entonces se llamaba solo ‘sucesos’. Por todo esto pasó un experto en escritura y cocina como Anthony Bourdain, y este es el título que recupera ahora Gatopardo para que nos recuerde que ser cocinero puede ir más allá de cocinar, y que no siempre las cosas son como nos han contado.

Cuentos del folklore ainu de Basl Hall Chamberlain, ed. Interzona

Experto británico en Japón, el académico e investigador que pasó en el país desde el último cuarto del S. XIX, Chamberlain nos presenta aquí una recopilación que hizo de relatos orales del legado ainu, el grupo étnico indígena que poblaba en Japón Hokkaidō y el norte de Honshu, así como las islas Kuriles y la zona sur de Sajalín en Rusia. Uno de los antiguos pobladores de Japón y Rusia, por tanto, y como tales con un rico legado en mitos y leyendas que aparece parcialmente recogido aquí.

El viaje del príncipe Takaoka de Tatsuhiko Shibusawa, ed. Quaterni

Toda una obra particular esta que nos llega, con un autor que fue escritor y traductor, ensayista, figura del underground japonés, con un gusto por lo bizarro, recuperado desde su publicación original en los ’80s, una historia de fantasía sobre un príncipe japonés convertido en monje que va en peregrinaje a India. Durante las cuales se encuentra con seres extraños -simios blancos, mujeres-pájaro, un hombre con cabeza de perro- y particulares aventuras, comentando la belleza, superando peligros y usando todo esto para explorar su particular gusto por lo extraño, lo bello y lo humorístico. Una obra particular, sin duda, que llega a España.

Lady Ludlow de Elizabeth Gaskell, ed. Alba

Con una atmósfera cercana a la de Cranford (menos irónica, pero aún con un tono de cierto humor) y toda una serie de peculiares personajes alrededor de la Lady Ludlow del título, una noble chapada a la antigua que recoge a la narradora en su comunidad de señoritas de compañía. Estos años de senectud de la noble, y su renuencia a unos cambios ‘modernos’. Una anciana que, pese a eso, tiene un buen corazón, igual que los personajes alrededor son en su mayoría así, con sus decisiones y metas, en lo que acaba siendo un libro entrañable.

Agua negra de Joyce Carol Oates, ed. Fiordo

En el año 1993 Ediciones B publicó por primera vez esta novela, escrita el año anterior por JCO. Se trata de una versión del incidente en el que Ted Kennedy acabó en el agua en Chappaquidick, que acabó con la muerte de su secretaria. Ella sería la narradora y la responsable de la claustrofóbica narración. Y, como pasa en tantas ocasiones, si no lo pillaste en su momento este puede ser un (buen) momento.

Archipiélago de Mariana Enríquez, ed. Ampersand

Es curioso cómo este nuevo libro de Enríquez, un repaso por su formación lectora hablando de sus libros favoritos, de las conexiones con las lecturas -editoriales, revistas, canciones- y que retratan los particulares noventa de la autora. Supongo que es uno de esos libros que algunos escritores quieren realizar y a otros les resulta sencillo, pero lo importante -supongo- es que la gente sepa que existe. Quizá así se siga cumpliendo aquello de que un escritor lleve a otro escritor.

El crimen de Sophie Crows de Sarah Yarwood-Lovett, ed. Newton Compton

Supongo que para lo que más ha servido el éxito de los ‘cozy crime’ es para que se lancen más colecciones en España -bueno, se traduzcan, que no parecen estar tan por la labor de publicar de aquí-, en este caso le toca a Nell Ward, una ecologista que acaba como sospechosa de un asesinato y, por supuesto, como investigadora del mismo. Parece que también hay triángulos amorosos, identidades secretas y todo lo demás así que… bueno. Yo digo que ha salido y supongo que suficiente es.

Cómo desaparecer completamente de Mariana Enríquez, ed. Anagrama

Pensaba yo que Anagrama ya habría publicado esta novela, la segunda que escribiera Mariana Enríquez hace más de 20 años. Pero no. Un joven marginado lee los diarios de su hermano -que se ha marchado a Barcelona- en medio de una familia más allá de lo disfuncional, y en el que los deseos, el underground más mainstream y una cierta sensación de ser original -y que parece un eco del Kronen– lleva a esta obra a la que se le notan los años.

Dishoom de VV.AA., ed. Neo-Cook
Un libro de cocina tradicional y casera pero no ya de cocina india sino, en concreto, de cocina de Bombay. Reuniendo Kavi Thakrar, Naved Nasir y Shamil Thakrar con la idea de mostrar el amor tanto por la ciudad como, por supuesto, por su comida.

Juvenilia de Jane Austen, ed. Gran Travesía

Parece que siempre hay alguna cosa, en este caso un recopilatorio de las piezas juveniles escritas por Austen. La mayoría son cortas aunque hay algún inicio, algún boceto, alguna poesía… Más una curiosidad que una obra completa o formada. Pero supongo que esta es para los fanses.

Asesinato bajo el muérdago de Robin Stevens, ed. Alma

Pues aquí estamos, una nueva aventura, la quinta ya, de las aquí llamadas Club Secreto de Detectives y en inglés Murder Most Unladylike. En este caso nos encontramos con, por supuesto, navidades. Dos días antes de Navidad, de hecho, con un crimen que dicen que fue un accidente, adultos, otra agencia de detectives y, en fin, lo esperable en estos casos.

El extraño y otras historias de Gou Tanabe con adaptaciones de H.P. Lovecraft, Chéjov y Gorki, ed. Planeta de Cómic 

El éxito de las adaptaciones de Lovecraft de Tanabe ha llevado a esto, un recopilatorio que no solo tiene El Extraño, también La casa con entresuelo de Chéjov y Veintiséis hombres y una muchacha de Gorki. Y, además, una historia de fantasmas japonesa: Ju-Ga. Así que tenemos los dibujos de Tanabe para reflejar esa extrañeza de tantas fuentes distintas.

Dororo de Osamu Tezuka, ed. Planeta Cómic

Parece mentira que hace no tanto tiempo saliera en versión de bolsillo -bueno, un decir- y ahora tengamos esta otra edición de 40 € con tapa dura. En fin. Al menos es un entretenido manga sobre un joven que tiene que enfrentarse como samurai a 48 demonios para recuperar su cuerpo. Más o menos. Y lo hace junto a un ladrón. Y se enfrentan a peligros y… Creo que os hacéis a la idea.

Hay algo en el sótano de Ben Hatke, ed. Astronave

Otro de los nombres más que conocidos del cómic infantil, a Hatke le conocemos por las aventuras de Zita o las de El Temerario Jack… pero no solo. Y aquí tenemos otra de esas historias sueltas, con un joven que no quería ir al sótano de la casa nueva a la que se acaban de mudar , pero no tuvo más remedio que hacerlo buscando un calcetín rosa de su hermana pequeña, y así es como comenzó esta aventura. Porque en el sótano hay un portal a un mundo mágico, y también hay… cosas. Así que entre la aventura con una meta (el calcetín) y unas cosas… extrañas y no siempre agradables… debe aprender a confiar, hacer amigos, trabajar en equipo… Ya sabéis, como en una de esas películas infantiles de los ochenta.

Invocando a Saskia de John Moore y Neetols, ed. Astronave

Un joven que vive con su abuelo y tiene problemas en el instituto decide hacer lo esperable: Invocar el espíritu de su madre para hablar con ella. Lamentablemente lo que hace es invocar el espíritu de una niña tirando a insoportable. Acompañado de un gran dibujo que usa los grises y el color para diferenciarlo, una historia corta, pero en la que da tiempo a hablar de la muerte y cómo se llegó a ella, de los distintos mundos que habitamos, incluyendo el internetero.

La noche abisal de Lee Knox Osertag, ed. Astronave

Una joven que está en el instituto pero tiene que vivir una vida de adulta, cuidando de su abuela, trabajando a tiempo parcial y sin tiempo o ganas de fiesta o relaciones serias. Hasta que una amiga de la infancia vuelve al pueblo. Lo hace por motivos propios pero también por un recuerdo de la niñez. Uno oscuro. Porque, al final, los secretos guardados -propios y ajenos- son los que van tras la gente, dispuesto a morderles. Así es esta obra de Lee Knox Ostertag, autor al que conocemos de sobra y que aquí hace uso del estilo de dibujo y los colores para contarnos esta historia de crecimiento, amistad, amor y comprensión.

La artista de Ed Vere, ed. Coco Books
Una joven está encantada creando su arte, así que se lanza a compartir su arte con el mundo y, por el camino, descubrirá que no hay reglas o normas más que los propios, que se cometen errores y que hay que buscar, soñar y encontrar la belleza que consideramos. Y lo hace con unos dibujos tan encantadores como el de la portada.

Nos leemos.


A los ingleses pocas cosas les gustan más que los docudramas, qué os voy a contar que no haya dicho ya mil veces. Así que este I Fought the Law (UK), que es un lado de una historia como podría haber sido el contrario de otra, presentándonos a una madre coraje que logró un cambio en las leyes blablablabla… pues supongo que le gustará a los ingleses y, por supuesto, a los que quieran ver madres sufriendo mucho porque la justicia blablabla. Al final estas cosas acaban pareciendo películas de Lifetime sección Basado en hechos reales más o menos estiradas.

Hablando de cosas que hemos visto mil veces, este The Guest (UK) arranca con una mujer de clase alta despidiéndose -o algo- de su asistenta. Poco después convence a otra mujer de que ocupe su puesto, y comenzamos con el clásico ‘gato y ratón’. Pero, claro, hecho de una manera tan ridícula que es difícil saber si es que ya han pillado los rieles de lo formuláico o no quieren ni esforzarse. Un ejemplo tonto: La Señora le dice a la Asistenta que el pabellón para invitados no se usa, no hay nadie ahí nunca y no hace falta que se acerque a limpiar allí. Cuando la segunda mira para allá ve como una mano retira una cortina y hay lo que parece una cabeza de alguien mirando. ¡Como si fuera esto los payasos de la tele! Así que bueno, al menos al hacerlo la BBC y no Netflix es un poco menos para tener de fondo mientras haces cualquier otra cosa, pero solo un poco menos. Porque ya hemos llegado a ese punto en el que estas cosas no parecen tener solución.

Es curioso cómo muchas veces lo que funciona es hacer lo de siempre pero hacerlo bien. Un clásico bien ejecutado, como es el caso de Lynley (UK), significa que no va a ofrecer ningún giro pero que, además, no le hace falta. Una pareja de detectives distinta entre sí, un asesinato en un sitio campestre que de para hacer planos bucólicos, y hora y media por caso. Películitas de investigación que para los franceses son Asesinato en… y que aquí tenemos en una versión UK más cercana a estos que a Midsommer, pero tampoco muy distintos. No es más. Pero, y esto es lo importante, tampoco es menos. Los investigadores principales están bien como equipo y con el jefe, el drama personal está en niveles razonables -al menos de momento parecen haber dejado las partes más complicadas de los libros de Elizabeth George fuera de escena para ‘simplificarlo’- y la investigación es lo que les interesa. A veces no se pide más, porque tampoco se pide menos.

Juntar a un actor acusado de manera reiterada de acoso sexual y a una actriz que interpreta a la ex-agente de un país genocida parece que no es la mejor idea, NCIS: Tony & Ziva (USA) demuestra que tampoco tenían nada que contar. Pero los personajes de la ficción tenían seguidores así que podían moverlos a una chorrada de espías y problemas que no se agarra por ningún lado. Pero que está pensada más para buscar ese público irreflexivo que quiere a sus personajes favoritos que a cualquier otra gente nueva. Luego se sorprenderán de que el público no está interesado en estas propuestas.

No tengo nada bueno que decir de The Paper (USA) porque incluso el poco tiempo que dura se me ha hecho larguísimo, lleno de todo tipo de cretinos, con un humor pedestre y copias de cosas que hemos visto mil veces mejor hechas. Solo eso -jugar a ver qué han saqueado de series muy superiores como Abbot Elementary – ha logrado mantenerme un mínimo de cordura ante la tortura que ha sido sufrir todo este piloto. Confío en que dure muchos años para que así sus responsables estén ocupados sin tiempo de hacer más pilotos. Nunca, a ser posible.

Esto de The Runarounds (USA) es una chorradita de adolescentes que quieren tener una banda que podría haber sido de Disney o Nickelodeon si hubieran decidido ir a por un público cinco años mayor. Es hilarante verles intentar que creamos que estos son ‘adolescentes normales’ cuando siguen con la clásica americanización, quizá no sean modelos de ropa interior pero sí que lo son de catálogos del supermercado de su pueblo, uno los compara con los adolescentes normales que sacan los ingleses cada vez que les da la gana y no puede más que maravillarse de lo metida que tienen la idealización icónica en USA. Por lo demás, como decía, la clásica chorradita de un grupo de chavales que les gusta la música y quieren montar un grupo. Ya no estamos en los tiempos de California Dreams pero porque ahora hay más cámaras y dineros. Aunque sea solo porque, como digo, esta es una serie de Prime. Aunque por espíritu podría haber sido de otros mucho sitios.

Hablando de caras b, este Suga (O)(PB) parece un spin-off de esas series de moteros que tuvimos hace unos años. Un poco más sórdida, quizá, pero tampoco demasiado. Simplemente la demostración de que entre lo que se considera más sórdido en Europa y en USA no es lo mismo. Supongo que habrá a quien este submundo dentro del género criminal le parezca interesante. Todo lo del honor, la familia y las motos. El tener que elegir entre una empresa criminal en la que parece que se habla mucho de honor pero hay sobre todo traición, y una familia que ha sufrido todo eso -claro- así que, bueno, si alguien quiere una versión más oscura y descarnada -y con un reparto menos bueno, añadiré- de Sons of Anarchy supongo que por fin ha llegado su oportunidad.

 

Como si alguien en el centro cultural hubiera decidido montar una representación teatral de una de las películas de asesinatos de Hallmark, esta The Sunshine Murders (UK) llega con una serie de actrices que parecen estar hablando en su segundo idioma, un guión ciertamente limitado y la sensación de que necesitaban más dinero. En parte, supongo, porque esta serie de asesinatos es neozelandesa pero se mueve entre Chipre y Grecia, con una granjera de ovejas que viaja a Atenas a buscar a su padre y se acaba encontrando a una hermanastra que es inspectora de policía. O detective. O algo así. Total, que resuelven asesinatos y buscan a su padre, ¿qué más podrían pedir? Quiero decir, además de más presupuesto.