Que suerte y qué agradable sorpresa es este Dead to Me (USA). Menos mal que dentro de la avalancha de títulos de Netflix sigue funcionando ese lanzar puñados de spaghetti a ver si alguno se pega. Porque a veces lo hace. ocurrió con Russian Doll, con Special, y ahora con este Dead to Me. Una serie que puede recordarnos a ese Sorry for Your Loss que estrenó el año pasado Facebook, o con Go On. Pero lo cierto es que sólo tienen en común el punto de partida y, quizá, algún rasgo. Porque a la unión de los aspectos dramáticos de Sorry… y los cómicos de Go On añaden, además, unas líneas de intriga que les sirve para ir alternando -y alterando- personajes y situaciones. Todos ellos cercanos y reconocibles, además. Esto, junto a la corta duración de los capítulos y una estructura en trama y personajes que recuerda por momento a las series inglesas, logran una pequeña historia magníficamente ejecutada.

Estoy muy contento con Games People Play (USA) porque demuestra una vez más lo buenas que son las cadenas afroamericanas para hacer dramas de corte telenovelesco. En este caso adaptan un libro, pero es más que eso, es cómo se centran en tres mujeres (el título original era Divas y no People, estoy decidiendo aún si el cambio es a mejor o a peor) para contar la historia. Sobre todo porque dos de ellas parten de puestos contrapuestos. Una es una mujer que dejó sus estudios de derecho para ser mujer de un jugador de baloncesto, la otra es una groupie que está intentando montarse una carrera como influencer -o algo- acostándose con famosos. En medio hay una periodista dispuesta a todo con lazos con ambas y un nuevo puesto de trabajo que hacer que funcione. Y, de fondo, una última mujer, una que no puede decir nada porque, en fin, está muerta. No es que su aparición sea lo que pone en marcha una trama que ya está llena de peripecias, idas y venidas desde su inicio, pero sí la que ofrece un hilo conductor que parece que seguirá al menos esta temporada. Todo esto y un par de situaciones y secundarios más -maravillosas las Esposas de Baloncestistas, brillantes los asociados a la periodista- que logran crear un mundo y una historia que sigue los momentos clásicos de estas tramas para ofrecernos un gran producto. Entiendo que su público objetivo es otro, pero espero que llegue a más gente.


No sé cuánto tiempo más van a seguir las generalistas buscando El Nuevo This Is Us pero confío en que pronto haya otra tendencia porque no sé si mi capacidad de aguante da para mucho. En el caso de The Red Line (USA) no sólo nos están vendiendo una serie de cosas difíciles de aceptar, además han redoblado la ñoñería del original. Y el almíbar. Y el reparto no está haciendo tampoco demasiado por arreglarlo. Yo qué sé. Supongo que si hay gente capaz de comer merengue a cucharadas también la habrá de ver series como esta en la que lo más notable es ver que han levantado el veto a Noah Wyle para las generalistas. Que para esto se podía haber quedado en casa, pero bueno.

He aquí una serie para la que no soy en absoluto público objetivo. Entiendo que Tuca & Bertie (USA) será un éxito porque une rasgos de Broad City con series animadas como Regular Show. Supongo que la idea es, además, ir acercándose a BoJack Horseman. No sé. A mí no me ha parecido gran cosa, pero entiendo por qué. No es mi tipo de humor. Sospecho que para los que sí se convertirá en una serie de referencia.


La droga de la semana en Netflix recae en el speed, porque Undercover (O) (BE) ofrece una versión de agente infiltrándose en organización criminal pero esta vez en Bélgica y con fabricantes de pastillas. La obra es bastante genérica y si bien no tira tanto de Narcos como uno -yo- podría llegar a temer no significa que esté libre de los tics que tanto está cultivando la web de streaming en sus productos gemelos. En fin.