He estado por titula esta columna «Violación, Atropello, Pancakes». Y es que escribir sobre la actualidad televisiva a veces significa dejarse llevar por las últimas broncas ocurridas. Bien sea para tomar partido, reflexionar sobre ellas o tratar de explicar cómo hemos llegado hasta dónde.
Mientras vemos algunos temas ir moviéndose y creando alteraciones como los bailes de presentadores de Late Shows que aumentaron ayer tras el estreno de Last Week Tonight de John Oliver, otros parecen ir calmándose. O, al menos, teniendo que tomar una resolución.
Lo que parece que abunda, sin embargo, es una cierta violencia televisiva. Pero no tanto en el interior de los programas -que ahí ya podrían aplicarse más y mejor, aún admitiendo que Banshee o Arrow hacen lo que pueden- como en su trato hacia la sociedad que recibe sus emisiones.
La más gorda de las broncas recientes viene de Juego de Tronos. Procuraré hacer el menor destripe posible, dado que no es tanto un asunto de trama como de opción adaptativa. En los libros se nos narra encuadrada en una escena de por sí malsana un encuentro sexual consentido que parece buscar aumentar más aún el efecto de desagrado de la escena a la vez que mostrar la interacción privada de dos personajes. El problema ha venido de que en la serie lo que se nos mostraba como «sexo consentido» ha sido adaptado a «violación».
Aquí hay que ser claros. La bronca subsiguiente no ha sido por mostrar una violación, ni por hacerlo en toda su crudeza. Incluirlas puede tener su razón de ser. Mostrarlas es un recurso que puede resultar más o menos justificado y razonable. Pero, ¿cambiar algo que no lo es por algo que sí?
Aceptando que adaptar siempre es cambiar y que a veces esos cambios no son precisamente a mejor ni -como es el caso- respetan a los personajes tal y como originalmente estaban concebidos, no ha sido esa la queja principal estos días. Sí, ha habido seguidores que se han quejado por el cambio. Especialmente por el que se realiza sobre el violador.
El problema es que la serie ha demostrado en el pasado una querencia por las violaciones, incluso por aquellas que no estaban incluidas, que ya ha sido denunciada en temporadas anteriores. La noche de bodas de Daenerys con Khal Drogo pasa a ser la -espinosa- primera vez de una joven a una suerte de violación. Melisandre hace algo parecido a una violación -entre otras cosas- a Gendry, y a Theon le han hecho de casi todo. En todos esos casos sin estar presente en el texto originalmente.
Podríamos decir que el problema no es con las violaciones a mujeres sino con las violaciones en general -si bien esta es una serie tramposa, de vez en cuando suelta algo de carne de hombre para tratar de disimular que a menudo lo hace con la de mujer- de manera que, ¿por qué? ¿Qué necesidad había?
La explicación quizá más sencilla, teniendo en cuenta que GRR Martin, autor y asesor de la serie, se ha manifestado en contra y que nadie en el equipo técnico o artístico parece tener una buena razón o acordarse si quiera de cómo se les ocurrió la idea, es que sea un automatismo. La búsqueda de un mayor impacto mediante uno de los recursos más fáciles del manual.
Sí, fáciles. No porque parezca que hay guionistas que poco más saben hacer con las mujeres. O que cuando lo hacen con los hombres tiene un componente más exagerado en lo cómico o lo dramático que en muchos casos añade un punto de homofobia. Hasta el punto de que la serie que más en serio se ha tomado la violación de un hombre a manos de una mujer en los últimos años es Glee!, que trató de explicar que sí pasa y que no debe ser recibido como una suerte por parte de los engorilados espectadores a los que se les confía.
Por contra en The Americans, además de una mala actuación magnífica, hemos comprobado cómo sexo consentido dentro del matrimonio planificado y rodado de la manera correcta podía resultar más espeluznante. Pero, claro, para todo hace falta talento.
Lo bueno de la reacción ocurrida es que quizá se lo piensen la próxima vez. O la próxima serie que lo haga. Pero, sobre todo, que puede ayudar a que la gente recuerde que hay que cuestionarse los motivos de que se tomen las decisiones. Y quizá también el de que nos parezca perfectamente normal haberlas tomado.
Mientras tanto, en España parecían decididos a superar cualquier muestra de mal gusto procedente del extranjero. ¿Recordáis el lío de los canales que sobraban de la TDT? Uno de esos sindioses propios de la adjudicaciones de los gobiernos, he hablado sobre el asunto -si bien no de manera exclusiva- tanto en esta columna como al tratar la evolución de la TDT en esta otra, de manera que mientras iba viendo caer canales tomaba notas a la espera de dos cosas: Que se hubieran eliminado definitivamente todos los sobrantes dejando un panorama claro y que el gobierno tomara alguna decisión. Para esto último me había recostado tranquilamente en un sofá con comida y bebida en abundancia.
Pero, hablando de bebida en abundancia, resulta que las cadenas, bueno, los conglomerados, han decidido contraatacar. Aún me cuesta entender que tengamos 6 cadenas en abierto y sean todas del Gobierno y dos grupos como para tratar de entender la ridícula cantidad de cadenas destinadas a la nada más absoluta de la TDT. Pero resulta que en vez de alegrarse por no tener otros dos canales que mantener a base de reposiciones de lata y cero innovación.
Recordemos que de los afectados ya habían cumplido Veo TV (Grupo Uniedisa. Por entendernos: El Mundo) acabó con su relación con Mediaset en MarcaTV y con el canal de pago AXN y los de Net TV (Grupo Vocento. Vamos, el ABC. Sí estas dos adjudicaciones venían de la época de Aznar.) se ha deshecho de Intereconomía TV -total, por no pagar- y de MTv España, que pasaba de nuevo a Cable Básico.
Quedaban aún las dos de Mediaset y las tres de Atresmedia/Planeta que tenía sus dos de turno y uno de La Sexta. Al final han caído La Siete y La Nueve del primero y Nitro, Xplora y La Sexta 3 del segundo. ¿Que cómo se lo han tomado estos dos gigantes que pierden dos pero siguen teniendo cinco -Los primeros con TeleCinco, Cuatro, Boing, Divinity, FDF y los segundos Antena 3, La Sexta, Neox, Nova y -alquilado- GolTV– ?
Pues como cualquier persona que llevara años disfrutando de una concesión ilegal a la que un tribunal ha obligado a cumplir la ley después de pasarse años demorando de la aplicación de una sentencia firme.
Atresmedia dice que «El Gobierno nos obliga» porque nadie ha debido de avisarles de que el Tribunal Supremo era el que había dictado sentencia y que lo que se esperaba de ellos era que cumplieran la ley. Resultaría increíble pensar que la libertad de expresión puede haber tenido algo que ver con esto, no ya por tratarse de un grupo de palmeros sino porque los canales eliminados poco podían incomodar al Gobierno.
En cuanto a Mediaset… pues lo esperable, otro ejercicio repugnante que no contento con obviar también que es una sentencia judicial -lo poco que les gusta a los grupos de comunicación cumplir con la ley- han decidido tirar por la mala tecnología y el drama facilón. añadiéndole un «Entre todos las mataron» que clama al cielo. ¿No fue un accidente entonces? ¿Ha sido un asesinato? ¿Y quienes son ese todo? Porque podríamos pensar que El Gobierno y Los Jueces, pero entonces también habría que añadir a la persona que le dio a los conductores la foto de los que tenían que morir. Esos y no otros habían sido los elegidos. Pero que parezca un accidente. Sí, es un Entre todos porque el que ha señalado con el dedo ha sido Papá Mediaset en persona. ¿La llamada de teléfonos es del Hospital para comunicarles la muerte o de los sicarios para dar fe del trabajo realizado?
En ambos casos torpes ejemplos no ya del habitual mal gusto de los segundos y las ganas de manipular de ambos, sino del intento de usar la falta de información -que ellos mismos han promovido, faltaría más- y el sentimentalismo más barato creando su propio storytelling gomoso, porque, claro, lo mismo si tenían que reconocer en público que recibieron favores del gobierno –Zapatero en ese caso- que un grupo de jueces ha decidido que eran ilegales tenía que caérseles la cara de vergüenza por haberse pasado cuatro años aprovechándose.
Por eso se recurre, también aquí, a lo facilón. -lógico, limitas tus series semanales a la mínima expresión y luego no tienes un equipo que pueda crearte algo más decente-, en un último intento de demostrar al Gobierno que se pueden poner en su contra. Uy, sí, qué miedo. ¡Pero si hasta El Intermedio ha aprovechado para hablar de una campaña de Vertele en Change!
Soy el primero que apoyaría más canales de televisión o el regreso de los que ya se han ido, siempre y cuando se modificara el contenido con unos mínimos de emisión obligatorios. Si se hubiera puesto como en el caso británico original unos mínimos de producción propia en ficción, de informativos, de programación cultural, de programación infantil y apoyo al cine, si se hubiera regulado y perseguido el cumplimiento. Entonces sí sería no a necesario sino imprescindible que volvieran. Xplora. MarcaTV o LaSexta3 estaban más cerca de tener un propósito que los demás. pero para tener el batiburrillo de MTv o Nitro, o -sobre todo- los refritos de la 7 y la 9, los morosos de Intereconomía y canales de pago por visión como AXN… casi que nos quedamos como estamos, se establecen unos espacios de emisión razonable, se trata de arreglar el desaguisado con la publicidad -a ver si algún día entienden que «emitirse en muchos canales» no es lo mismo que «llegar al público»- y se racionaliza el panorama televisivo gratuito española. Aunque no creo que eso lo lleguen a ver mis ojos.
Total, ni la creación de los canales tuvo ningún sentido -como ha dejado claro el Tribunal Supremo, que parece mentira tener que insistir; si su programación parecía tener un criterio, ni su desaparición importa realmente. Lo que demuestra la perspicacia de uno de los grandes momentos de una de las más grandes series recientes:
Nobody belongs anywhere.
Nobody exists on purpose.
Everybody’s going to die.
Come watch TV.