¡Vamos con las recomendaciones!
– Supersaurio de Meryem El Mehdati, ed. Blackie Books
Meryem hace a la vez un repaso y un retrato de la vida irreal. Desde el trabajo al amor pasando por los fanfics y supermercados, con una mezcla de humor, melancolía y rabia, y tratando también la situación real de la vida en Canarias más allá de esas ideas para turistas. Lo que está claro es que lo da todo.
– Panthers y Museo del Fuego de Jen Craig, ed. Pálido Fuego
Esta nueva dirección de Pálido Fuego a publicar también mujeres nos está dando muchas alegrías, como esta historia en la que lo metaliterario sirve para que el libro central haga que la narradora evoque su propia vida, sobre todo la comparativa con la autora, que salta en dos direcciones, tanto hacia los momentos perdidos y las ilusiones rotas como hacia la decisión y casi necesidad de crear.
– La hipótesis del amor de Ali Hazelwood, ed. Contraluz
Una gran novela romántica, con bastante de comedia, que habla de científicos tomando (¿malas?) decisiones y de amores fingidos que son algo más que reñidos. Una historia que puede sonarnos pero que logra parecernos no solo nueva sino, sobre todo, muy divertida.
– El país del humo de Sara Gallardo, ed. Malas Tierras
Pues ha costado, pero aquí está el único libro de relatos -que sepamos- de Sara Gallardo. Ahora a disfrutar de su escritura y ver qué tal le sentaban las distancias cortas, aunque estoy seguro de que bien.
– Lonesome Dove de Larry McMurtry, ed. Valdemar
Valdemar ha recuperado en su colección Frontera nada menos que Lonesome Dove o Paloma Solitaria de Larry McMurtry. Un título fundamental del western moderno que quizá conozcáis por la miniserie del mismo nombre pero que tiene tanta entidad propia que ganó multitud de premios, incluyendo el Pulitzer, cuando se publicó en 1985. Una historia que puede parecer a ratos errática pero que cuenta primero la vida en un rancho despoblado y después una idea dudosa que lleva a los vaqueros a intentar viajar con su ganado a Montana. Una obra monumental de una 850 páginas que en esta versión de Valdemar va a llegar hasta las 1136. Así que tengo muchas ganas por ver cómo sale su edición.
– Yo, Tituba, la bruja negra de Salem de Maryse Condé, ed. Impedimenta
De memoria -tomadlo, pues, con su distancia- diría que este es el libro de Condé que más veces hemos visto publicado en España. De manera comprensible, porque ofrece una mirada distinta a los juicios de Salem que une la historia conocida sobre el tratamiento a las mujeres, las acusaciones por brujerías y, en este caso, la mirada al racismo de la época. Una gran manera de familiarizarse con ella.
– Los conspiradores de Jorge Ibarguengoitia, ed. Menoscuarto Que bien tener otra vez a Ibargüengoitia por aquí, en este caso con su última novela que quizá os suene por el otro título con el que se ha publicado: Los pasos de López. Once años llevábamos sin ella. Y, como siempre, personajes llenos de humanidad y una trama con propensión a ir complicándose, entre enredos y problemas, que esta vez habla sobre las revoluciones, los olvidados y los que acaban arriba. A ver si hay suerte y esto significa que se van recuperando más obras del mexicano.
– Rumbo a ti de Beth O’Leary, ed. Suma
Nueva obra romántica de Beth O’Leary, esta vez con un punto de partida ligeramente más normal que sus obras anteriores. Aunque tampoco es que fuera absolutamente necesario buscar un giro extraño a cada ocasión, ni esta vez deja de tener su propia característica. Lo importante, en cualquier caso, es que estamos ante otra interesante y divertida novela romántica.
– Desconcierto de Richard Powers, ed. Alianza de Novelas
Nuevo Powers, que siempre es bueno. Esta vez con el cataclismo climático por medio y, por supuesto, mucha introspección en los personajes y todo eso que tan bien se le da.
– La amante de Wittgenstein de David Markson, ed. Sexto Piso
Un gran ejemplo de la ficción experimental y referencial, en al que la aparente falta de los demás y la fluctuación de conciencias alrededor de la cultura occidental sirve para hablar no solo de lo dicho sino, sobre todo, de lo no dicho.
– Patos, Newburyport de Lucy Ellmann, ed. Automática
No voy a decir eso de «novela difícil» ni nada por el estilo. Es, simplemente, una decisión de su autora. Y una vez la conoces debes decidir si te interesa entrar en el juego. El fluir de consciencia de una ama de casa durante unas mil doscientas páginas en una única frase en la que unas ideas van dando paso a otras, hay reiteraciones, hay pensamientos circulares y hay saltos mentales más o menos inconexos. Si no tienes problema con el punto de partida es más que probable que disfrutes del viaje.
– Los vecinos de Lady Chester de Emily Eden, ed. Libros de Seda
De la autora de Una pareja casi perfecta nos llega ahora esta obra, de nuevo con clases sociales, desencuentros, amistades inesperadas y el sentido del humor de Emily Eden. En suma, una novela inglesa y muy inglesa.
– Anna de las Cinco Villas de Arnold Bennett, ed. dÈpoca
¡Siempre es una alegría ver que dÉpoca saca una nueva obra! Además una recuperación de Arnold Bennett nada menos. Una obra de época, con muchos compromisos sociales y solicitudes de amorío en el que una joven debe afrontar que con la mayoría de edad tiene que tomar decisiones mientras se mueve en la sociedad privilegiada pero no por ello justa.
– Otro país de James Baldwin, ed. Tres Puntos
Parece que esta vez sí, que ha llegado la versión íntegra y directa desde el inglés de este libros de James Baldwin. Una en la que no se han expurgado comentarios izquierdistas, referencias a España -especialmente las referidas a Franco- y cualquier cosa que les pareciera un atisbo de homosexualidad y que su autor trataba con la naturalidad propia de sus propias vivencias. De ahí que tanto la raza como la sexualidad fueran una parte importante aunque fuera el mundo del jazz el centro a través del que se habla del exilio, la redención y, por supuesto, el amor.
– La casa en llamas de Ann Beattie, ed. Chai
Que nos lleguen editoriales de fuera siempre es bueno porque, por ejemplo, de Ann Beattie habíamos tenido novelas gracias a Thassàlia, Asteroide o Gatopardo, pero ahora la argentina Chai nos trae sus relatos. Y los relatos de una gran autora como ella, ejemplo para tantas otras, es siempre ampliar los horizontes de los que no leen en su idioma original y, por tanto, una buena noticia.
– La rastra de Joy Williams, ed. Seix Barral
Es bueno tener de vuelta a una de las grandes aunque sea en una editorial de las grandes en lugar de en las pequeñas que le han dado cobijo normalmente, pero supongo que será el lograr más atención o algo así, en fin. En este caso tenemos, además, unos temas y motivos plenamente actuales con el colapso climático de centro y fondo. Así que bien por ella.
– La más recóndita memoria de los hombres de Mohamed Mbougar Sarr, ed. Anagrama
Ganador de numerosos galardones, pero fundamentalmente del Goncourt, estamos ante una de esas metanovelas que tanto le gustan a los jurados. Un escritor se propone descubrir qué fue de otro que logró basatante relevancia, tuvo un enorme escándalo y desapareció. Solo que aquí se mezclan, además de las posibilidades y los misterios, el asunto tanto de la raza como de las intrigas editoriales. Porque, al final, mucho de lo que tenemos es el colonialismo y sus ficciones.
– ¿Por qué te empeñas en sufrir así? de VV.AA., ed. Hwarang
Comenzamos la semana con una nueva editorial llegando a España, Hwarang es de origen argentino y tiene como meta publicar libros coreanos. Así que desembarca con esta antología de autoras feministas de los años 20 del S. XX Kim Myeongsun, Na Hyeseok y Kim Yryeop fueron pioneras en establecer esa mirada distinta, que se transmitían en los cuentos de diarios y revistas de la época cuyas ilustraciones aparecen acompañando este libro.
– Hojas rojas de Can Xue, ed. Aristas Martínez
No es mucho lo que se ha publicado de Can Xue en España, aunque el año pasado tuvimos La Frontera y este nos ha llegado también Nubes flotantes ya envejecidas, pero tenemos un nuevo libro de la autora china, una de esas Eternas Candidatas al Nobel -aunque Mo Yan la adelantara pese a lo que Sontag opinara- que demuestran siempre los motivos para esa condición. Con un uso del fantástico en los detalles envolventes y en los giros a la vez que nos presenta a unos personajes muy reales enfrentados a situaciones entre lo surrealista y lo experimental.
– Corazones perdidos de Celeste Ng, ed. Alba
Más conocida ahora gracias a la adaptación a serie de Pequeños fuegos por todas partes regresa a Alba la autora Celeste Ng con una obra nueva: Corazones perdidos. Una historia de maternidad, de raza y de los años difíciles de Estados Unidos. Que son casi todos.
– Bestias de una pequeña tierra de Juhea Kim, ed. Quaterni
Otro novelón coreano recuperado por Quaterni. Una saga de amigos y enemigos, a veces las mismas personas, en la Corea del siglo XX.
– Hotel World de Ali Smith, ed. Alfaguara
Un solo hotel y cinco mujeres, mujeres muy diferentes y en distintos estados y momentos, como un cruce espectral de ráfagas temporales, una parte juego literario y otra una exploración de los parecidos y diferencias que llevan a chocar pero también a defender el amor en todas sus formas.
– Mujeres solas de Takako Takahashi, ed. Hermida
Ha tardado pero aquí está, un libro fundamental de la literatura japonesa que podríamos llamar reciente si no fuera porque hablamos de un libro publicado hace 45 años. Un repaso de lo que era la vida de las mujeres japonesas a finales de los años setenta, a través de cinco mujeres que son distintas pero que se enfrentan todos a los problemas que trae una sociedad con unas normas rígidas atadas muchas veces a una moral pública más que discutible. Puede ser una lectura dura, pero precisamente lo es por lo cierto de las historias reflejadas.
– Ciudadana de Segunda de Buchi Emecheta, ed. Alba
Podríamos llamarlo autoficción aunque sea una obra de los años setenta. Lo cierto es que esta recuperación del clásico de la escritora nigeriana sirve para hablarnos de su vida, de toda una vida trabajando, de su paso de Nigeria a Inglaterra, de las relaciones de trabajo y de familia e incluso románticas, pero será sobre todo la narración sobre esa segunda categoría en múltiples aspectos: por raza, por nacionalidad, por su condición de mujer. Muchas cosas que se suman para hacerle sentir tanto como demostrarle que es considerada de segunda.
– Diana Tempest de Mary Cholmondeley, ed. Nocturna
Mary Cholmondeley, la autora de Un guiso de lentejas, nos trae aquí una obra de un feminismo temprano en el que se unen amoríos y herencias con una subtrama de abogados casi detectivesca.
– Un jurado de iguales de Susan Glaspell, ed. Avenauta
Una obra feminista de inicios del S. XX que adaptaba una obra teatral de la misma autora, tratando temas como el de la violencia doméstica o el doble rasero jurídico sufrido entre mujeres y hombres.
– Con cariño, Rosie de Nuala O’Faolain, ed. Hoja de Lata
Si la editorial define su libro como una historia de «mujeres con sofocos», ¿quién soy yo para enmendarlo? Y es que estamos en una obra de mujeres de mediana edad, con sus problemas y relaciones, con sus amores y amistades, con todo lo que las mujeres tienen que ofrecer, porque es una novela con sensibilidad, de momentos dulces y otros punzantes, agridulce, pero ante todo son es tan reconfortante como una taza de té. Aunque sea té irlandés.
– Quédate conmigo de Elizabeth Strout, ed. Duomo
El impacto de una pérdida hacen mella en el protagonista, que ve cómo cambian las dinámicas del pueblecito, cómo él mismo se siente perdido y cómo surgen los rumores a su alrededor. En resumen, un nuevo logro de Strout, con los matices de la existencia y la posibilidad de perder la esperanza, pero también de recuperarla.
– Las cigüeñas son inmortales de Alain Mabanckou, ed. Libros del Asteroide
Mabanckou ofrece aquí una historia que refleja la realidad de la República del Congo y en la que habla sobre descolonización, costumbrismo e incluso los huecos para el humor, en la que el asesinato del presidente Marien N’Gouabi crea un punto de inflexión en las vidas de los ciudadanos.
– O lo uno o lo otro de Elif Batuman, ed. Literatura Random House
De nuevo Batuman presenta lo que los anglosajones llaman una Novela de Campus, una historia universitaria en al que la parte académica se une al crecimiento experimentado por los personajes en una serie de peripecias entre lo culto y lo ridículo que aquí se usan para hablarnos de esa separación por el paso de las experiencias tanto de lo que fuimos como de la gente a cuyo lado estuvimos.
– La autopista Lincoln de Amor Towles, ed. Salamandra
Aquí tenemos de nuevo a Amor Towles, esta vez con una historia de carretera en Estados Unidos, un viaje iniciático en los años cincuenta para cuatro jóvenes, una hsitoria alejada de sus dos anteriores novelas que, sin embargo, sigue con el estilo propio de un autor tan recomendable.
– Oh, Caledonia de Elspeth Barker, ed. Catedral
A principios de los ’90 se presentó esta novela, que podría haber sido escrita mucho antes aunque probablemente hubiera perdido parte del ingenio que mostraba. Porque lo que podría considerarse una historia campestre en la Escocia durante la guerra va expandiéndose a ampliar y criticar el modelo de novela campestre, en el que la imaginación y las lecturas van desplazando a la familia, porque lo que podría ser una historia gótica de paso a la edad adulta mantiene una tensión irónica con su propia historia que parece complacerse en descubrir hasta dónde puede tensar la cuerda.
– Vida de un militante de Takiji Kobayashi, ed. Satori
Ya habíamos tenido un primer contacto con la obra de Kobayashi en Kanikosen o en El Camarada, dos obras que justifican más que de sobra la lectura de este recopilatorio de relatos que nos trae ahora Satori, con más relatos de transfondo proletario que nos permiten ver una imagen nueva de Japón, en lo que es difernte pero también en lo que es internacional.
– El Pasajero / Stella Maris de Cormac McCarthy, ed. Literatura Random House
Pues aquí estamos con los dos nuevos libros de McCarthy. Ha pasado bastante desde el anterior y la decisión de publicarlos juntos en un único volumen no deja de llamar la atención. Lo más sencillo parecería haberlo sacado primero por separado, luego en estuche, después en un tomo único. De esta otra manera quizá haya quejas por ir en dirección contraria. Pero, en fin, nunca hay gente contenta en esto de los libros. Aunque, por supuesto, espero que mucha gente esté contento de reencontrarse con McCarthy, con una historia de familia en la que dos personajes centrales -cada uno en su relato- componen una mirada al crimen, el amor, la locura, la filosofía y la religión.
– Cae la noche tropical de Manuel Puig, ed. Seix Barral
Llega a su final la reedición de los libros de Puig y lo hace con su última novela (claro) que es, además, un maravilloso alegato a favor del chisme. Dos hermanas de cierta edad hablando un poco de todo y de nada pero, sobre todo, de su vecina. Todo eso parecen pinceladas sueltas pero van poco a poco montando un cuadro de la situación, de la propia, de la ajena y del país. Muy recomendable.
– Los hijos de Shifty de Chris Offutt, ed. Sajalín
– Dos veces en el mismo río de Chris Offutt, ed. MalasTierras
Es bueno ver cómo Offutt se ha hecho con un hueco en nuestras estanterías publicando con regularidad en distintas editoriales. Por un lado la segunda novela negra protagonizada por Mick Hardin tras el éxito de Los cerros de la muerte. Por el otro, una obra de corte autobiográfico en el que el autor con una vida ya más estable recorre los Estados Unidos y su propia memoria en la que habla de la primera vez que hizo un vía.
– En busca del tiempo perdido, vol. 1 de Marcel Proust, ed. Alba
Nueva edición con traducción también nueva por parte de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. De momento el primer volumen con las dos primeras obras, de siete. Pero está previsto que vayan publicando el resto.
– Mi hermano de Jamaica Kincaid, ed. Lumen
– Autobiografía de mi madre de Jamaica Kincaid, ed. Lumen
– Ahora y entonces de Jamaica Kincaid, ed. Lumen
Aprovechando que el nombre suena en las quinielas del Nobel parece que Lumen se anima a recuperar los títulos de Jamaica Kincaid que hasta ahora estaban en castellano en Txalaparta. Y eso es bueno porque, por un lado, es de esperar que usen el dinero de ser un gran grupo en que los libros lleguen a más gente y, con algo de suerte, servirá para que los otros títulos que las editoriales pequeñas tienen sean incluidos en las ‘cazas’ de libros. Además, con un poco de suerte esto lleva a que se vayan trayendo más autoras antillanas (como es el caso), africanas y de demás localizaciones fuera del ámbito angloeuropeo. Y con el enorme talento de ellas, como es este caso, así que veamos la parte buena de estos movimientos empresariales. No pudo ser el Nobel (este año al menos) pero Lumen sigue con su publicación, en esta ocasión con los años crepusculares de una mujer, su matrimonio decayendo, sus hijos alejándose y los recuerdos de su llegada a Estados Unidos como emigrante. La historia, en resumen, de una mujer compleja.
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